La Habana, 10 sep.- El tango está hoy prácticamente sepultado en la programación de la radio y la televisión, todas estatales, pesa a que en las décadas del 30, 40 y 50 del pasado siglo tuvo miles de seguidores por todo el país y en esta capital se presentaron las más renombradas figuras del género del momento.
"El tango fue para los cubanos parte de su vida. Nos gustaba a todos cantar y tararear aquellas letras de la Guardia Vieja (etapa de 1895 a 1925)", dijo la doctora Carmen Almodóvar, en la última edición del espacio mensual Sala de Conferencias sobre Cultura Hispano-Cubana, dedicado al tema "La canción rioplatense se adueña del corazón de los cubanos: 1938-1958".
Almodóvar compartió con el auditorio detalles sobre el género, principales figuras y su impacto en Cuba, en la actividad habitual del Centro Balear, en la barriada capitalina del Vedado.
Se refirió a sus primeras manifestaciones, surgidas a ambos márgenes del río de La Plata, sobre todo en las esquinas de bares en barrios marginales "donde vivían los pobres y los olvidados", detalló.
Aunque con dificultades, insistió, el tango se fue imponiendo. A su paso saltaba el obstáculo de que la moral de la época consideraba impropia e indecente la forma de bailar esta música.
En cierto momento, sobre todo en la voz de Carlos Gardel (1887-1935), saltó las fronteras de Argentina y Uruguay hasta alcanzar otras naciones de América y Europa, donde despertó pasiones.
"Gardel tenía una voz melodiosa, sentido de la necesidad de seguir la música. Tenía porte y un timbre inolvidable que se convirtió un referente hasta el día de hoy", destacó la profesora.
A Gardel se le debe su expansión más allá de las fronteras de Argentina y el Cono Sur. Convirtió al tango en un exitazo en París y más tarde llegó a Nueva York.
De acuerdo con la profesora, las letras de las canciones tangueras abordaron el amor, sobre todo desde aspectos como la nostalgia, la traición, los celos, el llanto, mientras muchas exaltaron la parte agradable del amor, el hogar, la patria y la amistad.
Almodóvar esbozó la llegada en los años 30 del tango a Cuba, que se convirtió en una importante plaza para el género rioplatense.
En múltiples teatros de La Habana cantaron las figuras más representativas de esta música en diferentes etapas: Azucena Maizani, Charlo y Sabina Olmo, Agustín Hirsuta, Alberto Gómez, Mercedes Simoni, Amanda Ledesma, Jorge Negrete, Hugo del Carril y Libertad Lamarque.
En la década del 40, recordó la profesora, cubanos y cubanas de todas las edades colmaban los cines para disfrutar las películas de Lamarque: "Ayúdame a vivir" (1936), "Besos brujos" (1937), "La ley que olvidaron" (1938) y "Madreselva" (1938), entre otras.
Su popularidad en la región dio lugar a que comenzaran a llamarla "La Novia de América".
Según la coordinadora y conductora habitual del espacio Sala de Conferencias..., "hubo incluso un cubano que cantó bastante bien el tango, Fernando Albuerne, al punto que llegaron a nombrarlo el 'caballero del tango´".
Algunas canciones, comentó, no las conocemos como tangos porque pasaron a la posterioridad al ritmo del bolero.
El ocaso del género en Cuba comenzó a partir de 1959 y hoy solo en contados espacios de los medios de comunicación puede escucharse de vez en vez una de estas melodías.
A su juicio, "es una lástima que nos hayan interrumpido ese sentimiento de hermandad que tienen no pocos cubanos con el tango, las emisoras radiales y la televisión no den opción de elegir música de distintos lugares del mundo y nos impongan el mismo ritmo de una manera unilateral".
"Lo siento sobre todo por las nuevas generaciones, que desconocen a quienes han marcado el mundo del espectáculo y musical. Las insto a que se acerquen a esta apasionante propuesta", enfatizó Almodóvar.
Desperfectos en el audio llevaron a Almodóvar a interpretar en su voz varios tangos, una solución acogida y seguida con beneplácito por el público asistente, engrosado por personas de la tercera edad. (2014)
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