Por Neisa Mesa del Toro*
Ciego
de Ávila, Cuba,(PL) Los cayos del archipiélago cubano Jardines del Rey
resaltan por sus atributos naturales, entre los que sobresalen sus
playas, dunas de arena, inigualables fondos marinos y variedades de aves
peculiares.
Dentro del reino de las aves sobresalen los flamencos rosados, que por
su abundancia en esas islillas se ha convertido en uno de los elementos
significativos de los cayos Coco y Guillermo, principales islotes del
destino turístico cubano Jardines del Rey, pertenecientes a la provincia
de Camaguey.
Esos carismáticos plumíferos han sido fuente de
inspiración de escritores y poetas que gustan pecnostar por esas casi
vírgenes porciones de tierra del litoral norte de Ciego de Ávila,
ubicado a unos 490 kilómetros de La Habana.
Por esas costas de
la región central de Cuba navegó en su yate Pilar el escritor
norteamericano Ernest Heminway en busca de submarinos nazis durante la
Segunda Guerra Mundial.
Durante su recorrido quedó sorprendido
por las grandes colonias de flamencos y comentó... "Los flamencos
levantaron el vuelo, y una lluvia fina, casi imperceptible, goteó de sus
cuerpos sobre el mar".
"Hermosos a la luz del sol. Sus largos
cuellos se inclinaban hacia abajo y las patas incongruentes, las
llevaban rectas hacia atrás, inmóviles mientras batían sus alas rosadas y
negras...", así plasmó en su libro Islas en el Golfo.
Ese
espectáculo quedó grabado en la memoria del Premio Nóbel de Literatura,
por eso al verlos en pleno vuelo escribió...."el contraste entre el
negro y el rosado de su plumaje, con cuellos largos, batían sus alas
rosadas y negras, picos negros y blancos curvados".
El
carismático animal de color muy llamativo se encuentra en la lista de
las más de 200 especies de plumíferos que habitan en la zona del sur de
Cayo Coco y que agrupa a unos 30 mil ejemplares, el mayor reservorio de
flamencos en Cuba.
Se dice que por toda esa zona del norte de
las provincias de Ciego de Ávila (Cayo Coco) y Camagüey (Rio Máximo)
habita la colonia de flamencos rosados más grande de América Latina y el
Caribe.
Precisamente la recuperación en el 2012 de la Bahía de
los Perros, ubicada en la Reserva Ecológica Centro y Oeste de Cayo Coco,
benefició el retorno a la zona de los llamativas aves, las cuales han
escogido a ese lugar para su permanente hábitat.
Allí tienen las
condiciones idóneas para la reproducción y alimentación necesarias
para su desarrollo, pues sus nutrientes fundamentales son los insectos,
crustáceos, moluscos y otros invertebrados marinos.
Además,
pueden adquirir semillas y algas de las aguas poco profundas debido a
que poseen un pico, provisto de finas laminillas que les permiten
filtrar los alimentos.
Conocidos científicamente como
Phoenicopterus ruber, estos animales viven en colonia, se mueven al
unísono y se protegen unos a los otros, siempre mostrando un bello
espectáculo.
Quizás esa fue la imagen que impresionó al autor de
"El viejo y el Mar" cuando escribió: "había encontrado el lugar a donde
venían los flamencos con la marea alta. Eran hermosos, con el agudo
rosado de su color contra el fondo gris de la orilla y sus delicados y
rápidos movimientos hacia adelante al comer, y tenían la terrible y
hambrienta impersonalidad de las aves vadeadoras".
"Su tamaño y
el que sean tan feas en detalle y a la vez tan perseverantemente bellas,
deben ser aves viejas, de los tiempos remotos"...., así los consideró.
Esa ave glamorosa comienza su etapa reproductiva en el mes de abril,
cuando un gran número de individuos se reúne e inician las actitudes de
cortejo prenupcial; entonces se establecen las parejas y proceden a la
construcción del nido.
Conocidos igualmente como el pájaro de
fuego, el Ave Fénix mitológico considerado por los egipcios, habita en
inhóspitos humedales de agua salobre, vinculados a las salinas donde
abundan troncos secos, cortezas de salitre y lodo cuarteado por el sol.
Nm/rcg
*Corresponsal de Prensa Latina en la provincia cubana de Camaguey
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