Por Pedro Martínez Pírez
La llegada a La Habana de 189 jóvenes colombianos que se formarán en Cuba como médicos para prestar servicios a los pobres en su país es la mejor noticia de este fin de semana en un mundo conmocionado por las amenazas imperialistas y la carencia de solidaridad internacional.
Cuba, que fue durante más de cuatro años sede de los diálogos de paz entre las fuerzas insurgentes y el gobierno de Juan Manuel Santos, y actuó además como garante de las conversaciones junto a Noruega, se confirma ahora como una nación que a pesar del cruel bloqueo económico de Estados Unidos, practica la solidaridad como un principio de su política internacional.
El ofrecimiento de Cuba en marzo pasado para recibir en los próximos cinco años a dos mil jóvenes desmovilizados de la guerrilla, así como desplazados y víctimas del conflicto armado de más de medio siglo en Colombia, ha comenzado a materializarse con la llegada del primer contingente a La Habana, que fue recibido por funcionarios de la Cancillería cubana y directivos de la ELAM, la Escuela Latinoamericana de Medicina, de donde ya han egresado más de 900 jóvenes colombianos.
La Escuela Latinoamericana de Medicina, fue fundada por el Comandante Fidel Castro en 1998, y anunciada al mundo durante la celebración en La Habana, de la Novena Cumbre Iberoamericana, el 16 de noviembre del año siguiente.
Desde el triunfo de la Revolución se han graduados en Cuba casi 165 mil médicos cubanos y cerca de 34 mil jóvenes procedentes de 129 países, incluido los Estados Unidos.
Es importante la contribución de Cuba a la paz en Colombia, que data de muchos años, y muy estimulante el arribo del primer grupo de becarios colombianos que vienen a formarse como médicos en la pequeña nación del Caribe que hace más de medio siglo proclamó a la Salud como un derecho del pueblo.
La Habana, 28 de agosto de 2017
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