El 25 de noviembre comienza jornada internacional de 16 días de activismo.
Foro se pronuncia por mayores avances en la protección de mujeres y niñas violentadas. Foto: Jorge Luis Baños_IPS
La Habana, 26 nov.- Por no llegar al 25 de noviembre de 2016, Día Internacional por la Eliminación de la Violencia hacia la mujer, sin avances y soluciones a las urgencias que en materia de coordinación de acciones y de atención integral a víctimas demanda el tema en Cuba, se pronunciaron participantes en un panel multiactoral convocado por el Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR).
Organizado en dos sesiones: Prevención y atención a la violencias de género como problema de salud, social y de derechos y Violencia de género y contextos sociales diversos, participaron expertos que por años han trabajado el tema desde la clínica, la investigación, las acciones comunitarias, la educación y la salud.
Desde las diferentes ópticas y disciplinas, las especialistas destacaron los avances en materia de sensibilización y capacitación, introducción del tema en asignaturas optativas para carreras como derecho y psicología, proyectos que acercan a los hombres a contribuir a la solución del problema.
Sin embargo, desde sus ámbitos diversos reconocieron la insostenible ausencia de un mecanismo estatal eficiente de coordinación integral del trabajo sobre este fenómeno –con raíces en desigualdades de poder-, que impide sean adoptadas decisiones en materia de atención de víctimas, y la necesidad de incluir el asunto en los currículos de estudios superiores de modo que los profesionales de la pedagogía, medicina y derecho, entre otros, estén preparados para brindar atención.
Se refirieron a la ausencia de estadísticas globales de violencia, a cómo la escasa preparación de quienes deben atender a las mujeres cuando acuden a los servicios médicos o la policía lleva a su revictimización y el desconocimiento entre juristas de normas como el Plan de Seguimiento de Beijing, que contiene acciones a emprender por todas las organizaciones, entre otros.
La psicóloga Mareelén Díaz, de OAR, abogó por una estrategia integral nacional que considere las diferencias territoriales y las desigualdades, mientras Ivón Ernand, también de OAR, habló de las carencias en el sector de la salud y pidió llevar a los médicos de la atención primaria y otros actores de la comunidad los pasos elementales de la atención a las víctimas de violencia.
De acuerdo con la psiquiatra Ada Alfonso, del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), “si bien las subjetividades humanas no se mueven con la celeridad deseada, hay cosas que no pueden esperar todo el tiempo del mundo”.
Cuando uno ve los avances de la mujer en Cuba como resultado de la propuesta de la revolución para que todos podamos vivir de una manera diferente, se cuestiona “cómo no ha podido resolver una situación tan sencilla como que exista un servicio de salud para atender a las mujeres víctimas en un país que tiene a capacidad de brindar esos servicios”.
Alfonso hizo una comparación entre los escasos avances institucionales en materia de violencia con la atención al VIH/sida, que cuenta con sólido programa de prevención y control con un aparato como los Grupos Operativos para el Enfrentamiento y Lucha contra el Sida (GOPELS), una línea de ayuda, consejería en todo el país y una representación en todos los municipios, todo como resultado de una respuesta gubernamental.
También mencionó que en algunas naciones, entre ellas Venezuela, donde existe una conciencia de la necesidad de brindar un servicio, hay un respaldo como las casas de acogida, que sirven de puente entre la mujer que sufre y el sistema de justicia que va a darle una respuesta. En tanto, en Cuba, “si nos proponemos hacer una línea ayuda, hacia dónde usted deriva a esa mujer”, cuestionó.
Como país, por las posibilidades dadas para el avance de las mujeres en materia de igualdad, Cuba tardó en reconocer la existencia de violencia de género.
Un grupo para la prevención y la atención al tema creado en 1997 bajo la sombrilla de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), logró avances en la visualización y atención del fenómeno como parte de la Plataforma de Acción de Beijing.
Sin embargo, por decisión gubernamental ese mecanismo fue eliminado y el tema pasó al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), donde no existe ni experiencia ni tradición para tratar un tema de tanta complejidad.
Para Alfonso, los 20 años transcurridos desde que investigadoras e instituciones aisladas comenzaron a trabajar el tema “es demasiado tiempo, porque hay personas que no pueden dormir, sufren y temen por sus vidas, hay niños que están afectados”, sin que hasta el momento exista ni un protocolo de atención para las víctimas.
“Tenemos que hacer un poquito más de presión sobre las instituciones a las que nuestro Estado les ha dado el mandato de liderar esto o, de lo contrario, hacer presión para que vuelva al lugar donde debe estar. No podemos esperar el 25 de noviembre del año próximo en la misma situación”, enfatizó Alfonso.
En el encuentro organizado por OAR se habló también sobre el abuso sexual hacia niños y niñas como una forma de maltrato infantil y de violencia sexual, cuyas consecuencias se arrastran para toda la vida, la violencia simbólica ejercida desde los medios de comunicación, la violencia en el ámbito escolar y las consecuencias de la violencia en las relaciones de pareja.
Myrta Kaulard, coordinadora residente del Sistema de Naciones Unidas (SNU) en Cuba, destacó que la nación caribeña es modelo de como luchar contra las desigualdades y apoyar la paz y entregó a Gabriel Coderch, coordinador de OAR, el premio Únete Al compromiso con la igualdad y la No violencia de género, que reconoce el trabajo sostenido de esa organización por eliminar este flagelo.
Teresa Amarelle, secretaria general de la FMC, convocó a seguir contribuyendo en enseñar a mujeres, infancia y familias a identificar las diferentes manifestaciones de violencia y a desarrollar acciones más allá de los 16 días de activismo, que comienzan el 25 de noviembre y se extienden hasta el 10 de diciembre, Día de los Derechos Humanos.
En la tarde, la artista Únete Rochy Ameneiro convocó a danzar por la No violencia en un parque público de la barriada del Vedado, con música de X Alfonso y la participación de la Compañía Paso a Paso.
La iniciativa contó con el apoyo del Instituto Cubano de la Música, la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades, La Rueda Producciones, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación COSUDE, el Programa de Voluntarios de la ONU y el Sistema de las Naciones Unidas en Cuba, como parte de las acciones de la Campaña ÚNETE.
En horas de la noche, en el teatro Mella, en La Habana, tuvo lugar el tradicional concierto por la No violencia, con la participación de artistas como Beatriz Marquez.
(2015)