"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

sábado, 7 de septiembre de 2013

Ministerio de Turismo cubano incluirá ofertas del sector privado en sus paquetes

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El ministerio de Turismo espera nuevas embarcaciones de Canadá, Alemania, Grecia y Reino Unido, con capacidad para más de 1.000 viajeros, junto a otros cruceros tradicionales que arriban al país.
En 2012, Cuba recibió a 2,8 millones de turistas extranjeros, 4,5% más que en 2011.

El ministerio de Turismo de Cuba anunció que a partir de la próxima temporada alta incluirá en sus paquetes algunas ofertas del sector privado, desde alojamientos hasta excursiones, informaron este sábado medios oficiales.

El director comercial del ministerio, José Manuel Bisbé, indicó que se han "identificado un grupo importante" de negocios autónomos como alojamientos y "paladares" (restaurantes privados) con "servicios de excelencia", y ya se trabaja con ellos en el proceso de contratación.
Según la estatal Agencia de Información Nacional, Bisbé precisó que las agencias de viaje que operan el mercado exterior e interno de la isla insertarán esas ofertas en sus paquetes y programas durante la temporada alta de turismo, que se extiende desde noviembre hasta la primavera.
La apertura de los llamados "paladares" y las casas o habitaciones de alquiler han sido unos de los efectos más visibles de los ajustes económicos emprendidos por el presidente cubano Raúl Castro en los últimos años para "actualizar" el socialismo en la isla.
Actualmente esas actividades acaparan casi 20% de las licencias para el trabajo privado, lo que apunta al interés de los cubanos en el sector turístico, segundo capítulo de ingresos en divisas al país.
Otras novedades para la próxima temporada alta en Cuba serán la reapertura de hoteles como el emblemático "Capri" de La Habana, la inauguración de tres "clubes italianos" en los balnearios de Varadero, Cayo Largo y Cayo Santa María, y un incremento en las operaciones de cruceros.
En concreto, el ministerio de Turismo espera nuevas embarcaciones de Canadá, Alemania, Grecia y Reino Unido, con capacidad para más de 1.000 viajeros, junto a otros cruceros tradicionales que arriban al país, señaló este sábado el diario Juventud Rebelde.
También se anunció que se incorporarán nuevos vuelos directos a la isla desde mercados europeos, como Polonia, España y Dinamarca, así como la ampliación de la frecuencia semanal de viajes de la aerolínea Air France-KLM.
En 2012, Cuba recibió a 2,8 millones de turistas extranjeros, 4,5% más que en 2011.
Este año, la isla tiene el propósito de superar los 3 millones de visitantes internacionales, a pesar de factores negativos como la crisis internacional
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Lo que la industria de la comida procesada no quiere que sepas

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La mayoría sabemos que los alimentos procesados contienen altas cantidades de grasa, azúcares, sales, conservantes y que no son muy buenos, pero hay mucho más. Los alimentos procesados saben bien, son rápidos, prácticos pero atentan contra nuestra salud en varios aspectos. Donna Gates, autora de The Body Ecology Diet, nos da diez razones por las cuales deberíamos replantearnos nuestra elección, la próxima vez que estemos tentados de comprar un alimento procesado.
1. Son adictivos y diseñados para comer de mas.
Al procesar la comida la modifican removiendo componentes importantes de la misma como la fibra, el agua y los nutrientes, y modifica la forma en que nuestro cuerpo la digiere y asimila.
A diferencia de la comida en su forma tradicional, que contiene una mezcla de carbohidratos, grasas, proteínas, fibra y agua que hace que nos de saciedad. Los alimentos procesados estimulan la liberación de dopamina lo que sin lugar a duda nos hace sentir bien, aun cuando la comida no tiene todos sus nutrientes, fibra, agua etc. Esta liberación de dopamina puede incluso llevarte a comer de más e incluso a causar adicción a estos tipos de comidas. [1]
2. Están vinculados a la obesidad.
Los aditivos presentes en estos alimentos tales como el glutamato monosódico, el jarabe de maíz alto en fructosa, endulzantes artificiales y otros, están en gran medida relacionados con los actuales problemas de obesidad (que en países donde el consumo de este tipo de alimentos es masivo ya llega al grado de epidemia). [2]
El Dr. Mecola llevo a cabo un estudio donde al quitar las pautas publicitarias de este tipos de alimentos en la programación infantil se obtiene una disminución de la obesidad. [3]
3. No respetan los principios de la combinación de comida.
Comer alimentos respetando estos principios, ayuda a una mejor nutrición, asimilación y digestión del mismo, en cambio el no hacerlo conlleva a una mala digestión, acidificación de la sangre y ganancia de peso, con poco aporte de energía.
Como no todos hemos estudiado nutrición, les dejo un enlace para que aprendan sobre la combinación de alimentos:Combinación de Alimentos.
4. Causan un desbalance del ecosistema interno.
Los microorganismos que viven en nuestros tractos digestivos forman un delicado ecosistema interno, y el equilibrio y correcto funcionamiento de este sistema influye en muchos aspectos de nuestra salud. Este tipo de alimentos procesadospropicia la destrucción de nuestra flora bacteriana, lo que afecta al proceso digestivo y ocasiona enfermedad.
5. Causan depresión, cambios de humor y problemas de memoria
Cambios de ánimo, problemas de memoria e incluso la depresión son algunos de los trastornos que ocasiona una dieta con alto contenido de comida procesada.
6. Son hechos para comer rápidamente.
Los alimentos procesados son rápidos, muchos se calientan en microondas, se venden en las esquinas o se pueden incluso comer en el mismo lugar que los compramos, gasolineras, pequeños almacenes etc, es lo que decimos comida rápida. Todo esta fomenta, que comamos mientras trabajamos o caminamos, o demasiado a prisa; pero nuestro organismo esta diseñado para todo lo contrario, comer con tranquilidad e incluso reposar luego de comer para poder concentrar las energías en el proceso digestivo, al no hacerlo propiciamos una mala digestión con todas sus consecuencias, antes descriptas.
7. Las etiquetas de los productos muchas veces nos engañan.
Cuando un alimento procesado trae etiquetas como “natural” o “libre de azúcar”, esto no tiene por que equivaler a que sea un alimento saludable. Por ejemplo, un producto denominado “natural” puede legalmente estar genéticamente modificado, lleno de pesticidas o hecho con jarabe de maíz, aditivos, preservativos e ingredientes artificiales. [4]
8. Las carnes procesadas están vinculadas al cáncer
Las carnes procesadas como las salchichas, el salami, la mortadela y algunas hamburguesas tienen entre otros conservantes nitratos los cuales se sabe pueden ser problemáticos. [5]
9. Los alimentos procesados pueden incrementar tu riesgo a la infertilidad y la malnutrición
Ya que los alimentos procesados carecen de gran parte de los nutrientes, se puede comer una gran cantidad de calorías y estar mal nutrido. Estudios en ratas han demostrado que este tipo de malnutrición trae como consecuencias problemas graves en la fertilidad. [6]
10. Los alimentos procesados pueden sobrevivir años en un armario, pero no así una vida humana
Gracias al coctel de químicos, preservativos y otros aditivos; los alimentos procesados pueden sobrevivir mucho tiempo en una alacena sin descomponerse.
Desafortunadamente, los productores invierten mucho dinero y tiempo en estrategias para incrementar la vida útil de estos productos y crear empaques atractivos y ponen muy poca atención en el valor de los nutrientes o si pueden ser nocivos para la salud a largo plazo. [7]
  1. Goldhammer, Alan, D.C., Dietary Addictions: Why eating healthfully is so difficult. National Health Association. http://www.healthscience.org
  2. Tsang, Gloria, R.D. and Girdler, Lauren. MSG and Your Weight. September 2008. Health Castle.http://www.healthcastle.com/msg
  3. Mercola, Joe, O.D. Simple Change Could Reduce Obesity in U.S. by 20 Percent. Mercola.com.
    Krebs, Al. New Poll – 94% of Americans Want Labels on GE Foods. Organic Consumers.
  4. Tsang, Gloria, R.D., Processed Meat and Cancer. August 2006. Health Castle.
  5. Fallon, Sally. Dirty Secrets of the Food Processing Industry. Weston A. Price Foundation.
  6. Davis, Jordan K., M.D. Shelf Life is Not Your Life. Total Health Communications.
  7. Vangsness, R.D., L.D.N., C.N.S.D. Mastering the Mindful Meal. Brigham and Women’s Hospital.
EcoPortal.net
Artículo original en Inglés: Wakeup-world.com
Traducción ecocosas.com

Nuevos actores sociales y economía solidaria en Cuba

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Por MARJORIE PEREGRÍN Y ONEDYS CALVO / CIUDAD VIVA 

En días pasados se celebró en La Habana el XI Encuentro de Manejo y Gestión de Centros Históricos, en el que expertos cubanos y de otros países ofrecieron perspectivas sobre las economías creativas y los emprendimientos sociales, en muchos casos referidas a Cuba y en el contexto del actual proceso denominado de actualización del modelo económico.
El sector no estatal ha ganado importancia en el plano económico y social del país en los últimos meses. Recientemente se informaba que el gobierno ha arrendado más de dos mil pequeñas empresas estatales a sus trabajadores (más de dos mil locales con un total de 5.479 empleados), que actualmente las operan y asumen desde la gestión de los materiales hasta la administración y el pago de los servicios básicos.
A inicios de abril se conoció sobre la propuesta al Consejo de Ministros para la aprobación del primer grupo de 126 cooperativas no agropecuarias, que comenzaría a funcionar próximamente. Y en la Feria Internacional de Turismo, este mes de mayo, el Mintur informó que actualmente están en servicio más de seis mil habitaciones, 950 viviendas para renta en su totalidad y unos 2.200 restaurantes en el sector no estatal, cuyos representantes podrán acceder al sistema de educación para el turismo.
El modelo de gestión del Centro Histórico de La Habana incorporó hace ya tiempo esta alternativa económica y muchos de los emprendimientos creados se convirtieron en multiplicadores sociales y tienen hoy una incidencia positiva que acompaña a la labor mayor de la Oficina del Historiador.
Canadiense con 20 años de residencia en Cuba, doctor en Ciencias Jurídicas, politólogo y consultor para la cooperación internacional, Gregory Biniowsky participó en el Encuentro de Manejo y Gestión de Centros Históricos y compartió con nosotros su visión sobre estos desarrollos en el contexto nacional.
Vamos a comenzar por la definición. ¿A qué podemos llamar economía solidaria?
-Para no perdernos en un debate de conceptos, puede decirse que en esencia la economía solidaria es aquella en la que uno realiza una actividad económica – generalmente estamos hablando de negocios particulares-, que se desarrolla con base en un sentido de solidaridad con los vecinos, no sólo con los socios del negocio o sus familiares. Se trata de hacer actividad económica con base en la idea de que uno tiene una responsabilidad, no sólo para el éxito del negocio y su propio bienestar, sino para el progreso y el bienestar de la sociedad en general.
Es algo que implica niveles de pertenencia y de compromiso muy altos…
-Por supuesto. Para decirlo sencillamente, la economía solidaria sería lo contrario de lo que podríamos llamar economía egoísta, en la que uno se involucra en una actividad económica con el solo propósito de beneficiarse a sí mismo y a su círculo más allegado.
¿Cómo se manifiesta la economía solidaria en los contextos urbanos, a nivel de comunidad?
-Puede existir economía solidaria en un contexto rural, pero en el contexto urbano la densidad de población, la cercanía de muchas personas alrededor de uno es mayor. Por ende, el impacto del negocio que uno tiene puede ser mayor, al igual que las posibilidades de beneficio que uno puede aportar al barrio, a la comunidad.
Hay que precisar algo. La economía solidaria no es filatropía, en el sentido clásico en que la conocemos. No es sólo dar lo que uno tiene, es generar recursos y beneficios económicos y no usarlos en forma caritativa o paternalista, sino de una manera que genere a su vez más actividad económica local, más empleo, y que otros miembros de la comunidad se involucren en ese proceso de producción, de creación.
¿Cuán consolidado está el término a nivel internacional?
-Como concepto quizás lleva mucho tiempo por ahí, pero en términos prácticos, reales, es algo que se ha desarrollado fundamentalmente en Latinoamérica. En las últimas dos décadas, los países latinoamericanos tuvieron que enfrentar el gran fracaso del neoliberalismo, que puso a la economía egoísta, individualista, como eje central de la sociedad. En países como Venezuela, como Bolivia, Ecuador o Brasil, la economía solidaria es una reacción a ese fracaso del neoliberalismo.
Esos son países donde había una economía de mercado y un sector no estatal predominante. En el caso de Cuba, están surgiendo ahora expresiones de este fenómeno con las transformaciones económicas que realiza el gobierno, entre ellas la apertura al sector no estatal. Es ya, en las actuales circunstancias, un tema relevante para Cuba.
¿Pudiera considerarse como una alternativa para el desarrollo?
-Sí. Hay gente que habla de desarrollo en términos macroeconómicos: el país tuvo un crecimiento de tanto por ciento y ello implica desarrollo. Pero se les olvida definir cómo se está distribuyendo ese crecimiento, ese desarrollo. La economía solidaria es algo que tiene que ver con el desarrollo, pero sobre todo con la equidad social, con la forma en que se distribuye la riqueza económica…
Estuvimos en la calle realizando entrevistas sobre el tema del cuentapropismo, y los entrevistados hablaron sobre oportunidades para quienes quieran dedicar a ello sus habilidades y conocimientos profesionales, posibilidades de desarrollar el potencial de muchas personas; creatividad y diversidad de opciones; cooperación entre residentes de la comunidad e intercambio económico entre ellos… Escuchamos a algunos decir que se sienten útiles, hablaron incluso de reconocimiento social y responsabilidad social con los demás más allá del mero negocio, empezando por la fachada y el diseño de su local hasta la interacción con los vecinos… Otros contaron que han tenido que aprender muchas cosas, desde leyes e impuestos hasta contabilidad, administración, pero que es un reto y un camino nuevo que es tentador, que les ha planteado nuevas metas. Esta realidad tiene muchas implicaciones sociales, incluso culturales… ¿Qué opina usted?
-Son comentarios similares a los que escucho en mi barrio de Centro Habana. La gente ve este proceso del cuentapropismo como una oportunidad para desarrollarse económica, profesional e intelectualmente. Conciben una idea y la ponen a prueba. También hay un importante componente espiritual: uno tiene un sueño y a veces los negocios no consisten solamente en la búsqueda de un beneficio económico, sino en la posibilidad de desarrollar potencialidades, una oportunidad de creatividad.
Yo veo que este es un momento histórico en Cuba. Se ha abierto el espacio al sector no estatal: a los cuentapropistas y a las cooperativas. Han cambiado los tiempos y se ha requerido un ajuste, una actualización del modelo económico. La apertura de este espacio es un fenómeno nuevo en casi medio siglo, porque el Estado realizaba casi la totalidad de la actividad económica. Creo que uno de los problemas en Cuba y en otros países ha sido el paternalismo, que un poco que quita ese sentido de responsabilidad, de creatividad… La gente se adaptaba a esperar que el Estado le resolviera todo. Y cuando había muchos recursos el Estado lo hacía, pero de pronto los tiempos cambian, cayó el campo socialista, se mantiene el bloqueo de Estados Unidos, cambia el entorno económico mundial… Es algo muy positivo que la gente esté comprendiendo que ellos llevan en sí una responsabilidad para con su propio bienestar y no pueden depender eternamente del Estado para todo.
Pero hay otra arista. No se trata sólo de responsabilidad para con uno mismo y para con la familia, sino también hacia los demás, hacia el barrio, Y ahí está el gran reto. Se puede abrir este espacio al sector no estatal y la gente enseguida va a aprender lo de la responsabilidad hacia sí mismos y hacia la familia, pero hay que asegurar que esos nuevos cuentapropistas y cooperativistas miren también más allá de sí mismos y de sus familias.
Otro de los entrevistados nos decía que, por ejemplo, los pueblos indígenas tienen una gran experiencia, una cultura consolidada del trabajo en cooperativa, y que los cubanos aún no han demostrado su eficacia en ese campo… ¿Qué opinión le merece ese comentario?
-Cuando uno compara a Cuba con otros países de Latinoamérica, sin mencionar los países desarrollados de Europa, yo diría que Cuba tiene una situación muy favorable para el desarrollo de cooperativas y de una economía solidaria basada en la cooperación.
Aunque puede decirse que las comunidades indígenas, en efecto, tienen esa ética de cooperación muy bien arraigada, se trata de comunidades muy pequeñas, aldeas, y aquí estamos hablando de países y transformación de países. En ese sentido, cuando comparo a Cuba con otros países veo una diferencia muy importante: lo que Cuba está tratando de hacer es añadir lo económico en lo social, mientras que hoy la lucha de los movimientos progresistas en Latinoamérica es incorporar lo social en lo económico. Y eso me lo comentó un experto que lleva años trabajando en el tema de la economía solidaria, en cooperativas. Y yo creo que la ventaja la lleva Cuba: creo que es mucho más fácil enseñar a alguien cómo manejar su negocio, cómo asegurar que su negocio sea sostenible y rentable, que enseñarle cómo ser solidario, cómo sentir una responsabilidad, una conexión con el prójimo. Y este experto me comentaba cuánto potencial hay en Cuba para la economía solidaria, porque después de tantos años de revolución los cubanos saben cómo cooperar, cómo movilizarse en conjunto para lograr un objetivo común. Ahora, el reto de Cuba es definir y adaptar al contexto cubano los mecanismos para asegurar la eficiencia económica.
¿Cuánta responsabilidad, cuánta innovación más se necesita para que estos nuevos actores o procesos sociales incidan con todo su potencial en la renovación de la ciudad que todos queremos?
-Ese es el reto. Cómo encontrar ese equilibrio entre el incentivo individual y el compromiso con el resto de la sociedad. He escuchado los comentarios de muchas personas y dicen que, efectivamente, el cuentapropista se mete en negocios para mejorar su vida económica, pero también, en muchos casos, se aseguran de que esa actividad beneficie a otros. Ese es el reto de Cuba hoy. Y créeme, como politólogo especializado en Latinoamérica te aseguro que hay hoy muchos países mirando hacia Cuba, esperando a ver qué sale de esta experiencia muy atrevida, con tantos obstáculos enfrente; dónde vamos a llegar con respecto a la pregunta de cuál es el papel del pequeño y mediano empresario no estatal dentro del socialismo. .. Me viene a la mente un comentario reciente de un cuentapropista muy exitoso, cuyo negocio va muy bien y que ha hallado la forma de revertir los recursos de su negocio en su barrio, de una forma creativa, empoderando a sus vecinos… Bien, viajó al extranjero, se asombró con la cantidad de recursos y tecnología en la actividad económica, pero a la vez, hablando con la gente, sintió que se perdía un poco el ser humano en la carrera económica, se perdía el sentido de comunidad, de barrio. Y me dijo: “Yo no soy militante del Partido Comunista, no soy muy activo políticamente, pero, ¿sabes qué quiero hacer con mi negocio?: defender los valores de mi país, de la sociedad. Soy cuentapropista y quiero sentir una responsabilidad para los que están cerca de mí, aunque no sepa su nombre ni de dónde vienen”. Hay que luchar porque ese sentimiento de conexión con los demás caracterice a la mayoría de los representantes del sector no estatal.
Lo fundamental es que Cuba tiene una tierra fértil, una población instruida, preparada, con un nivel de educación y con una alta capacidad de aprendizaje e innovación gracias a esa educación. Estos emprendimientos positivos son muy contagiosos, y generan mucha esperanza. Por eso tenemos que estar atentos ahora, como individuos y también el Estado como manejador del proceso; luchar para que ese sector no estatal tenga incorporados los valores sociales que ha promovido el país en las últimas décadas, que tenga esa ética social. Una de las cuestiones claves en este siglo XXI es cómo logramos combinar la iniciativa de los pequeños y medianos empresarios no estatales con el gran proyecto del socialismo, que es garantizar bienestar social para todos. Muchos países han fracasado intentándolo, pero considero que Cuba está bien posicionada para encontrar soluciones.
Expertos asistentes al encuentro sobre manejo de centros históricos subrayaron la importancia de que el Estado acompañe el proceso de desarrollo del sector no estatal, que se haga pedagogía pública y se visibilice su desempeño y sobre todo el de quienes lo hacen con un enfoque solidario; que se promuevan los emprendimientos innovadores, creativos…
-Lograr este sueño de mezclar la justicia social con un sector no estatal emergente es difícil, y obviamente, no creo que ni los cuentapropistas ni el Estado piensen que los primeros van a asumir las responsabilidades sociales. Al final, es el Estado el que es responsable. Esas acciones de responsabilidad de los cuentapropistas se hacen acompañando al Estado, trabajando en conjunto con el Estado para lograr ciertos objetivos sociales a nivel de comunidad. Son muy importantes el acompañamiento y las alianzas público-privadas. Hay un reto, y ya lo han mencionados los dirigentes cubanos: la burocracia. Hay burócratas que buscan un problema para cada solución, no una solución para cada problema, y son resistentes a los cambios. Hay que lograr también un equilibrio en el área de los impuestos: que no sean simbólicos, y tampoco que sean tan altos que comprometan la capacidad de existencia de un emprendimiento. En un proceso así tenemos que estar listos para tropezones, errores… Hacer un cambio como éste es un reto. Los países que fueron de un extremo a otro, como en Europa del Este, lo hicieron más fácil, y ya sabemos qué sucedió luego. Ahora, mantener lo que hay que mantener, y cambiar lo que hay que cambiar, ese es un trabajo mucho más complejo que dejar que simplemente el péndulo gire de un lado al otro.
El reto es identificar los errores y seguir creando sobre lo aprendido. Y es clave que el sector no estatal acompañe al Estado, porque al final el bienestar de Cuba y los cubanos es del interés de todos los que están en esta isla.

El sueño de la energía limpia

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Ante la amenaza de frustración de encontrar nuevos yacimientos de petróleo, Cuba ha acelerado las inversiones para obtener electricidad de fuentes renovables de energía.
 
Dos serias inversiones en el terreno de la energía eólica y solar han confirmado este año la política adoptada de reducir la dependencia de la importación de petróleo, todavía demasiado pesada para la economía cubana. Desde hace años,  este país compra alrededor de la mitad de los 8 millones de toneladas de petróleo y gas equivalente que consumen su industria, la agricultura y el sector residencial. Las exploraciones marinas, costeadas por firmas extranjeras mediante contratos a riesgo, no han obsequiado nuevos yacimientos.
La opción más realista, pero más lenta, parece ir en otra dirección y el gobierno, pese a compartir las viejas expectativas nacionales de hallar oro negro, la tiene en cuenta.

Aunque la noticia tomó fuerza tres meses después, en abril comenzó a funcionar el primer parque de energía solar fotovoltaica, toda una novedad en un país que hasta ahora había apostado a esa alternativa energética en menor escala. Los paneles solares eran empleados fundamentalmente en zonas rurales sin acceso al sistema nacional de energía eléctrica.
Ubicado en la provincia de Cienfuegos, al centro y sur de la Isla de Cuba, la instalación de Cantarrana entró en pleno funcionamiento en agosto, según informaron medios de prensa nacionales. Con una potencia instalada final de generación de 2,6 megaWatts, sus 14.100 paneles ocupan una extensa área de 4,72 hectáreas. Constituye la estación de mayor envergadura entre las de su tipo ya erigidas en la nación, dijo a la prensa el ingeniero eléctrico Silvio Yoel León, de la empresa inversionista de la Unión Nacional Eléctrica (UNE).
El parque solar de Cantarrana, cuya construcción comenzó en octubre del 2012, generó el primer megaWatt en abril. Desde ese mes hasta agosto, le ha ahorrado a Cuba alrededor de 145 toneladas de hidrocarburos. De acuerdo con cálculos de la UNE, ha producido electricidad suficiente en ese tiempo para abastecer el consumo diario de 780 viviendas, con el beneficio, no menos importante, de constituir energía limpia. Al no quemar el combustible que ahorró, evitó el lanzamiento a la atmósfera de un gran volumen de dióxido de carbono.

Otra fuente de reconocida virtud ecológica es el viento. En fecha cercana, el gobierno divulgó, entre otros proyectos, la construcción de un nuevo parque de energía eólica en la provincia oriental de Las Tunas, territorio vecino de la provincia de Holguín, donde se encuentran las mayores estaciones generadoras de electricidad a partir del viento existente hasta ahora en Cuba: Gibara 1 y Gibara 2, en la costa norte, con una potencia instalada de 9,6 mW.En el norte de las provincias orientales de Holguín y Las Tunas se encuentra uno de los mayores potenciales de energía eléctrica a partir del viento, como indican las estaciones de Gibara 1 y Gibara 2.En el norte de las provincias orientales de Holguín y Las Tunas se encuentra uno de los mayores potenciales de energía eléctrica a partir del viento, como indican las estaciones de Gibara 1 y Gibara 2.
Durante la XII Conferencia Mundial de Energía Eólica y la Exposición de Fuentes Renovables de Energía (WWEC 2013), que tuvo lugar en La Habana en junio pasado, el ministro cubano de Energía y Minas, Alfredo López, anunció que la instalación de Las Tunas dispondrá de 34 aerogeneradores de 1,5 mW de potencia cada uno. La suma permitirá generar 153 gigaWatts/hora y sustituir al año más de 40 mil toneladas de petróleo.
El gobierno confía en amortizar la inversión en seis años con el hidrocarburo ahorrado a cuenta del viento en esa instalación, que cuando concluya en 2014, según los planes, será la mayor de su tipo en el país, con 50 mW de potencia total. En estos momentos existen cuatro parques eólicos, dotados con 20 máquinas generadoras en total, que tributan 11,7 mW al sistema electroenergético nacional, de acuerdo con datos de la UNE.
El director del Centro de Estudios de Tecnologías Energéticas Renovables, Conrado Moreno, se anima porque “Cuba exhibe un gran desarrollo eólico en los últimos años, y en las energías renovables en general”. En el 2005 el viento solo aportaba 0,5 mW en el país.
Después de presentar recientemente un nuevo Mapa Eólico, que indica con más precisión la ruta de los vientos en el archipiélago cubano, los expertos estiman que podrían construirse instalaciones hasta alcanzar una potencia mayor de 2.000 mW. De manera más concreta, el ministro Alfredo López mencionó en la WWEC 2013 proyecciones de asimilar en el corto plazo al menos 400 mW a cuenta del ardiente sol tropical cubano y más de 600 mW por el viento. 

El programa de desarrollo propone que en el 2030 al menos el 10 por ciento de la energía eléctrica provenga de fuentes renovables. Un empeño ambicioso. Al cierre de 2012, apenas aportaban el 0,7 por ciento de la electricidad, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
El grueso de la generación eléctrica es de origen térmico: alrededor de dos tercios proviene de centrales termoeléctricas y poco más de un 21 por ciento de grupos electrógenos.
Las termoeléctricas alimentadas con petróleo y derivados continúan como principales generadoras de electricidad en Cuba.Las termoeléctricas alimentadas con petróleo y derivados continúan como principales generadoras de electricidad en Cuba.Otros cálculos gubernamentales indican que la producción de energía primaria –incluye plantas de biogás, calentadores solares, molinos de viento y otros- a partir de las fuentes renovables ascendía a 3,8 por ciento el año pasado, pero podría llegar a 16,5 por ciento en el 2020. La biomasa cañera y forestal, la energía solar, la eólica y la hidráulica son las cuatro fuentes principales.
En opinión de muchos entendidos, una de las alternativas que merece más atención es la biomasa cañera, residuo de una agroindustria que todavía mantiene peso en la economía cubana. Después de la reestructuración, ese sector quedó con una potencia de 470 mW, cifra reducida por la baja presión de las calderas de los ingenios azucareros. La empresa Azcuba da pasos para elevar la eficiencia de su generación eléctrica, que incluyen inversiones en algunos ingenios en asociación con una firma británica.
Un dato evidencia lo oportuno de hacerlo: la electricidad producida por los centrales azucareros en un año cubre el consumo de corriente de medio millón de viviendas durante un mes.
El país desarrolla esas alternativas con la confianza de que el petróleo y los dólares ahorrados serán la mejor carta de crédito para invertir y el beneficio medioambiental la mejor garantía social.

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