Por: L. Eduardo Domínguez, Oscar Figueredo Reinaldo, Roberto Garaycoa Martínez
El combate contra las drogas constituye hoy un tema que genera preocupación a nivel internacional. Un incremento sostenido de la producción y consumo ilícitos, unido a la violencia derivada de su tráfico, fueron algunos de los temas tratados el pasado martes en la Mesa Redonda, a la que asistieron la Ministra de Justicia, María Esther Reus González; la titular de Educación, Ena Elsa Velázquez; la primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, Yuniasky Crespo Baquero; el doctor Alfredo González Lorenzo, Viceministro del Ministerio de Salud, y el jefe de la Dirección Nacional Antidrogas del MININT, Coronel Juan Carlos Poey Guerra.
Panorama regional y nacional
Durante su intervención, Juan Carlos comentó que Cuba no está ajena a las problemáticas y tendencias que se observan en el mundo y en particular en la región de las Américas.
“Si bien algunos países del Sur se identifican como los principales productores de cocaína, Centroamérica y el Caribe como puntos de tránsito, y el Norte como principal consumidor, lo cierto es que la producción de otras drogas como la marihuana, las anfetaminas, la heroína y la Nuevas Sustancias Psicoactivas tienen lugar en casi todos los países del continente”, agregó.
Poey Guerra advirtió que nuestro país se ve impactado por este tráfico, a partir de la incidencia de lanchas rápidas que cubren la ruta del Paso de los Vientos, pasando por el Canal Viejo de la Bahamas con destino Estados Unidos, principalmente conmarihuana, cocaína y hachis.
“Estos traficantes, aunque evitan las aguas cubanas, en ocasiones penetran con el objetivo de evadir la acción de servicios antidrogas. Estos arrojan la droga al mar, la que es trasladada a nuestras costas como resultado de las corrientes marinas. Es lo que llamamos recalos de drogas. Estos paquetes se esparcen en el agua afectando una aérea extensa de la costa, incluso en varias provincias, lo cual exige de un mayor empleo de fuerzas y medios”, añadió.
El jefe de la Dirección Nacional Antidrogas del MININT señaló que durante el 2015 fueron asegurados 84 paquetes que sumaron 906.15 kilogramos de sustancias nocivas, lo que representó el 72% del total incautado en el país.
“700.39 Kg. de marihuana, 181.76 Kg. de cocaína y 24,0 Kg. de aceite hachís”.
Otro elemento que complejiza el escenario regional, apuntó, es la vinculación en los últimos años de cubanos radicados en el exterior que intentan introducir droga al mercado interno a través del empleo de lanchas rápidas, los que además, participan en el tráfico de personas. Entre 2014 y 2015 se trabajó en una operación en la que fueron detenidos y sancionados traficantes, entre ellos los organizadores en el exterior y los receptadores de la droga en Cuba.
“Ante esta situación, el Sistema Ministerial de Enfrentamiento a las Drogas del Ministerio del Interior, en particular las Tropas Guardafronteras, viene ejecutando desde el año 1999 la Operación Aché, dirigida a perseguir, hostigar y detener los medios navales detectados. Esto ha permitido mantener alejado la actuación de traficantes internacionales, recuperar en el mar un porciento elevado de los paquetes que recalan y la detención de los traficantes”, reseñó.
En la Mesa Redonda se informó que en 2015 fueron capturados por fuerzas de las Tropas Guardafronteras, tres extranjeros que ingresaron en una lancha rápida a nuestras aguas, como parte de una operación dirigida hacia un tercer país, en la que se ocupó varios kilos marihuana.
“En este enfrentamiento, juega un papel importante la población residente en las zonas costeras, organizadas en los Destacamentos ‘Mirando al Mar’, en los que se incrementa la participación decisiva de los jóvenes, en la acción de recuperar los paquetes de droga e informar sobre el avistamiento de medios sospechosos.”
En el caso de los puertos, la principal afectación está dada en los contendores con exportaciones o importaciones cubanas, que hacen tránsito o trasbordo por países de la región, donde se le introduce la droga por organizaciones locales en combinación con trabajadores portuarios, lo cual ha generado campañas anticubanas.
“Las investigaciones desarrolladas en todos los casos, han demostrado que el estupefaciente no procedía ni se dirigía a Cuba”.
En el caso de los aeropuertos internacionales, precisó el jefe de la Dirección Nacional Antidrogas, se hace más complejo introducir la droga a partir de los intentos de cubanos radicados o que viajan al exterior; principalmente cocaína, marihuana y cannabinoidessintéticos.
“Resulta necesario explicar a los televidentes que los llamados cannabinoides sintéticos, son sustancias elaboradas a partir de productos químicos que intentan imitar los efectos de la marihuana con un alto nivel de adicción y daños al ser humano, los que se expenden en varios países como incienso”.
Desde el 2011 hasta la actualidad se han detectado en Cuba 21 formulaciones y 27 formas de presentación de estas sustancias, a partir de lo cual el laboratorio Central de Criminalística estableció un procedimiento para su investigación pericial, mientras que el Departamento Nacional de la Técnica Canina prepara los perros en la detección de estas sustancias.
Los traficantes perfeccionan constantemente sus modos de operar para trasladar la droga. Algunas de las técnicas consisten en ingerir la mercancía (globos de látex, condones o pedazos de guantes quirúrgicos) o la introducen en la vagina.
“Existe un gran flujo de viajeros cubanos dedicados a la introducción de mercadería y encomiendas a cambio de dinero, enmascarando la sustancia en artículos diversos”, resaltó.
Juan Carlos Poey recalcó que en los puertos y aeropuertos se continúa fortaleciendo las capacidades de detección, mediante la adquisición de equipos para el control de pasajeros y cargas, técnica canina y el trabajo conjunto entre los órganos del MININT, la Aduana General de la República (AGR) y las administraciones.
Estos organismos mantienen comunicación activa con sus homólogos en la región a través de los mecanismos de la Organización Mundial de Aduanas y la Interpol. El accionar coordinado de estas instituciones ha permitido alertar sobre las tendencias observadas y las afectaciones que enfrentamos, así como el retorno al país durante el 2015, de dos traficantes cubanos que actuaban desde el exterior, de los cuales, uno fue sancionado a 20 años de privación de libertad y el otro se encuentra pendiente a juicio.
“Por nuestra parte, desde el 2004 se han entregado 12 traficantes detectados en Cuba, que eran objeto de búsqueda a través de la Interpol, con lo cual se contribuye a este enfrentamiento en el ámbito internacional y se ratifica la posición del país de no ofrecer refugio a delincuentes prófugos”, agregó.
Por otra parte, el directivo del MININT alertó sobre el cultivo de marihuana en las provincias de Granma y Santiago de Cuba, donde se aprecia los mayores índices de incidencia. Entre tanto, otras provincias no tradicionales como Camagüey, Las Tunas y Ciego de Ávila, muestran crecimiento en la plantación de este psicotrópico en los interiores de las viviendas, principalmente en macetas.
“Durante el 2015 se detectaron 178 casos en los que se descubrieron 29 555 plantas y 250 420 semillas. Además, mantenemos el trabajo con el MINAGRI dirigido al control e inspección de las tierras, así como la aplicación del Decreto 232, el cual estipula el decomiso por vía administrativa, de las tierras empleadas para la siembra de esta planta”, expresó.
A pesar de que el consumo ilícito de drogas en Cuba no tiene un impacto en la salud pública y la sociedad, aclaró, en la actualidad se comercializa marihuana y medicamentos controlados. Mientras que otras drogas como la cocaína, cannabinoides sintéticos y el crack, solo circulan en la capital. La heroína y las anfetaminas no son consumidas en la isla.
“El Sistema Ministerial de Enfrentamiento ha logrado evitar que la droga llegue a la población, lo cual se evidencia en los volúmenes ocupados en el mar, la frontera aérea y el tráfico interno, con un total de 1 266.59kg de estupefacientes retenidos. Por estos hechos fueron detenidas 1 363 personas, de ellos 44 extranjeros, los cuales fueron sancionados de forma severa en correspondencia con la política jurídico penal aprobada”, concluyó.
El Coronel Poey Guerra indicó que toda la droga incautada transita por un proceso de guarda y custodia a partir del cual se garantiza su traslado hacia los cuartos de ocupación. Posteriormente se procede a su incineración en presencia de una comisión designada a tales efectos y una representación de los trabajadores del centro.
Trabajo Intersectorial
Por su parte el Viceministro del MINSAP, Dr. Alfredo González Lorenzo acotó que el consumo prolongado de estas sustancias conduce a la adicción o dependencia y sus efectos resultan catastróficos para quien las consume, su familia y la sociedad.
En el caso del alcohol, el directivo indicó que no siempre es identificado como una droga.
“El alcohol esclaviza a más de 200 millones de personas en el mundo y produce consecuencias catastróficas, no solo por las personas que llegan al alcoholismo, sino también por los llamados bebedores sociales que en un momento determinado pasan al llamado consumo de riesgo o estado de embriaguez. Se calcula que por cada alcohólico existan entre 10 a 12 personas que se manifiestan con consumo nocivos. También se estima que las personas con consumo de riesgo de alcohol alcanzan entre el 10 al 20 % de las personas de 15 años o más.”
Más adelante en su intervención señaló que Cuba posee un amplio programa para la prevención y control del consumo de drogas que tiene como base la participación intersectorial en la solución de los problemas de la sociedad, de los diferentes organismos y organizaciones.
Agregó además que contamos con 135 departamentos de salud mental subordinados a los policlínicos, 32 servicios de psiquiatría y 19 hospitales psiquiátricos.
Igualmente funciona durante las 24 horas del día la línea confidencial antidrogas (103). Disponible para cualquier consulta, solicitud de información u orientación sobre el consumo de drogas.
También el país exhibe el Centro Nacional de Toxicología que cumple funciones en la identificación de las sustancias en personas que hayan consumido cualquier sustancia y presenten algún grado de intoxicación, lo que le permite establecer las recomendaciones ante estos casos.
Para proteger a los más jóvenes
Otro momento importante del espacio radio-televisivo fue el dedicado a la caracterización del fenómeno entre uno de los grupos etarios más vulnerables: los jóvenes y adolescentes.
Al respecto, la Ministra de Educación Ena Elsa Velázquez resaltó que la atención a esta problemática es de alta prioridad, ya que la escuela, como parte de la comunidad, es uno de los escenarios en el que se reflejan expresiones negativas de conducta social.
“El consumo de bebidas y tabaco hoy comienza a edades más tempranas. Si bien es cierto que la cifra no es significativa con respecto a la matrícula general de estudiantes del país, para nosotros la atención a cada estudiante es decisiva, más si hablamos de un tema tan sensible como este”.
Añadió que los esfuerzos están encaminados a prevenir este flagelo y lograr un rechazo consciente por parte de nuestros estudiantes. Para ello es necesario que los mismos conozcan los efectos y consecuencias nocivos de las drogas a la salud física, psíquica, el daño social, familiar y laboral.
Según dio a conocer la titular del ramo, en intercambio con estudiantes de los diferentes niveles educativos se ha conocido que han consumido por curiosidad o embullo, para estar a tono con el grupo con el que comparten fiestas, salidas nocturnas, entre otros injustificados argumentos. Sabemos que en estas edades la influencia y criterios del colectivo es determinante para cada uno de sus integrantes.
Velázquez reconoció que a pesar de las acciones que se han realizado, se han producido hechos de consumo, la gran mayoría en los horarios y días en que los estudiantes se encuentran fuera de la escuela.
En este sentido explicó que la provincia con más hechos es La Habana, (10 de Octubre, San Miguel del Padrón, Arroyo Naranjo y Boyeros). Han existido casos en Camagüey y Holguín y en menor medida Villa Clara, Ciego Ávila, Santiago de Cuba y Matanzas.
Las sustancias más utilizadas son los psicofármacos: Nitrazepán, Carbamazepina y otras drogas como la Marihuana.
Por este motivo la Ministra cubana de Educación dijo que se está poniendo mayor empeño en la salida curricular, a través de la clase y a la utilización de todos los espacios de que podamos disponer en la escuela para fomentar y reforzar con suficientes argumentos el rechazo a las drogas.
“Para nosotros es de suma importancia el vínculo estrecho con la familia. A partir de los estudios realizados se ha podido determinar que las familias de estudiantes que participan en hechos de este tipo poseen un nivel socioeconómico entre medio y alto. En muchos casos existen antecedentes de consumo, en lo fundamental del Binomio Portero Tabaco/Alcohol. La falta de percepción de riesgo, el poco control sobre los hijos, la permisividad, así como el desconocimiento sobre dónde están y lo qué hacen, son otras de las causas que pueden incidir en el consumo”.
Como parte de este esfuerzo se está trabajando en la elaboración de un conjunto de recursos informáticos y audiovisuales bajo el título “Luces para la vida”, que además de ser amenos y aceptados por los estudiantes ofrecen información adecuada; no con la intención de prohibir los otros que se mencionan, sino con el propósito de ofrecer una opción atractiva e información veraz sobre este tema, que les permita discernir entre lo nocivo y lo que le aporta a su formación, argumentó.
“Estos materiales están dirigidos a los docentes y familias. También se han concebido juegos, una revista digital, entre otros materiales”.
Por último, Velázquez ratificó la disposición y el compromiso de todos los educadores cubanos para que la escuela continúe siendo el lugar que se anticipe a las conductas adictivas a partir de preparar a los niños, adolescentes y jóvenes.
En ese sentido se expresó la primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas, Yuniasky Crespo Baquero, quien dijo que el enfrentamiento a este flagelo, como cualquier otro asunto que afecte o interese a los niños adolescentes y jóvenes cubanos, se convierte de inmediato en una prioridad para la UJC.
La dirigente juvenil enfatizó que el fenómeno de la droga está en el extremo opuesto a los valores que defiende la UJC, las Organizaciones Estudiantiles y Movimientos Juveniles, pues genera conductas ajenas a nuestro modelo social.
“Nuestro papel ha sido y tiene que ser muy activo en el enfrentamiento a estas conductas, hemos trabajado estrechamente con el resto de los organismos implicados, y en el Buró Nacional aprobamos una estrategia que incluye un plan de acción con 33 tareas concretas”.
Entre las ejercicios realizados destacó la preparación de los cuadros, dirigentes de base pioneriles, estudiantiles y juveniles sobre la problemática de las drogas a nivel mundial y nacional, y los efectos nocivos para la salud y su impacto social.
Igualmente subrayó la realización de actividades educativas en las comunidades con mayor complejidad y vulnerabilidad en el consumo de drogas, enfatizando en los efectos de las legales.
“Con esa intención hemos incluido el tema en espacios que hoy propiciamos para el debate con los jóvenes, al respecto podemos citar el ejemplo de ‘La Pupila Asombrada’ que organizamos en el sitio conocido como el hueco de la Calle G, Dialogar Dialogar,Cuba en mi Mochila y Diálogo de Generaciones”.
Más adelante apuntó que aún cuando los datos muestran que la mayoría de los jóvenes cubanos declara no consumir sustancias tóxicas, especialmente aquellas reconocidas como las anfetaminas y las drogas duras, si se reconoce que en el caso del alcohol y el tabaco cuentan con una mayor presencia en toda la población cubana debido a la influencia de factores históricos y culturales.
“Se aprecia el ascenso del consumo de sustancias ilegales de elevada peligrosidad por el rápido deterioro de los consumidores, por la transgresión legal que supone su tráfico y por su estrecha asociación con serias problemáticas internacionales. En el caso del tabaco, por el contrario, se observa su disminución en la juventud cubana”.
Crespo Vaquero advirtió que la edad de inicio de consumo de estas sustancias se encuentra marcada entre los 14 y 15 años.
“No obstante hay un grupo importante que comienza a fumar o ingerir bebidas alcohólicas entre los 11 y 13 años, periodo en el que también puede comenzar el consumo de drogas duras”, concluyó.
Una responsabilidad común
Por su parte, la Ministra de Justicia Maria Esther Reus González, añadió que este problema no se solucionará ni con la militarización de los países, ni con la legalización de la droga, solo se logrará con la aplicación coherente del principio de responsabilidad común y la voluntad política de los estados para su enfrentamiento.
“La voluntad política de nuestro gobierno está presente para enfrentar este problema, no solo con estrategias, si no con el aseguramiento de los recursos necesarios para evitar que este problema se convierta en un peligro para la Seguridad Nacional. Se han destinado recursos a pesar de las limitaciones, del bloqueo y demás. De todas formas, la prioridad está en la prevención”, concluyó.
Maria Esther señaló que Cuba mantiene acuerdos con 46 países, y con 69 naciones tiene relaciones que permiten compartir en tiempo real mucha información.
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