Por: Ami Goodman noviembre 13, 2018
Continuamos con la cobertura del 40 aniversario del derrocamiento del presidente chileno Salvador Allende, con una mirada al papel decisivo de EE.UU. mientras Richard Nixon era presidente y Henry Kissinger, asesor en asuntos de seguridad nacional. Peter Kornbluh, que impulsó los esfuerzos de desclasificar más de 20.000 documentos secretos que revelaban el papel de la CIA y la Casa Blanca en el golpe chileno, analiza cómo Nixon y Kissinger respaldaron el derrocamiento de Allende por vía militar y luego ofrecieron apoyo decisivo, mientras se cometían atrocidades para cementar el poder recién conseguido. Kornbluh es autor de un libro recientemente actualizado, “The Pinochet File: A Declassified Dossier on Atrocity and Accountability” (El archivo Pinochet: un expediente desclasificado sobre las atrocidades y las responsabilidades), y director del Proyecto de Documentación de Chile del Archivo de Seguridad Nacional. En 1970, el subdirector de plantes de la CIA escribió en un memorando secreto: “Es política firme y continua que Allende sea derrocado mediante un golpe. Es imperativo que estas acciones se implementen de manera clandestina y segura para que el gobierno de EE.UU. y la mano estadounidense estén bien escondidos”. Ese mismo año el presidente Nixon ordenó a la CIA “hacer que la economía grite” en Chile para “evitar que Allende llegue al poder o para derribarlo”. También nos acompaña Juan Garcés, ex asesor personal de Allende que luego condujo los esfuerzos legales exitosos para detener y juzgar al líder del golpe de Estado, Augusto Pinochet.
Transcripción
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.
AARON MATÉ: Quería preguntarle sobre el rol de Estados Unidos en todo esto. Veamos una grabación del discurso del presidente Richard Nixon en marzo de 1972, reconociendo que había dado instrucciones para “llevar a cabo cualquier tipo de acción similar a lo de la República Dominicana” para impedir que Salvador Allende, el presidente electo de Chile, asumiera el cargo. La conversación telefónica fue capturada por el sistema de grabación secreto de la Oficina Oval de la Casa Blanca. En este audio, escuchamos al presidente Nixon decirle a su secretario de prensa, Ron Ziegler, que había dado órdenes al embajador de EE.UU. en Chile para destruir la democracia chilena, pero “él simplemente fracasó… Debería haber evitado que Allende fuera presidente”. Escuchemos.
PRESIDENTE NIXON: Sí.
OPERADOR: Sr. Ziegler.
RON ZIEGLER: Sí, señor.
PRESIDENTE NIXON: ¿Qué tenemos? ¿Dijiste algo, Ron, con respecto a la participación de la Corporación ITT en Chile? ¿Cómo manejaste…?
RON ZIEGLER: El Departamento de Estado se ocupó de eso hoy.
PRESIDENTE RICHARD NIXON: Ah, ¿lo hicieron?
RON ZIEGLER: Sí, señor.
PRESIDENTE RICHARD NIXON: ¿Qué hicieron? ¿Negarlo?
RON ZIEGLER: Lo negaron, pero fueron cautelosos sobre cómo abordaron la declaración de [el exembajador Edward] Korry, porque tenían miedo de que pudiera ser contraproducente.
PRESIDENTE RICHARD NIXON: ¿Por qué? ¿Qué dijo Korry?
RON ZIEGLER: Korry dijo que había recibido instrucciones para hacer algo similar a lo de la República Dominicana…supuestamente dijo eso.
PRESIDENTE RICHARD NIXON: ¿Korry dijo eso?
RON ZIEGLER: Correcto.
PRESIDENTE RICHARD NIXON: ¿Cómo fue eso? ¿Él hizo eso público?
RON ZIEGLER: [El periodista] Jack Anderson recibió eso de alguna fuente. Al Haig está sentado conmigo ahora.
PRESIDENTE RICHARD NIXON: Ah, sí.
RON ZIEGLER: Era un informe contenido en un documento…
PRESIDENTE RICHARD NIXON: Ah, sí.
RON ZIEGLER: de la ITT, pero…
PRESIDENTE RICHARD NIXON: Bueno, lo fue. Él recibió esas instrucciones.
RON ZIEGLER: Bueno, pero…
PRESIDENTE RICHARD NIXON: Yo esperaba que… pero él simplemente fracasó, el hijo de [bip]. Ese es su gran problema. Debió haber impedido que Allende asumiera la presidencia.
RON ZIEGLER: De cualquier manera, el Departamento de Estado lo ha negado hoy…
PRESIDENTE RICHARD NIXON: ¿Lo está manejando el Departamento de Estado?
RON ZIEGLER: …y se refirieron a sus comentarios sobre América Latina, Chile y…
PRESIDENTE RICHARD NIXON: Sí, está bien.
RON ZIEGLER: …usted solo se refiere a eso una vez.
PRESIDENTE RICHARD NIXON: Bien, está bien.
RON ZIEGLER: Sí, señor.
PRESIDENTE RICHARD NIXON: Correcto.
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AARON MATÉ: Ese era el presidente Nixon hablando en 1972. Peter Kornbluh del Archivo de Seguridad Nacional, ¿puede explicarnos de qué habla Nixon en este audio y ponerlo en contexto con el rol que tuvo EE.UU. en la desestabilización de la economía en Chile?
PETER KORNBLUH: Richard Nixon y Henry Kissinger lanzaron un ataque preventivo contra Salvador Allende. Decidieron impedir que asumiera la presidencia de Chile. Allende no había pisado el Palacio de la Moneda aún, cuando Nixon y Kissinger simplemente decidieron cambiar el destino de Chile. Nixon le ordenó a la CIA hacer que la economía chilena gritara de dolor, usando todos los recursos humanos necesarios. El primer plan era impedir que Allende asumiera como presidente. Cuando ese plan falló, después del asesinato del comandante en jefe chileno René Schneider, detrás del cual estuvo EE.UU., Kissinger habló con Nixon y le dijo: “Allende ahora es presidente. El Departamento de Estado cree que podemos coexistir con él, pero quiero asegurarme de que les dirá a todos en el Gobierno de EE.UU. que no podemos permitir que tenga éxito, porque tiene legitimidad. Fue elegido democráticamente. Supongamos que otros gobiernos deciden seguir sus pasos, un Gobierno como el de Italia, por ejemplo. ¿Qué haremos entonces? ¿Qué vamos a decir cuando otros países comiencen a elegir democráticamente a otros Salvadores Allendes? El equilibrio de poder mundial cambiará”, le escribió a Nixon en un documento secreto, “y nuestros intereses en él cambiarán profundamente”.
AMY GOODMAN: Háblenos sobre el papel de Kissinger. Recientemente, la gente ha visto a Stephen Colbert bailar a su alrededor. Henry Kissinger, quien aún está vivo, es considerado un anciano estadista por la mayoría de la prensa en EEUU. Denos un poco de perspectiva sobre su rol.
PETER KORNBLUH: Acabo de regresar de Chile en donde participé en varios programas de televisión, y en todos me dijeron: “estamos tratando de que nuestra gente rinda cuentas por las atrocidades que tuvieron lugar durante el régimen de Pinochet, pero ¿por qué no se puede hacer que Henry Kissinger rinda cuentas por sus actos? ¿Por qué EE.UU. no se ha rendido cuentas por el rol que jugó en las atrocidades que se cometieron en Chile, comenzando con el golpe mismo y luego pasando por la represión que siguió?” Y Kissinger no solo es el sobreviviente más importante del equipo creador de las políticas de esa época, cuando revisas los documentos desclasificados que se presentan en el libro “Pinochet: los archivos secretos” verá que es la figura más importante en la creación de las políticas para derrocar a Allende y luego, aún más, para dar apoyo a Pinochet y a las violaciones a los derechos humanos que siguieron. Kissinger tenía asistentes que le decían: “Es impropio que EE.UU. intervenga en un país donde nuestros intereses de seguridad nacional no están amenazados”. Y él los ignoró. “No, no podemos. No podemos permitir este fenómeno de imitación, tenemos que evitar que Allende tenga éxito”. Tenía asistentes que conversaron con él un día después del golpe de Estado, que le dijeron: “Estamos recibiendo informes de que hay 10.000 cadaveres en las calles. La gente está siendo asesinada. Y él respondió: “Ve y dile al Congreso que este nuevo régimen militar es mejor para nuestros intereses que el viejo Gobierno en Chile”. Y tenemos este fabuloso documento de Kissinger hablando con Pinochet, en una reunión en 1976, sobre la que sus asistentes le habían dicho: “Debería decirle a Pinochet que deje de violar los derechos humanos”. Y en cambio, él le dijo a Pinochet: “Le ha hecho un gran servicio a EE.UU. al derrocar a Allende. Queremos apoyarlo, no causarle daño”.
AMY GOODMAN: En su libro “Pinochet: los archivos secretos” cita un análisis de un miembro de la Dirección de Operaciones de la CIA que aconsejaba al presidente Nixon y a Henry Kissinger sobre la ejecución de operaciones encubiertas en Chile. El funcionario argumentaba que, lejos de ser un peón de los comunistas, Allende “sería un tipo difícil de controlar para el Partido Comunista y la Unión Soviética”. También dijo que las operaciones encubiertas para evitar que Allende se convirtiera en presidente serían “peores que inútiles”. “Cualquier indicación de que estamos detrás de algún truco legal o alguna estratagema obstinada exacerbaría las relaciones aún más… me temo que repetiremos los errores que cometimos en 1959 y 1960 cuando empujamos a Fidel Castro al bando soviético”. Usted cita también al asistente de mayor rango de Kissinger en América Latina, Viron Vaky, quien escribió en un cable ultra secreto: “no lograremos tener éxito a través operaciones encubiertas; las consecuencias podrían ser desastrosas. Considerando un análisis de costo-beneficio-riesgo, no son favorables”. ¿Su opinión Peter Kornbluh?
PETER KORNBLUH: Hubo personas dentro del Gobierno de EE.UU. que presionaron a Kissinger para no tomar ese camino y él los ignoró por completo, empujó a Nixon a ejecutar una política agresiva y encubierta para que Allende fracasara, para desestabilizar su capacidad de gobernar, para crear lo que Kissinger llamó un clima golpista. En la nueva edición de “Pinochet: los archivos secretos”, tenemos la transcripción actualizada de la primera conversación telefónica entre Nixon y Kissinger después del golpe de Estado, en la que Nixon le dice a Kissinger: “Nuestra intervención no es visible ¿cierto?”. Y Kissinger responde: “No lo hicimos”, refiriéndose a la participación directa de EE.UU. en el golpe. “Los ayudamos”. Él dice: “Ya sabes, los ayudamos. [Espacio en blanco]”, algo que estoy seguro de es una referencia a la CIA, “creó las mejores condiciones para que el golpe ocurriera”. Esta es la primera conversación entre Nixon y Kissinger después del golpe. Básicamente estaban diseñando la intervención de EE.UU. y creando un clima golpista en Chile, facilitando el golpe. Lo que es aún peor, y esto fue mucho antes de que su programa existiera, es que Richard Nixon ya estaba quejándose de la basura liberal en los medios, diciendo: “Sí, los liberales… los medios están sudando sangrando porque un Gobierno comunista fue derrocado”, como si los medios estuvieran del lado de Allende. Los medios se estaban enfocando en las atrocidades que estaban ocurriendo. Y Kissinger decía: “En el período de Eisenhower, seríamos héroes”.
AMY GOODMAN: En este último minuto, Juan Garcés, es interesante que aunque usted experimentó en carne propia lo que sucedió hace 40 años con Salvador Allende, su suicidio en el Palacio de La Moneda mientras era bombardeado, usted está enfocado en el presente y en lo que está sucediendo hoy en día. Usted llevó a Pinochet ante la justicia. Logró que Baltasar Garzón, el famoso juez español, emitiera una orden de arresto en contra de Pinochet cuando hizo una visita a Londres, y fuera retenido allí, aunque finalmente fuera enviado de regreso a Chile. ¿Qué lección podemos aprender, en estos últimos 25 segundos? Y continuaremos con esta conversación después del programa.
JUAN GARCÉS: Esto se trata sobre como entiendes el mundo. ¿Deberíamos tener una existencia pacífica o bombardear e invadir? La ley es muy clara. Desde 1940 o 1945, la Carta de las Naciones Unidas, después de una gran Guerra Mundial, decidió que la soberanía y la independencia de los países debía ser respetada, y que todas las naciones debían luchar para evitar las políticas genocidas.
AMY GOODMAN: Tenemos que dejarlo hasta aquí, pero publicaremos la segunda parte en democracynow.org. Juan Garcés, abogado español, ex asistente de Salvador Allende, y Peter Kornbluh, cuyo último libro se titula “Pinochet: los archivos secretos”.
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