Ante la queja de un lector sobre el funcionamiento del Parque Lenin durante la etapa de receso docente, un equipo de Cubadebate entrevistó a Yuneisy Hernández, directora del parque temático Mariposa.
Yuneisy Hernández, directora del parque temático Mariposa
Yaneisi visita por primera vez el Parque Lenin. Vive en Santiago de Cuba y admite que la belleza escondida tras el oscuro verde de sus sabanas le deja ganas de volver. Para ella, es más que monstruos de metal y plástico, más que confituras y refrescos… es tranquilidad, es paz… Pero no deja de pensar en esos extraños andamios metálicos, en sus carros endemoniados que no se detienen ante los juegos de la muerte; sobre todo, no deja de pensar en la altura… Mas Yaneisi no podrá sentir las cosquillas en el estómago, cerrar los ojos sin importar qué le depare la caída, ni dejarse llevar por sus miedos, pues varios de estos aparatos parecen sepultados en el olvido de la obsolescencia.
Ha pasado algún tiempo desde la reapertura del parque. El clima poco favorable de esa región, la falta de mantenimiento, el olvido, e incluso las permutas entre ministerios, ayudaron a su envejecimiento prematuro.
En el 2007, bajo la responsabilidad del Ministerio de la Pesca se decide darle una nueva apariencia al parque de diversiones. La compra del equipamiento se realizó a una cooperativa china, donde se adquirió todo lo necesario para poner en marcha un nuevo mundo de diversiones. Construido completamente por cubanos —el 70 % de los trabajadores del parque fueron quienes lo desmontaron y volvieron a armar— surge el espacio recreativo de nueva temática con 28 equipos.
C.D: ¿Cómo se planifican las labores de mantenimiento y reparación en el parque “La Mariposa”?
El parque se compró con diez años de garantía, por lo cual las labores de mantenimiento planificadas para el equipamiento cubrían los aspectos básicos como electricidad y lubricación sin tener en cuenta otros elementos importantes que permitieran la preservación a largo plazo del centro.
Se suponía que todo lo que fue montado iba a durar diez años, pero no se tuvo en cuenta un sistema de pintura y anticorrosivo que permitiera una conservación de las estructuras. Recordemos que el clima en esta región es muy húmedo, con muchos cambios. La instalación se encuentra enclavada en un microclima debajo del corredor aéreo y las lluvias ácidas afectan bastante las estructuras.
A todo esto se sumó la pérdida de un grupo de equipos que eran menos complejos (entre ellos los inflables), los cuales tenían un período de vida muy corto y no hubo posibilidades económicas de reponerlos y hacer una nueva inversión.
Basados en que la premisa fundamental del parque es el disfrute seguro de sus instalaciones, tenemos que explicarle al público que a los equipos les corresponden inspecciones anuales, ejecutadas por el Centro de Aplicaciones Tecnológicas y Desarrollo Nuclear (CEADEN). Estos tienen bajo su responsabilidad la detección de manera temprana de cualquier desviación estructural, fallo mecánico o corrosión en los equipos.
Hasta la fecha el Parque Lenin no ha reportado ningún accidente porque somos muy cuidadosos con el tema de la seguridad de los equipos; si los compañeros del CEADEM encuentran algún fallo sencillamente lo paramos. Sin embargo, la mecánica es más rica que cualquier planificación. Muchas veces te pones a arreglar una estructura y encuentras con que la situación era peor de lo que uno se imaginaba. Eso hace que el pedido se encarezca o haya que subcontratar a otras empresas.
CD: En este momento tienen tres de los principales equipos detenidos por reparación: la Montaña Rusa, el Cosmonauta y el Barco pirata. Con las vacaciones a la vuelta de la esquina, ¿qué tienen pensado hacer?
Se está trabajando en la reparación del Cosmonauta y el Barco Pirata para su puesta en marcha en el período vacacional. Ya las piezas importantes, como los componentes electrónicos, están solucionados. Nuestros especialistas trabajan en la reparación de las estructuras. Pero no es una tarea fácil.
Inicialmente no contábamos con el presupuesto necesario para acometer la compra de los componentes, que pueden costar hasta 30 mil dólares en el mercado internacional. El parque Lenin funciona como una empresa estatal socialista y de nuestros propios ingresos —recreación y gastronomía— debemos sufragar todos nuestros gastos. Estas utilidades no son suficientes para mantener los equipos ni la infraestructura (baños, cafeterías, puntos de venta).
En el mundo se sustituye la pieza con el fabricante original del equipo. Es decir, hay un vínculo exclusivo cliente-proveedor que mantiene una constante actualización de los equipos. Pero como sucede en Cuba con todo, hemos tenido que ir “cubanizando” cada uno de nuestros aparatos.
Hay que tener en cuenta que este tipo de parques es un lujo para cualquier lugar del planeta. El costo que representa acceder a estas atracciones garantiza el mantenimiento e incluso, en la mayoría de los casos, permite la renovación total del aparato. En nuestro país como todo cubano conoce no funciona así.
Desde el año pasado se aumentó el presupuesto (de 1 millón a 2,8) para los parques recreativos. Esto ha posibilitado la reparación de equipos fuera de funcionamiento, así como la ampliación de las prestaciones de otros aparatos. Por ejemplo, los Carros Locos no tienen los 10 coches funcionando, solo 5 se encuentran en circulación. El Columpio Gigante está operando con 4 cochecitos de los 8 de su capacidad total. Tengan en cuenta que estos equipos tienen muchos componentes electrónicos y al ser el parque muy húmedo, es necesario esperar a que estas placas electrónicas estén habilitadas para ponerlos en marcha. El Remolino de Pelota tiene afectado el brazo hidráulico que levanta toda la plataforma y la hace girar, independientemente del movimiento de cada unidad particular. Son muchas cosas, y muy poco presupuesto para hacerlo.
Nuestra política ha sido, primero, tener la mayor cantidad de equipos funcionando; después ir perfeccionando los mecanismos para que se rompieran lo menos posible; y ahora ya estamos en la fase de rescatar los rotos e ir completando las prestaciones de los que se mantenían funcionando. La intención es además reponer algunas de las unidades, por ejemplo, cambiar los carritos locos.
C.D: Para muchos clientes la mayor atracción del Parque es la Montaña Rusa. ¿Para cuándo se prevé su funcionamiento?
Estuvo trabajando hasta el mes de marzo. A este equipo, como al resto de los de la instalación, se le realizaban reparaciones de lunes a viernes, aprovechando que estamos en periodo lectivo y vienen menos clientes al parque.
En el mes de marzo, luego de estas inspecciones, se determinó que era necesario realizar una paralización total por encontrar una desviación en su estructura, que complejiza el asunto.
Conocemos además que la Montaña Rusa no presenta problemas mecánicos, ya que anteriormente se le realizó un mantenimiento que aseguraba su plena explotación. En el momento en que se empiezan hacer las pruebas del mecanismo se detectan estos problemas en la estructura. Con anterioridad se habían manifestado problemas en unas bridas, pero ya se estaba buscando el componente requerido para su sustitución.
La empresa Varona es la que realiza la subcontratación a los diferentes organismos para este tipo de tareas.
De todas maneras hay que recalcar que la montaña no va a trabajar, el problema es más complicado y demorará un poco más.
C.D: ¿Qué otros factores han incidido en el acelerado deterioro del parque temático?
Las reestructuraciones en los ministerios. El parque cayó en stand by entre el año 2010 y 2012. En este período dejamos de pertenecer al Ministerio de la Pesca; luego pasamos al Minal- período en el cual estuvimos un poco abandonados- hasta que nos subordinamos de alguna manera al Ministerio de Industria y a través de la Empresa Metalmecánica Inoxidables Varona es que realizamos todas las labores de mantenimientos y reparaciones de los equipos e instalaciones.
Sin embargo, estos cambios provocaron que se acumularan un grupo de necesidades y a algunos equipos, por su deterioro, había que hacerles reparaciones capitales.
La complejidad de ciertos aparatos hizo más difícil la tarea y aunque el propio gobierno asignaba a través del antiguo SIME (ahora a través del MINDUS) un grupo de piezas y elementos importantes que responden siempre a los presupuestos aprobados para cada año, no era suficiente.
C.D: El parque es grande ¿existe algún medio de transporte para que las personas puedan moverse con más facilidad?
El parque no está concebido para transporte público. Nosotros tenemos el trencito loco, que casualmente se rompió recientemente, pero no tenemos otros medios dentro del propio parque que pueda servir para ayudar y acercar a las personas. Pero en realidad, el parque se concibió así. Tal vez en algún momento nosotros podamos disponer de dos o tres medios de transporte más para facilitarles la estancia a las personas, pero hoy por hoy no tenemos solución para eso.
C.D: ¿Por qué la instalación recreativa tiene tan pocas opciones gastronómicas?
Desde que se inauguró con la tecnología china, se aprobó un diseño gastronómico que es el mismo hasta la actualidad. Las personas no deben ingerir comidas pesadas para montar en este tipo de aparatos. Tomando en consideración este requisito se trazó el diseño de los alimentos adecuados para este tipo de actividad. Panes, pizza, refrescos, confituras, helado…
De igual forma tenemos una fábrica de helado que expende todas las cafeterías del parque. También contamos con diferentes ofertas de líquidos como refresco Coracán que es el más barato, de lata de 10 pesos, de 8 el de pomo, incluso, la botella de refresco ciego montero a 25 pesos moneda nacional. También tenemos malta en las cafeterías de divisa, agua gaseada o natural.
Es válido aclarar que el helado está en todas sus variaciones. Desde el vasito de 4 pesos, pote de 10, la cajita de 5, el pote más grande de 20, hasta el servicio especializado que puedes encontrar en nuestras dos heladeras que tiene hasta 5 sabores. Se presenta al público con vajilla de cristal, con sirope, granillo, y todo lo que va montado que recordamos de antaño.
Puede darse que en un momento determinado, a las 5 de la tarde ya no queden 5 sabores, pero desde que se abre diariamente tienes varias opciones.
También tenemos una buena variedad de dulces que van desde marquesitas, sponge rusk, pastelitos, cake, ponche romano, entre otros. Todo esto es posible porque el parque tiene un centro de elaboración que nos suministra y en dependencia del público, es el pedido que hacemos. A veces fallamos con el pedido, son cosas que pasan. Algunos días vienen más personas y otros menos.
Por otra parte, es cierto que hemos tenido baches con los suministros, como lo puede tener cualquier entidad de este país. Pero han sido momentos aislados, y no precisamente en la semana de receso o en períodos de mayor afluencia al parque.
C.D: ¿Y los precios de esa oferta gastronómica?
Los precios están regulados por el centro provincial de gastronomía. El parque se estableció desde un inicio con los mismos precios que puede tener cualquier otro centro de este tipo.
C.D: Hay muchos cuentapropistas en el parque. ¿Cómo se integra su trabajo al estatal?
El parque desde que viene aplicando el nuevo modelo de gestión decidió no contratar a muchos cuentapropistas. Quizás es una política errónea, pero nuestra intención principal es potenciar nuestros propios equipos y de esta manera garantizar los ingresos de la empresa. A partir de la carencia de algunas atracciones como los inflables o de equipos dirigidos a niños de determinados segmentos etarios, se hicieron algunas contrataciones puntuales. De esta manera logramos resolver la falta de ofertas para un grupo específico dentro del público infantil.
De todas formas, hay un grupo de trabajadores por cuenta propia que están autorizados a trabajar en nuestro parque, pero hay otro que están ilegales. Muchos de ellos son revendedores, vienen a acaparar productos nuestros para luego sacar tajada. También los puedes encontrar con productos que no se venden en nuestro parque.
Nosotros tenemos la misión de alertarlos pero estamos hablando de personas que no tienen escrúpulos y en ocasiones sin gota de educación. Administrativamente tenemos una responsabilidad, pero no tenemos capacidad legal para aplicar alguna multa, decomisar, o lo que se hace en estos casos. Para eso hay organismos de seguridad que deben velar porque ese tipo de cosas no sucedan.
En el mismo caso están los que alquilan caballos. Las únicas áreas destinadas en el Parque Lenin para los caballos y ponis son la zona de rodeo y el área de equitación, ubicada cerca de la entrada principal. El parque no tiene terrenos en renta para estos fines. Todo alquiler que se encuentre fuera de estas áreas es completamente ilegal y escapa de nuestras manos, por no contar con una personalidad jurídica.
A esto se suma la amplia extensión del parque que impide la regulación constante de este tipo de prácticas. Si bien hemos recibido la asistencia de oficiales de la PNR, esto solo resuelve casos puntuales y no ofrece una solución definitiva al problema.
C.D: El parque no tiene muchos lugares donde guarecerse del intenso sol que caracteriza el clima de Cuba. ¿Tienen pensado alguna reforma que ayude con esto?
Es verdad que Cuba es un país bastante caluroso, pero reforestar o crear lugares que resguarden a las personas del calor no es una opción. Eso es algo que resulta complicado, ya que las raíces de los árboles remueven los cimientos de los aparatos y traen consecuencias como las que presentamos ahora con la Montaña Rusa.
Por otra parte, el parque tiene la misma disposición que en un inicio. Ninguno de los equipos vino diseñado con área de sombra ni para la cola, ni para el operador (en su gran mayoría).
La intención es lograr algo como el laberinto que tenemos al lado de la Oruga, pero es complicado porque no todos los equipos te lo permiten. Pero en realidad, no se avanza más rápido porque tenemos que hacerlo con los mismos compañeros que dan mantenimiento y en dependencia de los recursos que tengamos.
Hay algo importante que señalar aquí, y es que dependemos de los suministros que nos puedan ofrecer, y está claro que hay ministerios que los necesitan por encima de nosotros. El de la construcción por ejemplo, necesita mucho de este tipo de materiales.
C.D: La higiene en algunos lugares es lamentable. ¿A qué se debe esto?
Esto no depende solamente de nuestros trabajadores de limpieza, la gente aporta mucha de esa basura porque sencillamente no tiene conciencia. Muchos de estos cestos como pudieron ver están en el césped, rotos, o no están, pero aquí debe existir más que nada, conciencia, y es lo que a muchos les falta. Los visitantes deben poner de su parte.
El parque tiene una brigada de áreas verdes encargada del mantenimiento de la jardinería, y un grupo de 13 mujeres que barren senderos, amontonan la hierba, o hacen el servicio de pique (palo con una punta metálica con el que se pincha la basura) con el que tratan de mantener limpio el parque. Pero me consta que es una tarea difícil porque las personas hacen un picnic, traen su comida y después la tiran a un lado del césped. Cuanto más público asista al parque, más difícil se hace mantenerlo limpio. Antes de la apertura estos trabajadores tienen que hacer un grupo de labores que son importantes para iniciar el día. Limpieza de equipos, centros gastronómicos, áreas verdes. Cuando comienza la entrada, con la gran asistencia de público que llega a pasar un rato agradable, se hace complicado para estas pocas personas mantenerlo limpio si cada uno no aporta en conciencia.
Para algunas personas el trato de los trabajadores deja mucho que desear…
Eso es algo complicado en cualquier establecimiento. Si se da, es muy difícil detectarlo. Lo que sí les puedo decir es que trabajamos para que esas cosas no pasen. Damos charlas, matutinos, reuniones. Todas las semanas recalcamos lo importante de brindar un buen servicio, un buen trato.
Recuerden que somos una empresa, y como tal, nosotros sí necesitamos captar al cliente para que regrese, si no, no recaudamos al menos lo básico para que el parque continúe abierto.
Los precios para disfrutar de los aparatos son un poco altos para el cubano promedio. ¿No cree que el parque debería tener una norma de precios más acorde a todos los públicos?
Los precios de los aparatos son los mismos que tenemos aprobados por el Ministerio de Economía y Planificación desde que comenzamos a funcionar en el 2007. El precio está dado por la estatura de los usuarios según indica el fabricante (6 o 3, 4 o 2 y 1 pesos). Para esas personas que se encuentran obligadas a montar con acompañante, se establece un descuento del 50%.
Sin embargo, no tenemos un precio que se encuentre en equilibrio con el costo (mantenimiento) de nuestros equipos. Al final el parque se sostiene por los ingresos reportados por la gastronomía. Lo que se llega a recaudar por los precios de los aparatos no llega a suplir ni el 30% del mantenimiento.
Hay un componente que se adiciona al disgusto que puedan tener las personas, en primer lugar el Parque Lenin se encuentra a 20 km de la ciudad, y por ello realizan un gasto adicional en su trasportación hacia acá; y sé que cuando llegan y el aparato no está funcionando puede ser frustrante. Sabemos que en la semana de receso, donde el parque aloja a veces hasta más personas de las que está diseñado para asimilar, se vuelve complicado el servicio y es molesto, porque entonces son muchas colas para acceder al equipo, y eso provoca gran malestar en el pueblo.
El barco pirata se encuentra en reparación. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Área para los trabajadores por cuentapropia. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Área para los trabajadores por cuentapropia. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Algunos de los Carritos Locos no funcionan. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Los niños se divierten en esta instalación. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
El luchador valiente o Cosmonauta se encuentra detenido. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Algunos prefieren vender sus productos, otros lanzar burbujas al aire. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Una de las heladerías de la instalación. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
El hidrodeslizador es en tiempos de verano y de mucho calor una de las principales atracciones. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
El interior de algunas edificaciones devienen en basureros públicos. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
El interior de algunas edificaciones devienen en basureros públicos. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
El interior de algunas edificaciones devienen en basureros públicos. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
El interior de algunas edificaciones devienen en basureros públicos. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
La ranita salatarina es otro de los equipos más demandados por los niños. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
El Columpio Gigante también se encuentra detenido por reparaciones. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
La Montaña Rusa puede estar detenida por más de un año por problemas en la estructura. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Para algunos las ofertas gastronómicas son muy pocas en el Parque de Diversiones La Mariposa. Foto: Cubadebate.
Vista aérea del Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Vista aérea del Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Otro de los aparatos en reparación. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Silla Voladora. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.
Una de las áreas donde se compra el ticket para los aparatos. Parque de Diversiones La Mariposa en el Parque Lenin. Foto: Cubadebate.