Por: Marco Velázquez Cristo, Post Cuba
Recientemente la vocera Heather Nauert declaró que no compartían toda la información con las autoridades cubanas sobre los supuestos ataques acústicos que presuntamente han sufrido diplomáticos de su país en la isla para evitar que se filtren y lleguen a manos de los que llamó “gente mala”, en esto hay mucha falsedad y objetivos ocultos.
Contexto en que se producen estas declaraciones.
El canciller cubano reclama una cooperación más efectiva para lograr avanzar en las investigaciones, se les cuestiona el no acceso de especialistas cubanos a los “afectados” y la falta de elementos que corroboren la existencia de los ataques, reconocidos expertos niegan la posibilidad de que los daños que se dicen sufrieron las “víctimas pueden haber sido causados por algún tipo de ataque acustico, este es el escenario que enfrentan.
¿Qué objetivos persigue el Departamento de Estado con estas declaraciones de su vocera?
No es la discreción la que los mueve, sino la necesidad de justificar la falta de aportes efectivos a la investigación que le ha censurado Cuba y llevar al gran público a pensar que hay informaciones que indican la existencia de los mencionados ataques, esas son sus intenciones.
Nauert no puede negar que a través de sus amigas entrañables CBS NEWS y la AP ellos han filtrado las informaciones que han entendido pertinente hacer llegar a la opinión pública para condicionarla a su favor. En todo caso si actuaran con sinceridad deberían esclarecer quien o quienes son las fuentes cercanas a la investigación que frecuentemente citan estos medios, cuando publican sus “filtraciones”, quizás, la propia Nauert sea una de ellas.
¿A que venían los del FBI a Cuba?
A cumplir la parte del guion que les corresponde, en esencia a llenar la forma, después de las últimas declaraciones de la vocera los imagino en los intercambios en silencio, desesperados por llegar al final de las sesiones de trabajo para escapar del ridículo ante una contraparte que de buena fe buscaba una colaboración que ellos estaban incapacitados de darles, tal vez alguno pudoroso bajaba la cabeza avergonzado al entregar cosas carentes de valor o fabricadas para la ocasión, sabían que los cubanos se darían cuenta de la falsedad, pero no tenían otra salida que dar algo, no especulo solo saco mis propias conclusiones a partir de las palabras de Nauert, pues si realmente se guardaron los elementos de mayor interés es presumible que sus aportes fueron muy pocos, pobre FBI, en esta puesta en escena le está tocando intentar lavar los platos sucios y de seguro saldrá mugroso de ese intento.
¿Es ético ocultar información y a la vez exigir resultados?
Suponiendo que la vocera dice verdad, entonces el gobierno norteamericano no ha actuado transparentemente en los intercambios con las autoridades cubanas, a las que están exigiendo resultados ocultándole información, según Nauert de importancia.
De acuerdo a lo anterior y de ser cierto que ha existido algún tipo de ataque o afectación no provocada intencionalmente:
¿Quién es el responsable de que continúen ocurriendo estos presuntos ataques?
Al ocultar información que pudiera contribuir al esclarecimiento de los hechos que se investigan, el gobierno de EE.UU se hace responsable de la continuación de los supuestos ataques y por lo tanto de las afectaciones de salud que han sufrido sus diplomáticos.
Cada vez más sus propias mentiras los llevan a cometer errores que van develando la componenda fraguada para intentar destruir el proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y los EE.UU., este “desliz” de la vocera se suma a otros que ya han cometido, como en el que buscando hacer los hipotéticos ataques lo más dañinos posible terminaron asociando a ataques acústicos, afectaciones que estos no podrían haber causado.
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