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Por DAVID WESSEL
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Ben Bernanke, ha resultado ser un comunicador bastante bueno, pero, últimamente, él y sus colegas han confundido a los mercados.
En una conferencia de prensa el miércoles por la tarde, Bernanke podrá aclarar un poco las cosas o complicarlas aún más.
Durante su reunión el 1 de mayo, la Fed renovó su promesa de mantener las tasas de interés a corto plazo cerca de cero hasta que el nivel de desempleo, ahora de 7,6%, baje a 6,5%, para lo cual parece que aún le queda bastante.
Sin embargo, la Fed fue menos precisa a la hora de aclarar qué es lo que la llevaría a reducir el ritmo de las compras de bonos de los actuales US$85.000 millones al mes. El banco central indicó que seguirá comprando bonos "hasta que las perspectivas del mercado laboral hayan mejorado sustancialmente", aunque podría "aumentar o reducir el ritmo de sus compras" y, al hacerlo, considerará "la eficacia y costos probables de esas compras" así como "en qué medida progresan hacia sus objetivos económicos".
Esas declaraciones se vieron seguidas por discursos de los presidentes de los bancos regionales de la Fed, que no pueden comunicar un mensaje colectivo coherente porque no están de acuerdo. Y acto seguido Bernanke causó un sobresalto en los mercados el 22 de mayo cuando le dijo al Congreso de EE.UU.: "Si vemos una mejora continuada y tenemos confianza en que será sostenida, entonces en las próximas reuniones podríamos reducir nuestro ritmo de compras".
Los mercados, como de costumbre, ignoraron el "si" condicional y el "podríamos" y entraron en pánico. Fue como si Bernanke hubiera dicho que la Fed se preparaba para retirar los estímulos económicos de la noche a la mañana. El mercado de bonos catapultó el retorno sobre los papeles del Tesoro de EE.UU. a 10 años, que era de 1,6% el 1 de mayo, a más de 2,1%. Las tasas hipotecarias se elevaron a sus máximos en más de un año. El mercado bursátil dio un giro. Los mercados en todo el mundo sintieron las consecuencias.
Desde entonces, los mercados financieros se han calmado un poco. Su ansiedad ha sido aliviada por el análisis de experimentados observadores de Wall Street y sus informes sobre lo que realmente quiso decir la Fed.
El problema es el siguiente: si los mercados responden a las señales de que la economía está mejorando y ya no necesita tanta adrenalina de la Fed, todo bien.
Pero lo que no está bien es si los mercados están interpretando sus comentarios como una predicción de que (a) la Fed dejará de comprar bonos pronto sin importar lo que suceda con la economía o (b) un avance de la Fed para reducir la compra de bonos significa que el banco central subirá las tasas de corto plazo antes de lo anticipado.
Cualquiera de esos escenarios significaría que los mercados efectivamente están frenando la expansión de la economía porque prevén que la Fed hará algo antes y con más dureza de lo que la misma Fed anticipa.
Desde que la Fed llevó las tasas de interés a corto plazo a cero a fines de 2008, ha tratado de apuntalar el crecimiento animando a los mercados para que reduzcan las tasas de interés a largo plazo.
En tres años de relajación cuantitativa, ha comprado muchos bonos, elevando su precio y reduciendo su retorno.
También trató de convencer a los mercados de que realmente planea mantener las tasas de interés muy bajas incluso cuando la economía repunte. Debido a que las tasas a largo plazo, en parte, reflejan las expectativas para el futuro de las tasas a corto plazo, estas estrategias están diseñadas para mantener las tasas a largo plazo bajas.
Lo cual nos lleva directamente a la conferencia de prensa de Bernanke de hoy. Así es cómo sabremos si tuvo éxito:
¿Brinda claridad sobre qué datos económicos llevarán a la Fed a reducir paulatinamente sus compras mensuales de bonos? Los desacuerdos dentro de la Fed y unos pronósticos de crecimiento decepcionantes imposibilitarían eso.
¿Es convincente cuando dice que una iniciativa de la Fed para reducir el tamaño de su programa de compra de bonos no es un presagio de una subida en las tasas de interés a corto plazo antes de que el desempleo llegue a 6,5%?
¿Revela cuánto influyó en la postura de la Fed la reciente caída de la inflación, que ahora está muy por debajo de su meta de 2%?
Esta es una forma segura de saber si fracasó:
Si los primeros párrafos de los informes de los periodistas sobre la conferencia de prensa difieren tanto entre sí que uno no puede entender lo que intentó decir Bernanke.
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