Un proyecto ambiental trabaja por el saneamiento de la comunidad y el desarrollo del turismo ecológico.
La Habana, 14 dic.- Charlas sobre ambiente, meteorología y alimentación sana, un recorrido por un sendero ecológico y presentaciones infantiles, entre otras propuestas, integraron el primer Festival Comunitario “Mirada ambiental a mi comunidad”, en el poblado capitalino de Casablanca.
Este pequeño asentamiento de unos 6.000 habitantes, ubicado en el ultramarino municipio de Regla y que bordea una parte de la Bahía de La Habana, está afectado por la contaminación de la rada y de otros espacios debido al vertimiento indiscriminado de desechos sólidos por la población local.
Según Gerardo Moreno, del grupo gestor del proyecto para mejorar el entorno, la iniciativa tuvo como objetivos estimular la participación ciudadana en la solución de los problemas ambientales, reconocer a estudiantes y personas con una trayectoria ecologista y potenciar la educación ambiental.
Hubo variadas opciones en la cita.
Los talleres abordaron desde el empleo de micorrizas (hongos) para incrementar la producción agrícola hasta la necesidad de involucrar a las comunidades en la búsqueda de soluciones.
Mientras el músico ecologista Osmel Francis, del grupo Cubanos en la red, regaló su arte y se realizaron juegos y competencias infantiles.
“Se pueden tomar muchas políticas públicas para el cuidado del ambiente pero si la ciudadanía no lo protege, no se consiguen mejoras. Tenemos que sumar a la infancia y la adolescencia para luchar por un desarrollo sostenible”, alertó en el taller Osmara García, trabajadora de una empresas local.
Para Jesús Belisario de Zayas, de una fundación ecologista de Estados Unidos, este poblado puede convertirse en un paradigma desde la ética y la moral en su relación estrecha con el medio ambiente.
Niños y niñas que integran el proyecto de educación ambiental Amigos de la bahía, rectorado por el Grupo de Trabajo Estatal Bahía de La Habana, participaron con su alegría y sabiduría en el festival.
Según Jennifer La Guardia, de 10 años, también participan en concursos, hacen dibujos, cuentos, obras de teatro, poesías, bailes y elaboran platos tradicionales, todo relacionado con el cuidado ambiental.
El ingeniero agrónomo Armando Rojas, fundador del festival que pretende convertir al poblado en un espacio para el turismo ecológico, realizó en Casablanca un estudio macroeconómico del potencial existente para explotarlo en beneficio de la comunidad y del turismo, con senderismo y la fotocaza.
“Nuestro objetivo es promover el potencial que tiene la comunidad y rescatar sus valores históricos, para contribuir de alguna manera al mejoramiento de su entorno físico”, declaró.
También se sumaron al festival centros educativos locales, los institutos de Meteorología y Ecología y Sistemática, la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba, las asociaciones de Técnicos Agrícolas y Forestales y de Producción Animal, entre otros.
La Habana, 14 dic.- Charlas sobre ambiente, meteorología y alimentación sana, un recorrido por un sendero ecológico y presentaciones infantiles, entre otras propuestas, integraron el primer Festival Comunitario “Mirada ambiental a mi comunidad”, en el poblado capitalino de Casablanca.
Este pequeño asentamiento de unos 6.000 habitantes, ubicado en el ultramarino municipio de Regla y que bordea una parte de la Bahía de La Habana, está afectado por la contaminación de la rada y de otros espacios debido al vertimiento indiscriminado de desechos sólidos por la población local.
Según Gerardo Moreno, del grupo gestor del proyecto para mejorar el entorno, la iniciativa tuvo como objetivos estimular la participación ciudadana en la solución de los problemas ambientales, reconocer a estudiantes y personas con una trayectoria ecologista y potenciar la educación ambiental.
Hubo variadas opciones en la cita.
Los talleres abordaron desde el empleo de micorrizas (hongos) para incrementar la producción agrícola hasta la necesidad de involucrar a las comunidades en la búsqueda de soluciones.
Mientras el músico ecologista Osmel Francis, del grupo Cubanos en la red, regaló su arte y se realizaron juegos y competencias infantiles.
“Se pueden tomar muchas políticas públicas para el cuidado del ambiente pero si la ciudadanía no lo protege, no se consiguen mejoras. Tenemos que sumar a la infancia y la adolescencia para luchar por un desarrollo sostenible”, alertó en el taller Osmara García, trabajadora de una empresas local.
Para Jesús Belisario de Zayas, de una fundación ecologista de Estados Unidos, este poblado puede convertirse en un paradigma desde la ética y la moral en su relación estrecha con el medio ambiente.
Niños y niñas que integran el proyecto de educación ambiental Amigos de la bahía, rectorado por el Grupo de Trabajo Estatal Bahía de La Habana, participaron con su alegría y sabiduría en el festival.
“Nosotros trabajamos por el ambiente todo el año, saneamos la costa, donde aparecen latas, jabas y otros desechos, les exigimos a las personas que nos ayudan a contribuir en mejorar el entorno”, dijo Angélica Padrón, estudiante de la escuela primaria Héroes de Girón.casablanca
Según Jennifer La Guardia, de 10 años, también participan en concursos, hacen dibujos, cuentos, obras de teatro, poesías, bailes y elaboran platos tradicionales, todo relacionado con el cuidado ambiental.
El ingeniero agrónomo Armando Rojas, fundador del festival que pretende convertir al poblado en un espacio para el turismo ecológico, realizó en Casablanca un estudio macroeconómico del potencial existente para explotarlo en beneficio de la comunidad y del turismo, con senderismo y la fotocaza.
“Nuestro objetivo es promover el potencial que tiene la comunidad y rescatar sus valores históricos, para contribuir de alguna manera al mejoramiento de su entorno físico”, declaró.
También se sumaron al festival centros educativos locales, los institutos de Meteorología y Ecología y Sistemática, la Federación de Asociaciones Culinarias de la República de Cuba, las asociaciones de Técnicos Agrícolas y Forestales y de Producción Animal, entre otros.
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