"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Admite Hillary Clinton su papel en el golpe de Honduras

La exsecretaria de Estado Hillary Clinton utilizó una reseña del último libro de Henry Kissinger, Orden Mundial, para dar a conocer su visión de “mantener el liderazgo de Estados Unidos en el mundo”, en un reciente artículo de opinión en el Washington Post.

Clinton pidió volver a una política exterior con propósito, estrategia y pragmatismo, en medio de las numerosas crisis a escala mundial que vive el mundo.

También destacó algunas de estas opciones de política en su autobiografía, Decisiones Difíciles, y la manera en que han contribuido a los retos que la Administración de Obama enfrenta ahora.

El capítulo sobre América Latina, en particular la sección sobre Honduras, una de las principales fuentes de los niños y niñas migrantes que están actualmente cruzando la frontera, ha pasado en gran parte desapercibido.

En las cartas a Clinton y a su sucesor John Kerry, más de 100 miembros del congreso han advertido en varias ocasiones sobre el deterioro de la situación de seguridad en Honduras, especialmente después del golpe militar en el 2009 que derrocó al presidente democráticamente elegido, Manuel Zelaya.

Dana Frank, experta en Honduras, escribió en ForeignAffairs que el Gobierno posterior al golpe “recompensó a los partidarios del mismo con puestos altos en ministerios. Ellos abrieron la puerta, a su vez, para el agravamiento de la violencia y la anarquía…como las Naciones Unidas, Amnistía Internacional, la Organización de los Estados Americanos, y Human RightsWatch han documentado…”.

La tasa de homicidios, ya la más alta del mundo, aumentó en un 50% de 2008 a 2011; la represión política y los asesinatos de los candidatos políticos de la oposición, organizadores campesinos, y activistas LGBT aumentaron y continúan hasta el día de hoy. Los feminicidios se dispararon.

La violencia e inseguridad fueron exacerbados por un colapso institucional general. La violencia relacionada con las drogas ha empeorado en medio de denuncias de corrupción en los servicios de la policía y el Gobierno de Honduras. Mientras las pandillas son responsables de gran parte de la violencia, las fuerzas de seguridad en Honduras también han participado en una ola de asesinatos y otros crímenes contra los derechos humanos con impunidad.

A pesar de esto, tanto bajo el liderazgo de Clinton como el de Kerry, la respuesta del Departamento de Estado respecto a la violencia y a la constante impunidad de la policía y el ejército ha sido en gran medida solo silencio, junto con la ayuda continua de los Estados Unidos a las fuerzas de seguridad de Honduras. En Decisiones Difíciles, Clinton describe su papel en el periodo posterior al golpe de Estado que ha llevado a Honduras a esta situación.

Su cuenta de primera mano es significativa no solo porque contiene una confesión verdadera de un hecho importante, pero también porque contiene un falso testimonio crucial. No vamos a acusar a nadie de mentir; al igual que los houyhnhnms en Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift, quienes no tenían una palabra para mentir, solo digamos que ella ha dicho “lo que no es”.

En primer lugar, la confesión: Clinton admite que ella utilizó el poder de su oficina para asegurarse de que Zelaya no volviera a la Presidencia. “En los días siguientes [después del golpe] hablé con mis homólogos de todo el hemisferio, incluida la secretaria [Patricia Espinosa] en México”, escribió Clinton. “Nosotros establecimos las estrategias de un plan para restaurar el orden en Honduras y garantizar que elecciones libres y limpias se celebren rápidamente y de manera legítima, lo que haría que la cuestión de Zelaya sea irrelevante”.

Esto tal vez no sea una sorpresa para aquellos que han seguido de cerca el drama después del golpe (ver mi comentario de 2009 sobre el papel que jugó Washington ayudando a que el golpe tenga éxito aquí, aquí y aquí). Pero la historia oficial, la cual fue debidamente aceptada por la mayoría de los medios de comunicación, era que la Administración de Obama en realidad estaba en contra del golpe y quería que Zelaya retornara a la Presidencia.

La cuestión de Zelaya era cualquier cosa menos irrelevante. Líderes de América Latina, la Asamblea General de las Naciones Unidas y otros organismos internacionales reclamaron vehementemente su regreso inmediato a la oficina.

La posición desafiante y antidemocrática de Clinton provocó un descenso en las relaciones de Estados Unidos con varios países de América Latina, algo que ha continuado hasta la fecha. Se ha erosionado la cálida bienvenida y el beneficio de la duda que incluso los gobiernos izquierdistas de la región le habían ofrecido a la recién instalada Administración de Obama unos meses antes.

Ahora sobre la “cosa que no es”: Clinton informa de que Zelaya fue arrestado en medio de “temores de que se estaba preparando para burlar la Constitución y prorrogar su mandato”. Esto simplemente no es verdad.

Como Clinton debe saber, cuando Zelaya fue secuestrado por los militares y fue transportado fuera del país en pijamas el 28 de junio de 2009, él estaba de hecho tratando de poner una votación consultiva en la boleta electoral, no una votación vinculante. La encuesta iba a preguntar a los electores si querían tener un verdadero referéndum sobre una reforma de la Constitución durante las elecciones previstas para noviembre.

Es importante tener en cuenta que Zelaya no era elegible para candidatear en esa elección. Incluso si él hubiera conseguido todo lo que quería, era cronológicamente imposible que Zelaya prorrogara su mandato. Pero esto no impidió a la extrema derecha en Honduras y los Estados Unidos utilizar acusaciones falsas de manipulación de la Constitución para justificar el golpe.

Además de su audaz confesión y aceptación de la narrativa de la extrema derecha en el episodio hondureño, el capítulo sobre América Latina está considerablemente a la derecha de su propia trayectoria en la región como secretaria de Estado. Esto parece ser un cálculo político.

Clinton corre poco riesgo de perder votos al admitir su papel en hacer que la mayoría de los gobiernos del hemisferio estén indignados frente a los Estados Unidos. Por otro lado, hay grupos de interés influyentes y bastante dinero de campaña para recaudar de grupos de presión derechista con enfoque latinoamericano, como los cubano-americanos de Florida y sus recaudadores de fondos.

Al igual que los 54 años del fallido embargo contra Cuba, la posición de Clinton sobre América Latina en su candidatura a la Presidencia es otro ejemplo de cómo la derecha ejerce una influencia desproporcionada en la política exterior de los Estados Unidos.

Como también hemos visto en el caso de la lucha continua de la República Argentina contra los fondos buitre, estas influencias pueden ser sustanciales en ciertos momentos en los cuales incluso la mayoría de la clase política preferiría dejar que prevalezca la razón. Ni que decir del electorado, si es que tuviera una voz en estos asuntos.

(Tomado de Público.es)

Hugo Chávez lo sabía de antemano: ¿se ha quedado sin oro EE.UU.?

Regla de tres
por Liliya Khusainova *

Parece que EE.UU. goza cada vez de menos confianza y credibilidad: en los últimos años una serie de países expresaron el deseo de repatriar el oro que guardan en almacenes estadounidenses. ¿Se ha quedado sin oro la primera economía mundial?

Así, por ejemplo, el pasado junio salió a la luz la historia del oro alemán: se informó de que Alemania optó por "eliminar un potencial irritador" en las relaciones entre Berlín y Washington y Berlín abandonó la idea de repatriar su oro alegando que almacenar la mitad de sus lingotes en el extranjero es, al fin y al cabo, una actitud prudente.

Alemania es el segundo país del mundo en términos del volumen de reservas de oro, y cerca de la mitad de sus lingotes están almacenados en el Banco de la Reserva Federal de EE.UU. Hace dos años Berlín trató de recuperar las 674 toneladas de oro que tiene almacenadas en el país norteamericano y en Francia, pero logró recuperar solo cinco.

Parece que la decisión de Alemania de repatriar sus reservas de oro se debió a sus temores de que la Reserva Federal de Estados Unidos pudiera utilizarlas en sus operaciones bancarias.

Los expertos destacan que la renuncia de Alemania solo confirma que en realidad en EE.UU. no queda oro que se pueda repatriar. E incluso en el caso de que el oro alemán todavía esté almacenado en EE.UU., es probable que Alemania no reciba sus activos.

Hugo Chávez ya lo previó

El metal precioso plantea muchas teorías de conspiración, incluida la venta secreta de oro alemán por parte de la Fed de EE.UU. Además, la situación se agrava por la falta de fuentes de información creíbles.

A partir de la información que hay se puede suponer que es poco probable que la Fed devuelva el oro de Alemania voluntariamente y recurrirá a negociaciones agotadoras y duraderas, así como a una larga lista de argumentos de peso de que el mejor lugar para el oro es almacenes de EE.UU.

Otro argumento a favor para no devolver el oro alemán es que es una fuerte herramienta de presión económica contra el aliado más independiente y poderoso de EE.UU. en Europa.

Parece que el presidente difunto de Venezuela Hugo Chávez reveló los planes de EE.UU. ya en 2011 al decidir sacar todas las reservas internacionales en oro de Estados Unidos y Europa para ponerlas en economías "sólidas" como China, Rusia y Brasil.

Además, el pasado octubre en la prensa de negocios japonesa saltó la alarma: China y Rusia están comprando oro de manera activa. Según analistas del país del sol naciente, una de las posibles consecuencias de ello podría ser el colapso del dólar.

Independientemente de lo que haga EE.UU., Rusia, China y Venezuela están listas para desafiar cualquier intento de la primera economía mundial de socavar su poder.


* Editora, lingüista, economista
Twitter: @ LilyKhusainova

Representante de la FAO en Cuba presenta beneficios de la agricultura de conservación

IRAMIS ALONSO/FAO CUBA /

El Representante de la FAO en Cuba, Theodor Friedrich, ofreció una conferencia sobre las particularidades de la agricultura de conversación y sus beneficios para incrementar la producción de alimentos de manera sostenible, a un grupo de campesinos y cooperativistas del poblado de San Felipe, en la provincia de Mayabeque.

El encuentro fue el colofón de una visita a áreas agrícolas de la zona, que incluyó también una estancia en el Centro de Investigaciones Hortícolas Liliana Dimitrova, donde el funcionario recibió información sobre el desarrollo de semillas certificadas y nuevas variedades de hortalizas, que permitan mejorar los resultados productivos, la resistencia a plagas y a las condiciones climáticas de Cuba.

Durante la visita a San Felipe, el Representante de la FAO, tuvo la oportunidad de observar el trabajo realizado por investigadores del propio Instituto, junto a familiares y vecinos de la zona para la confección de semilleros de tomate, ají y col, en casas de cultivos protegidos pertenecientes a la Cooperativa de Créditos y Servicio “Mártires de Bárbados”.

Por su parte, Jesús Forte, de la Finca “La Juanita”, mostró al visitante su planta de producción de biogás a partir de los desechos de la cría de cerdos, la primera del municipio de Quivicán, gracias a la cual ha reducido notablemente la carga contaminante al suelo y al manto freático, además de hacer más amigable el proceso de cocción de los alimentos.


Esteban Hernández González, coordinador del proyecto comunitario de San Felipe y anfitrión del recorrido, comentó que uno de los propósitos del proyecto es justamente extender la experiencia del uso del biogás a otros productores porcinos.

Posteriormente, el equipo de la Representación de la FAO en Cuba accedió a la minindustria “La Estrella”, que con el liderazgo de jóvenes campesinos producen conservas de frutas y vegetales, utilizando equipos hechos por ellos mismos, una idea que el proyecto pretende hacer suya también para aprovechar los excedentes de cosecha, crear nuevos empleos y obtener ingresos adicionales.

Para concluir la jornada niños de la escuela Orlando Pardo, vinculados al proyecto, realizaron una dramatización sobre la protección del medio ambiente, que ilustró en la necesidad de conservar y proteger los recursos renovables y no renovables y vecinos del lugar regalaron a la FAO unas décimas en saludo al Día Mundial de la Alimentación.

Señalan expertos cubanos efectos de la crisis económica mundial

(AIN) Aunque el Fondo Monetario Internacional vaticina para este año un crecimiento de la economía en el orbe de un 3,3 por ciento, ello no significa el fin de la crisis económica que comenzó en 2008.

Así refrendó hoy, en conferencia de prensa, Ramón Pichs Madruga, director del Centro de Investigación de la Economía Mundial (CIEM), al exponer los efectos regionales de la actual crisis, lo cual coincide con uno de los principales temas de estudio de esa institución, que cumplirá 35 años de fundada el próximo día 19.

El experto destacó que los países viven una desaceleración, y especificó que en el caso de los altamente industrializados, según estadísticas del FMI, se prevé solo un crecimiento de 1,4 a 1,8 por ciento, cifra muy limitada en comparación con el 3,1 del 2010.

Subrayó la creciente presencia de las naciones integrantes del BRICS en la economía mundial, fundamentalmente Brasil, Rusia, India y China, que van creando nuevos mecanismos y pasan a discutir con las instituciones establecidas en el plano monetario y financiero.

Con respecto a América Latina y el Caribe, José Ángel Pérez, investigador del centro, acotó que su economía está evidentemente acoplada todavía a la mundial, lo que se refleja en la desaceleración anunciada para 2014.

Argumentó que esta región no ha logrado aprovechar sus fortalezas, en cuanto a los abundantes recursos naturales que posee para desarrollar innovación e investigación en esa área, y mejorar la calidad de su matriz productiva y exportadora.

En el encuentro con la prensa otros expertos del CIEM coincidieron que la crisis actual se caracteriza como un fenómeno multidimensional, donde se aprecia la coexistencia de la energética, alimentaria y medioambiental, con una fuerte base en la especulación.

Valoraron que tal tendencia se expresa en el crecimiento desmesurado del capital especulativo, produciéndose un divorcio entre la economía real y la financiera.

El futuro depende del hoy


Por Tania Chappi Docurro, Temas

Quienes pensaron que se trataba de un asunto de menor interés o nivel polémico, sin duda cometieron un error de apreciación. El pronóstico de Raúl Garcés, subdirector de la revista y moderador del encuentro, acerca de que durante las dos horas siguientes habría mucha tela por dónde cortar se cumplió plenamente. A ello contribuyeron tanto el público presente en el Centro Cultural Fresa y Chocolate, del ICAIC, como un panel integrado por Natalia Bolívar, escritora e investigadora (quien en 1959 dirigiera el Museo nacional de Bellas Artes, el Napoleónico y luego el Numismático); Telmo Lorenzo Ledo Llanes, especialista de la Dirección de desarrollo del Ministerio de Turismo, a cargo del turismo de naturaleza, aventuras y rural; Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural; y Michael González, jefe del Departamento de investigaciones históricas y museológicas, de la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana.

Como es de rigor, el primer acercamiento al tema (el futuro del patrimonio) fue de carácter conceptual. ¿Cuándo algo tiene condición patrimonial?, inquirió Garcés.

“Para mí, patrimonio es lo que me ha legado la familia, los abuelos y bisabuelos, pero también el legado de las diversas comunidades que viven en el mundo”, reflexionó Natalia Bolívar. “En el caso de Cuba, nos nutren muchos elementos de herencia africana, y de los indígenas. Eso ha venido a formar parte de lo que llamamos la identidad nacional, el patrimonio tangible –este se toca, se oye, o se ve- y el intangible, que recibimos por tradición oral”. Estudiosos como Lydia Cabrera han recopilado tal conocimiento, por ejemplo “los patakíes, las enseñanzas que nos da Ifá en su sistema adivinatorio, el cual ha sido declarado por la UNESCO patrimonio intangible”.

La renombrada investigadora añadió que ella no es partidaria de esa división, pues generalmente cada tipo de patrimonio provee al otro. Luego rememoró sus primeros pasos al frente del Museo Nacional de Bellas Artes: al inicio de la Revolución formó parte de quienes intervinieron militarmente la institución, para impedir que las piezas expuestas en ella fueran sacadas del país. De inmediato trabajaron, con el entonces Ministro de Relaciones Exteriores, en la elaboración de regulaciones sobre protección patrimonial, de modo que las obras de arte no pudieran pasar por la Aduana. Poco después ella se reunió con Julio Lobo, Gómez Mena, el Conde de Lagunillas y otros propietarios -o sus apoderados- de las colecciones existentes en el Museo; en presencia de abogados y notarios firmaron documentos que legalizaban mantener allí, en calidad de depósito, las obras.”

Precisiones en torno al concepto de patrimonio cultural ofreció Gladys Collazo: “Son los bienes muebles o inmuebles relevantes o representativos de una manifestación determinada: la arqueología, las artes plásticas y decorativas, las ciencias naturales. Los tipos de patrimonio son variados; todavía muchos expertos del tema no se ponen de acuerdo para definir qué es patrimonio intangible o inmaterial o patrimonio vivo.

“Cuba es signataria de convenciones internacionales: la Convención del patrimonio mundial, la Convención en contra del tráfico ilícito, la del Patrimonio inmaterial, y la Convención de la diversidad cultural. Es decir, se debe regir por lo expresado en ellas. Yo concuerdo con Natalia en que hay que ver el patrimonio de manera integral, pero para los profesionales y la academia se hacen esas distinciones. Dentro del patrimonio inmueble están las construcciones conmemorativas, las domésticas, las militares, y cada una tiene su especificidad”.

Michael González se refirió al patrimonio industrial. Este es una manifestación del cultural y en las últimas décadas ha ganado en bagaje teórico y en organización. La tarea de protegerlo “se inició en Inglaterra a mediados del siglo XX, aunque había algunas ideas previas. No es más que el rescate de antiguas manufacturas, fábricas, minas; sobre todo al inicio de esta vertiente se escogieron las muy vinculadas con la Revolución Industrial inglesa. Se trata de reproducir el entorno en que se realizaban aquellas producciones, no solo mostrar la arquitectura, sino también el modo de vida de los obreros, las agotadoras jornadas de trabajo de hombres, mujeres y niños, la relación de las fábricas con el transporte, cómo eso iba conformando una región, una manera de ser. El patrimonio industrial tiene un componente tecnológico, de procesos, pero puede ser considerado desde el punto de vista social, demográfico”.

Además, “en países punteros en el cuidado del patrimonio, como Italia, se utilizan esas instalaciones industriales para darles un sentido diferente, instalar en ellas galerías de arte, salas de música”.

Uno de los propósitos de la Oficina del Historiador es restaurar algunos sitios vinculados con la industria que se desarrolló alrededor del puerto de La Habana: almacenes, lugares de construcción de barcos y ferrocarriles, entre otros. Cerca de la rada habanera, en Blanco y Colón, permanece un edificio erigido a inicios del siglo XX con el objetivo de generar electricidad para los tranvías, en este momento tiene otras funciones; “un proyecto de rescate es recrear ahí el ambiente, el entorno, cómo transcurría a nivel de procesos tecnológicos y social la vida en ese lugar”, informó el panelista.

Según Telmo Lorenzo Ledo, el Ministerio del Turismo y todas sus dependencias consideran el patrimonio “un atributo de primer nivel. Entre los principales motivos de viajar a Cuba está el interés por conocer al pueblo cubano, cuyas características pertenecen al patrimonio intangible. Las playas y en general la naturaleza constituyen también importantes atractivos”. Acto seguido mencionó enclaves patrimoniales en los cuales se realizan actividades turísticas: las Cuevas de Bellamar (el más antiguo sitio turístico de la Isla), los hoteles Nacional, Inglaterra y Riviera, el cabaret Tropicana, la Casa Dupont (Xanadú) en Varadero; la localidad de Viñales (Patrimonio Cultural de la Humanidad), los Parques Nacionales Alejandro de Humboldt, en Guantánamo y Holguín, y el Desembarco del Granma. “También hay actividad turística en las siete primeras villas construidas en Cuba”, puntualizó.

Realidades y aspiraciones

Políticas, limitaciones materiales, insuficiente información, educación, conciencia ciudadana, fueron expresiones recurrentes en la segunda parte del encuentro.

Es necesario invertir mucho dinero y recursos para conservar el patrimonio natural y el cultural, aseveró Gladys Collazo. El país “posee 333 museos y 527 sitios declarados monumentos nacionales, locales, o zona de protección. En 1977 la Asamblea Nacional votó dos leyes: la del Patrimonio Cultural y la de los Monumentos y Sitios (después sustituidas por la Ley 106 de 2009, relacionada con el sistema de museos). En este sentido Cuba es privilegiada y se puede decir que tiene una política al respecto. Pero no basta con las leyes, hay que hacerlas cumplir.

“Los problemas son variados. El tener nueve sitios registrados como Patrimonio de la Humanidad es un compromiso de Cuba con el mundo”. Contra el empeño de preservarlos conspiran las indisciplinas ciudadanas, que son cada vez mayores. Y el hecho de que las entidades responsabilizadas con ese fin -la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, las oficinas del Conservador en el resto de las provincias, los centros provinciales de Patrimonio, las direcciones de Cultura, el gobierno de cada territorio- a veces no actúan de manera coordinada con otros organismos, por ejemplo Comunales. “Si cada cual hace lo que le parece conveniente y no tiene en cuenta a los expertos, se afecta el patrimonio”. Otra práctica negativa es el afán de incrementar la lista de lugares patrimoniales sin tener en cuenta la falta de recursos indispensables para garantizar el cuidado que requieren. De ese modo resulta difícil para los gobiernos establecer las prioridades y decidir qué poner en el plan de mantenimiento.

Por otro lado, aunque existen espacios en la radio y la televisión donde se aborda la temática, por ejemplo el programa Punto de partida, todavía la información transmitida no es suficiente, opinó la funcionaria.

El valor de la Educación Patrimonial, una disciplina impartida en universidades y generadora de eventos y talleres tendientes a sensibilizar a la población, fue reconocido por Michael González. Sin embargo, poco se logra con “decir que algo es importante porque muestra un fragmento de la historia, a la vez hay que buscar –de hecho se hace- qué puede representar ese patrimonio en la vida espiritual y material de las personas, cómo las puede beneficiar. Esto es un problema común para todas las naciones poseedoras de instituciones encargadas de gestionar o administrar patrimonio. En el caso de la Oficina del Historiador, responsabilizada con el Centro Histórico de La Habana (Patrimonio de la Humanidad desde 1982), las dificultades son numerosas. No siempre se tienen los fondos necesarios”.

Muy importante es el dinero, no obstante, los problemas inherentes a la actividad del turismo deben enfrentarse en primera instancia con voluntad y previsión, considera Telmo Lorenzo Ledo. Un muestra representativa de tal estrategia fue la apertura en Cayo Coco, durante 1992, del Centro de Investigaciones de Ecosistemas Costeros, incluso antes de edificar el primer hotel. “En aquel entonces todavía no se hablaba de cambio climático, pero Cuba ya se preparaba porque los estudios sobre el modelo de desarrollo turístico en la costa del Mediterráneo mostraban que allí el impacto había sido nefasto”.

Un sitio lesionado por desastres naturales y por las acciones de los seres humanos es Viñales, Monumento Nacional y Patrimonio Cultural de la Humanidad. En el poblado, el paso de dos ciclones conllevó la pérdida de tejados. Al reconstruirlos, los propietarios de algunos inmuebles no respetaron las regulaciones urbanísticas y en lugar de emplear tejas prefirieron dejar los techos planos, al parecer con la intención de edificar en el futuro una segunda planta y ampliar la cantidad de habitaciones que destinan a alquilar a los turistas. A la par, el lugar “parecía el potrero de Don Pío. Allí encontramos extranjeros subiendo los mogotes cuando todavía la escalada no está autorizada, y con manuales sobre las rutas elaborados en Miami. Ese Parque Nacional creó entonces un cuerpo de guardaparques que hoy controla el acceso al área”, relató el disertante.

Natalia Bolívar no se anduvo con medias tintas al exponer su criterio en relación con lo mal hecho: “He visto perder el patrimonio de mi país a través de diferentes vías: barcos, diplomáticos, coleccionistas… Fui a Puerto Rico en 1991 y encontré una publicación donde aparecía la Reina Sofía inaugurando su museo en España y en el fondo de la fotografía se veían dos grandes Sorolla del Museo Nacional de Cuba”.

Desde el auditorio varios asistentes expusieron sus inquietudes. Un joven que vio construir en Varadero un hotel sobre la Laguna del Mangón preguntó: ¿Cómo se vinculan el desarrollo turístico y la conservación del patrimonio ambiental en Cuba?

¿Cómo se establecen las prioridades en cuanto a la conservación, quiénes las deciden, cuál es la transparencia? ¿Cómo se maneja la relación entre el patrimonio arquitectónico de centros turísticos como Varadero y las nuevas construcciones? ¿Cómo enfrenta el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural las políticas de actualización económica del país, al abordar la gestión de los museos locales?, preguntó otra persona.

La gestión del patrimonio conlleva un proceso que empieza con el conocimiento, no se puede amar lo que no se conoce. La información y la difusión son fundamentales, sentenció un experto.

A sensibilizar a la población hay que empezar desde la niñez, dijo una señora. Su razonamiento fue secundado por la directora de un famoso museo habanero: “Se han perdido las visitas de los niños, hoy en día se filman los museos para dar esas clases por la TV, eso no es defender el patrimonio”.

¿De qué manera contribuye con recursos económicos el Ministerio de Turismo en la conservación y salvaguarda del patrimonio? En el caso del turismo rural, ¿en qué medida participan las comunidades y se reflejan las ganancias en la sostenibilidad de esos asentamientos?, preguntó otra de las asistentes.

Algunos mostraron preocupación por el precario estado constructivo de inmuebles de relevancia histórica, y por la situación de las ciudades cubanas, en especial La Habana, “la más agredida del país. Se desbarata lo que se edificó durante siglos y lo que ahora se construye no sirve. En el Vedado, por ejemplo, los jardines están siendo ocupados por construcciones. Las instituciones responsables de controlar dan licencias para esas obras. Se está hablando de flexibilizar las regulaciones y eso es un riesgo serio. Siempre se responsabiliza a la ciudadanía, pero hay que empezar por los organismos, que son los principales violadores y no cumplen con lo establecido”, criticó una ciudadana. Mientras yo tomaba notas, mentalmente compartí el aplauso originado por esas palabras.

Las siguientes intervenciones de los panelistas pretendieron responder de modo puntual la mayoría de las interrogantes. Por razones de espacio me veo obligada a sintetizar al máximo los parlamentos.

Gladys Collazo es partidaria de no reabrir aquellos museos municipales que durante décadas han permanecido cerrados a causa de su deterioro y que no están comprendidos en los planes de restauración elaborados por los gobiernos respectivos. Las actuales regulaciones permiten trasladar sus colecciones hacia otras entidades. Sobre tal decisión inciden limitaciones financieras y la imposibilidad de adquirir la madera necesaria para rehabilitar los inmuebles construidos con ese material.

A los interesados en el futuro de la fábrica de tabacos La Corona, ofreció una primicia: el edificio, poseedor de valores patrimoniales, albergará “los almacenes del Museo Nacional de Bellas Artes, con las mejores condiciones; queremos que sea un lugar vivo, va a tener cafeterías, tiendas, centro de documentación”. También adelantó que el Museo de la Revolución, sometido en la actualidad a una reparación capital, exhibirá en una sala dedicada al Directorio 13 de Marzo lo que donaron varios integrantes de ese movimiento.

Para celebrar el quinientos aniversario de las primeras villas fundadas en Cuba (Baracoa y Bayamo, por ejemplo) ha habido en ellas una fuerte labor de restauración. En 2015 lo cumplirá Santiago de Cuba. “El gobierno de esa urbe está trabajando mucho con vista a esa conmemoración, junto con el Ministerio de Cultura y la Oficina del Historiador”, indicó.

Respecto a Viñales, alertó que si sus habitantes continúan priorizando la actividad turística y no protegen el paisaje cultural (las vegas de tabaco, las viviendas pintadas con colores tradicionales), la UNESCO puede retirar la Declaratoria de Patrimonio de la Humanidad que otorgó a la localidad.

Michael González explicó: imbricar los otrora espacios industriales con las diversas manifestaciones del arte posibilita que para el público la visita sea más emotiva y coadyuva a la sustentabilidad del rescate emprendido. “Es difícil que el patrimonio sea sustentable por sí mismo, ni siquiera lo logran los grandes museos del mundo; instituciones privadas y los Estados mantienen esos lugares”.

Como acciones educativas concebidas por la Oficina del Historiador de La Habana señaló el proyecto de las Rutas y Andares, y las denominadas aulas museo: parte de los niños del Centro Histórico recibe clases en locales habilitados en esas instituciones.

Natalia Bolívar insistió en “salvar la educación en las escuelas”, revisar lo que se imparte, crear nuevos planes de estudio, dotar a los alumnos de una base histórica seria. “Si no se empieza educando al niño estamos perdidos”.

Telmo Lorenzo Ledo reconoció que en décadas pasadas se tomaron decisiones dañinas para el patrimonio natural, como rellenar lagunas en algunos cayos y otros enclaves turísticos y sobre ellas edificar hoteles. Tal desacierto fue posible porque “faltaba una visión de conjunto e integralidad en los análisis”, por parte de los organismos que tenían que dar su aprobación. Por lo general ya no sucede en el ámbito de las nuevas construcciones; pero aún subsisten decisiones unilaterales que perjudican a los sitios patrimoniales. Una muestra son los permisos otorgados por el Ministerio de Trabajo para dedicar los locales a determinadas actividades, sin un consenso previo con los gobiernos y con las entidades a cargo de la política en materia de protección.

Dos prácticas ventajosas fueron implementadas por el Ministerio del Turismo: los proyectos de nuevas edificaciones necesitan el aval de arquitectos cubanos muy reconocidos “que trabajan en el Sistema del Turismo”, y desde mayo del presente año rige una Resolución que determina el procedimiento para aprobar productos turísticos de naturaleza y aventuras y rural; es decir, las ofertas a cargo de entidades estatales y de la población. Uno de sus capítulos recoge los principios de la sostenibilidad económica, social, ambiental, tecnológica y cultural que debe cumplir cualquier propuesta. Un postulado fundamental es la vinculación con las comunidades locales, precisó el funcionario.

Para cerrar esta reseña acudo a la intervención de un directivo del Colegio Universitario San Gerónimo, de la Oficina del Historiador de La Habana, quien manifestó que en Cuba poseemos “muy poca conciencia patrimonial, incluso el pueblo culto carece de suficiente sensibilidad en relación con el patrimonio, le falta información, conocimiento”. Instó a considerar con suma cautela el argumento económico, pues “muchas veces se plantea que no es factible económicamente restaurar alguna cosa, sin embargo, moralmente lo es, porque forma parte de la tradición, de la memoria histórica del país”. Y agregó: “Natalia Bolívar señalaba, con mucha razón, que cuando se pierde un documento, un inmueble, o se vandaliza un monumento, se está haciendo una herida profunda en el tejido moral de la nación cubana”.

Economía solidaria: retos y perspectivas para el desarrollo de la sociedad cubana

Por Ovidio S. D´Angelo Hernández, Psicólogo e investigador del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS)

La economía solidaria puede ser un pilar importante en la modificación constructiva del contexto cubano actual y ayudaría a crear las bases de una ciudadanía liberadora, que aporte al bien común y a una sociedad de desarrollo equitativo.

Las experiencias cooperativas en Cuba han estado marcadas fuertemente, en décadas anteriores, por la visión de un socialismo estado-céntrico vigente, en el que estas cooperativas (ídem a koljoses soviéticos) deberían dar paso a empresas de mayor control estatal; o sea, granjas estatales (sovjoses en la terminología del socialismo “real”) que ya constituirían plenamente “propiedad de todo el pueblo”. Ello contribuyó a que las cooperativas agrícolas existentes confrontaran múltiples problemas, entre los cuales se encontraba, principalmente, el de la autonomía de su gestión económica y social, según los estudiosos del tema.

En nuestros campos, desde la mirada del modelo “soviético”, la realidad obligó a ciertas descentralizaciones de las empresas agrícolas estatales en algunos sectores (creación de mixturas estatal–cooperativas llamadas UBPC, por ejemplo), con las mismas o mayores dificultades que las cooperativas agrícolas (CPA, cooperativas de producción agropecuarias, propiamente dichas).

Mientras, en América Latina, Europa y otras regiones del mundo, la proliferación de cooperativas ha sido una constante progresiva como vía de reducción de la dependencia de las grandes empresas capitalistas o de mitigación de los efectos de desempleo y marginación de sectores importantes de la sociedad.

A partir de aquí ha ido surgiendo una concepción que, en algunos países (caso muy destacado de Brasil) ha generado elaboraciones teóricas y una práctica extensiva de las cooperativas y otros modos de asociación productiva–social, que se ha ido construyendo en torno al concepto más amplio de economía solidaria.

Vale decir que este término no se ha puesto al uso en nuestro país, quizás por el hecho de que la propiedad estatal, ampliamente predominante con el triunfo revolucionario, quedó signada, automáticamente (y por una interpretación sesgada, a mi juicio, de los conceptos de Estado y propiedad social, de procedencia soviética) como “propiedad de todo el pueblo”, beneficiario de sus resultados productivos mediante los programas sociales de la Revolución y la redistribución centralizada de los ingresos nacionales.

Concepciones que dieron lugar al protagonismo estatal en la esfera de decisiones, sin participación popular, mediadas estas por capas de la burocracia que dieron al traste con la competitividad y eficiencia de la economía estatal, así como con la pérdida del sentido de pertenencia social de la actividad laboral.

El término economía solidaria, en cambio ––aún en condiciones difíciles de predominio de la economía transnacional y neoliberal––, se ha ido imponiendo como un proyecto ético-político de nuevo tipo, caracterizado por relaciones equitativas, solidarias, democráticas y de autonomía (autogobierno empresarial y comunitario), que agrupa distintas formas asociativas (cooperativas, redes productivas familiares y de consumidores, etc.), vinculadas muchas de ellas a las comunidades de origen a las que favorecen con acciones de mejoramiento social y humano.

Algunas dificultades en el funcionamiento de las formas de economía solidaria
No todo es color de rosa; las viejas formas de relación autoritarias, de explotación, paternalistas, etc., unidas a intereses individualistas y énfasis en la ganancia propia, entre otros factores, determinan que esas formas de economía solidaria, en ocasiones, pasen a ser funcionalmente dependientes de la gran economía capitalista predominante; son subsumidas por ella.

De ahí la importancia en los valores ético-políticos señalados como esenciales en esas formas de producción y de vida social como una nueva alternativa de convivencia y práctica social solidaria.

En nuestro país, con los Lineamientos para la actualización del modelo económico, en los últimos años, se ha abierto una brecha con la potenciación de cooperativas no agropecuarias y formas de trabajo privadas (denominadas “cuentapropismo”), que emergen como un complemento de la economía estatal…y un reto importante para esta, ya sea en su forma actual como en las previsiones de la reforma.

Sin embargo, y por causa de la limitación ––no siempre fructífera–– de las cooperativas cubanas en el sector agropecuario durante muchos años y la falta de programas de difusión y promoción, habría que pensar que no tenemos una cultura de valores cooperativos encarnada en nuestro tejido social, lo que dificulta la puesta en práctica de modos de funcionamiento social y económico muy diferentes a la economía de ordeno y mando que predomina en el sector estatal, pero que deja sus marcas en las rutinas y prácticas cotidianas de quienes trabajan y dirigen en esos ámbitos.

Por otro lado, con las hasta ahora cientos de cooperativas urbanas aprobadas, mayoritariamente surgidas de la disolución forzosa de empresas estatales ineficientes ––con lo que el Estado se quita un gran peso económico de encima–– se traslada la responsabilidad de eficiencia productiva a los nuevos trabajadores “cooperativos” (cuya única opción es pasar al estatuto de “disponibilidad”; o sea, a corto plazo quedar sin empleo…o “voluntariamente” integrar la nueva cooperativa).

De igual manera, el surgimiento de un grupo de ocupaciones autorizadas para el trabajo por cuenta propia ha estado ––supuestamente–– descargando al aparato productivo estatal (unos 500.000 trabajadores por cuenta propia hasta el presente); aunque, en realidad, por una parte, son minoría los trabajadores procedentes de empresas estatales disueltas o reducidas en plantillas y, por otra, la proliferación de estos nuevos empleos privados (a veces microempresas, negocios familiares y pequeñas o hasta medianas empresas) no ha tenido en cuenta la generación de valores solidarios comunitarios , como parte de la política social.

Las propias cooperativas urbanas, en dependencia de su liderazgo y valores sociales asumidos, realizan solo muy puntualmente acciones de integración social, cultural y productiva con las comunidades de su entorno.

En algunas cooperativas visitadas se ha mostrado la vigencia de patrones de relación similares a los de dirigente-dirigidos, propios de las empresas estatales, mientras se observa en algunos emprendimientos privados la preeminencia de la relación patrón-trabajador, con escasos medios de protección y defensa de los derechos de estos últimos, aún con ventajas de seguridad social, etc.

La pretensión de sindicalización de los trabajadores por cuenta propia, que incluye, de un lado, su pertenencia a sindicatos que operan en el sector estatal del mismo sector productivo (cuya naturaleza es diferente, además de su ineficiencia real) y, de otro, la pretendida relación de igualdad laboral del patrón y el trabajador (con la única diferencia nominal de titular y contratado, según el caso), constituye otro de los contrasentidos de esta medida de liberalización económica que yo llamaría precipitada y mal concebida, socialmente.

Esto no quita la necesidad de constituir una sociedad que muchos especialistas y estudiosos denominan “multiactoral”. Lo que considero que falta es un cemento aglutinador que la haga funcionar de manera articulada y para el logro de un beneficio social de todos. En este sentido, la fragmentación se ha impuesto sobre la necesidad de integración en redes, asociaciones productivas y sociales, etc. que puedan fundar un sentido colectivo de identidad definida y de aportación social más constructiva.

La propia concepción cooperativista al uso prevé la integración, “enredamiento” de cooperativas de primer, segundo y tercer orden, e inclusive en federaciones cooperativas, lo que no estaría excluyendo otras formas de economía solidaria (cooperativas comunales, trabajadores cuentapropistas propiamente, pequeñas y medianas empresas familiares, arrendamientos, asociaciones de consumo y crédito o de construcción de viviendas, reciclaje de materiales, etc.).

Otro aspecto de estas redes sociales y productivas estaría en la puesta en juego de relaciones entre diferentes formas de gestión y propiedad (cooperativa, estatal, privada, mixta, etc.), así como en el orden social, al vincularse con las organizaciones sociales y de gobierno local para su colaboración con los posibles planes de desarrollo integral local, involucrarse en la implementación de presupuestos participativos, etc.

Sin embargo, no se puede obviar que la experiencia internacional ha mostrado las dificultades del crecimiento de las cooperativas de segundo y tercer orden que constituyen, en algunos casos, corporaciones gigantes, como el caso Mondragón en España, o la Banca cooperativa de Crédito (Uruguay, Argentina, etc.), que al crear grandes estructuras dispersas en diversos lugares hace difícil la ejecución del principio democrático en la toma de decisiones y su control, y puede dar lugar al aislamiento de las direcciones corporativas de las bases originales. Esta es una cuestión a debate actual que requiere la búsqueda de mecanismos alternativos a los existentes para no desvirtuar los principios solidarios de los que parten.

Por si este panorama actual no presentara suficientes desafíos a la construcción de una sociedad de “progreso y sustentable” (como oficialmente se proclama en el país), la declarada preeminencia de la empresa estatal “socialista” en los Lineamientos pone en solfa, con gran cuota de incertidumbre, la efectividad y sociabilidad posibles de su reforma. Téngase en cuenta que en los Lineamientos el tema de la participación de los colectivos de trabajadores no aparece en el esquema descentralizador abordado, lo que debería ser el centro de la opción socialista.

De manera que el tema central de la autogestión de los emprendimientos (estatales y no estatales), en sus formas puramente autogestionadas, co–gestionadas, mixtas, etc. no está sobre la mesa, en tanto es una posibilidad real para los emprendimientos cooperativos y micro–medianas empresas privadas, comunales, locales, etc.

La autogestión como alternativa múltiple del nuevo proyecto ético––político

El avance hacia una nueva sociedad socialista de nuevo tipo, de acuerdo con nuestras tradiciones humanistas de pensamiento, que responda tanto a fundamentos esenciales de los clásicos marxistas como a la realidad inclusiva y múltiple del presente, debería poner en juego crítico principios del pensamiento universal de forma creativa. Tal es el caso de los casi desconocidos razonamientos de Marx y Engels acerca de que el trabajo cooperado y libre sería la base del futuro socialismo, mediante fórmulas de articulación generales; o de Lenin, cuando planteaba que en las cooperativas radicaba el futuro de esa sociedad (“el socialismo es la sociedad de los cooperativistas cultos”).

La base del principio humanista–socialista está en el concepto de autogestión, entendido no en el estrecho sentido de autogestión financiera ––ensayado en diferentes momentos de la “construcción socialista”––, sino que tiene una connotación económica más amplia (capacidad de generar relaciones y recursos de manera independiente y articulada) y también social y política, para lo cual los principios cooperativistas de democracia interna, autonomía en contexto asociativo, solidaridad interna y comunitaria, redes sociales productivas y culturales, etc. (extensibles a todas las formas de economía solidaria) podrían ser aplicables a todas las variedades de gestión que se asimilen en los procesos de propiedad mixta y estatal.

En el sector estatal podrían ser posibles formas de arriendo, autogestión y co-gestión, de acuerdo a la magnitud e importancia estratégica de los medios de producción, bajo los mismos principios de la economía solidaria; igualmente, en la mediana y gran empresa privada (nacional o extranjera, mixta, etc.), la relación capital-trabajo podría orientarse hacia los principios de redistribución de las ganancias entre ambos (sobre la base de cuotas consensuadas entre propietarios y trabajadores) y la participación en la toma de decisiones estratégicas concertada entre ambas partes (algo que ocurre, incluso, en algunas de las grandes empresas capitalistas del presente).

El principio de responsabilidad social, asumido en la constitución de las cooperativas (e igualmente aplicado con diversos fines en muchas empresas capitalistas, por razones filantrópicas o de descuento de impuestos) es hoy de irrecusable generalización para el aporte a las comunidades, territorios y a la sociedad en general.

Por otro lado, el principio de autogestión aplicado a la economía, bajo las premisas señaladas, evitaría en gran medida, tanto el autoritarismo estatal ––desproveyendo a la burocracia como sistema de gobierno dictatorial–– a través de la participación plena de los trabajadores en la elaboración, toma y control de las decisiones económicas ––no solo de sus empresas––, como a la tradicional función de explotación del trabajo de la empresa capitalista, dando entrada creadora a principios liberales sobre la propiedad privada y la autonomía, por ejemplo, reasumidos de forma más solidaria y equitativa.

Pero la autogestión es también un concepto socio-político, no solo limitado al autogobierno de las cooperativas y empresas de otro tipo que lo asuman en sus relaciones internas y en relación con los aspectos productivos y su articulación comunitaria, básicamente.

La autogestión deviene principio constitutivo de la sociedad socialista de nuevo tipo. Es la base del autogobierno popular (no exento de formas asociativas diversas de grupos de pensamiento político, profesional, etc.).

Vale decir que las nuevas formas de economía solidaria, en conjunción con los mecanismos de gobierno social (consejos populares renovados, organizaciones públicas y otras de la sociedad civil), podrían infundir sus principios de funcionamiento al ámbito de las prácticas participativas comunitarias, territoriales y de nación, por medio de mecanismos jurídicos apropiados a un Estado de derecho ciudadano que juristas cubanos como Julio César Guanche y Julio Fernández Estrada han denominado “Republicanismo Socialista.”

Institucionalidad de la economía solidaria como factor clave del desarrollo social
Otros de los temas candentes de la economía solidaria como proyecto ético-político son el de su institucionalidad, de una parte, y el de su participación en los temas de las agendas sociales de gobierno, por otro.

En el primer caso, es común en varios países de América Latina (Argentina, Uruguay, Brasil, por ejemplo) la institucionalización del sector de economía solidaria, de manera que se encuentra representado en organismos de gobierno con asociados de movimientos sociales y religiosos, economía pública y privada, ONG´s (Organizaciones NO gubernamentales) universidades, centros de investigación, etc., constituyendo una gran trama social de apoyo, promoción y formación-asesoramiento a los emprendimientos solidarios.

Ello constituye una opción imprescindible para el fortalecimiento de este tipo de economía social, dado que la provee de apoyos en recursos financieros, préstamos, capacitación, espacios de exposición y ventas, espacios de reuniones y asociativos para fortalecer sus redes, etc.

Es destacado el caso de Brasil, donde se incluye una Secretaría de Economía Solidaria a nivel federal y estadual, con ramificaciones y “parcerías” (coauspicios con diferentes actores sociales, como los mencionados).

Esto no ha surgido de la nada, ni solo de una voluntad política gubernamental (muy importante), sino también de las elaboraciones de destacados teóricos como Paul Singer, Coraggio y otros, que han aportado desde sus conceptos y vínculos con las prácticas cooperativas y de otras formas solidarias, importantes teorías y guías conceptuales en este campo, llegando a influir en el pensamiento de izquierda con acceso y receptividad de los gobiernos actuales.

Precisamente, otro de los aspectos de interés es la forma auto-organizada en que se han desplegado estos emprendimientos solidarios desde experiencias particulares de esos países; como casos relevantes está la toma de fábricas abandonadas por sus propietarios y conversión en cooperativas, con apoyos comunales y de otros sectores poblacionales y sindicales, etc.

En opinión de los autores mencionados, esto ha propiciado el surgimiento de una “nueva cooperativización” ––por oposición a las cooperativas que pasaron a ser dependientes del sector capitalista transnacional––, marcada por su conjunción con movimientos sociales progresistas, lo que acentúa su carácter de potenciación de proyecto ético-político de nuevo orden.

De esta manera, el “enredamiento” de estas formas de economía solidaria (como conformación de redes sociales que articulan con diferentes campos de la sociedad, no solo económicos), presenta una opción de construcción de nueva sociedad participativa y liberadora.

En su tiempo, Marx preveía que en el capitalismo se estaban gestando ––en las grandes corporaciones–– las formas socialistas de cooperación que harían una ruptura entre las formas socializadas del trabajo y su apropiación individual, dando al traste, finalmente, con la explotación capitalista. El tiempo mostró que esa formación económico-social dispondría de reservas de atracción de una parte importante de la clase trabajadora, para ser subsumida en sus esquemas seductores de sometimiento hegemónico.

La experiencia del “socialismo real”, por el contrario, al universalizar la denominada “propiedad social” bajo la forma de hegemonía estatal no participativa, igualmente resultó contradictoria con los principios socialistas.

Hoy, la extensión de la economía solidaria en los países en desarrollo ––e inclusive en los desarrollados–– presenta algunas formas de relación social que pueden ser detonadores de las relaciones de exclusión social y fomentar otras de inclusión y solidaridad.

En Cuba, las nuevas formas de economía solidaria bien orientadas pueden ser la solución ––ansiada y esperada–– a la inoperante y alienante forma de trabajo en empresas estatales que responden a normativas y mando del gobierno central, frecuentemente divorciados de los intereses de los colectivos, comunidades y territorios, dejando poco espacio a la generación de identidades colectivas y creatividad productiva y social.

Subjetividades-prácticas sociales limitantes y potenciadoras de las formas de economía solidaria en Cuba

Junto a las limitaciones institucionales y conceptuales en Cuba en estos momentos, ya mencionadas (carácter centralizador del Estado, conceptualización limitada de las formas no estatales, falta de mecanismos participativos y de una cultura cooperativa, etc.), no se puede obviar el contexto general en que surgen estas formas económicas con potencialidad solidaria, caracterizado por 50 años de bloqueo económico de Estados Unidos, fuerte enfrentamiento de posiciones, ineficiencia de la empresa estatal y crisis económica (mundial, pero también nacional, con sus causas propias), desgaste institucional y de las organizaciones sociales en inercia, pese a los cambios de época, situaciones y expectativas de la población, lo que ocurre en medio de un conjunto grande de necesidades no resueltas y otros problemas. Baste mencionar el déficit y deterioro del fondo habitacional del país, la situación de vida familiar, con gran porcentaje de familias disfuncionales, situaciones de desigualdad agravadas por la crisis en sectores poblacionales vulnerables, proliferación de la expectativa y realidad de la migración como solución a los problemas individuales y familiares (sobre todo en la juventud), envejecimiento acelerado de la población, crecimiento de la “indisciplina social” (drogas, prostitución, violencia social, corrupción, mercado negro, etc.) en sectores poblacionales deprimidos, cierta frustración de las expectativas que levantó el nuevo modelo de actualización de la economía ––aún con sus insuficiencias posibles––, generación de valores individualistas a mayor escala con la ampliación del “cuentapropismo” como solución personal o grupal no solidaria, extensión de la mentalidad de sobrevivencia a toda costa y de la doble moral como expresión de contraste entre la impronta de la realidad y la apariencia debida, etc.

Esto plantea un problema social complejo y de lenta y difícil reconversión, pero en el cual el papel de una emergente y poderosa concepción de economía solidaria, extendida en toda la dimensión de la producción y reproducción social, podría tener un efecto de gran envergadura.

En un sentido positivo, no es menos cierto que la Revolución proclamó y realizó acciones promotoras de valores humanistas y solidarios en diferentes campos de la vida social, desde la educación, la salud, las misiones internacionalistas, etc., que han generado una base de constitución de valores solidarios que pueden ser una fuente contribuyente a la potenciación de fórmulas de convivencia colectiva y económica afines a los valores de la economía solidaria. La prédica de algunas instituciones religiosas también posee una base social que facilita la ayuda mutua, el bien común, la acción fraternal que se encuentra entre nuestras tradiciones positivas.

El problema de los valores solidarios (que implican interés por el otro, disposición de ayuda mutua, colaboración desinteresada por el bien común, trato igual y sensible, no discriminación, fraternidad y amor, etc.) y su congruencia con las prácticas sociales cotidianas pasa entonces, no solo por su proclamación desde el deber ser, sino también, por la creación de condiciones de vida favorables a la dignidad humana, al progreso económico-social y a la institucionalidad de formas de relación que favorezcan la autonomía de las personas y las colectividades en la mayor armonía posible con las acciones y políticas macro-sociales, basadas en el autogobierno y participación comunitaria y social desde fórmulas representativas y protagónicas eficientes.

La economía solidaria, como proyecto ético-político puede ser un pilar importante en la modificación constructiva de nuestro contexto actual y ayudar a crear las bases de una ciudadanía liberadora, que aporte al bien común y a una sociedad de desarrollo equitativo que recupere, a un nuevo nivel, los valores progresistas y socialistas de la humanidad. (2014).

Celebran Saborear lo cubano en festividad de La Habana Vieja

La Habana, 12 nov (PL) Un singular encuentro de expertos y pobladores ocurre desde hoy en La Habana Vieja bajo el título de Saborear lo cubano, en camino hacia los festejos por los 495 años de esta ciudad.

A este aniversario de la capital cubana el próximo 16 de noviembre se incorporan curiosas celebraciones que otorgan brillo y color a una ciudad de relieve para la historia, la cultura y el turismo.

Destacan entre esos programas una reunión de especialistas en culinaria, ahora abocados a adecuar el recetario cubano, muy cargado de grasa y azúcares, a las tendencias internacionales, de ahí el evento Saborear lo cubano del 12 al 15 de noviembre.

Ese encuentro tiene la peculiaridad de reunir a los más encumbrados expertos en las cocinas locales junto con invitados extranjeros y la variedad de tomar como sedes una buena gama de restaurantes y bares de La Habana Vieja, un espacio de 2,2 kilómetros cuadrados con mucho colorido.

Esa reunión tiene variedad en temas y catas, desde un inicio en el Hotel Ambos Mundos con una conferencia del historiador de la ciudad Eusebio Leal, el principal animador de la restauración de la urbe y profundo conocedor de las tradiciones de este país.

Leal, director de la Oficina del Historiador de La Habana, estimula entre chef, cantineros y otros especialistas recuperar fórmulas antiguas de la gastronomía insular, mientras los entendidos le aportan a esas ideas las inclinaciones a favor de la salud humana.

El programa (combina lo cubano y la influencia extranjera) incluye conferencias magistrales y talleres organizados por restaurantes en dependencia de sus especialidades culinarias, con final multitudinario en la bella Plaza Vieja.

Entre los temas están el sabor, el rissotto, las sensaciones, ron y licores, un concurso culinario y otro de coctelería, el mundo del café frío, las esencias del ron Havana Club 7 años, el boniato (papa dulce) en la dieta del cubano o el vino en la mesa.

También incluye una cena nombrada Noche de Guayabera (prenda nacional cubana, especie de camisola bordada) y un taller sobre el Campari.

Completa la lista análisis sobre Gintonics como producto de mil sabores, la fotografía y la gastronomía, un taller sobre la pizza perfecta o el vínculo entre los habanos y las cervezas, tanto hogareñas como industriales.

Por tanto se trata de un evento, que pensado para gourmet y especialistas, también atrae la mirada de los viajeros de todo el mundo que por esos días celebrarán junto a los cubanos las más de cuatro centurias de una ciudad sumamente cosmopolita 

tgj/rfc

Senadores estadounidenses visitan al contratista Alan Gross

Dos senadores estadounidenses, el demócrata Tom Udall y el republicano Jeff Flake, se encuentran de visita en Cuba, donde mantuvieron el martes un encuentro de dos horas con el subcontratista Alan Gross, preso en la isla desde 2009, y se reunieron además con funcionarios de varios ministerios.

Los senadores, ambos del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de Estados Unidos, dijeron a periodistas en La Habana que el principal mensaje de su reunión con Gross es que "quiere regresar ya a casa y algo debería hacerse al respecto".

Flake, senador por Arizona, precisó que la conversación con Gross fue "privada", por lo que no dieron más detalles, pero aclaró que nada de lo que les manifestó contradice las declaraciones que este ha hecho públicamente.

"Obviamente, la solución para su liberación es diplomática. El hecho de que Jeff y yo estemos aquí, nos hayamos sentado con él para compartir impresiones es importante. Es el primer paso a una solución diplomática", expresó el senador Udall, por Nuevo México.

Gross, de 65 años, era un contratista de la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid), que fue arrestado y encarcelado en diciembre de 2009 y, catorce meses después, juzgado y condenado a 15 años de prisión por lo que el Gobierno cubano describió como "acciones contra la integridad territorial del Estado".

Ambos senadores insistieron en que el propósito de su visita no es solamente impulsar la liberación de Gross, sino estrechar relaciones con Cuba, para lo que también se reunieron con el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, y con responsables de los ministerios de Trabajo y de Economía.

"Creo que hay oportunidades reales de negocio para las empresas estadounidenses. Cuba se está abriendo poco a poco y creo que podemos sacar provecho de la situación sobre el terreno aquí", señaló Udall, que destacó el potencial de los sectores de la agricultura, telecomunicaciones y energía.

Los dos senadores también se mostraron partidarios de que Estados Unidos levante el embargo económico sobre la isla, vigente desde 1962, y de la prohibición que impide a los ciudadanos estadounidenses viajar libremente a la isla, que deriva del bloqueo.

Colaboración EFE
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