Por Denisse Delgado Vázquez
Las principales tendencias y dinámicas del escenario migratorio muestran hoy una mayor diversidad en las características de quienes emigran, las razones que motivaron sus desplazamientos y los países en los cuales decidieron planificar su proyecto de vida. El fenómeno del retorno es parte de los comportamientos más recientes que hoy llaman la atención de muchos.
¿HACIA DÓNDE EMIGRAN LOS CUBANOS?
Estados Unidos se ha mantenido como principal receptor de migrantes desde nuestro país. Al respecto, y basada en el Censo de población de ese país, Sorolla explica que allí viven alrededor de 1,8 millones de personas de origen cubano y, de ellas, un estimado de 983 mil nacidos en la Isla.
La cercanía geográfica, las tradiciones en el flujo migratorio, los vínculos económicos y políticos entre ambos países en contextos concretos, el funcionamiento de redes sociales y de parentesco, y las dinámicas transnacionales con huellas económicas y culturales, son algunas de las condiciones que favorecen esta migración.
Probablemente hoy se vea estimulado con la extensión de visas a cubanos en Estados Unidos -de seis meses a cinco años- por el gobierno de Barack Obama. El actual presidente norteamericano ha levantado algunas restricciones impuestas por la administración de George W. Bush, como las que imposibilitaban a cubanos residentes en Estados Unidos visitar a sus familiares en Cuba, y limitaban la ayuda monetaria familiar.
Sin embargo, aunque la mayor parte de los emigrados cubanos tiene su asentamiento en Estados Unidos, en la actualidad se produce una diversificación de los países de destino, lo cual es una de las tendencias de las migraciones regionales. Hay cubanos en más de 150 receptores, y en este sentido resultan llamativos, además, España, Venezuela, México, Chile, Canadá, Puerto Rico y República Dominicana.
Estos movimientos no siempre se producen de manera directa. Algunos migrantes utilizan “puentes” para arribar posteriormente al destino definitivo.
Dentro de Cuba, La Habana concentra las principales tendencias migratorias. En su condición de capital, es la provincia de mayor porcentaje de emigración al cierre de 2003 (19,6%), comenta Consuelo Martin en La emigración de Cuba desde fines del siglo XX y principios del XXI: lecturas y reflexiones mirando a la Ciudad de La Habana (2007). También resulta lugar de tránsito, pues muchos se trasladan desde otras provincias hacia la capital y luego hacia el exterior, experimentan la migración en dos dimensiones (interna-externa).
¿CÓMO SON LOS CUBANOS QUE EMIGRAN?
Las características sociodemográficas del perfil de emigrantes cubanos han variado en el tiempo. Existe un aumento de la participación de mujeres como protagonistas de las migraciones. Justamente, esa feminización de las migraciones va más allá del incremento de la cantidad de migrantes, pues entraña su participación de manera sistemática, rompiendo la tendencia tradicional según la cual quienes salen son principalmente hombres. La siguiente gráfica muestra que la emigración cubana es cada vez más femenina.
Composición por sexo de la emigración externa cubana (1990-2012)
Elaboración propia a partir de los datos de la ONEI, 2012
Pero también la emigración cubana se rejuvenece. Quienes hoy salen son personas fundamentalmente de entre 20 y 40 años de edad, como muestra la gráfica.
Cantidad de hombres y mujeres que emigran, según sexo y edad (promedio del 2005-2010)
Elaboración propia a partir de los datos de Proyecciones de Población cubana 2010-2030, ONEI 2012
Emigran personas jóvenes, que salen de la población económicamente activa de Cuba, reduciendo el reemplazo de fuerza de trabajo, y cada vez más mujeres, disminuyendo el reemplazo poblacional, al aplazar la decisión de procrear para cuando se han establecido en el país de recepción o al llevar consigo a sus hijos.
Esto sucede en un contexto en el que Cuba presenta un cuadro sociodemográfico complejo, con niveles de fecundidad bajos y aumento de la esperanza de vida, y mientras ocurre un proceso acelerado de envejecimiento poblacional. Las siguientes gráficas permiten ilustrar el comportamiento de la población por sexo y edades en 2002, y lo que se espera para 2025. Cuba decrece y envejece.
Gráfico elaborado por la ONEI, 2012
Gráfico elaborado por la ONEI, 2012
Estos son índices que caracterizan a países con alto desarrollo social, y que muestran avances de programas nacionales cubanos, pero constituyen una mayor presión sobre el sistema de seguridad social, con consecuencias directas para el desarrollo del país y para las familias cubanas de manera más específica.
Quienes emigran tienen, por regla general, un alto nivel de instrucción; sobresale la escolaridad media y media superior, mientras que los universitarios predominan en los abandonos de misión y las negativas de regreso, así como en el Programa Sorteo/Lotería por el Acuerdo Migratorio entre Estados Unidos y Cuba.
En el caso de las salidas ilegales, los niveles escolares de sus participantes son inferiores a los de quienes participan en las otras formas y vías de emigración, afirma Aja en Posibles tendencias de la emigración desde Cuba entre 2008 –2009, publicado en 2007. Se le ha llamado “fuga de cerebros o talentos” a la salida de capital humano altamente cualificado. En ese caso, los emigrantes buscan oportunidades profesionales en el exterior y los países de destino adquieren sujetos con elevada formación.
Según el color de la piel, la emigración cubana definitiva hacia el exterior es predominantemente blanca, y la presencia de personas mestizas y negras tiende a prevalecer en las emigraciones temporales y fuera de Estados Unidos, lo cual está asociado a patrones de selectividad establecidos por los países de recepción, agrega Aja.
¿POR QUÉ EMIGRAN LOS CUBANOS?
La búsqueda de mejorías económicas, la aspiración a encontrar contratos laborales que proporcionan mayores ingresos y la reunificación con familiares residentes en el exterior son algunas de las principales motivaciones para emigrar. También se desea acceder a nuevas oportunidades de estudio a partir de becas académicas, conocer países con culturas diferentes e, incluso, recibir atención médica especializada.
Más recientemente, a partir de 2010, con el desarrollo del trabajo por cuenta propia, hay quienes salen con el interés de participar desde el exterior en el desarrollo de prácticas privadas en Cuba, mediante el envío de remesas. Así mejoran su condición económica y favorecen la de sus familiares, amigos, vecinos o asociados en la Isla.
Otros, fundamentalmente personas que emigran con carácter temporal y de manera frecuente, viven en condición de circularidad, en un “ir y venir” en el que se comparte el tiempo de estancia entre Cuba y el país, o los países, que se visitan.
Aunque el factor político no constituye hoy el principal motivo de las migraciones, algunas personas emigran porque no están de acuerdo con el proyecto político-social y las formas de vida que promueve el sistema cubano.
La extensión de plazo para viajar al exterior de 11 meses a dos años sin necesidad de solicitar prórroga, amparada por las vigentes regulaciones migratorias, favorece los procesos temporales.
Y LOS CUBANOS QUE REGRESAN, ¿POR QUÉ LO HACEN?
Hay cubanos que valoran la migración temporal como posibilidad para hacer ahorros y retornar con ellos al país. Un estudio de maestría realizado por el psicólogo Osmany Pérez en 2013, sobre motivaciones de cubanos que retornan a su país de origen, identifica al menos 60 lugares desde los cuales se regresa entre los años 2000-2012, principalmente Estados Unidos, aunque también España, Italia, Ecuador, México, República Dominicana, Chile y Venezuela.
Principales emisores de retornos a La Habana (2000-sept. 2012)
Elaboración a partir de datos de la Dirección de Inmigración y Extranjería (DIE) que aparecen en Tesis de Maestría del investigador Osmany Pérez, 2012
Este estudio revela que los mayores incrementos de retornos se producen en Cuba y hacia La Habana a partir de 2008. Entre enero de ese año y septiembre de 2012 regresaron para establecerse de manera definitiva en la capital 2.127 personas, con mayor representatividad de quienes tenían 40 años o más, que salieron fundamentalmente a partir de 2000.
Las principales razones expresadas por los sujetos entrevistados fueron las económicas (66,6 %), la inadaptación al sistema de vida de Estados Unidos (58,3 %), sobre todo en el caso de personas jóvenes, las situaciones familiares (16,6 %) y la nostalgia por su país (12,5 %).
Los datos presentados ayudan a comprender el cuadro migratorio cubano. Sin embargo, ni datos, ni estadísticas, ni conceptos, ni tendencias, muestran la compleja magnitud de la migración, pues escapan a ellos elementos subjetivos sobre la intensidad con que se viven los sentimientos y emociones, en ocasiones contradictorios, que de esta experiencia emanan.
Cada día los cubanos que viven en un territorio y en otro hacen mayor uso de redes sociales para comunicarse, mantenerse al tanto de eventos importantes y cotidianos, transmitir alegrías o tristezas, experiencias diversas. Acercarse más allá de las fronteras es una necesidad para quienes no se sienten ajenos a este fenómeno, estén donde estén.
En tiempo real, correos electrónicos, mensajes y llamadas al celular, Facebook y otras redes sociales fungen como canales para conectar, pues la memoria, el barrio, la casa, la familia y la comunidad se mueven en mundos que trascienden el espacio físico porque son, también, imaginarios.
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