Por
Eileen Sosin Martínez
Las manos se alargaban hacia los papeles como hacia el pan. Había terminado la conferencia de prensa y yo también trataba de conseguir alguna de esas hojas impresas que –como el pan- no alcanzaban para todos los que llenaban la sala. Vecinos, periodistas, devotos, curiosos…
Desde la llamada Casona de Diez de Octubre, cada principio de enero la Letra del Año vaticina penurias y fortunas. Por momentos más lo uno que lo otro, y también viceversa. En cuestión de horas las cabalísticas predicciones de Ifá se convierten en un fenómeno viral, incluso más allá de la religión yoruba.
“Mire”, espeta una mujer mientras enfila hacia mí la bandeja con la merienda. Es inútil declinar la oferta, nadie se va sin comer. Por fin encuentro a la dueña de la casa, y me dice que sí, que cómo no, que me siente. Pero la entrevista no empieza, porque Cuca, apoltronada en su sillón-trono, recibe constantemente un beso, una pregunta, “hasta luego, mijita”, “bendiciones”.
Parece que todos se conocen: padrinos y madrinas, ahijados y ahijadas, hermanas y hermanos… La familia espiritual es numerosa. Olor a tabaco. Luego café y un trago de ron a los más cercanos, los que van quedando. Parece que hoy no se va a poder, mejor mañana. “¡Pero merienda, niña!”
Parece que todos se conocen en la Casona de Diez de Octubre: padrinos y madrinas, ahijados y ahijadas, hermanas y hermanos… / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
Por la Calzada de Jesús del Monte
Obdulia León, así se llama ella. “No me vayas a sacar con ese nombre tan feo”, exige, y suelta esa risa suya, encantada de la vida. En la pared una foto la muestra joven y linda, con un vestido de cintura estrecha. Como a aquellas bailarinas de Tropicana, a Cuca también le servía lo de ‘mulatas de fuego’.
Agrega coffee mate a su taza y empieza a contar: “Días antes los babalaos tienen una reunión, ven los gastos, lo que hay que hacer… El 31 de diciembre llegan desde temprano, celebran una ceremonia en la puerta, le ‘dan de comer’ a Elegguá, le tocan con un tambor y se ponen dos velas, que se mantienen encendidas todo el tiempo”.
Obdulia León (Cuca) / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
La antropóloga Natalia Bolívar explica que el día 30 se ofrece una misa católica a “los viejos”: los ancestros y las grandes santeras, desde el siglo XIX. “Algunos no tienen ni el nombre en español. A veces hay listas de 100, 150 difuntos”.
Los rituales prosiguen con sacrificios a todos los lugares o “posiciones”: la ceiba, el bosque, la estación de policías, el solar, el mercado, la línea de ferrocarril, el río, la loma… En el patio, al fondo, pasean varios patos y gallinas criollas que, llegado el momento, deben guardarse de modo que no se confundan con los animales empleados en la liturgia.
“Aquí un 31 de diciembre normalmente hay alrededor de 200, 200 y pico de personas, que no están estables dentro del espacio –relata Lázaro Cuesta, sacerdote organizador de la Comisión Miguel Febles Padrón. Un grupo llega a hacer una determinada ceremonia, se va, vienen otros… Las doce de la noche es la hora crítica”. Asisten los jefes de familia, representantes de otras provincias y la presidencia de la Comisión.
Los sacerdotes son hombres todos, aunque Cuca afirma que las mujeres también tienen participación. “Sí, cómo no: en la cocina, para pelar los pollos, picar, limpiar, atenderlos, servir la mesa, el café…”
En el número 1509 de la Calzada de Diez de Octubre el teléfono suena cada dos por tres, pues también se realizan tambores, toques de cajón a los muertos, “hasta fiestas de quince”. Mientras tanto, es una casa semejante a cualquiera. “Lo que nunca es tranquila, porque tengo muchas amistades y siempre está esto lleno de gente. Viene este, el otro, y si no, en el portal. Porque si no esto aburre, tan regrande, y yo sola…” Porque los familiares de Cuca “todos están lejísimo. Aquí está un solo nieto mío, que casi nunca participa en nada de esto. Yo lo que tengo muchos ahijados”.
Según ella, sus vecinos nunca se quejan por el movimiento ni la música alta. “No, de esto hace muchos años, niña, qué va. Si aquí, por estar, estuvieron hasta Yoruba Andabo, Lazarito Valdés, los mariachis… El otro día estaban Osdalgia, Vania y Raquel Hernández, las tres, en un santo que yo estaba haciendo”.
La apertura del año probablemente sea el rito que más tiempo y energías consume. “Después de toda esa madrugada sacando la Letra allá dentro, a las 6 de la mañana se hace una ceremonia en el patio. Los babalaos nada más, ahí no participa una. Es que esta casa tiene almíbar: vienen por 4 horas y están 10. Cuando yo creo que se van a ir, sigue la cosa”.
Fachada de la Casa Templo de la Comisión Miguel Febles Padrón, conocida como la Casona de Diez de Octubre / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
Los 31 de diciembre la Casona recibe a unas 200 personas / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
“El babalao es una personalidad pública”
Lázaro Cuesta atiende a cada uno que se le acerca –muchos- para despejar alguna duda, hacer un comentario o saludar. Aun conversando, simplemente, mantiene ese tono filosófico, grave. “Es imposible que si un perro y un gato tienen relaciones, nazca perro o nazca gato”. Proyecta un aire de dignidad y reciedumbre, sonríe poco, pero es amable con todos.
Frank Cabrera, Lázaro Marquetti y él restablecieron la apertura en 1986, “cuando nadie en Cuba se ponía un collar de santo”, tras años de recogimiento religioso. Volver a reunir a los babalaos, era una idea que había acunado Miguel Febles, seguidor de Bernardo Rojas, quien durante mucho tiempo lideró la apertura del año, hasta su muerte en 1959.
Lázaro Cuesta, sacerdote organizador de la Comisión Miguel Febles Padrón / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
A partir de entonces la Letra “desapareció como cosa colectiva, y se desarrolló en el ámbito familiar. Eso no recogía ni era depositario de lo que en realidad representa”. Febles falleció el 19 de diciembre del 86, 12 días antes de ver cumplido su objetivo.
Si bien “nadie puede definir el momento exacto en que se realizó por primera vez”, las referencias históricas datan del siglo XIX. El vaticinio “se ha hecho en distintas formas, en distintos tiempos y por distintas personas; en Palmira, en la ciudad de Cienfuegos…”
Cada año aparecen dos profecías diferentes, lo cual genera comparaciones, hasta desconcierto. “¿Por qué?” “Eso hay que preguntárselo a los que vinieron después”. Esta duplicidad produce no pocas contradicciones. La vieja sabiduría yoruba reza: “Respeto pa’ los mayores”, un argumento que se vuelve inobjetable.
“Ellos sientan a sacar la letra al sacerdote con más tiempo de consagración; nosotros sentamos al más chiquito. El sacerdote mayor puede traicionar la verdad de Ifá, por el miedo como persona, porque al tener conocimiento de un signo desfavorable, la psiquis logra influenciar de manera determinante en sus manos. Ahora, el jovencito, aunque esté sacando la destrucción del mundo, cree que lo que está haciendo es lo mejor, y ahí está la pureza del mensaje”.
Cuesta sabe que “hay quien viene, oye lo que le conviene y desatiende lo demás. El hombre es la base fundamental de todo. A través de la Letra, Orumila nos traza un camino a seguir. El resto es el hombre”.
Miguel Febles defendió la idea de volver a reunir a los babalaos, objetivo que se cumplió en el año 1986.
Ceremonias similares tienen lugar en Venezuela, Estados Unidos, Panamá, Puerto Rico… por cuenta de babalaos emigrados. “Los sacerdotes de Ifá que radican fuera de Cuba se regían por esta Letra, hasta que un día a alguien se le ocurrió hacer una allí. Como todo en la sociedad, se ha ido comercializando. A veces en el mismo lugar se sacan tres y cuatro letras, porque también empieza la lucha por el poder, el desplazamiento del derecho, el desconocimiento de la razón… Todo eso forma parte de la vida, y por ende también de la religión”.
El 31 de diciembre suele ser un día hogareño, de fiesta o descanso. Sin embargo, con los babalaos no ocurre exactamente así. “Mis hijos menores nunca se han sentado a cenar conmigo. La esposa que tengo hoy lleva 22 años conmigo, y hemos comido juntos aquí, lo que se cocine, a la hora que hemos podido”.
Sus criterios parecen siempre rigurosos, ascéticos. “Todas las religiones, las instituciones políticas, fraternales… conllevan dedicación, compromiso. El babalao es una personalidad pública, y tiene que conducirse como tal, a la hora de vestirse… hasta para tomarse una cerveza. Lo que él represente como individuo, es el reflejo que la sociedad hace de los demás”.
Reconoce que “desgraciadamente no todos son ese ejemplo”. Y sí, a su juicio todavía existen prejuicios respecto a las religiones afrocubanas. “A veces una cosa es el discurso y otra la realidad, igual que en la cuestión racial. Cuando sale un delincuente en la televisión, tiene puesto un collar de santo”.
Los reporteros lo acribillan a interrogantes. Muchos buscan proporcionalidades entre la Letra del Año y la política, el gobierno, los destinos del país. “Yo me he incomodado en algunas ocasiones por la forma en que me hacen la pregunta, porque yo asumo cualquier respuesta, precisamente por eso estoy ahí; pero una pregunta tiene que venir acompañada, primero que todo, de respeto, sin tratar de manipular, comprometiendo la palabra de los santos y a mí como persona”.
Durante la conferencia un niño filmaba y tomaba fotos con un tablet. Se llama Víctor y es nieto de Cuesta. Ha estado en estas actividades desde que era chiquito, acompañando a su mamá y su papá. Ahora tiene 13 años, y hace tiempo es sacerdote de Ifá. “Hay que estudiar mucho”, dice. “¿Sí? ¿De verdad o de mentiritas?” –insisto. “Estudio, estudio, sí, en mi casa: historia, signos, rezos…”
Asegura que tiene novia, y que nunca, nunca se lleva dulces de la cocina, ni le hace maldades a Cuca. “Si quieres puedes preguntarle”. “Se porta bien –confirma el padre después-, pero no le gusta mucho estudiar”. Él habla de la escuela, y a modo regañón: “Piensa que porque va a ser sacerdote ya no tiene que tener una carrera”. Víctor inclina la cabeza y sonríe. Lo miro de reojo. “Viste, te cogí”.
Lázaro Cuesta: “A través de la Letra, Orumila nos traza un camino a seguir. El resto es el hombre” / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
Muchos periodistas asisten a la ceremonia, buscan proporcionalidades entre la Letra del Año y la política, el gobierno, los destinos del país / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
La canción del bongó
… cueripardos y almiprietos / más de sangre que de sol, /
pues quien por fuera no es noche / por dentro ya oscureció. /
Aquí el que más fino sea, / responde, si llamo yo.
Nicolás Guillén
Ya está listo el trono, en honor a Oshún y Obbatalá, las deidades regente y acompañante, en ese orden. Dicen que cuando Rosendo decora las habitaciones así, siempre le quedan distintas. Frente a la estera, los batá ofician el orum, un “paseo musical” donde se les toca a todos los Orishas. “A través del sonido de los tambores –comenta Cuesta- el mensaje llega hasta Olofi”. Más tarde, los que quieran podrán bailar y cantar.
Decorado en honor a Oshún y Obbatalá / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
“Creo que esto es un boom porque las personas, espiritualmente, se tiene que aferrar a algo –resume Natalia Bolívar. Todo el mundo busca algo que le llene para poder seguir viviendo.
En estos últimos años, yo veo que la gente está ávida de hablar, de comentar sus problemas; y los problemas tuyos son los mismos que tengo yo, más o menos graves”. En opinión de la investigadora, a una época de limitaciones le sigue el florecer de la fe, la esperanza.
“Los que estamos aquí invoquemos a dios con el nombre que le demos”, invitaba Cuesta el primer día. Muy cerca la sotana identificaba al eclesiástico. Eso mismo, un padre católico, cuya presencia pintaba un armonioso contraste. “De acuerdo con su jerarquía, es un sacerdote igual que nosotros. Si usted predica la igualdad no puede practicar la desigualdad, el discurso tiene que venir acorde con la proyección. Se le invitó y él tuvo a bien sentarse ahí. Yo he ido a actividades que él ha realizado y me han dado un espacio también”.
Afuera la gente copia la Letra colgada en la ventana, preguntan, piden una “y otra pa’ mi padrino”. Mas, ya se sabe, no hay suficientes para todos. Hace un rato están esperando que comience el bembé. Hasta que al fin. Suenan los cueros.
“A través del sonido de los tambores el mensaje llega hasta Olofi” / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
Los asistentes a la ceremonia se unen al canto y al baile / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
Letra del Año 2015 / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
Afuera la gente copia la Letra colgada en la ventana / Foto: Carlos Ernesto Escalona Martí (Kako).
A continuación OnCuba reproduce la Letra del Año 2015:
Predicciones de Ifá para el año 2015
MIGUEL FEBLES PADRON
AWO ODI KA
Para Cuba y el mundo
A los sacerdotes de Ifá, a los hermanos Oriates, Babaloshas, Iyaloshas e Iworos.
Pueblo religioso en general.
Siguiendo una tradición de 28 años se reunió la Comisión Organizadora de la Letra del Año el 31 de Diciembre del 2014, en la Casa Templo situado en Ave. 10 de Octubre # 1509 e/ Josefina y Gertrudis, Víbora, Municipio 10 de Octubre, Ciudad de La Habana, Cuba.
Esta ceremonia fue presidida por el Sacerdote de Ifá David Cedrón “Otura Sa” y el respaldo de los Sacerdotes de Ifa de todas las familias de Cuba y sus descendientes en el Mundo, saco la letra el Sacerdote más pequeño.
Signo Regente: BABA EYIOBE
Oración Profética: Un Beneficio Económico a través de los negocios, firme y seguro proporcionado por Elegua.
Onishe a Elegua: Aladimu, Otan
Onishe ara: Baños con flores, Otan
Onishe ile: Baldeos con las siguientes hierbas: Albahaca, Paraíso y Siempre Viva, Otan
EBBO: 1 Chivo, una Botella de Aguardiente y los demás ingredientes
Divinidad Regente: OSHUN
Divinidad Acompañante: OBATALA
Bandera del Año: Mitad Amarilla y Mitad Blanca.
Enfermedades de cuidado Extremo
1.- Enfermedades en las vías respiratorias.
2.- Enfermedades cardiovasculares.
3.- Enfermedades en el sistema óseo.
4.- Posibles brotes epidémicos.
Acontecimientos de Interés social
1.- Conflictos Interpersonales.
2.- Conflictos entre naciones que pueden generar conflictos bélicos.
3.- Marca pérdidas de líderes religiosos, líderes políticos y mayores en sentido general.
4.- Serios trastornos en la armonía familiar.
5.- Desequilibrio ecológico y posible penetración del mar.
6.- Apertura de los convenios entre países utilizando como medio fundamental la navegación.
7.- Lucha generacional y sus fatales consecuencias.
Recomendaciones:
1.- El diálogo y el respeto al criterio ajeno es la única forma para evitar los conflictos.
2.- Se recomienda especial atención en la formación ética y moral de los hijos.
3.-Ifa recomienda una organización social, política y económica para beneficio de los pueblos.
4.- Extremar las medidas higiénicas y sanitarias para evitar la proliferación de epidemias.
5.- Remuneración salarial adecuada al ejercicio de las actividades.
6.-Brindar una adecuada atención al Adulto Mayor.
8.- Un llamado a la Unidad respetando la diversidad.
NOTA: Tomar como referencia los modelos positivos (avances) y los modelos negativos (errores) de los años 1959, 1989, 1995, 1998, 2004, 2011 y 2014 donde este Odu tuvo regencia.
Refranes Conductuales del Odù
1.- El pensamiento sabio es la fuerza que mueve la tierra.
2.- El error mayor es no aprender de los errores cometidos.
3.- Mientras hay vida, hay esperanzas.
4.- Las deudas cuelgan de nuestros cuellos como pesadas piedras.
5.- Divide y vencerás.
La Comisión después de un profundo análisis exhaustivo acordó ratificar las recomendaciones del pasado año por considerar que las mismas se ajustan plenamente al signo regente en el presente año.
Nuestra Comisión agradece a los Órganos Masivos de Comunicación que hacen posible que estas Predicciones lleguen a todos los rincones del Mundo.
Feliz y Próspero Año 2015
Les desea la Comisión Organizadora de la Letra del Año
“MIGUEL FEBLES PADRÓN”