Carola Salas Couce
Tabla 1: Principales indicadores económicos de Cuba (2008-2013) / Tasas de crecimiento en %. Fuentes: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba, 2012; Panorama Económico y Social de Cuba, 2013. Edición Abril 2014.
Tabla 2: Comercio exterior de bienes y servicios de Cuba (2008-2013, en millones de US $ corrientes). Fuentes: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba, 2012; Panorama Económico y Social de Cuba, 2013. Edición Abril 2014. (*) Los datos de exportaciones e importaciones de servicios son estimaciones de la autora.
Tabla 4: Doce principales mercados de importación de bienes en Cuba (en millones de US $ y en %). Fuente: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba, La Habana, 2012.
La evolución de la economía cubana en los últimos años ha estado marcada por la influencia de varios procesos: la crisis económica internacional; la aplicación de los Lineamientos de la Política Económica y Social, los cuales resumen las transformaciones que tienen lugar en el modelo económico del país; y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos. En tal contexto las tasas de crecimiento del producto son insuficientes, con una tendencia al estancamiento hasta el año 2013(1) y durante el primer semestre del actual año solo se alcanzó un ¿crecimiento? del 0,6 %. Está claro que si no se crece suficientemente, como mínimo en tasas superiores al 3 %, todos los propósitos quedarán postergados infinitamente.
Tabla 1: Principales indicadores económicos de Cuba (2008-2013) / Tasas de crecimiento en %. Fuentes: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba, 2012; Panorama Económico y Social de Cuba, 2013. Edición Abril 2014.
El carácter abierto de la economía cubana, su dependencia externa, condiciona que la evolución del entorno externo sea siempre una variable clave para explicar los problemas y desafíos que enfrenta su evolución y que este determine en muchos casos las perspectivas futuras del país, por tanto, resulta imprescindible evaluar los retos que, en materia de comercio e inserción en la economía internacional tiene el país, para no cometer errores y lo que sería peor, repetir algunos. De acuerdo con el Anuario Estadístico de Cuba del 2012, la tasa de apertura de la economía ha aumentado perceptiblemente desde el año 2007, pasando de un 38 % del PIB a casi el 46 % en el 2012(2). Junto a esto, debe tenerse en cuenta que en Cuba, cualquier variación del producto ha estado aparejada a cambios más que proporcionales de las importaciones (por cada 1 % de aumento en el Producto Interno Bruto, PIB, las importaciones han crecido en cerca del 2 %).
Se mantiene una débil sustitución de las importaciones por la producción nacional, y una muy reducida capacidad de transformación de la producción doméstica en bienes exportables, lo que se manifiesta en una escasa respuesta de la producción nacional ante las oportunidades del entorno externo, como las presentadas en el período más reciente (3). En resumen, se exporta poco y no hay opciones reales para sustituir importaciones con producciones nacionales, lo cual determina el déficit crónico de la balanza de bienes.
Sin embargo, el balance global del comercio exterior desde el 2009 ha sido superavitario, determinado por el significativo excedente de las exportaciones netas de servicios profesionales hacia varios países en desarrollo, especialmente Venezuela, debido a los acuerdos de cooperación existentes al respecto, aunque hay presencia de cooperación profesional cubana (no solo médica) en más de 60 países.
Tabla 2: Comercio exterior de bienes y servicios de Cuba (2008-2013, en millones de US $ corrientes). Fuentes: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba, 2012; Panorama Económico y Social de Cuba, 2013. Edición Abril 2014. (*) Los datos de exportaciones e importaciones de servicios son estimaciones de la autora.
Los diez principales socios comerciales de Cuba –en términos del comercio exterior total de bienes– son Venezuela, China, España, Canadá, Holanda, Brasil, México, Estados Unidos, Italia y Francia, en ese orden. Los tres primeros socios comerciales daban cuenta del 45,7 % del total del comercio exterior cubano en el año 2007, y para el 2012 esos tres países habían elevado dicha participación hasta el 58,9 % del total. El mercado venezolano es el destino fundamental de las ventas externas cubanas y el más importante suministrador de mercancías para Cuba. En el 2007, el intercambio total con Venezuela representó el 19,6 % del comercio exterior de bienes de Cuba, pero en el 2012 esta relación había escalado al 44,2 % (4).
En promedio para el período 2008-2012, el mercado venezolano absorbió más del 35 % de las exportaciones de bienes, casi duplicando el peso relativo del mercado holandés y canadiense, segundo y tercer destino más importante para las ventas externas de Cuba. Por el lado de las importaciones, Venezuela fue también el socio más importante entre el 2008 y el 2012, con un suministro promedio el 32,6 % del total de las compras externas cubanas.
Tabla 3: Doce principales mercados de exportación de bienes en Cuba (en millones de US $ y en %). Fuente: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba, La Habana, 2012.
Tabla 4: Doce principales mercados de importación de bienes en Cuba (en millones de US $ y en %). Fuente: ONEI. Anuario Estadístico de Cuba, La Habana, 2012.
La importancia de las relaciones de Cuba con América Latina y el Caribe, y en particular con sus socios estratégicos dentro y fuera del área, queda lejos de cualquier duda razonable, sin embargo, resulta igualmente decisoria la política de mantener y fomentar los vínculos con otras áreas por motivos económicos, y también para consolidar espacios diversos y no incurrir en errores de sobreconcentración, como en su momento ocurrió con el desaparecido Sistema Socialista de Europa del Este.
En este sentido, la importancia de las negociaciones con la Unión Europea (UE) para la economía y para la rearticulación de las relaciones económicas externas de Cuba en el futuro mediato, resulta trascendente. A pesar de la crisis, el intercambio con la UE representa más del 20 % del total de exportaciones e importaciones cubanas de bienes, alrededor del 22 % de los ingresos por turismo, y una parte importante de las inversiones y negocios conjuntos con empresas extranjeras se ejecutan con contrapartes europeas. Además, según datos comunitarios, desde el año 2008 más de US $80 millones han sido canalizados como ayuda al desarrollo por parte de la UE hacia Cuba (5).
Un número de problemas limitan el necesario buen funcionamiento del sector externo cubano, entre los que destacan el muy alto nivel de centralización en las operaciones de comercio exterior, lo que se relaciona directamente con los reducidos márgenes de autonomía empresarial, que no promueven el vínculo directo entre los productores nacionales y el mercado internacional; el acceso restringido al financiamiento internacional; las acentuadas distorsiones en términos de precios relativos, en gran medida como resultado de los efectos derivados de la sobrevaluación del peso cubano convertible y de la dualidad monetaria; el deterioro de la infraestructura física vinculada con el comercio exterior (puertos, viales, aeropuertos, capacidades de almacenamiento); y la no menos importante inadecuada red de servicios especializados de apoyo al sector exportador (telecomunicaciones, acceso a Internet, asesoría legal y asistencia técnica).
Más allá de las limitantes estructurales objetivas, para coadyuvar a la diversificación y dinamización del sector externo cubano, se requieren cambios de funcionamiento de un modelo que resulta altamente centralizado, y proceder a descentralizar las operaciones de comercio exterior permitiendo que entidades productivas y pequeñas y medianas empresas (estatales y no estatales) comiencen a vincularse directamente a los mercados internacionales. Por esta vía es posible propiciar una más activa participación del país en los flujos internacionales de inversión extranjera directa (IED), que pueden mejorar la capacidad exportadora de empresas existentes en Cuba, propiciar la participación en cadenas de valor y contribuir al desarrollo local de provincias y territorios.
Estas inversiones extranjeras son clave para acceder a tecnologías de avanzada, incorporar métodos gerenciales modernos, estimular la innovación en procesos y la capacitación del personal cubano, generar encadenamientos virtuosos con sectores productivos domésticos, y en definitiva revertir el agudo proceso de descapitalización que experimenta la economía doméstica.
Obviamente hay otros elementos de política fundamentales para dinamizar la economía cubana y su sector externo. En particular, sobresale la necesidad de un sistema bancario que cumpla sus funciones y propicie una política crediticia con las condiciones necesarias para promover la financiación de las operaciones de comercio exterior de las empresas cubanas, y en particular de sus Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES).
La experiencia internacional constata la creación de ciertos mecanismos de financiación para potenciar operaciones de comercio exterior que no se utilizan o, al menos, no suficientemente, vale la pena preguntarse qué ha sido del mecanismo del SUCRE y de su unidad de cuenta (sucre) y por qué la participación de las empresas cubanas se ha transformado en marginal en una estructura surgida dentro del ALBA.
Una vez más, lo objetivo se combina en una subjetividad lastrada por la inercia, y salen perdiendo la economía y también los cubanos.
Notas:
1 En general, el ritmo de crecimiento de la actividad económica de Cuba entre 2008 y 2013 ha sido mucho menor que el registrado por la mayoría de las naciones latinoamericanas en este período.
2 De acuerdo con la ONEI, la tasa de apertura externa se calcula como el monto del intercambio comercial de bienes y servicios con el exterior, dividido entre el PIB.
3 En 2010 los precios mundiales de níquel y azúcar superaron las cifras inicialmente previstas, pero las producciones físicas cubanas no lograron alcanzar los volúmenes planificados, por lo que el país no fue capaz de beneficiarse de esa coyuntura favorable (intervención de Marino Murillo, vicepresidente del Consejo de Ministros y Ministro de Economía y Planificación, en el VI Período de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, diciembre 2010).
4 En 2010 los precios mundiales de níquel y azúcar superaron las cifras inicialmente previstas, pero las producciones físicas cubanas no lograron alcanzar los volúmenes planificados, por lo que el país no fue capaz de beneficiarse de esa coyuntura favorable (intervención de Marino Murillo, vicepresidente del Consejo de Ministros y Ministro de Economía y Planificación, en el VI Período de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, diciembre 2010). 4 Cálculos de la autora a partir de ONEI (2012). Anuario Estadístico de Cuba.
5 Datos sobre peso de la UE en comercio y turismo cubano obtenidos a partir de información estadística de la ONEI. El dato sobre la cooperación europea hacia Cuba, fue tomado de Granma, 1 de mayo de 2014, p. 4.
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