sábado, 12 de julio de 2014
Capital financiero parasitario y desigualdad
Ismael Hossein-Zadeh
Global Research
Es conocido por todos que en los últimos años la economía de EE.UU. ha experimentado desarrollos muy desiguales. Mientras que el sector financiero ha disfrutado de altas tasas de crecimiento, la economía real sigue estancada con bajas tasas de crecimiento. En consecuencia, al tiempo que la oligarquía financiera se está quedando con la mayor parte del extraordinario aumento del precio de los activos, la abrumadora mayoría de los ciudadanos sufren el empeoramiento sistemático de sus condiciones de vida.
Por ejemplo, en un informe reciente del Banco de la Reserva Federal se demuestra que el aumento de la riqueza nacional total de EE.UU. en el primer cuarto del año 2014 fue de 1.49 billones, en tanto que la economía real (evaluada en términos del PIB) se contrajo 1% —según el Departamento de Comercio, el descenso del PIB fue realmente del 2,9% (no del 1%). En otro informe similar, el Financial Times señalaba hace poco que la riqueza del conjunto de los hogares se ha incrementado en un 43% desde lo más crudo de la crisis económica en 2008, a pesar de la lenta o inexistente recuperación del mercado de trabajo y la reducción efectiva de la renta media por familia, por debajo del 7,6% desde 2008 [1].
La explicación de esta manifiesta y creciente brecha entre el aumento del patrimonio financiero y la ausencia de crecimiento real se encuentra en la inflación del precio de los activos —una burbuja financiera mayor que la que estalló en 2008. Del incremento de 1,49 billones durante los tres primeros meses del año 2014, unos 361 mil millones de dólares se debieron a la revaloración del precio de las acciones, mientras que 758 mil millones de dólares correspondieron a la inflación inmobiliaria. No es solo que la burbuja del precio de las acciones haya beneficiado en gran medida a los ricos, que son quienes poseen la mayoría de estas, sino que además "el aumento del valor de las casas se ha concentrado en las mansiones de los super-ricos, no en las modestas viviendas de los trabajadores". De acuerdo con las cifras publicadas por Redfin, un grupo inmobiliario, entre enero y abril de 2014 las "ventas del 1% de las viviendas más caras de EE.UU., las que cuestan 1,67 millones de dólares o más, han crecido un 21%, mientras que las ventas del 99% restante han caído un 7,6%" [1].
El Financial Times, que recogió las cifras de Redfin, señaló tendencias parecidas en las ventas de bienes de consumo:
Las ventas de los establecimientos de lujo como LVMH (Louis Vuitton, Bulgari) y Tiffany aumentaron un 9%; las ventas de los establecimientos cuyos clientes son sobre todo de clase obrera descendieron. Walmart bajó un 5%, las ventas de Sears cayeron un 6,8%. En el extremo inferior, solamente las tiendas baratas a las que recurren cada vez más estadounidenses para estirar sus dólares vieron incrementar sus ventas. Dollar Tree, el mayor establecimiento de este tipo, registró un crecimiento de ventas del 7,2%. ... El periódico observó que las ganancias demuestran la efectividad de las políticas para recuperar la riqueza perdida durante la recesión, pero su capacidad para estimular la economía ha sido limitada, ya que la mayor parte ha ido a parar a las familias ricas que poseen acciones y grandes casas [1].
El enriquecimiento de la oligarquía financiera, por un lado, y el simultáneo empobrecimiento de la mayoría de la sociedad por el otro, se asemeja al crecimiento de un parásito en un organismo vivo a consta de la sangre o los alimentos esenciales para la vida de dicho organismo. Esta transferencia parasitaria de sangre económica desde la base hacia arriba no es simplemente el resultado de la dinámica de la mano invisible del mercado, o de las fuerzas ciegas de la competencia económica capitalista. Acaso más importante sea el hecho de que dicha transferencia es la consecuencia lógica de insidiosas políticas económicas cuidadosamente elaboradas, diseñadas para consolidar la austeridad neoliberal.
Política monetaria por el lado de la oferta: la inflación del precio de los activos como estímulo económico
Desde la Gran Depresión de los años 30, los gobiernos de los países capitalistas centrales han aplicado dos tipos fundamentales de estímulos: por el lado de la demanda, o keynesianos, y por el lado de la oferta, o neoliberales. Los primeros están dirigidas a impulsar el poder adquisitivo de los trabajadores y otros sectores de la población de manera directa: inyectando poder de compra en el sistema mediante inversiones a gran escala en infraestructura y otras empresas que creen empleo. Las medidas de este tipo, que se adoptaron inmediatamente después de la Gran Depresión y/o la Segunda Guerra Mundial y estuvieron vigentes hasta finales de los años 70 y principios de los 80, fueron la piedra angular de los programas del New Deal en EE.UU y de las políticas socialdemócratas en otras grandes economías capitalistas.
Los paladines de la economía de la oferta también proponen medidas de estímulo para recuperarse del estancamiento económico. Sin embargo, lo hacen de manera indirecta, dando un rodeo, en dos etapas. La primera tiene por objetivo enriquecer todavía más a los ricos, a través de políticas fiscales que bajen los impuestos a las rentas altas, o bien con políticas monetarias que favorezcan la inflación del precio de los activos, que en gran medida benefician a esas mismas rentas. La segunda etapa consiste esencialmente en una esperanza o un deseo: se espera que, tras inyectar recursos adicionales al 1% más rico durante la primera etapa, el 99% restante se beneficie del "efecto de goteo" posterior, impulsando así la demanda agregada y la actividad económica.
Formalmente, estas medidas se introdujeron cuando Ronald Reagan fue elegido presidente en 1980. En un primer momento, los arquitectos de la economía de la oferta se concentraron en la política fiscal. Y tras llevar a cabo con éxito su programa de reducción drástica de impuestos a los ricos dirigieron su atención a la política monetaria, sirviéndose de ella como instrumento redistributivo fundamental a favor del 1%.
Desde los tiempos de Alan Geenspan como presidente del Banco de la Reserva Federal, pasando por Ben Bernanke y hasta llegar a la actual Janet Yellen, esta política ha consistido esencialmente en ofrecer financiamiento gratuito (o casi) e limitado a los grandes bancos y otros actores de Wall Street. Aunque no está en el debate público, los responsables de la política monetaria de Wall Street a la cabeza del Banco de las Reserva Federal y el Departamento del Tesoro, han visto la inyección de dinero barato a Wall Street como una medida de estímulo monetario que funcionaría mediante la inflación del precio de los activos y el "efecto de goteo" posterior.
La lógica oficial para inundar de dinero barato el sistema financiero se sigue justificando públicamente por los mismos motivos que los estímulos monetarios keynesianos tradicionales: que tales inyecciones de dinero al sector financiero se traducirían en préstamos a la economía real, y de ese modo se incentivaría la inversión productiva, el empleo y el crecimiento. Esta explicación para suministrar dinero fácil se basa, sin embargo, en tres condiciones previas fundamentales: que los fabricantes se enfrenten a un mercado de dinero/capital caro y restrictivo; que los fabricantes prevean o se encuentren ante una gran demanda de lo que producen o pudieran llegar a producir; y que haya algo semejante a una separación entre los sectores financiero y real de la economía, como pasaba, más o menos, mientras estuvo vigente la Ley Glass-Steagall (desde 1933 hasta 1998), que estipulaba de manera expresa los tipos y las cantidades de inversión que los bancos y otros intermediarios financieros podían realizar.
Sin embargo, ninguna de estas condiciones está presente en la actual economía estadounidense. Para empezar, no hay escasez de liquidez en el sector productivo; de hecho, el sector parece estar sentado sobre una montaña de dinero pero no aumenta la producción debido al descenso de la demanda, afectada por la austeridad.
Con más de 25 millones de estadounidenses desempleados o trabajando solo a tiempo parcial que buscan y necesitan trabajos a tiempo completo, las empresas estadounidenses acumulan más de 2 billones de dólares en efectivo, negándose a invertir en actividades productivas o puestos de trabajo, y dedicándose, en cambio, a la especulación y la recompra de acciones que son más rentables para sus altos directivos. La recompra de acciones de las empresas no financieras se dio a un ritmo anual de 427 mil millones de dólares en el primer cuatrimestre, según la Reserva Federal [1].
En segundo lugar, dado que los actores del sector financiero ya no están limitados por las restricciones reglamentarias sobre los tipos y las cantidades de su inversión, por qué habrían de buscar o esperar a los prestatarios del sector real (quienes, como se mencionó, tienen suficiente dinero en efectivo), en lugar de invertir en el mucho más lucrativo negocio de la especulación. No es de extrañar que a medida que se han ido eliminando los obstáculos reglamentarios durante las últimas décadas, las burbujas financieras y sus estallidos se hayan convertido en un patrón recurrente.
En realidad, no solo los bancos de Wall Street y otros beneficiarios de la política monetaria dedican el dinero recibido casi sin intereses a la inversión especulativa, sino que cada vez más empresas del sector productivo desvían una parte creciente de sus beneficios hacia la especulación en lugar de la producción — su razonamiento parece ser el siguiente: ¿por qué molestarse en la engorrosa tarea de producir cuando se pueden obtener mayores retornos comprando y vendiendo títulos? La atracción por las ganancias especulativas, facilitada por la amplia desregularización del sector financiero, es lo suficientemente fuerte como para inducir al capital a abandonar las actividades productivas en pos de mayores retornos en la especulación. Esta constante transferencia de recursos del sector productivo al financiero es exactamente lo contrario de lo que los responsables de la política monetaria —y toda la teoría económica neoclásica/dominante— afirman que ocurre: el flujo de dinero desde el sector financiero hacia el productivo.
Esta huída de capitales del sector real al financiero, y el desfase entre la rentabilidad empresarial y la inversión real fueron señalados en un artículo de Robin Harding publicado en el Financial Times el 24 de julio de 2013. Titulado "Corporate Investment: A Mysterious Divergence", el artículo revelaba que en las últimas tres décadas habría tenido lugar una "desconexión" entre la rentabilidad empresarial y la inversión real; esto indicaría que, al contrario que en ocasiones anteriores, una parte significativa de los beneficios empresariales no está siendo reinvertida para aumentar la capacidad. En lugar de eso, se está desviando hacia otro tipo de inversiones no productivas que ofrecen rendimientos superiores del capital invertido por los accionistas. Hasta los años 80, las dos se mantuvieron a la par —alrededor del 9% del PIB. Desde entonces, y especialmente en los últimos años, mientras que la inversión real ha descendido hasta el 4% del PIB, las ganancias empresariales han aumentado hasta cerca del 12% del PIB [2].
Los altos cargos financieros que dirigen la política monetaria en EE.UU. y otros grandes países capitalistas no pueden ignorar estos hechos: que la mayor parte de la liquidez que tan generosamente inyectan al sector financiero se utiliza para transacciones especulativas en ese mismo sector sin que se aprecie ningún impacto positivo en la economía real. De modo que la pregunta es: ¿por qué insisten entonces en bombear dinero al sector financiero? La respuesta, como se mencionó anteriormente, es que en lugar de la política monetaria keynesiana parece que acaban de descubrir un nuevo estímulo monetario (del lado de la oferta): "el efecto goteo" de la inflación del precio de los activos.
Al presentar la inflación del precio de los activos como una herramienta monetaria para estimular la economía, los responsables de estas políticas, tanto en EE.UU. como en otros países capitalistas, ya no son reacios a crear burbujas financieras; esas burbujas son vistas y mostradas como capaces de estimular la economía gracias a la mejora de la demanda como consecuencia de la revalorización de los activos. En lugar de regular o limitar las actividades especulativas del sector financiero, los responsables de la política económica, con el Banco de la Reserva Federal a la cabeza desde los días de Alan Greenspan, han estado favoreciendo las burbujas del precio de los activos —enriqueciendo a los ricos todavía más y exacerbando las desigualdades.
Aparte de cuestiones tales como la justicia social y la seguridad económica para la mayoría de la sociedad, la idea de crear burbujas de activos como vectores de estimulación económica es además insostenible —mejor dicho, destructiva— a largo plazo: las burbujas financieras, sin importar cuánto puedan llegar a durar o crecer, en última instancia están ligadas al valor real producido (por los trabajadores) en una economía. Los agentes de la oligarquía financiera que dirigen la política económica no parecen preocuparse ante esta siniestra perspectiva ya que aparentemente han descubierto algo parecido a un plan de aseguramiento [insurance protection scheme] que podría proteger al mercado y a los principales actores financieros contra los riesgos de las burbujas financieras.
Asegurar las burbujas financieras: una nueva burbuja para tapar la que estalló
Al parecer, a quienes defienden las burbujas de activos como un estímulo económico no les preocupan los efectos desestabilizadores de las burbujas que ellos contribuyen a crear, ya que tienden a pensar (o esperar) que las probables perturbaciones y pérdidas provocadas por el posible estallido de una burbuja pueden compensarse creando otra burbuja. En otras palabras, creen haber encontrado una póliza de seguros para las burbujas que estallan inflando otras nuevas. El profesor Peter Gowan de la London Metropolitan University describe esta estrategia perversa con las siguientes palabras:
Tanto los reguladores de Washington como los de Wall Street obviamente pensaron que juntos podrían controlar los estallidos. Esto significaba que no había necesidad de evitar que dichas burbujas se formaran: por el contrario, es evidente que ambos reguladores y operadores las crearon, pensando sin duda que una de las maneras de controlar las que estallaban era inflar una nueva en otro sector: tras la crisis de las "dot com", la burbuja inmobiliaria; detrás de aquella, una de los precios de la energía o de los mercados emergentes, y así sucesivamente [3].
Randall W. Forsyth de [la revista financiera] Barron's señala igualmente que "Greenspan siempre sostuvo que los responsables de política monetaria pueden... limpiar las secuelas de la quiebra —lo que significaba impulsar una nueva burbuja, alegó". Es obvio que con esta política de asegurar realmente las burbujas financieras la propuesta especulativa siempre saldría ganando, una propuesta a la que acertadamente se denomina "daños morales" ["moral hazard"], ya que fomenta la asunción de riesgos a costa de otros —en este caso el 99%, pues el coste de rescatar a los jugadores "too-big-to-fail" [demasiado grandes para quebrar] se paga con políticas de austeridad que favorecen los recortes. Sabiendo que "la Reserva Federal intervendría para rescatar a los mercados, fueron de exceso en exceso", sigue diciendo Forsyth. "Así que, la quiebra del [fondo de cobertura] Long-Term Capital Management en 1998 engendró el crédito fácil que llevó a la burbuja y al estallido de las 'dot com', que a su vez condujo a la facilidad extrema y a la burbuja inmobiliaria" [4].
La política de proteger a los mayores especuladores financieros contra la bancarrota muestra, entre otras cosas, que los arquitectos neoliberales de los últimos años han descartado no solo las políticas socialdemócratas del New Deal de gestión de la demanda, sino también las políticas de libre mercado de no intervención como las defendidas, por ejemplo, por la Escuela Austriaca de Economía. Tienden a ser intervencionistas cuando la oligarquía empresarial-financiera necesita ayuda, pero abogan por la economía del "laissez-faire" cuando quienes la necesitan son la clase obrera y las organizaciones de base. Antes del auge del gran capital y su control de la política económica, las burbujas especulativas no contaban con un seguro que cubriera los riesgos del estallido: los especuladores, accionistas e inversores perdían su dinero; la economía real se liberaba del peso muerto de la deuda insostenible; y (después de un doloroso pero relativamente corto periodo de tiempo) el mercado reasignaba el capital a actividades productivas. Sin embargo, en la era del gran capital y los poderosos financistas, el proceso para crear una "tabula rasa" ["clean slate"] está bloqueado, pues las entidades financieras que juegan un papel fundamental provocando burbujas y estallidos también controlan las políticas [4].
Referencias :
[1] Citado en Patrick Martin, “Wealth report shows deepening social polarization in US”; see also Rob Uri, “Monetary Policy as Class Warfare, Revisited” < http://www.counterpunch.org/2014/05/23/monetary-policy-as-class-warfare-revisited/>.
[2] Robin Harding, “Corporate investment: A mysterious divergence” .
[3] Citado en Ismael Hossein-zadeh, Beyond Mainstream Explanations of the Financial Crisis (Routledge 2014), p. 16.
[4] Randall W. Forsyth, “Ignoring the Austrians Got Us in This Mess”.
Ismael Hossein-zadeh es Profesor Emérito de Economía (Drake University). Autor de Beyond Mainstream Explanations of the Financial Crisis (Routledge, 2014), The Political Economy of U.S. Militarism (Palgrave-Macmillan, 2007), y Soviet Non-capitalist Development: The Case of Nasser’s Egypt (Praeger Publishers, 1989). Ha colaborado además en Hopeless: Barack Obama and the Politics of Illusion (AK Press, 2012).
Artículo original en inglés publicado en GlobalResearch: http://www.globalresearch.ca/financial-bubble-implosions-asset-price-inflation-and-social-inequality/5389535
Global Research
Es conocido por todos que en los últimos años la economía de EE.UU. ha experimentado desarrollos muy desiguales. Mientras que el sector financiero ha disfrutado de altas tasas de crecimiento, la economía real sigue estancada con bajas tasas de crecimiento. En consecuencia, al tiempo que la oligarquía financiera se está quedando con la mayor parte del extraordinario aumento del precio de los activos, la abrumadora mayoría de los ciudadanos sufren el empeoramiento sistemático de sus condiciones de vida.
Por ejemplo, en un informe reciente del Banco de la Reserva Federal se demuestra que el aumento de la riqueza nacional total de EE.UU. en el primer cuarto del año 2014 fue de 1.49 billones, en tanto que la economía real (evaluada en términos del PIB) se contrajo 1% —según el Departamento de Comercio, el descenso del PIB fue realmente del 2,9% (no del 1%). En otro informe similar, el Financial Times señalaba hace poco que la riqueza del conjunto de los hogares se ha incrementado en un 43% desde lo más crudo de la crisis económica en 2008, a pesar de la lenta o inexistente recuperación del mercado de trabajo y la reducción efectiva de la renta media por familia, por debajo del 7,6% desde 2008 [1].
La explicación de esta manifiesta y creciente brecha entre el aumento del patrimonio financiero y la ausencia de crecimiento real se encuentra en la inflación del precio de los activos —una burbuja financiera mayor que la que estalló en 2008. Del incremento de 1,49 billones durante los tres primeros meses del año 2014, unos 361 mil millones de dólares se debieron a la revaloración del precio de las acciones, mientras que 758 mil millones de dólares correspondieron a la inflación inmobiliaria. No es solo que la burbuja del precio de las acciones haya beneficiado en gran medida a los ricos, que son quienes poseen la mayoría de estas, sino que además "el aumento del valor de las casas se ha concentrado en las mansiones de los super-ricos, no en las modestas viviendas de los trabajadores". De acuerdo con las cifras publicadas por Redfin, un grupo inmobiliario, entre enero y abril de 2014 las "ventas del 1% de las viviendas más caras de EE.UU., las que cuestan 1,67 millones de dólares o más, han crecido un 21%, mientras que las ventas del 99% restante han caído un 7,6%" [1].
El Financial Times, que recogió las cifras de Redfin, señaló tendencias parecidas en las ventas de bienes de consumo:
Las ventas de los establecimientos de lujo como LVMH (Louis Vuitton, Bulgari) y Tiffany aumentaron un 9%; las ventas de los establecimientos cuyos clientes son sobre todo de clase obrera descendieron. Walmart bajó un 5%, las ventas de Sears cayeron un 6,8%. En el extremo inferior, solamente las tiendas baratas a las que recurren cada vez más estadounidenses para estirar sus dólares vieron incrementar sus ventas. Dollar Tree, el mayor establecimiento de este tipo, registró un crecimiento de ventas del 7,2%. ... El periódico observó que las ganancias demuestran la efectividad de las políticas para recuperar la riqueza perdida durante la recesión, pero su capacidad para estimular la economía ha sido limitada, ya que la mayor parte ha ido a parar a las familias ricas que poseen acciones y grandes casas [1].
El enriquecimiento de la oligarquía financiera, por un lado, y el simultáneo empobrecimiento de la mayoría de la sociedad por el otro, se asemeja al crecimiento de un parásito en un organismo vivo a consta de la sangre o los alimentos esenciales para la vida de dicho organismo. Esta transferencia parasitaria de sangre económica desde la base hacia arriba no es simplemente el resultado de la dinámica de la mano invisible del mercado, o de las fuerzas ciegas de la competencia económica capitalista. Acaso más importante sea el hecho de que dicha transferencia es la consecuencia lógica de insidiosas políticas económicas cuidadosamente elaboradas, diseñadas para consolidar la austeridad neoliberal.
Política monetaria por el lado de la oferta: la inflación del precio de los activos como estímulo económico
Desde la Gran Depresión de los años 30, los gobiernos de los países capitalistas centrales han aplicado dos tipos fundamentales de estímulos: por el lado de la demanda, o keynesianos, y por el lado de la oferta, o neoliberales. Los primeros están dirigidas a impulsar el poder adquisitivo de los trabajadores y otros sectores de la población de manera directa: inyectando poder de compra en el sistema mediante inversiones a gran escala en infraestructura y otras empresas que creen empleo. Las medidas de este tipo, que se adoptaron inmediatamente después de la Gran Depresión y/o la Segunda Guerra Mundial y estuvieron vigentes hasta finales de los años 70 y principios de los 80, fueron la piedra angular de los programas del New Deal en EE.UU y de las políticas socialdemócratas en otras grandes economías capitalistas.
Los paladines de la economía de la oferta también proponen medidas de estímulo para recuperarse del estancamiento económico. Sin embargo, lo hacen de manera indirecta, dando un rodeo, en dos etapas. La primera tiene por objetivo enriquecer todavía más a los ricos, a través de políticas fiscales que bajen los impuestos a las rentas altas, o bien con políticas monetarias que favorezcan la inflación del precio de los activos, que en gran medida benefician a esas mismas rentas. La segunda etapa consiste esencialmente en una esperanza o un deseo: se espera que, tras inyectar recursos adicionales al 1% más rico durante la primera etapa, el 99% restante se beneficie del "efecto de goteo" posterior, impulsando así la demanda agregada y la actividad económica.
Formalmente, estas medidas se introdujeron cuando Ronald Reagan fue elegido presidente en 1980. En un primer momento, los arquitectos de la economía de la oferta se concentraron en la política fiscal. Y tras llevar a cabo con éxito su programa de reducción drástica de impuestos a los ricos dirigieron su atención a la política monetaria, sirviéndose de ella como instrumento redistributivo fundamental a favor del 1%.
Desde los tiempos de Alan Geenspan como presidente del Banco de la Reserva Federal, pasando por Ben Bernanke y hasta llegar a la actual Janet Yellen, esta política ha consistido esencialmente en ofrecer financiamiento gratuito (o casi) e limitado a los grandes bancos y otros actores de Wall Street. Aunque no está en el debate público, los responsables de la política monetaria de Wall Street a la cabeza del Banco de las Reserva Federal y el Departamento del Tesoro, han visto la inyección de dinero barato a Wall Street como una medida de estímulo monetario que funcionaría mediante la inflación del precio de los activos y el "efecto de goteo" posterior.
La lógica oficial para inundar de dinero barato el sistema financiero se sigue justificando públicamente por los mismos motivos que los estímulos monetarios keynesianos tradicionales: que tales inyecciones de dinero al sector financiero se traducirían en préstamos a la economía real, y de ese modo se incentivaría la inversión productiva, el empleo y el crecimiento. Esta explicación para suministrar dinero fácil se basa, sin embargo, en tres condiciones previas fundamentales: que los fabricantes se enfrenten a un mercado de dinero/capital caro y restrictivo; que los fabricantes prevean o se encuentren ante una gran demanda de lo que producen o pudieran llegar a producir; y que haya algo semejante a una separación entre los sectores financiero y real de la economía, como pasaba, más o menos, mientras estuvo vigente la Ley Glass-Steagall (desde 1933 hasta 1998), que estipulaba de manera expresa los tipos y las cantidades de inversión que los bancos y otros intermediarios financieros podían realizar.
Sin embargo, ninguna de estas condiciones está presente en la actual economía estadounidense. Para empezar, no hay escasez de liquidez en el sector productivo; de hecho, el sector parece estar sentado sobre una montaña de dinero pero no aumenta la producción debido al descenso de la demanda, afectada por la austeridad.
Con más de 25 millones de estadounidenses desempleados o trabajando solo a tiempo parcial que buscan y necesitan trabajos a tiempo completo, las empresas estadounidenses acumulan más de 2 billones de dólares en efectivo, negándose a invertir en actividades productivas o puestos de trabajo, y dedicándose, en cambio, a la especulación y la recompra de acciones que son más rentables para sus altos directivos. La recompra de acciones de las empresas no financieras se dio a un ritmo anual de 427 mil millones de dólares en el primer cuatrimestre, según la Reserva Federal [1].
En segundo lugar, dado que los actores del sector financiero ya no están limitados por las restricciones reglamentarias sobre los tipos y las cantidades de su inversión, por qué habrían de buscar o esperar a los prestatarios del sector real (quienes, como se mencionó, tienen suficiente dinero en efectivo), en lugar de invertir en el mucho más lucrativo negocio de la especulación. No es de extrañar que a medida que se han ido eliminando los obstáculos reglamentarios durante las últimas décadas, las burbujas financieras y sus estallidos se hayan convertido en un patrón recurrente.
En realidad, no solo los bancos de Wall Street y otros beneficiarios de la política monetaria dedican el dinero recibido casi sin intereses a la inversión especulativa, sino que cada vez más empresas del sector productivo desvían una parte creciente de sus beneficios hacia la especulación en lugar de la producción — su razonamiento parece ser el siguiente: ¿por qué molestarse en la engorrosa tarea de producir cuando se pueden obtener mayores retornos comprando y vendiendo títulos? La atracción por las ganancias especulativas, facilitada por la amplia desregularización del sector financiero, es lo suficientemente fuerte como para inducir al capital a abandonar las actividades productivas en pos de mayores retornos en la especulación. Esta constante transferencia de recursos del sector productivo al financiero es exactamente lo contrario de lo que los responsables de la política monetaria —y toda la teoría económica neoclásica/dominante— afirman que ocurre: el flujo de dinero desde el sector financiero hacia el productivo.
Esta huída de capitales del sector real al financiero, y el desfase entre la rentabilidad empresarial y la inversión real fueron señalados en un artículo de Robin Harding publicado en el Financial Times el 24 de julio de 2013. Titulado "Corporate Investment: A Mysterious Divergence", el artículo revelaba que en las últimas tres décadas habría tenido lugar una "desconexión" entre la rentabilidad empresarial y la inversión real; esto indicaría que, al contrario que en ocasiones anteriores, una parte significativa de los beneficios empresariales no está siendo reinvertida para aumentar la capacidad. En lugar de eso, se está desviando hacia otro tipo de inversiones no productivas que ofrecen rendimientos superiores del capital invertido por los accionistas. Hasta los años 80, las dos se mantuvieron a la par —alrededor del 9% del PIB. Desde entonces, y especialmente en los últimos años, mientras que la inversión real ha descendido hasta el 4% del PIB, las ganancias empresariales han aumentado hasta cerca del 12% del PIB [2].
Los altos cargos financieros que dirigen la política monetaria en EE.UU. y otros grandes países capitalistas no pueden ignorar estos hechos: que la mayor parte de la liquidez que tan generosamente inyectan al sector financiero se utiliza para transacciones especulativas en ese mismo sector sin que se aprecie ningún impacto positivo en la economía real. De modo que la pregunta es: ¿por qué insisten entonces en bombear dinero al sector financiero? La respuesta, como se mencionó anteriormente, es que en lugar de la política monetaria keynesiana parece que acaban de descubrir un nuevo estímulo monetario (del lado de la oferta): "el efecto goteo" de la inflación del precio de los activos.
Al presentar la inflación del precio de los activos como una herramienta monetaria para estimular la economía, los responsables de estas políticas, tanto en EE.UU. como en otros países capitalistas, ya no son reacios a crear burbujas financieras; esas burbujas son vistas y mostradas como capaces de estimular la economía gracias a la mejora de la demanda como consecuencia de la revalorización de los activos. En lugar de regular o limitar las actividades especulativas del sector financiero, los responsables de la política económica, con el Banco de la Reserva Federal a la cabeza desde los días de Alan Greenspan, han estado favoreciendo las burbujas del precio de los activos —enriqueciendo a los ricos todavía más y exacerbando las desigualdades.
Aparte de cuestiones tales como la justicia social y la seguridad económica para la mayoría de la sociedad, la idea de crear burbujas de activos como vectores de estimulación económica es además insostenible —mejor dicho, destructiva— a largo plazo: las burbujas financieras, sin importar cuánto puedan llegar a durar o crecer, en última instancia están ligadas al valor real producido (por los trabajadores) en una economía. Los agentes de la oligarquía financiera que dirigen la política económica no parecen preocuparse ante esta siniestra perspectiva ya que aparentemente han descubierto algo parecido a un plan de aseguramiento [insurance protection scheme] que podría proteger al mercado y a los principales actores financieros contra los riesgos de las burbujas financieras.
Asegurar las burbujas financieras: una nueva burbuja para tapar la que estalló
Al parecer, a quienes defienden las burbujas de activos como un estímulo económico no les preocupan los efectos desestabilizadores de las burbujas que ellos contribuyen a crear, ya que tienden a pensar (o esperar) que las probables perturbaciones y pérdidas provocadas por el posible estallido de una burbuja pueden compensarse creando otra burbuja. En otras palabras, creen haber encontrado una póliza de seguros para las burbujas que estallan inflando otras nuevas. El profesor Peter Gowan de la London Metropolitan University describe esta estrategia perversa con las siguientes palabras:
Tanto los reguladores de Washington como los de Wall Street obviamente pensaron que juntos podrían controlar los estallidos. Esto significaba que no había necesidad de evitar que dichas burbujas se formaran: por el contrario, es evidente que ambos reguladores y operadores las crearon, pensando sin duda que una de las maneras de controlar las que estallaban era inflar una nueva en otro sector: tras la crisis de las "dot com", la burbuja inmobiliaria; detrás de aquella, una de los precios de la energía o de los mercados emergentes, y así sucesivamente [3].
Randall W. Forsyth de [la revista financiera] Barron's señala igualmente que "Greenspan siempre sostuvo que los responsables de política monetaria pueden... limpiar las secuelas de la quiebra —lo que significaba impulsar una nueva burbuja, alegó". Es obvio que con esta política de asegurar realmente las burbujas financieras la propuesta especulativa siempre saldría ganando, una propuesta a la que acertadamente se denomina "daños morales" ["moral hazard"], ya que fomenta la asunción de riesgos a costa de otros —en este caso el 99%, pues el coste de rescatar a los jugadores "too-big-to-fail" [demasiado grandes para quebrar] se paga con políticas de austeridad que favorecen los recortes. Sabiendo que "la Reserva Federal intervendría para rescatar a los mercados, fueron de exceso en exceso", sigue diciendo Forsyth. "Así que, la quiebra del [fondo de cobertura] Long-Term Capital Management en 1998 engendró el crédito fácil que llevó a la burbuja y al estallido de las 'dot com', que a su vez condujo a la facilidad extrema y a la burbuja inmobiliaria" [4].
La política de proteger a los mayores especuladores financieros contra la bancarrota muestra, entre otras cosas, que los arquitectos neoliberales de los últimos años han descartado no solo las políticas socialdemócratas del New Deal de gestión de la demanda, sino también las políticas de libre mercado de no intervención como las defendidas, por ejemplo, por la Escuela Austriaca de Economía. Tienden a ser intervencionistas cuando la oligarquía empresarial-financiera necesita ayuda, pero abogan por la economía del "laissez-faire" cuando quienes la necesitan son la clase obrera y las organizaciones de base. Antes del auge del gran capital y su control de la política económica, las burbujas especulativas no contaban con un seguro que cubriera los riesgos del estallido: los especuladores, accionistas e inversores perdían su dinero; la economía real se liberaba del peso muerto de la deuda insostenible; y (después de un doloroso pero relativamente corto periodo de tiempo) el mercado reasignaba el capital a actividades productivas. Sin embargo, en la era del gran capital y los poderosos financistas, el proceso para crear una "tabula rasa" ["clean slate"] está bloqueado, pues las entidades financieras que juegan un papel fundamental provocando burbujas y estallidos también controlan las políticas [4].
Referencias :
[1] Citado en Patrick Martin, “Wealth report shows deepening social polarization in US”; see also Rob Uri, “Monetary Policy as Class Warfare, Revisited” < http://www.counterpunch.org/2014/05/23/monetary-policy-as-class-warfare-revisited/>.
[2] Robin Harding, “Corporate investment: A mysterious divergence” .
[3] Citado en Ismael Hossein-zadeh, Beyond Mainstream Explanations of the Financial Crisis (Routledge 2014), p. 16.
[4] Randall W. Forsyth, “Ignoring the Austrians Got Us in This Mess”.
Ismael Hossein-zadeh es Profesor Emérito de Economía (Drake University). Autor de Beyond Mainstream Explanations of the Financial Crisis (Routledge, 2014), The Political Economy of U.S. Militarism (Palgrave-Macmillan, 2007), y Soviet Non-capitalist Development: The Case of Nasser’s Egypt (Praeger Publishers, 1989). Ha colaborado además en Hopeless: Barack Obama and the Politics of Illusion (AK Press, 2012).
Artículo original en inglés publicado en GlobalResearch: http://www.globalresearch.ca/financial-bubble-implosions-asset-price-inflation-and-social-inequality/5389535
¿ La Aduana apoyando la desaceleración económica en Cuba?
Por Humberto Herrera Carles
@hhcarles
El 1 de Septiembre del 2014 la Aduana General de la República de Cuba pondrá en vigor nuevas regulaciones que limitan aún más la importación de productos a Cuba.
Lamentablemente casi siempre es lo mismo, botamos el sofá. Por 2,3,10,1000 personas que utilizaron las regulaciones para lucrar se toman medidas para TODOS los ciudadanos cubanos. Esta ley lo único que se lograra es un aumento de los precios al interior del país, porque el Estado es incapaz de satisfacer la demanda a precios razonables para el salario del cubano. Y de un tirón duplicar el precio del KG de 10 a 20 pesos (el doble) mas incrementar el precio de los productos de importación a pagar por impuesto aduanal en las condiciones económicas del país (0.6 % de crecimiento del PIB en el I Semestre 2014), es muy mala señal de los que están tomando esas decisiones, tal pareciera que nos dirigimos a una autarquía para acabar con la revolución a fuego lento.
Pongo un ejemplo en México hace unos meses hubo crisis con el huevo, por la enfermedad aviar, mataron millones de ponedoras y los especuladores empezaron a subir el precio. ¿Que hizo el Estado? Creo un cerco sanitario, compro en el exterior gallinas ponedoras y no cobro impuesto aduanal por importar huevo ni a empresas ni particulares, durante 60 días. Solución: se estabilizo el precio del huevo en lo fundamental.
En Cuba por los ciclones del pasado reciente se liberalizo de impuestos los alimentos al igual que está vigente hoy en día con los medicamentos. Bueno la producción de alimentos después de pasado dos años, no se reanima, ya sea por el clima, por la crisis mundial capitalista, por el bloqueo, por los motivos que quieran, pero no son baratos los alimentos y son insuficientes. ¿Por qué no liberan otra vez de impuestos a los alimentos y paliamos en parte la situación de los mismos? Ahora con esta medida si antes llevabas a Cuba 10 latas de atún, 10 tubo de pastas dental, 10 jabones podrás ahora llevar 5 o dejar de llevar otras cosas iguales de esenciales y así sucesivamente. Lo que acaba de hacer la Aduana es lo mismo que hicimos hace 40 años para frenar algo que resultaba negativo, pero las medidas correctoras la generalizamos y ahora Raúl ha tenido que desmontar algunos absurdos.
Esto no sería absurdo si se protegiera la industria nacional como se dice, y el Estado produciera en suficiente cantidad y a precios adecuados para satisfacer la demanda, pero no es asi, de lo que estamos hablando no es TV ni PC es afectación en pasta dental, jabones, hasta papel higiénico, que en las familias numerosas, los va afectar porque el Estado además con su 240 % de rentabilidad en las tiendas (otro absurdo) afecta a toda la población y hace rentable que se traiga desde el exterior, productos de mayor calidad a menor precio.
Es la cultura de la prohibición para solucionar problemas, el Estado es responsable de suministrar a la población a precios asequibles a los salarios medios de los cubanos los alimentos y productos de primera necesidad y tiene que buscar las formas adecuadas, no puede justificarse solo con el clima, la crisis mundial etc, que es válido y comprensible, ¿ pero entonces qué vamos hacer para suplir lo demandado porque no se pudo producir? reitero la Aduana puede jugar un papel esencial en ello como explique, pero no, seguimos actuando para TODOS parejo y perdónenme pero eso es muy cómodo, eso es no querer buscar soluciones creativas, eso es bloqueo interno.
Lo sensato hubiera sido multar a los reincidentes que controles tienen que tener, poner a los productos seleccionados más impuestos o que el Estado los venda a menores precios (la ideal) y van a ver si a alguien se le ocurre llevar a Cuba PC y demás. Pero ni una ni otra solución plausible, mas escasez a precios más altos será la consecuencia inmediata de estas nuevas regulaciones. ¿Pensaron en todo esto la Aduana?.
La nueva ley de Aduana aquí
@hhcarles
El 1 de Septiembre del 2014 la Aduana General de la República de Cuba pondrá en vigor nuevas regulaciones que limitan aún más la importación de productos a Cuba.
Lamentablemente casi siempre es lo mismo, botamos el sofá. Por 2,3,10,1000 personas que utilizaron las regulaciones para lucrar se toman medidas para TODOS los ciudadanos cubanos. Esta ley lo único que se lograra es un aumento de los precios al interior del país, porque el Estado es incapaz de satisfacer la demanda a precios razonables para el salario del cubano. Y de un tirón duplicar el precio del KG de 10 a 20 pesos (el doble) mas incrementar el precio de los productos de importación a pagar por impuesto aduanal en las condiciones económicas del país (0.6 % de crecimiento del PIB en el I Semestre 2014), es muy mala señal de los que están tomando esas decisiones, tal pareciera que nos dirigimos a una autarquía para acabar con la revolución a fuego lento.
Pongo un ejemplo en México hace unos meses hubo crisis con el huevo, por la enfermedad aviar, mataron millones de ponedoras y los especuladores empezaron a subir el precio. ¿Que hizo el Estado? Creo un cerco sanitario, compro en el exterior gallinas ponedoras y no cobro impuesto aduanal por importar huevo ni a empresas ni particulares, durante 60 días. Solución: se estabilizo el precio del huevo en lo fundamental.
En Cuba por los ciclones del pasado reciente se liberalizo de impuestos los alimentos al igual que está vigente hoy en día con los medicamentos. Bueno la producción de alimentos después de pasado dos años, no se reanima, ya sea por el clima, por la crisis mundial capitalista, por el bloqueo, por los motivos que quieran, pero no son baratos los alimentos y son insuficientes. ¿Por qué no liberan otra vez de impuestos a los alimentos y paliamos en parte la situación de los mismos? Ahora con esta medida si antes llevabas a Cuba 10 latas de atún, 10 tubo de pastas dental, 10 jabones podrás ahora llevar 5 o dejar de llevar otras cosas iguales de esenciales y así sucesivamente. Lo que acaba de hacer la Aduana es lo mismo que hicimos hace 40 años para frenar algo que resultaba negativo, pero las medidas correctoras la generalizamos y ahora Raúl ha tenido que desmontar algunos absurdos.
Esto no sería absurdo si se protegiera la industria nacional como se dice, y el Estado produciera en suficiente cantidad y a precios adecuados para satisfacer la demanda, pero no es asi, de lo que estamos hablando no es TV ni PC es afectación en pasta dental, jabones, hasta papel higiénico, que en las familias numerosas, los va afectar porque el Estado además con su 240 % de rentabilidad en las tiendas (otro absurdo) afecta a toda la población y hace rentable que se traiga desde el exterior, productos de mayor calidad a menor precio.
Es la cultura de la prohibición para solucionar problemas, el Estado es responsable de suministrar a la población a precios asequibles a los salarios medios de los cubanos los alimentos y productos de primera necesidad y tiene que buscar las formas adecuadas, no puede justificarse solo con el clima, la crisis mundial etc, que es válido y comprensible, ¿ pero entonces qué vamos hacer para suplir lo demandado porque no se pudo producir? reitero la Aduana puede jugar un papel esencial en ello como explique, pero no, seguimos actuando para TODOS parejo y perdónenme pero eso es muy cómodo, eso es no querer buscar soluciones creativas, eso es bloqueo interno.
Lo sensato hubiera sido multar a los reincidentes que controles tienen que tener, poner a los productos seleccionados más impuestos o que el Estado los venda a menores precios (la ideal) y van a ver si a alguien se le ocurre llevar a Cuba PC y demás. Pero ni una ni otra solución plausible, mas escasez a precios más altos será la consecuencia inmediata de estas nuevas regulaciones. ¿Pensaron en todo esto la Aduana?.
La nueva ley de Aduana aquí
ACONTECER ECONÓMICO CUBANO
Raúl: Discreto desempeño de la economía en primer semestre
DURANTE EL primer semestre del año la economía mantuvo un desempeño discretamente ascendente y el Producto Interno Bruto creció en 0,6 por ciento, lo que denota una desaceleración del ritmo de crecimiento de este indicador, a causa del incumplimiento de los ingresos externos, la incidencia de condiciones climatológicas, así como la persistencia de insuficiencias internas en la gestión económica, manifestó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz, al clausurar este sábado la plenaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular. Agregó que a pesar del crecimiento de las ramas del transporte, comunicaciones, actividad agropecuaria, la industria azucarera y el turismo, decreció la minería y la producción industrial, esta última por sensibles afectaciones en el financiamiento oportuno y la consiguiente entrada tardía de materias primas importadas. Por otra parte, añadió, continuó influyendo negativamente la crisis económica global, al tiempo que se ha recrudecido el bloqueo norteamericano, en especial la persecución financiera a entidades comerciales y bancarias que mantienen vínculos con nuestro país. El resultado alcanzado no nos satisface, subrayó Raúl, pero tampoco nos desanima en lo más mínimo. Ante estas complejas circunstancias se impone el espíritu de luchar con firmeza y optimismo para revertir la situación y recuperar ritmos de avance que aseguren el desarrollo socialista sobre bases sostenibles e irreversibles. Trabajemos para preservar las conquistas de la Revolución. “Estoy absolutamente seguro de que saldremos victoriosos”, afirmó. En otro momento de su intervención, el Presidente cubano destacó que el país avanza en el reordenamiento de sus deudas, hecho que favorece la sostenida aceleración de la credibilidad internacional de nuestra economía, y recordó que recientemente el Consejo de Ministros aprobó las bases del programa de desarrollo a largo plazo hasta el 2030 que mantiene la propiedad social sobre los medios de producción y la forja de un modelo con eficiencia para asegurar el bienestar de los cubanos.
Estamos en fase superior de la actualización económica
PARA ALCANZAR al cierre del año un crecimiento del Producto Interno Bruto del 1,4%, se requerirá trabajar más y mejor en el segundo semestre y potenciar el empleo de las reservas de eficiencia que no explotamos adecuadamente, fue otro de los conceptos expresados por el General de Ejercito Raúl Castro Ruz al hablar ante los diputados del Parlamento. En otra parte de su discurso se refirió a la actualización del modelo económico y dijo nos encontramos en una fase cualitativamente superior, en la cual se evalúan decisiones de mayor complejidad y alcance; entre ellas la preparación de condiciones para asegurar el éxito del proceso de la unificación monetaria. Como ya se ha explicado, añadió, no significa la solución mágica a todos los problemas presentes en la economía, sino que será un factor decisivo en pos de un sustantivo incremento de la eficiencia y de la productividad del trabajo, a la vez que propiciará una distribución más justa de la riqueza creada. Sobre el particular, precisó, no resulta ocioso reiterar que se garantizarán los depósitos bancarios en divisas foráneas, pesos cubanos convertibles (CUC) y pesos cubanos (CUP), así como el efectivo en poder de la población y las personas jurídicas nacionales y extranjeras.
Ministerio de la Agricultura expone aciertos y dificultades
LOS DIPUTADOS del Parlamento nacional debatieron críticamente este viernes el informe presentado por el Ministerio de la Agricultura, en la voz de su titular, Gustavo Rodríguez, quien se refirió a las transformaciones que acontecen en el sector, las cuales calificó como las más profundas y avanzadas después de las efectuadas a principios de la Revolución. Son además, opinó, imprescindibles para que el país no continúe importando casi dos mil millones de dólares en alimentos que en un 60% puede y ha de producir en sus suelos. Varios de los asistentes citados por el diario Granma, coincidieron en que no obstante los esfuerzos del país por dinamizar la actividad agrícola, los resultados obtenidos en el sector no son aun los esperados y es lento su crecimiento. El propio documento reconoce: “Los resultados de algunas producciones no son directamente proporcionales con las medidas y decisiones que se han tomado”. Igualmente cita que las tierras ociosas o deficientemente aprovechadas totalizan más de un millón de hectáreas, lo cual representa el 16,4% del total de áreas agrícolas.
Ley de Inversión Extranjera gana interés entre empresarios
ENTRÓ EN vigor el pasado 28 de junio la Ley 118 de la Inversión Extranjera, aprobada en marzo por el Parlamento cubano como una de las alternativas para potenciar el crecimiento económico de la nación. La nueva legislación plantea facilidades financieras y tributarias para atraer capital foráneo, con respeto a los principios socialistas y a las proyecciones de la actualización de modelo económico nacional. La inversión podrá autorizarse en todos los sectores, con excepción de los servicios de salud y educación y de las instituciones armadas, salvo en sus sistemas empresariales, reportaron las agencias PL y AIN. Su aplicación se orienta a la diversificación de las exportaciones, el acceso a tecnologías de avanzada, la sustitución de importaciones, con prioridad en la de alimentos, generar empleos, desarrollar encadenamientos productivos y cambiar la matriz energética del país. Numerosas naciones fueron visitadas por funcionarios y especialistas de la Isla para explicar y promocionar el texto, apreciándose una amplia y positiva reacción por parte de hombres de negocios y gerentes, principalmente europeos, asiáticos y suramericanos. Los mayores objetivos se centran en las esferas agroalimentaria, turística, energética y minera, dijo la directora de Negocios del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Katia Alonso.
BioCubaFarma, ejemplo de integración industrial
A 19 meses de creado, el Grupo de las Industrias Biotecnológicas y Farmacéuticas exhibe alentadores resultados productivos y constituye un ejemplo de que la integración representa una fortaleza para el desarrollo y la eficiencia de las industrias, en opinión del vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo. Esta entidad surgida tras la fusión del Polo Científico y el Grupo Empresarial QUIMEFA, cumplió su plan de exportaciones de mil 99 productos a más de 50 naciones, con ventas por encima de los 600 millones de dólares desde el 2012, y garantizó el 66 por ciento de los medicamentos del cuadro básico del Sistema Nacional de Salud. A estos logros, agregó el dirigente, se unen los 5 nuevos medicamentos que entrarán en producción este año, en su mayoría contra el cáncer, y los 50 prácticamente en su fase final para comenzar a elaborarse, todos de alta tecnología. Desde la aprobación parlamentaria de la Ley de Inversión Extranjera, 25 compañías de 12 países muestran interés en trabajar con el Grupo, informó su presidente, Carlos Gutiérrez, quien anunció también el financiamiento por 40 millones 200 mil dólares para 11 inversiones adicionales de alto impacto en la industria, que en un año se paga con creces.
Fuentes: Granma, Cubadebate, Juventud Rebelde, Radio Reloj, AIN, PL, Trabajadores y NTV.
"¿Hasta cuándo?" Por Eduardo Galeano
Un país bombardea dos países. La impunidad podría resultar asombrosa si no fuera costumbre. Algunas tímidas protestas dicen que hubo errores. ¿Hasta cuándo los horrores se seguirán llamando errores?
Esta carnicería de civiles se desató a partir del secuestro de un soldado. ¿Hasta cuándo el secuestro de un soldado israelí podrá justificar el secuestro de la soberanía Palestina? ¿Hasta cuándo el secuestro de dos soldados israelíes podrá justificar el secuestro del Líbano entero?
La cacería de judíos fue, durante siglos, el deporte preferido de los europeos. En Auschwitz desembocó un antiguo río de espantos, que había atravesado toda Europa. ¿Hasta cuándo seguirán lospalestinos y otros árabes pagando crímenes que no cometieron?
Hezbollá no existía cuando Israel arrasó el Líbano en sus invasiones anteriores. ¿Hasta cuándo nos seguiremos creyendo el cuento del agresor agredido, que practica el terrorismo porque tiene derecho a defenderse del terrorismo?
Iraq, Afganistán, Palestina, Líbano… ¿Hasta cuándo se podrá seguir exterminando países impunemente?
Las torturas de Abu Ghraib, que han despertado cierto malestar universal, no tienen nada de nuevo para nosotros, los latinoamericanos. Nuestros militares aprendieron esas técnicas de interrogatorio en la Escuela de las Américas, que ahora perdió el nombre pero no las mañas. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que la tortura se siga legitimando, como hizo la Corte Suprema de Israel, en nombre de la legítima defensa de la patria?
Israel ha desoído cuarenta y seis recomendaciones de la Asamblea General y de otros organismos de las Naciones Unidas. ¿Hasta cuándo el gobierno israelí seguirá ejerciendo el privilegio de ser sordo?
Las Naciones Unidas recomiendan pero no deciden. Cuando deciden, la Casa Blanca impide que decidan, porque tiene derecho de veto. La Casa Blanca ha vetado, en el Consejo de Seguridad, cuarenta resoluciones que condenaban a Israel. ¿Hasta cuándo las Naciones Unidas seguirán actuando como si fueran otro nombre de los EE.UU.?
Desde que los palestinos fueron desalojados de sus casas y despojados de sus tierras, mucha sangre ha corrido. ¿Hasta cuándo seguirá corriendo la sangre para que la fuerza justifique lo que el derecho niega?
La historia se repite, día tras día, año tras año, y un israelí muere por cada diez árabes que mueren. ¿Hasta cuándo seguirá valiendo diez veces más la vida de cada israelí?
En proporción a la población, los cincuenta mil civiles, en su mayoría mujeres y niños, muertos en Iraq, equivalen a ochocientos mil estadounidenses. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando, como si fuera costumbre, la matanza de iraquíes, en una guerra ciega que ha olvidado sus pretextos? ¿Hasta cuándo seguirá siendo normal que los vivos y los muertos sean de primera, segunda, tercera o cuarta categoría?
Irán está desarrollando la energía nuclear. ¿Hasta cuándo seguiremos creyendo que eso basta para probar que un país es un peligro para la humanidad? A la llamada comunidad internacional no la angustia para nada el hecho de que Israel tenga doscientas cincuenta bombas atómicas, aunque es un país que vive al borde de un ataque de nervios. ¿Quién maneja el peligrosímetro universal? ¿Habrá sido Irán el país que arrojó las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki?
En la era de la globalización, el derecho de presión puede más que el derecho de expresión. Para justificar la ilegal ocupación de tierras palestinas, la guerra se llama paz. Los israelíes son patriotas y los palestinos son terroristas, y los terroristas siembran la alarma universal.
¿Hasta cuándo los medios de comunicación seguirán siendo miedos de comunicación?
Esta matanza de ahora, que no es la primera ni será, me temo, la última, ¿ocurre en silencio? ¿Está mudo el mundo? ¿Hasta cuándo seguirán sonando en campana de palo las voces de la indignación?
Estos bombardeos matan niños: más de un tercio de las víctimas, no menos de la mitad. Quienes se atreven a denunciarlo son acusados de antisemitismo. ¿Hasta cuándo seguiremos siendo antisemitas los críticos de los crímenes del terrorismo de estado? ¿Hasta cuándo aceptaremos esa extorsión? ¿Son antisemitas los judíos horrorizados por lo que se hace en su nombre? ¿Son antisemitas los árabes, tan semitas como los judíos? ¿Acaso no hay voces árabes que defienden la patria palestina y repudian el manicomio fundamentalista?
Los terroristas se parecen entre sí: los terroristas de estado, respetables hombres de gobierno, y los terroristas privados, que son locos sueltos o locos organizados desde los tiempos de la guerra fría contra el totalitarismo comunista. Y todos actúan en nombre de Dios, así se llame Dios o Alá o Jehová. ¿Hasta cuándo seguiremos ignorando que todos los terrorismos desprecian la vida humana y que todos se alimentan mutuamente? ¿No es evidente que en esta guerra entre Israel y Hezbollá son civiles, libaneses, palestinos, israelíes, quienes ponen los muertos? ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Iraq y las invasiones de Gaza y del Líbano son incubadoras del odio, que fabrican fanáticos en serie?
Somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. Destinamos dos mil quinientos millones de dólares, cada día, a los gastos militares. La miseria y la guerra son hijas del mismo papá: como algunos dioses crueles, come a los vivos y a los muertos. ¿Hasta cuándo seguiremos aceptando que este mundo enamorado de la muerte es nuestro único mundo posible?
Más parques fotovoltaicos en Cuba, para ahorro energético
La creación en la provincia más occidental del país constituye un paso más por incrementar el uso de fuentes renovables en la producción de energía, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
En una primera etapa, la obra estará conformada por 10 240 paneles solares de 250 watts, y tendrá una potencia total de 2,3 megawatt (MW), informó el periódico Granma.
El master en Ciencias Efrén Marcos Espinosa, especialista de inversiones de la Empresa Eléctrica en ese territorio, dijo que se trata de una energía limpia, que implicará dejar de consumir 1 034,6 toneladas de petróleos anuales, y evitará la emisión a la atmósfera de 3 224,4 toneladas de dióxido de carbono.
Explicó que el parque se construye en Cayo Cana, en el municipio de Pinar del Río, donde se prevé llegar a los 10 megawatt de potencia en el futuro, y señaló que el mismo tendrá la misión de inyectar energía directamente al Sistema Electroenergético Nacional (SEN).
Recientemente, Aleisly Valdés Viera, director de Generación con Fuentes Renovables de Energía de la Unión Eléctrica (UNE), dio a conocer que son siete los parques de este tipo que se construyen en la Mayor de las Antillas, en la que desde el año pasado operan otros siete, ubicadas en Santa Clara, Güaimaro, Santiago de Cuba, Guantánamo, Isla de la Juventud y Cienfuegos.
La alta radiación solar que recibe la Isla todo el año favorece el empleo de paneles fotovoltaicos, los cuales poseen un largo período de vida (20 años), que permitirá recuperar varias veces la inversión y, al mismo tiempo, dejar de emitir grandes cantidades de gases contaminantes a la atmósfera.
Cantinero habanero vence en competencia El Rey del Daiquirí
La Habana, 11 jul (AIN) Marlon A. Viera Tabares, cantinero del bar de tapas La Abadía, de la Compañía Habaguanex S.A., se impuso en la VI edición de la competencia El Rey del Daiquirí, organizada por el bar-restaurante Floridita, en la capital.
Potenciar y estimular la calidad del servicio gastronómico cubano es el objetivo del certamen, realizado el jueves y dedicado esta vez a los aniversarios 115 del nacimiento de Ernest Hemingway y 197 de la fundación de esa instalación insignia de la industria turística en la nación antillana.
El jurado, integrado por prestigiosos bartenders de la Asociación de Cantineros de Cuba (ACC) y profesionales del establecimiento, otorgó el segundo puesto a Vladimir Márquez Rodríguez, del restaurante Waoo!!!; y el tercero a Bárbara Betancourt Bernal, del restaurante-bar Gato Tuerto, del Grupo Palmares S.A.
Al resumir la competencia, José Rafa Malem, presidente en funciones de la ACC, elogió la alta preparación de los competidores, provenientes de La Habana y de Matanzas (Varadero), lo cual hizo mucho más difícil la selección del ganador absoluto.
Destacó el apoyo del Grupo Palmares S.A., de Havana Club
International S.A., y de los propios trabajadores del Floridita para lograr una excelente reunión.
Significó que su organización acordó otorgar un diploma de reconocimiento a ese centro puntero del turismo gastronómico cubano, por el cual han pasado muchos de los más célebres bartenders del patio, y hoy considerado como el Aula Magna de la cantina cubana.
Andrés Arencibia, gerente general del Floridita, entregó a Viera Tabares el trofeo del certamen y un cuadro con la imagen de Hemingway junto al actor norteamericano Spencer Tracy, mientras conversaban amigablemente en la barra de esa instalación y saborean un Daiquirí.
Responde Aduana inquietudes sobre nuevas resoluciones
Autor: Arianna Ceballos | arianna@granma.cu
Autor: Onaisys Fonticoba | onaisys@granma.cu
12 de julio de 2014 01:07:17
Autor: Onaisys Fonticoba | onaisys@granma.cu
12 de julio de 2014 01:07:17
En vigor a partir de septiembre, la Aduana General de la República (AGR) y el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) emitieron cuatro resoluciones para la importación de productos sin carácter comercial, que actualizan la política aplicada desde el 2011.
Según se aclaró ayer en conferencia de prensa, las normas mantienen las tarifas arancelarias sobre los artículos importados por los pasajeros sin carácter comercial; y varían, sin embargo, las aplicadas a los envíos postales, aéreos o marítimos que contengan misceláneas. Además, se redujeron los límites para la importación de algunos productos, por cualquier vía.
En cuanto a los artículos que arriben al país mediante los referidos envíos aéreos, marítimos, postales y de mensajería, se destacó que el valor de importación de cada kilogramo de misceláneas será de 20 pesos, aumentando el costo establecido de diez pesos por kilogramo.
El pago por esos envíos en territorio nacional será en pesos convertibles (CUC) —según lo indicado por la Resolución no.300 del Ministerio de Finanzas y Precios—, y para quienes lo reciban se estipuló una exención del pago de aranceles por los primeros 1,5 kilogramos, el equivalente a 30 pesos.
Estas medidas, dijo la vicejefa de la AGR, Idalmis Rosales Milanés, resultaron de estudios sobre la aplicación del actual Listado de Valoración en Aduana para las importaciones sin carácter comercial, y tienen el ánimo de cerrar el paso a las que se realizan hoy con evidentes fines lucrativos.
Atendiendo a la opinión de nuestros lectores en una entrevista online realizada ayer a dos especialistas de la Aduana (194 comentarios a la hora de cierre), Granma realizó varias interrogantes a los ponentes. A continuación exponemos sus respuestas, unidas a otras ofrecidas en el foro.
En cuanto a los colaboradores, ¿se contempla alguna diferencia en su tratamiento?
Carmen Arias Suárez, jefa Aduana de carga internacional del aeropuerto José Martí: “Los colaboradores mantienen las mismas regulaciones establecidas para personas naturales. Se añade que al terminar su misión, si ha sido hasta o por encima de los dos años, tienen el derecho al disfrute del menaje de casa. Este consiste en una serie de artículos, enseres del hogar, establecidos en la Resolución no.43 del Ministerio de Fianzas y Precios y la 122 de la AGR, por la cual no se cobra o pagan aranceles.
“Al terminar su misión pueden importar por única vez, indivisible, su menaje de casa. Se excluyen los efectos personales y otra serie de elementos que no clasifican en la norma, como por ejemplo, bombas o motores, o material de construcción”.
Al respecto, el artículo 14 de la Resolución no. 122/2009 de la Aduana General, refiere: Para la autorización del menaje en lo que respecta a cantidades de artículos (enseres y mobiliarios), se tendrá en cuenta que dichas cantidades se correspondan con los espacios habitacionales de la vivienda a la cual están destinados. En el caso de los equipos electrodomésticos solo se admitirán exentos del pago, dos equipos de cada tipo.
¿Cuál es el destino de los artículos decomisados?
Idalmis Rosales Milanés, vicejefa de la AGR: “En nuestro país, el destino de los abandonos o decomisos está establecido en resoluciones en las que se norma su entrega a determinados organismos, según el tipo de mercancía”.
Juventud Rebelde: ¿Cuáles son los aranceles para los equipajes que vienen sin acompañante?
Arias Suárez explicó que para la aplicación de los aranceles sobre el equipaje se tiene en cuenta la fecha de ingreso al país del pasajero responsable.
Como la puesta en vigor de las medidas sucederá a partir del primero de septiembre, pueden existir casos en que el equipaje llegue antes o después que el portador. En ese sentido, la especialista ejemplificó que si un pasajero envía un equipaje el 25 de agosto pero él entra al país en septiembre, los aranceles serán los establecidos en las nuevas Resoluciones.
Pero si él llega antes de ese mes, se le aplican las resoluciones vigentes, aunque el equipaje arribe después, señaló.
ALGUNAS INTERROGANTES RESPONDIDAS A LOS LECTORES DE GRANMA.CU
Juana María: Pudieran aclararme si yo viajé este año y no me pasé en el peso estipulado, si vuelvo a viajar en este mismo año y sí me paso, ¿pagaría en CUC o CUP?
Aduana: Si reside permanentemente en Cuba, usted tiene derecho a efectuar el pago de la primera importación que realice en el año en CUP, después que efectúe este primer pago, los siguientes que deba realizar en el mismo año serán abonados también en CUP pero de acuerdo a la tasa de cambio vigente para el CUC. Se considera realizada la primera importación cuando se ejecute el pago por la misma, es decir, si usted viajó y no efectuó el pago por los artículos que trajo, podrá pagar en CUP los artículos que traiga en su próximo viaje.
Maritza Salazar: ¿Hasta cuántos kilogramos puede llevar un cubano al regreso a su país?
Aduana: La Resolución 11/07 del Jefe de la Aduana General de la República, que estableció la alternativa de valoración al peso para las misceláneas que importen los pasajeros seleccionados por la Aduana (un kg equivalente a diez pesos), se mantiene vigente. Por lo que la cantidad de kilogramos en misceláneas que puede importar un pasajero no ha sufrido cambios.
Miriam: ¿El valor del kg (para los pasajeros) se mantiene en diez CUP o CUC?
Aduana: La moneda en que el pasajero efectúa el pago por las importaciones que realiza depende de su lugar de residencia. Los pasajeros que residen permanentemente en Cuba pagan en CUP (a partir de la segunda importación en el año pagan en esta moneda, pero de acuerdo a la tasa de cambio vigente para el CUC) los que no residen en Cuba permanentemente pagan en CUC.
Kathy: Estoy cumpliendo una beca de estudios fuera de Cuba (…).Como residente cubana y estudiante, ¿tengo o no el derecho legal de no pagar por los derechos de Aduana como aparece al principio de la legislación?
Aduana: Los becarios cubanos en el exterior importan exentos del pago los artículos que traigan a su regreso, una vez concluidos sus estudios, debiendo acreditar ante los funcionarios de la Aduana la condición de becario cubano en el exterior. La importación que realicen se ajusta a la del resto de los pasajeros, por lo que los artículos a importar se deben ajustar a lo establecido en la legislación vigente. Es decir, un becario cubano en el exterior, al acogerse a esta exención, importa igual que el resto de los pasajeros, solo que no efectuará el pago correspondiente a los derechos de aduana. (Resolución 16/97 del MFP).
Katherine: ¿Posee la Aduana algún email a donde se le puedan enviar preguntas que tengan que ver con un caso en particular?
Aduana: La Aduana tramita consultas, quejas, dudas, inquietudes, para esto las personas pueden dirigirse a la Aduana en la que pretende realizar su trámite o a la Aduana General de la República, pudiendo canalizar sus inquietudes a través del correo publico@agr.aduana.cu.
En otros comentarios, los lectores manifestaron que las regulaciones deben ser ajustadas a aquellas personas que sean reincidentes en la importación de mercancías con fines de lucro.Las medidas tienen como objetivo proteger la economía nacional, dijo la vicejefa de la Aduana (segunda, de derecha a izquierda). Foto: Anabel Díaz Mena
Puntos clave de los acuerdos alcanzados entre Rusia y Cuba
Rusia y Cuba han firmado una serie de acuerdos de cooperación bilateral en el marco de la visita del presidente ruso, Vladímir Putin, al país isleño. Les presentamos los puntos clave de esos logros de la colaboración entre ambos países.
1. El desarrollo de yacimientos petrolíferos En el marco de su visita, se firmó el acuerdo entre las petroleras rusas Zarubezhneft y Rosneft con la compañía estatal cubana Cupet para la exploración de nuevos yacimientos de petróleo en el bloque 37 de la plataforma marina de Cuba.
El bloque podría almacenar de 4.000 a 9.000 millones (datos del Servicio Geológico de EE.UU.) o hasta 20.000 millones de barriles del crudo (estimaciones de Cupet).
Tras reunirse con el presidente del Consejo de Estado de Cuba, Raúl Castro, el presidente ruso afirmó que la compañía Zarubezhneft también está desarrollando activamente el yacimiento cubano de Boca de Jaruco. En agosto del 2013 comenzó la perforación del primer pozo de explotación en el campo.
2. La construcción de unidades para centrales termoeléctricas
La compañía rusa Inter Rao firmó un contrato con la empresa cubana Unión Eléctrica para la construcción de cuatro unidades de generación eléctrica de 200 MW para las centrales termoeléctricas Máximo Gómez y Este Habana por más de 1.600 millones de dólares.
3. La construcción de un gran intercambiador de transportes Los dos Estados han acordado cooperar en el desarrollo del proyecto con posibles inversiones de terceros países para crear un gran intercambiador de transportes en el territorio cubano. Esto implica la modernización del puerto de Mariel y la construcción de un moderno aeropuerto internacional con terminal de carga en San Antonio de los Baños.
4. La instalación de GLONASS en Cuba Vladímir Putin afirmó que Rusia está interesada en la instalación en Cuba de las estaciones terrestres del sistema ruso de navegación vía satélite GLONASS para suministrar al país isleño productos, servicios y tecnología en el campo de la teledetección de la Tierra y de las telecomunicaciones de satélite.
5. El desarrollo de la Zona Económica Especial de Mariel
Varias empresas rusas especializadas, en particular en la fabricación de productos metálicos y plásticos, de piezas de repuesto para automóviles, en ensamblaje de tractores y en el montaje de maquinaria pesada para la industria ferroviaria, han mostrado su interés por emprender la cooperación en el marco del desarrollo en Cuba de la Zona Económica Especial de Mariel.
6. El fortalecimiento de los contactos humanitarios
Moscú y La Habana firmaron un acuerdo intergubernamental sobre la cooperación en el programa de seguridad de la información internacional, así como un documento sobre la cooperación entre los Ministerios de Cultura para los años 2014-2016.
Las dos partes también acordaron memorandos entre los Ministerios de Industria y Comercio, entre los Ministerios de Salud y un memorando sobre el desarrollo ulterior del Centro Regional de Formación de Rescatistas y Bomberos. Según indicó Vladímir Putin, existe un gran potencial de cooperación en el campo del turismo entre Rusia y Cuba.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/economia/view/133727-puntos-clave-acuedros-rusia-cuba-putin?utm_source=browser&utm_medium=aplication_chrome&utm_campaign=chrome
1. El desarrollo de yacimientos petrolíferos En el marco de su visita, se firmó el acuerdo entre las petroleras rusas Zarubezhneft y Rosneft con la compañía estatal cubana Cupet para la exploración de nuevos yacimientos de petróleo en el bloque 37 de la plataforma marina de Cuba.
El bloque podría almacenar de 4.000 a 9.000 millones (datos del Servicio Geológico de EE.UU.) o hasta 20.000 millones de barriles del crudo (estimaciones de Cupet).
Tras reunirse con el presidente del Consejo de Estado de Cuba, Raúl Castro, el presidente ruso afirmó que la compañía Zarubezhneft también está desarrollando activamente el yacimiento cubano de Boca de Jaruco. En agosto del 2013 comenzó la perforación del primer pozo de explotación en el campo.
2. La construcción de unidades para centrales termoeléctricas
La compañía rusa Inter Rao firmó un contrato con la empresa cubana Unión Eléctrica para la construcción de cuatro unidades de generación eléctrica de 200 MW para las centrales termoeléctricas Máximo Gómez y Este Habana por más de 1.600 millones de dólares.
3. La construcción de un gran intercambiador de transportes Los dos Estados han acordado cooperar en el desarrollo del proyecto con posibles inversiones de terceros países para crear un gran intercambiador de transportes en el territorio cubano. Esto implica la modernización del puerto de Mariel y la construcción de un moderno aeropuerto internacional con terminal de carga en San Antonio de los Baños.
4. La instalación de GLONASS en Cuba Vladímir Putin afirmó que Rusia está interesada en la instalación en Cuba de las estaciones terrestres del sistema ruso de navegación vía satélite GLONASS para suministrar al país isleño productos, servicios y tecnología en el campo de la teledetección de la Tierra y de las telecomunicaciones de satélite.
5. El desarrollo de la Zona Económica Especial de Mariel
Varias empresas rusas especializadas, en particular en la fabricación de productos metálicos y plásticos, de piezas de repuesto para automóviles, en ensamblaje de tractores y en el montaje de maquinaria pesada para la industria ferroviaria, han mostrado su interés por emprender la cooperación en el marco del desarrollo en Cuba de la Zona Económica Especial de Mariel.
6. El fortalecimiento de los contactos humanitarios
Moscú y La Habana firmaron un acuerdo intergubernamental sobre la cooperación en el programa de seguridad de la información internacional, así como un documento sobre la cooperación entre los Ministerios de Cultura para los años 2014-2016.
Las dos partes también acordaron memorandos entre los Ministerios de Industria y Comercio, entre los Ministerios de Salud y un memorando sobre el desarrollo ulterior del Centro Regional de Formación de Rescatistas y Bomberos. Según indicó Vladímir Putin, existe un gran potencial de cooperación en el campo del turismo entre Rusia y Cuba.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/economia/view/133727-puntos-clave-acuedros-rusia-cuba-putin?utm_source=browser&utm_medium=aplication_chrome&utm_campaign=chrome
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