"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

domingo, 1 de junio de 2014

Petición para eliminar el Bloqueo de EE.UU a Cuba / Difundelo.

Una petición a Obama y al pueblo de EE.UU- Se puede firmar aquí  http://chn.ge/1nE6gfm

El Índice de Desarrollo Humano y la desigualdad en los países de medios y bajos ingresos: Un análisis empírico para América Latina y el Caribe


Autor(es): MSc.Duniesky Feitó Madrigal; MSc. Malena Portal Boza

Resumen

Tradicionalmente, los estudios sobre el Índice de Desarrollo Humano (IDH), se han enfocado a la evaluación de estos a través de medidas de indicadores de logro social. El presente trabajo adopta una visión alternativa y más integral de estos enfoques al vincular medidas de desigualdad económica. En ese sentido, se decidió analizar la relación estadística entre los gastos en educación, los gastos de salud y el Índice de Gini, con el IDH. Con datos de diez países de América Latina y el Caribe, mediante una metodología de datos de panel dinámico, se encontró una relación positiva y estadísticamente significativa entre los gastos de salud y educación con el IDH; también se encontró una relación negativa y estadísticamente significativa entre el Índice de Gini y el Índice de Desarrollo Humano.

Introducción

El enfoque de desarrollo humano propuesto por el Programa de Naciones Unidas para elDesarrollo (PNUD) establece que aquello que un individuo puede ser o hacer define su calidad de vida como persona. La libertad que gozan los individuos para elegir formas de vida alternativas en función de los objetivos establecidos por ellos es indicativa del desempeño de una sociedad que respeta y promueve el valor de sus miembros. El objetivo básico del desarrollo es ampliar las oportunidades abiertas a las personas para vivir una vida saludable, creativa y con los medios adecuados para participar en su entorno social. Dentro de este enfoque el PNUD ha desarrollado un índice para medir el nivel de Desarrollo Humano alcanzado por los países, el Índice de Desarrollo Humano (IDH).

El IDH mide el progreso medio conseguido por un país en tres dimensiones básicas del desarrollo humano: disfrutar de una vida larga y saludable, medida a través de la esperanza de vida al nacer; disponer de educación, medida a través de la tasa de alfabetización de adultos (con una ponderación de dos terceras partes) y la tasa bruta combinada de matriculación en primaria, secundaria y terciaria (con una ponderación de una tercera parte); disfrutar de un nivel de vida digno, medido a través del PIB per cápita en términos de la paridad del poder adquisitivo (PPA) en dólares estadounidenses (US$). Para calcular el IDH se crea un índice para cada una de estas dimensiones (los índices de esperanza de vida, educación y PIB), para lo cual se escogen valores mínimos y máximos para cada uno de los tres indicadores. Luego, se calcula el IDH como simple promedio de los índices de los componentes.

El desarrollo humano es un paradigma normativo y supone no sólo la ampliación de las capacidades humanas, sino también la equidad en su distribución. Tanto la acumulación de los resultados en elites económicas o de poder, como la persistencia de la pobreza, entendida como la negación de esas capacidades, son consideradas formas esencialmente injustas. Los logros (en el sentido de avances en el IDH), la desigualdad y la pobreza son tres posibles resultados del mismo proceso y deben analizarse conjuntamente. El IDH muestra la tendencia promedio de los avances de una sociedad, pero no evidencia la forma como se distribuyen esos avances. Frecuentemente, esos logros sólo benefician a una parte de la población, produciendo sociedades estratificadas en las que las capas altas gozan de un alto bienestar y acceso al poder, mientras que grupos menos desfavorecidos, usualmente mayoritarios, luchan por sobrevivir en condiciones de pobreza.

Según el PNUD, Latinoamérica es la región más desigual del mundo. Existen razones normativas y prácticas que determinan que los altos niveles de desigualdad constituyan un obstáculo para el avance social. La desigualdad y sus rostros visibles en la sociedad son una realidad incuestionable para cualquier ciudadano. La noción de que dicha desigualdad es inaceptable desde un punto de vista normativo e instrumental ha sido discutida durante muchos años en las ciencias sociales y la filosofía política. Sin embargo, subsisten distintas visiones sobre qué tipo de desigualdad es relevante y debe ser prevenida mediante la acción pública. Tras esta discusión subyacen distintas “ideas de justicia” que pre­sentan visiones diferentes acerca de la desigualdad y su relación con el desarrollo humano.

Uno de los aspectos centrales de esta discusión se relaciona con la dimensión en la cual se mide esta desigualdad. Es posible hablar de desigualdad de oportunidades, desigualdad de acceso a posibilidades de “ser” o “hacer” (denominadas funcionamientos en el marco que plantea este Informe), desigualdad de ingresos, educación u otros indicadores de logro social, así como desigual­dad en términos de participación e influencia política, entre otras dimensiones relevantes. En todos los casos, la desigualdad es resultado de una combinación de elementos y no puede ser explicada por una causa aislada.

Debido a la importancia que reviste la desigualdad en el desarrollo humano a nivel mundial, y en particular en los países de medianos y bajos ingresos, ha surgido el interés de expertos en diversas ciencias por estudiar este fenómeno. En el ámbito económico y social hay una amplia gama de trabajos que han contribuido a entender la naturaleza de estas relaciones. Existen, por ejemplo, los que analizan la repercusión del gasto público en el IDH. Entre ellos destacan, De la Torre (2004), López Azcúnagua, Machin Álvarez (2008). De la Torre (2004) estudia la influencia del gasto público por entidad federativa en México y su influencia en el Desarrollo Humano a nivel estatal. López Azcúnagua, Machin Álvarez (2008) evalúan la relación del IDH con el estado de bienestar y analizan para ello la relación entre los gastos de salud y educación con el IDH para países europeos de IDH alto, países latinoamericanos de ingresos medios y países africanos de con niveles de desarrollo humano bajo. Otros estudios como el de Montesino Cedillo (2008) comprueba el efecto del acceso a servicios básicos (agua) en los niveles de desarrollo humano en el estado de México. En ese sentido también hay otros estudios que investigan la incidencia de las políticas de descentralización pública sobre los niveles de desarrollo y desigualdad interregional en América Latina (ver González 2011). En su totalidad, la mayor parte de estos trabajos se han enfocado a analizar los determinantes de desarrollo humano a través de medidas de desigualdad en indicadores de logro social, y aunque se sabe que la desigualdad de los ingresos es una de las mayores problemáticas que enfrenta ALC en relación al desarrollo humano, no se encontraron estudios precedentes en la literatura consultada que relacionaran estos factores a partir de un enfoque econométrico.

A diferencia de la literatura existente, en este artículo se revisa la relación del IDH con variables representativas de logro social y de desigualdad en términos económicos con el objetivo de poder evaluar la relevancia de estas desigualdades en el IDH. También este trabajo se caracteriza por incorporar al análisis el uso de variables instrumentales propuesto por Hausman y Taylor (1981) a partir de que las desigualdades en las dimensiones de salud, educación e ingresos pueden estar relacionadas con determinantes no observadas en el desarrollo humano. En tal sentido, se trata de comprobar cuál es el grado de influencia de la desigualdad en los ingresos, representado a través del Índice de Gini, los gastos de educación y salud, en el desarrollo humano, es decir medir la elasticidad del IDH en función de las variaciones ocurridas en cada una de las variables contempladas en el modelo desde una perspectiva de largo plazo. El estudio abarca diez países de América Latina y el Caribe (ALC).

Partiendo de la conceptualización de las variables seleccionadas y las tendencias observadas en ALC en relación al desarrollo humano, razonablemente pudiera esperarse una relación positiva entre el IDH y los esfuerzos que realizan los diferentes países en los gastos de educación y salud. También se espera encontrar una relación negativa entre el IDH y el Índice de Gini.

La estructura del documento se presenta en el siguiente orden: en la primera sección se hace una revisión del estado del arte de los principales aportes teóricos y empíricos referentes al desarrollo humano y su relación con las variables seleccionadas para el estudio. En esta sección se presentan además los aportes empíricos desde la visión de América Latina, lo cual permitirá tener un referente en cuanto al comportamiento de las variables en el marco de la región.

En la segunda sección se presenta evidencia empírica relacionada con el desarrollo humano de los países que son centro de análisis de la investigación, en el marco de una metodología de datos de panel que permitirán determinar el comportamiento de las variables seleccionadas en relación al desarrollo humano de los países objeto de análisis.

Finalmente, la sección tres presenta las principales conclusiones obtenidas de las estimaciones del modelo, contrastando los resultados con los estudios teóricos y empíricos analizados como parte de la investigación.

SECCIÓN 1. Marco teórico y referencial de la investigación

Desarrollo humano e índice de desarrollo humano (IDH).


Durante la década del 80 se abrió paso en los circuitos académicos el pensamiento del economista hindú, Amartya Sen, sobre el desarrollo, conocido como el enfoque de las capacidades. Esta concepción está detrás de la propuesta del "desarrollo humano" elaborada por Naciones Unidas en los 90. En 1998, Sen recibió el Premio Nóbel de Economía y hacia comienzos del siglo XXI es indiscutible la influencia de su enfoque en organismos internacionales y en la comunidad académica.

El "enfoque de las capacidades" de Sen se basa en la Teoría de la Justicia de John Rawls (1971), quien define la privación como la disponibilidad de "bienes primarios" (bienes materiales o libertades básicas), con los cuales las personas pueden perseguir fines diferentes. Sin embargo, a diferencia de Rawls, Sen llama "capacidades" lo que la persona puede ser o hacer ("opciones") y lo que efectivamente llega a ser o hacer ("logros") y no los bienes de los que dispone. En este sentido, la provisión de bienes es necesaria pero no suficiente para entregarle a la persona una mayor gama de opciones. "Aunque los bienes y servicios son valiosos, no lo son por sí mismos. Su valor radica en lo que pueden hacer por la gente o más bien, lo que la gente puede hacer con ellos".

En su libro Desarrollo y libertad (1999), Sen concibe el desarrollo como un proceso de expansión de las libertades reales de las que disfrutan los individuos, libertades que se refuerzan mutuamente. "El desarrollo tiene que ocuparse más de mejorar la vida que llevamos y las libertades de que disfrutamos. La expansión de las libertades que tenemos razones para valorar no sólo enriquece nuestra vida y la libera de restricciones, sino que también nos permite ser personas sociales más plenas”.

La obra de Sen ha influido en el "enfoque del desarrollo humano" adoptado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, desde los 90 y en la evaluación de los logros alcanzados por los diversos países sobre un conjunto de dimensiones más amplias que la variación de Producto Interno Bruto per cápita, los que se han plasmado en los informes de desarrollo humano.

En este sentido, el Primer Informe del Desarrollo Humano afirma que "el desarrollo humano es un proceso mediante el cual se amplían las oportunidades de los individuos, las más importantes de las cuales son una vida prolongada y saludable, el acceso a la educación y el disfrute de un nivel de vida decente. Otras oportunidades incluyen la libertad política, la garantía de los derechos humanos y el respeto a sí mismo".

Lo anterior implica que para evaluar el desarrollo deben tomarse en cuenta la magnitud del crecimiento económico y su calidad. Por tanto, también hay que abordar la desigualdad El Primer Informe reconoce, asimismo, que las oportunidades no son un conjunto acotado. Ellas pueden variar en el tiempo, muy vinculadas a las características de cada sociedad y a su contexto histórico.

Los informes de desarrollo humano de 1992 y 1993 han incluido en la definición de desarrollo humano las dimensiones de sostenibilidad y de participación. Rodrigo Márquez (2006) indica que el desarrollo humano es una manera distinta de abordar lo social, ya que el énfasis está puesto en las personas y no en los sistemas sociales como la economía. Es una mirada multidimensional que abarca distintos aspectos de las vidas como lo material, lo cultural y lo espiritual. Es una visión que tiene al largo plazo como horizonte temporal, que se preocupa por el futuro. Asimismo, implica un enfoque normativo porque hay principios que están en la base de la sociedad deseada, y que constituyen el marco para evaluar su estado actual.

Márquez señala que los factores principales del desarrollo humano son:

• La potenciación, entendida como el incremento de las capacidades de las personas para hacer las cosas que estiman valiosas.

• La productividad, como capacidad de las personas de participar en el sistema económico.

• La seguridad, como certezas que permitan estabilidad en las oportunidades disponibles para las personas.

• La sostenibilidad, entendida como la capacidad de que las personas desplieguen al máximo su potencialidad sin comprometer las posibilidades de que las generaciones futuras hagan lo mismo.

• La participación, que posibilita que las personas sean gestoras de su propio desarrollo.

• La equidad, espacial y de género, que implica reconocer que el desarrollo humano debe ser de todos.

En 1990, el economista pakistaní Mahbub ul Haq planteó la necesidad de disponer de un instrumento que disputara la hegemonía de los indicadores económicos en el análisis del desarrollo y acompañara el concepto de desarrollo humano con datos de los éxitos y fracasos de los países desde una perspectiva comparada. Así nació el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que mide las capacidades humanas en tres dimensiones fundamentales: salud, educación e ingresos.

El IDH da una idea de cuán lejos está una sociedad de una meta ideal de desarrollo humano. Varía entre cero y uno. Un valor cercano a uno implica que se ha alcanzado la meta de desarrollo.

Índice de desarrollo humano: críticas paralelas
Durante sus veinte años de existencia el IDH ha suscitado gran cantidad de críticas. Como señalan Raworth y Stewart (2002), algunas han sido asimiladas y se han incorporado en el propio índice, pero otras siguen estando aún presentes.

Según la Oficina Mundial de Desarrollo Humano en relación a los conceptos del IDH, plantea que otras dimensiones del desarrollo humano como la ambiental o la seguridad aún no están incorporadas en el IDH. Otro planteamiento es que el desarrollo humano no debería medirse en un índice compuesto, sino a nivel de los indicadores individuales, en ese sentido se plantea que la ponderación que se asigna (un tercio a cada componente) es arbitraria y presume una función de bienestar social.

El Informe Mundial del PNUD de 1999 introdujo un cambio en el cálculo del índice. Esta modificación afectó el ordenamiento de los países en uno de los tres subíndices que lo componen: el PIB por habitante (los otros dos se refieren a la esperanza de vida al nacer y un subíndice de educación que combina el alfabetismo entre los adultos y la tasa de matrícula en los tres niveles de enseñanza).

Para responder a la crítica que se le había hecho al IDH en lo que respecta al procedimiento de incorporar en el cómputo el PIB por habitante (“castigaba” desmesuradamente a los países de nivel medio y alto de ingreso), posteriormente se utilizó una nueva función para ordenar los países en esa dimensión. Al igual que la anterior, la nueva función también suaviza el efecto del PIB per cápita en el índice, pero de una manera menos acusada.

En la versión anterior se daba una ponderación muy elevada al ingreso por habitante por debajo de cierto umbral (cercano a US $5.000 en dólares de poder adquisitivo de paridad), la cual disminuía drásticamente a partir de dicho valor (PNUD, 1999)

En la versión actual, la función que permite obtener el puntaje de cada país en el subíndice de ingreso del IDH es la siguiente:

W(Y) = (logY – logYmín) / (logYmáx– logYmín) ……… (1)

En esta expresión, logY es el logaritmo del PIB per cápita (en dólares de poder adquisitivo de paridad) del país en cuestión y logYmáx y logYmín son los límites entre los que se consideró varía el logaritmo del PIB per cápita. Los límites se establecieron en log(40.000) y log(100), respectivamente.

En ese sentido y a partir de esta nueva concepción del cálculo del IDH, varios estudios [1] han demostrado que este procedimiento, al igual que el anterior, “castiga” a los países de nivel de ingreso medio y alto (superior a 5.000 dólares) lo que hace que el IDH sea muy poco sensible, incluso a aumentos importantes del ingreso per cápita en los países que han superado ese umbral, como es el caso, en América Latina.

Este ejemplo revela que el índice es poco sensible al crecimiento económico de mediano plazo. Las consecuencias son obvias para un amplio grupo de países de ingreso cercano o superior al ingreso mediano. Esta es una limitación importante del IDH, particularmente en las circunstancias actuales, en que el crecimiento elevado y sostenido desempeña un papel cada vez más decisivo en el nivel de bienestar presente de la población y en el de las generaciones futuras debido a la alta rigidez de la distribución del ingreso.

Agrava lo anterior la circunstancia que el índice no incorpora explícitamente la desigualdad en la distribución del ingreso. Esto implica, por ejemplo, que un país de PIB per cápita de nivel mediano, cuya economía crece a una tasa baja y lo hace con aumento de la desigualdad lo que puede traducirse en una baja del ingreso de los estratos más pobres, obtiene al final del período un puntaje en el IDH similar al del comienzo.

Todo lo anteriormente expuesto indica que es necesario revisar la forma en que se calcula el subíndice de PIB per cápita y explorar formas de incorporar explícitamente en el IDH una corrección por nivel de desigualdad en la distribución del ingreso

Los niveles de desigualdad y el IDH en los países de América Latina y el Caribe
La humanidad ha ido evolucionando y conociendo cada vez más profundamente la naturaleza de los fenómenos de la realidad físico natural y social; conocimiento que, en parte, ha contribuido al progreso de la humanidad. Ese proceso, vinculado con el desarrollo de las sociedades y las potencialidades individuales, ha sido un largo y tortuoso camino, en el cual muchos pueblos y personas han quedado al margen del progreso, alcanzado por pocas sociedades en el mundo.

Según el PNUD, en su informe regional sobre desarrollo humano para América Latina y el Caribe 2010, los países de ALC se encuentran entre los más desiguales del mundo en ingreso per cápita de los ho­gares: 10 de los 15 países más desiguales del mundo pertenecen a esta región (UNU/WIDER, 2008; Gasparini et al., 2009a). Así, el coeficiente de Gini del ingreso de ALC es 65% más alto que en los países de ingresos altos, 36% más elevado que en los paí­ses del Este Asiático y 18% superior al del África Subsahariana (López-Calva y Lustig, 2010).

Por subregiones, la desigualdad muestra una disminución constante en América Central, mientras en el Cono Sur y la Región Andina se incrementó durante los años noventa, y apenas hacia la mitad de la década siguiente registró una disminución importante (Gasparini et al., 2009a; López-Calva y Lustig, 2010). Sin embargo, los niveles de desigualdad en los países de la región aún son muy altos: Bolivia, Haití y Brasil, por ejemplo, reportan un índice de Gini superior a 55 %

Al considerar las desigualdades en acceso a servicios de infraestructura básica, medidas con base en la disponibilidad de agua potable y electricidad, se observa respecto al cambio en el acceso al agua potable en el hogar, la brecha entre ambos grupos aumentó en Ecuador, Nicaragua y Venezuela, y en Gua­temala, Honduras y Bolivia ocurrió lo mismo con el acceso a la electricidad

Según el PNUD en su informe del 2010, desde la perceptiva de logros sociales, el índice de educación es el que más “aporta” al nivel del IDH en la mayoría de los países de la región con excepción de Bahamas, Costa Rica, Dominica, Guatemala, Belice, Haití, Nicaragua y Trinidad y Tobago. Esto se debe a que en décadas recientes la expansión del acceso a la educación en la región se caracterizó por una amplia cobertura, que propició una notable disminución del analfabetismo y un aumento de las tasas de asistencia escolar (Gasparini et al., 2009a). En cuanto al índice de salud, su contribución al valor del IDH fluctúa entre 29% y el 38 %. El índice de ingresos, por el contrario, es el que menos contribuye al IDH. Esta información indica que, en principio, la dimensión del ingreso es uno de los mayores desafíos para los países de la región, pues además de su bajo nivel relativo muestra, como se vio anteriormente, una mayor desigualdad.

SECCIÓN 2. Especificación del modelo econométrico

Para validar empíricamente la hipótesis de que los gastos de salud, educación y la distribución de los ingresos (índice de Gini) contribuye al desarrollo humano de los países se utiliza un modelo de regresión con datos de panel, ya que la información combinada de los datos de panel proporciona "una mayor cantidad de datos informativos, más variabilidad, menos colinealidad entre variables, más grados de libertad y una mayor eficiencia", Gujarati (2004). La información de corte transversal que compone el panel de datos consiste en un conjunto de ecuaciones, una por cada país, un total de 10 países de América Latina. En ese sentido fueron seleccionados los siguientes países: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, El Salvador, México, Bolivia, República Dominicana, Honduras, Panamá y Guatemala. La información de series de tiempo corresponde al periodo 2005-2010 de forma anual. La representación general del modelo de ecuaciones con datos de panel es:

y it = ά it +X it ‘β i + ε it

i= 1, 2,3,..., N

t=2005………,2010

donde, el vector de la variable endógena o explicada yit es el índice de desarrollo humano con i representando el subíndice del país que tiene un máximo de N observaciones transversales y t el subíndice de tiempo que tiene un máximo de T periodos. Xit es una matriz de variables explicativas que incluye a los gastos de salud, los gastos en educación y el Índice de Gini. αit es el vector del intercepto que puede ser interpretado como las características individuales de cada país, las cuales podrían ser comunes o específicas, y εit corresponde a los términos de perturbación o error, el cual recoge todos aquellos elementos que afectan al IDH pero no son considerados explícitamente en el modelo.

2.1 Análisis de las variables
En el modelo propuesto para explicar el comportamiento del IDH para la muestra de países seleccionados se incluyen como variables explicativas, los gastos en educación, los gastos de salud y el Índice de Gini. En el cuadro 1 se describe las características fundamentales de las variables seleccionadas. (Por las características de esta página no se pueden visualizar las tablas elaboradas)

El cuadro 2 (No visible aquí) muestra las estadísticas que permiten describir el comportamiento de las variables estudiadas. De estos datos se pueden señalar tres aspectos fundamentales, en primer lugar los países seleccionados para el estudio se encuentran en el rango de 0.70 y 0.59 según la escala del PUND (nivel de desarrollo humano medio); el coeficiente de Gini por su parte evidencia una elevada diferenciación en la distribución de los ingresos que sobrepasan como promedio el 51 % de inequidad. Por otro lado y según los datos relacionados a los gastos de salud y educación, todo parece indicar que en el grupo de países seleccionados se destina una mayor cantidad de recursos hacia los servicios de salud y en menor medida a la educación.

Como se puede apreciar en el análisis gráfico, (No publicado en esta página y sí en el material original) existe una relación negativa entre el Índice de GINI y el IDH, así como una relación positiva entre los gastos de salud y educación y el Índice de Desarrollo Humano. La evidencia gráfica demuestra que en el periodo analizado y para el grupo de países seleccionados, esta relación persiste en el tiempo. Es importante señalar que estos resultados no difieren de lo esperado, ya que estos efectos están en correspondencia con los elementos teóricos abordados.

SECCIÓN 3. Análisis de los resultados

En el modelo estimado la variable dependiente corresponde al IDH, en función del gasto en educación, salud y el Índice de Gini. De acuerdo a las pruebas de hipótesis (ver cuadro 3), se estimó un modelo de Efectos Aleatorios. También, a partir de la posibilidad de existencia de correlaciones en las variables explicativas y de obtener estimadores de MCO inconsistentes, se decidió incorporar al modelo variables instrumentales. Como es conocido el IDH incluye variables asociadas a la educación, la salud y riqueza. En ese sentido, existe una posible relación causal entre las variables explicativas propuestas y el Índice de Desarrollo Humano, así como la existencia de características no observadas de educación, salud e ingresos, que pueden asumirse como un componente del término de error de la ecuación que se pretende estimar como parte del estudio. La posible causalidad entre las variables gasto de salud, educación e Índice de Gini y el Índice de Desarrollo Humano necesitará, por lo tanto de estimaciones con variables instrumentales, así como de la disponibilidad de los instrumentos adecuados. Con respecto a los instrumentos seleccionadas para explicar el Desarrollo Humano asociado a dimensiones de desigualdad, se retoma el enfoque de capacidades de Amartya K. Sen, quien argumenta que el problema fundamental de la de la desigualdad es la ausencia de las capacidades básicas, donde las capacidades básicas son las cualidades, las características específicas que tiene o no el individuo y que son definidas por este autor como la educación, la nutrición, accesos a servicios básicos y la vivienda, que representan tanto la posibilidad de autodeterminarse y participar en sociedad, como la posibilidad para generar ingresos. A partir de esta conceptualización fueron seleccionados como instrumentos, promedio de años de escolaridad, % de la población con acceso a servicios básicos de calidad (agua) y el porciento de la población que vive con menos de 2 dólares diarios. Para validar si los instrumentos son pertinentes se aplica la prueba de Sargan, en esta prueba la hipótesis nula es que los instrumentos son válidos. Según los resultados de la prueba de Sargan (0.57) se demuestra que los instrumentos no están correlacionados con el término de error lo que confirma que la validez de los mismos. La información analizada para estos instrumentos fueron obtenidas del Banco Mundial y de la Base de Datos de Barro y Lee (2012) para el caso del promedio de años de escolaridad.

Se analiza la información disponible entre 2005-2010. Como se puede apreciar y de acuerdo a las pruebas realizadas, el modelo de panel dinámico es el modelo más adecuado para explicar la relación de las variables seleccionadas con en IDH. Es importante señalar que la incorporación de los instrumentos permitió incrementar los niveles explicativos del modelo. Los resultados del estudio demuestran que existe una relación positiva y estadísticamente significativa al 5 % entre los gastos de educación y salud y el IDH. Por otro lado y corroborando la hipótesis planteada en la investigación, los resultados demuestran la existencia de una relación negativa y estadísticamente significativa al 5 % entre el índice de Gini y el IDH, es decir a mayores niveles de desigualdad en los ingresos, los países muestran menores niveles de desarrollo humano. Este último resultado está en correspondencia con la evidencia empírica de investigaciones precedentes que demuestran que las principales diferencias en América Latina y el Caribe están relacionadas a la distribución de los ingresos. Ambos resultados evaluados en el largo plazo nos permiten explicar las posibles variaciones que pueden sufrir estos países en el IDH ante modificaciones en los gastos de educación, los gastos en salud y el índice de Gini. En tal sentido pudiera esperarse que por cada variación en un 1 % de los gastos de educación, el IDH pudiera incrementarse o disminuir en 19%. En relación a los gastos de salud se espera que un incremento o disminución del 1 % de estos valores pudiera ocasionar variaciones en el IDH en un 28 %. Por otro lado, si se incrementa o disminuye la desigualdad de los ingresos en un 1 %, el IDH pudiera sufrir variaciones en un 30% puntos para la muestra de países seleccionados.

Consideraciones Finales
Los resultados mostrados como parte de esta investigación permiten afirmar que las variables, gasto en educación, gasto en salud y el Índice de Gini explican la evolución del Índice de Desarrollo Humano para la muestra de países seleccionados.

Los resultados obtenidos corroboran la hipótesis inicial de la investigación de la existencia de una relación positiva y estadísticamente significativa entre los gastos de educación, salud y el IDH, así como la existencia de una relación negativa y estadísticamente significativa entre el IDH y el Índice de Gini. Cabe destacar que para explicar el IDH hay que tener muy en cuenta la diferencia en la distribución de los ingresos ya que un 30 % de su valor está explicado por la evolución de dicha variable

Estos resultados, y en específico la relación de Índice de Gini con el IDH, pudieran contribuir al debate actual de diferentes autores que plantean la necesidad de contar con una medida de equidad económica que se acerque un poco más a la realidad actual, pues como quedó demostrado en la investigación está dimensión tiene una estrecha relación con el IDH en países de ingresos medios y bajos.

Por último los resultados del estudio permiten corroborar que ALC enfrenta la necesidad de avanzar decisivamente hacia sociedades mucho más equitativas, donde la distribución de los ingresos juega un papel primordial en el desarrollo humano.

Bibliografía
Bengoa, M. y Sánchez, R. (2001). “Crecimiento económico y desigualdad en los países latinoamericanos”. En: Información Comercial Española. Nº 790.
Berhman, J. et. al. (2001). Pobreza, desigualdad, y liberalización comercial y financiera en América Latina. En: Liberalización, Desigualdad y Pobreza: América Latina y el Caribe en los 90.
Comisión Europea (2009): Más allá del PIB. Evaluación del progreso en un mundo cambiante. Bruselas.
De la Torre, R. (2004): ¨ El Índice de Desarrollo Humano y la Asignación del Gasto Público por entidad federativa en México¨ . Universidad Iberoamericana, AC
Hicks, J. R., (1997): “The Inequality-Adjusted Human Development Index: A Constructive Proposal”. World Development, Nº 25 (8), pp. 1283-1298.
Klugman, J; Rodríguez, F ; Choi- Hyung, J . El IDH 2010: nuevas controversias, las críticas antiguas. PUND.2010
Laso, C. y Urrutia, A. M. (2001): “IDHM: un índice de desarrollo humano sensible a la contaminación”, en Ibarra, P. y Unceta, K.: Ensayos sobre el desarrollo humano, Icaria, Barcelona, pp. 203-220.
León, A y Espíndola, E. (2004): Nota técnica acerca del Índice de Desarrollo Humano del PUND. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Martín, Domínguez ,R; Garvi, Guijarro,M. El excesivo peso de la dimensión económica en el Índice de Desarrollo Humano: el caso de América Latina y el Caribe. Cátedra de Cooperación Internacional y con Iberoamérica, Universidad de Cantabria. 2007
McGillivray, M. (1991): “The Human Development Index: Yet Another Redundant Composite Indicator?”. World Development, Nº 19 (10), pp. 1461-1468.
Montesillo, JL. (2011): ¨ Agua y Desarrollo Humano en el Estado de México¨. Econ. soc. territ vol.11 no.37 Toluca sep./dic. 2011
PNUD (varios años): Informe sobre Desarrollo Humano. Nueva York.
—(2002): “Economic Growth and Human Development in Latin America”, CEPAL Review, Nº 78, pp. 7-23.
Lopez, A y Machín, A. (2008): ¨ La relación entre el estado de Bienestar y el Índice de Desarrollo Humano ¨. Universidad Complutense de Madrid.
Raworth, K. y Stewart, D. (2003): “Critiques of the Human Development Index”. Readings in Human Development, Oxford University Press, Nueva Delhi, pp. 140-152.
SEN, Amartya Kumar (2000): Desarrollo y Libertad. Planeta. (Oxford, Oxford University Press, 1999)
Sagar, A. D. y Nakam, A. (1998): "The Human Development Index: A Critical Review". Ecological Economics, Nº 25 (3), pp. 249-264.



[1] Martín, Domínguez, R; Garvi, Guijarro, M. El excesivo peso de la dimensión económica en el Índice de Desarrollo Humano: el caso de América Latina y el Caribe. Cátedra de Cooperación Internacional y con Iberoamérica, Universidad de Cantabria. 2007

Klugman, J; Rodríguez, F ; Choi- Hyung, J . El IDH 2010: nuevas controversias, las críticas antiguas. PUND.2010

Los 50 años del programa que democratizó la informática

Por Dan Rockmore

Clase de computación básica en Mountain View, California, en 1982. Corbis

Hace 50 años, a las 4 de la mañana del 1 de mayo de 1964, en uno de los sótanos de la Universidad Darmouth, en New Hampshire, el mundo de la computación cambió para siempre. El profesor John Kemeny, entonces presidente de la junta del departamento de matemáticas de Darmouth y luego su presidente, y Mike Busch, un estudiante de segundo año de la universidad, escribieron "RUN" en un par de terminales para ejecutar dos programas en una sola computadora General Electric GE +0.19% "central" de tamaño industrial. Los programas estaban escritos en BASIC (Código simbólico de instrucción de propósito general para principiantes, por sus siglas en inglés), un naciente lenguaje informático diseñado para la persona promedio por Kemeny, el también profesor Tom Kurtz y un equipo de estudiantes.

En esa época, usar una computadora era un privilegio reservado para una selecta minoría de científicos e ingenieros que tenían conocimientos de los primeros lenguajes de código de ensamblaje y Fortran. Kemeny, quien había trabajado como programador en el Proyecto Manhattan con Richard Feyman y había sido asistente de Albert Einstein, y Kurtz, un ex alumno del pionero de las computadoras John Turkey, vieron que las computadoras tenían un gran potencial para avanzar en la enseñanza y la investigación, pero se daban cuenta de que esto requeriría un nuevo nivel de accesibilidad.

BASIC fue el primer lenguaje informático diseñado específicamente para personas que no eran ingenieros ni matemáticos. Era fácil de aprender ("LET X = 5", "IF X = 5 THEN Z = 10", "PRINT X"), y a la vez las computadoras centrales comenzaban a usar el sistema de compartir tiempo, que les permitía gestionar con más rapidez pedidos múltiples de terminales. Como resultado, un entorno de computación interactiva y disponible se adueñó del campus. Las piezas para una transformación global tan amplia como la Revolución Industrial estaban puestas.

En Darmouth, profesores, personal y estudiantes recibieron acceso fácil a la computadora central y las terminales en todo el campus, y fueron alentados a usarlas cuando lo consideraran conveniente. El legado duradero de BASIC fue que abrió el mundo de la computación al espectro completo de la exploración creativa. Así, aparecieron los precursores de la mayoría de los fenómenos informáticos modernos: los usuarios crearon juegos (uno de fútbol fue un favorito del campus) y se iniciaron proyectos computacionales en ciencias y humanidades.

El interés se extendió más allá de Darmouth. Poco tiempo después se le dio acceso remoto a la computadora a través de líneas telefónicas a la escuela secundaria de Hanover, y así nació una primera generación "informática".

El entusiasmo que creció rápidamente alrededor de la computación creó en poco tiempo un mercado para computadoras compartidas. BASIC formó las entrañas de un negocio informático en ciernes llamado Micro-Soft. Un compilador de BASIC envió las primeras computadoras de una empresa llamada Apple Computer Inc. AAPL -0.37% Versiones de BASIC proliferaron en todo el mundo y perduran hasta hoy.

Pero los profesores Kurtz y Kemeny nunca obtuvieron ganancias con BASIC. La noción de controlar la idea e implementación de BASIC era antiética para la visión de ambos hombres de democratizar la informática.

En el documental de 1969 Educando a la computadora, Kemeny dice: "Mirando 20 años al futuro, estoy bastante seguro de que la llegada de la computadora tendrá un efecto significativo en todos los negocios y la mayoría de las vidas privadas. Que estos efectos sean completamente favorables como podrían ser o en parte dañinos dependerá de que quienes tomen las decisiones de políticas sean conscientes de qué pueden y no pueden hacer las computadoras".

El hecho de que las computadoras sean ubicuas en el mundo moderno muestra que el padre de BASIC tenía una idea bastante clara de la clase de caja de Pandora que estaba abriendo.

—Rockmore es profesor de Ciencia de la Computación de Dartmouth College.

ACONTECER ECONÓMICO CUBANO

Por Pedro Meluzá López

Presidente de Cámara de Comercio de EE.UU: “es hora de un nuevo enfoque”

“ES HORA de eliminar las barreras políticas de larga data y trabajar por una política de acercamiento” entre Estados Unidos y Cuba.… “Es hora de un nuevo enfoque”…”Están cambiando” en mi país “las actitudes hacia el embargo”, afirmó el presidente de la Cámara de Comercio de EE.UU, Thomas J. Donohue, en la Conferencia Magistral pronunciada en el Aula Magna de la Universidad de La Habana. En su exposición, divulgada con amplitud por la prensa nacional e internacional, elogió el actual proceso que está teniendo lugar en la economía cubana, y manifestó: “Nos complace estar aqui…Esperamos irnos con una comprensión más clara de las reformas que están teniendo lugar, y valorar la forma en la que el sector privado en Estados Unidos podría brindar su apoyo”… “Hay muy buenos negocios en los que se pudieran invertir en la Isla”. El máximo directivo de esa institución, con 300 mil integrantes, sostuvo entrevistas por separado con el Presidente de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz, y los ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio Exterior e Inversión Extranjera. La delegación integrada por una decena de altos ejecutivos de la Cámara y empresarios, quienes recorrieron la Zona Especial de Desarrollo de Mariel y cooperativas no agropecuarias, entre otros.

Petroleras rusa y cubana fortalecen proyectos de exploración

CINCO ACUERDOS de cooperación entre las corporaciones petroleras rusas Rosneft y Zarubezhneft y la cubana Cupet, fueron firmados en San Petersburgo, Rusia, con la asistencia del presidente Vladimir Putin. Los documentos prevén la intención de desarrollar proyectos bilaterales de exploración de crudo, así como la creación de una base logística de la empresa Rosneft en la Zona de Desarrollo Económico Mariel, entre otros temas. Prensa Latina informa que la firma se efectuó en el Foro Económico Internacional celebrado en la citada ciudad de Rusia, en el cual participó una delegación cubana. El viceministro de Energía y Minas, Rubén Cid, destacó en declaraciones al NTV la significación estratégica de los textos suscritos, por ser el reinicio de la colaboración entre ambas industrias y permitir dar continuidad a la exploración petrolera en aguas cubanas y en bloques de tierra. Por su parte, el director general de Cupet, Juan Torres, explicó que las corporaciones rusas van a cooperar en la realización de estudios de los yacimientos de petróleo que actualmente operan en Cuba y del potencial de producción de hidrocarburos en las aguas de la plataforma ínsular.

Empresarios mexicanos reverdecen interés por negociar con Cuba

ESTE ES el momento para impulsar las relaciones comerciales entre México y Cuba, por las oportunidades de negocios que brinda su nueva Ley de Inversión Extrajera y en particular la Zona Especial de Desarrollo Mariel, donde buscamos tener una presencia fuerte porque vemos que puede ser una punta de lanza para muchos mercados, manifestó en La Habana Francisco González, director de ProMéxico, organismo encargado de desarrollar la participación azteca en la economía internacional. Ambos países, precisó, “se pueden complementar muy bien” desde el punto de vista de la inversión, en sectores como el energético, turismo, servicios y las industrias agroalimentaria y sideromecánica. Con ese objetivo le acompañaron en su visita a la Isla más de 40 directivos y representantes de empresas mexicanas de muy diversa índole. Las palabras del funcionario siguieron a la inauguración de la nueva oficina de ProMéxico en la capital cubana y a la firma de un acuerdo de cooperación entre esa institución y el Centro de Promoción de las Exportaciones de Cuba, reportaron las agencias. EFE, Notimex y AIN. Por su parte, PL destaca que los medios de prensa de la nación americana resaltaron lo que consideraron una nueva era comercial en la relaciones con la mayor de las Antillas.

Terminan obras sociales en varias provincias

EL DESARROLLO constructivo no se detiene en la isla caribeña no obstante sus limitaciones financieras, en particular en obras sociales que mejoran los servicios a la población. A continuación una síntesis de las noticias más recientes publicadas en la prensa. En Bayamo, provincia de Granma, fueron inaugurados el Círculo Infantil Semillitas del ALBA, para 194 pequeños, el policlínico de especialidades del Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes, la cafetería-dulcería Chocolatera San Juan, un gimnasio biosaludable y el centro deportivo para esgrima. * Zonas residenciales y edificios patrimoniales y turísticos de Sancti Spíritus quedaron remozados con motivo del próximo aniversario 500 de esa ciudad, lo que representó beneficios para unos 20 mil habitantes del centro histórico y de áreas colindantes. * En los últimos meses concluyeron en Calabazas de Sagua de Tánamo, Holguín, 35 obras de impacto social, entre ellas el hospital, la escuela primaria, dos edificios multifamiliares, el correo, sala de video y complejo comercial, con un valor superior al millón 23 mil pesos. * Otra comunidad holguinera beneficiada lo fue Janata, de amplio potencial agrícola, ubicado en el municipio Calixto García, donde se asignaron a sus trabajdores 89 apartamentos remodelados y reconstruidos a partir de una secundaria básica ya no utilizada. Además, el asentamiento cuenta con escuela primaria, guardería, parque infantil, panadería y bodega.

En construcción planta de medicamentos en Tanzania

LA EMPRESA cubana Labiofam construye en Tanzania una planta productora de medicinas y biofertilizantes, para combatir la malaria y el dengue, principales causas de muerte en esa nación africana. Esta nueva industria, cuya terminación está calculada para finales del presente año, significa un ejemplo de transferencia tecnológica y de cooperación Sur-Sur, manifestaron dirigentes tanzanos a PL. Constituirá igualmente un aporte importante al mejoramiento de los suelos destinados a la producción agrícola, muy afectados por el uso indiscriminado de productos químicos.

(Cierre: 30/5/14)

Fuentes: Ahora, Escambray, Demajagua, Granma, Cubadebate, AIN, PL, Notimrex, AP y EFE.

Cuba en tránsito. Entrevista a Juan Valdés Paz


La Ventana reproduce una entrevista al sociólogo y politólogo cubano Juan Valdés Paz, publicada en el más reciente número de la revista El Viejo Topo 

Por Miguel Riera 

Juan Valdés es un veterano sociólogo y politólogo cubano, de larga trayectoria académica y política. Autor de numerosos textos, sus dos últimos libros publicados son: El proceso de organización agraria en Cuba. 1959- 2007 El Espacio y el límite. Ensayos sobre el sistema político cubano

Desde hace algún tiempo recibimos noticias de que se van a producir, o se están produciendo, cambios en Cuba. ¿Qué es realmente lo que está cambiando? 

En Cuba, en todas las esferas y con distintos ritmos, todo está cambiando. De hecho la sociedad cubana actual es muy diferente de aquella de los años ochenta, aunque también se puedan señalar algunas semejanzas. Esos cambios han sido el “efecto combinado” de los impactos de la crisis de los años noventa –de la cual no nos hemos recuperado aún–, de las estrategias para superarla y de las reformas actuales. Por otra parte, aunque estos cambios parecen estar centrados en la esfera económica, también se manifiestan en la esfera política, civil e ideológico-cultural. 

Vayamos entonces por partes. Empecemos por el final: los cambios en el terreno ideológico-cultural 

Respecto de estos cambios tenemos que distinguir, en general, los que ocurren en los estratos dirigentes del Partido y el Gobierno de los que se producen en la población. Los primeros perdieron con el derrumbe del campo socialista europeo el discurso escatológico y triunfalista, de inspiración soviética. La segunda, la población, la confianza en la irreversibilidad de la Revolución y, en parte, la laminación del estrecho vínculo entre la suerte del país y sus destinos personales. 

¿Y entonces? 

Por suerte, el discurso oficial encontró en el nacionalismo radical cubano y en el pensamiento de Martí una oportunidad de reconversión. La población, a pesar de sus nuevas incertidumbres, intuyó que solo el régimen revolucionario podría garantizar los intereses de la nación y de sus grandes mayorías. A su vez la Dirección política entendió que solamente la preservación y desarrollo prioritario de la cultura nacional –identidad, libre creación, inclusión, etc. –permitiría superar la crisis, resistir al enemigo externo y asegurar la continuidad del proyecto de nación. 

De Marx a Martí... ¿cómo repercute ese viaje en la realidad cotidiana? 

Digamos que este viaje de Marx a Martí ha sido tan fácil como el de Martí a Marx. Un nacionalismo radical que predica la independencia nacional, la justicia social, el desarrollo y una democracia popular, está en nuestro mundo periférico más cerca del marxismo de lo que se piensa. Pero en lo inmediato, no parece que la ideología dominante o las disidentes tengan mucho que ver con las tensiones de la vida cotidiana, porque esta parece más sujeta al comportamiento macroeconómico del país que a las veleidades del discurso. 

En otro sentido, el discurso nacionalista radical y socialista sostiene su hegemonía sobre la base de sus conquistas históricas y de su propuesta de una sociedad más inclusiva y equitativa. Las grandes mayorías encuentran en ese proyecto su única alternativa para alcanzar un futuro mejor; por eso resisten las dificultades de todo tipo que conlleva la vida cotidiana en Cuba. 

Últimamente se han producido cambios en la política económica supuestamente destinados a paliar esas dificultades. ¿Lo están consiguiendo? 

El país se encuentra inmerso en un proceso de reforma económica –término que no utiliza el Gobierno– bajo un programa de medidas conocido popularmente como los “Lineamientos”. Estas medidas se pueden agrupar como: de ajuste macroeconómico, de desregulación y de cambios estructurales. Las primeras se orientan a reequilibrar las cuentas nacionales y mejorar el crédito externo; las segundas a redinamizar la economía, completando su recuperación de la crisis de los años noventa y favoreciendo un nuevo ciclo de desarrollo; y las terceras a promover un nuevo modelo económico de base socialista. 

¿Con qué grado de éxito? 

Hasta el momento, los resultados de estas medidas han sido limitados: algunas mejoras en los indicadores macroeconómicos y poca incidencia en la vida cotidiana de la población. A ello ha contribuido un entorno internacional adverso –del cual forma parte inseparable el prolongado bloqueo económico de EEUU sobre la Isla– y la insuficiente movilización de los recursos internos en que se basa la estrategia económica en curso. De hecho, el crecimiento del PIB en los últimos años no ha rebasado el 2 % anual y el nivel de consumo ha crecido aún menos. Quizás lo más importante de las reformas sea la preservación de la política social de la Revolución. 

Ajuste macroeconómico, desregulación y cambios estructurales... ¿Puedes darnos ejemplos concretos de medidas que se hayan tomado en cada uno de esos aspectos? 

Respecto de los ajustes macroeconómicos se pueden mencionar los recortes presupuestarios, la disminución de subsidios y supresión de gratuidades, el pago convenido de la deuda externa, la racionalización de las inversiones... De las desregulaciones, de la supresión de prohibiciones a la venta libre de casas y automóviles, la instauración de un sistema tributario, la descentralización o supresión de procedimientos administrativos, la nueva legislación migratoria; y en cuanto a los cambios estructurales, la desestatización de la tenencia de tierra mediante la entrega de tierras en usufructo a nuevos y viejos productores, la creación de un sector de trabajadores por cuenta propia y cooperativo, el rediseño de una esfera empresarial estatal más autónoma, la ampliación de las relaciones mercantiles y la creación de mercados libres (agropecuarios, artesanos), además de una mayor apertura a la inversión extranjera; entre otras muchas medidas. 

Vistas en conjunto e independientemente de su grado de implementación, estas medidas apuntan hacia un nuevo modelo económico aún en discusión, que se instauraría a partir del 2015. De hecho, existe actualmente una comisión de estudio encargada de elaborar una propuesta de ese modelo, la cual se espera sea objeto de consulta popular. 

¿Puede decirse, entonces, que ese próximo modelo tenderá a ser, al menos en parte, un socialismo con mercado? 

De hecho, los “Lineamientos” incluyen medidas para la ampliación de las relaciones mercantiles y definen un mayor papel del mercado en la regulación de la economía nacional. En la práctica, se ha ido creado un “mercado” segmentado, conformado por diversos mercados minoristas especializados en ciertos productos autorizados a circular en ellos. Algunos de estos mercados son “libre”, es decir, fijan sus precios acorde a la oferta y la demanda; otros, generalmente gestionados por el Estado, funcionan con precios administrados u oficiales. Vale llamar la atención de que una parte importante del consumo de la población se encuentra aún bajo racionamiento y a precios subsidiados, cosa que los “Lineamientos” proponen superar. 

Más en general y en lo referido al modelo económico, los “lineamientos” y su implementación han ido prefigurando una economía socialista, centralmente planificada y con mercado; una economía mixta con predominio de los servicios; un modelo más abierto al mercado y la inversión internacional; una mayor diversificación y descentralización de la gestión; etc. Cada uno de estos aspectos y el propio modelo deberán ser objeto de una mayor definición, cualificación y ponderación; por ejemplo, cuál será la función reguladora del mercado, qué bienes, y cuáles no, pasarán por el mismo; cuál será su relación con el Plan, etc. Consecuentemente, el nuevo modelo económico en ciernes está siendo objeto de un debate social aún muy acotado y deberá, oportunamente, ser debatido abiertamente por la población. En cualquier caso, estimo que el modelo económico de la transición socialista cubana demandará mucha creatividad por parte de su gobierno e intelectuales a fin de dar cuenta de su experiencia histórica, de las nuevas condiciones y de sus “características propias”. 

Deduzco pues que se trata de un proceso en un estado aún muy incipiente, y que existen muchas dudas en relación a los distintos caminos que pueden emprenderse... En resumen: que no está claramente configurado un modelo final definitivo... 

Una comisión del gobierno estudia una propuesta de modelo económico a implementar después del 2015, de cuyas características no existe hasta el momento conocimiento público. Se ha sugerido que, en alguna medida, las reformas económicas en curso preconizan dicho modelo. Como mencioné, acerca de dicho modelo existe un creciente debate en la sociedad. Pero como ya se había advertido, las reformas en curso impondrán una definición más amplia del modelo de transición socialista que lo contiene o fundamenta; al respecto, ya el Presidente Raúl Castro planteó en su discurso por el LV aniversario del triunfo de la Revolución la necesidad de elaborar “una creativa conceptualización del socialismo posible en las condiciones de Cuba…” Por otra parte, tanto el modelo económico como el del socialismo cubano reclamarán una importante reforma constitucional, cosa ya asumida oficialmente. Algo previsible y en mi opinión muy importante, es que tanto la formulación de los nuevos modelos como la reforma constitucional darán lugar a respectivos escenarios de intensa lucha ideológica entre las distintas corrientes políticas internas. 

¿Corrientes políticas internas? ¿Estamos hablando de diferencias de matiz o de algo más importante? 

El régimen cubano enfrenta la oposición política e ideológica de personas, grupos y gobiernos, particularmente el de EEUU. Esta oposición se ubica doctrinalmente desde el neoliberalismo hasta una cierta socialdemocracia, pasando por todos sus matices. Un aspecto compartido por todos ellos, aun que con diferentes argumentos, es su anticomunismo. Aun que esta es fundamentalmente una oposición externa, también tiene alguna representación interna. 

Del lado del régimen socialista “realmente existente” en Cuba hay también personas y grupos con posiciones críticas, algunas de los cuales le pasan por la izquierda y otras por la derecha. Doctrinalmente, estas corrientes se ubican desde posiciones libertarias hasta socialdemócratas de izquierda, pasando por el guevarismo, el fidelismo y el sovietismo. La prioridad absoluta atribuida a la unidad política de las fuerzas de la revolución ha propiciado una cultura, un estilo y una práctica políticos –tanto en el Partido dirigente como en la sociedad– que lleva a “opinar de la manera adecuada, en el momento oportuno y en el lugar conveniente”. Ello hace que la crítica sea un insumo de poco peso en el diseño e implementación de las políticas. 

Por otra parte, en cuanto a los contenidos de esas críticas, estas abarcan desde políticas en curso o en proyecto, hasta el modelo mismo de transición socialista. 

Transición socialista... ¿Cuáles son los modelos sobre los que se discute? 

Oficialmente existen sendas comisiones de Partido y Gobierno que estudian propuestas del “modelo económico, del “modelo socialista” y de la “reforma constitucional”. Siguiendo la práctica establecida, cuando estas propuestas se consideren acabadas se someterán a la consulta de algunas instituciones y de la opinión pública. En ambos momentos influyen e influirán las corrientes de pensamiento más o menos afines a los modelos “socialistas” – soviéticos, chino-vietnamitas, socialdemócratas y también a las experiencias de los gobiernos populares latinoamericanos– sin que ninguna de éstas se adecue a las condiciones de la Revolución Cubana ni a su historia. De manera que los dirigentes y el pueblo cubano tendrán que ser eclécticos y creadores de un modelo propio alrededor del cual se construya el consenso nacional. 

Sin embargo, por lo que sabemos, algunos dirigentes ven con simpatía el modelo chino. ¿Te parece que ese modelo prosigue teniendo el socialismo como principal referencia? 

Como sabes, todas las experiencias históricas del socialismo en el siglo XX fueron, con mayor o menor divergencia, tributarias del modelo soviético. Ahora los chinos declaran que llevan adelante su experiencia socialista mediante una economía de mercado a la cual definen como un socialismo con “características propias”. Esta fórmula le ha permitido a todos los que se reclaman del socialismo proponer sus versiones nacionales como la más adecuada a sus condiciones. Si bien ya nadie alude a un modelo universal de socialismo, de hecho todas las experiencias en curso coinciden en un mayor papel del mercado en su modelo económico. 

Los dirigentes e intelectuales cubanos saben que el modelo chino se atiene a características que no existen en Cuba ni por asomo. Pero a algunos sectores les atrae el acelerado crecimiento de ese país como resultado de su apertura al mercado y a la inversión extranjera, entendiendo que podrían contener esa apertura en el marco de una planificación central y bajo la tutela de un sistema político encabezado por el Partido de vanguardia. 

Los chinos que se declaran socialistas, entre ellos el PCCh, parecen creer que solo el desarrollo ilimitado de las fuerzas productivas, la adecuación a las condiciones de la mundialización, el poder efectivo de una gran potencia y un mayor nivel de bienestar de su población les permitirá alcanzar las “premisas materiales” del socialismo, el cual ven, en todo caso, como un proceso secular. Parte del costo sería instaurar en su sociedad un mayor patrón de desigualdad. 

Si descartamos tan largo plazo, este parece ser el “modelo” que inspira a parte de la izquierda internacional y también a sectores cubanos comprometidos con proyectos de reformas. No obstante, creo que la visión predominante en la dirección del país es que hay que tener en cuenta todas las experiencias y crear una versión autóctona del socialismo. 

En el mundo occidental las noticias sobre los disidentes cubanos, opositores al régimen, son recogidas en los medios de una forma tal que parecen tener un peso importante en la isla. ¿Cuáles el peso real de la disidencia? 

Dejando a un lado el desafortunado uso del término disidencia para denominar la oposición a los regímenes establecidos, independientemente de su legitimidad y reconocimiento popular, en el caso cubano habría que distinguir la oposición ideológica y programática que existe independientemente de intereses foráneos, de aquella vinculada de manera directa o indirecta a la política de otras potencias, principalmente de EEUU. En mi opinión, ambas oposiciones son minoritarias y disponen de escasa legitimidad. 

Más preocupante para la hegemonía de la Revolución es el estrechamiento de su base de apoyo popular activo en la medida que se prolonga el período de recuperación económica y social del país, las reformas en curso no concluyen y la sucesión política generacional se dilata. 

Ese estrechamiento... ¿afecta a todas las capas sociales? ¿Qué piensan la mayoría de jóvenes? 

Los “jóvenes” cubanos se hallan en una sociedad en la que coexisten hasta seis generaciones políticas y en la cual los menores de 30 años solo alcanzan el 30% de la población. Aunque no se dispone de estudios de campo, este “estrechamiento” es menor en las primeras dos generaciones y ascendente en las generaciones siguientes. Se podría decir que de estas generaciones, las tres primeras vivieron mejor que sus padres, la cuarta igual que sus padres y las dos últimas peor que sus padres. Es de suponer que, en grandes números, estas condiciones generacionales hayan influido en el grado de compromiso con el régimen revolucionario o con sus estrategias políticas. Considero que la “última ratio” que sustenta el compromiso de cada una de estas generaciones es la identidad y defensa de la nación cubana. 

En cuanto a qué piensan los jóvenes, generacionalmente hablando y más allá de sus veleidades, creo que los contenidos más importantes son: las críticas no saldadas con la experiencia histórica de la Revolución; su limitada presencia y participación en el poder político; y el sentimiento de que sus expectativas ya no podrán realizarse o tienen un horizonte lejano, en las actuales condiciones de la sociedad cubana. 

¿Por qué un horizonte lejano? ¿Es que eres pesimista sobre los derroteros por los que puede transitar la evolución del régimen? 

El “horizonte lejano” se refiere a los problemas estructurales de la economía cubana, que no serán fáciles de superar en el marco de un proyecto de sociedad no capitalista. De hecho, las reformas económicas en curso tratan de devolver a la economía nacional su viabilidad en condiciones externas e internas sumamente adversas. Una mayor integración a la economía regional latinoamericana y caribeña sería una condición favorable. 

Mi vinculación a medio siglo de la Revolución cubana me hace más optimista que pesimista, pero uno u otro estado de ánimo no me impiden ver los enormes desafíos presentes y futuros que ella deberá enfrentar. Los pesimistas suelen compartir el criterio de que la Revolución concluyó con su primer ciclo de transformaciones estructurales más o menos a mediados de los años setenta; desde entonces reproduce su propio régimen. Los optimistas retienen la visión de que mientras los “objetivos históricos” del proyecto nacional y socialista cubano no se hayan alcanzado, la Revolución estará inconclusa y su proyecto vigente. Obviamente, aquí se introduce el problema de la interpretación que cada generación hará de tales objetivos y de las vías para alcanzarlo. Pero en el escenario histórico actual la continuidad de la Revolución aparece vinculada a la existencia de un poder soberano y popular, a la legitimidad del régimen y a la hegemonía cultural alcanzada por éste, en la cual se incluyen los “tres miedos”, a saber: miedo a perder la soberanía nacional; miedo a perder las conquistas de la revolución; y miedo al capitalismo que visiblemente nos tocaría, sea este a la “mexicana” o a la “dominicana”. 

Para finalizar, quisiera tu opinión, a vista de pájaro, sobre el continente latinoamericano y los distintos grados de relación de Cuba con los países más significativos 

Esta pregunta demandaría una respuesta extensa. Desde una perspectiva histórica, la política de guerra fría de EEUU logró aislar a Cuba del concierto latinoamericano y caribeño desde los años sesenta y durante varias décadas; sorpresivamente, el derrumbe del campo socialista europeo y de la URSS propició que la Isla completase el restablecimiento de relaciones diplomáticas plenas con todos los países de la región. De hecho, Cuba tiene hoy relaciones interestatales normales con todos los Estados de América Latina y el Caribe. Paralelamente, Cuba ha venido integrándose en diversos esquemas de integración económica y mecanismos de concertación política, hasta el punto de presidir la CELAC, en su segundo período. Aunque esta evolución de las relaciones con los países de la región ha estado favorecida por nuevas circunstancias, en ella ha tenido un peso determinante la proyección internacional cubana basada en una política exterior compleja que ha dado cuenta de su principismo –soberanía y autodeterminación plenas, derecho internacional vinculante, objetivos de política exterior expresos, etcétera– así como de su múltiple condición de país caribeño, latinoamericano, tercermundista y socialista. Como es conocido, la región latinoamericana y caribeña ha transitado hacia una posición más independiente, antiimperialista y de mayor desarrollo autónomo; para Cuba esta es una oportunidad extraordinaria para una mayor concertación política e integración. Sin embargo, si agrupamos los países de la región por su progresismo y posición frente a EEUU, podemos distinguir tres ejes en los que se alinean: países con gobiernos populares, como Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y otros; países con posiciones moderadas o centristas, como Brasil, Argentina, Uruguay, los países caribeños y otros; y países con posiciones más cercanas al neoliberalismo y con alianzas más estrechas con EEUU, como Chile, Colombia, Perú, México, Costa Rica y otros. 

¿Y cómo enfoca Cuba sus relaciones con esos tres distintos ejes? 

Cuba proyecta su política exterior tratando de, por un lado, fortalecer la concertación entre los países de los ejes centrista y popular y, por el otro, de concertar a todos los países en el marco de los esquemas de integración y de concertación política vigentes que son transversales a estos ejes. Con esta política, Cuba propicia la acumulación de fuerzas en la región para sostener agendas compartidas y contribuye a la definición de una agenda común que exprese los intereses estratégicos de la región. En esta proyección, los Gobiernos de turno en cada país son factores más o menos favorables a los intereses comunes pero la fuerza de la posición cubana estriba en el fundamento invariable de sus relaciones interestatales y en la defensa de tales intereses estratégicos. 

No obstante esta visión de conjunto, es evidente que Cuba concede a los países del eje radical, en su mayor número integrado en el esquema del ALBA, una importancia mayor, en la medida que sostienen agendas más independientes y hasta contrapuestas a EEUU, y que promueven formas más avanzadas de integración económica y de concertación política en la región. 


Tomado de El Viejo Topo

Murió Eugenio George, el mítico entrenador del voleibol cubano

Eugenio George Laffita, laureado director técnico que durante décadas dirigió a los equipos femeninos cubanos de voleibol, ganadores de tres medallas de oro en Juegos Olímpicos y Campeonatos Mundiales, falleció en la noche del sábado a los 81 años de edad, víctima de cáncer.

Reconocido por la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) como el mejor entrenador de equipos femeninos del siglo XX, Eugenio en los últimos años también fue presidente de la Federación Cubana de este deporte y después se mantuvo como asesor de los equipos nacionales.

Por su reconocida trayectoria como técnico y maestro de generaciones pasó a formar parte desde el 2005 del Salón de la Fama del Voleibol. Fue acreedor de las condecoraciones como Héroe Nacional del Trabajo y la Orden del Collar Dorado de la FIVB, concedida por la Confederación NORCECA, de la cual era hasta el momento de su deceso presidente de la comisión técnica y de entrenadores.

El pueblo podrá rendirle tributo desde las 8:00 a.m. de este domingo en la Funeraria de Calzada y K. Llegue nuestras condolencias a sus familiares y amigos.



(Con información del diario Granma)

David Harvey, Thomas Piketty y la contradicción central del capitalismo

Michael Roberts, The Next Recession

David Harvey es un reconocido profesor marxista de Antropología y Geografía en el Centro de Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Harvey es bastante crítico del libro de Piketty. Reconoce que Piketty proporciona datos de gran importancia sobre la desigualdad de la riqueza y de los ingresos en las principales economías capitalistas desde que el capitalismo se convirtió en el modo dominante de producción y las relaciones sociales desde 1750. "Lo que Piketty sí muestra estadísticamente (y deberíamos estar en deuda con él y sus colegas por eso) es que el capital ha tendido a lo largo de su historia a producir cada vez mayores niveles de desigualdad. Esto, para muchos de nosotros, no es noticia. Era, además, exactamente la conclusión teórica de Marx en el Tomo I de El Capital".

Pero, como apunta Harvey, Piketty nada dice sobre las crisis recurrentes de producción y de inversión del capitalismo. Piketty "no nos dice por qué la crisis de 2008 se produjo y por qué está tomando tanto tiempo para tantas personas para salir de debajo de la doble carga del desempleo y de millones de casas perdidas en una prolongada ejecución hipotecaria. No ayuda a entender por qué el crecimiento es actualmente tan lento en EE.UU. en comparación con China, y por qué Europa está bloqueada en una política de austeridad y de una economía de estancamiento".

Entonces Harvey nos dice que todo lo que Piketty tenía que hacer era leer a Marx. Si lo hubiera hecho, dice Harvey, habría encontrado que "en el Volumen 2 de El Capital de Marx (que Piketty tampoco ha leído y festivamente descarta) Marx señaló que la afición del capital a bajar los salarios en algún momento restringiría la capacidad del mercado para absorber el producto del capital". Entonces Harvey dice que la explicación de las crisis en el capitalismo se encuentra en el Volumen 2 de El Capital de Marx, y no en el volumen 1 o 3.

En realidad, no hay una explicación de las crisis recurrentes del capitalismo que se encuentre en el Volumen 2. Es sobre todo en el Volumen 3, con la esquematización de Marx de la ley de la tendencia de la tasa de ganancia a caer (LTCTG) y sus contra-tendencias.

La explicación alternativa por el “subconsumo” de Harvey no es nueva en él. En su nuevo libro, que parece que vale la pena leer y no he leído todavía, Harvey destaca lo que él ve como "las contradicciones en el corazón del capitalismo - dirigirse, por ejemplo, a acumular capital más allá de los medios para invertirlo, su imperativo de utilizar los métodos más baratos de producción que lleva a consumidores sin medios de consumo... "

De hecho, la posición de Harvey es que la ley de Marx de la rentabilidad es irrelevante para la explicación de las crisis. Esto le lleva a afirmar que la dirección neo-liberal para aumentar los beneficios en la década de 1980 no fue "dictada por cualquier ley matemática" (lo que probablemente significa la ley de Marx de la rentabilidad). Cita a Alan Budd, asesor económico de Margaret Thatcher que confesó 'en un momento de descuido' que las políticas de lucha contra la inflación de la década de 1980 resultaron ser "una muy buena manera de aumentar el desempleo, y el aumento del desempleo fue una manera extremadamente deseable de reducir la fuerza de la clase obrera... lo que se montó en términos marxistas fue una crisis del capitalismo, que recreó un ejército de reserva de mano de obra y ha permitido a los capitalistas hacer grandes ganancias desde entonces" (Budd). Verdaderamente esta cita me hace pensar que la agenda neo-liberal fue en mucho restaurar la rentabilidad que había llegado a los mínimos de la posguerra a finales de los años 1970. Pero al parecer, según Harvey, la profunda recesión, de doble caída, en la década de 1980, que devaluó y destruyó capital y restauró la rentabilidad no tenía nada que ver con eso. En lugar de ello " todo era política". 

Harvey critica a Piketty por no haberse fijado en que la restricción en la participación de los salarios, y el potencial 'subconsumo' que podría crear fue superado por un aumento masivo de la deuda de las familias: "¿dónde está la demanda? Piketty ignora sistemáticamente esta cuestión. En la década de 1990 eludieron la respuesta con una gran expansión del crédito, incluyendo la ampliación de la financiación de hipotecas en los mercados de alto riesgo ("subprime"). Pero la burbuja de activos resultante fue obligada a estallar como lo hizo en 2007-8 derribando a Lehman Brothers y el sistema de crédito con él. "Por lo tanto las crisis son producto de la falta de demanda. Las burbujas del crédito pueden compensar, pero sólo por un tiempo.

Harvey puntualiza que "Las crisis no son eventos singulares. Aunque tienen sus factores desencadenantes evidentes, los movimientos tectónicos que representan tardan muchos años en resolverse ... Con la perspectiva del tiempo, no es difícil de encontrar abundantes signos de problemas por venir mucho antes de una crisis estalla en vista completa. "Pero para él, los signos de la crisis no se encuentran en ningún movimiento de la rentabilidad, sino en crédito, porque "la financiarización global de la deuda- saturada y cada vez más desregulada, que comenzó en la década de 1980 como una forma de resolver los conflictos con el trabajo, al facilitar la movilidad geográfica y la dispersión, produjo su desenlace con la caída del banco de inversión Lehman Brothers el 15 de septiembre de 2008".

Harvey identifica correctamente el defecto clave de Piketty como "una definición errónea del capital. El capital es un proceso, no una cosa. Se trata de un proceso de circulación en el que a menudo el dinero se utiliza para hacer más dinero - aunque no exclusivamente - a través de la explotación de la fuerza de trabajo. Todo el pensamiento económico neoclásico (que es la base del pensamiento de Piketty) se basa en una tautología. La tasa de rendimiento del capital depende de manera crucial de la tasa de crecimiento porque el capital se valora por medio de lo que se produce y no por lo que pasó en su producción". Este es un destaque que James Galbraith y otros, entre ellos yo, han hecho sobre Piketty: no reconocer que el capital no es "la riqueza". Y esto hace la diferencia. Como dice Harvey, si sacamos la vivienda y la riqueza inmobiliaria de la medida del capital, la previsión de Piketty de un rendimiento estable de "capital", que es más alta que la tasa de crecimiento de la tendencia a largo plazo no se sostiene.

En un nuevo documento, Esteban Maito muestra precisamente eso. Usando los propios datos de Piketty, descubre que es la ley de Marx de la tendencia de la tasa de ganancia a caer en el tiempo lo que se confirma por la evidencia, no un retorno estable de Piketty. Explica que "en la perspectiva de Piketty, el capital no está relacionado con la producción o el proceso de valorización. Como sinónimo de la palabra "riqueza", cualquier bien o servicio intercambiable en el mercado es capital. Pero las tendencias descritas por Marx se refieren a la producción capitalista. En este sentido, cualquier evaluación de la teoría marxista, aunque su validación empírica, tiene que considerar este aspecto básico en su análisis. De tal manera, "las viviendas" no deben ser consideradas como parte del capital, como bienes de consumo particulares en lugar de los medios de producción. Consideraciones similares pueden establecerse en otros casos como "los activos financieros" (un circuito puro MM') o "la tierra".

De hecho, durante el último período (desde el máximo alcanzado a mediados de 1960), el retorno, incluso de Piketty, del capital, ha tendido a caer, en línea con la tasa de ganancia marxiana, porque la tierra y la propiedad residencial se han vuelto menos significativos como parte de la riqueza en comparación con las máquinas y la propiedad no residencial.

La ley de Marx de la rentabilidad explica la contradicción central del capitalismo, no la erre ("r") de Piketty, ni 'la falta de medios de consumo' de Harvey.
_______
Tomado de Sin Permiso 
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...