"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

miércoles, 28 de mayo de 2014

¿Falseó Thomas Piketty los datos sobre la desigualdad?

Por Marcelo Justo

BBC Mundo
Lunes, 26 de mayo de 2014

El sorprendente best seller del economista francés Thomas Piketty sobre el aumento de la desigualdad global sigue dando que hablar.

El Financial Times publicó una dura crítica a los datos de su libro "El capital en el siglo XXI" y el semanario The Economist le contestó saliendo en su defensa.

Según Chris Giles, editor económico del Financial Times, Piketty comete errores en las proyecciones que hace para épocas en las que no había información, en el método que usa para distintos países y en un uso tendencioso de las estadísticas para probar su principal tesis, que la riqueza ha aumentado a mayor velocidad que el crecimiento económico en los últimos 300 años con un fuerte incremento de la desigualdad.

En una carta de respuesta al periódico británico, Piketty defendió sus conclusiones.

"Tenemos que trabajar con la información que hay que es muy heterogénea: datos sobre la herencia, la propiedad, escasa información sobre la propiedad y riqueza y las declaraciones impositivas. A estos datos hay que hacerles además ajustes para homogeneizar las comparaciones entre distintos países. De hecho, es posible que mi estimación de la concentración de la riqueza sea conservadora y que la realidad sea peor de lo que he medido", señala Piketty.
Impacto y polémica


La tesis de la obra de Piketty es que el capitalismo produce una creciente desigualdad.

El libro fue publicado en inglés el pasado 10 de marzo y trepó al número uno de las obras más leídas de Amazon en abril, hecho más que sorprendente si se tiene en cuenta que es un mamotreto de 650 páginas, lleno de datos y estadísticas.

Su impacto fue comparado con el que tuvo Adam Smith en el siglo XVIII, Karl Marx en el XIX y John Maynard Keynes en el XX, pero fue el corolario de la tesis fundamental del libro el que más contribuyó a la polémica.

"Es lógico que un libro de casi 700 páginas de ese alcance, escrito por alguien de formación neoclásica, que rechaza las fórmulas matemáticas para recuperar una visión histórica de la economía, sucite esta crítica de los que están interesados en sacar el tema de la agenda global"

Jorge Gaggero, miembro fundador de Tax Justice en América Latina

Si el análisis histórico de Piketty es correcto, el capitalismo tiene una falla sistémica: produce una creciente desigualdad.

Este diagnóstico fue virulentamente criticado por importantes sectores de la prensa de derecha anglosajona, desde The Wall Street Journal del grupo Murdoch hasta el británicoDaily Telegraph.

Pero es la crítica del Financial Times, enfocada en la base de datos de Piketty, la que puso en tela de juicio el valor mismo del libro.

En su defensa salió el viernes pasado un medio de indudable filiación capitalista: The Economist.

"La repercusión por la crítica del Financial Times contenía cierta apenas disimulada satisfacción de los detractores de Piketty, muchos de los cuales no han leído el libro. La mayoría de los datos recogidos por Piketty y otros economistas han sido usados para crear el 'World Top Income Database'. Este trabajo no ha sido cuestionado. Hay un par de errores que parecen ser de transcripción o de ajustes hechos a datos que requieren una evaluación del investigador", señala el semanario británico.

En gran medida los ataques a "El capital en el siglo XXI" se deben a que, si las premisas del libro son correctas, las implicaciones a nivel de política económica son claras.

Según Jorge Gaggero, miembro fundador de Tax Justice en América Latina, hay una clara puja de intereses en torno a la polémica.

"Es lógico que un libro de casi 700 páginas de ese alcance, escrito por alguien de formación neoclásica, que rechaza las fórmulas matemáticas para recuperar una visión histórica de la economía, sucite esta crítica de los que están interesados en sacar el tema de la agenda global", indicó a BBC Mundo.
¿Piketty subestima la desigualdad?

Otra crítica que se le ha hecho al libro es que, en realidad, subestima la desigualdad al utilizar un cálculo muy conservador de la riqueza en paraísos o guaridas fiscales.



El mismo Piketty reconoce la necesidad de una mejor contabilización de la riqueza oculta.

En su trabajo, Piketty se basa en los datos de otro investigador de la Paris School of Economics, Gabriel Zucman, quien calcula en unos US$8 billones la riqueza oculta en las guaridas fiscales.

El estudio de Zucman se basa en los datos disponibles de estudios macroeconómicos (balanza de pagos, por ejemplo) y solo incluye activos financieros, dejando afuera otro tipo de riqueza (yates, obras de arte, etc).

Según un informe de James Henry, profesor del Centro para la Inversión Internacional Sostenible de la Universidad de Columbia, sobre la riqueza oculta ("The price of offshore revisited"), Piketty incurre en una subestimación que minimiza la desigualdad real planetaria.

"Hay unos US$21 billones ocultos en guaridas fiscales. La mitad de esta suma está en manos de las 91.000 personas más ricas del mundo, un 0,001% de la población mundial, que controla una tercera parte de toda la riqueza mundial. Pero más allá de este error sobre el monto y crecimiento de esta riqueza oculta, que el mismo Piketty ha admitido, los cuestionamientos que se le han hecho son triviales ", indicó Henry a BBC Mundo.

En su carta al Financial Times, el mismo Piketty reconoce la necesidad de una mejor contabilización de esa riqueza oculta.

"En realidad es muy posible que mis propias estimaciones no tomen plenamente en cuenta la riqueza offshore o en paraísos fiscales, algo que profundizaría la desigualdad", señala el economista.
El otro libro de Piketty

En otro trabajo de Piketty, editado con el británico Anthony Barnes Atkinson y publicado por la Universidad de Oxford, "Top Incomes, a Global Perspective", hay dos análisis diferenciados: el de los países desarrollados en el primer tomo y de los países en desarrollo en el segundo.

En este segundo tomo, que abarca a muchas naciones asiáticas (India, China, Japón, Indonesia, Singapur) y fue publicado en 2010, figura una sola de América Latina: Argentina.

"Hay unos US$21 billones ocultos en guaridas fiscales. La mitad de esta suma está en manos de las 91.000 personas más ricas del mundo, un 0,001% de la población mundial, que controla una tercera parte de toda la riqueza mundial"

James Henry, Centro para la Inversión Internacional Sostenible

El autor de este estudio, Facundo Alvaredo, que ha colaborado con Piketty en la Paris School of Economics, señala que durante mucho tiempo Argentina fue identificada como una de las economías con menor desigualdad relativa en América latina, pero que durante los 80 y 90 el aumento de la desigualdad ha superado el promedio de América latina.

Las polémicas consecuencias de este análisis se ven en la valoración que hace del Peronismo como el período en que "el gobierno se embarcó en una fuerte política redistributiva durante tres años (entre 1946 y 1949), estableciendo las bases para el estado del bienestar y el desarrollo de la poderosa clase media que caracterizó al país hasta fines de la década de 1960".

El impacto de una perspectiva político-económica semejante sobre toda la región, calificada como la más desigual del mundo, es evidente.

En medio de la polémica una cosa es indudable: el trabajo de Piketty ha estimulado una nueva camada de investigaciones sobre el tema.

"En los últimos 10 años ha habido un creciente interés sobre la desigualdad, pero ninguno con un aporte tan abarcativo como el de Piketty. Esto está abriendo puertas a nuevas investigaciones que mejorarán los datos y la información", indicó a BBC Mundo Gaggero.

De ahí a un cambio de política global hay un largo trecho.

Prevención del desastre de la desigualdad


Robert J. Shiller, a 2013 Nobel laureate in economics, is Professor of Economics at Yale University and the co-creator of the Case-Shiller Index of US house prices.

NEW HAVEN – El voluminoso libro El capital en el siglo XXI de Thomas Piketty, del que tanto se ha hablado últimamente, atrajo una tención considerable al problema de la creciente desigualdad económica. Pero no es sólido a la hora de ofrecer soluciones. Como admite el propio Piketty, su propuesta –un impuesto global progresivo al capital (o a la riqueza)- “requeriría un nivel muy elevado y, sin duda, poco realista de cooperación internacional”.

No deberíamos concentrarnos en soluciones rápidas. La preocupación realmente importante para los responsables de las políticas en todas partes es impedir los desastres –es decir, los acontecimientos atípicos que más importan-. Y, como la desigualdad tiende a cambiar lentamente, cualquier desastre probablemente se observe recién después de varias décadas.

El libro de Piketty se explaya profusamente sobre ese desastre –un retorno a niveles de desigualdad nunca vistos desde fines del siglo XIX a principios del siglo XX-. En este escenario, una pequeña minoría se vuelve súper rica –no, en su mayoría, porque sean más inteligentes o trabajen más que cualquier otro, sino porque las fuerzas económicas fundamentales redistribuyen los ingresos caprichosamente.

En El nuevo orden financiero: el riesgo en el siglo XXI, propuse un “seguro contra la desigualdad” como una manera de evitar el desastre. A pesar de la similitud de sus títulos, mi libro es muy diferente del de Piketty. El mío defiende abiertamente las finanzas científicas innovadoras y el seguro, tanto a nivel público como privado, para reducir la desigualdad, administrando cuantitativamente todos los riesgos que contribuyen a ella. Y soy más optimista sobre mi plan para impedir una desigualdad desastrosa que Piketty sobre el suyo.

El seguro contra la desigualdad exigiría que los gobiernos establecieran planes a muy largo plazo para hacer que las tasas del impuesto a las ganancias sean automáticamente más altas para la gente con ingresos elevados en el futuro si la desigualdad empeora significativamente, sin cambios en los impuestos si eso no sucediera. Lo llamé seguro contra la desigualdad porque, al igual que cualquier póliza de seguro, se ocupa de los riesgos de antemano. De la misma manera que tenemos que contratar un seguro contra incendio antes, y no después, de que se nos quema la casa, tenemos que lidiar con el riesgo de la desigualdad antes de que se vuelva mucho peor y cree una nueva clase poderosa de gente rica que usa su poder para consolidar sus ganancias.

En 2006, fui uno de los autores de un documento borrador junto con Leonard Burman y Jeffrey Rohaly del Centro de Políticas Tributarias del Instituto Urban y la Brookings Institution que analizaba variaciones para un plan de estas características. En 2011, Ian Ayres y Aaron Edlin propusieron una idea similar.

Lo que subyace debajo de ese tipo de planes es la presunción de que algún grado sustancial de desigualdad es económicamente saludable. La perspectiva de volverse rico claramente impulsa a mucha gente a trabajar mucho. Pero la desigualdad masiva es intolerable.

Por supuesto, no existe ninguna garantía de que un plan de seguro contra la desigualdad en efecto vaya ser implementado por los gobiernos. Pero es más probable que sigan este tipo de planes si ya están legislados y se implementan de manera gradual, según una fórmula conocida de antemano, y no repentinamente de una manera revolucionaria totalmente diferente de las prácticas pasadas.

Para ser realmente efectivos, los aumentos de los impuestos a la riqueza –que recaen más en las personas retiradas con un alto grado de movilidad u otras personas adineradas- tendrían que incluir un componente global; de lo contrario, los ricos simplemente emigrarían a cualquier país que tuviera las tasas impositivas más bajas. Y la impopularidad de los impuestos a la riqueza ha impedido la cooperación global. Finlandia tenía un impuesto a la riqueza pero lo eliminó. Lo mismo hizo Austria, Dinamarca, Alemania, Suecia y España.

Aumentar los impuestos a la riqueza ahora, como propone Piketty, le sonaría injusto a mucha gente, ya que significaría imponer un gravamen retroactivo sobre el trabajo realizado para acumular esa riqueza en el pasado –un cambio de las reglas de juego, y su resultado, después de que terminó el partido-. La gente mayor que trabajó mucho para acumular riqueza en el transcurso de su vida sería gravada por su austeridad para beneficiar a otros que ni siquiera hicieron el intento de ahorrar. Si les hubieran dicho que luego iba a haber un impuesto a las ganancias, tal vez no habrían ahorrado tanto; tal vez habrían pagado el impuesto a las ganancias y habrían consumido el resto, como todo el mundo.

Es más, una vez que se entendiera la realidad de un impuesto a la riqueza del tipo que propone Piketty, los ricos podrían procrear más, porque la riqueza en forma de hijos no se puede disipar con impuestos –razón por la cual quizá sería mejor gravar los ingresos y mantener una deducción para los aportes filantrópicos fuera de la familia-. Y, si tiene que haber impuestos a las ganancias, instituirlos ahora para que entren en vigencia recién en el futuro –y sólo si se agrava la desigualdad- evitaría la percepción de que se modificaron las reglas después de terminado el juego.

La ventaja de los incrementos del impuesto a las ganancias es que se podrían basar no sólo en el ingreso actual, sino en algún promedio de ingresos en el transcurso de años, y podría permitir deducciones para inversiones, compartiendo así algunas características con los impuestos a la riqueza sin penalizar a quienes ahorraron más para acumular más riqueza. Es más, un plan a largo plazo legislado por uno o varios países hoy, antes de que se produzca algún impacto sustancial en los pagos de impuestos reales, podría ayudar a promover un diálogo internacional sobre políticas futuras apropiadas para combatir la desigualdad. Eso crearía espacio para una respuesta impositiva más uniforme entre los países, reduciendo así la capacidad de los súper ricos de evadir impuestos cambiando de locación.

El libro de Piketty hace un aporte invalorable a nuestra comprensión de la dinámica de la desigualdad contemporánea. Él ha identificado un riesgo serio para nuestra sociedad. Los responsables de las políticas tienen la obligación de implementar un modo factible de asegurarse contra ese riesgo.
Read more at http://www.project-syndicate.org/commentary/robert-j--shiller-praises-thomas-piketty-s-invaluable-contribution-to-a-debate-that-is-far-from-over/spanish#rEH72r9DYfT2gdiM.99

Google crea un prototipo de un auto que se conduce solo

Por Ronfe Winkler

Google Inc. GOOGL -0.77% anunció que desarrolló prototipos de autos que se conducirán de manera autónoma. 

En un video promocional, Google mostró uno de los prototipos, un vehículo para dos pasajeros que parece una góndola con ruedas. No tiene timón, pedal de acelerador o de freno. En cambio, el auto depende de sus propios sensores y software para hacer el trabajo. 

El martes en la noche, el sitio web del gigante de búsquedas hizo el anuncio al tiempo que el cofundador de la empresa, Sergey Brin, discutía el proyecto en la Conferencia Code en Rancho Palos Verdes California. 

"Van a empezar a ver a estos andando por ahí y queremos explicar qué son", dijo Brin.

La compañía ha sido pionera de la idea de los autos que se conducen solos, pero hasta ahora sólo había equipado a autos existentes con la tecnología que ha desarrollado. La empresa asegura que sus avances pueden reducir accidentes y muertes. 

Google dijo que limitó la velocidad de su primer prototipo a 41 kilómetros por hora. 

"Planeamos construir cerca de cien prototipos y en los próximos meses, nuestros conductores de seguridad comenzarán a probar las primeras versiones de estos vehículos, que tienen controles manuales", dijo Chris Urmson, director del proyecto del auto autónomo de Google, en una entrada en el blog. 

"Si todo sale bien, nos gustaría llevar a cabo un pequeño programa piloto en California en los próximos años".

Cuba logra buenos resultados en vacuna contra cáncer de próstata

XINHUA

Científicos cubanos presentaron resultados alentadores con la aplicación de la vacuna Heberprovac, empleada contra el cáncer de próstata y desarrollada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Camagüey, a unos 530 kilómetros al este de La Habana.

Los expertos presentaron los resultados la semana pasada, durante la Jornada Provincial de Ensayos Clínicos y de Oncología que sesionó en Camagüey para debatir las potencialidades de ese medicamento, el cual está aún en estudio, pero ha arrojado resultados similares a otros de prestigio internacional.

Durante el estudio, que en su primera etapa incluyó a siete pacientes, y en la segunda a más de 50 de dos hospitales en el este de la isla, se evidenció el efecto de la terapia hormonal en los principales marcadores del tumor prostático.

"El Heberprovac provoca la disminución de los niveles de testosterona, lo cual repercute favorablemente en la reducción de los valores del Antígeno Prostático Específico y en la regresión del tamaño de ese órgano, signos de que el cáncer se mantiene controlado", explicó el investigador del CIGB, Jesús Junco.

Destinada para el uso en carcinomas de estadios III y IV, fases avanzadas, se espera que en un futuro la vacuna pueda igualar o superar a tratamientos estándar, de alto costo para Cuba en el mercado internacional, como el Zoladex.

"Comparándolo con ese medicamento, se puede decir que el candidato vacunal muestra resultados bastante similares", aseguró el oncourólogo Ranfis Rodríguez, quien se encargó de estudiar la evolución de los pacientes en el hospital camagüeyano.

El cáncer de próstata es el segundo de mayor mortalidad entre los cubanos, luego del de pulmón, tráquea y bronquios, con casi 2.800 defunciones en 2013, según datos del Anuario Estadístico del Ministerio de Salud Pública.

El año pasado más de 13.000 pacientes cubanos de oncología se beneficiaron con el uso de medicamentos, registrados o en experimentación, del Centro de Inmunología Molecular (CIM), dedicado a la investigación, elaboración y comercialización de productos biofarmacéuticos locales.

La directora de Investigaciones Clínicas del CIM, Tania Crombet, mencionó que en la actualidad se realizan unos 100 ensayos de sus productos, 20 de ellos fuera de la isla.

El CIM destaca por los positivos resultados en la atención a tumores malignos en estadios avanzados con medicamentos como el anticuerpo monoclonal Nimotuzumab y la vacuna CIMAVAX-EGF, explicó.

La aplicación en localizaciones de difícil tratamiento como cabeza y cuello, tallo cerebral, esófago, recto o en tumoraciones muy agresivas como las de pulmón y mama con metástasis, ha derivado en aumento de la supervivencia de esos pacientes, la mayoría tratados en etapas terminales, precisó la especialista.

Además se evidencian mejorías en los síntomas y reducción de los marcadores tumorales, lo cual favorece una nueva mirada hacia el cáncer, no como una enfermedad potencialmente letal, sino como un padecimiento crónico con el cual se puede convivir si se trata de manera adecuada.

De acuerdo con el Anuario Estadístico del Ministerio de Salud Pública, los tumores malignos constituyen la primera causa de muerte en la isla, con casi 23.000 defunciones en el pasado año, cifra que significó 6.400 más que a inicios del actual siglo.

Creado hace dos décadas a partir del Instituto de Oncología y Radiobiología, el CIM, junto a otras instituciones científicas, permitió a Cuba integrar el selecto grupo de países con dominio tecnológico y capacidad instalada para la producción de biofármacos de alta competitividad.

Las cubanas tienen menos hijos, ¿y cuál es el problema?

Por Ivet González

El tratamiento mediático de la baja fecundidad motiva la alerta sobre desigualdades de género en Cuba.

LA HABANA,  2014 (IPS) - En Cuba, los medios de comunicación y las autoridades repiten que la participación social de las mujeres es la causa de la baja fecundidad de este país, un argumento que tiene toda la carga de la culpa.

Cuba, que no alcanza desde 1978 el necesario reemplazo poblacional de al menos una hija por mujer, presentó en 2013 una tasa bruta de fecundidad de 1,71 descendientes por cada una, según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

La disminución de los nacimientos, la baja mortalidad y el saldo migratorio negativo en parte determinado por una crisis económica de más de 20 años, elevan la población de adultos mayores en este país del Caribe insular, con casi 11,2 millones de habitantes.

Mujeres especialistas en población y feministas reaccionaron inusualmente molestas por el tratamiento mediático de este tema, a raíz de un reportaje del 29 de abril en el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana (NTV), que llega cada noche a las pantallas.

"Estoy harta de escuchar por los medios cubanos, en boca de periodistas, especialistas y hasta de altos dirigentes que las mujeres somos responsables de la baja fecundidad", protestó la joven feminista Helen Hernández en un comentario que circuló ese mismo día por Internet.

Su texto "Mi cuerpo me pertenece", replicado por numerosos blogs y medios alternativos, identifica al estereotipo de maternidad sacrificada como uno de los motivos de que muchas jóvenes posterguen ser madres.

Para Hernández, la concepción también se desestimula porque se exige poco a los padres separados en la crianza, la calidad de la educación es débil, faltan guarderías públicas, hay una sobrecarga de tareas de cuidado en la población femenina y dificultades para que las mujeres con familia se superen en su profesión.

Cuba encanecida
Población cubana actual: 11.163.934 personas

De ese total:
• 18,3 por ciento tienen más de 60 años
• 17,2 por ciento por debajo de 14 años
Para 2025:
• 30 por ciento de la población tendrá más de 60 años
• Personas entre 15 y 59 años disminuirán más de un millón

Fuente: Censo de Población y Viviendas 2012 y ONEI

"Mientras tener hijos se convierta en un límite, no importa si se tiene dinero, o casa propia, o una sociedad segura, algunas seguiremos esperando", defendió la periodista, que todavía no es madre.

Para las cubanas la descendencia es importante, con un ideal de dos hijos, aunque no todas logren concretarla, indican investigaciones.

Cuando se resalta el argumento de que las mujeres no tienen hijos por motivos profesionales se tapa la causa económica, que es fundamental, porque el salario no alcanza para formar una familia, opinó la joven Mónica Baró en Café 108, un canal interactivo del sitio digital de IPS en Cuba.

"Lo primero que se pregunta una mujer con sentido común... es si tiene las condiciones elementales para garantizar el bienestar de un ser humano, para satisfacer sus necesidades alimentarias, educativas, recreativas", ilustró.

La mayoría de la población cubana vive con un salario promedio de 466 pesos (19 dólares) en una economía ineficiente y centralizada que importa más de lo que produce.

Esto incentiva una emigración que se feminiza. En 2012, 52 por ciento de los 6.662 emigrantes fueron mujeres. La mayoría de ellas esperan a instalarse en los países de destino antes de procrear.

Al examinar la fecundidad registrada entre 1990 y 2010, la demógrafa Grisell Rodríguez encontró que las cubanas evalúan sobre todo las condiciones materiales y de vivienda a su disposición.

Además, ubican a la par la satisfacción de intereses profesionales, laborales y de superación, por lo que entre las universitarias la edad media para ser madre son los 28 años, sostiene la experta en el libro "De lo individual a lo social: Cambios en la fecundidad cubana", publicado en 2013.

Para diferentes especialistas, la disminución de embarazos responde a políticas sociales, educativas y de salud favorables, que no deberían revertirse sino potenciarse con transformaciones dentro del hogar.

Las mujeres no han podido desarmar las desigualdades de género en el espacio privado, aunque son 65,2 por ciento de las personas con grado universitario, 66,8 de la fuerza técnica y profesional y 45,8 por ciento de la dirigencia del país.

También cuentan con derecho al aborto inducido bajo condiciones médicas seguras desde los años 60, un factor limitante de los nacimientos indeseados junto al uso extendido de anticonceptivos gratuitos o a precios muy bajos.

"Es imprescindible comprender que la situación sociodemográfica cubana es en esencia irreversible y resultado de un proceso transicional positivo", defiende Rodríguez en su estudio.

La especialista en comunicación y demografía Dixie Edith dijo a IPS que tachar la dinámica demográfica de "problema" niega mucho de lo conquistado "en asuntos muy debatidos internacionalmente como el derecho y acceso pleno a una real salud sexual y reproductiva".

El envejecimiento se interpreta como un freno a la reforma económica impulsada desde 2008 por el presidente Raúl Castro, quien en 2013 lo definió como un "problema muy serio" al que hay que "buscarle solución".
La maternidad es cada vez más postergada por las cubanas debido a dificultades económicas y concepciones tradicionales de género.Un programa social y político para responder a estas realidades resultaría más acertado que aspirar al incremento improbable de los nacimientos, indican expertos.

Se recomienda alentar políticas públicas –debilitadas por la depresión económica— para mejorar la infraestructura de salud geriátrica, las pensiones, el apoyo a familias con adultos mayores o más de dos hijos, las viviendas y los hogares de ancianos, que en 2013 sumaban 156 para todo el país.

Conviene también actualizar leyes que garanticen la corresponsabilidad masculina en el cuidado y manutención de hijos e hijas.

Actualmente las pensiones exigidas a padres divorciados se estiman en función de sus ingresos y en raras ocasiones superan los 100 pesos mensuales (cuatro dólares). El resto depende de la voluntad personal de contribuir al sostén de los hijos, que suelen quedar a cargo de las madres.

En una carta abierta a la redacción del NTV, la periodista Lirians Gordillo reclamó los derechos de mujeres solteras y lesbianas sin acceso a la reproducción asistida, un servicio que actualmente es exclusivo para las parejas heterosexuales casadas.

Urge mirar desde el género las políticas del país, especialmente las relacionadas con el envejecimiento, dijo a IPS la socióloga Reina Fleitas.

"Hace falta estudiar más la reproducción de los hombres, exigirles que cumplan sus deberes en ese campo y crear condiciones para poder asumir una maternidad sin estrés ni renuncias", planteó.

Según esta profesora universitaria, la baja fecundidad es también resultado de una cultura de consumo en la que influyen "los conceptos de bienestar que hemos creado para el cuidado de los hijos y las enormes dificultades que existen para hacerlo viable".

Unión Económica Euroasiática surge como alternativa a USA y el bloque europeo

Rusia, Bielorrusia y Kazajistán tienen programado firmar el próximo 29 de mayo el acuerdo sobre la creación de la Unión Económica Euroasiática (UEE). "El acuerdo entrará en vigor el 1 de enero de 2015", informa el servicio de prensa del Kremlin. Según acentúa el comunicado oficial, de este modo "concluye el proceso de formación del mayor mercado común", de 170 millones de personas, en el espacio postsoviético, que se convertirá "en un nuevo potente centro de desarrollo económico". El acuerdo prevé el libre flujo de mercancías, servicios, capitales y fuerza laboral dentro de la unión y una política común en los sectores claves de la economía: energía, industria, agricultura y transporte.

"La Unión Euroasiática facilitará los negocios en los Estados miembros, pero tiene también una misión más global: dar un carácter pluralista a la economía mundial", comenta el jefe del Centro Euroasiático de Comunicaciones, Alexéi Pilkó, según recoge el portal Véstnik Kavkaza. "Actualmente el sistema basado en un mundo unipolar ha dejado de existir. Lo más probable es que en un futuro próximo la economía mundial tenga entre tres y cinco centro de fuerza en vez de uno. Esto la protegerá de los desequilibrios que desembocaron en la crisis de 2008".

Desde el punto de vista de Leonid Savin, jefe de redacción del portal Gueopolítika, Occidente hace todo lo que está a su alcance para prevenir la integración euroasiática. "Lo ven como una amenaza a la existencia de su bloque. Es su fijación. Creen que si los países situados alrededor de Rusia unen sus esfuerzos el dominio anglosajón llegará a su fin", explicó el analista a La Voz de Rusia.

Este punto de vista tiene su lógica, enfatiza, por su parte, el politólogo Maxim Shevchenko. "Después de la Segunda Guerra Mundial Occidente estableció el dominio totalitarista del dólar. Pero hoy en día, con el crecimiento de sujetos económicos como China, India y Brasil, su hegemonía sufre: el mundo se opone al dictado del papelito verde. La Unión Euroasiática da la posibilidad de organizar una base estratégica de activos que protegerá las divisas nacionales del dominio del capital estadounidense", insiste el analista, según recoge el portal Véstnik Kavkaza
 
Pero en opinión de Shevchenko, esta no es la única causa. "La Unión Euroasiática es una vía natural para el desarrollo de Rusia y nuestros vecinos. Actualmente nos entristece que quedara destruido el sistema de programación estratégica y económica común, cuando unos recursos enormes se coordinaron desde una sede única a base de un compromiso entre las partes. Cuando les dicen que muchas Suizas pequeñas son mejor que una unión grande es mentira", argumenta el politólogo. - See more at: http://mamvas.blogspot.mx/2014/05/union-economica-euroasiatica-surge-como.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed:+blogspot/KwAmj+(Jaque+al+Neoliberalismo)#sthash.XBYhk2ol.dpuf


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