El pasado 23 de febrero fue un día en el que gran parte del mundo estaba concentrado en lo que sucedería entre la ciudad de Cúcuta, Colombia, y San Antonio del Táchira, Venezuela, ya que por un lado la oposición venezolana, liderada por el derechista Juan Guaidó y apoyado por el gobierno de Estados Unidos, estaba asegurando que enviarían “Ayuda Humanitaria” al país caribeño; mientras que el Presidente Constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, denunciaba que se desarrollaba un plan para invadir militarmente al país, para derrocarlo y sacarlo del poder.
Las denuncias del mandatario venezolano eran también sustentadas con informes de inteligencia emitidos por el gobierno de Rusia, quienes alertaban de la utilización de fuerzas militares que estaban financiadas por Washington para lograr un cambio de régimen de manera violenta.
Estas acusaciones fueron desestimadas por la Casa Blanca y sus aliados en la Región, el autodenominado Grupo de Lima; quienes “como sea”, frase utilizada por Guaidó días previos al 23 de febrero; deseaban que los tres camiones que estaban del lado colombiano pasaran el puente internacional Simón Bolívar; lo cual nunca ocurrió por la acción de los efectivos de seguridad venezolanos, quienes fueron atacados por grupos irregulares durante ese día.
Sin embargo, un artículo publicado por la agencia de noticias Bloomberg, publicado este miércoles, revela que sí existía un plan de incursión militar durante la supuesta entrega de “Ayuda Humanitaria”, el cual estaría encabezado por el general retirado Cliver Alcalá quien contaría con “unos 200 soldados exiliados”, que serían los encargados de “abrir el camino para el convoy”.
“Dirigidos por el general retirado Cliver Alcalá, que ha estado viviendo en Colombia, iban a hacer retroceder a los guardias nacionales venezolanos que bloqueaban la ayuda en el otro lado“, expresa el medio en un artículo titulado Soldados fuertemente armados suspendieron un plan para ingresar a Venezuela por la fuerza.
Según el propio medio, fue el gobierno de Colombia que “detuvo el plan”, del cual se “enteró tarde y temía choques violentos en un evento altamente público que se prometió que sería pacífico”.
Las declaraciones que se expresan en el trabajo periodístico pertenecen a entrevistas con funcionarios estadounidenses y latinoamericanos, así como exiliados venezolanos, algunos de los cuales pidieron “no ser identificados para hablar de asuntos confidenciales”.
“Alcalá, el general retirado, reconoció el plan para acompañar la ayuda a través de la frontera y dijo que entiende por qué los colombianos querían evitar los problemas”, prosigue el texto, que confirma las denuncias realizadas por el llamado protector del Táchira, Freddy Bernal, quien el pasado domingo desveló la estrategia para romper la defensa colocada por Venezuela en el puente Simón Bolívar.
“Si lograban traspasar le tocaba el turno a cuatro cuadras de grupos armados, que llegaron a estar a 10 metros de la punta (del puente). Eso era el Caballo de Troya para invadir a Venezuela”, sostuvo el político, entrevistado en el programa televisivo moderado por el periodista venezolano José Vicente Rangel.
El dirigente socialista aseguró que el 22 de febrero recibió un aviso del lado colombiano sobre una posible incursión a la 1:00 am, en el que no sólo entrarían por el puente Simón Bolívar, sino Tienditas. Fue allí cuando el Presidente Maduro mandó a cerrar la frontera.
EEUU al frente de la agresión contra Venezuela
Otra de las cosas que resalta el texto de Bloomberg es como el gobierno de Estados Unidos está al frente de la agresión contra el país suramericano; lo cual ha sido denunciado por funcionarios venezolanos, incluyendo a Maduro; así como otros países de la región y el mundo.
“Los funcionarios de Estados Unidos que han impulsado la política de Venezuela, Marco Rubio, el Asesor de Seguridad Nacional John Bolton y el enviado especial Elliott Abrams, continúan poniendo cara de valientes, aumentando la presión económica y diplomática y tuiteando diariamente sobre la partida segura de Maduro”, dice el escrito.
Sin embargo, en el trabajo periodístico se muestra como, a pesar de toda esta presión hacia Caracas, tanto en los funcionarios estadounidenses como en sus aliados en la región “hay preocupación y consternación”, no sólo por no poder concretar el plan violento, sino por la continuas derrotas en escenarios internacionales, como en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde Rusia y China colocan la piedra de tranca a Washington.
“Cuando Guaidó estaba en Colombia, su presidente, Iván Duque, le expresó frustración. Los testigos dijeron que Duque se quejó por el fracaso de la promesa de Guaidó de traer a decenas de miles de venezolanos a la frontera para recibir la ayuda humanitaria”, se lee.
Además, se expresa que la vuelta a Venezuela de Guaidó, quien está siendo investigado por las autoridades, se debe a una orden emitida por la Casa Blanca para que no perdiera “el impulso que le quedaba”.
Sin embargo, ahora surge un debate, si se realiza o no una incursión militar, tal y como lo ha solicitado el líder derechista y otros voceros de la oposición más extrema de Venezuela, en varias oportunidades; aunque según la agencia de noticias ni EEUU, ni Brasil, ni Colombia, “están planeando tal movimiento”.
“Quienes se oponen a la idea dicen que requeriría decenas de miles de tropas y miles de millones de dólares en un país que tiene el doble de tamaño que Irak con un ejército permanente y milicias ciudadanas”, explica al respecto.
Por ahora, sólo queda esperar cuales serán las próximas acciones a tomar por la Casa Blanca, quienes, como han dicho recientemente sus voceros, incrementarán la “asfixia financiera y económica” a Venezuela.
Mientras que la estrategia de Caracas parece ser seguir incentivando la economía, que actualmente depende del petróleo; así como seguir diversificando a sus socios internacionales para sortear el bloqueo unilateral impuesto que afecta la vida social, económica y política de esta nación.
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