"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

lunes, 5 de mayo de 2014

China rechaza el informe del Banco Mundial que le atribuye mayor liderazgo económico que EE.UU.


China ha luchado durante un año en contra del informe del Banco Mundial que lo deja como el pais con el mayor poder adquisitivo del mundo. El país asiático trató de bloquear la publicación del informe para no deteriorar las relaciones con Estados Unidos, el anterior país con el mayor poder adquisitivo del planeta. Los datos del informe del Banco Mundial corresponden al año 2011 y se pueden revisar en su International Comparison Program Summary Results Release Compares the Real Size of the World Economies (Comparación Internacional del tamaño real de las economías mundiales). Esto indica que, medida en términos de Paridad de Poder Adquisitivo, China es la economía más grande del mundo. Lo que llama a confusión es que la medición es a nivel país. En términos per cápita, con 1.300 millones de habitantes China ocupa el lugar 99, mientras Estados Unidos, con 330 millones de habitantes, el lugar número 13.

La Oficina Nacional de Estadísticas de China desestimó los resultados del Banco Mundial, generando una gran resistencia contra de la publicación del informe. El artículo de Chris Giles en Financial Timesdestaca que es primera vez -en casi una década – que se actualiza la Paridad del Poder Adquisitivo (no se hacía desde el año 2005, y este informe aborda datos recogidos hasta el año 2011).


La estimación del costo real de la vida (o PPA) se reconoce como la mejor manera de comparar el tamaño de las economías en lugar de utilizar los tipos de cambio volátiles que rara vez reflejan el verdadero costo de los bienes y servicios. Si se iguala a una canasta de bienes, China es el pais que tiene acceso a más canastas. La PPA es una medición que realiza el Programa de Comparación Internacional (ICP), a través de los datos estadísticos que proporciona el Banco Mundial, Eurostat, laOCDE y otras oficinas estadísticas que involucran a 199 países. Estos resultados son mucho más completos que cualquier otro estudio semejante.

China intentó bloquear el informe y expresó reservas frente a la metodología del estudio Se sabe que el gobierno chino ha sido reacio a reconocer los hitos de su auge económico y que en pocos años superó a Alemania, Japón y Estados Unidos. Se piensa que su rechazo al informe es simplemente para no ser visto como el número uno, y ser expuesto a la presión internacional. A los líderes chinos les preocupan las comparaciones y el impacto político en sus relaciones con Estados Unidos. También les preocupan los costos de ser el número uno si esto obliga a asumir obligaciones financieras, concesiones en los tratados comerciales o ajustes frente al cambio climático.

Cuando en 2009 China superaba a Japón, señalamos:

Aunque China supere a Japón, las diferencias entre los dos países siguen siendo bastante grandes. Como es una nación de 1.300 millones de personas, el PIB percápita llega a los 3.200 dólares, menos de un tercio de la media mundial o una décima parte del PIB japonés. Por eso este eclipse de Japón en volumen económico, no cambia el hecho de que China es aún un país en desarrollo y que en muchas áreas está muy por detrás de las naciones avanzadas. China tiene actualmente a 150 millones de personas viviendo en la pobreza y se enfrenta a serios desafíos para mitigarla. Esto indica que China tiene aún un largo camino por recorrer en su desarrollo económico. Tal como India, el otro gigante asiático que avanza raudamente en medio de la crisis de los países de occidente, y que pronto comenzará a salir en las gráficas, desplazando a Francia y Alemania.

Tras seis años de crisis la desaceleración de los países avanzados continúa mientras China sigue creciendo a un ritmo vertiginoso. Se calcula que la economía china ha crecido un 24 por ciento entre 2011 y 2014 mientras Estados Unidos ha crecido 7,5 por ciento en el mismo período, es decir menos de la tercera parte.

“El capitalismo ha entrado en lógicas de destrucción”. Entrevista

Hoy en Bilbao, la víspera en Nueva York, mañana en el Reino Unido: entre dos aviones, Saskia Sassen, profesora de sociología en la Universidad de Columbia, en Nueva York, discurre, debate, provoca. Desde hace veinte años, escruta la mundialización en todas sus dimensiones, económicas, financieras, políticas, sociales y medioambientales. Cosmopolita, esta políglota nacida en los Países Bajos en 1949, creció en Buenos Aires antes de estudiar en Francia, en Italia y en los Estados Unidos. En estos días publica en los Estados Unidos Expulsions. Brutality and Complexity in the Global Economy (Harvard University Press). La entrevista Olivier Guez para el diario parisino Le Monde.                                                                                                                                                                                                                                                                                                               En su nuevo libro, adelanta usted que la mundialización ha entrado en una fase de «expulsión». ¿Qué entiende por ello?

En estos dos últimos decenios, un número creciente de personas, de empresas y de lugares físicos han sido como «expulsados» del orden económico y social. Algunos trabajadores pobres carecen de cualquier clase protección social. Nueve millones de familias norteamericanas perdieron su hogar tras la crisis de las subprime. En las grandes metrópolis del mundo entero, las «clases medias» se ven poco a poco expulsadas del centro de las ciudades, inaccesibles ya a su bolsillo. La población carcelaria norteamericana ha aumentado en un 600 % en estos últimos cuarenta años. La fracturación hidráulica de los suelos para extraer gas de esquisto transforma en desierto los ecosistemas, se contaminan el suelo y el agua, como si se expulsaran de la biosfera trozos de vida. Centenares de miles de aldeanos han sido desalojados desde que potencias extranjeras, estatales y privadas, han ido adquiriendo tierras en las cuatro esquinas del mundo: desde 2006, 220 millones de hectáreas han sido objeto de compra, principalmente en África.

Todos estos fenómenos, sin vínculos manifiestos, ¿responden, en su opinión, a una lógica única?

Están desconectados en apariencia unos de otros y cada uno se explica por separado. La suerte de un desempleado excluido no tiene evidentemente nada que ver con la de un lago contaminado en Rusia o en los EE.UU. No impide que, a mi modo de ver, se inscriban en una nueva dinámica sistémica, compleja y radical, que exige un marco de lectura inédito. Tengo la sensación de que en estos últimos años hemos franqueado una línea invisible, como si hubiéramos pasado al otro lado de «algo». En muchos terrenos – economía, finanzas, desigualdades, medio ambiente, desastres humanitarios –, las curvas se acentúan y las «expulsiones» se aceleran. Sus víctimas desaparecen igual que se hunden los barcos en alta mar, sin dejar rastro, por lo menos en la superficie. Ya no cuentan.

¿Qué diferencia hay entre un «excluido» y un «expulsado»?

El excluido es una víctima, un infortunado más o menos marginal, una anomalía en cierto modo, mientras que el expulsado es consecuencia directa del funcionamiento actual del capitalismo. Puede ser una persona o una categoría social, como el excluido, pero también un espacio, un ecosistema, una región entera. El expulsado es producto de las transformaciones actuales del capitalismo, que ha entrado, a mi modo de ver, en lógicas de extracción y de destrucción, su corolario.

¿Es decir?

Antes, durante los «treinta gloriosos» en Occidente, pero también en el mundo comunista y el Tercer Mundo, pese a sus fracasos, el crecimiento de las clases obreras y medias constituía la base del sistema. Predominaba una lógica distributiva e inclusiva. El sistema, con todos sus defectos, funcionaba de esta manera. Ya no es el caso. Esa es la razón por la que pierden pie la pequeña burguesía e incluso una parte nada despreciable de las clases medias. Sus hijos son las principales víctimas: han respetado las reglas del sistema y han hecho concienzudamente todo lo que se exigía de ellos – estudios, prácticas, bastantes sacrificios – con el fin de proseguir la ascensión social de sus  de sus padres. No han fracasado y, sin embargo, el sistema les ha expulsado: no hay sitio suficiente para ellos.

¿Quiénes son los «expulsores» ?

No hablo de algunos individuos, ni siquiera de  multinacionales obnubiladas por sus cifras de negocios y su cotización en la Bolsa. Para mí se trata de «formaciones predadoras»: una combinación heteróclita y geográficamente dispersa de directivos de grandes empresas, de banqueros, de juristas, de contables, de matemáticos, de físicos, de élites globalizadas secundadas por capacidades sistémicas extremadamente poderosas
– máquinas, redes tecnológicas… – que agregan y  manipulan saberes y datos tan compuestos como complejos, inmensamente complejos, a decir verdad. Nadie controla el conjunto del proceso. La desregulación de las finanzas, a partir de los años 80, ha permitido poner en pie esas formaciones predadoras y la clave son son los productos derivados, funciones de funciones que multiplican las ganancias lo mismo que las pérdidas y permiten esta concentración extrema e inédita de riquezas.

¿Cuáles son las consecuencias del paradigma que usted describe?

Amputadas de los expulsados – trabajadores, bosques, glaciares… –, las economías se contraen y la biosfera se degrada, el recalentamiento del clima y la fundición del permafrost se aceleran a una velocidad inesperada. La concentración de riquezas alienta los procesos de expulsión de dos tipos: el de los más desfavorecidos y el de los superricos. Se abstraen de la sociedad en la que viven físicamente. Evolucionan en un mundo paralelo reservado a su casta y ya no asumen sus responsabilidades cívicas. En resumen, el algoritmo del neoliberalismo ya no funciona.

El mundo que usted describe es muy sombrío. ¿No carga un poco las tintas?

No creo. Saco a la luz fenómenos subyacentes, todavía extremos para algunos. Y la lógica que denuncio coexiste con formas de gobernación más refinadas y más sofisticadas. Mi objetivo estriba en hacer sonar la señal de alarma. Estamos en un momento de vaivén. La erosión de las «clases medias», actor histórico fundamental de los dos siglos precedentes y vector de la democracia, me preocupa especialmente. En el plano político es muy peligroso, se constata por doquier de ahora en adelante.

¿Cómo resistirse a estas formaciones predadoras?

Es difícil: debido a su naturaleza compleja, estos amontonamientos de individuos, de instituciones, de redes y de máquinas son difícilmente identificables y localizables. Dicho esto, creo que el movimientoOccupy y sus derivados «indignados», a saber, las primaveras árabes o las manifestaciones de Kiev, pese a contextos sociopolíticos eminentemente diferentes, son respuestas interesantes. Los expulsados se reaproprian del espacio público. Anclándose en un «agujero» – siempre una plaza mayor, un lugar de paso – y poniendo en marcha a una sociedad local  temporal hipermediatizada, los expulsados, los invisibles de la mundialización crean territorio. Aun cuando no tengan ni reivindicaciones precisas ni dirección política, reencuentran una presencia en las ciudades globales, esas metrópolis en las que la mundialización se encarna y se despliega. A falta de apuntar a un lugar de autoridad identificado con sus sinsabores – un palacio real, una asamblea nacional, la sede de una multinacional, un centro de producción… -, los expulsados ocupan un espacio indeterminado simbólicamente fuerte en la ciudad para  reivindicar sus derechos pisoteados de ciudadanos.

¿En qué desembocan, en su opinión?

Si los considera como cometas, la suerte está echada, en efecto. Yo tengo tendencia a asimilarlos a un inicio de trayectoria, y cada «ocupación» constituye una piedrecita. ¿Se trata del embrión de un camino? No lo sé. Pero el movimiento de las nacionalidades en el siglo XIX y el feminismo comenzaron también con pequeños toques, hasta que las células disparen comenzaron a llevar a cabo su conjunción y formar un todo. Estos movimientos acabarán quizás por incitar a los estados a lanzar iniciativas globales en el terreno del medio ambiente, del acceso al agua y a los alimentos. .

¿Qué acontecimiento podría desencadenar la «conjunción»?

Una nueva crisis financiera. Acabará por llegar, estoy segura. Paso las finanzas por la criba desde hace treinta años: los mercados son demasiado inestables, hay que analizar demasiados datos, demasiados instrumentos, demasiado dinero, Occidente ya no es el único en regir los mercados. No sé cuándo intervendrá esta crisis ni cuál será su amplitud, pero tengo la impresión de que algo se cuece a fuego lento. De hecho, tenemos todos la impresión de que el sistema es muy frágil.

Saskia Sassen (1949), célebre especialista en diversos aspectos de la globalización, el urbanismo y las migraciones humanas, es catedrática de Sociología en la Universidad de Columbia en Nueva York y profesora visitante en la London Schoool of Economics. En 2013 obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales.

Traducción para www.sinpermiso.info: Lucas Antón

Congresistas favorables a diálogo sin condiciones entre EE.UU. y Cuba

La Habana, 5 may (PL) Cuatro congresistas estadounidenses coincidieron hoy en esta capital en que están dadas las condiciones para avanzar en negociaciones directas y sin condiciones que permitan normalizar las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.Tras dialogar con funcionarios norteamericanos y cubanos, los legisladores argumentaron que existe disposición de ambas partes para sentarse a conversar sobre cualquier asunto, con claridad y en un clima de respeto mutuo.

El grupo de representantes, todos del Partido Demócrata, se encuentra integrado por Barbara Lee y Sam Farr, ambos legisladores por California, así como por Enmanuel Cleaver (Missouri) y Gregory W. Meeks (Nueva York).

Durante una rueda de prensa en el hotel Saratoga, los congresistas destacaron que su visita busca respaldar las posibles negociaciones para la liberación del ciudadano norteamericano Alan Gross, así como de los tres antiterroristas cubanos condenados injustamente a largas penas en cárceles norteamericanas.

Gross, subcontratista de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), fue detenido, procesado y sancionado en 2009 por violar las leyes cubanas, al implementar un programa subversivo financiado por Washington mediante el establecimiento de sistemas de comunicaciones ilegales y encubiertos, con el uso de tecnología no comercial.

Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, integrantes de los conocidos mundialmente como Los Cinco, permanecen presos desde 1998 luego de juicios parcializados en Miami, según denunció la defensa, al igual que juristas y organizaciones de defensa de los derechos civiles.

René González y Fernando González, ya en este país tras cumplir íntegramente sus sanciones, formaron parte de quienes daban seguimiento a los planes de grupos e individuos violentos que desde el sur de Florida y con total impunidad han ejecutado acciones terroristas contra el pueblo cubano.

El pasado 9 de abril, Cuba reiteró su disposición a buscar una solución aceptable para ambas partes, que contemple las preocupaciones humanitarias sobre Gross y los tres cubanos que continúan injustamente encarcelados en Estados Unidos por más de 15 años, indicó una nota del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex).

La congresista Lee aseguró que pretenden usar la experiencia de varias visitas y contactos con la realidad cubana para desde sus posiciones, en distintos comités de la Cámara de Representantes, impulsar el diálogo entre Washington y La Habana.

Quisiéramos avanzar en la eliminación de las restricciones de los viajes de estadounidenses hacia Cuba y en el levantamiento del bloqueo, destacó.

El representante Cleaver, por su parte, deploró recientes acciones desarrolladas por su Gobierno, como el programa ilegal para crear un Twitter cubano y la inclusión de Cuba en la lista de países patrocinadores del terrorismo, rechazada por La Habana.

Tales acciones conspiran contra el clima de confianza necesario para impulsar las negociaciones, reconoció, pero precisamente estamos aquí para tratar de que la comunicación sea lo más clara posible y lograr entendimientos entre ambas partes, subrayó el legislador por Missouri.

Todo lo que sé es que yo no soy marxista

Por: Paquita Armas Fonseca
 
Hoy el mundo, sí, el mundo celebra el cumpleaños 196 de Carlos Marx. Lejos de abandonar las bibliotecas actualmente El capital, su obra cumbre, sigue siendo texto de consulta obligado.

Del libro Moro, el gran aguafiestas, de Paquita Armas Fonseca, texto con una edición en Pueblo y Educación para el acceso a sus páginas de los estudiantes de la enseñanza media en adelante, ofrecemos este capítulo.

TODO LO QUE SÉ ES QUE YO NO SOY MARXISTA

Si ha existido un hombre que ha despertado pasiones contrapuestas, ese es Carlos Marx. Con un carácter indomable, polemista brillante, orador carismático,
atractivo para cualquier ser pensante, El Prometeo de Tréveris devino Dios de la verdad para una gran parte de los seres humanos, o el Diablo Rojo, para otra. No fue —ni es— un Dios o un Diablo. El mismo sería el primero en exigir —de poder hacerlo— que su vida y obra estuvieran situadas en el escalón más alto del planeta: en el de un hombre con sus virtudes y sus defectos.

Lenin afirmó alguna vez que el marxismo es exacto porque es dialéctico. La frase es un ejemplo clásico de contradicción aparente y, sin embargo, es en sí misma de una coherencia admirable: la exactitud de la dialéctica radica en la propia dialéctica, sujeta a cambios, evoluciones y a un desarrollo perpetuo.

Pero, en detrimento de El Moro, no todos sus estudiosos se llaman —ni son— Lenin.

Plagiado, incomprendido, tergiversado, dividido en el Marx joven y el Marx viejo, en el siglo XX, aún en vida comenzó a percibir las malas interpretaciones que se hacían de su teoría. Con un grado de cólera comprensible —se trataba nada menos que de sus yernos— el 11 de noviembre de 1882 le escribía a Engels: “¡Que se vayan al diablo Longuet, el último proudhoniano,(1) y Lafargue, el último bakunista!”(2)

A Pablo Lafargue, el 27 de octubre de 1890, Engels le enviaba una carta en la que comentaba el arribismo que existía en el partido socialdemócrata alemán:

"Ha habido revueltas de estudiantes, literatos y otros jóvenes burgueses desclasados se han lanzado al partido, han llegado a tiempo para ocupar la mayoría de los puestos de redactores en los nuevos periódicos que pululan y, como de costumbre, consideran la universidad burguesa como una escuela de Saint Cyr socialista que les da derecho de entrar en las filas del partido con el título de oficial, si no de general. Estos señores practican todos el marxismo, pero de la especie que se conoce en Francia desde hace diez años, y del que Marx decía: “Todo lo que sé es que yo no soy marxista”. Y probablemente diría de estos señores lo que Heine decía de sus imitadores: “Sembré dragones y coseché pulgas”.

Ni como estilo literario, ni en el papel de padre, ni en el de amigo, ni siquiera con sus enemigos Carlos Marx intentó imponer sus criterios. Podía ser mordaz o directo, dulce o cáustico, mas no utilizaba el manido —y dañino— método de que si lo digo yo, es así.

En su Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel, definió: El arma de la crítica no puede, evidentemente, reemplazar la crítica por las armas, la fuerza material debe ser subvertida por la fuerza material; pero la teoría también deviene fuerza material en cuanto penetra en las masas. La teoría es capaz de penetrar las masas cuando ella hace demostraciones ad hominen (3) y hace demostraciones ad hominen cuando deviene radical. Ser radical es tomar las cosas por la raíz. Y la raíz, para el hombre, es el hombre mismo.

¿No se equivocó Marx nunca en sus apreciaciones? Sí, y en más de una oportunidad, tanto con personas como con las expectativas de movimientos sociales. Después del fracaso de las revoluciones de 1848, él y Engels aseguraban que un nuevo estallido conmocionaría a Europa. La Liga de los Comunistas se escindió, la reacción estaba nuevamente en pleno uso de sus poderes. Los colosos sostienen este intercambio:

A mí me agrada mucho este aislamiento público ––le escribía Marx a Engels el 11 de febrero de 1851–– en que nos encontramos ahora tú y yo. Se ajusta totalmente a nuestra posición y a nuestros principios. Eso de andarse haciendo concesiones mutuas, de tener que aguantar por cortesía todas las mediocridades y de compartir ante el público con todos estos asnos el ridículo que echan sobre
el partido, se ha acabado.


La respuesta no tardó más de 48 horas:
Por fin volvemos a tener ––por vez primera, desde hace mucho tiempo–– ocasión de demostrar que nosotros no necesitamos de popularidad ni del apoyo de ningún partido de ningún país, y que nuestra posición está por entero al margen de todas esas miserias. En adelante, sólo seremos responsables de nosotros mismos(…) Por lo demás, en el fondo no tenemos grandes razones para lamentarnos de que esos petits grands hommes (4) nos huyan; pues, ¿no nos hemos pasado tanto y tantos años aparentando que Fulano y Mengano eran de nuestro partido cuando en realidad no teníamos partido alguno, y gente a quienes tratábamos como si fuesen del nuestro, oficialmente al menos ignoraban hasta los primeros rudimentos de nuestros trabajos?

El destino de los revolucionarios verdaderos es ese: soledad, incomprensiones, y en tanto seres humanos, sufrir en ocasiones de un escepticismo lacerante. Cuando sostienen este diálogo, Europa languidecía tranquila, y para ellos la revolución se demoraba más de lo previsto.

Las aguas comienzan un vaivén premonitorio: en 1856 estalla la Guerra de Crimea; en el año 1857 una nueva crisis económica internacional; en ese propio año el pueblo hindú se rebela contra Inglaterra; en el 1859 se produce la guerra de Francia e Italia contra Austria; en el 1865 empieza la guerra civil en Estados
Unidos; en 1864 se subleva el reino de Polonia contra la dominación zarista y Prusia y Austria rompen hostilidades contra Dinamarca.

El toque de a degüello llama a los gigantes. No se resisten. Jinetes briosos de la historia desean cabalgar de nuevo: el 28 de septiembre de 1864, en Londres,se celebra la Asamblea Constituyente de la Asociación Obrera Internacional —La Primera Internacional. Marx, iluso, pretendió trabajar entre bastidores. Pronto, junto a Engels, pasó a ser el vórtice de la organización.

Aglutinaron en torno al partido lo más valioso de los movimientos revolucionarios. Escribieron textos trascendentes, sostuvieron polémicas, extensas e intensas, contra los que pretendían desvirtuar las funciones de La Internacional. En 1871, al calor de la Comuna de París, el partido multinacional desempeña su papel: primero, de apoyo a los comuneros, luego brindándoles refugio.

Dos de los defensores de la capital gala, Frankel y Varlin, le escriben a Marx solicitándole orientación.

En su respuesta —13 de mayo— se cuida del tono, es comedido y cauto, él sabe que no debe dejar el más mínimo sabor a tutelaje:
He hablado con el portador. ¿No sería conveniente poner en lugar seguro los papeles, que tanto pueden comprometer a los canallas de Versalles?
Nunca está de más tomar todas las precauciones. Me escriben de Burdeos que en las últimas elecciones municipales salieron elegidos cuatro de la Internacional.
En provincias empieza a sentirse inquietud. Desgraciadamente, su acción está localizada y tiene carácter pacífico. Llevo escritas varios cientos de cartas abogando por la causa de ustedes a todos los rincones del mundo con que tenemos relaciones. Por lo demás, la clase obrera ha mostrado
desde el primer momento sus entusiasmos por la Comuna. Hasta los periódicos burgueses de Inglaterra han depuesto su actitud resueltamente hostil que adoptaron al principio. De vez en cuando,he conseguido deslizar en sus columnas un artículo favorable. A mí me parece que la Comuna desperdicia mucho tiempo en pequeñeces y disputas personales. Se ve que andan por medio más manos que las de los obreros. Pero todo esto no tendría la menor importancia, si consiguieran ustedes ganar el tiempo perdido.


El fracaso de la Comuna derivó hacia un nuevo auge de la reacción. El 6 de septiembre de 1873 los delegados a la Internacional, reunidos en La Haya, deciden trasladar la sede de la organización hacia Nueva York. Marx y Engels sabían que en aquellas condiciones ya no tenía razón de existir. Ambos se retiraron a sus trabajos científicos, esta vez, en el caso de Marx, para siempre.

En 1860, en una carta a Freiligrath, había expresado:
Bien es verdad que las tempestades remueven el fango, que ningún partido revolucionario huele a agua de rosas, que, en cierto momento se acopia toda clase de desechos, Aut, aut (5). Por lo demás, cuando se piensa en los gigantescos esfuerzos dirigidos contra nosotros por todo el mundo oficial que, para perdernos, no se contenta con rozar el código penal, sino que lo enmaraña completamente; cuando se piensa en las calumnias esparcidas por la “democracia de la imbecilidad”, que nunca ha podido perdonar a nuestro partido el tener más inteligencia y carácter que ella; cuando se conoce la historia contemporánea de todos los demás partidos, y cuando, en fin, uno se pregunta qué se podrá realmente reprochar al partido entero (y no son las infamias de un Vogt o de un Tellering, que se pueden refutar ante los tribunales), se llegará a la conclusión de que el partido, en este siglo XIX, se distingue por su limpieza (…)He expresado mi opinión y espero que la compartas en lo esencial. He intentado también disipar el malentendido sobre el “partido”; como si por este término se entendiera una Liga desaparecida desde hace ocho años o una redacción de periódico disuelta hace doce años. Por partido, yo entendía el partido en el gran sentido histórico de la palabra.

1 Seguidores de las concepciones de Pierre José Proudhon (1809-1865). En filosofía Proudhon fueron
idealistas y eclécticos; vulgarizó la dialéctica hegeliana, convirtiéndola en un burdo esquema.
Enfocaban la historia de la sociedad humana como lucha de ideas. A la obra de Proudhon, La filosofía
de la miseria, Marx respondió con su texto polémico La miseria de la filosofía (1847).
2 Seguidores de Bakunin. Se caracterizaban –si eran consecuentes– por alinearse con el anarquismo,
corriente socio-política, pequeño-burguesa, que mantiene una actitud hostil hacia todo poder y
3 En latín: hacia los sentimientos
4 En francés: “pequeños grandes hombres”.
5 Del latín: Y bien, y bian

Censura, torturas y asesinatos: Rusia denuncia crímenes en Ucrania

La cancillería rusa ha publicado un compendio de la violaciones masivas de derechos humanos en Ucrania cometidas por los radicales ucranianos bajo la mirada complaciente de EE.UU. y la Unión Europea desde el inicio de la crisis en el país.
El libro blanco de la cancillería rusa recoge los acontecimientos concretos y comprobados cometidos por los ultranacionalistas ucranianos o sus simpatizantes desde noviembre de 2013 hasta marzo de 2014. Aunque los autores reconocen que no se trata de un compendio exhaustivo de estos delitos, como hace poco subrayó la portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Jen Psaki, "los hechos son los hechos".

Torturas, trato inhumano, actos de desorden
© REUTERS

El libro blanco demuestra que los acontecimientos en Odesa no fueron algo excepcional en la práctica de los matones del Sector Derecho. Así, el 18 de febrero de 2014 tras la toma por los milicianos de esta agrupación ultranacionalista de la sede del oficialista Partido de las Regiones en Kiev, fueron asesinados dos hombres, uno de ellos, encerrado en el sótano dónde lanzaron un cóctel molotov, murió de asfixia y quemaduras. A las mujeres que estaban en el edificio en aquel momento les pintaron símbolos y lemas nacionalistas y las expulsaron a la calle semidesnudas.

Actos de violencia cometidos por 'manifestantes pacíficos'
© REUTERS

De acuerdo con el documento, los manifestantes 'pacíficos' de Maidán se caracterizaban por un alto nivel de equipamiento de armas de fuego, bates y distintos arsenales especiales, así como equipos de comunicación por radio y de protección, lo que demuestra su alto nivel de organización y entrenamiento, poco común en protestas habituales.


Intimidación de los disidentes, censura en los mediosAdemás del cese de la transmisión de canales de televisión rusos, los representantes del nuevo orden de Kiev tienen el mismo trato hacia medios de información ucranianos. Así, el 15 de marzo los activistas de la llamada autodefensa de Maidán bloquearon la cadena Inter con exigencias de cambios en la política informativa del canal. Sus directivos y principales periodistas recibieron amenazas a través de mensajes de texto, redes sociales y llamadas telefónicas.

Discriminación étnica y xenofobia
© AFP Sergei Supinsky

La escalada de violencia en Ucrania coincidió con el aumento del antisemitismo y xenofobia. Así, el 7 de diciembre 2013 en el metro de Kiev aparecieron folletos suscritos por el partido Svoboda que contenían llamadas a cometer actos de violencia contra los judíos y echarlos "de las calles de nuestro país". Por su parte, uno de los coordinadores del Sector Derecho, Alexánder Muzychko, en un vídeo publicado en Internet instó a sus seguidores a "limpiar a Ucrania y Crimea" de rusohablantes.

En el mes de marzo, la diputada del Parlamento ucraniano del partido Svoboda Irina Farión presentó un proyecto de ley que estipulaba siete años de cárcel por utilizar en lugares públicos y edificios administrativos de Ucrania el idioma ruso, que es la segunda lengua más usada del país.

Como resume el Ministerio de Exteriores ruso, la prolongación de esta falta de observancia de la legalidad puede intensificar los conflictos en toda Europa. "Estamos convencidos de que en caso de continua ilegalidad en Ucrania la situación podría derivar en una grave amenaza para la paz y la seguridad regionales y dar lugar a un mayor crecimiento de las contradicciones y los conflictos internacionales e interétnicos en Ucrania y Europa en su conjunto", reza el documento.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/127233-libro-crimenes-derechos-ucrania

En la justa medida



CATALEJO 5 MAYO, 2014 ÚLTIMO JUEVES


Por Tania Chappi Docurro

Algunas de las imágenes ofrecidas en la sala Fresa y Chocolate, del ICAIC, como pequeño entrante al asunto en discusión (“El arte y la literatura: canon y mercado”, específicamente en el contexto cubano), me transportaron a lugares ya conocidos: los Almacenes San José, en la Avenida del Puerto; los talleres de pintores en La Habana Vieja: sitios donde me he detenido por razones contrapuestas, unas veces ante la originalidad de una obra y otras para constatar, lamentablemente, la presencia de patrones manidos, el interés por satisfacer ante todo el supuesto gusto de los turistas.

No obstante, coincido con Rafael Hernández, director de Temas y moderador del encuentro, quien puntualizó: “El propósito no es satanizar el mercado, sino analizar la interacción entre él y la creación artística o literaria; queremos entender la incidencia de este fenómeno en la realidad cubana; ¿en qué medida es un problema o una solución a dificultades relacionadas con la creación, la calidad y el consumo cultural?”. Le acompañaron en esta ocasión, Ares (Arístides Hernández Guerrero), artista de la plástica; Magda González Grau, realizadora audiovisual; Emir García Meralla, escritor, periodista e investigador; y Yoss (José Miguel Sánchez Gómez), escritor de ciencia ficción; mientras un centenar de personas componían el auditorio.

Los expertos reflexionaron en primera instancia acerca de cuál es el canon del arte y la literatura existente en el contexto cubano de los últimos veinte a veinticinco años. Y cómo ha incidido en dicha norma la irrupción del mercado a partir de 1990.

“No existe un canon único en las artes visuales en Cuba, quizás lo que más las defina en este momento sea su pluralidad: hay una expresión plural desde el punto de vista generacional (es decir, conviven diversas generaciones), de los discursos, las temáticas y las maneras de expresarse”, explicó Ares. Entre las características actuales de esa manifestación artística se hallan “el vínculo con el mercado y la utilización habitual de la metáfora”.

El pintor y caricaturista recordó que a principios de los años 90 fue adquirida “una importante colección de obras que formaban parte de la exposición Cuba OK. Peter Ludwig, uno de los coleccionistas más importantes de entonces, consideró relevante el arte que se estaba haciendo en el país, por la calidad y por su discurso social.

“Hoy las creaciones muestran diferencias con el llamado Nuevo arte cubano —desarrollado en la década de los 80—, aunque también cierta afinidad: los artistas siguen manteniendo un discurso donde está presente la indagación, la preocupación por la sociedad, pero desde el punto de vista estético han cambiado varias cosas en la concepción de las obras, y en ocasiones resulta evidente el interés por el mercado. Otra característica es la tendencia a expresarse desde lo nacional con un discurso más universal; ello permite entrar a circuitos en los cuales la propuesta puede ser asimilada no solo por el tema sino por la forma. En muchas zonas de las artes plásticas, además, ya es habitual el encarecimiento de la producción: por sus elementos tecnológicos numerosas obras necesitan un importante aporte económico para poder realizarse. Un elemento del canon son los nombres en inglés; cada vez con mayor frecuencia se ven exposiciones con esos títulos, tal vez con la intención de que puedan ser asimiladas por posibles compradores extranjeros”, detalló el experto. Y añadió que en Cuba no hay un coleccionismo nacional, debido sobre todo a factores económicos; si bien en los años 70 surgieron el Fondo Cubano de Bienes Culturales y algunas galerías comerciales, “el mercado para las artes plásticas cubanas es foráneo y sus leyes no fueron establecidas ni por los creadores ni por las instituciones del Estado”.

Sobre la pluralidad, Magda González Grau abundó: “La creación artística y literaria en Cuba ha estado signada por la política trazada a principios de la Revolución para democratizar el acceso a la cultura. El gobierno revolucionario brindó posibilidades para que todo el mundo hiciera el arte que deseara, sin ser esclavo del mercado. Como resultado, las tendencias son muy plurales. En la Isla incluso se publican libros que no van a ser muy vendidos, se hacen festivales de música a pesar de que quizás las salas no se llenen; la intención ha sido dar espacio a todas las manifestaciones. Eso resultaba posible porque el Estado era el mecenas, pero ahora las reglas están cambiando; la situación económica obliga a que también la producción cultural se vuelva de alguna manera rentable. Es un reto tremendo, ya que lo existente hasta ahora ha sido bueno para la cultura y ha distinguido el país dentro de un universo donde las leyes del mercado son inexorables”.

Emir García Meralla afirmó que en la esfera de la música, en Cuba jamás ha dejado de existir el mercado. Un ejemplo de ello es Pello el Afrokán y su orquesta, que décadas atrás, gracias a la popularidad de su ritmo mozambique, cobraban cincuenta mil pesos cuando tocaban en el Estadio Latinoamericano. Otros intérpretes, además de recibir el salario que les asignaba la empresa a la cual pertenecían, “por la izquierda negociaban” dinero extra por actuar en bailables.

“La crisis económica de los años 90 trajo un cambio: los músicos se empezaron a insertar en un mercado interno deformado, pues no trabajaban para los cubanos, sino para los turistas foráneos. Empezó la moda Cuba en el mundo y La Habana se llenó de extranjeros deseosos de bailar y comprar discos”. El mercado de la música impulsó el de otras manifestaciones. Se destapó un filón hasta entonces dormido en el país: el de los derechos de autor, los artistas comenzaron a buscar cómo entrar a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE); vinieron buenos empresarios en materia de música, conocedores de las artes plásticas y la literatura, “pero también filibusteros que se llevaban cualquier cosa”. En general, ni los artistas ni los escritores ni las instituciones estaban preparados para entender el mercado, dijo el investigador. Según él, en realidad el impacto del arte cubano –salvo el de Buena Vista Social Club— no es tan trascendente como muchos quisieran, y en lugar de hablar de un mercado mundial es mejor referirse a circuitos donde ha sido bien acogido.

Los últimos veinticinco años marcan el surgimiento y consolidación de una nueva tendencia en el canon literario y artístico de la nación, aseveró Yoss. “Antes lo que se escribía estaba regido por lo que se editaba aquí, y esto por lo estimado acorde con los principios de una sociedad socialista. Llegaron los 90 y los narradores empezaron a publicar fuera de la Isla textos que hasta ese momento las editoriales cubanas rechazaban. El escritor ya no dependía exclusivamente del Estado”. Desde entonces, y de manera inevitable, “la apertura ha sido cada vez mayor” en los ámbitos de la literatura, la música, las artes plásticas.

Dentro de Cuba, “las editoriales trataron de crear un equilibrio entre los imperativos del mercado y los de los valores ideológicos y culturales”, planteó el escritor. Equilibrio todavía no alcanzado, al menos en la esfera literaria, puesto que “hay una desconexión total entre la oferta y la demanda”.


Yoss, escritor de ciencia ficción; Emir García Meralla, escritor, periodista e investigador; Magda González Grau, realizadora audiovisual; Ares, artista de la plástica; y Rafael Hernández, director de la revista Temas, integraron (de izquierda a derecha) el panel de Último Jueves dedicado a “El arte y la literatura: canon y mercado”.

Las dos caras de la moneda
Disímiles impactos del mercado, favorables y desfavorables, sobre el canon artístico y literario, y sobre el creador, mencionaron los disertantes. “En el caso de las artes visuales, quien logra ubicarse en él adquiere una solvencia económica que le permite sobrevivir, dedicarse a la producción artística, e incluso optar por determinadas opciones estéticas y creativas. Artistas cubanos de gran valía han conseguido introducirse en colecciones y circuitos importantes. Sin embargo, el mercado también ha llevado al estrellato a creadores cuya obra no tiene suficiente validez. La mayor contradicción entre mercado y arte se traduce en el conflicto entre comercializar lo que se ha creado o crear solo para vender, son dos cosas completamente diferentes. Es beneficioso encontrar vías para comercializar las obras, pero generar un movimiento de creadores interesado nada más que en vender es el fin para los artistas y para la cultura de un país”, reflexionó Ares.

Más adelante él y Magda González Grau deliberaron acerca de cómo supuestas necesidades del mercado llevan a conformar un erróneo canon artístico. En lugar de brindar a los turistas la cultura que se hace verdaderamente en Cuba, se les ofrece un producto que se supone es lo esperado por ellos, o adecuado a lo que solicitan las agencias foráneas, empeñadas en que este es el reino de la rumba, no el de la música de concierto. En los hoteles no actúa una orquesta de música de cámara, aunque por ser algo inesperado puede resultar atractivo. Incluso se contratan empresas extranjeras para crear la imagen y las campañas turísticas del país. Y esa imagen, ese producto cultural, lo que muestra es las nalgas de las mulatas.

Favorable es que el mercado internacional obligue a los intérpretes cubanos a superar una debilidad de las composiciones nacidas en la Isla durante las últimas décadas, sobre todo en la música popular bailable: el exceso de localismos, alegó Emir García Meralla. Al mismo tiempo, esta insistencia conlleva aspectos negativos: “El mercado pautó que la música cubana que se debía retomar era la de los años 50, parecida a la hecha por Buena Vista Social Club. Eso limita a quienes hacen otro tipo de arte. Existen músicos cubanos cuyas creaciones exhiben patrones más universales y han triunfado mundialmente, pero no es lo habitual”.

De acuerdo con las palabras de Yoss, “el principal efecto del mercado ha sido que, como pidió el Papa Juan Pablo II, Cuba se abrió al mundo y este se abrió a Cuba. A la hora de escribir, hemos tenido que asimilar influencias foráneas, y el mundo ha debido aceptar que los cubanos emplean un vocabulario particular en la literatura, en la música”. Ejemplificó con lo ocurrido en las historias de ciencia ficción: además de los cánones anglosajones, los cultores en la Isla utilizaban “los de la literatura socialista, la preocupación ética de la narrativa soviética; cuando intentamos vender nuestras obras fuera del país no fueron aceptadas”. Él y otros autores integrantes del grupo Fantástico cubano han ido adecuando sus relatos, de modo que ni sean tan locales ni del todo universales, puesto que a las editoriales y a los lectores extranjeros les gusta “el color local”.

Otro efecto de la “influencia innegable del mercado en el mundo cultural cubano” es que, “a despecho de la política igualitarista del país y para desesperación de algunos dirigentes, está creciendo una capa de cuentapropistas”, es decir, personas que medran con el arte, y se “está generando una intensa desigualdad social y cierto malestar a nivel popular”, señaló el escritor.

Magda González Grau, se mostró en desacuerdo con emplear el término “cuentapropismo” para calificar a los artistas y escritores. Argumentó que no tiene nada en contra de los cuentapropistas, pero observa una significativa diferencia entre ellos y los creadores: “De los primeros el Estado necesita que ejerzan su trabajo en un marco legal y paguen los impuestos, el día que le interese de los creadores solo eso, en Cuba no habrá socialismo —y tal cosa no va a ocurrir—, pues los artistas y escritores crean bienes espirituales que son patrimonio de la nación”.

Como sucede en el resto de las artes, el mercado ha influido, y en muchas ocasiones no para bien, en la cinematografía nacional. “Durante los años 90 proliferaron las coproducciones con empresas extranjeras; para sobrevivir el cine cubano tuvo que hacer grandes concesiones desde el punto de vista artístico, de guion, de adaptación”, admitió esta realizadora. De igual modo le preocupa la postura de algunos jóvenes: “A veces los muchachos, con tal de colocar sus filmes en la cadena de premios y festivales, hacen concesiones hasta desde el punto de vista conceptual. Si saben que un tema va a tener pegada, porque son asuntos silenciados, lo eligen oportunistamente. Eso no es bueno”.

Concedido el micrófono a la concurrencia, entre las múltiples preguntas y razonamientos de esta se destacó el parlamento de una investigadora, quien especificó elementos relevantes a la hora de comprender la función del mercado. Entre otras ideas, manifestó: “Es muy importante la socialización del hecho creativo, porque ese hecho no se convierte en un acontecimiento cultural hasta que no llegó al consumo, momento en que los creadores logran trasladar sus puntos de vista, sus apreciaciones; y para eso los mercados son una vía, aunque no la única ni siquiera la fundamental”.

A continuación los panelistas respondieron o comentaron las inquietudes del público, incluso aquellas colaterales al tema central del debate, como la conformación de los gustos y la satisfacción de estos por parte del mercado.

“Un papel fundamental desempeñan las vías por la que se difunde el arte. Este tiene una gran ventaja en relación con otras mercancías: es la única que mientras más consumes más quieres, pero la necesidad de consumir no está colocada dentro de las personas cuando nacen, va surgiendo y se crea un patrón de consumo”, sostuvo Ares. Por su parte, Magda González Grau opinó: “El mercado debe tener en cuenta a los públicos, pero no satisfacerlos ciegamente, sino considerar que sus gustos se pueden educar, modificar”.

¿Matrimonio posible?

En qué medida los mecanismos de mercado pueden promover un canon artístico o literario donde prevalezcan la calidad y la libertad creadora, inquirió Rafael Hernández.

Para Yoss, tal aspiración no es factible: “El mercado ni favorece ni perjudica la calidad, esta es completamente independiente. Todos los productos culturales tienen su público y aunque se pretenda alejarlo de determinadas creaciones, él siempre hallará la forma de encontrarlas. No importa que no se pasen por televisión ciertas películas, las personas las buscarán, ni que algunos libros no se publiquen, los interesados acudirán a Internet”.

“Negociar con los pantalones bien puestos” con quienes aportan los fondos necesarios para la creación, o controlan el mercado, es la propuesta de Emir García Meralla.

“Debemos mantener lo bueno que tenemos, no ser esclavos del mercado, asumirlo como una fortaleza y no como una debilidad; los creadores tenemos que poner los pies en la tierra y pensar que la buena cultura puede ser un producto vendible y reportar beneficios a los artistas y al país”, razonó Magda González Grau. Un excelente ejemplo, por su calidad artística y lo recaudado en la taquilla, es el filme Conducta. “Su director, Ernesto Daranas, realizó la película que quería, de manera casi independiente. Hizo un melodrama —género muy popular y comercial— para hablar de un tema importante, necesario: la educación. Las salas de cine se llenaron”.

El mercado no se reduce al momento de vender y comprar, indicó Ares; “es una cadena que incluye la inversión en la formación artística, la producción de la obra, la difusión y el consumo popular de ese arte. En Cuba forman parte de ella el Estado y sus instituciones. Para que estas últimas funcionen, tendrían que ser diferentes a las que conocemos, no constituir un freno, ser facilitadoras; necesitan flexibilidad total, teniendo en cuenta las características de la producción artística y las condiciones económicas del país, que son completamente diferentes a las de años atrás”. Testimonio de que lo anterior resulta posible es la carrera de Kcho, un artista exitoso en el mercado internacional, quien accedió a este a través de un espacio institucional: la Bienal de La Habana. “Las instituciones, los medios de comunicación masiva, tienen que estimular lo mejor del arte. La crítica especializada y el debate son muy importantes para crear una cultura del entretenimiento, del conocimiento, en relación con los procesos culturales”, concluyó el panelista.

Con su pregunta final, Rafael Hernández instó a seguir reflexionando: ¿Cómo procedemos para salvar la calidad artística y hacer que la cultura nacional no dilapide sus riquezas? Sin dudas la interrogante merece que le dediquemos otro Último Jueves.

Mientras Washington lo piensa, Bruselas negocia con Cuba

La Unión Europea respalda las transformaciones puestas en marcha por el gobierno de Cuba.


LA HABANA, 3 may 2014 (IPS) - La decisión de la Unión Europea (UE) de relanzar sus relaciones con Cuba da muestras de un pragmatismo que deja aún más expuesta la política de embargo y aislamiento de Estados Unidas hacia este país caribeño.

Al término de una reunión de dos días el miércoles 30, representantes del bloque comunitario y de La Habana consideraron positiva su primera ronda de conversaciones, en la que acordaron una hoja de ruta para un proceso que debe culminar en un acuerdo marco de colaboración.

“Hubo un claro interés de ambas partes para llegar a una rápida comprensión común sobre las bases de esta negociación”, dijo a la prensa el negociador de la UE, Christian Leffler. Un comunicado cubano afirmó que los intercambios se desarrollaron de manera “constructiva y positiva” y continuarán en Bruselas.

El interés de la UE respalda las transformaciones que Cuba puso en marcha en 2008 y que, para los europeos, son más abarcadoras que las determinadas en la reforma económica.

Para el bloque de 28 países son importantes la moratoria de la pena de muerte, la apertura al trabajo privado y la restitución a la población de los derechos de viaje y de propiedad sobre viviendas y vehículos.

No menos relevante resulta a los ojos europeos el acuerdo de 2011 del sexto congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba de limitar a dos períodos consecutivos la estancia en los principales cargos estatales y gubernamentales. La decisión incluye al presidente Raúl Castro, quien cumplirá su segundo y último mandato en 2018.

“Yo hablo de cambios en términos generales. Para mí hay más cambios a nivel nacional que la actualización económica. Es un asunto cubano que estamos listos a acompañar”, dijo Leffler.

La Ley de Inversiones Extranjeras, que entrará en vigor en julio, abre tanto para Cuba como para la UE nuevas oportunidades, agregó.

España encabeza el intercambio comercial europeo con La Habana, con más de 1.156 millones de dólares en 2012.

Sin embargo, fue justamente un gobierno conservador español, el de José María Aznar (1996-2004), el artífice de la llamada Posición Común que la UE adoptó en 1996 y que constituye para Cuba una injerencia en sus asuntos internos.

Este tema no estuvo sobre la mesa en esta primera ronda de pláticas. A una pregunta de IPS, Leffler, de nacionalidad sueca, también aclaró que la UE no trajo condicionamientos políticos. “Si queremos negociar un acuerdo, no es muy constructivo venir con un punto inicial de condiciones e imposiciones”, afirmó.

Los desacuerdos entre Bruselas y La Habana en materia de libertades fundamentales se hicieron críticos en 2003, a raíz de la detención y severas condenas impuestas por Cuba a 75 opositores políticos.

Pero en 2008 volvió la calma, y la UE y Cuba acordaron reanudar el diálogo político. En febrero de este año decidieron iniciar negociaciones para un acuerdo marco de cooperación.

“Todos los prisioneros de la primavera de 2003 fueron liberados, la reforma migratoria tuvo lugar y la economía cubana avanza hacia un sistema mixto con un importante componente no estatal. Internacionalmente, Cuba presidió con éxito durante 2013 la reunión cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños”, resumió a IPS el académico cubano Arturo López-Levy.

Este politólogo radicado en Estados Unidos menciona también como punto favorable el papel de La Habana en las negociaciones para “finiquitar el conflicto civil colombiano”, que protagonizan en la capital cubana delegaciones de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del gobierno de ese país.

En su opinión, la negociación del acuerdo de cooperación y diálogo con la UE sirve a las prioridades a largo plazo de la política exterior cubana, en la búsqueda de una mayor autonomía a través de la diversificación de socios.

“Cuba ha logrado avances en sus relaciones con México, Rusia y particularmente Brasil y China, que le otorgan poder de negociación frente a Europa”, dijo.

Pese a las desavenencias, la UE vota a favor de la resolución que Cuba presenta cada año en la Organización de las Naciones Unidas para exigir el cese del bloqueo económico y comercial que Estados Unidos le impone desde la década de 1960, una política restrictiva que impide a ciudadanos de ese país viajar libremente y hacer negocios con La Habana.

“Si queremos negociar un acuerdo, no es muy constructivo venir con un punto inicial de condiciones e imposiciones”. – Christian Leffler

Paradójicamente, ese embargo concede ciertas ventajas al empresariado europeo, interesado en aprovechar las posibilidades de la nueva legislación para atraer capital fresco e invertir en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, una zona franca que se construye con un millonario aporte financiero de Brasil 45 kilómetros al oeste de La Habana.

Este megaproyecto está llamado a convertirse en pivote del desarrollo cubano por la ubicación geográfica de su puerto, remodelado para recibir buques de gran calado. La obra incluye áreas para impulsar inversiones en biotecnología y farmacéutica, energías renovables e industrias agroalimentaria, turística e inmobiliaria, entre otras.

“La reforma ‘raulista’ ha empezado a abrir los apetitos empresariales estadounidenses, incluso de los cubanos acaudalados residentes en Estados Unidos”, comentó López-Levy.

Se hace más probable “un escenario en el que Estados Unidos sustituya la actual política de autoaislamiento por otra más afín a sus valores democráticos, intereses económicos y estratégicos”, opinó.

“Europa tiene un tiempo limitado para posicionarse en Cuba antes de la arrancada empresarial estadounidense. Estratégicamente, Bruselas tiene también tiempo limitado para aprovechar la posición privilegiada que le confieren las circunstancias en las que Estados Unidos restringe a sus propias empresas de competir por el mercado cubano”, agregó.

Quizás ese momento no esté tan lejano. Un sondeo de opinión pública divulgado en Washington en febrero arrojó un apoyo de 56 por ciento de los adultos estadounidenses encuestados en todo el país a la reanudación de relaciones o a un acercamiento más claro con La Habana, y una oposición de solo 35 por ciento.

El resultado clave de esa encuesta fue que una mayoría más amplia (63 por ciento de encuestados) en el sudoriental estado de Florida apoyan la reanudación de relaciones y un mayor compromiso. Allí vive la más numerosa comunidad de cubano-estadounidenses, incluyendo a varios de los más firmes enemigos de Castro en el Congreso legislativo.

Para Ramón Sánchez-Parodi Montoto, un exdiplomático cubano experto en las relaciones con Estados Unidos, no habrá cambios en el gobierno de Barack Obama. En su opinión, si no es en la administración que lo suceda, en la siguiente “debe haber una decisión sustancial hacia la normalización de las relaciones con Cuba”.

Apunta bien implante oftalmológico de células madre en Cuba

LAS TUNAS.—A seis semanas de su despegue, con el rigor científico que distingue a los ensayos clínicos en la medicina cubana, el implante de células madre como terapia frente a enfermedades degenerativas de la retina sigue develando el promisorio horizonte que ese procedimiento puede tener en el país, a favor de la salud y calidad de vida en personas ciegas y débiles visuales.

Realizado por vez primera en el centro oftalmológico del Hospital Doctor Ernesto Guevara, de esta ciudad, el implante se ha sustentado en la búsqueda y procesamiento de información especializada, proyección del trabajo, creación de condiciones y ejecución a pie de salón, por parte de un equipo multidisciplinario que ha integrado sólida y cohesionadamente el conocimiento y la maestría de cinco oftalmólogos, dos hematólogos y técnicos de ambas especialidades, encabezados por la doctora en Ciencias Rosa María Pérez Guerrero y el doctor Rogelio Pérez Rivero.

Sobre la base de una cuidadosa labor de laboratorio, los especialistas han utilizado plasma de los primeros cuatro pacientes atendidos, a fin de obtener células madre, decisivas para restaurar áreas dañadas, tras implante por medio de inyecciones intravítreas, subtenonianas, retrobulbares y endovenosas.

Cuba se inserta así en el quehacer científico internacional que pretende extender y afianzar aún más el benigno empleo de las células madre en oftalmología, concretamente frente a enfermedades degenerativas de la retina.

Según explica la Doctora en Ciencias Rosa María Pérez, una de las pacientes implantadas, mejoró notablemente su agudeza visual, al ascender dos líneas de la cartilla de Snellen; un segundo caso avanzó una línea, mientras el cuarto de los implantados muestra favorable cambio en el campo visual.

El estudio tiene en cuenta la incidencia de la retinosis pigmentaria y la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE): causas que más conducen a la ceguera y a la debilidad visual en Las Tunas, según estudios del antiguo Centro de Retinosis Pigmentaria, integrado ahora al centro de oftalmología del hospital Guevara.

Para iniciar esta experiencia ha sido determinante el uso del Filgrastim o Leukocim: medicamento producido en Cuba, entre cuyas propiedades se encuentra estimular la multiplicación y paso de células madre, de la médula ósea al torrente sanguíneo periférico y permite su obtención para posterior implante a favor del propio donante.

En declaraciones para la corresponsalía de la Agencia de Información Nacional en Las Tunas, el doctor Porfirio Hernández Ramírez, coordinador nacional del Programa de Medicina Regenerativa, ponderó el valor médico y humano del ensayo clínico, primero con esas características del que se tiene referencia aquí.

Aun cuando el estudio está en fase inicial, especialistas de otras instituciones del país, e incluso del exterior, muestran interés por conocer detalles, asimilar conocimientos y llevarlos gradualmente a la práctica.

Este ensayo clínico es un peldaño más en el reconocimiento a la semilla que dejó el eminente oftalmólogo y científico Orfilio Peláez, cuya contribución al estudio y tratamiento quirúrgico de la retinosis pigmentaria marcó pauta a escala de la ciencia médica mundial.
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