"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

lunes, 19 de febrero de 2024

Putin, Tucker Carlson y la entrevista

Putin, Tucker Carlson y la entrevista



Putin, Tucker Carlson y la entrevista

Actualizado el 19 de febrero de 2024 / Por Manuel David Orrio del Rosario

Recorre el mundo la entrevista concedida por el presidente ruso Vladimir V. Putin al periodista estadounidense Tucker Carlson, cuya vis derechista y trumpista ni se discute – y no es “matar al mensajero”, aunque los hechos sean tercos.

Carlson es tan cercano a Trump como para que su nombre como presunto candidato a la vicepresidencia “esté sobre la mesa” y no obstante haber sido cesanteado por Fox News, tras esta compañía haber sido demandada por Dominion a causa de difamación, en un proceso que se zanjó con el pago de 787,5 millones de dólares, y en el cual Carlson se vio involucrado, al avalar un supuesto fraude electoral.

Además, ha de quedar claro que el partidismo de Carlson va contra Cuba, aunque “El conocido presentador de Fox News, Tucker Carlson, “criticó ayer con dureza a congresistas y senadores Republicanos que están tratando de llamar la atención sobre Cuba…’Republicanos idiotas en el Congreso pasaron el día entero hablando de la falta de libertad en Cuba’, dijo Carlson mientras apuntaba que esos mismos no denunciaban los ataques a la libertad en Estados Unidos'”.

Ha de quedar claro, porque ya parece que en Cuba hay quien simpatiza con el otrora presentador de Fox News.

Para Carlson, Cuba es irrelevante, aunque su “ídolo” sea más que hostil respecto a la tierra de José Martí.

Por su parte, Putin “hizo oro” de la oportunidad para exponer su política respecto a Ucrania y otros temas, aunque en estas líneas sólo se tratará lo referido a Kiev, si bien cabe resaltar que la entrevista ha sido interpretada por diversos medios como un “espaldarazo” a Trump, quien en su campaña electoral de inicios está muy en contra de la ayuda estadounidense a Ucrania, y ha influido para que en el Congreso de ese país esa ayuda sea bloqueada, no sin éxito.

Así, tal parece que Putin tiende una mano a su aliado de facto, cuando a dos años de su inicio la “ocupación militar especial” o invasión -elija, lector – se mantiene estancada.

Rusia ocupa alrededor del 20-25% del territorio, ha sufrido severos golpes y nadie sabe a ciencia cierta cuántos de sus soldados han muerto o sido heridos. Ucrania estima que más de 332 mil, pero ya se sabe que en las guerras la primera víctima es la verdad.

Considerando el poder del ejército ruso y tales resultados, ¿no parece que está saliendo mal parado, en términos de costos y beneficios?
¿Putin “historiador”?

El presidente ruso inició la entrevista brindada a Carlson con una extensa exposición sobre la Historia de Ucrania cuya conclusión fue, a su decir, que “Ucrania en cierto sentido es un estado artificial, creado por la voluntad de Stalin”.



Más allá de que en dicha exposición varios medios de prensa, citando académicos, señalan hechos no ciertos, Ucrania, por muchas vueltas que se den a lo largo de su devenir, es un sujeto de Derecho Internacional, un país independiente y soberano cuya integridad territorial, al 24 de febrero del 2022, fue reconocida por el Tratado de Belasheva, el Protocolo de Alma Altá (ambos de 1991) y hasta en la Constitución de la extinta Unión Soviética (artículo 17) , que reconocía el derecho de sus repúblicas integrantes a separarse de la misma.

Asimismo, en el referendum popular celebrado el 1 de diciembre de 1991, el 92,30% de los votos apoyó el Acta de Proclamación de la Independencia de Ucrania, aprobada por el parlamento el 24 de agosto de 1991, en respuesta al intento de golpe de Estado que tuvo lugar en Moscú el 19 de ese mes.

Por ende, y a tenor del Tratado de Belasheva y el Protocolo de Alma Atá, si se cuestiona de la forma que sea la existencia de Ucrania al 24 de febrero del 2022, también se cuestiona la de Rusia, surgida como sujeto de Derecho Internacional por los mismos instrumentos jurídicos.

Por su lado, el Memorando de Budapest de 1994, firmado por Rusia , Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán, otorgò garantías rusas a la seguridad e integridad territorial ucranianas.

Por dicho instrumento Kiev entregó su armamento nuclear (entonces tercero del mundo) a Moscú, justo a cambio de esas garantías, las cuales también fueron avaladas por Estados Unidos y Reino Unido; poderosamente llama la atención el que Putin y Carlson callan sobre ese pacto, decisivo a los efectos de contrarrestar cualquier argumento de Derecho que pretenda justificar la acción rusa contra Ucrania.


Manifestantes en Londres protestan a favor de Ucrania. Fuente: Church Times

Por ello todo ello, no es de asombrarse que el visceral rechazo de ambos países a la llamada operación militar especial de Rusia -o invasión, decida el lector-, tenga por origen la violación de esos acuerdos, más allá de la doble moral en asuntos internacionales de yankees o británicos, o más allá de lo prescrito en la Carta de las Naciones Unidas en sus artículos 2.3, y 2.4.

Dichos artículos establecen que los Estados miembros arreglarán sus controversias por medios pacíficos que no se opongan a la paz y la seguridad internacionales y se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado o en cualquier forma incompatible con los propósitos de las Naciones Unidas.

El Memorando de Budapest también estableció el compromiso de adhesión de Ucrania al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, lo cual se hizo efectivo en noviembre de 1994, tras aprobar el parlamento ucraniano, por “aplastante mayoría”, la ratificación de dicho tratado ; ésto hizo de Ucrania un Estado parte de aquel, comprometido a sólo el desarrollo pacífico de la energía nuclear, tal como ha hecho.

Todo lo demás es narrativa, cuando no mentira, por mucho que se apele a la Historia.

Así, tanto desde esos instrumentos, como desde el Derecho Internacional, como desde la voluntad del pueblo ucraniano, vigente como sujeto de Derecho desde 1991 y quién sabe desde cuándo en su compleja saga histórica, la Ucrania que el mundo reconoce es la que, al parecer, Putin niega.

Lo mismo vale para la integridad territorial que dejó de ser tras la anexión rusa de Crimea en el 2014 -rechazada por Naciones Unidas por 100 votos, 58 abstenciones y 11 en contra, entre éstos Cuba – y reconocida por apenas un puñado de países.

Igual ataque a la integridad territorial ucraniana fueron las anexiones rusas de Donestk, Lugansk, Jersón y Zaporiya, ocurridas a consecuencia de su ocupación y sólo reconocidas por la llamada Corea de Norte y Siria, si bien Rusia no controla en su totalidad esas regiones. Rusia realizó referendos, cuya legalidad está en duda.

Disgresión al pairo: parece absurdo; pero invocar a la Historia como razón para justificar por la fuerza reinvindicaciones territoriales entre Rusia y Ucrania, es como dar derecho a Reino Unido para reclamar a Estados Unidos, o México a éste, o a España sobre América Latina. O hasta justificar el supuesto derecho de Estados Unidos a invadir Cuba: si Rusia “puede”, por la razón que sea, ¿Estados Unidos “puede”?
¿Expansión en la OTAN?

Según Putin “…sobre la expansión de la OTAN hacia el este. Bueno, nos prometieron que la OTAN no se extendería hacia el este, ni una pulgada hacia el este, eso nos dijeron. ¿Y luego qué? Nos dijeron que aquel acuerdo no estaba reflejado en ningún papel, así que se podía expandir. Hubo cinco expansiones, incluyendo los países Bálticos y toda Europa del Este, y así sucesivamente…

“Alemania y Francia parecían estar en contra, así como otros países europeos. Pero entonces, como se vio después, el presidente Bush, y él es un tipo duro, un político firme, por lo que me dijeron más tarde; los presionó, y por eso aquellos países tuvieron que aceptar la expansión”.

Dijo Putin: “no hubo papel”; es decir, un tratado que ratificara ese compromiso verbal, lo cual fue revelado por Der Spiegel, citada por Actualidad RT, en el 2022:

‘”En el marco de las negociaciones en el formato Dos más Cuatro, dejamos claro que no expandiríamos la OTAN más allá del Elba. Por lo tanto, no podemos ofrecer a Polonia y a los demás (países de Europa del Este) ser miembros de la OTAN”, afirmó en aquel entonces Jürgen Chrobog, representante de la RFA, si bien la revista precisa que el diplomático aparentemente confundió el Elba con el río Óder”.


Imagen parcial del documento que aportó las pruebas, según Actualidad RT, y Putin mencionó en su entrevista. Fuente: Actualidad RT.



El entonces presidente ruso Boris Yeltsin aseguró en 1993 que la expansión de la OTAN hacia el este era “ilegal”. También el ex-canciller Yevgeny Primakov, dijo haber recibido el compromiso de que “ningún país que salga del Pacto de Varsovia ingresará en la OTAN”.

En ese momento, James Baker, secretario de Estado de George H.W. Bush, habría dicho que las tropas de la OTAN no se moverían “ni una pulgada al este”, pero refiriéndose a la frontera entre Alemania occidental y oriental.

Como quiera que se mire, el asunto, de indudable importancia geopolítica, ha quedado como un “díme que te diré” entre potencias; su valor es nulo, más allá de manipulaciones mediáticas, del bando que sean; argüir a propósito de un “acuerdo que no fue” para justificar una “ocupación militar especial” – o invasión, decida el lector – de carácter presuntamente defensivo es…mejor no apuntar.

A este momento, aparte sus orígenes históricos, pertenecen a la OTAN los siguientes países ex- diz que socialistas de Europa: Albania (2009), Bulgaria (2004) Chequia (1999), Croacia (2009) Eslovaquia (2004), Eslovenia (2004) Estonia (2004), Hungría (1999), Letonia (2004), Lituania (2004), Macedonia del Norte (2020), Montenegro (2017), Polonia (1999) y Rumania (2004).

Menos Ucrania, todos…

Si se cuenta desde el 2000 – año en que Putin asumió la presidencia de Rusia -, todos menos Chequia (antes parte de Checoslovaquia), Hungría y Polonia, se integraron a la OTAN en el mandato de Putin, y sólo cuatro después de la cumbre de Bucarest del 2008: Albania, Croacia, Macedonia del Norte y Montenegro, éste en el 2017.

¡Vaya paciencia que exhibió Putin ante la llamada expansión de la OTAN! ¿Sólo la perdió ante Ucrania, a la cual le estaría negando su existencia como pueblo y Nación, ya que la considera “…en cierto sentido… un estado artificial, creado por la voluntad de Stalin”?

¿Expansión de la OTAN por causa del imperialismo, o por temor de esos países a los antecedentes de Hungría en 1956 o Checoslovaquia en 1968, confirmados por Ucrania en el 2022?




Tanque soviético destruido en las calles de Budapest durante la Insurrección Hungría 1956. Fuente: Wikipedia.




Ocupación soviética de Praga, 1968. Tanques soviéticos en la ciudad vieja de Praga. Wikimedia Commons

No se olvide: estar en la OTAN es ser protegido hasta militarmente por el artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte, el cual establece que una agresión a uno lo es a todos, por cierto en ejercicio del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, reza el pacto.

Queda para especulación histórica: si Ucrania hubiera ingresado en la OTAN antes del 2022, ¿”operación militar especial” o invasión – decida, lector – de Rusia ?
Ucrania en la OTAN o la ¿repetida denegación?

Afirmó Putin que “…abordemos el tema de Ucrania. En el 2008, en la cumbre de Bucarest, dijeron que las puertas estaban abiertas para que Ucrania y Georgia entraran…se abrieron ante ella (Ucrania) las puertas para ingresar en la OTAN”. Además, más que todo, por las presiones de Estados Unidos, según el mandatario.

Acéptense las presiones de Washington: según diversos medios de prensa, Ucrania presentó su solicitud de ingreso a la OTAN, por primera vez, en la Cumbre de Bucarest del 2008…y se le denegó, expresan los medios que por la oposición de Francia y Alemania, resistentes a las presiones de la Casa Blanca, de seguir a Putin; sólo “…aceptaron que se dijera vagamente que Ucrania sería un miembro de la OTAN en el futuro, tal como recordó en una entrevista en el medios ucraniano TSN”.

Para los ucranianos, nada especial: según encuestas, sólo entre 25-30% se manifestó entonces a favor del ingreso, aunque tras los sucesos de Crimea y la guerra del Donbass, el apoyo creció hasta más de un 42% y hoy ronda el 90.

Dos años más tarde de Bucarest, el parlamento de Ucrania aprobó una ley por la que se prohibió la adhesión a cualquier bloque militar, lo cual fue un indudable paso de avance hacia la neutralidad que Putin mencionó como presente en el Acta de Declaración de Independencia de Ucrania, lo cual por cierto no aparece en ese texto.

Esa ley se derogó tras “lo de Crimea”; además, se reafirmó el deseo de unirse a la OTAN, así como estrechar la cooperación con la alianza, aunque ya entonces el frente abierto con la disputa por Crimea suponía un importante obstáculo, a lo que se sumó ese mismo año la guerra del Donbass contra fuerzas prorrusas en el este del país.

Obvio que tras la llamada operación militar especial o invasión – como quiera el lector – la pretensión ucraniana se reforzó, y “las largas” en la OTAN también, por cuanto aceptar a Ucrania implica que el bloque entre en guerra con Rusia, a tenor del artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte. Y no es para tanto…
¿Amenaza nuclear?

Verdad de Perogrullo: el planeta vive bajo amenaza de guerra nuclear; “…nueve países en el mundo , según recoge un informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo, poseen armas nucleares…

“De todas, el 90% pertenecen a Rusia y Estados Unidos, que son los países con mayores cifras de cabezas nucleares”.

Rusia supera a Estados Unidos en casi 700 cabezas al filo del 2022, y tras la operación militar especial o invasión – como quiera el lector – la ONU condenó a Rusia por poner en alerta a su armamento nuclear – “mejorar el nivel de preparación”, dice la Resolución -; ésta fue patrocinada por más de 90 países, obtuvo 141 votos a favor, cinco en contra -Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea-, y 35 abstenciones, entre éstas Cuba, más varios países que no votaron, principalmente por deudas con la ONU.

Votación en Naciones Unidas. Agresión contra Ucrania.


La Asamblea General durante la sesión de especial de emergencia sobre Ucrania.Fuente: ONU/Evan Schneider

Putin declaró en febrero del 2023 que “… mencionamos públicamente las vanas gestiones de este régimen (Ucrania) para adquirir armas nucleares. Al mismo tiempo, Estados Unidos y la OTAN se apresuraban a desplegar sus bases militares y laboratorios biológicos secretos lo más cerca posible de nuestras fronteras. Se apropiaban del teatro de las futuras hostilidades mediante maniobras militares. Sometieron al régimen de Kiev y lo prepararon para una guerra a gran escala…”

Se hace bien cuesta arriba aceptar que Ucrania sea un peligro nuclear para Rusia o cualquier país, y el asunto de los laboratorios secretos resultó ser una noticia falsa, difundida por la agencia RIA Novosti, según EFE Verifica, y sobre lo cual ya nadie habla.

No obstante, de tales palabras parece desprenderse que la guerra civil en el Donbass – sin dudas un serio problema – previa al 24 de febrero, era el preludio de ¿una invasión a Rusia? ¿Creíble, éso?

No en la entrevista de Carlson, sí en su discurso de febrero del 2022, Putin afirmó que “Todo el curso de los acontecimientos y el análisis de la información muestran que el choque de Rusia con estas fuerzas es inevitable. Es solo cuestión de tiempo: se están preparando, están esperando el momento adecuado. Ahora también aspiran a poseer armas nucleares. No lo permitiremos… Rusia no puede sentirse segura, desarrollarse, existir con una amenaza constante que emana de territorio de la Ucrania moderna”.

¿Es “papel mojado” el Memorando de Budapest, la adhesión de Ucrania como Estado parte del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares desde 1994 y su desarrollo pacífico de la energía nuclear, es “papel mojado” la persistente negativa de la OTAN a sumar a Ucrania, justo para que Rusia no se sintiera amenazada?

De paso, en su discurso de febrero del 2023, Putin anunció su decisión de suspender la participación de Rusia en el tratado New Start de reducción de armas nucleares estratégicas (firmado con Estados Unidos en Praga, en 2010) que su última revisión había prorrogado hasta 2026. Con esta decisión, Rusia se reserva la posibilidad de realizar nuevas pruebas nucleares en caso de que lo hiciera Estados Unidos.

Ni uno de esos “puntos conflictivos” fue interrogación de Carlson o mención de Putin. Ni otros no reflejados en este ejercicio. No fue ese periodismo que ha llevado al oficio a las cumbres, aunque ahora tenga un récord de cien millones de visitas en Internet.

Putin, Carlson: el tiempo dirá si la entrevista fue ¿útil a Putin, a Trump? Entretanto, en Ucrania se mata y se muere.
La Habana, 24/02/15.

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