Pinar del Río, Cuba, 7 mar (PL) La gran caverna de Santo Tomás, sistema más importante de Cuba y entre las mayores de América Latina, añade atractivos al turismo en Viñales, localidad de la provincia de Pinar del Río inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial.Sus pasadizos acogen a viajeros europeos y de otros continentes, interesados en escrutar las escenas del mundo subterráneo dentro de esta occidental región.
Aferrados a la ladera de la montaña, centenares de visitantes ascienden hasta el nivel séptimo del majestuoso sistema, el cual posee más de 46 kilómetros explorados hasta la fecha.
Oriundos de Francia, Alemania y Suiza, fundamentalmente, los recién llegados prefieren observar el panorama circundante desde un amplio balcón natural situado en la galería abierta al público, a unos 120 metros de altura, explicó a Prensa Latina Yudalsi Córdoba, especialista ambiental del Parque Nacional Viñales.
Abundantes formaciones secundarias como estalactitas, estalagmitas y una fauna propia de las espeluncas afloran durante el itinerario por Santo Tomás, clasificada entre las joyas de la espeleología en la isla.
La gruta, preferida también por el turismo nacional, atesora valiosas obras de arte rupestre, conservadas en sus salones interiores, atribuidas a quienes poblaron la zona varios milenios atrás.
Tras la aventura de subir entre lianas por el borde de una loma, la llegada al balcón, suerte de mirador, abre las puertas de un espacio poco conocido e insuficientemente escudriñado, insistió la experta.
Surcada por el río San Vicente, la Cueva del Indio es otro de los espacios turísticos del lugar, junto al sistema subterráneo Palmarito, considerado igualmente entre los más extensos de Latinoamérica.
El valle de Viñales y el poblado contiguo fueron declarados Paisaje Cultural de la Humanidad por la armonía entre el hombre y la naturaleza, así como por la conservación de tradiciones artísticas y agrarias.
Aferrados a la ladera de la montaña, centenares de visitantes ascienden hasta el nivel séptimo del majestuoso sistema, el cual posee más de 46 kilómetros explorados hasta la fecha.
Oriundos de Francia, Alemania y Suiza, fundamentalmente, los recién llegados prefieren observar el panorama circundante desde un amplio balcón natural situado en la galería abierta al público, a unos 120 metros de altura, explicó a Prensa Latina Yudalsi Córdoba, especialista ambiental del Parque Nacional Viñales.
Abundantes formaciones secundarias como estalactitas, estalagmitas y una fauna propia de las espeluncas afloran durante el itinerario por Santo Tomás, clasificada entre las joyas de la espeleología en la isla.
La gruta, preferida también por el turismo nacional, atesora valiosas obras de arte rupestre, conservadas en sus salones interiores, atribuidas a quienes poblaron la zona varios milenios atrás.
Tras la aventura de subir entre lianas por el borde de una loma, la llegada al balcón, suerte de mirador, abre las puertas de un espacio poco conocido e insuficientemente escudriñado, insistió la experta.
Surcada por el río San Vicente, la Cueva del Indio es otro de los espacios turísticos del lugar, junto al sistema subterráneo Palmarito, considerado igualmente entre los más extensos de Latinoamérica.
El valle de Viñales y el poblado contiguo fueron declarados Paisaje Cultural de la Humanidad por la armonía entre el hombre y la naturaleza, así como por la conservación de tradiciones artísticas y agrarias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por opinar