Hace menos de seis meses el Papa Francisco dijo en La Habana que Cuba es, geográficamente, un archipiélago que mira hacia todos los caminos, con un valor extraordinario como llave entre el Norte y el Sur, entre el Este y el Oeste, y su vocación natural es ser punto de encuentro para que todos los pueblos se reúnan en amistad.
Y el próximo viernes volverá a La Habana, en tránsito hacia México, el Papa Francisco para encontrarse en el aeropuerto internacional José Martí de la capital cubana con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill, quien estará realizando una visita oficial a Cuba.
Se trata de un acontecimiento histórico, porque como ha declarado el padre Federico Lombardi, Director de la Oficina de Prensa del Vaticano, este encuentro será el primero en casi mil años entre los primados de la Iglesia Católica y de la Iglesia Ortodoxa Rusa, y marcará una etapa importante en las relaciones entre las dos Iglesias.
La declaración conjunta de la Santa Sede y del Patriarcado de Moscú, difundido por Radio Vaticano en español en la voz del padre Lombardi, precisa que el encuentro comprenderá un coloquio personal en el aeropuerto internacional José Martí de La Habana y concluirá con la firma de un documento común por los máximos representantes de ambas iglesias.
El gobierno cubano declaró sentirse honrado por acoger este histórico encuentro y anunció que brindará todas las facilidades para su exitosa realización. Y La Habana, capital del archipiélago cubano, donde existe absoluta libertad de cultos, se confirma como punto de encuentro de los pueblos en la búsqueda del equilibrio de un nuevo mundo con todos y para el bien de todos.
La Habana, 08 de febrero de 2016
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