"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

viernes, 29 de septiembre de 2017

La hipótesis que falta sobre “ataque acústico” en Cuba (+ video).


29 SEPTIEMBRE, 2017 DE LA PUPILA INSOMNE

Por José Manzaneda

Ha sido la “serpiente de verano” en torno a Cuba: el supuesto “ataque acústico” con una “sofisticada arma” a 21 miembros de la Embajada de EEUU en La Habana, por el que el gobierno de Donald Trump –nos dice la prensa- habría incluso evaluado su cierre (1).


A falta de pruebas, ciertos medios utilizaban vías indirectas para acusar de este “incidente” a los servicios de inteligencia de Cuba (2). El diario español ABC dedicaba más de la mitad de una extensa noticia a las declaraciones de un supuesto “expreso político cubano”, que no tenía “ni un atisbo de duda” sobre la responsabilidad del Gobierno de Raúl Castro (3). Esta persona narraba las “prolongadas torturas auditivas” que sufrió en la cárcel mediante “ultrasonidos de alta amplitud de onda”. Para dar credibilidad a su relato, ABC señalaba que hace años denunció las “violaciones de los derechos humanos en Cuba ante el Consejo General de Naciones Unidas” con “sede en Ginebra”.


Efectivamente, esta persona, Luis Zúñiga Rey, habló en 2004 ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU (4). Lo que no dice ABC es que lo hizo en calidad de representante del Gobierno de EEUU, pocos meses después de la invasión de Irak (5). Agente de la CIA desde los años 70, Luis Zuñiga es uno de los más destacados terroristas de la ultraderecha cubanoamericana (6). 

Detenido en 1974 cuando entraba en Cuba en una embarcación repleta de armas y explosivos, fue condenado a 30 años, de los que cumplió 14. Ya en EEUU, dentro de la Fundación Nacional Cubano Americana, organizó su ala paramilitar, el llamado Frente Nacional Cubano, organizando y financiando numerosos atentados, 9 contra Fidel Castro y decenas contra instalaciones turísticas de la Isla (7).

Luis Zúñiga, por cierto, jamás había denunciado hasta ahora que hubiera sufrido “torturas auditivas” en Cuba, lo que hace pensar en una burda “actualización” de su relato para regresar al escenario mediático (8). 

La gran prensa norteamericana introducía de nuevo al enemigo ruso en el supuesto “ataque sónico”: CBS News (9) y la revista Newsweek (10) recordaban cómo ya “los soviéticos bombardearon la embajada de EEUU en Moscú con radiación de microondas durante más de 20 años”. Algo que recogía el diario español “El Mundo” para aludir a “una reedición de lo que sucedía durante la Guerra Fría” (11). El diario “El País”, por su lado, lanzaba la hipótesis de que “un tercer rival de EE UU – se habla de Rusia, Irán o Corea del Norte- llevó a cabo el ataque, quizás con ayuda de agentes cubanos díscolos” (12).

Pero hay un dato clave –silenciado o minimizado por los medios- que convierte en un sinsentido político la supuesta agresión de la Inteligencia cubana a EEUU: que los citados incidentes, aunque denunciados este verano, se iniciaron en noviembre de 2016, justo cuando avanzaba el diálogo Cuba-EEUU y pocos predecían el retroceso para el mismo que supuso la victoria electoral de Donald Trump (13). Pero a esto, por supuesto, también le buscaban una oscura explicación ciertos medios internacionales. “El País” apuntaba a “disidentes del aparato de inteligencia cubano” que tratarían de “boicotear el deshielo entre Washington y La Habana” (14). El diario argentino “Clarín” aseguraba que “los investigadores” examinan la posibilidad de “una facción rebelde de los servicios de seguridad cubanos, un tercer gobierno (como Rusia) o alguna combinación de ambos” (15).

Mientras, la ultraderecha cubanoamericana, que ya vuelve a pilotar parte de la política exterior de EEUU (16), ha aprovechado el asunto para exigir la expulsión del cuerpo diplomático cubano en Washington (17) y el cierre de la Embajada en La Habana, apenas dos años después de reabierta por orden de Barack Obama (18).

Lo extraño es que a ninguno de estos grandes medios, tan dispuestos a exponer a sus lectores las hipótesis más oscuras -apunten a Rusia, Corea o Cuba-, se le haya ocurrido siquiera sugerir la remota posibilidad de que nos encontremos ante un nuevo incidente de “falsa bandera” (19). Como el Maine (20) o Tonkín (21), uno más en la historia creativa de la Comunidad de Inteligencia de EEUU.





















EEUU suspende visas y retira personal ( 60 %) de su embajada en La Habana

Por NORA GÁMEZ TORRES

29 DE SEPTIEMBRE DE 2017 9:56 AM

Estados Unidos retirará la mayor parte de su personal de su embajada en La Habana, tras misteriosos ataques sónicos que han causado varios problemas de salud a una veintena de diplomáticos, confirmó el viernes una fuente del gobierno estadounidense a el Nuevo Herald.

El gobierno estadounidense ordenó retirar el 60 por ciento de su personal de la sede diplomática en La Habana. Adicionalmente, emitirá una alerta recomendando a los estadounidenses no viajar a la isla debido a los ataques. La emisión de visas en La Habana también quedó suspendida por tiempo indefinido.

Las medidas, reportadas primero por AP, intentan proteger a los diplomáticos y sus familiares de lo que el secretario de Estado Rex Tillerson calificó de un “ataque a la salud” del personal diplomático en La Habana.

La diversidad de síntomas, desde pérdida de audición hasta daño cerebral, así como la diversidad de descripciones de los sonidos escuchados, han dejado confundidos a los expertos.

Según una fuente del Departamento de Estado hay 21 casos confirmados por esa agencia de personas afectadas, no 25 como se había reportado. La fuente también subrayó que los ataques no ocurrieron en la embajada estadounidense. Anteriormente, se reportó que funcionarios del gobierno estadounidense creían que los ataques ocurrieron en las casas de los diplomáticos, todas contratadas al gobierno cubano, y en en el Hotel Capri, en la capital.

La retirada del personal ocurre tras una reunión de alto nivel el martes entre Tillerson y el ministro cubano de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez, que no parece haber ido muy bien. Según un comunicado del Departamento de Estado, Tillerson “transmitió la gravedad de la situación y subrayó las obligaciones de las autoridades cubanas de proteger al personal de la Embajada y a sus familias, conforme la Convención de Viena”.

La reunión fue solicitada por el gobierno cubano. Una semana el gobierno cubano había recurrido a Josefina Vidal, quien había encabezado las negociaciones con EEUU pero desde julio había sido nombrada embajadora en Canadá, para representar a Cuba en una reunión bilateral que también tocó el tema.

Desde el inicio, el gobierno cubano negó ser responsable o cómplice de los ataques y permitió la entrada a la isla del FBI para investigar. Pero las declaraciones de Rodríguez, considerado un conservador en el gobierno, parecen haber agudizado la crisis.

Según un comunicado del MINREX, Rodríguez comunicó a Tillerson que “de acuerdo con los resultados preliminares obtenidos por las autoridades cubanas en su investigación, que ha tenido en cuenta datos aportados por las autoridades de EE.UU., hasta el momento no hay evidencias de las causas y el origen de las afecciones de salud reportadas por los diplomáticos estadounidenses”.

El canciller también se quejó de la “injustificada” decisión del gobierno de Estados Unidos de expulsar a dos diplomáticos cubanos de Washington y que “sería lamentable que se politizara un asunto de esta naturaleza y que se tomen decisiones apresuradas y sin sustento en evidencias y resultados investigativos concluyentes”.

Tras la reunión, diplomáticos cubanos han estado tuiteando frenéticamente estos argumentos y compartiendo artículos de la prensa oficial sobre el tema.
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