Percy
Alvarado en las sesiones del
X Coloquio Internacional por la liberación de Los
Cinco y contra el Terrorismo, celebrado 11 septiembre y donde participaron cerca de 200
activistas de 49 países
Cubahora
conversa con Percy Alvarado, agente cubano infiltrado en
grupúsculos terroristas de Miami, sobre las diferentes
formas de hacer terrorismo contra nuestro país…
No
necesita presentación. Percy Francisco Alvarado Godoy
(agente Fraile) es bien conocido por sus servicios prestados
a la Revolución. Infiltrado en la Fundación Cubano-Americana
(FNCA), gracias a él se detuvieron varios intentos de
atentados terroristas a instalaciones turísticas del país.
En agosto de 1998 se reveló su identidad y hoy utiliza su
blog y las redes sociales para continuar la lucha contra el
terrorismo mediático.
Cubahora
tuvo
la oportunidad de entrevistarle, a propósito de la Jornada
Internacional por la Liberación de los Cinco, en una
fecha donde han coincidido diferentes actos terroristas,
como el asesinato del diplomático cubano Félix García
Rodríguez, en 1980, y el atentado contra el World Trade
Center, en 2001.
—El
encarcelamiento de los cinco antiterroristas cubanos en
Estados Unidos es un claro ejemplo de la hipocresía de
Washington a la hora de tratar la guerra contra el
terrorismo. ¿Cómo entender esta contradicción?
—Estados
Unidos siempre se ha caracterizado por la manipulación por
parte de las élites de poder de los temas de espionaje y terrorismo.
Debemos ubicarnos dentro de un contexto específico: aunque
existieron casos donde se manejó el tema del terrorismo y el
espionaje desde los años cincuenta, la década de los 90 es
una expresión muy clara de cómo Estados Unidos manipula este
tema. En esa época realizó 116 acciones terroristas contra
Cuba, dentro de ellas, conocidos, dieciocho planes de
atentado contra el Comandante en Jefe.
“Cuba
ofreció a los Estados Unidos toda la información disponible
sobre las actividades que se realizaban en su país en 1998,
en una de esas ocasiones, a través de la relación con García
Márquez.
”El
presidente Clinton envió una delegación del FBI a Cuba, a la
que se le entregaron una serie de documentos sobre las
actividades terroristas que se estaban llevando a cabo y 75
fichas de los principales terroristas radicados en
territorio estadounidense. Un instructor nuestro, Roberto
Hernández Caballero, viajó a la sede del FBI con las pruebas
materiales de todos estos hechos. Junto con ello, se tomó la
decisión, por parte de nuestro país, de sacarme a la luz
pública para denunciar a la Fundación Cubano-Americana y a
este grupúsculo contrarrevolucionario vinculado a acciones
terroristas. Hasta ese momento, esta organización trataba de
mantener una imagen no vinculada a tales actividades y solo
aparentaba limitarse a realizar labor de lobby en el
congreso norteamericano.
“En
realidad, la FNCA sí había participado en acciones
terroristas contra Cuba, financiando en la década de los
ochenta a diferentes organizaciones. En los 90, ante la
caída del campo socialista, intentaron intervenir
directamente, tener protagonismo; así crearon una cédula, un
grupo paramilitar secreto, llamado Consejo Nacional Cubano.
Fue este grupo donde me infiltré y estuve trabajando durante
varios años. A partir de entonces empieza a gestarse la
oleada terrorista contra nuestras instalaciones turísticas y
firmas extranjeras, ya que Cuba había determinado como
salida para el Período Especial el desarrollo del turismo y
la inversión extranjera. Fueron acciones bien planeadas para
neutralizar nuestro esfuerzo de resolver la situación
económico-social existente.
”Se
puede decir, sin ningún temor, que Estados Unidos es
una fábrica de terrorismo y lo usa para atacar a los países
que salen de su espectro hegemónico. Tratan de neutralizar
cualquier movimiento o intentos progresistas de otras
naciones.
”En
la década de los 70 y 80 ocurrió un hecho que desnudó cómo
Estados Unidos había creado un Frankenstein. Los grupos
terroristas cubanos engendrados por la CIA comenzaron a
realizar acciones dentro de territorio estadounidense,
ejemplo de esto es el Omega 7, dirigido por Eduardo Arosena,
y también organizaciones vinculadas a Posada Carriles y
Orlando Bosch.
”Además
del ataque al avión de Barbados, hay otros ejemplos de
terrorismo contra nuestro país, como: el intento de voladura
de un avión en Jamaica, de ataque a una embajada en
Portugal, o la colocación de bombas en envíos postales, que
le costó graves heridas a una funcionaria cubana en Perú.
También se planearon toda una serie de atentados contra el
Comandante en Jefe, uno de ellos fue cuando su visita a
Chile a la toma de posesión de Salvador Allende.
”Si
retomamos la década de los 90, es cierto que al darse luz
verde a los actos terroristas, Cuba se vio en la
obligación de enviar a Estados Unidos todo un grupo de
valiosos compañeros, dentro de los que tuve el privilegio de
estar, para ser sus ojos y oídos en Miami, para que nos
encargáramos de monitorear la actividad de estos grupos
terroristas y a toda costa preservar la integridad de
nuestro pueblo.
”Estos
terroristas, no solo los cubanos, han afectado también en
gran medida a los ciudadanos estadounidenses. ¿Cuándo se les
complica el juego con los terroristas? El hecho de que hayan
realizado varios atentados contra la sede del FBI en Miami y
la policía de Metro Dade, y contra todas aquellas agencias
de viaje, no representaba un impacto mediático tan grande
como el dudoso ataque al World Trade Center.
”La
primera visión que se le ofrece a la opinión pública
internacional es que estos grupos terroristas, financiados y
creados por Estados Unidos para enfrentarse a los rusos en
Afganistán (Al Qaeda), fueron quienes perpetraron el ataque
a las Torres Gemelas; quizás hayan usado a estos grupos para
auto infligirse un golpe que llevara a la opinión pública a
aceptar lo que vendría a ser la guerra contra el terrorismo,
encabezada por Bush a partir de este ataque.
”También
está el doble discurso relacionado con el espionaje. Estados
Unidos impone la condición de que cualquier agente que
represente un servicio del enemigo debe inscribirse ante el
FBI como agente de un país extranjero. Cuba, ante el
incremento de las acciones terroristas, se ve obligada a
enviar toda una serie de compañeros a Miami. Entre estos
grupos estaba yo, que respondía a la contrainteligencia y
trabajaba totalmente solo, lo que me dio la posibilidad de
evadir la actividad de los servicios de contraespionaje
dentro de Estados Unidos, y tenía el antecedente de que era
considerado por ellos un agente que había cumplido misiones
de la CIA.
”Mientras,
los Cinco pertenecían a la llamada Red Avispa. No podemos
menospreciar a los servicios del FBI y el contraespionaje
del enemigo. Nuestros compañeros fueron detectados mucho
antes de ser capturados, pero el problema radica en qué
tratamiento se les dio, desde el punto de vista de cómo
Estados Unidos maneja estos hechos.
”Lo
lógico hubiera sido haberles aplicado la pena de agentes no
declarados, que conlleva de uno a diez años de privación de
libertad; y, en el caso de Gerardo, Ramón y Fernando,
haberles aplicado la pena de uso de documentación falsa. Si
el juicio no se hubiera politizado, ni manipulado, esto
hubiera conllevado, máximo, a unos quince años. Lo usual en
este tipo de espionaje era haberlos tratado de otra forma,
haberlos expulsado del país como sí ocurrió con algunos
diplomáticos.
”Ellos
han usado el tema del terrorismo y el espionaje para tratar
de endilgarnos a nosotros dos culpas o supuestos delitos que
están sustentados en la guerra ideológica contra Cuba, una
es la de patrocinadores del terrorismo y la otra, una
amenaza para la seguridad nacional de los Estados Unidos.
”El
gobierno estadounidense crea a los terroristas, los usa, se
les escapan de las manos, a veces se vuelven contra ellos y,
paradójicamente, los siguen armando; he ahí un doble
discurso ante la opinión pública mundial. Por un lado están
combatiéndolos como hacen ahora en Iraq, pero a través de
financiamiento secreto les siguen enviando armas. ¿Por qué?
Están garantizando la oportunidad de poder intervenir en el
Medio Oriente”.
—¿Cuánto
ha variado la manera de hacer terrorismo contra Cuba hoy
con relación al momento en que explotó en pleno vuelo el
avión de Barbados?
—Totalmente.
El crimen de Barbados ocurrió en el contexto de los años 70
y 80, donde los grupos terroristas llevaban una guerra
alrededor del mundo contra Cuba, contra las instalaciones
cubanas en el exterior. Después estuvo la oleada terrorista
que se inició en 1997. Yo fui uno de los primeros en
introducir explosivos en Cuba y detenerlos. Ese terrorismo
estaba dirigido contra instalaciones turísticas, el último
intento público fue en el 2001, con el tercer intento de
volar Tropicana.
“No
quiere decir esto que hayan abandonado el terrorismo contra
Cuba. Recientemente fueron capturados cuatro individuos cuyo
objetivo era sabotear instalaciones de las FAR. Incluso,
cuando la visita del papa Benedicto XVI, existieron planes
de realizar actividades terroristas que fueron
neutralizadas, y así, tanto nuestros órganos de
enfrentamiento, como un grupo de blogueros activos,
anunciamos oportunamente para que el enemigo conozca que
sabemos en los pasos que anda.
”Hace
poco yo saqué un trabajo, donde analizo la vulnerabilidad de
los planes que se están tramando desde Miami para en
conjunto de fuerzas del grupo centroamericano de Posada
Carriles y gobiernos de la derecha, con el objeto de
realizar posibles atentados contra ministros y mandatarios
latinoamericanos en la venidera cumbre de la CELAC en enero
de 2015.
”Aunque
no se ha dejado de utilizar este tipo de terrorismo, se ha
pasado a los llamados planes subversivos, un viejo tipo de
terrorismo usado ahora en mayor escala, que no mata a las
personas pero sí ataca su mentalidad y su forma de ver y
recibir la información al ser manipuladas”.
—El
11 de septiembre de 1980 fue asesinado en Nueva York el
diplomático cubano Félix García Rodríguez, funcionario
acreditado ante la ONU, mientras conducía su auto por una
calle de Queens. ¿Qué papel ha tenido Omega 7 en la
subvención del terrorismo contra Cuba?
—En
los últimos años de la década de los 70 y principios de los
80 surgió Omega 7. Esta fue una época sumamente dañina, no
solo para Cuba, sino para Estados Unidos, ya que por estos
años se realizan las mayores acciones criminales de la mafia
terrorista dentro del territorio.
“No
fue solo Félix García Rodríguez a quien se intentó asesinar.
Murió Adriana Corcho en Portugal, se intentó a asesinar a
nuestros representantes ante la ONU, a Emilio Aragonés en
Argentina. Omega 7 fue una organización de extrema derecha
que se le fue de las manos a Estados Unidos, realizaron
alrededor de 500 actos terroristas en territorio
norteamericano. Lo paradójico de todo esto es que los
principales representantes del Congreso en los Estados
Unidos, de la mafia cubana, han salido en defensa de Eduardo
Arosena para que le den la libertad, tal como hicieron con
Orlando Bosch.
”Omega
7 fue un producto creado por la CIA, a ella se integraron
todos los individuos que luego del fracaso de Playa Girón no
se quedaron contentos con la actitud de Estados Unidos y
llevaron a la muerte de Kennedy. Omega 7 fue el Al Qaeda de
esa época, y aunque el FBI capturó a algunos de ellos, salvo
el caso de Rolando Hernández Otero y Arocena, las penas de
los otros fueron irrisorias.
”El
sistema de legislación norteamericano falla con respecto al
terrorismo, tiene brechas donde triunfa la impunidad;
mientras que a nuestros hermanos se les da injustamente
cadenas perpetuas, estos individuos andan libremente por los
Estados Unidos”.
—Una
y otra vez Estados Unidos coloca a Cuba en su lista de
países que auspician el terrorismo, ¿qué razones hay
detrás de esta absurda decisión, con el enorme historial
de hechos que prueban la responsabilidad de Estados Unidos
en actos terroristas contra Cuba?
—La
guerra ideológica contra Cuba está sustentada en varios
soportes de discursos mediáticos. Ellos arguyen la presencia
en Cuba de algunos estadounidenses a los que se les dio
asilo, además de la presencia de algunos etarras y
combatientes de la FARC. Cualquier país tiene el soberano y
legítimo derecho de dar asilo a cualquier perseguido. Ellos
mismos lo hacen a través de la Ley de Ajuste Cubano. Le
dieron asilo político a los batistianos, a criminales, y a
todos aquellos que han secuestrado nuestras embarcaciones y
asesinado, incluso, a personas en Cuba; y han entrado
libremente al amparo de esa ley.
”La
prueba de que Cuba no está implicada en actividades de
terrorismo está en las conversaciones de paz que se realizan
en La Habana para solucionar el conflicto que se vive en
Colombia. Siempre hemos estado contra el terrorismo y le
hemos demostrado a Estados Unidos esa posición al entregarle
información sensible para proteger su seguridad nacional.
”El
único fin es satanizarnos y endilgarnos este tipo de
acusaciones de país que apoya el narcotráfico, el
terrorismo, la trata de personas. Todas esas falsedades son
para mantener un constante asedio ideológico hacia nuestro
país”.
—Persiste
el silencio de los grandes medios en torno al caso de los
Cinco, ¿qué acciones puede tomar un ciudadano para lograr
un mayor conocimiento de la causa?
—Nosotros
somos culpables. Tal vez en ese momento no percibimos que
debíamos politizar el caso. Confiamos en la legislación
norteamericana, aun a sabiendas de que iban a politizarlo.
Nuestros hermanos no tendrían nunca un juicio imparcial en
Miami. Si nosotros hubiéramos fortalecido más el trabajo de
denuncia del terrorismo, si no nos hubiera fallado The
New York Times, las cosas hubiesen sido distintas.
“Mi
identidad se revela precisamente por una entrevista con el
periodista Timothy Golden, para sacar todos estos planes
terroristas a la luz, y me entrevisto con él el 13 de agosto
de 1998. Pero los editores del The New York Times
decidieron no publicar toda la información que le había dado
Cuba, la misma entregada hacía un tiempo al FBI con la
novedad de mi identidad.
”Nuestros
hermanos, ya monitoreados de antes, fueron capturados como
una respuesta prepotente. Se ensañaron con ellos por su
posición digna, porque si ellos hubieran traicionado nuestra
patria, el juicio no hubiera tenido la gran connotación
política que ha tenido, porque los Cinco se han convertido
en embajadores de nuestras verdades. Sus alegatos son la
mayor muestra de por qué estaban ahí.
”Quizás
si hubiéramos arremetido dentro de la opinión pública
internacional hubiéramos logrado un efecto más inmediato.
Obama estuvo a punto de dar el indulto presidencial, pero
reculó. La presión internacional es grande y nosotros
debemos encontrar espacios. Hemos cometido errores con el
tema de los Cinco, internos y externos. El primer error
dentro del país fue poner en los centros de trabajo un
sitial de los Cinco, llegamos a un punto en que no llegamos
a la fibra, al verdadero hecho de que cualquiera de su
familia pudiera haber sido uno de ellos. Cuando René estuvo
en mi casa le hablé de ese tema. Debemos apelar a la
sensibilidad del cubano.
”Las
acusaciones de espionaje contra Cuba, cuando se acrecienta
la campaña por la liberación de los Cinco, las acusaciones
que acaba de sacar el FBI de que estamos realizando trabajo
de sonsacamiento con intelectuales tienen el
propósito de viciar nuestras campañas por la liberación de
los Cinco.
”Nuestros
sitios y blogosfera deben ser más activos en rescatar
nuestra memoria histórica. Que la gente sepa porqué estaban
ahí. La presencia de René y Fernando como difusores, como
ejemplos, es muy importante para mostrar la verdad y
descanonizarlos, hacerlos humanos. Hoy las personas
comprenden que podrían ser nuestros hermanos. Creo que la
batalla de los cinco está más fuerte que nunca, pero
necesita aún más y la fórmula está en la denuncia del
terrorismo”.