"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

miércoles, 9 de abril de 2025

Cuba ante las donaciones de sangre

Por Manuel David Orrio del Rosario


La Habana, 25/04/xx.- Por estos días el lamentable fallecimiento del niño cubano de 10 años de edad Damir Ortiz Ramírez, en medio de preguntas acerca de si fue debidamente atendido, pero también de contrapuntos mediáticos acerca de su caso, me condujeron a una reflexión, al parecer no vinculada: ¿cómo se están comportando en Cuba las donaciones voluntarias de sangre?

Tal meditar nació cuando una amiga me contó que en su momento el menor requirió donaciones, se anunció en las redes sociales y más de cincuenta personas se presentaron a ofrecer sus vitales flujos. Me dije: ¡ésa es Cuba, la que pese a tantas vicisitudes, tanta pobreza - que sólo produce pobres sin decoro -, sigue siendo Cuba, la solidaria!

Sin embargo, la duda metódica: recordé un ejercicio mío del 2014, en el cual apunté que en ese año "se realizaron más de 415 mil donaciones voluntarias de sangre. De éstas, poco más de un 80 % son obtenidas mediante el apoyo de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Calle por calle, la más numerosa de las organizaciones de Cuba recluta a más de 340 mil voluntarios. Además, se difunde que, por más de dos años, lo alcanzado sobrepasa a lo planificado".

"Sin dudas, elogiable. Pero también para preocuparse. Las donaciones voluntarias de sangre del 2014 retrocedieron en más de 170 mil, si se las compara con el 2003, en que se alcanzaron más de 585 mil. Tampoco se logró en el 2014 una donación por cada 20 habitantes, uno de los índices con que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) mide la eficiencia médica. Si en el 2003 este indicador se sobrepasó ligeramente, en el 2014 cayó a más o menos 0,73, estima este autor, sobre la base de las últimas cifras hechas públicas", expresé en ese 2014.

No puede perderse de vista que el principal sostén de los inventarios de sangre ha sido, por décadas, la donación voluntaria de cientos de miles de cubanos cada año, agrupados en los Comités de Defensa de la Revolución (CDR).

Sin dudas, brilla con letras de oro la movilización masiva que tuvo lugar en Cuba para donar sangre a los damnificados por el terremoto ocurrido en Perú en 1970, cuyo saldo se estimó en unos 70 mil muertos. Fue con Fidel Castro al frente, ¡no faltaba más!, quien ya había aportado médula ósea para el niño con leucemia Efrén Loyola. Ocurrió en el Hospital Naval de La Habana el 19 de abril de 1963 y lo reportó el diario Revolución ese mismo día.


Cuba. Donantes voluntarios de sangre. Cubadebate.

Por ese 2014, de más esperanzas que realidades, no sólo apareció el signo inquietante del incumplimiento de la meta OPS. De acuerdo con el Dr. Luis Enrique Pérez Ulloa, entonces jefe del Programa Nacional de Sangre del Ministerio de Salud Pública, unos seis millones 525 mil personas pueden donar, a tenor de requerimientos internacionales. Pero sólo aportan sangre sistemáticamente unas 340 mil personas, lo cual representa alrededor de un cinco por ciento de los posibles (1).

Si en el 2014 sólo se lograron unas 0,73 donaciones por cada 20 habitantes, la situación al 2017 había empeorado, según el siguiente gráfico, en el cual se aprecia una caída de alrededor de 50 mil donaciones, tendientes a decrecer.


Si la mirada se enfoca en las más recientes cifras de los Anuarios de Salud, en el 2021 se realizaron 307 719 donaciones, para alcanzarse sólo 0,52 por cada 20, en tanto en el 2023 se lograron 254 845 y sólo 0.44 por 20. O sea, que en apenas 10 años las donaciones totales descendieron en alrededor de un 40%, en tanto las realizadas por cada 20 habitantes cayeron de 0,73 a 0,44; un descenso similar. Aún peor: si en 1990 Cuba obtuvo 690 450 donaciones, en el 2023 sólo fueron el 36,85% de las logradas entonces.

He vivido en carne familiar las crecientes dificultades para lograr sangre para un paciente, sólo superadas por las solidaridades más cercanas; se necesitaron cinco, nada menos, y el dolor aún hiere el corazón de los míos, ante la muerte por cáncer de mi cuñado, el Ing. Naval Luis Rubio Cadenas.


Ing. Luis Rubio Cadenas (epd). LinkedIn

He conocido, a reserva de confirmar, que la situación ha hecho exigir a los bancos de sangre que la entrega sea la del grupo sanguíneo que se precisa para la persona en cuestión...

No soy un neófito como gestor comunitario de donaciones de sangre; mucho logré por aquellos días en que los Comités de Defensa de la Revolución del decenio de los 1980, aportaban más del 85% de las mismas.

Más allá de la notable emigración - reductora del universo de donantes potenciales -; más allá de un ceremil de dificultades alimentarias, de transporte y otras, que conspiran contra la voluntad y la capacidad para donar sangre, me pregunto qué ha sido de la labor proselitista de quienes a lo largo de años habíamos logrado el número de personas dispuestas a donar. Si usted no “toca a la puerta”; si usted no convoca; si usted no explica… no espere donantes.

¿Puede Cuba conformarse con semejante situación? ¿Puede aceptar no disponer de una donación de sangre por cada 20 habitantes, como ocurre ahora? Pues ni posible, ni aceptable; basta citar las Funciones del Programa Nacional de Sangre: “Garantizar la autosuficiencia de sangre y componentes con la máxima calidad y seguridad basada en la donación de sangre altruista… Promover el desarrollo integral del Programa de Sangre sobre bases éticas acordes a nuestros principios socialistas… Impulsar el desarrollo tecnológico y científico técnico en el uso de esta terapéutica y en la obtención de nuevos productos para uso clínico y de laboratorio.”

¿Ya no existe, acaso?

Ya no sólo se trata de salvar vidas; de realizar complejas cirugías que incluyen trasplantes, sino de obtener nuevos medicamentos que mucho, pero mucho, significan para Cuba.

Entonces, menos palabras; menos “planes” que ni siquiera se plantean objetivos alcanzados hace más de veinte años; menos apologética…y a “tocar puertas”. A quienes les corresponda, incluso para garantizar algo tan elemental como un buen refrigerio posterior a quienes donan. También , a ciertos "héroes que coordinan", que para éso están.

Imagen de portada: Donante de sangre. Cubadebate.

Notas y enlaces:

1.- Donde confluyen vida y amor

2 comentarios:

  1. Enero de 1992, en el Hospital Naval agradecieron mi deseo de donar sangre y me mostraron heladeras y heladeras con el vital líquido del que tenían abundancia. El P.N.R. Rolando Pérez Quintosa en terapia intensiva tras la Masacre de Tarará era por quien yo había querido donar. Volví a mi patria Argentina y a los 30 días comenzaron a lloverme cartas de todas las provincias cubanas agradeciendo mi donación que no fue tal. Es que al padre de Rolando le deje ese día una esquela para su hijo "Querido Rolando, estoy en el Naval junto a tu padre, vine a donar sangre para vos u otros cubanos que la precisen, soy argentino turista y me voy esta noche asi que te pido que cuando tengas ganas y estés repuesto me escribas a mi país, donde muchos amamos a Cuba y a la gente como vos que es la que sostiene a esta Cuba que no se cae. Le dije a tu papá que quisiera fueras mi hijo o que mis hijos se te parecieran. Tengo cinco hijos y dos nietos. Esta noche parto para Argentina pero un pedazo mío queda con tu papá para que este trago amargo lo transforme en mamey cuando te repongas completamente". Eladio González (mi dirección, mi teléfono) Chau, Un abrazo enorme!!!

    ResponderEliminar

Gracias por opinar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...