Alejandro Ulloa • 19 de junio, 2014
Varias páginas web que permanecían bloqueadas desde Cuba ya pueden ser visitadas en la Isla, desde hace pocas horas. Sin anuncios públicos previos, de pronto, se han abierto algunas puertas, aunque nadie puede estar seguro de si no se volverán a cerrar.
Sitios como Revolico.com, el más importante bazar virtual cubano, Skype, o Cubaencuentro, una revista digital editada desde España con una línea editorial desafecta al gobierno cubano, cargan sin contratiempos en los ordenadores conectados a Internet desde diferentes provincias y formas de conexión.
Al menos así se pudo constatar entre usuarios vinculados a la Educación Superior y la prensa –dos de los más importantes y masivos sectores conectados– y en provincias como Villa Clara, La Habana, Ciego de Ávila y la Isla de la Juventud.
Las sorpresas han sido muchas y las inferencias muy prolijas, con ironías incluidas. “URGENTE: Algún cable se quemó en algún lado -o finalmente entendieron que censurar NO es la solución- pero no están bloqueando páginas en Cuba”, avisaba un usuario en Facebook.
La noticia ha corrido entre personas conectadas, asiduos en las redes sociales. Muchos aprovechan la posibilidad de navegar por primera vez a contenidos a los que hasta ahora solo podía accederse utilizando proxys anónimos.
Elena Rodríguez, una joven de 25 años, especie de geek criolla que utiliza su conexión en su centro de trabajo para experimentar todo cuanto puede en la red, comentaba que no podía creer la posibilidad de usar Skype por primera vez desde la Isla. “Pude conversar con una amiga que está en Italia. Es muy emocionante emitir la primera palabra al mundo mundial”, dijo con entusiasmo.
Para todos es raro, aunque desde hace ya varios años en Cuba de un día para otro lo prohibido se vuelve permisible, la mayoría de las veces sin que ninguna autoridad de cuenta de las causas por las que en el pasado prevalecían las más diversas negativas.
Los cubanos vieron cómo, de súbito, en 2008, la prohibición de la compra de servicios de telefonía celular fue abolida, después de años de inexplicable veda. Ese mismo año el gobierno también autorizó la venta de computadoras en tiendas de recaudación de divisas y su importación por parte de personas naturales. En abril de 2012, mediante la Resolución 146/2012 del Ministerio de Comunicaciones, los cubanos pudieron empezar a pagar el acceso a Internet desde hoteles, un servicio hasta entonces solo destinado a extranjeros.
Hasta hoy, los motivos por el que se mantuvieron muchos de estos bloqueos aparentemente rectificados ahora, solo existen en el campo de la especulación. Los usuarios imaginan. “Al gobierno no le conviene que Revolico compita con las tiendas en dólares, y además ellos saben que ahí hay mucho cambalache”, dijo a Progreso Semanal, una especie de caza-fortunas, en Revolico.
Su “negocio” consiste en monitorear día por día las “gangas”, sobre todo en ropas vendidas al por mayor, para “alimentar” luego otros comercios, también subterráneos. Hasta ayer utilizaba una de las decenas de URLs alternativas que el team de Revolico.com se ha asegurado para posibilitar el acceso desde Cuba, burlando así la prohibición sobre su dominio principal.
Algunos otros sitios web “liberados”, como MartíNoticias y la citada Cubaencuentro, han sido presuntamente bloqueados en el pasado por su tendencia política. Es el caso de 14ymedio.com, el sitio recién inaugurado por la bloguera disidente cubana Yoani Sánchez que, en sus primeras horas fue redireccionado a yoanislandia.com, y que, sin embargo, hoy está completamente accesible.
En otras circunstancias, ante visitas de personalidades como el Papa Benedicto XVI (mayo de 2012), o eventos internacionales como la Cumbre de Países No Alineados (septiembre de 2006), las autoridades “aflojaron” estos bloqueos de contenidos web. De hecho, paulatinamente lo han venido haciendo, pero lo que sorprende ahora es el aluvión sin ningún “motivo”.
La posibilidad de acceder a Skype –aun con las lentas conexiones que predominan en la Isla– es una grata sorpresa, aún más si se tienen en cuenta recientes declaraciones del Director de Comunicación Institucional de ETECSA, sobre las llamadas por Internet –evasivas de los altísimos precios que tiene fijados la empresa para comunicaciones telefónicas internacionales–, como causa de pérdidas económicas.
En un foro abierto hoy en el sitio Cubasí –perteneciente a ETECSA–, la empresa reconoce que “una parte importante de las insatisfacciones y expectativas de nuestros clientes y de la población en general giran en torno a los precios y diversidad de ofertas del servicio celular y el acceso a internet.” A esto agrega que “en la medida que se desplieguen las inversiones necesarias, nuestra empresa podrá lograr índices cada vez más comparables en cuanto a calidad y desarrollo”.
La reciente apertura de accesos a ciertos sitios en Internet “congelados” en el pasado desde Cuba, pudiera indicar mucho o nada, en un país donde las políticas de comunicación, las nociones de derechos y deberes en cuanto al acceso a la información permanecen relativamente indefinidas y dan paso muchas veces a estrategias discrecionales.
Progreso Semanal/ Weekly autoriza la reproducción total o parcial de los artículos de nuestros periodistas siempre y cuando se identifique la fuente y el autor.
Varias páginas web que permanecían bloqueadas desde Cuba ya pueden ser visitadas en la Isla, desde hace pocas horas. Sin anuncios públicos previos, de pronto, se han abierto algunas puertas, aunque nadie puede estar seguro de si no se volverán a cerrar.
Sitios como Revolico.com, el más importante bazar virtual cubano, Skype, o Cubaencuentro, una revista digital editada desde España con una línea editorial desafecta al gobierno cubano, cargan sin contratiempos en los ordenadores conectados a Internet desde diferentes provincias y formas de conexión.
Al menos así se pudo constatar entre usuarios vinculados a la Educación Superior y la prensa –dos de los más importantes y masivos sectores conectados– y en provincias como Villa Clara, La Habana, Ciego de Ávila y la Isla de la Juventud.
Las sorpresas han sido muchas y las inferencias muy prolijas, con ironías incluidas. “URGENTE: Algún cable se quemó en algún lado -o finalmente entendieron que censurar NO es la solución- pero no están bloqueando páginas en Cuba”, avisaba un usuario en Facebook.
La noticia ha corrido entre personas conectadas, asiduos en las redes sociales. Muchos aprovechan la posibilidad de navegar por primera vez a contenidos a los que hasta ahora solo podía accederse utilizando proxys anónimos.
Elena Rodríguez, una joven de 25 años, especie de geek criolla que utiliza su conexión en su centro de trabajo para experimentar todo cuanto puede en la red, comentaba que no podía creer la posibilidad de usar Skype por primera vez desde la Isla. “Pude conversar con una amiga que está en Italia. Es muy emocionante emitir la primera palabra al mundo mundial”, dijo con entusiasmo.
Para todos es raro, aunque desde hace ya varios años en Cuba de un día para otro lo prohibido se vuelve permisible, la mayoría de las veces sin que ninguna autoridad de cuenta de las causas por las que en el pasado prevalecían las más diversas negativas.
Los cubanos vieron cómo, de súbito, en 2008, la prohibición de la compra de servicios de telefonía celular fue abolida, después de años de inexplicable veda. Ese mismo año el gobierno también autorizó la venta de computadoras en tiendas de recaudación de divisas y su importación por parte de personas naturales. En abril de 2012, mediante la Resolución 146/2012 del Ministerio de Comunicaciones, los cubanos pudieron empezar a pagar el acceso a Internet desde hoteles, un servicio hasta entonces solo destinado a extranjeros.
Hasta hoy, los motivos por el que se mantuvieron muchos de estos bloqueos aparentemente rectificados ahora, solo existen en el campo de la especulación. Los usuarios imaginan. “Al gobierno no le conviene que Revolico compita con las tiendas en dólares, y además ellos saben que ahí hay mucho cambalache”, dijo a Progreso Semanal, una especie de caza-fortunas, en Revolico.
Su “negocio” consiste en monitorear día por día las “gangas”, sobre todo en ropas vendidas al por mayor, para “alimentar” luego otros comercios, también subterráneos. Hasta ayer utilizaba una de las decenas de URLs alternativas que el team de Revolico.com se ha asegurado para posibilitar el acceso desde Cuba, burlando así la prohibición sobre su dominio principal.
Algunos otros sitios web “liberados”, como MartíNoticias y la citada Cubaencuentro, han sido presuntamente bloqueados en el pasado por su tendencia política. Es el caso de 14ymedio.com, el sitio recién inaugurado por la bloguera disidente cubana Yoani Sánchez que, en sus primeras horas fue redireccionado a yoanislandia.com, y que, sin embargo, hoy está completamente accesible.
En otras circunstancias, ante visitas de personalidades como el Papa Benedicto XVI (mayo de 2012), o eventos internacionales como la Cumbre de Países No Alineados (septiembre de 2006), las autoridades “aflojaron” estos bloqueos de contenidos web. De hecho, paulatinamente lo han venido haciendo, pero lo que sorprende ahora es el aluvión sin ningún “motivo”.
La posibilidad de acceder a Skype –aun con las lentas conexiones que predominan en la Isla– es una grata sorpresa, aún más si se tienen en cuenta recientes declaraciones del Director de Comunicación Institucional de ETECSA, sobre las llamadas por Internet –evasivas de los altísimos precios que tiene fijados la empresa para comunicaciones telefónicas internacionales–, como causa de pérdidas económicas.
En un foro abierto hoy en el sitio Cubasí –perteneciente a ETECSA–, la empresa reconoce que “una parte importante de las insatisfacciones y expectativas de nuestros clientes y de la población en general giran en torno a los precios y diversidad de ofertas del servicio celular y el acceso a internet.” A esto agrega que “en la medida que se desplieguen las inversiones necesarias, nuestra empresa podrá lograr índices cada vez más comparables en cuanto a calidad y desarrollo”.
La reciente apertura de accesos a ciertos sitios en Internet “congelados” en el pasado desde Cuba, pudiera indicar mucho o nada, en un país donde las políticas de comunicación, las nociones de derechos y deberes en cuanto al acceso a la información permanecen relativamente indefinidas y dan paso muchas veces a estrategias discrecionales.
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