"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

lunes, 11 de junio de 2018

HOY POR HOY/ ENFERMEDAD DE LA HABANA

(Del Boletín del Centro Pablo)

Por Laidi Fernández de Juan (Escritora)


La Habana luce enferma. Sucia, pestilente, atestada de residuos. Parece mentira que sea una ciudad maravilla. Salgo a recorrerla, y una inmensa pena sustituye la contemplación de sus edificaciones más sagradas, esas que solíamos mostrar a los demás como ejemplo de nuestro eclecticismo arquitectónico. En lugar de señalar “Mira qué belleza de art decó”, “Fíjate en esas rejas decimonónicas”, “Aquellas lanzas que miran al cielo se llaman guardavecinos”, “No hay portales en el mundo comparables a estos”, vamos esquivando lomas de escombros, evitamos caminar por debajo de balcones cuya estática milagrosa es una amenaza inminente, y, lo peor: Debemos cubrirnos la nariz y la boca, porque las moscas pululan, y un hedor insoportable nos espera en muchas cuadras.

Como muestra de una indolencia que raya con la desfachatez, encuentro letreros de “No arrojar basura. PNR” apenas visibles, justamente porque han sido sepultados por latas vacías, por restos de inodoros, por macetas a la mitad, cartones mojados, colchones sin muelles y por otros detritus. Los latones, apenas cubiertos con sus tapas originales, y desbordados, adornan esquinas o el centro de la calle: una decoración macabra. El Vedado, tan señorial, arbolado y magnífico, forma parte del estropicio. Sus aceras, resquebrajadas, con huecos en los cuales podría sumergirse Moby Dick, agravan el paseo, lo convierten en peligroso, además del desagrado que ya implica comprobar cuán poco le importamos a nadie. O, para ser más exacta, qué poco nos cuidamos, qué tan ínfimo es nuestro amor propio. Deyecciones caninas obligan a sortear constantemente montículos repugnantes, con lo cual, si se cuentan los baches, las raíces, la basura, y las quebraduras del cemento callejero, en lugar de salir a caminar para alejar tensiones cotidianas, nos vamos cargando de nuevos malestares. Lejos de motivarnos, nos deprime recorrer el vecindario. No son las recomendadas endorfinas quienes nos inundan, sino olores, escollos y sonidos muy desagradables. Porque no es soslayable el espantoso ruido que nos golpea, a tono con la peste a animal muerto, y la visión de una ciudad bombardeada.

En La Habana, no hay zapato que resista las agresiones viales, ni esqueleto que soporte caminar en zigzag, ni celdas olfatorias que no se lastimen, ni oídos que aguanten decibeles reguetoneros, ni retinas que impidan el dolor que causa la imagen de lo que entra por la pupila. El corazón, al final, se encoje. Porque no nos queremos. Porque a nadie parece dolerle tanta injusticia, y porque siempre creemos que la culpa no es nuestra. Y si bien es cierto que nada podemos hacer en asuntos de construcciones, hormigones, arena, cemento y ladrillo, también es verdad que somos responsables del asco, del reguero, del fecalismo a la intemperie, y de ese “que lo haga otro” tras el cual solemos escudarnos. Mal que nos pese, lo único que parece cuidado es aquel espacio donde algún negocio particular planta su letrero. Algunos de dudoso gusto, y otros de loable factura, sobrecargados de luces, o sobriamente decorados, el trecho de cuadra que da paso a la creación de un cuentapropista, está limpio y sembrado de flores. Como un oasis citadino, esos escasos metros cuadrados nos recuerdan que estamos en una ciudad y no en un campo de batalla. Y es entonces cuando nos preguntamos ¿Será esta la única posibilidad de rescatar nuestra magnificencia de antaño? ¿Es asi como protegeremos el patrimonio de una maravilla? ¿O sucumbiremos a la pesadumbre, el desgano y la apatía? Hoy por hoy, La Habana es casi una pesadilla de la cual tenemos el deber cívico de despertar de una buena vez. Porque esta es nuestra cuna, nuestra casa, nuestra losa. Hay que despertar para amar a La Habana, antes de que arribe a sus quinientos años tan enferma, tan de la mano de este olvido imperdonable.


Mayo, 2018.

EE.UU: Segunda temporada de la serie “Ataques acústicos”


La 2da temporada de la serie “ataques acústicos” que incluye dos nuevas “victimas” de estos en Cuba, ha extendido su escenografía a China.

En el caso de nuestro país el gobierno norteamericano con su proverbial desfachatez y haciendo caso omiso de la opinión de reconocidos expertos de varios países incluido el propio que, desestiman la ocurrencia de esos supuestos hechos con irrefutables argumentos científicos, continúa desarrollando la farsa agregando dos nuevos “afectados”. El fin inmediato es seguir deteriorando las relaciones diplomáticas hasta situarlas en un punto de ruptura, a la vez que causan daño económico haciendo disminuir el flujo de turistas principalmente los provenientes de EE.UU. y Canadá.

El intento de deteriorar la economía, acompañado de la drástica reducción del personal diplomático que limita el otorgamiento de visas y obstaculiza la emigración legal y las visitas familiares, así como la pretensión de presentar al gobierno cubano como responsable de toda esta situación tiene la finalidad de ir creando progresivamente las condiciones para la desestabilización del país.

Presumen que aumentando las carencias del pueblo, se generaran insatisfacciones y estados de irritación, que unidos a la presión de los que desean emigrar, conducirán a situaciones de violencia y a un éxodo masivo hacia EE.UU., ante cuyo escenario tendrían el pretexto para, tal y como ha publicado el Servicio de Guardacostas decretar el bloqueo naval para impedir que embarcaciones de La Florida puedan llegar a Cuba y recoger a potenciales emigrantes, a la vez que interceptarían a las provenientes de nuestro país, retornándolas a su origen, actuación que justificarían aduciendo razones de seguridad nacional, pero que en realidad estaría dirigida a elevar la tensión interna en Cuba.

El imperio desea ese escenario, por lo que no sería extraño que incremente la agresividad de sus acciones dirigidas a tratar de lograr concretarlo.

La medida final sería la intervención militar.

Pero una cosa es lo que pueda estar tramando el imperio y otra lo que pudiera hacer en la realidad.

Puede el gobierno norteamericano mandar a todas las instituciones que posee para la subversión político ideológica a dedicarse a tiempo completo a trabajar sobre la sociedad cubana, puede orientar a sus lacayos internos a apoyar las acciones de estas, puede seleccionar y preparar sus agentes de influencia, puede buscar estrangularnos económicamente, disminuir el flujo de turistas, llevarse sus diplomáticos, romper las relaciones con Cuba, presionar a sus aliados para que sigan su ejemplo, pero no podrá alcanzar sus fines.

La revolución cubana bajo la guía de Fidel supo educar, sembrar valores y unir al pueblo, la confianza del cual jamás ha traicionado, ni le ha mentido o desconocido, tampoco ha tomado ninguna medida en su contra, aun en las peores circunstancias ha protegido a los más vulnerables, siempre ha actuado de acuerdo a los intereses de la gran mayoría, sus principales dirigentes no han practicado la doble moral o el nepotismo, ni se han enriquecido a costa del sacrificio de sus compatriotas, por eso la sentimos y es nuestra Revolución. Ir contra ella, sería ir contra nosotros mismos y no somos suicidas.

Dentro de la sociedad cubana sus agentes de influencia, sus oficiales encubiertos y sus aliados internos, no encontrarán, ni podrán crear las condiciones para que el escenario de sus sueños se haga realidad. Tampoco nos quedaremos cruzados de brazos dejándolos actuar.

En el plano internacional, el prestigio y la autoridad alcanzados por la Revolución, labrados en más de medio siglo de intachable conducta de apego a la verdad, de respecto a la autodeterminación de los pueblos, de solidaridad con los más desposeídos y de defensa de sus derechos, de ayuda desinteresada a estos, de vertical denuncia de las injusticias, de no ceder ante chantajes o amenazas y mantener una trayectoria coherente basada en los principios, no los pueden borrar ni mil imperios juntos. No podrán aislarnos y al intentar hacerlo se aislarán ellos mismos.

En cuanto a China, el rumbo que está tomando el actual enfrentamiento económico con EE.UU en el cual la entrada de la Unión Europea no se ha producido como esperaban los estadunidenses que, tenían previsto sumarla a su cruzada contra ese país, algo que públicamente había manifestado Donald Trump, y por cuyo motivo habían excluido a las economías del viejo continente del alza arancelaria al acero y el aluminio proveniente de ellas, decisión que revirtió el magnate presidente aduciendo que las exportaciones estadounidenses sufren por injustos aranceles que les impone el bloque europeo, lo que transformó un potencial aliado en un oponente que replicó subiendo el gravamen a unos cuantos productos norteamericanos.

Este cambio debe haber enfurecido al beodo de la Casablanca y su equipo de gobierno, sobre todo a su Secretario de Estado Mike Pompeo, miembro “ilustre” del Tea Party y de la Asociación Nacional del Rifle, tan soberbio y arrogante como su jefe.

Ambos halcones ultraconservadores deben andar muy frustrados con esa situación que los pone en desventaja ante su principal oponente que son los chinos, por eso empiezan a utilizar lo que al parecer se ha convertido en parte del arsenal de medidas de la “nueva diplomacia” estadunidense, “los ataques acústicos”, los cuales son empleados para justificar la aplicación de otras acciones de mayor agresividad.

En China donde ya han iniciado la evacuación de algunos diplomáticos, acompañada de la correspondiente campaña mediática para llamar la atención sobre los fabricados hechos y posicionar las matrices de opinión de su interés, es predecible que continúen la escalada intentando aplicar sanciones que debiliten y limiten las posiciones y capacidad de respuesta del país asiático en la guerra económica que sostienen contra él.

Las sanciones son una de las medidas predilectas de la actual administración norteamericana, a la aplicación de las cuales suelen arrastrar a sus aliados, algo que podrían intentar en esta ocasión, no solo para lograr un mayor impacto sino también para obligar mediante el chantaje a transformarse en aliados a actuales oponentes, porque en el tema de las sanciones son otros los intereses que entran a jugar.

Volviendo al tema de nuestra patria, quizás no tengamos que esperar mucho por la próxima felonía de Norteamérica, que tal vez confundiendo la sumisión de algunos que han cedido ante el chantaje, sucumbido a sus propios errores y cobardemente inclinado su frente ante ella, abandonando principios y amigos, incremente su agresividad pensando que a todos puede doblegar.

A tales pretensiones que responda el Comandante invicto: “Nuestro pueblo y nuestra Revolución lucharán hasta la última gota de sangre. A Cuba jamás la tendrán”.

VIDEO: Robert De Niro insulta a Trump durante los premios Tony y recibe una gran ovación

https://es.rt.com/5wcc
Publicado: 11 jun 2018 10:03 GMT

El famoso actor estadounidense es un reconocido crítico de Trump.


Robert De Niro durante la ceremonia de entrega de los premios Tony en Nueva York, EE.UU., el 10 de junio de 2018
Michael Zorn / AP

Robert De Niro recibió una gran ovación durante la ceremonia de entrega de los premios Tony por insultar al presidente de EE.UU., Donald Trump. Al subir el escenario para presentar la actuación de Bruce Springsteen, el célebre actor no perdió la oportunidad tan pública para reiterar su desprecio hacia el mandatario.

"Voy a decir una cosa: F *** Trump ["Que te jodas, Trump]", exclamó De Niro.


Sin embargo, la audiencia estadounidense no escuchó lo que dijo el actor, ya que los técnicos inmediatamente quitaron el sonido en esa frase.

No se trata de la primera vez que De Niro, abiertamente crítico de Trump, insulta duramente al presidente. En enero pasado, antes de presentar a Meryl Streep en la gala de premios del Consejo Nacional de Crítica de Cine, se refirió al mandatario como un "tonto", un "niño" y un "niño jefe".

Las pifias periodísticas de Cubaencuentro

Han escrito todo un articulo de opinión, con fotos y todo pero ni tan siquiera pueden identificar el autor del articulo que critican, que es el Dr. Luis Toledo Sande. Ya les pedí que al menos rectificaran sus dislates, pero sigue ahí. 9.27 am




Veremos.






Dos horas después que les dije lo cambiaron, ..... sin comentario, solo detalles garrafales.



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