La noticia de que China ha seleccionado un medicamento cubano como parte de la batalla que libra desde hace semanas contra el Coronavirus, debe haber estremecido a varias capitales de América, entre ellas Washington, Brasilia, La Paz y Quito.
Waghington, porque el gobierno de Estados Unidos desarrolla una campaña para tratar de desacreditar los avances de Cuba en la medicina, y Brasilia, La Paz y Quito, porque los gobiernos de Brasil, Bolivia y Ecuador, se han prestado a la campaña imperialista para sabotear la presencia médica cubana en América Latina.
El periódico LA JORNADA, de México, recordó este domingo que Cuba inició en 1981 investigaciones sobre el Interferón a partir de leucocitos humanos, lo cual fue una verdadera hazaña científica, pues marcó el inicio del desarrollo de la biotecnología en la Mayor de las Antillas.
Esta semana la Comisión de Salud de China seleccionó el Interferón Alfa 2B recombinante, antiviral producido originalmente por la indistria biotecnológica de Cuba para combatir el coronavirus, que ha causado ya más de ochocientas muertes, así como 37 mil casos en 26 países.
El medicamento cubano se produce en la planta mixta Changheber, ubicada en la localidad de Changchun, provincia de Jilin, gracias a la cooperación entre Cuba y China, que incluye transferencia de tecnología.
El diario mexicano La Jornada recuerda que Fidel Castro inauguró en 1982 el Centro de Investigaciones Biológicas y cuatro años después el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, que en la actualidad cuenta con mil quinientos trabajadores y desarrolla una amplia gama de fármacos de gran impacto internacional.
La complejidad de la situación epidemiológica provocada por el coronavirus llevó a la Organización Mundial de la Salud a declarar hace una semana la emergencia internacional, ante la preocupación de que se propague a países con débiles sistemas sanitarios.
Para Cuba, una pequeña nación del Caribe que padece un brutal bloqueo de Estados Unidos desde hace seis décadas, contribuir en estos momentos con China en el enfrentamiento al coronavirus, es la confirmación del camino correcto iniciado hace muchos años para apoyar a la Salud Pública mundial, algo que la medicina cubana viene practicando como parte de una política que muchos pueblos del mundo reconocen y admiran.
La Habana, 10 de febrero de 2020.