"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

lunes, 9 de septiembre de 2013

Cuba. Las perspectivas depende de nuestra habilidad

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El doctor Ricardo Torres Pérez ocupa, con solo 32 años de edad, una importante responsabilidad en el Centro de Estudios de la Economía Cubana (CEEC), de la Universidad de La Habana. Su investigación para el doctorado estuvo centrada en un tema de mucha significación: Impacto del cambio estructural en el crecimiento económico de Cuba. Ha impartido conferencias en Japón, Noruega, Suecia, España, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Singapur y Estados Unidos. Entre sus publicaciones más recientes se encuentran: Las políticas industriales en la transformación del modelo económico cubano, Economía cubana: ensayos para la restructuración necesaria y Problemas estructurales y cambios en el modelo económico de Cuba, entre otras. 

Recientemente usted presentó una ponencia sobre el desarrollo industrial cubano en un nuevo contexto.¿Pudiera resumir algunos de los aspectos planteados sobre ese tema?

 El objetivo fundamental de esa ponencia fue explicar algunas de las tendencias principales del desarrollo industrial en el mundo y la implicación que estas tienen para las perspectivas de la industria en Cuba. Varias de las lecciones más importantes tienen que ver con la relevancia de la inversión extranjera directa, el comercio y la creación de cadenas de valor a escala global para explicar el desarrollo industrial de países que hasta hace poco tiempo estaban fuera del mapa manufacturero internacional. No obstante, los que mejor lo han hecho, también han puesto en práctica una activa política hacia el sector, creando capacidades endógenas en nuevas empresas. Cuba debe hacer adecuaciones de acuerdo con sus condiciones particulares, pero sería arriesgado pensar que nos podemos sustraer de estas tendencias y aun así aspirar a tener un sector manufacturero viable, que haga un aporte neto positivo a nuestro desarrollo económico. 

En el más reciente Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) se reiteró que la economía cubana presenta serios problemas estructurales.¿Qué consideraciones le merece ese asunto? 

Existen al menos dos perspectivas cuando se trata de hablar de problemas estructurales. Según una corriente de pensamiento económico de gran arraigo en nuestra región geográfica, el estructuralismo “cepalino” (se refiere a la Cepal: Comisión Económica para América Latina y el Caribe), la deformación estructural de una economía tiene mucho que ver —aunque no exclusivamente— con las características de los sectores que la conforman y sus dimensiones relativas, como por ejemplo: manufactura, agricultura e industria pesada o ligera, y más recientemente, los servicios productivos (finanzas, asesoría legal y técnica…) o las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). 

El otro criterio se refiere a “estructural” en oposición a “coyuntural”, “superficial” o de corto plazo. Hago esta aclaración porque Cuba tiene problemas estructurales en sentido amplio, es decir, de acuerdo con ambas acepciones. Esto es relevante porque los conceptos deben utilizarse adecuadamente, y muchas veces nos encontramos con el uso y abuso de términos que solo conducen a crear confusión. Nuestra economía, por diversas razones que sería muy complejo y dilatado abordar en este momento, padece en la actualidad de numerosos problemas que están retrasando enormemente su desarrollo presente y futuro, y el bienestar de nuestra gente. Según la primera acepción explicada, podemos decir que la producción material (agricultura, industria, construcción…) está muy por debajo del potencial existente y padece de un severo retraso tecnológico. Esto tiene impactos en el precio real de los alimentos que consumimos, la elevada dependencia importadora y la posibilidad de ofrecer más empleos productivos y bien remunerados, entre otros aspectos. También se observa un sobredimensionamiento de los servicios sociales o personales, tanto desde el punto de vista de la estructura del producto interno bruto (PIB), como en la de los ocupados. Es bueno que se tenga en cuenta que estas actividades, en nuestro caso, solo se sostienen a través de asignaciones del presupuesto. Dentro del segundo concepto, que es más amplio, podríamos mencionar los deprimidos niveles de inversión; el deterioro de la infraestructura física, incluyendo la que tiene que ver con las TIC; el bajo coeficiente exportador; el enorme tamaño de la administración pública para nuestras posibilidades económicas; el insuficiente aumento del salario real que tiene impactos negativos en el consumo; la distorsión de los precios relativos en la economía a partir de la doble circulación monetaria y los múltiples tipos de cambio que operan simultáneamente, y el escaso número de empresas de clase mundial, entre otros aspectos de influencia. Debido a la propia naturaleza de estos elementos y sus interrelaciones, podemos estar seguros de que su solución es una labor a mediano y largo plazo, que requiere de un programa estratégico coherente, que se conciba y ejecute con la participación activa de los distintos actores de nuestra sociedad: gobierno, ciudadanos, sector productivo, territorios, comunidades, obreros e intelectuales… De esta pluralidad pueden salir grandes ideas y el consenso necesario para labrar con éxito nuestro camino. Dicho de otra manera, los retoques cosméticos no nos permitirán acometer esta tarea de forma exitosa. Se requiere una gran dosis de conocimiento y audacia para construir una economía próspera e incluyente.

Hay quienes señalan que la implementación de los Lineamientos marcha muy despacio.¿Cuál es su opinión al respecto? 

Todo proceso, como el que se vive en Cuba actualmente, genera ansiedad, resistencia de diversos sectores e incertidumbre. Considero que el ritmo actual consigue ser adecuado para algunas tareas, pero en muchos asuntos se puede ir más aprisa. Por ejemplo, las medidas en el sector agrícola fueron muy tímidas al inicio. La mayoría de los especialistas estaba de acuerdo en eso. Nos ha tomado casi seis años para empezar a cambiar algunos de los “cuellos de botella” reconocidos, como la comercialización, la venta de insumos (no resuelto aún) y el status de las UBPC, por citar algunos. El resultado es que la producción de alimentos apenas ha crecido, los precios reales son muy altos, la calidad es insuficiente y todo el mundo está insatisfecho, desde los productores hasta los consumidores. No creo que podamos darnos el lujo de consumir seis años más en otros temas igualmente relevantes. Te menciono cuatro de ellos que son esenciales y en los que se debe avanzar a mayor ritmo: las cooperativas (no existe una ley, estamos a nivel de experimentos), cambios en la planificación y autonomía real de la empresa estatal, dualidad monetaria y multiplicidad de tipos de cambio, e inversión extranjera. Con reiteración se subraya que la economía cubana está en un proceso de actualización. Para una mejor comprensión, ¿qué significa en la práctica? A juzgar por los propósitos declarados del presente proceso de transformaciones, lo que está ocurriendo en el plano económico es más que una actualización. Entiendo que se actualiza algo que funciona, para ponerlo a tono con nuevas exigencias. El modelo económico cubano, teniendo en cuenta los desafíos que enfrenta nuestra sociedad (por ejemplo el demográfico), necesita una cirugía profunda que le permita construir una economía productiva y sustentable social y ambientalmente. Una de las grandes contradicciones de nuestra sociedad estriba en haber logrado la formación de una fuerza de trabajo con niveles de calificación muy dignos para un país en desarrollo, pero que al propio tiempo no es capaz de emplear suficientemente ese potencial para generar riqueza y bienestar. Téngase en cuenta que una economía saludable es una buena garantía para el mantenimiento y la mejoría continua de nuestras generosas prestaciones sociales desde la educación y la salud, hasta el entrenamiento adecuado de nuestros deportistas o el sostenimiento de las enseñanzas artística y especial.

 En su opinión, ¿cómo puede evaluarse la situación actual de la economía cubana y cuáles son las perspectivas más inmediatas? 

Nuestra economía está en estos momentos atravesando una etapa de bajo crecimiento, anclada por los problemas que mencioné antes, junto con otros más específicos, como la crisis financiera que sufrió el país entre el 2009 y 2010 y la debilidad de la economía mundial. El ritmo de expansión económica actual es claramente insuficiente para tener un efecto significativo en el nivel de vida de las personas. Tampoco es un buen escenario para comenzar a revertir algunos de los desbalances más importantes. En esta situación se requieren acciones que rompan la inercia en ciertos puntos críticos. Algunas de estas fueron mencionadas anteriormente. Creo que el país tiene un enorme potencial en la creatividad y energía de su gente, pero también algunos recursos claves como un potencial agrícola, minero y turístico deficientemente aprovechado, las fuentes de energías renovables (la caña de azúcar, por ejemplo) y un clima político y económico favorable en América Latina y el Caribe, entre otros muchos. Las perspectivas dependerán de nuestra habilidad para crear un modelo económico que permita que todo ese caudal se exprese a plenitud. En ese caso, no me caben dudas que nos aguarda un futuro muy luminoso.

Ver más: Las perspectivas dependen de nuestra habilidad 
http://www.trabajadores.cu/20130908/las-perspectivas-dependen-de-nuestra-habilidad-economia-cubana/

LA PRÓXIMA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL

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Por Vicenç Navarro

LA PRÓXIMA CRISIS FINANCIERA INTERNACIONAL
No existe plena conciencia a nivel de calle del enorme poder que el capital financiero (es decir, la banca, los ‘hedge funds’, las aseguradoras y otras instituciones e instrumentos financieros) tiene sobre el mal llamado orden internacional. Esta situación, que aparece con toda claridad en España, donde el gobierno español actual es un mero instrumento de la banca, se reproduce a nivel internacional. De ahí que, a no ser que se cambie el sistema financiero internacional y su control y/o regulación, estamos yendo hacia una expansión de la crisis financiera a nivel mundial.

Veamos los datos. Creo que (excepto los talibanes neoliberales que todavía dominan los fórums mediáticos del país) hay una creciente percepción de que la crisis financiera la creó el comportamiento especulativo de la banca, consecuencia de su desregulación. Pues bien, debido a la enorme influencia de la banca en los gobiernos de mayor poder a los dos lados del Atlántico Norte, así como en sus ‘establishments’ políticos y mediáticos, no se ha hecho nada (repito, nada) para regular y controlar tal capital financiero. En realidad, los bancos centrales más importantes, tanto el Federal Reserve Board (FRB) como el Banco Central Europeo (BCE), han estado imprimiendo miles de millones de dólares y euros para ayudar a los bancos. Es lo que se llama en inglés ‘quantitative easing’ (QE). 

Hay una diferencia importante, sin embargo, entre lo que ha hecho el FRB en EEUU y lo que no ha hecho el BCE en Europa. Mientras que el primero ha ido comprando, con el dinero impreso, bonos públicos del Estado, garantizando unos intereses bajos para tales bonos (protegiendo a EEUU de la especulación de los mercados financieros), el BCE no lo ha hecho, desprotegiendo a los Estados miembros de la Eurozona, a los cuales, en el caso de los países periféricos de tal zona monetaria, se les ha estado exigiendo unos intereses en sus bonos públicos que alcanzaron niveles abusivos e impagables. Esta diferencia, en la que el BCE en la Eurozona se comporta como la ultraderecha estadounidense, el Tea Party, desearía que se comportara el FRB en EEUU, es de gran importancia, y señala que la banca es incluso más poderosa en la Unión Europea que en EEUU. Ahora bien, un elemento común es que ambos bancos centrales ofrecen dinero a los bancos en condiciones muy favorables (es decir, a unos intereses muy bajos). 

Y, ¿qué es lo que hacen los bancos con este dinero? La retórica oficial, que intenta ofuscar la realidad, dice que dan crédito a la familias y a las empresas, ayudando a que se invierta en actividades de la economía productiva, creando riqueza y puestos de trabajo. Si usted se cree esto, ello indica que su nivel de ingenuidad ha llegado a un nivel peligroso para usted, y también para su comunidad. Esto no es lo que ocurre en la vida real. El crédito ni está ni se le espera.

LA BANCA CONTINÚA ESPECULANDO

¿Qué hace, pues, la banca con su dinero? La respuesta es sumamente fácil de entender. Intenta optimizar sus beneficios lo más pronto posible, invirtiendo en las actividades especulativas, que son las más rentables. Y ahí es donde estaban antes de que se iniciara la crisis de ahora, y es ahí donde están ahora, no en el mismo sitio, sino en los países llamados Emergentes. Durante estos dos últimos años ha habido una explosión de inversiones financieras en estos países. Pero no en infraestructura física y social, donde hay necesidades enormes, sino en actividades especulativas. Estas instituciones financieras, una vez que destruyeron las economías europeas y estadounidense, ahora están invirtiendo en aquellos países (con la ayuda de los Bancos Centrales, que, en definitiva, quiere decir fondos públicos), creando burbujas y más burbujas (en actividades inmobiliarias, en comercio, en alimentos, y un largo etcétera), tal como ocurrió en los países llamados económicamente avanzados. Este flujo de dinero de estos países a los países emergentes creó, como una de las consecuencias, una inflación del valor de su moneda, sobrevalorándola, creándoles problemas graves en su comercio internacional.

De todo esto se puede deducir que dicho flujo de capitales a los países emergentes (que producen beneficios a muy corto plazo) está creando las bases para la nueva crisis que se expandirá de los países de economía avanzada a los países emergentes, y ello como resultado de la explosión de las burbujas. Está ya ocurriendo en la India y en China, y afectará a Brasil, entre otros, y creará un problema incluso peor para aquellos países y para nosotros (ver “Another Financial Crisis Looms if Rich Countries Can’t Kick Their Addiction to Cash Injection”, de Ha-Joon Chang, en ‘The Guardian’, 30.08.13). Esto es lo que Juan Torres y yo alertamos que pasaría, en el libro ‘Los amos del mundo. Las armas del terrorismo financiero’. Los primeros síntomas ya están apareciendo. El capital financiero está comenzando a huir de esos países, pues ven la explosión de las burbujas muy próxima. Y esta huida de capitales reproducirá, incluso con mayor intensidad, lo ocurrido en los países periféricos de la Eurozona.

OTRAS POLÍTICAS ERAN Y SON POSIBLES

Lo que está ocurriendo no es inevitable. Pero para ello se requiere un cambio de 180 grados en las políticas estatales hacia el capital financiero. El flujo financiero internacional está empobreciendo a los países, creando una impresión fugaz y falsa (por estar basada en la especulación) de bienestar económico, que pronto colapsará cuando se vea que las bases de ese crecimiento, que crea la euforia cuando se presenta, son de barro, tal como ocurrió en España durante la época exuberante de que “España va bien”, a lo cual se añadía en Catalunya que “Catalunya va incluso mejor”. Y ello a pesar de que los datos mostraban –como algunos pocos señalamos- que ni España iba bien ni tampoco Catalunya iba mejor. En realidad, iba peor. Y, por desgracia, los hechos confirmaron que llevábamos razón.

La solución pasa por un intervencionismo público que controle y regule la banca, con amplios cambios en los sistemas de propiedad, con mayor protagonismo de la banca pública, sometida a los intereses generales, con la eliminación de los paraísos fiscales y previniendo la actividad especulativa, regulando los flujos internacionales, que dificulte, e incluso imposibilite, las actividades especulativas. Pero esto, dudo que pase, debido al enorme poder del capital financiero que nos está llevando al desastre a nivel mundial.


Diversifican opciones de comercialización directa de productos agropecuarios en Cuba

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Por Yaima Puig Meneses
Agricultura Cuba
Se autoriza que los agricultores pequeños tengan la opción de vender directamente sus productos a las entidades turísticas. Foto: Archivo.
Iniciaba diciembre del 2011 cuando entraron en vigor las normas jurídicas que autorizaban la comercialización directa de productos agrícolas entre las formas productivas y las entidades turísticas del país. Aunque no tan abarcador en ese momento como algunos esperaban, comenzaron a destrabarse así formas de hacer y se imprimió un mayor dinamismo, variedad y calidad a este mecanismo.
Casi dos años después, las regulaciones se actualizan y sus opciones se amplían. Resoluciones de los ministerios de la Agricultura, Turismo, y Finanzas y Precios, publicadas hoy en la Gaceta Oficial Extraordinaria no. 24, dan fe de ello e imprimen nuevos aires a la implementación del lineamiento 183 aprobado por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, en el cual se trazan pautas para la transformación del sistema de acopio y la comercialización de las producciones agropecuarias mediante mecanismos de gestión cada vez más ágiles que simplifiquen los vínculos entre la producción primaria y el consumidor final.
En tal sentido, se autoriza que los agricultores pequeños —propietarios y usufructuarios de tierra— tengan la opción de vender directamente sus productos a las entidades turísticas, algo que anteriormente solo podían hacer a través de las Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS).
Asimismo, a la lista de productos aprobados en el 2011, se añaden flores frescas, plantas ornamentales, especies y condimentos secos, huevos de gallina y de codorniz, arreglos florales y servicios de jardinería. Anteriormente solo podían comercializarse productos agrícolas no industrializados, arroz y carbón vegetal.
Además, para garantizar los vínculos directos entre las entidades turísticas y los agricultores pequeños, de acuerdo a lo legislado por el Banco Central de Cuba, estos podrán abrir cuentas corrientes en pesos cubanos (CUP) en los bancos comerciales.
Por su parte, la Resolución del Ministerio de Finanzas y Precios establece que la Casa Financiera del Ministerio del Turismo o las instituciones bancarias, según corresponda, retendrán en estos casos el 5 % del valor de las ventas en pesos cubanos (CUP), operación que actualmente se realiza por las entidades acopiadoras. Ello responde al importe mínimo del Impuesto sobre los Ingresos Personales a que están obligados los productores según el Sistema Tributario.
Según explicó a Granma Roberto Pérez Pérez, jefe del grupo de Política Agroindustrial de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, esas decisiones “surgen de los análisis realizados durante la puesta en práctica de esta modalidad, donde se manifiesta que las ventas ejecutadas son inferiores a las potencialidades existentes. Al mismo tiempo, las instalaciones del sector turístico demandan la incorporación de otros productos”.
De esta forma, luego de una primera etapa se perfeccionan los mecanismos de gestión y se contribuye en el empeño de aprovechar mejor las posibilidades productivas del sector, poniendo en igualdad de condiciones a todos sus actores. A su vez, estas decisiones deben reducir las importaciones que realizan las entidades del Turismo. ¿Por qué buscar fuera entonces lo que muchas veces tenemos a la vuelta de la esquina?
Así, paulatina y sistemáticamente, prosiguen las acciones en este sentido tras el claro propósito de consolidar mayores transformaciones en la agricultura cubana. Liberar al máximo las fuerzas productivas sigue siendo un reto, incrementar la producción y su eficiencia también.
Cuba agricultura urbana. Foto: Alejandro Ernesto/ EFE
Cuba agricultura urbana. Foto: Alejandro Ernesto/ EFE
Cuba agricultura urbana. Foto: Alejandro Ernesto/ EFE
Cuba agricultura urbana. Foto: Alejandro Ernesto/ EFE
(Tomado de Granma)

Apicultores cubanos en busca de sus mayores producciones

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(AIN) Cuba produjo seis mil 822 toneladas de miel y otros derivados en el 2012, que tuvieron como destino fundamentalmente mercados de Europa, con ganancias de alrededor de 15 millones de euros, informó una fuente del sector.

David Emilio Hidalgo, funcionario de la Empresa Apícola Cubana, perteneciente al Ministerio de la Agricultura, señaló al diario Juventud Rebelde que en ese período los rendimientos se comportaron en 41,7 toneladas por colmena.

Hidalgo añadió que para el presente año se espera una producción de seis mil 950 toneladas de miel. Hasta la fecha el acopio marcha según lo previsto, tanto en miel como en propóleos y cera, de acuerdo con su criterio.

Dijo que existen 164 mil colmenas, y se prevé cambiar el 67 por ciento del parque de reinas, como las normas técnicas indican, que debe hacerse cada año.

Avanzó que en el 2014 se espera alcanzar las 172 mil colmenas y continuar creciendo en la producción de miel, hasta que en 2020 el país logre las 10 mil 212 toneladas registradas como récord productivo en 1983.

En Cuba se dedican a la apicultura cooperativas de producción agropecuaria, de crédito y servicios, y apicultores individuales que hasta el momento no se han asociado a ninguna de las referidas bases productivas.

La elevación de la calidad de la miel y todas las riquezas que genera el panal es el mayor reto de esta actividad. Para consolidar este propósito, las producciones han sido evaluadas en reiteradas ocasiones por expertos europeos.

Afirman que sin diversificación industria azucarera es incosteable

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(PL) La diversificación es hoy la única salida de la industria azucarera, la cual es incosteable sólo con la producción de sacarosa, según el director general del Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Caña de Azúcar, Luis Gálvez.
Gálvez dijo a Prensa Latina que los precios del petróleo crecieron cinco veces, mientras que los del azúcar, actualmente entre 16 y 17 centavos de dólar la libra, apenas se duplicaron.

El concepto de diversificación de este momento presupone la generación de energía, la cual antes no se incluía, subrayó.

Explicó que la producción de sacarosa hoy tiene que estar acompañada de generación de electricidad, alcohol y alimento animal fundamentalmente, para ser costeable.

En conversación el fin de semana con medios de prensa especializados el directivo indicó que esa idea será una de las que se debatirán en el XII Congreso Internacional Diversificación 2013, que sesionará del 14 al 18 de octubre en el capitalino Hotel Nacional.

Se espera participación en este foro de unos 300 expertos -de ellos cerca de 70 extranjeros- procedentes de 15 países, entre estos Brasil, México, Cuba, República Dominicana, Reino Unido, Dinamarca, Alemania, Uruguay e Irán.

Entre las principales temáticas que debatirán figuran eficiencia y gestión de la calidad, energía renovable en la industria azucarera, biocombustibles, agricultura cañera y alimento animal.

También bioproductos y agroquímicos, alcohol y bebidas, nuevos materiales de fuentes renovables y medio ambiente, agua y residuales.

Según Gálvez, presentarán 150 conferencias técnicas y 14 comerciales, toda vez que simultáneamente en el evento estará abierta una feria con firmas expositoras en 17 stands.

Se incluye la realización de dos mesas redondas sobre agricultura cañera y un taller de bioproductos agrícolas y otro acerca de bioenergía renovable.

Cuando hablamos de una industria diversificada nos estamos refiriendo a una que produzca caña, azúcar y derivados, con alto componente de generación eléctrica, alimento animal y aplicación de bioproductos, todo lo cual es lo que se demanda para ser más eficientes, recalcó.

Tomás Sánchez: Mi paisaje parte de una experiencia interior



 Por JORGE GÓMEZ DE MELLO 
 A partir de 1978, con el otorgamiento del Premio Internacional de Dibujo Joan Miró, Tomás Sánchez alcanza una notoriedad sin precedentes entre otros artistas de su generación, y en pocos años se convierte en uno de los pintores cubanos mejor situados en el mercado del arte.
Nos conocimos hace cuatro décadas y hemos mantenido una relación en la distancia, marcada por amigos comunes y encuentros ocasionales en sus viajes a Cuba. Con una sonrisa amplia y un abrazo me recibe en el taller de La Habana Vieja donde está terminando unas piezas de cerámica. Habíamos acordado encontrarnos para esta entrevista, pero antes de encender la grabadora, inevitablemente, fluyeron los recuerdos de nuestra juventud en La Habana difícil de los años ´70.
Los fines de semana iba a las afueras de la ciudad, a veces al Parque Lenin, a hacer acuarelas. Era un paisajista de fines de semana. En el Lenin pintaba, y después practicaba meditación en los alrededores de la represa. Poco a poco en mi figuración expresionista, en una atmósfera como de paisaje suburbano o rural, las figuras se empequeñecieron, hasta que emergió de nuevo el paisaje.
Tomás sigue siendo una persona de apariencia sosegada, amable, que escucha con extrema atención a su interlocutor. Se ha escrito bastante en relación con sus premios, sobre el conflicto que lo separó de su cátedra en la Escuela Nacional de Arte (ENA), acerca de su exitosa carrera. Sin embargo, me confiesa que en las entrevistas realizadas en Cuba, sobre todo en años anteriores, ha tenido pocas oportunidades de desarrollar temas esenciales para él, vinculados con su espiritualidad, con la importancia en su vida y en su obra de las filosofías orientales, la práctica del hatha yoga y la meditación.
Entras a la Escuela Nacional de Arte de La Habana (ENA) en 1966, te gradúas en 1971 y permaneces como profesor de grabado hasta 1976. ¿Cuánto aportó esto a tu formación?
-Venía de San Alejandro, y la ENA fue un descubrimiento. Los sistemas de estudio eran mucho más rigurosos, y también más abiertos; se estimulaba la creatividad. Encontré afinidad con muchas personas, y permanecer en una escuela donde se estudiaban cinco manifestaciones del arte era una nutrición de cultura. La posibilidad de compartir con estudiantes de otras disciplinas es uno de mis mejores recuerdos de la ENA de aquellos tiempos, y fue vital en mi formación. Por encima de cualquier mal momento, agradezco haber estudiado allí.
Visión de orilla, 2009, acrílico-lienzo.
En 1974 o 1975 me invitaste a la inauguración de un Salón de Profesores en la galería de la ENA, hoy Instituto Superior de Arte, que exhibía una o dos piezas tuyas. Tu obra, marcada formalmente por el expresionismo, y con temas de contenido popular cubano tratados con cierto tono satírico, me causó una fuerte impresión. ¿Te alejaste definitivamente de esa manera de hacer y de esos temas? ¿Ya hacías paisajes?
-En aquella época me había vuelto expresionista. En San Alejandro pintaba paisajes -desde niño lo hacía-, pero a la altura de los ´70 lo consideraba anticuado; pensaba que nada, o muy poco, podía ya decir a la sensibilidad contemporánea. Además, tuve la influencia de Antonia Eiriz y del expresionismo conocido por los libros, y encontré una manera de hacer aflorar vivencias de mi infancia, de mi pueblo, de mi descubrimiento de La Habana, de esa efervescencia de las personas en la calle, en las situaciones a veces absurdas de un surrealismo cubano omnipresente.
Pero todos los fines de semana iba a las afueras de la ciudad, a veces al Parque Lenin, a hacer acuarelas. Era un paisajista de fines de semana. En el Lenin pintaba, y después practicaba meditación en los alrededores de la represa. Poco a poco en mi figuración expresionista, en una atmósfera como de paisaje suburbano o rural, las figuras se empequeñecieron, hasta que emergió de nuevo el paisaje. En un cuadro representativo de esta etapa, Excursión al natural, se observan unos botes y algunos personajes tratados de manera expresionista, situados en un paisaje; esta obra ya apunta a una mayor relación con la naturaleza.
¿Cuánto influyó en el desarrollo de tu obra el meteórico éxito obtenido a partir de convertirte en el primer (y único) cubano en ganar el máximo galardón del Premio Internacional de Dibujo Joan Miró, en 1980?
-Sin dudas fue algo importante. Yo había pasado un período difícil. En 1976 había salido de la ENA en circunstancias que no fueron agradables, y estuve trabajando en teatro, como diseñador en el taller de muñecos del Ministerio de Cultura. Me sentía muy bien en ese trabajo, y me pasaba prácticamente 18 horas en el taller. De allí me iba a pintar a casa de Rogelio López Marín, Gory, y Thelvia Marín ya pintaba paisajes. Los fines de semana me iba a la colina de los muñecos en el Parque Lenin a actuar con marionetas y muñecos. O sea, no sólo diseñaba muñecos sino que me metí mucho en su manipulación y en la actuación.
Y entonces recibo el premio Joan Miró, que debo en gran medida a la insistencia de Margarita Ruiz, secretaria del director de artes plásticas de entonces. Yo no estaba muy convencido porque no solía hacer el dibujo por el dibujo. Trabajaba directamente el color, planteaba el cuadro a partir de improvisar con el color mismo. Margarita, viendo los trabajos míos, consideró que era un buen candidato para participar en el premio Joan Miró.
Comencé a dibujar e hice varias piezas. Escogí el noveno dibujo y recuerdo que cuando Gory lo vio dijo: “¡Hiciste el premio Miró de este año!”. Ese hecho coincidió con la creación del Fondo Cubano de Bienes Culturales y el surgimiento de la red de galerías que promovían a los artistas y comercializaban arte. Entonces empezó a despegar mi trabajo en el mercado del arte. Luego comencé a hacer exposiciones en otros países y fue tan rápido que yo mismo ni me di cuenta de cómo se movió todo eso.
Mi paisaje parte de una experiencia interior. Yo no pinto paisajes y basureros, sino estados de mi mente, y de la mente humana: el paisaje en armonía con uno mismo, con los demás y con la naturaleza.
La contemplación de tus paisajes excede la relación a veces pasiva y meramente esteticista que suele establecerse entre el sujeto (el público) y una obra de ese género. ¿A qué se lo atribuyes?
-La práctica de la meditación conduce a la expansión de conciencia, y uno empieza a darse cuenta de que el universo es un todo, que el yo se manifiesta a través de todo: una sola energía, un solo poder se revela en todo; la persona se siente parte de ese poder, que reside en ella misma. En una expansión de conciencia se perciben las cosas dentro de uno, incluso uno mismo está dentro de uno, porque en ese momento se pertenece a una esfera de conciencia creciente, que trasciende los límites del cuerpo. Esa experiencia me llevó a profesar una especie de devoción por la naturaleza, una necesidad de expresar la relación del ser humano con ella; creo que sólo en comunión con la naturaleza alcanzamos la plenitud y logramos contacto con lo que somos.
Mi paisaje parte de una experiencia interior. Yo no pinto paisajes y basureros, sino estados de mi mente, y de la mente humana: el paisaje en armonía con uno mismo, con los demás y con la naturaleza. Los basureros son la imagen de la mente incompleta, que se vuelve consumista porque piensa que adquiriendo objetos estará completa, y nunca lo logra. El paisaje resulta la manifestación de una mente en armonía; el basurero es la desarmonía provocada por la obsesión del consumo como vía de realización. Ese estado en que vive la mayor parte de la humanidad obliga a una carrera por tener, pero mientras más se posee, más se desecha, y se llega al desequilibrio en que subsistimos hoy. Mi cuadro El hombre crucificado en el basurero representa al ser humano en una cruz, en medio de la basura, sin poder resolver el problema que él mismo ha creado.
La mente en armonía genera armonía, e incluso hay algo que puede parecer atrevido, pero lo afirman los maestros de yoga: la transformación del mundo hay que producirla, primero, en el interior del individuo. Quien comprenda lo que realmente es, lo transmitirá; otras personas aspirarán a descubrir lo mismo, y sólo así nos acercaremos a la posibilidad de transformar el mundo. Al ser humano no puede imponérsele nada, hay que convencerlo, y se le convence mediante su propia experiencia.

 Hombre Crucificado en el basurero, 1992. Acrílico-lienzo.

Tus pinturas evidencian una carga de espiritualidad, de religiosidad, así como de amor y preocupación por la naturaleza…
-Comencé a practicar meditación en 1970, y hacía hatha yoga desde 1964. Lo primero que experimenté fue la mejoría de mi salud. A partir de ello se consolidó mi fe en el hatha yoga, seguí practicándolo y un día, en medio de un ejercicio de respiración, tuve una experiencia de expansión de conciencia; no sabía qué era, pero me sentía muy bien y me estimuló a buscar más. Ese año incorporé la meditación a mi vida. En 1989 conocí en México la línea que ahora practico, y en 1993 a mi maestra espiritual, a mi gurú. Ahora en Costa Rica tengo un grupo de meditación en mi casa, y nos reunimos los miércoles y un sábado al mes. La meditación nos pone en contacto con una zona interna en la que surge la experiencia de la unidad, de la creatividad.
¿Cómo te enfrentas al lienzo en blanco? ¿Con una idea preconcebida, un boceto, o simplemente asumes ese espacio vacío como un reto?
-Por una parte, todo es uno, todo es conciencia -me refiero al blanco, a la quietud total, a la tranquilidad de la mente-, y por otra, la multiplicidad es necesaria. A través de la contraposición de la multiplicidad y la quietud total, lo uno y lo múltiple se complementan. No le temo al espacio en blanco. Tengo más ideas de las que puedo materializar, y si no voy con nada preconcebido, se desata la imaginación. Pero por lo general mis agendas están llenas de bocetos, a veces realizados, otras no. Cuando tengo una expansión de conciencia, al salir de ese estado de no pensamiento a la conciencia de vigilia, brotan muchas ideas, lo mismo de algo que quiero construir en mi casa, que de una escultura, una pintura… En cuanto se logra detener la mente, se entra en contacto con ese espacio interior, quieto, y de la quietud total germina el universo de la meditación. Salir de la meditación y descubrir el universo es como un renovado proceso de creación.
 
Pensamiento como nube, 2006. Acrílico-lienzo.

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