Durante décadas, los precios de las materias primas cayeron casi
inexorablemente. Pero alrededor del año 2000 repuntaron, lo que desató
plausibles predicciones acerca de la aparición de un "superciclo de los
commodities", un muy largo tramo de incrementos de precios inusualmente grandes
y sostenidos. Remontándose a 1865, economistas como José Antonio Ocampo, ex
ministro de Hacienda de Colombia y recientemente candidato a la presidencia del
Banco Mundial, y Bilge Erten, de la ONU, identificaron tres de esos ciclos.
Ahora declaran el nuestro como el cuarto.
Associated Press
La reciente crisis financiera mundial perturbó todos los mercados, pero luego
los precios de las materias primas reanudaron su escalada. Eso reforzó el
argumento de los superciclistas, así como el de que los precios de los
commodities reflejan los temores de los mercados de que los bancos centrales
imprimían tanto dinero que la inflación era inevitable. Pero últimamente, un
descenso en los precios de algunas materias primas ha socavado la teoría del
superciclo.
A los operadores e inversionistas les preocupa esto por razones obvias, pero
también es importante para las economías que dependen en gran medida de la
exportación o importación de materias primas, así como para las presiones
inflacionarias en todo el mundo.
Para ayudar a distinguir las tendencias temporales de las de larga duración,
economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) estudiaron recientemente los
precios ajustados a la inflación de cuatro canastas de commodities —energía,
metales, alimentos y materias primas agrícolas (tales como algodón, caucho, lana
y otros)— desde la década de 1970. La conclusión del FMI: "El débil panorama
económico mundial sugiere que es poco probable que los precios de las materias
primas asciendan al mismo ritmo de la última década".
Sin embargo, el estudio del FMI echa luz sobre varios temas importantes.
*Algo significativo ocurrió en la década de 2000: un cambio radical en lo que
había sido un declive consistente en los precios de los commodities (excepto la
energía) durante décadas. La explicación de consenso es que la demanda de China,
India y otros mercados emergentes aumentó muy rápido al tiempo que éstas
crecían. Al mismo tiempo, los inversionistas de todo el mundo decidieron que los
commodities eran una gran apuesta. El mundo fue incapaz de aumentar la oferta
rápidamente para satisfacer esta nueva demanda. Y los precios subieron.
*Los precios de la energía son muy diferentes. Por un lado, son mucho más
volátiles que los precios de otros bienes básicos por todo tipo de razones,
incluyendo los recurrentes riesgos geopolíticos. Por otro lado, son claramente
alcistas (163% en las últimas cuatro décadas). La explicación de consenso de su
excepcionalidad es que la subida de los precios del crudo deprime el crecimiento
económico y eso hunde los precios de otros commodities.
Los metales se encarecieron significativamente en los últimos años. Eso
refleja la fuerte demanda por parte de la industria y los inversionistas, quizá
amplificada por una pérdida de confianza en las divisas y los gobiernos. Sin
embargo, los precios de los metales están más o menos donde estaban en 1973, un
claro contraste con el precio de la energía.
*Durante las últimas décadas, el precio de los alimentos bajó
considerablemente, a pesar del crecimiento de la población mundial y el cambio
en la dieta de los cada vez más prósperos chinos, e incluso después del repunte
a finales de la década de 2000. Los precios de los alimentos están más o menos a
la mitad de lo que costaban en 1973. Es probable que esa tendencia de larga
duración continúe. De hecho, la investigación Ocampo-Erten halló que, con
excepción del petróleo, el alza de cada superciclo se ha visto seguido por una
mala racha que deja los precios por debajo del nivel del final de la década
anterior.
Entonces, ¿dónde se supone que estamos en este superciclo? ¿Al final o
simplemente en el medio?
Por el lado de la demanda, no hay otra China o India por entrar al mercado
global, por lo que no habrá otro gran motor que impulse la demanda. Con las
tasas de interés tan bajas, Jeffrey Christian, analista de CPM Group, sugiere
que podría haber otra gran oleada de dinero de los inversionistas hacia los
commodities.
Por el lado de la oferta, la reacción predecible está en marcha: un auge de
la inversión en la capacidad para producir materias primas desde el cobre al gas
natural que aumentará la oferta.