"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

sábado, 6 de julio de 2013

Los economistas famosos causan sensación

 Por LESLIE KWOH| Del blog At Work
¿A quién está acudiendo la gente hoy en día para obtener consejos de negocios?
A los economistas famosos.
Expertos de renombre en la economía como Paul Krugman, Joseph Stiglitz, Michael Porter, Robert Reich y Muhammad Yunus gozan de un lugar prominente en un nuevo ranking de pensadores de negocios influyentes realizado por The Wall Street Journal.
 
Los hallazgos —basados en resultados de búsquedas en Google, menciones en medios de comunicación y citaciones en publicaciones académicas— muestran cuánto ha cambiado el panorama de los gurús de los negocios desde 2008, cuando se llevó a cabo un ranking previo usando una metodología similar. El autor y consultor Gary Hamel ocupaba el primer puesto, que ahora es para Krugman.
"Llamo a la nueva lista la invasión de los economistas famosos", apunta Tom Davenport, profesor de administración en la Universidad Babson y autor del libro de 2003 "What's the Big Idea?" (Algo así como "¿Cuál es la gran idea?").

Davenport, que compiló el ranking de este año con Jeffrey Cronin, un bibliotecario de investigación en HBS, indica que los temas de negocios y administración han dejado de ser los favoritos, gracias a una escasez de tendencias grandes como Six Sigma y reingeniería de procesos empresariales, que causaron sensación en las décadas de 1980 y 1990. "No hay un tema realmente dominante", indica.
Al mismo tiempo, la crisis financiera ha tenido como efecto que el análisis económico sea valioso tanto para empresas como consumidores, dice. "La gente está en busca de lo que causó la crisis", afirma. Esa es una de las razones por las cuales les fue tan bien a los economistas en el ranking, sostiene.
Sin dudas, muchas cosas han cambiado en años recientes en la forma en que los gurús consiguen visibilidad. El nuevo ranking, por ejemplo, no toma en cuenta el número de seguidores en Twitter, que podría ofrecer una medida moderna de la influencia de una persona. La cantidad de seguidores en Twitter no era necesariamente una buena medida del impacto de un gurú, asevera Davenport.
Davenport y Cronin calcularon por separado el número de seguidores en Twitter y descubrieron que 20% de los 50 gurús principales —la mayoría académicos— aún no tienen cuenta. Bill Gates tenía la mayor cantidad de seguidores en Twitter, con unos 9,3 millones (la cifra ha escalado a casi 12 millones desde entonces).
Pero al menos un aspecto de la clasificación no ha cambiado. Las estrategas femeninas, que estuvieron visiblemente ausentes del listado en 2008, como señaló The Wall Street Journal en ese momento, en general siguen faltando en los resultados recientes. De hecho, la inversionista y emprendedora Esther Dyson es la única mujer que figuró en la lista de los 50 principales este año.
Davenport explica que un motivo podría ser que las mujeres suelen tener áreas de especialidad más definidas, mientras que los hombres en los puestos principales de la lista tienden a abordar temas más amplios.
A continuación los resultados principales de 2013 y 2008, para comparar:
2013
1. Paul Krugman
2. Joseph Stiglitz
3. Bill Gates
4. Michael Porter
5. Thomas Friedman
6. Eric Schmidt
7. Richard Branson
8. Malcolm Gladwell
9. Robert Reich
10. Jack Welch
11. Muhammad Yunus
12. Niall Ferguson
13. Michael Dell
14. Howard Gardner
15. Jimmy Wales

2008
1. Gary Hamel
2. Thomas Friedman
3. Bill Gates
4. Malcolm Gladwell
5. Howard Gardner
6. Philip Kotler
7. Robert Reich
8. Daniel Goleman
9. Henry Mintzberg
10. Stephen Covey
11. Jeffrey Pfeffer
12. Peter Senge
13. Richard Branson
14. Michael Porter
15. Michael Dell

CUBA: Techos a prueba de huracanes

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Patricia Grogg  
El estado constructivo de las viviendas en Cuba representa una de las mayores vulnerabilidades frente a los huracanes.    
 La escasez de vivienda aún está entre los mayores problemas sociales de Cuba, con un déficit que cada año se agrava por frecuentes huracanes. Pero la aparición del resistente microcemento y en particular de los ecomateriales mejora las perspectivas.
     
"Soy afortunada, tengo casa, pero hasta hace poco tiempo perdía el techo con cada viento fuerte que pasaba por aquí", dice Felicia Lezcano, quien vive a pocas cuadras del mar, en Isabela de Sagua, poblado pesquero de la costa norte de la central provincia de Villa Clara y distante casi 300 kilómetros de La Habana.
Millares de familias en Cuba y otros países del Caribe y de América Central viven una zozobra parecida, ya sea por carencia de recursos o por la fragilidad de las zonas en que habitan para resistir los vientos huracanados.
El año que acaba de finalizar, 100.226 viviendas cubanas sufrieron los embates de los ciclones Charley e Iván al paso por la porción occidental del país, 5.360 de las cuales resultaron destruidas por completo.
Los vecinos de Isabela recuerdan que en 2001 el huracán Michelle azotó esa localidad con vientos de hasta 280 kilómetros por hora, que destruyeron decenas de edificaciones.
Sin embargo, 21 familias ya tenían cubiertas con tejas de microcemento, fabricadas con arena, cemento convencional, agua y alambre galvanizado. Ninguna se rompió ni se movió de su lugar. "Al menos en ese sentido me siento segura", afirma Lezcano.
El Michelle dejó en todo el país alrededor de 176.000 viviendas dañadas, 13.000 de ellas destruidas totalmente y 2.000 que debieron ser reubicadas en zonas más seguras.
Tales desastres agravan el déficit ya crónico en el sector habitacional cubano, estimado en más de medio millón de casas por el Instituto de la Vivienda, carente de recursos para emprender soluciones a corto y mediano plazo.
Por otra parte, autoridades y expertos del sector académico coinciden en que el estado de las viviendas continúa siendo uno de los elementos más vulnerables del país ante los ciclones tropicales.
Según datos oficiales, 40 por ciento del fondo habitacional de más de tres millones de viviendas se encuentra en regular o mal estado, proporción que se eleva a 50 por ciento en las provincias orientales de la isla.
En ese sentido, expertos del Centro de Investigaciones de Estructuras y Materiales (Cidem), de la Universidad Central de las Villas, coinciden en que toda estrategia constructiva debe tener muy en cuenta la necesidad de reducir la vulnerabilidad ante los desastres.
"Resistir el Michelle fue una prueba de fuego. Las tejas de microconcreto y bloques fabricados con ecomateriales ganaron en credibilidad", dijo a IPS el subdirector de ese centro académico, José Fernando Martirena.
A partir de ahí, las propuestas del Cidem que combinan la fabricación de esos materiales alternativos con el mejoramiento de viviendas en regiones de alto riesgo de desastres naturales cobraron mayor fuerza en Villa Clara e inclusive se extendieron a Matanzas, la provincia vecina por el este de La Habana.
Más aún, el proyecto denominado "De desperdicios a casas", cuyas tecnologías son producto de investigaciones realizadas por esa institución, figuró el año pasado entre los 40 finalistas para el premio Habitat de la Organización de las Naciones Unidas, que auspicia la ciudad de Dubai.
Los ecomateriales se obtienen y fabrican mediante el uso de recursos y tecnologías locales, con un ahorro considerable en los costos de producción y respetando el entorno. De ahí el nombre, que alude a su viabilidad tanto económica como ecológica.
Martirena y otros académicos del Cidem consideran que la producción de estos materiales es clave para iniciar con criterio de sostenibilidad cualquier programa de reconstrucción, pues elimina las dependencias externas.
Esas tecnologías incluyen el cemento alternativo denominado CP-40, hecho con desperdicios reciclados de la industria del azúcar u otros residuos propios del entorno, que luego se mezclan con cemento convencional en la fabricación de bloques para paredes.
El ahorro es considerable. Con una tonelada de cemento en el taller de ecomateriales se hacen 1.200 bloques para paredes, más de la mitad de los que se pueden fabricar con la misma asignación en una fábrica convencional.
También es menor el gasto de energía eléctrica, pues una fábrica de ecomateriales consume sólo entre 240 a 280 kilovatios por mes, así como en transporte, ya que el taller produce fundamentalmente para la localidad en que encuentra ubicado.
La clave de este tipo de proyectos es la descentralización, que propicia el desarrollo local, sobre todo en zonas apartadas, crea nuevos empleos, impulsa el aumento de los ingresos de la comunidad y hace que esta participe inclusive en la toma de decisiones.
"Hemos demostrado que dentro del esquema cubano actual, sin cambiar el sistema ni las concepciones políticas se puede descentralizar, mediante la participación de organismos locales de gobierno y de los propios beneficiarios", comenta Martirena.
Hasta ahora los proyectos de rehabilitación impulsados por el Cidem en varios municipios de Villa Clara, que incluyen la fabricación de ecomateriales en pequeños talleres instalados en cada territorio beneficiado, cuentan con financiamiento externo.
La Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), la Unión Europea (UE) y fundaciones privadas de Alemania figuran entre los principales donantes de recursos para estos proyectos, que facilitaron la rehabilitación de unas 2.000 casas en Villa Clara.
Sin embargo, esos financiamientos no duran toda la vida. "Hemos mostrado, a nivel local, un ejemplo positivo de lo que se puede hacer, pero el gobierno tiene que canalizarlo y asumirlo a nivel nacional", comentó Martirena.
El Cidem comenzó su trabajo en Villa Clara tras el paso huracán Lili, en 1996. Luego en Nicaragua y en Honduras tras el paso devastador del huracán Mitch, en 1998, contribuyó en la organización de proyectos de reubicación hacia áreas seguras de poblaciones asentadas en zonas de inundación.
Experiencias similares se desarrollan en 18 países de América latina y África, donde buena parte del equipamiento utilizado para la fabricación de ecomateriales es exportado desde Cuba.
       

Empresa socialista: Fundamental en modelo cubano, pero con cambios

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La empresa estatal socialista es la fórmula fundamental en el modelo económico cubano, pero hay que modificar sus reglas de funcionamiento, afirmó hoy aquí el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo.
El jefe de la Comisión de Implementación de los Lineamientos, aprobados por el Partido Comunista de Cuba para la actualización del modelo socialista en la isla, intervino en la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, que sesiona previo al inicio mañana de su octava legislatura.
Al respecto subrayó que no hay actualización del modelo económico cubano si no se moderniza el sistema empresarial socialista.
Adelantó que las directivas del próximo presupuesto nacional contienen los primeros pasos para cambiar las reglas de juego que rigen al sector estatal en el país.
Entre los cambios se incluye que la empresa se queda con los fondos de amortización, cuya mayoría hoy pasa a manos del Estado.
También dispondrá del 50 por ciento de las utilidades después del pago de los impuestos. "El gran desafío es lograr que la empresa estatal tenga la independencia relativa en el socialismo", indicó Murillo.
Dijo que la nueva política sobre el objeto social define la actividad fundamental de la empresa, pero las no fundamentales son prerrogativa del director.
No vamos a cuestionar las facultades empresariales, pero si vamos a enfrentar la irracionalidad de los gastos, advirtió.
Comentó casos de cadenas productivas paradas en espera de la aprobación "de una cadena de permisos" al nivel superior.
Sobre ello expresó lo contradictorio de tener empresas que durante varios años trabajan con pérdidas sin que el Estado las cierre o decida refinanciarlas.
Tuvimos una empresa con nueve años de pérdidas. ¿Cómo vivía? No pagaba sus deudas, refirió en la mencionada comisión, en la que participó el presidente del Parlamento cubano, Esteban Lazo.
Si queremos estimular las fuerzas productivas hay que transformar el sistema empresarial socialista, acotó al adelantar cambios en el vínculo con el presupuesto, las inversiones, el objeto social, el pedido estatal y el reconocimiento del mercado.
Además del intercambio sobre estos temas, la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea deberá dictaminar este viernes sobre el informe de liquidación del presupuesto del pasado año. (PL)
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