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Expertos y activistas abogaron por la participación de actores locales para incrementar la legitimidad de las políticas medioambientales. Jorge Luis Baños - IPS
Dentro de muy poco, un servicio de oferta y demanda basado en la limpieza y recolección de desechos orgánicos será puesto en marcha en esta capital por iniciativa del grupo ecologista del parque habanero Quinta de los Molinos.
El proyecto, que resulta atípico en el contexto cubano, fue dado a conocer por sus promotores en el coloquio “Haciendo futuro con fuerza local”, que sesionó en la sede de la Asociación Cubana de Naciones Unidas como parte del programa de la 22 Feria Internacional del Libro Cuba 2013.
Además del trabajo de este parque ecológico habanero, otras acciones comunitarias enfocadas en el manejo responsable de los recursos ambientales fueron compartidas en ese espacio, realizado entre el 19 y 21 de febrero.
Entre ellas, destacó el quehacer del grupo Alas de Mariposa, orientado al reciclaje de materias primas para la confección de productos de uso cotidiano o con valor estético a partir de papel manufacturado. Después de varios años de experiencia, Alas… ha conseguido autofinanciar su labor.
Asimismo, el proyecto Bahía de La Habana, que funciona en la barriada de Jesús del Monte, anunció que por gestión de un joven líder comunitario, se desarrolla allí la limpieza de un basurero y su reconversión en parque. Estas acciones cuentan ya con el involucramiento activo de la policía territorial y los representantes de varios organismos de la administración pública.
En estas jornadas trascendió también que en el municipio capitalino del Cerro, una de las delegadas de circunscripción logró gestionar con las autoridades la recogida mensual de materias primas y su venta con el fin de obtener ganancias para inversiones comunitarias.
Durante el coloquio, Roberto Bérriz, especialista del Centro de Desarrollo Local y Comunitario del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, se refirió a los cambios que se consiguen a nivel comunitario a partir de trabajos de planificación y evaluación basados en la participación ciudadana.
El también miembro de la junta directiva de la ONG Cubasolar expuso sus experiencias en la asesoría a gobiernos municipales para el mejoramiento de las gestiones de mandato, a partir de lo cual su equipo ha podido percibir un notable cambio de pensamiento sobre cómo alcanzar un desarrollo sostenible en las diferentes localidades.
“En un país donde nos hemos acostumbrado a accionar esperando lo que se nos orienta verticalmente, esta toma de conciencia implica una transformación radical. Aunque proponemos un subversión de los modos de hacer y no de los propósitos humanistas perseguidos por esta sociedad en las últimas cinco décadas”, afirmó Bérriz.
La especialista alemana Anja Mocker, quien acompañó procesos de participación ciudadana en la gestión de residuos urbanos en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, destacó en el encuentro que la intervención de actores locales incrementa la legitimidad de las políticas medioambientales.
“Los procesos que toman como puntos de partida las diferencias de intereses, poderes y saberes –acotó la especialista- tienen más oportunidades de ser efectivos. Son necesarios el trato respetuoso, la voluntad auténtica de colaboración, el mantener objetivos a pesar de los cambios políticos y el contacto con información actualizada sobre el tratamiento de residuales”.
Por su parte, el arquitecto mexicano César Añorve compartió alternativas de recuperación de los residuos orgánicos humanos, como los inodoros secos y la filtración de aguas jabonosas a través de raíces vegetales.
Sus creaciones basadas en lo que él llama un “ejercicio de aceptación del cuerpo”, han tenido aplicación en Cuba. En el barrio Pogolotti, del municipio capitalino de Marianao, una activista social probó la eficacia de los baños en su finca, mientras que un grupo de viviendas que se construyen donde antes hubo una comunidad insalubre, aplicarán el tratamiento de aguas jabonosas en la siembra de la planta mariposa.
Los líderes barriales, especialistas y representantes de instituciones científicas vinculadas a la gestión ambiental, debatieron por esos días también sobre la seguridad alimentaria y el aprovechamiento de la energía solar, eólica y la biomasa.