"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

viernes, 25 de diciembre de 2015

Argentina oscilando entre la crisis de gobernabilidad y la dictadura mafiosa

Jorge Beinstein, La Jornada

Ha sido señalado hasta el hartazgo que por primera vez en un siglo el 10 de Diciembre de 2015 la derecha llegó al gobierno sin ocultar su rostro, sin fraude, sin golpe militar, a través de elecciones supuestamente limpias, se trataría de un hecho novedoso.

Es necesario aclarar tres cosas:

En primer lugar resulta evidente que no se trató de “elecciones limpias” sino de un proceso asimétrico, completamente distorsionado por una manipulación mediática sin precedentes en Argentina activada desde hace varios años pero que finalmente derivó en un operativo muy sofisticado y abrumador. Consumada la operación electoral la presidenta saliente fue destituida unas pocas horas antes de la transmisión del mando presidencial mediante un golpe de estado “judicial” demostración de fuerza del poder real que establecía de ese modo un precedente importante, en realidad el primer paso del nuevo régimen.

Esto nos lleva a una segunda aclaración: el kirchnerismo no produjo transformaciones estructurales decisivas del sistema, introdujo reformas que incluyeron a vastos sectores de las clases bajas, reclamos populares insatisfechos (como el juzgamiento de protagonistas de la última dictadura militar), implementó una política internacional que distanció al país del sometimiento integral a los Estados Unidos y otras medidas que se superpusieron a estructuras y grupos de poder preexistentes. Pero no generó una avalancha plebeya capaz de neutralizar a las bases sociales de la derecha quebrando los pilares del sistema (sus aparatos judiciales, mediáticos, financieros, transnacionales, etc.) desarticulando la arremetida reaccionaria. La alternativa transformadora radicalizada estaba completamente fuera del libreto progresista, la astucia, el juego hábil y sus buenos resultados en el corto y hasta en el mediano plazo maravilló al kirchnerismo, lo llevó por un camino sinuoso, acumulando contradicciones marchando así hacia la derrota final. Nunca se propuso transgredir los límites del sistema, saltar por encima de la institucionalidad elitista-mafiosa de las camarillas judiciales apuntaladas por el partido mediático componentes de una lumpenburguesía que aprovechó el restablecimiento de la gobernabilidad post 2001-2002 para curar sus heridas, recuperar fuerzas y renovar su apetito. 

Como era previsible las clases medias, grandes beneficiarias de la prosperidad económica de los años del auge progresista, no se volcaron de manera agradecida hacia el kirchnerismo sino todo lo contrario, azuzadas por el poder mediático retomaron viejos prejuicios reaccionarios, su ascenso social reprodujo formas culturales latentes provenientes del viejo gorilismo, del desprecio a “la negrada” enlazando con la ola regional y occidental en curso de aproximaciones clasemedieras al neofascismo. No se trató entonces de una simple manipulación mediática manejada por un aparato comunicacional bien aceitado sino del aprovechamiento derechista de irracionalidades ancladas en los más profundo del alma del país burgués.

La tercera observación es que el fenómeno no es tan novedoso. Si bien es cierto que el proceso de manipulación electoral se inscribe en el marco del declive del progresismo latinoamericano y que fue realizado de manera impecable por especialistas de primer nivel seguramente monitoreados por el aparato de inteligencia de los Estados Unidos, no deberíamos olvidar que antes de la llegada del peronismo en 1945 la sociedad argentina había sido moldeada por cerca de un siglo de república oligárquica (que no fue abolida durante el período de gobiernos radicales entre 1916 y 1930) dejando huellas culturales e institucionales muy profundas atravesando las sucesivas transformaciones de las elites dominantes como una suerte de referencia mítica de una época donde supuestamente los de arriba mandaban mediante estructuras autoritarias estables. Constituye una curiosa casualidad cargada de simbolismo pero lo cierto es que fue el presidente “cautelar-instantáneo” Federico Pinedo impuesto por la mafia judicial el encargado de entregar el bastón presidencial a Macri. Federico Pinedo: nieto de Federico Pinedo, una de la figuras más representativas de la restauración oligárquica de los años 1930, bisnieto de Federico Pinedo Rubio intendente de Buenos Aires hacia fines del siglo XIX y luego diputado nacional durante un prolongado período como representante del viejo partido conservador. Seguir la trayectoria de esa familia permite observar el ascenso y consolidación del país aristocrático colonial construido desde mediados del siglo XIX. El lejano descendiente de aquella oligarquía fue el encargado de entregar los atributos del mando presidencial a Mauricio Macri, por su parte heredero de un clan familiar mafioso de raiz italo-fascista[1], instaurador de un “gobierno de gerentes”. Los avatares de un golpe de estado instantáneo establecieron un simbólico lazo histórico entre la lumpenburguesía actual y la vieja casta oligárquica. 

La crisis 

El contexto económico internacional viene dado por una crisis deflacionaria motorizada por el desinfle de las grandes potencias económicas. Estados Unidos, la Unión Europea y Japón navegando entre el crecimiento anémico, el estancamiento y la recesión, China desacelerando su crecimiento y Brasil en recesión sobredeterminan una coyuntura marcada por el enfriamiento de la demanda global lo que deprime los precios de las materias primas y estanca o achica los mercados de productos industriales. En suma un panorama mundial negativo para un país como la Argentina principalmente exportador de materias primas y en menor escala de productos industriales de mediano-bajo nivel tecnológico.

Ante ese ciclo internacional adverso, desde el punto de vista teórico la economía Argentina para no caer en la recesión debería apoyarse cada vez más en la expansión y protección de su mercado interno, su tejido industrial, su autonomía financiera. Sin embargo el gobierno de Macri inicia su mandato haciendo todo lo contrario: achicando el mercado interno mediante la reducción drástica en términos reales de salarios y jubilaciones, aumentando el endeudamiento externo, desprotegiendo al grueso de la estructura industrial. A ello apuntan sus decisiones económicas iniciales como la megadevaluación, la eliminación o disminución de impuestos a las exportaciones, la suba de las tasas de interés, la liberalización de importaciones, y pronto la eliminación de subsidios a los servicios públicos con el consiguiente aumento de sus tarifas. Se trata de una gigantesca transferencia de ingresos hacia los grupos económicos más concentrados (grandes exportadores agrarios, empresas y especuladores financieros poseedores de fondos en dólares, etc.), de un saqueo descomunal que se irá prolongando en el tiempo al ritmo de las subas de precios, las depresiones salariales, las devaluaciones y los tarifazos. Crecerá la desocupación, la pobreza y la indigencia, la concentración de ingresos avanzará (ya está avanzando) rápidamente, el crecimiento económico nulo o negativo serán inevitables.

Según ciertos expertos estaríamos embarcados en una vorágine completamente irracional marcada por la declinación del grueso de la industria y la desintegración de la sociedad resultado de la aplicación ortodoxa de recetas neoliberales “equivocadas”. Pero el gobierno no se equivoca, actúa según la dinámica de una lumpenburguesía portadora de una racionalidad instrumental cuyo fin no es otro que el de la acumulación rápida de riquezas saqueando todo lo que se le cruza en el camino. La racionalidad de los bandidos dueños del poder no es la del desarrollo económico armonioso y general que anida en la cabeza de ciertos economistas.

Así es como hemos pasado de una versión suave de la política económica contra-cíclica (desde el punto de vista de la tendencia de la economía global) a una política pro-cíclica que se incorpora con notable ferocidad a la degeneración general (financiera, institucional, ideológica, etc.) del mundo capitalista. 

El progresismo gobernó entre 2003 y 2015 restableciendo la gobernabilidad del sistema. Todo anduvo bien mientras la bestia lamía sus heridas en un contexto de relativa prosperidad recomponiéndose del terremoto de los años 2001-2002. Pero desde 2008 las cosas fueron cambiando: el achatamiento del crecimiento económico exacerbó su voluntad por acaparar una porción mayor de la torta, en ese sentido el 10 de diciembre de 2015 puede ser visto como el punto de inflexión, como un salto cualitativo del poder draculiano de las elites dominantes inaugurando una etapa de decadencia de la sociedad argentina. Las fuerzas entrópicas, devastadoras, lograron imponer su dinámica.


Dos escenariosNos encontramos ante los primeros pasos de una aventura autoritaria de trayectoria incierta. No se trata de un hecho producto del azar sino del resultado de un prolongado proceso de maduración (degeneración) de las elites dominantes de Argentina convertidas en jaurías depredadoras coincidentes con el fenómeno global de financiarización y decadencia. Basta con echarle una mirada al gobierno y sus respaldos donde sobreabundan personajes acusados de ser delincuentes financieros como Prat Gay, Melconian o Aranguren, o “padrinos” como Cristiano Rattazzi, Paolo Roca, Franco Macri (y su hijo-presidente) o de otros señalados como agentes de la CIA como Susana Malcorra o Patricia Bullrich[2], para percibir que la tragedia local no es más que un apéndice periférico de un capitalismo global embarcado en una loca carrera liderada por lobos de Wall Streeet, militares delirantes y políticos corruptos destruyendo países enteros, triturando instituciones, saqueando recursos naturales imponiendo un proceso de destrucción a escala planetaria.

La lumpenburguesía argentina, su articulación mafiosa en la cúpula del poder (empresario, judicial, mediático) y sus prolongaciones institucionales y abiertamente ilegales ha dejado de ser la fuerza dominante en las sombras, jaqueando, condicionando, bloqueando, imponiendo, para asumir abiertamente el gobierno. Esto puede ser atribuido a varios motivos entre otros a la inexistencia de un elenco de “políticos” con capacidad de decisión como para implementar el mega-saqueo en curso, entonces son los gerentes los que deben hacerse cargo de manera directa del Poder Ejecutivo, es decir “técnicos” completamente ajenos al embrollo electoral.

El nuevo esquema resulta sumamente eficaz a la hora de adoptar medidas contundentes contra la mayoría de la población pero aparece muy poco útil para amortiguar el inevitable descontento popular (incluido el de una porción significativa de incautos votantes de Macri). Las camarillas sindicales podrán durante un corto período generar inacción, algunos políticos provinciales empujarán en el mismo sentido; los medios masivos de comunicación buscarán distraer, confundir, justificar (ya lo están haciendo) intensificando la campaña de idiotización pero todo eso es insuficiente frente a la magnitud del desastre en curso.

Por otra parte el carácter lumpen, inestable del régimen macrista afectado por previsibles disputas internas, golpes financieros, turbulencias exógenas de todo tipo propias de un sistema global a la deriva y además (principalmente) presionado por una base social cuyo descontento irá ascendiendo como una avalancha gigantesca, va dejando al descubierto la única alternativa posible de gobernabilidad mafiosa.

Se trata de la formación de un sistema dictatorial con rostro civil y de configuración variable. Tiene claros antecedentes internacionales recientes. Viene guiado por el aparato de inteligencia de los Estados Unidos y se apoya en la llamada doctrina de la Guerra de Cuarta Generación cuyo objetivo central es la transformación de la sociedad objeto de ataque en una masa amorfa, degradada, acosada por erupciones “desprolijas” de violencia caótica y en consecuencia impotente ante el saqueo. Irak, Libia, Siria aparecen como experiencias de manual extremas y lejanas. Por el contrario México o Guatemala son paradigmas latinoamericanos a tener en cuenta aunque la especificidad argentina aportará seguramente rasgos originales. Tenemos que pensar en una combinación pragmática de distintas dosis de represión directa “clásica”, judicialización de opositores sindicales, políticos, etc., bombardeo mediático (diversionista y/o demonizador), represión clandestina, incentivos a la rivalidades intrapopulares (cuanto más sanguinarias mejor), irrupción de bandas que aterrorizan a la población (como las “maras” en América Central o los batallones de narcos de México), fraudes electorales, etc. De ese modo Argentina entraría de lleno en el siglo XXI signado por el ascenso del capitalismo tanático. 

Sin embargo esa estrategia no se puede instalar plenamente de un día para otro. Requiere tiempo y una cierta pasividad inicial de las bases populares. Además encontraría serias dificultades ante una sociedad compleja como la Argentina, con un amplio abanico de clases bajas y medias portadoras de culturas, capacidad de organización, de historias que desde la mirada superficial de los gerentes financieros y de los expertos en control social no aparecen como amenazas visibles (o aparecen como resistencias o nostalgias impotentes) pero que constituyen latencias, bombas de tiempo de enorme poder que pueden estallar en cualquier momento. Este desafío desde abajo converge con el temor de los de arriba a puebladas inmanejables conformando grandes interrogantes gelatinosos que generalizan la incertidumbre en las elites, deterioran su psicología.

La no viabilidad de ese escenario siniestro, su posible empantanamiento, dejaría abierto el espacio para el desarrollo de un segundo escenario: el de una crisis de gobernabilidad mucho más devastadora que la de 2001. En ese caso la fantasía elitista de la recomposición dictatorial-mafiosa del poder político no habría sido otra cosa que una ilusión burguesa acompañando al fin de la gobernabilidad, al comienzo de un período de alta turbulencia, de desintegración social de duración impredecible. El progresismo tan despreciado por las elites y sus preservativos de clase media habría sido un paraíso capitalista destruido por sus principales beneficiarios.

Como vemos el infierno mafioso no es inevitable aunque no deberíamos subestimar la capacidad operativa de sus ejecutores locales y su mega padrino imperial, los Estados Unidos están lanzados a la reconquista de su patio trasero latinoamericano. 

¿Hacia dónde va esta historia?: la resistencia popular tiene la respuesta. 
________
Notas:
[1] Horacio Verbitsky, "A las Malvinas en subte. El rol de la P-2, los Macri, FIAT y TECHINT en la guerra de 1982", http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-190366-2012-03-25.html
[2] ARGENTINA: la nueva ministra de Exteriores pertenece a la CIA, según Diosdado Cabello.
- El presidente de la Asamblea Nacional (AN) de Venezuela, Diosdado Cabello, declaró que la canciller argentina, Susana Malcorra, pertenece a la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA, por sus siglas en inglés). “Estuvo aquí, la recibí yo en mi oficina, es la CIA misma, se la nombraron de canciller al señor (Mauricio) Macri”, presidente electo de Argentina, subrayó Cabello en su programa semanal de los miércoles, transmitido por el canal estatal Venezolana de Televisión (VTV).
- También Patricia Bullrich reporta a “la agencia” y probablemente lo hagan otros y otras, como Laura Alonso. El rumor que corre es que Macri prácticamente no conoce a Malcorra y que le fue impuesta telefónicamente por el Departamento de Estado. - Pájaro Rojo, 11/12/2015, http://pajarorojo.com.ar/?p=20433

Feliz 2016… ¡A la cubana! (+ Postales)

Por Paquita Armas Fonseca

A los cubanos le sobran símbolos para hacer postales.

Cada día recibo correos de felicitación ¡y me alegro!. Que una persona de España, Venezuela, Estados Unidos, Rusia o el planeta Marte dedique al menos un minuto a felicitarlo, es una acción para agradecer.

Pero en todo el trópico no hay renos, ni nieve, ni trineos, ni casitas con techos rojos llenos de copos blanco, ni manzanas, ni peras… ni ningún fruto o animal que se desarrolle en temperaturas frías ¿entonces por que el 99.99 por ciento de las felicitaciones tienen esos ingredientes?.

Aunque huela “a teque” la respuesta es sencilla: el desarrollo tecnológico propicia que esa labor de marqueting, esté en los centros de poder que todos (o casi) son adornados por la nieve en esta época.

¿Por qué los arbolitos de navidad están engalanados de blanco? ¿No puede haber una hermosa mata de mangos amarillos y rosados, suaves, dulces, que simbolice el lugar donde se pondrán los regalos de fin de año?.

Nada como las navidades para desarrollar la labor más amplia, sistemática y eficaz publicidad a las ventas: hay que estrenar ropas, hacer regalos, además de la cena hay que comer turrón de alicante, dátiles, jijona, uvas…¿Por qué?. Ni siquiera desde el punto de vista religioso se justifica: Jesús nació en un pobre pesebre, no en un palacio.

¿Celebrar las navidades? ¿Por qué no?. Es un lindo rito y servir una mesa con un lechón asado, crujiente, fuentes con congrí, yuca con mojo, y botellas de ron, cerveza…¡que foto!. ¿Por qué nosotros que somos dueños de esa delicia –tengo una fuerte secreción salivar- enviamos imágenes de un pavo, dorado, también apetitoso, pero nada que ver con nuestro plato nacional?. 

La fauna de Cuba es rica y no venenosa. ¿Por qué no hacer postales con algunas de las 42 especies de mamíferos, 350 de aves, 121 de reptiles, 46 de anfibios, 2 947 de moluscos, 7 493 de insectos y 1300 de archnidis?. De todos esos animales, algunos muy lindos, entre otros son peculiares: la rana más pequeña del hemisferio norte Ranita de Monte Iberia, El Zunzuncito conocida como el ave más pequeña del mundo ... el Cocodrilo cubano, una de las especies más primitivas ... El Almiquí, gigante de los mamíferos insectívoros ... y el Manjuarí considerado como un fósil viviente. 

Con árboles y flores se pueden realizar maravillas. La flora cubana tiene registradas más de 8000 especies entre árboles y flores con un alto porcentaje de endemismo total. Y se supone que existen otras quinientas sin descubrir. La omnipresente y bella Palma Real, (árbol nacional de Cuba), la rara y prehistórica Palma Corcho, la Ceiba, adorada por sus poderes según la Regla de Ocha y flores como la Mariposa, la Orquídea Negra y la Orquídea Mariposa, endémicas, las últimas dos localizadas en la Península de Guanahacabibes en la provincia de Pinar del Río.

Creo que no sería difícil -geniales informáticos hemos formado- crear web o utilizar la que existen para que los navegantes en el ciberespacio, escojan postales en las que brote la cubanía. Quizás no puedan competir –tecnológicamente- con las que ofertan en los diversos sitios hechos sólo como acción financiera, pero habrá no pocas personas que como yo, quieren desear un feliz 2016…¡a la cubana!

Cubasí les ofrece a sus lectores la oportunidad de compartir con amigos y familiares una serie de postales -¡a la cubana!- a propósito del 57 aniversario de la Revolución 










8 frases de José Martí a tener en cuenta en el nuevo contexto Cuba- EE:UU

1. Es preferible el bien de muchos a la opulencia de pocos.

2. Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.

3. La unidad de pensamiento, que de ningún modo quiere decir la servidumbre de la opinión, es sin duda condición indispensable del éxito de todo programa político.

4. A un plan obedece nuestro enemigo: de enconarnos, dispensarnos, dividirnos, ahogarnos. Por eso obedecemos nosotros a otro plan: enseñarnos en toda nuestra altura, apretarnos, juntarnos, burlarlo, hacer por fin a nuestra patria libre. Plan contra plan. 

5. La justicia, la igualdad del mérito, el trato respetuoso del hombre, la igualdad plena del derecho: eso es la revolución.

6. Hay que andarse con tiento en eso de cantar victorias diplomáticas sobre otra nación, porque el cacareo puede deshacer lo que ha logrado hacer la diplomacia.

7. Debe hacerse en cada momento, lo que en cada momento es necesario.

8. ¡Un principio justo, desde el fondo de una cueva, puede más que un ejército!

Gran Teatro Alicia Alonso reaparece en la escena habanera

La Habana, 25 dic (PL) Luego de tres años de restauración, quienes transitan hoy por la capital cubana ya pueden ver con regocijo la fachada del Gran Teatro de La Habana, escondida antes tras los muros de protección de las obras constructivas.

Con el nuevo nombre de Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, esta imponente edificación de estilo ecléctico reabrirá sus puertas el 1 de enero del año próximo con una gala del Ballet Nacional de Cuba.

La función en la sala Federico García Lorca, bajo el título Tríptico Clásico, está dedicada al aniversario 57 del triunfo de la Revolución.

En tres actos, la gala recogerá momentos de las obras Giselle, el Lago de los Cisnes y Coppelia, y contará con el acompañamiento de la Orquesta del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso dirigida por Giovanny Duarte. También el 3 de enero se ofrecerá el mismo programa.

Actualmente, este teatro es una de las más antiguas instituciones de su tipo en Latinoamérica: fue inaugurado el 15 de abril de 1838 como Gran Teatro de Tacón. Inicialmente se construyó para acoger el Centro Gallego de La Habana.

Su sala principal, llamada Federico García Lorca, tiene capacidad para mil 500 personas y es sede del Ballet Nacional de Cuba desde 1965, además de albergar las temporadas de ópera del Teatro Lírico.

El edificio cuenta con otros espacios más pequeños como la Sala Lecuona y el Café Adagio, donde se ofrecen recitales de música de cámara.

Desde su fundación, por su escenario han desfilado prestigiosos artistas del mundo como las bailarinas Fanny Elssler y Ana Pávlova, las actrices Sara Bernhardt y Eleonora Duse, los cantantes Enrico Caruso y Titta Rufo, y el gran mimo francés Marcel Marceau.

También lo hicieron relevantes personalidades de la música como los pianistas Serguei Rachmáninov, Arthur Rubinstein y Daniel Barenboim; el cellista Pablo Casals, el violinista Jascha Heifetz y el guitarrista Andrés Segovia.

Los cubanos Ignacio Cervantes, José White, Ernesto Lecuona, Alicia Alonso y Rita Montaner son otras de las figuras que subieron a su escena.

Desde 1960, el Gran Teatro es la sede principal del Festival Internacional de Ballet de La Habana, uno de los más reconocidos eventos de danza de este continente.

Martí: "No son las Christmas del yanqui como las Pascuas del hidalgo"

Por Jose Martí

“No son las Christmas del yanqui como las Pascuas del hidalgo. Ni es la cena sino mero accidente de este regocijado jubileo. Las Christmas son las fiestas del dar y del recibir; de hacer donativos al pariente pobre; de ostentar sobra de dinero; de buscarlo para ostentarlo; de visitar a los conocidos; de enviar, con ramos de flores, artísticas tarjetas de dibujos pascuales, de engastar en el pie del ramillete fragante, serpenteantes cables de oro, que se usa en este invierno como anillos. Las Christmas son las fiestas de niñas casaderas, que acaparan en ellas presentes de relacionados y conocidos, se dan con júbilo al placer desenfrenado de la compra, prenden flores al traje de máscara que lucirán en el baile de la noche, y aguardan, en la cohorte de amigos que ha de venir a desearles pascuas alegres, a aquel de entre ellos con quien es más alegre la pascua, y la amistad más deleitosa. Las Christmas son las fiestas de los padres, que ven, como nidal de tórtolas gozosas, agruparse en torno a la mesa de los regalos, la niña esbelta, el varón apresurado, la crianza balbuciente, y olvidan las desventuras de la tierra en aquel gozo ingenuo y celeste compañía.[…] Las Christmas son la fiesta amada de los pequeñuelos, cuyos deseos de todo el año van siendo encomendados a este día solemnísimo, en que se entrará el buen viejo Santa Claus por la chimenea de la casa, se calentará del fríos del viaje junto a las brasas, y dejará en el calcetín maravilloso que cada niño pone a la cabecera de su cama, su caja de presentes. Y luego, subirá chimenea arriba, se calará su turbante recio, se mesará la barba blanca, se echará sobre el rostro la capucha para ampararse de la nieve, tomará la rienda de los ligeros venados que arrastran su trineo, y echará a andar por los aires, a los alegres sones de las colleras de campanillas, hasta la chimenea del niño vecino. A Santa Claus, que es el bueno Santo Nicolás, ruegan los niños todo el mes de diciembre; y le prometen conducirse bien, como a la Lela Marien, que es la dulcísima Virgen, ofrecen en casos graves las gallardas moras; y le escriben cartas, y le incluyen la lista de los presentes que desean; y piden a sus padres que le envíen un telegrama, para que la respuesta venga pronto. Y Santa Claus es muy bueno, ¡y siempre responde! ¡Oh, calcetín prodigiosísimo! Los niños quieren esta noche tener pies tamaños, como los de los gigantes de Perrault. Nada despierta como el deseo, y al alba ya están despiertos. ¡Qué resonar de clarines! ¡Qué resonar de tambores! De aquel calcetín salen, como de un cuerno de la abundancia: ¡vestidos completos, arreos marciales, botines de seda, muchedumbre de confites, gorras de piel de foca, estuches de carpintería, bastones, relojes, juguetes, hermosísimos libros! ¡Qué reír! ¡Qué vocear! ¡Qué darse celos! ¡Qué ser felices! ¡Oh, tiempos de dulce engaño, en que los padres próvidos cuidan, a costa de ahogar los suyos, de la satisfacción de nuestros deseos! ¡Qué bueno es llorar a mares, si podemos traer con nuestro llanto una sonrisa a los labios del hijo pequeñuelo! No hay como vivir para los otros, - lo que da suave orgullo y fortaleza.”

Obras Completas. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975. IX, 201-202: “Carta de Nueva York”. La Opinión Nacional, Caracas, 6 de enero de 1882.

Simón Bolívar fue electo como el hombre mas importante del siglo XIX

Liberó 6 naciones, cabalgó 123 mil kilómetros, más de lo navegado por Colón y Vasco de Gama unidos

La BBC elogia y elige a Simón Bolívar como el Hombre más importante del siglo XIX. “Con sólo 47 años de edad peleó 472 batallas, siendo derrotado sólo 6 veces.

Destaca además el medio de comunicación europeo que El Libertador participó en 79 grandes batallas, con el gran riesgo de morir en 25 de ellas.

Liberó 6 naciones, cabalgó 123 mil kilómetros, más de lo navegado por Colón y Vasco de Gama unidos.

Fue Jefe de Estado de 5 naciones.

Cabalgó con la antorcha de la libertad la distancia lineal de 6.500 kilómetros, que es aproximadamente media vuelta a la Tierra.

Recorrió 10 veces más que Aníbal, 3 veces más que Napoleón, y el doble de Alejandro Magno.

Sus ideas de Libertad fueron escritas en 92 proclamas y 2.632 cartas.

Lo mas increíble es que muchas de ellas fueron dictadas de forma simultánea y en diferentes idiomas a distintos secretarios.

Y el ejército que comandó NUNCA CONQUISTO… sólo LIBERÓ…”

Lo anterior fue el argumento con el cual la BBC de Londres eligió al Libertador Simón Bolívar como el Americano más prominente del siglo XIX.

T/BBC Mundo/La Radio del Sur

¿Normalización de relaciones entre Cuba y EEUU?

Por Marco Antonio Moreno

Una eventual normalización con Estados Unidos sólo podrá alcanzarse luego de un proceso largo y difícil, afirman las autoridades cubanas. Lo que ha logrado el restablecimiento de relaciones diplomáticas a un año de anunciarse es poco más que crear un canal de diálogo fluido entre las partes sin que casi ninguna de las medidas de carácter agresivo contra Cuba haya sido suprimida por Washington. Un paso positivo pero muy lejos de reparar las principales afrentas que configuran la política de ese país hacia Cuba.

Un ejemplo de lo complejo del proceso es la crisis política entre países centroamericanos que ha creado el embotellamiento en Costa Rica y en la frontera de ésta con Panamá de aproximadamente 8 mil cubanos que esperan llegar a Estados Unidos.

Como editorializaba esta semana The New York Times, los privilegios migratorios únicos de que gozan los cubanos comienzan a crear problemas a Estados Unidos y a otros países, que en contraste tratan de una manera severa a los migrantes de los demás países, incluyendo niños. El diario añadió que la aplicación de la Ley de Ajuste Cubano es un obstáculo en el proceso de normalización de relaciones con Cuba y que si el Congreso no hace algo, Obama posee facultades ejecutivas para abstenerse de aplicarla.

La crisis estalló cuando en noviembre San José otorgó a los cubanos visas de tránsito y les abrió la frontera de Nicaragua sin contar con este país, lo que llevó a las autoridades nicaragüenses a devolverlos al otro lado y a declarar que no les permitiría de nuevo el paso. A la negativa se sumaron los gobiernos de Guatemala y Belice.

Casi todos habían comprado un boleto aéreo a Ecuador y, aprovechando la visa turística por tres meses que les otorgaba ese país hasta hace unos días, contrataban a una banda de traficantes que por entre 8 mil y 10 mil dólares per cápita los llevaba hasta territorio estadounidense.

Los isleños no van a trabajar en la pizca de frutas, el servicio doméstico, o los mataderos de animales, como la gran mayoría de sus congéneres centroamericanos o mexicanos que escapan hacia el vecino del norte de la miseria, el desempleo, la ignorancia, la ausencia de servicios públicos, o los desmanes de los cuerpos de seguridad y las mafias.

Lo suyo es cruzar, con todas las garantías, los puentes de la frontera común mexicano-estadounidense y llegar a las garitas de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos pasaporte cubano en mano. A diferencia de los migrantes del resto del mundo, en poco tiempo tendrán en sus manos la green card, ninguna autoridad los perseguirá y recibirán al año y un día el derecho automático a la residencia en la potencia del norte. Son algunos beneficios que les otorga la Ley de Ajuste Cubano de 1966.

Es el premio que Washington reserva a los cubanos –casi todos bien instruidos o con preparación técnica– siempre que viajen ilegalmente hasta su territorio, o deserten de misiones gubernamentales, científicas, deportivas o artísticas. Eso sí, deberán solicitar asilo político sin que nadie les pida demostrar la presunta –y por demás inexistente– persecución de que fueron objeto en la isla.

Estados Unidos ha utilizado el tema migratorio como arma política contra Cuba desde 1959. Recibió a los asesinos, torturadores y malversadores de la dictadura de Batista que huían de la justicia revolucionaria y llegaban ilegalmente a sus costas. Ni ellos ni los bienes robados le fueron devueltos nunca a Cuba.

Luego Washington estimuló el éxodo de la burguesía, de sectores de la pequeña burguesía y profesionales universitarios, con el propósito de desangrar a la isla de talentos.

Esta migración cobró cada vez más un carácter económico. Como dicen muchos de los cubanos entrevistados en Costa Rica y Panamá, su motivación para el viaje es comprar un carro, tener una vida mejor, vivir mejor.

Quién podría negar que estas sean razones legítimas para viajar aun cuando todo se reduzcan al final a disfrutar aunque sea un pedacito del ideal consumista. En Cuba, abierta al turismo masivo y con cientos de miles de cubanos viajando anualmente, ejerce importante influencia el sentido común neoliberal, incluyendo en primer término el consumismo desenfrenado.

Es este estado de cosas el que empuja a los cubanos a marchar a Estados Unidos, que, a la vez, continúa aplicando el bloqueo, causa principal por la que Cuba no puede tomar la senda del desarrollo económico.

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