Por
Olga Fernández Ríos
El marxismo originario provocó un importante vuelco en lo que al conocimiento se refiere, al abrir nuevos caminos al desarrollo de la filosofía y las ciencias sociales. Desde ese ángulo también se revelan razones cognitivas para releer a Marx cuando se sabe que hay desconocimiento sobre su obra, ya sea por problemas de traducción o porque aún hay muchos trabajos que no se han publicado.
Hoy se cuenta con nuevas evidencias sobre la exégesis marxiana que aporta la edición histórico-crítica de las obras de Marx y Engels, el proyecto MEGA 2, que después de variadas fórmulas, desde 1990 está a cargo de la Fundación Internacional Marx-Engels (IMES) en la que sobresalen grupos franco-alemanes y holandeses. IMES ha sorteado diversos obstáculos para continuar trabajando en pos de una obra completa que incluye textos o partes no publicadas, cartas recibidas y sus respuestas, esbozos, esquemas y otros trabajos de los creadores del marxismo que aportan nuevos elementos con incidencia en su estudio y valoración. En esa obra también hay correcciones filológicas e inclusión de partes omitidas por una u otra razón, manteniendo la ortografía y puntuación originales.
Además de ser una publicación completa de textos, MEGA 2 tiene en cuenta el enfoque histórico-crítico que incluye informaciones y valoraciones de autores relacionados con las obras publicadas y análisis de contextos. Se trata de una especie de mapa arqueológico [1] que va a mostrando cuanto es desconocido y cuantos trabajos y contextos ameritan nuevas lecturas [2] . Es el caso de la primera sección de La ideología alemana, que con el título I Feuerbach se ha publicado en Cuba sobre la base del trabajo de uno de los equipos asociados a la llamada MEGA 2 recogido en el Anuario Marx-Engels de 2003 [3] .
No es un accidente que en el centro de los debates sobre Marx de finales del siglo XIX y durante el siglo XX, se hayan encontrado manuscritos que por sus objetivos o por su forma no estaban destinados específicamente a la publicación, lo que se hizo con posterioridad. Es el caso de los Grundrisse, los tomos II y III de El Capital, y de la propia Ideología Alemana [4] , obra que es en la que nos detendremos en esta ocasión. El estímulo para hacerlo se deriva de la convicción que tengo sobre la necesidad de releer a Marx y Engels, sobre todo, como es el caso del texto de marras, teniendo en cuenta que la parte ya publicada por MEGA 2 aporta precisiones que contribuyen a una mejor comprensión de la revolución filosófica que provocó el marxismo originario.
La ideología alemana y la ruptura con formas tradicionales de la filosofía
Como se conoce La ideología alemana, escrita por Marx y Engels entre fines de 1845 y mediados de 1846 en Bruselas, es un texto inacabado y a veces algo tosco, y como tal, es polémico, a la vez que no pueden negarse los valiosísimos aportes que hicieron sus autores con posterioridad a este texto.
Lo importante es que representa un escalón superior en el análisis crítico a la filosofía anterior y a los Jóvenes Hegelianos, que Marx y Engels habían iniciado con la obra La sagrada familia o crítica de la crítica crítica. Contra Bruno Bauer y consortes. Es también un escalón importantísimo con relación al avance de la propia obra de sus autores y de la develación de su capacidad autocrítica.
Ahí se sintetizan muchas de las tesis principales de lo que más tarde sus autores definieron como concepción materialista de la Historia lo que nos permite visibilizar a un Marx integral, no escindido y recuperar su concepción de la praxis revolucionaria como articuladora de sus aportes teóricos y su involucramiento político [5] .
Por primera vez se publicó en el Instituto Marx-Engels de la URSS en 1932 bajo la dirección de David Riazanov, con dos tomos, el primero sobre la crítica de la filosofía posthegeliana, y el segundo, la crítica del «socialismo verdadero». Con anterioridad hubo dos publicaciones más parciales en 1902 y 1926 por lo que ni V. I. Lenin, ni Rosa Luxemburgo pudieron conocer integralmente ese texto y cuando se publicó Antonio Gramsci estaba en la cárcel. Después tuvo varias publicaciones pero fundamentalmente de la primera parte y eso ha generado confusiones como si ese fuera el texto completo que tiene alrededor de 700 páginas
El hilo conductor es el debate sobre la filosofía posthegeliana y el lugar de Feuerbach en ese debate. No olvidar que anteriormente, con relación a La sagrada familia, se les reprochó de ser continuadores de Feuerbach, de ahí que un primer momento para demarcar el distanciamiento de esas acusaciones fueron las Tesis sobre Feuerbach. Pero es en el primer tomo de La ideología alemana donde el distanciamiento se perfila con fuerza al criticar la construcción especulativa y abordar "el misterio" que la rodea, el empirismo y el subjetivismo crecidos desde una óptica marcadamente hegeliana. También en esa obra fueron capaces de distinguir la distancia entre el Maestro Hegel y las caricaturas que de él crearon Bruno Bauer y Stirner, entre otros.
Como se conoce, el objetivo de La ideología alemana fue esclarecer las ideas propias, ejercicio que todo investigador que pretenda hacer ciencia debiera considerar. Ese objetivo tornado en autoesclarecimiento, fue reconocido por el propio Marx en 1859 en su célebre Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política donde se refirió al camino común seguido por su amigo Engels y la decisión de ambos de pasar revista y exponer en blanco y negro sus puntos de vista con el punto de vista ideológico de la filosofía alemana y, en realidad, liquidar "nuestra conciencia filosófica anterior".
En el Prólogo Marx retomó una tesis en la que debiéramos profundizar en la Cuba actual: "la anatomía de la sociedad civil hay que buscarla en la economía política", y lo hace identificando La ideología alemana con el texto que les permitió muchos esclarecimientos bajo la forma de una crítica a la filosofía posthegeliana. Conocidos son los infructuosos empeños por publicarla y jocosamente señaló que "entregamos el manuscrito a la crítica roedora de los ratones, muy de buen agrado pues nuestro objetivo principal: esclarecer nuestras propias ideas, estaba ya logrado".
Entre los temas abordados sobresalen la reflexión y crítica filosófica en conjunto con el análisis histórico y económico, la enajenación y su génesis, las diferentes formas de propiedad a través de la historia y en particular se aborda el modo de producción capitalista y la forma de trabajo asalariado. A ellos se unen importantes reflexiones sobre poder político, Estado y clases sociales, conjuntamente con análisis sobre la clase obrera y las condiciones que posibilitaban su carácter revolucionario.
En consecuencia se fundamentan elementos centrales de lo que más tarde ya podría conceptualizarse como Teoría de la revolución social y en particular sobre el ideal comunista con la importante consideración del lugar que le corresponde a la conciencia, de ahí la necesaria transformación que debe producirse en los seres humanos que también son transformados a lo largo del camino hacia la nueva sociedad.
En La ideología alemana sobresalen dos esferas entre las muchas susceptibles de ser analizadas:
· el novedoso enfoque sobre la ideología que allí se perfilaba con profundos argumentos que no la reducen al marco que hoy se le atribuye y
· la revolución filosófica que se iba conformando como cambio cultural de largo alcance.
Con relación a lo primero, en esa obra Marx y Engels perfilaron las formas en que se expresa la ideología como conciencia social dominante acorde a intereses económicos y clasistas. Presentaron las tesis neohegelianas como ejemplo clásico de ideología en el sentido de construcción teórica basada en la identificación entre condición real y representación mental que de ella se hacen los hombres que la viven.
Desde la crítica a tal interpretación gestaron otro concepto de ideología a partir de distinguir y contraponer las ideas que los hombres se hacen de sí mismos y de su mundo a la realidad de ese propio mundo, de ahí la interpretación de ideología como falsa conciencia, acepción que para nosotros hoy se nos hace estrecha y contradictoria, pero que debe ubicarse en el contexto en que se planteó por Marx y Engels.
Lo que es verdaderamente admirable es que en su elaboración teórica se apoyan en la historia y en hechos empíricos, como caminos a través de los cuales se forman las construcciones mentales que siempre tendrán raíces objetivas, de ahí la necesaria confrontación con la realidad, con los hechos en contra de lo que Stefano Garroni llama "las exaltadas ilusiones de la especulación [6] . Es decir, Marx y Engels "van a las cosas mismas" y no es casual entonces el importante papel que conceden a la educación y el enfoque presente en Tesis sobre Feuerbach, escritas por Marx, también en 1845.
Todo ello nos lleva a reafirmar que al definir y diseñar su concepción de la historia, Marx y Engels entretejieron la dimensión empírica y la teórica, a la vez que introducen la ruptura y la maduración de un pensamiento político que se va separando de la fase liberal-democrática y conformando un ideal hacia al comunismo. Ello requirió pasar de una concepción del individuo genéricamente abstracto, a una concepción que lo sitúa en el conjunto de las relaciones sociales [7] .
Esto no significa que se haya producido en Marx un abandono de la antropología filosófica a favor de una filosofía de la praxis, basada en conceptos vinculados con formación social, trabajo, producción, y otros. Los llamados textos antropológicos de Marx y varios trabajos de Engels, muestran que no fue así [8]
Desde este ángulo hay otros elementos que pudieran señalarse, pero lo cierto es que, como varios autores fundamentan, desde La ideología alemana se va dando en Marx una reflexión crítica personal hacia una reelaboración del concepto de democracia cuando se presta atención a los acontecimientos históricos y cuando relaciona los motivos sociales y económicos con los filosóficos y políticos [9] .
Una nueva racionalidad filosófica: correlación teoría y praxis
Conocido es que fue Engels quien dio a conocer Tesis sobre Feuerbach y quien, en su Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, publicada 5 años después de la muerte de su amigo y colaborador, expresó que "Marx murió sin que a ninguno de los dos se nos presentase la ocasión de volver sobre el tema". También ratificó lo que había sido reconocido por Marx en el prólogo ya mencionado: que ellos fundaron una nueva concepción que implicaría una transformación en la forma de construir la filosofía, agregando que ya no sería obra de un solo hombre como el caso de Hegel, sino de un grupo que acometería la empresa de reunir los resultados de las ciencias, lo que si bien no agota el tema de la filosofía, le adjudica una importante función rectora o aglutinadora [10] .
Vale la pena recordar que Manuel Sacristán en su Prólogo a El Anti-Dühring de Engels distingue entre una concepción del mundo y una filosofía en sentido estricto que puede ser entendida como sistema de la razón, aunque en ese caso se trate de una racionalidad práctica[11].
Para nosotros la racionalidad filosófica que Marx aporta implica una concepción del mundo fundada desde cuatro pilares que no debemos obviar, máxime en un centro como el Instituto de Filosofía que trabaja simultáneamente para afianzar su identidad institucional y para insertarse en las necesarias y complejas investigaciones sobre nuestra sociedad y los contextos que en ella influyen [12]
. Esos pilares son:
-- la lógica dialéctica de base materialista, resultado de un largo proceso de intelección teórico-filosófica que le hizo comprender a Marx que la dialéctica, cualquiera que sea la conformación histórica y sistemática en que aparezca o se analice, no se agota en un método, sino que es una teoría filosófica que en Marx busca explorar las dimensiones de lo real, de su negatividad, de sus contradicciones, de las interrelaciones. Es decir, la dialéctica con que Marx aprehende la realidad se basa en la dialéctica de la propia realidad, y en un enfoque que permite una totalización que elude la dispersión [13] y la especulación.
-- La filosofía de la praxis, entendida la praxis en el sentido de Antonio Gramsci y Adolfo Sánchez Vázquez como categoría ontológica y gnoseológica fundamental en Marx que ya se perfilaba en sus obras desde 1843. Y es precisamente en La ideología alemana, también en Tesis sobre Feuerbach, donde se expresa con toda nitidez el vuelco extraordinario que provocó el marxismo originario en la concepción de la filosofía al suprimir uno de los más dañinos tabúes que la envolvían: su separación de la praxis, o lo que es lo mismo pretender una dicotomía entre teoría y práctica social. Partir de la praxis para entender la sociedad y no hacerlo desde la ideología, en el sentido en que entendía ese concepto en 1845, como concepción invertida del mundo, significó una profunda ruptura en las formas del filosofar y por ende en su alcance y contenidos.
-- La filosofía como crítica, pero crítica como valor y en una nueva dimensión cuando es reconocimiento de lo negativo, no en el sentido de destrucción, sino con dos intenciones, recuperar lo válido dentro de lo vencido, superado o equivocado y en conjunción con una búsqueda de alternativas para enmendarlo y garantizar las necesarias continuidades.
-- La filosofía como formulación ética cuando asume las consecuencias de sus actos teóricos y políticos a favor de los desposeídos, el proletariado, lo que está muy claro en las Tesis sobre Feuerbach cuando concibe la filosofía como conjugación de interpretación y transformación.
Sin dudas que La ideología alemana se torna como una especie de puerta que a la vez que cierra un ciclo de importante producción teórica en la que en buena medida Marx privilegió el campo filosófico, abre una escuela de pensamiento filosófico que entre sus más importantes cualidades está su capacidad para integrarse a otros saberes, o como diríamos hoy, a otros campos disciplinarios, ya delimitados a mediados del siglo XIX o con posterioridad,de ahí que no procede la separación que se hizo entre los llamados Materialismo Dialéctico e Histórico.
Marx asume aspectos y enfoques económicos, históricos, antropológicos, sociológicos, políticos, aunque en unas obras enfatice en uno u otro de estos campos. Pero el quid está en dos perspectivas bien visibilizadas en las obras escritas entre el 1844 y el 1847: 1) la filosofía los atraviesa a todos y 2) le da posibilidades de analizar problemáticas concretas. En ambos sentidos se aporta en La ideología alemanay en Tesis sobre Feuerbach, sin desconocer que en materia de revolución filosófica todavía tendrían mucho que recorrer con posterioridad.
Desde esas perspectivas coincidimos con Gabriel Vargas Lozano cuando señala que el pensamiento de Marx es interdisciplinario [14] , incluso en una época en que aún no estaban perfiladas formalmente varias disciplinas que hoy incluimos en los campos de las ciencias sociales y las humanidades. Quizás entonces sólo la Filosofía, la Economía, la Antropología, la Psicología y la Historia se levantaban como campos del conocimiento social con rango de disciplinas.
Pero a la consideración anterior acotamos que esa interdisciplinariedad fue, y es posible, por tener en su centro a la Filosofía revolucionada por Marx que también alcanza el campo del conocimiento desde que en Tesis sobre Feuerbach, subrayó que “es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento”. Este fue un hilo conductor de su obra para demostrar su tesis de que es en la práctica donde se expresa con mayor nitidez la función social transformadora de la filosofía.
También se expresa en el humanismo con carácter social que Marx aporta y que concede al ser humano un papel central, en el vínculo entre actividad material y espiritual-intelectual y entre lo objetivo y lo subjetivo. También un humanismo social que se expresa en el complejo mundo de las cambiantes relaciones sociales con su fuerte influencia sobre los seres humanos.
Pero todo ello requirió de obras como La ideología alemana y Tesis sobre Feuerbach.
Entonces una moraleja que emana de este legado es que el conocimiento en nuestra esfera solo es posible lograrlo con constancia y con involucramiento práctico y con la convicción de que la Filosofía, y por tanto la teoría, es un producto de la praxis que juega un papel central en la transformación de la sociedad.
Notas
[1] Ver Georg H. Fromm. Publicación de Marx-Engels Jahrbuch en Marx Ahora Nro. 26, La Habana 2008, p. 197.
[2] Desde 1975 el proyecto MEGA se propone la publicación completa de todas las obras y en todos los niveles de desarrollo de los creadores del marxismo con el nombre Marx-Engels-Gesamtausgabe. MEGA se inició en un trabajo conjunto entre el Instituto de Marxismo-Leninismo del Comité Central del Partido Comunista de la URSS y su homólogo adscrito al PartidoSocialista Unificado de la República Democrática Alemana (RDA). A partir de 1990 su publicación está a cargo de la Fundación Internacional Marx-Engels (IMES). La publicación de las cartas de Marx y Engels, por ejemplo, incluye las cartas que recibieron y que merecieron su respuesta. Para ampliar ver MarcelloMusto: La Marx-Engels Gesamtausgabe (MEGA) y los nuevos rostros de Karl Marx. En Marx Ahora, Nro. 31/2011 y Roberto Fineshi:Karl Marx después de la edición histórico-criítica (MEGA 2): un nuevo objeto de investigación. Revista Dialéctica, Nueva Época, Año 37, Nro. 45-46, enero-junio, julio-diciembre 2013.
[3] Ver Carlos Marx y Ferderico Engels: La ideología alemana. Artículos, borradores y anotaciones destinados I. Feuerbach. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 2014.
[4] Para ampliar ver Jacques Grandjonc y JürgenRojahnEl plan revisado de la Edición de las Obras Completas de Marx y Engels. En: Marx Ahora, Nro. 9, La Habana 2000, p 177.
[5] Ver: Elvira Concheiro Bohórquez Un Marx despojado. Notas en torno a la cuestión del partido y la praxis en Marx, en Marx Ahora, Nro. 26, La Habana 2008, p. 105.
[6] Para ampliar, ver Stefano Garroni, p. 183 184
[7] Ver Giuseppe Cacciatore, El Marx democrático. En Marx Ahora Nro. 22, La Habana 2006 p.79.
[8] Conocido es que a lo largo de la obra de Marx hay importantes evidencias que muestran su interés por la antropología desde una perspectiva filosófica y su particular reconocimiento del valor de los estudios de Darwin publicados en su libro El origen de las especies, entre otras importantes referencias. A inicios de la década de los 80 del siglo XIX Marx intensificó sus estudios etnológicos y de historia de la cultura sobre la base de análisis de las obras de Lewis H. Morgan, John Budd Phear y otros, estudios que fueron interrumpidos por su muerte en 1883. No obstante elaboró importantes notas que sirvieron sobremanera a Engels en la preparación de su trabajo El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado, mientras que otros apuntes de Marx fueron publicados con posterioridad, ya en el siglo XX. Los cuadernos de Marx sobre etnología se encuentran en el Instituto Internacional de Historia Social en Amsterdam. La revista cubana Marx Ahora en su número 32 de 2011 publicó varios trabajos que profundizan en este importante tema.
[9] Ver Giuseppe Cacciatore. ob cit.
[10] Ver Gabriel Vargas Lozano: La Filosofía de la Praxis en Marx. El conflicto de las interpretaciones. En Marx Ahora, Nro. 19, La Habana 2005, p. 111.
[11] Manuel Sacristán: Prólogo a Anti-Dühring. Editorial Grijalbo, México, 1964.
[12] La autora se refiere al Instituto de Filosofía adscrito al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, institución dedicada a las investigaciones y la docencia postgraduada que forma parte de la importante red de centros de investigación en las esferas de las ciencias sociales y las humanidades que existen en Cuba.
[13] Ver Wolfgang Fritz Haug: Axiomas de un recomienzo. Sobre la actualidad filosófica de Carlos Marx, en Marx Ahora, Nro. 30, 2010, p. 50-51.
[14] Gabriel Vargas Lozano. Ob. cit., pag. 112.