"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

miércoles, 10 de abril de 2013

Las ocho principales energías renovables

Imprimir artículo

Por Alex Ffernández Muerza
El desarrollo tecnológico de las renovables es cada vez mayor y ofrece muchas variedades de energía limpia e inagotable. Las renovables producen una energía limpia e inagotable y son la alternativa lógica y ecológica a los combustibles fósiles y contaminantes que dominan en la actualidad el panorama energético, según sus defensores. Su potencial es enorme y algunos expertos consideran que la unión y el desarrollo de todas sus variedades podría cubrir de sobra las necesidades energéticas de toda la humanidad. Este artículo señala y explica las ocho principales energías renovables: biocombustibles, biomasa, cogeneración, eólica, geotérmica, hidráulica, solar y undimotriz y mareomotriz.
Imagen: Dominic Alves
Imagen: Dominic Alves

1. Biocombustibles

Los biocombustibles utilizan materiales tan diversos como cereales o aceites desechados para hacer un combustible alternativo a los derivados del petróleo. La fermentación de diversas plantas para convertirlas en alcohol utilizable como gasolina se denomina bioetanol, mientras que los basados en el aceite son los biodiésel. Los biocombustibles han sido criticados porque no serían tan ecológicos como señalan sus defensores. Por ello, se trabaja en una segunda generación que mejora los procesos tecnológicos, se basa en residuos o en materias primas no alimenticias y cultivados en terrenos no agrícolas o marginales.

2. Biomasa

Las renovables son la alternativa lógica y ecológica a los combustibles fósiles
La biomasa es el conjunto de los residuos orgánicos que genera la sociedad, desde los de la bolsa de basura del consumidor hasta los residuos agrícolas, ganaderos o forestales, según Manuel García, impulsor de Probiomasa, la organización que pretende aprovechar en España la biomasa como energía renovable. Los ciudadanos pueden utilizarla para climatizar sus viviendas y se pueden abastecer de la electricidad creada en instalaciones específicas. La biomasa resuelve el problema del tratamiento de los residuos desaprovechados del campo y el monte; reduce el riesgo de incendios forestales; ofrece otras posibilidades, como su uso como fertilizante en la agricultura; genera gran cantidad de empleo en zonas rurales; y combate el cambio climático.

3. Cogeneración

La cogeneración es un sistema que ahorra energía al producir electricidad y calor a la vez, en lugar de por separado, reduce emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y contribuye a la seguridad del abastecimiento energético y al desarrollo sostenible, según Javier Rodríguez, director general de Acogen, que representa a este sector en España. Sin embargo, sus detractores recuerdan que utiliza gas natural, un combustible fósil traído en su mayor parte del extranjero.

4. Eólica

La tecnología eólica es una de las renovables más consolidadas y la de más potencial de desarrollo para los próximos años. Los grandes aerogeneradores se han vuelto parte del paisaje de muchas regiones españolas, aunque también han supuesto un impacto ambiental para las aves en algunos casos. Sus impulsores trabajan en mejores e innovadores diseños, como turbinas de una y dos palas, de eje vertical, voladoras, flotantes, minis o híbridos.

5. Geotérmica

La energía geotérmica se produce a partir del calor del interior de la Tierra. La geotermia superficial va de los cero hasta unos 300 metros y a partir de ahí se denomina geotermia profunda. La geotérmica se puede aprovechar en grandes instalaciones, capaces de producir varios megavatios (MW), o en calefacciones de distrito, una especie de calefacción central de un edificio pero para toda una ciudad. Los ciudadanos también pueden instalar sistemas domésticos geotérmicos de calefacción y agua caliente.

6. Hidráulica

Las grandes presas producen el 20% de la electricidad mundial y el 7% de la energía total. La energía hidroeléctrica reduce un 13% la emisión de agentes contaminantes a la atmósfera, aunque también es criticada por su impacto ambiental y social, como la desaparición de bosques, de hábitats de rica fauna y de la biodiversidad acuática o desplazamiento de pueblos y sus habitantes. Las centrales minihidráulicas utilizan la fuerza de los caudales de los ríos para producir energía y, al igual que su "hermana mayor", presenta importantes ventajas e inconvenientes.

7. Solar

La energía del sol se aprovecha de muchas formas. Los paneles fotovoltaicos de los tejados son los más conocidos, pero la evolución tecnológica ha logrado cuatro generaciones y diversas variedades: paneles de bajo coste, flexibles, aplicables como una pintura sobre cualquier superficie, paneles solares en órbita alrededor de la Tierra u hojas artificiales que imitan la fotosíntesis de las plantas. La energía solar térmica se aprovecha en instalaciones domésticas y grandes centrales para producir electricidad y calor. Gracias a ella se obtiene calefacción, se calienta el agua en viviendas, piscinas, se cuecen alimentos o se secan productos. El poder calorífico del sol también se utiliza mediante la "Concentración de Energía Solar" (CSP), unos espejos que siguen al sol y concentran su calor en un punto, tanto en grandes instalaciones como a pequeña escala (micro-CSP). Su variante, la fotovoltaica de concentración (CPV), concentra los rayos en unos paneles de alta eficiencia.

8. Undimotriz y mareomotriz

La tecnología undimotriz aprovecha la energía del movimiento de las olas. Diversos prototipos se prueban en países como Portugal, Noruega o España. La fuerza de las mareas también se postula como otra energía renovable más, la mareomotriz, aunque al igual que la undimotriz necesita un desarrollo mayor para ser competitiva. Ecoportal.net
Erosky – Consumer

La economía de Google

Imprimir artículo

Por: Premio Nobel Economia

La decisión de Google de cerrar Google Reader ha disgustado a varias personas que conozco y ha provocado muchas discusiones sobre el futuro de los servicios basados en la Red. La discusión más interesante, creo, es la de Ryan Avent en The Economist, que sostenía en un reciente artículo titulado Google’s Google Problem [El problema de Google de Google] que el buscador ha estado proporcionando un servicio público esencial, pero no parece que tenga ningún interés en mantenerlo.
He estado tratando de pensar detenidamente en ello desde el punto de vista de la microeconomía más o menos estándar, y este es el resultado de mi reflexión.
GoogleReader

En primer lugar, es bien conocido, aunque no se mencione con frecuencia, que incluso en un mercado simple, un monopolista con costes fijos elevados y con una capacidad limitada para realizar una discriminación de precios entre los clientes puede no ser capaz de obtener beneficios proporcionando un producto incluso cuando el posible aumento de consumidores de ese producto sea superior a los costes de producción. Básicamente, si el monopolista trata de cobrar un precio correspondiente al valor que los usuarios intensivos otorgan al producto, no atraerá a suficientes usuarios de baja intensidad para cubrir sus costes fijos; si cobra un precio bajo para atraer al usuario de baja intensidad, no logra captar una cantidad suficiente del excedente de usuarios de alta intensidad, y tampoco puede cubrir sus costes fijos.

Lo que Avent añade a esta discusión es una visión sobre el efecto de las externalidades de las redes, en las que el valor del producto para cada usuario individual depende del número de usuarios que lo están usando. Hasta cierto punto, el monopolista puede aprovecharse de estas externalidades, ya que aumentan el precio que la gente está dispuesta a pagar, por lo que no estoy seguro de que cambien la lógica del suministro o del no suministro. Pero lo que significan es que si al monopolista sigue sin parecerle útil proporcionar el producto, las pérdidas para el consumidor son sustancialmente más importantes que en un análisis convencional de fijación de precios en un monopolio.
Entonces, ¿cuál es la respuesta? Como escribe Avent, los ejemplos históricos con estas características –como las redes de transporte urbano– se han resuelto a través de la prestación pública. Parece difícil en este momento considerar que las búsquedas en Internet y sus funciones relacionadas sean servicios públicos, pero se podría mantener que es donde la lógica nos conducirá al final.
Para demostrar mi punto de vista, pueden ver en el gráfico adjunto un caso hipotético en el que la demanda proviene tanto de los usuarios de alta intensidad que están dispuestos a pagar mucho por un servicio como de los usuarios de baja intensidad que no están dispuestos a pagar tanto. Debido a los costes fijos, el coste medio por usuario disminuye con el número de usuarios. Pueden observar por la forma en que está trazado que no existe ningún precio en el que un monopolista pueda cubrir sus costes aquí; sin embargo, las pérdidas generadas por prestar el servicio a un precio que atraiga a los usuarios de baja intensidad serían mucho menores que los beneficios para los usuarios de alta intensidad por tener el servicio disponible.
Grafico

© 2013 The New York Times.
Traducción de News Clips.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...