Por Marco Antonio Moreno
Aunque la tasa de interés para el sistema financiero se encuentra en torno al cero por ciento, para las pequeñas y medianas empresas del sur de Europa se ubica en torno al 5 por ciento, y lejos de 2 por ciento que pagan las empresas alemanas. El costo para las empresas del sur es hoy más caro que antes de la crisis. Esto confirma que las bajas tasas de interés sólo han servido para aumentar la riqueza de la oligarquía financiera. La gráfica esta tomada de un informe del FMI que da cuenta del nulo aporte de las políticas del BCE para resolver los temas cruciales de la crisis europea como el empleo y el crecimiento. Las bajas tasas de interés sólo han beneficiado a los grandes bancos que pueden pedir dinero prestado al costo más bajo de la historia, mientras las empresas que dan vida a la economía real pagan intereses récord.
Para las empresas del sur de Europa el costo real del crédito ha aumentado considerablemente. Las tasas de interés han alcanzado los niveles previos a la crisis financiera lo que constituye una enorme anomalía si de lo que se trata es de mejorar la actividad económica, más aún cuando ésta no ha vuelto a los niveles previos a la crisis. Además, en España, Portugal e Italia, el costo del crédito ha ascendido mucho más rapidamente que en la zona euro en su conjunto. Las políticas del BCE no son equitativas y hay una evidente discriminación cuando se trata de "prestar dinero" en Europa.
La contracción del crédito para las pequeñas y medianas empresas en los países del sur puede tener serias consecuencias y echar por tierra los planes de recuperación. En España, Portugal e Italia el 80 por ciento de los puestos de trabajo y el 70 por ciento del valor agregado es aportado por las pequeñas y medianas empresas. Si la troika no ha sido capaz de impulsar mecanismos de apoyo para las empresas que son claves en la generación de empleo y crecimiento, deja en claro cuales han sido las prioridades de sus políticas: salvar a la banca y a los más ricos.
La política de las bajas tasas de interés no ha ayudado a la generación de empleo como ilustra esta gráfica extraída del informe del FMI. El desempleo juvenil continúa en niveles históricamente altos, pese a que el costo de dinero para los gobiernos también ha disminuido. Los tipos de interés de los bonos de deuda soberana a diez años se encuentran en un 2,45 por ciento para Italia, 2,22 por ciento para España y 3,03 por ciento para Portugal. Pero las empresas de estos países pagan el doble, y en comparación a las empresas de Alemania, pagan el triple.
El BCE se encuentra en la gran encrucijada de encontrar mecanismos para facilitar el crédito a las pequeñas y medianas empresas del sur, a tasas comparables a las de los países del norte ¿Podrá Mario Draghi cumplir esta tarea con la aplicación de políticas para dar fuerza a la demanda agregada?
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