"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

viernes, 12 de febrero de 2016

Declaración Conjunta del Papa Francisco y del Patriarca Kiril de Moscú y de Toda Rusia

12 febrero 2016 | +


El Papa y el Patriarca sentados a la mesa firman la declaración conjunta, en presencia de Raúl Castro.

Declaración conjunta del Papa Francisco y del Patriarca Kiril de Moscú y Toda Rusia 

“Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la participación del Espíritu Santo estén con todos vosotros” (2 Corintios 13,13).

  1. Por la voluntad de Dios Padre, de quien procede todo don, en el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, con la ayuda del Espíritu Santo Consolador, nosotros, Francisco, Papa y Obispo de Roma, y Kiril, Patriarca de Moscú y Toda Rusia, reunimos hoy en La Habana. Damos gracias a Dios, glorificado en la Santísima Trinidad, por este encuentro, el primero en la historia. Con alegría, nos reunimos como hermanos en la fe cristiana que se encontraron para “hablar… personalmente” (2 Juan, 12), de corazón a corazón, y discutir las relaciones mutuas entre las Iglesias, los problemas palpitantes de nuestro rebaño y las perspectivas del desarrollo de la civilización humana.
  2. Nuestro encuentro fraterno se llevó a cabo en Cuba, en la encrucijada entre el Norte y el Sur, el Este y el Oeste. Desde esta isla, un símbolo de esperanza del Nuevo Mundo y de los dramáticos acontecimientos de la historia del siglo XX, dirigimos nuestras palabras a todas las naciones de América Latina y de otros continentes. Nos alegra el hecho de que hoy en día aquí la fe cristiana evoluciona dinámicamente. El potencial religioso de gran alcance en América Latina, sus tradiciones cristianas multiseculares, manifestadas en la experiencia personal de millones de personas, son clave para un gran futuro de esta región.
  3. Al reunirnos a distancia de las antiguas disputas del Viejo Mundo, sentimos muy fuertemente la necesidad de colaboración entre los católicos y los ortodoxos, que deben estar siempre preparados para responder a cualquiera que les pida razón de la esperanza (1 Pedro 3, 15).
  4. Damos gracias a Dios por los dones que hemos recibido a través de la venida al mundo de su Hijo Unigénito. Compartimos la Tradición espiritual común del primer milenio del cristianismo. Los testigos de esta Tradición son la Santísima Madre de Dios, la Virgen María, y los santos a quienes veneramos. Entre ellos están innumerables mártires que mostraron su fidelidad a Cristo y se convirtieron en “la semilla de cristianos”.
  5. A pesar de tener la Tradición común de diez primeros siglos, los católicos y los ortodoxos, durante casi mil años, están privados de comunicación en la Eucaristía. Permanecimos divididos dado a las heridas causadas por los conflictos del pasado lejano y reciente, por las diferencias heredadas de nuestros antepasados, en la comprensión y la explicación de nuestra fe en Dios, un ser único que existe como tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Lamentamos la pérdida de la unidad, que era una consecuencia de la debilidad y la pecaminosidad humana, que se produjo a despecho de la oración del Primer Sacerdote, Cristo Salvador: “Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17, 21).
  6. Conscientes de muchos obstáculos que hay que superar, esperamos que nuestro encuentro contribuya a la obtención de la unidad mandada por Dios, por la que Cristo había rezado. Que nuestro encuentro inspire a los cristianos de todo el mundo para invocar con el nuevo fervor al Señor, orando sobre la plena unidad de todos sus discípulos. Que ésta, en el mundo que espera de nosotros no sólo palabras, sino acciones, sea un signo de esperanza para todas las personas de buena voluntad.
  7. Teniendo firmeza en hacer todo lo necesario para superar las diferencias históricas heredadas por nosotros, queremos reunir nuestros esfuerzos a fin de dar testimonio del Evangelio de Cristo y del patrimonio común de la Iglesia del primer milenio, respondiendo conjuntamente a los desafíos del mundo moderno. Los ortodoxos y los católicos deben aprender a llevar el testimonio común de la verdad en aquellas áreas, en las que es posible y necesario. La civilización humana ha entrado en un período de cambios epocales. La conciencia cristiana y la responsabilidad pastoral no nos permiten que permanezcamos indiferentes ante los desafíos que requieren una respuesta conjunta.
  8. Nuestra atención está dirigida principalmente hacia aquellas regiones del mundo donde los cristianos están sometidos a persecución. En muchos países de Oriente Medio y África del Norte, se exterminan familias completas de nuestros hermanos y hermanas en Cristo, pueblos y ciudades enteros habitados por ellos. Sus templos están sometidos a la destrucción bárbara y a los saqueos, los santuarios – a la profanación, los monumentos – a la demolición. En Siria, Irak y otros países de Oriente Medio observamos con dolor el éxodo masivo de cristianos de la tierra donde nuestra fe comenzó a extenderse, y donde ellos vivían a partir de los tiempos apostólicos, junto con otras comunidades religiosas.
  9. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a tomar medidas inmediatas para evitar un mayor desplazamiento de los cristianos de Oriente Medio. Levantando nuestras voces en defensa de los cristianos perseguidos, también solidarizamos con sufrimientos de seguidores de otras tradiciones religiosas, que se han convertido en víctimas de la guerra civil, el caos y la violencia terrorista.
  10. En Siria e Irak esta violencia ha cobrado miles de vidas, dejando sin hogares y medios de vida a unos millones de personas. Hacemos un llamamiento a la comunidad internacional a unirse para poner fin a la violencia y al terrorismo y al mismo tiempo, a través del diálogo, a contribuir a la pronta obtención de la paz civil. Se requiere una ayuda humanitaria de gran escala para el pueblo que sufre, y para muchos refugiados en los países vecinos. Solicitamos a todos los que pueden, influir en el destino de todos los secuestrados, incluyendo a los Metropolitas de Alepo, Pablo y Juan Ibrahim, capturados en abril de 2013, para hacer todo lo necesario a fin de su pronta liberación.
  11. Enviamos oraciones a Cristo, Salvador del mundo, sobre el establecimiento en suelo de Oriente Medio de la paz, que es producto de la justicia (Isaías 32, 17), sobre el fortalecimiento de la convivencia fraterna entre diversos pueblos, Iglesias y religiones situados en esta tierra, sobre el regreso de los refugiados a sus casas, sobre la curación de los heridos y el reposo de almas de las víctimas inocentes. Dirigimos a todas las partes que puedan estar involucradas en los conflictos, un ferviente llamamiento para manifestar buena voluntad y llegar a la mesa de negociación. Al mismo tiempo, es necesario que la comunidad internacional haga todos los esfuerzos posibles para poner fin al terrorismo mediante acciones comunes, conjuntas y sincronizadas. Hacemos un llamamiento a todos los países involucrados en la lucha contra el terrorismo, a las acciones responsables y prudentes. Hacemos un llamado a todos los cristianos y a todos los creyentes en Dios para rezar al Señor Creador y Providente que cuida el mundo, que guarde su creación de la destrucción y no permita una nueva guerra mundial. Para que la paz sea duradera y fiable, se requieren esfuerzos especiales destinadas al regreso a los valores comunes, que nos unen, basados en el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.
  12. Admiramos la valentía de aquellos que entregan sus vidas por haber dado testimonio de la verdad del Evangelio, prefiriendo la muerte ante la abjuración de Cristo. Creemos que los mártires de nuestros tiempos, procedentes de diferentes Iglesias, pero unidos por un sufrimiento común, son la clave para la unidad de los cristianos. A vosotros, los que sufren por Cristo, dirige su palabra el Apóstol del Señor: “Queridos hermanos,… alegraos de tener parte en los sufrimientos de Cristo, para que también os llenéis de alegría cuando su gloria se manifieste” (1 Pedro 4, 12-13).
  13. En esta época turbadora se necesita el diálogo interreligioso. Las diferencias en comprensión de las verdades religiosas no deben impedir que las personas de diversas religiones vivan en paz y armonía. En las circunstancias actuales, los líderes religiosos tienen una responsabilidad especial por la educación de su rebaño en el espíritu de respeto por las creencias de aquellos que pertenecen a otras tradiciones religiosas. Los intentos de justificar actos criminales por consignas religiosas son absolutamente inaceptables. Ningún crimen puede ser cometido en el nombre de Dios, “porque Dios es Dios de paz y no de confusión” (1 Corintios 14, 33).
  14. Atestiguando el alto valor de la libertad religiosa, damos gracias a Dios por el renacimiento sin precedentes de la fe cristiana que ahora se lleva a cabo en Rusia y muchos países de Europa del Este, donde por décadas han gobernado regímenes ateos. Hoy en día, las cadenas del ateísmo militante cayeron, y en muchos lugares los cristianos son libres de profesar su fe. Durante un cuarto de siglo, aquí se erigieron decenas de miles de nuevos templos, se abrieron cientos de monasterios y escuelas teológicas. Las comunidades cristianas realizan amplias actividades caritativas y sociales, prestando diversa asistencia a los necesitados. Los ortodoxos y los católicos a menudo trabajan hombro con hombro. Ellos defienden la base espiritual común de la sociedad humana, dando testimonio de los valores evangélicos.
  15. Al mismo tiempo, nos preocupa la situación que tiene lugar en tantos países, donde los cristianos enfrentan cada vez más la restricción de la libertad religiosa y del derecho a dar testimonio sobre sus creencias y a vivir de acuerdo con ellas. En particular, vemos que la transformación de algunos países en las sociedades secularizadas, ajenas de cualquier memoria de Dios y su verdad, implica una grave amenaza para la libertad religiosa. Estamos preocupados por la limitación de los derechos de los cristianos, por no hablar de la discriminación contra ellos, cuando algunas fuerzas políticas, guiadas por la ideología del secularismo que en numerosos casos se vuelve agresivo, tienden a empujarles a los márgenes de la vida pública.
  16. El proceso de la integración europea, que comenzó después de siglos de conflictos sangrientos, fue acogido por muchas personas con esperanza, como prenda de paz y seguridad. Al mismo tiempo, advertimos en contra de aquella clase de integración que no respeta la identidad religiosa. Respetamos la contribución de otras religiones a nuestra civilización, pero estamos convencidos de que Europa debe mantener la fidelidad a sus raíces cristianos. Hacemos un llamamiento a los cristianos en Europa Occidental y Europa Oriental a unirse a fin de dar testimonio conjunto sobre Cristo y el Evangelio, para que Europa mantenga su alma formada por dos mil años de la tradición cristiana.
  17. Nuestra atención está destinada a las personas que se encuentran en una situación desesperada, viven en la pobreza extrema en el momento en que la riqueza de la humanidad está creciendo. No podemos permanecer indiferentes al destino de millones de migrantes y refugiados que tocan a las puertas de los países ricos. El consumo incontrolado, típico para algunos estados más desarrollados, agota rápidamente los recursos de nuestro planeta. La creciente desigualdad en la distribución de bienes terrenales, aumenta el sentido de la injusticia del sistema de las relaciones internacionales que se está implantando.
  18. Las Iglesias cristianas están llamadas a defender exigencias de la justicia, del respeto a las tradiciones nacionales y de la solidaridad efectiva con todos los que sufren. Nosotros, los cristianos, no debemos olvidar que “para avergonzar a los sabios, Dios ha escogido a los que el mundo tiene por tontos; y para avergonzar a los fuertes ha escogido a los que el mundo tiene por débiles. Dios ha escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a los que no son nada, para anular a los que son algo. Así nadie podrá presumir delante de Dios” (1 Corintios 1, 27-29).
  19. La familia es el centro natural de la vida de un ser humano y de la sociedad. Estamos preocupados por la crisis de la familia en muchos países. Los ortodoxos y los católicos, compartiendo la misma visión de la familia, están llamados a testificar acerca de la familia como de un camino hacia la santidad, que se manifiesta en la fidelidad mutua de los cónyuges, su disponibilidad para dar a luz a los niños y formarles, en la solidaridad entre las generaciones y el respeto hacia los enfermizos.
  20. La familia es fundada sobre el matrimonio que es un acto libre y fiel de amor entre un hombre y una mujer. El amor fortalece su unión, les enseña a aceptar uno a otros como a un don. El matrimonio es la escuela del amor y de la fidelidad. Lamentamos que otras formas de convivencia se equiparan ahora con esta unión, y la visión de la paternidad y la maternidad como de especial vocación del hombre y de la mujer en el matrimonio, santificada por la tradición bíblica, se expulsa de la conciencia pública.
  21. Hacemos un llamamiento a todos para respetar el derecho inalienable a la vida. Unos millones de bebés están privados de la propia posibilidad de aparecer a la luz. La sangre de los niños no nacidos pide a gritos a Dios que haga justicia. (Génesis 4, 10). La divulgación de la así llamada eutanasia conduce al hecho de que los ancianos y enfermos comienzan a sentirse carga excesiva para su familia y la sociedad en conjunto. Expresamos nuestra preocupación por el uso cada vez más extendido de las tecnologías biomédicas de reproducción, porque la manipulación de la vida humana es un ataque contra los fundamentos del ser de la persona creada a imagen de Dios. Consideramos que nuestro deber es hacer acordarse sobre la inmutabilidad de los principios morales cristianos, basados en el respeto por la dignidad de la persona que está destinada a la vida de acuerdo con el plan de su Creador.
  22. Queremos hoy dirigir unas palabras especiales a la juventud cristiana. Vosotros, los jóvenes, no debéis esconder dinero en la tierra (Mateo 25, 25), sino usar todas las dotes dadas por Dios, para afirmar la verdad de Cristo en el mundo, realizar los mandamientos evangélicos del amor a Dios y al prójimo. No tengáis miedo de ir contra la corriente, defendiendo la verdad de Dios, con la que no siempre se ajustan las normas seculares modernas.
  23. Dios os ama y espera de cada uno de vosotros que seáis sus discípulos y apóstoles. Sed la luz de este mundo, para que otros, viendo el bien que hacéis, alaben todos a vuestro Padre que está en el cielo (Mateo 5, 14-16). Educad a los niños en la fe cristiana para entregarles la perla preciosa de la fe (Mateo 13, 46) que recibisteis de vuestros padres y antepasados. No olvidéis que “Dios os ha comprado por un precio” (1 Corintios 6, 20), el precio de la muerte en la cruz de Dios Hombre, Jesucristo.
  24. Los ortodoxos y los católicos están unidos no sólo por la Tradición común de la Iglesia del primer milenio, sino también por la misión de predicar el Evangelio de Cristo en el mundo contemporáneo. Esta misión requiere respeto mutuo entre los miembros de las comunidades cristianas, excluye cualquier forma del proselitismo. No somos competidores, sino hermanos: debemos arrancar de este concepto ejecutando todas actividades relacionadas con nuestros lazos y contactos con el mundo exterior. Instamos a los católicos y a los ortodoxos de todo el mundo para aprender a vivir juntos en paz, amor y armonía unos con otros (Romanos 15, 5). Es inaceptable el uso de medios incorrectos para obligar a los fieles a pasar de una Iglesia a otra, dejando de lado su libertad religiosa y sus propias tradiciones. Estamos llamados a poner en práctica el mandamiento de San Pablo Apóstol y “anunciar el evangelio donde nunca antes se había oído hablar de Cristo, para no construir sobre cimientos puestos por otros” (Romanos 15, 20).
  25. Esperamos que nuestro encuentro contribuya a la reconciliación donde hay tensiones entre los greco-católicos y los ortodoxos. Hoy en día es obvio que el método de “la unión” de los siglos pasados que implica la unidad de una comunidad con la otra a costa de la separación de su Iglesia, no es la manera de restaurar la unidad. Al mismo tiempo, las comunidades eclesiásticas que han aparecido como resultado de circunstancias históricas tienen derecho a existir y hacer todo lo necesario para satisfacer menesteres espirituales de sus fieles, buscando la paz con sus vecinos. Los ortodoxos y los greco-católicos necesitan la reconciliación y la búsqueda de formas de convivencia mutuamente aceptables.
  26. Lamentamos el enfrentamiento en Ucrania que ya cobró muchas vidas, causó sufrimientos innumerables a los civiles, hundió la sociedad en una profunda crisis económica y humanitaria. Hacemos un llamamiento a todas las partes del conflicto a tener prudencia, mostrar la solidaridad social y trabajar activamente para el establecimiento de la paz. Instamos a nuestras Iglesias en Ucrania a trabajar para lograr la armonía social, abstenerse de participar en la confrontación y de apoyar el desarrollo del conflicto.
  27. Esperamos que la división entre los creyentes ortodoxos en Ucrania sea vencida sobre la base de las normas canónicas existentes, que todos los cristianos ortodoxos de Ucrania vivan en paz y armonía, y que las comunidades católicas del país contribuyan a ello, para que nuestra hermandad cristiana sea aún más evidente.
  28. En el mundo de hoy, multifacético y al mismo tiempo unido por el destino común, los católicos y los ortodoxos están llamados a colaborar fraternamente para anunciar el Evangelio de la salvación, dar testimonio común de la dignidad moral y la auténtica libertad humana, “para que el mundo crea” (Juan 17, 21). Este mundo, en el que se están socavando rápidamente los fundamentos morales de la existencia humana, espera de nosotros el fuerte testimonio cristiano en todos los ámbitos de la vida personal y social. ¿Podremos en la época crucial dar testimonio conjunto del Espíritu de la verdad? De esto depende, en gran medida, el futuro de la humanidad.
  29. Que Jesucristo, Dios Hombre, Nuestro Señor y Salvador, nos ayude en el anuncio valiente de la verdad de Dios y de la Buena Noticia de salvación. El Señor nos fortalece espiritualmente con su promesa infalible: “No tengáis miedo, pequeño rebaño, que el Padre, en su bondad, ha decidido daros el reino” (Lucas 12, 32). Cristo es una fuente de alegría y de esperanza. La fe en él transfigura la vida del ser humano, la llena de significado. Lo han vivido por su propia experiencia todos aquellos de los que se puede decir con las palabras de San Pedro Apóstol: “Antes, ni siquiera erais pueblo, pero ahora sois pueblo de Dios; antes Dios no os tenía compasión, pero ahora tiene compasión de vosotros” (1 Pedro 2, 10).
  30. Llenos de gratitud por el don de comprensión mutua que se manifestó en nuestra reunión, nos dirigimos con esperanza a la Santísima Madre de Dios, haciendo solicitud con las palabras de la antigua oración: “Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios”. Que la Santísima Virgen María con su amparo fortalezca la hermandad de todos que la veneran, para que ellos, en un momento determinado por Dios, se junten, en paz y concordia, en el único pueblo de Dios, ¡sea glorificado el nombre de la Trinidad Consustancial e Inseparable!

Firmado:

Obispo de Roma, Papa de la Iglesia Católica / Patriarca de Moscú y de toda Rusia

12 de febrero de 2016, La Habana (Cuba)

Francisco y Kirill firman histórica Declaración en La Habana: “Si sigue así, Cuba será la capital de la unidad”, dice el Papa

12 febrero 2016 | +

La reunión que sostuvieron en La Habana el Papa Francisco y el Patriarca de Moscú y de toda Rusia, Kirill, fue definida por ambos primados como un encuentro entre hermanos.

El encuentro culminó con la firma de una histórica Declaración Conjunta, tras una reunión de dos horas en el Salón de Protocolo de la Terminal 1, del Aeropuerto Internacional José Martí.

El patriarca Kirill compartió con el criterio del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica, y lo agasajó con una copia del cuadro de Nuestra señora de Kazán, principal ícono venerado en la ortodoxia rusa, a su vez el papa Francisco obsequió al Patriarca un relicario de San Cirilo y un cáliz.


Firma de la Declaración Conjunta entre el Papa Francisco y el Patriarca Kirill. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Claves para entender el encuentro en La Habana entre Francisco y Kirill

Publicado: 12/2/2016


Este viernes 12 de enero de 2016 quedará marcado en los anales de la historia occidental. Luego de casi mil años de ruptura y de rivalidades mutuas, se encontrarán en La Habana el papa Francisco, Obispo de Roma y Kirill, Patriarca de Moscú. Este evento solo posee cierta comparación con el materializado en el año 1964 por el papa Pablo VI y por Atenágoras, Patriarca de Constantinopla, en la ciudad de Jerusalén, que de hecho reactivó los diálogos entre las iglesias de Oriente y Occidente. Catolicismo y ortodoxia aglutinan a un número importante de los creyentes cristianos a nivel global. Además, bajo la guía espiritual del Patriarcado de Moscú se encuentra el grueso de los fieles ortodoxos en todo el orbe (150 millones de fieles, de 200 millones de ortodoxos en total).

El presente texto, más que analizar la importancia que este acontecimiento reviste para el cristianismo –se trata, sin dudas, de un hecho trascendental en este ámbito‒, intentará armar (mínimamente) el delicado rompecabezas teológico-político-diplomático que ha permitido llegar hasta aquí. ¿Qué elementos han cambiado en el actual escenario que han permitido llegar a una triangulación de “entendimientos” entre el Pontificado (en Roma) y el Patriarcado y el Kremlin (en Moscú)?

La desaparición del “socialismo real” en el Bloque del Este, particularmente en los territorios de la antigua Unión Soviética, trajo aparejada una reconstrucción acelerada de la presencia de la Iglesia Ortodoxa en los territorios del antiguo imperio ruso y en Ucrania. En su proyecto de construir una “civilización cristiana” postcomunista, el papa Juan Pablo II esbozó la idea de una Europa “cristiana” que debía respirar por dos pulmones: el cristianismo católico-romano y el cristianismo oriental ortodoxo. Esta convicción lo llevó a buscar contactos y diálogos con las autoridades eclesiásticas ortodoxas en Moscú. Sin embargo, las gestiones diplomáticas de la Secretaría de Estado vaticana y la fuerte retórica de sus discursos a favor de la reconciliación, no fueron capaces de desarmar las suspicacias del Patriarcado moscovita y del Kremlin, ante la manera en que era concebida dicha “reconciliación” por el papa Wojtyla.


El Papa Juan Pablo II, iniciador de este proceso de acercamiento en los últimos años.

Además, su “ser polaco”, estructuralmente crítico y receloso de todo “lo ruso”; su activo rol en la caída del Bloque del Este; y la especial atención brindada por Juan Pablo II al fortalecimiento de la Iglesia Greco-Católica ucraniana (fiel a Roma), luego de la caída del comunismo, fueron murallas infranqueables que bloquearon su deseado encuentro con el Patriarca de Moscú. Desde ese entonces, los católicos ucranianos de rito oriental fueron vistos como una especie de “ejército invasor” en predios que la ortodoxia rusa asumía de su exclusivo dominio. Sin embargo, a pesar de la negativa rusa a recibir al Papa polaco, durante su Pontificado se activaron iniciativas importantes que marcaron el inicio de un camino de diálogo hacia el reencuentro. En el centro de estas iniciativas culturales y diplomáticas ha estado, desde entonces, la figura central del cardenal Walter Kasper.

Durante el pontificado de Benedicto XVI este decidió declinar para sí el título de “Patriarca de Occidente”. El hecho molestó sobremanera al Patriarcado moscovita, pues intuía que tras la decisión del papa Ratzinger se ocultaba el deseo de colocarse desmedidamente por encima del resto de los patriarcas de la cristiandad, presuntamente traicionando los debates teológicos pos-conciliares que otorgaban un rol más horizontal en torno al ejercicio del Primado Romano. En tanto, Moscú hizo pública su gratitud al papa Francisco por solo arroparse con el título de “Obispo de Roma”; sin dudas un modo más inteligente y factible para mirar hacia la cristiandad oriental.

Sin embargo, los años de gobierno de Benedicto XVI no fueron estériles para el acercamiento entre el catolicismo y la ortodoxia. En 2007 quedó instalado en la ciudad italiana de Rávena un grupo conjunto de teólogos católicos y ortodoxos –llamado “Comisión Mixta Internacional para el Diálogo Teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa”‒, que consensuó un documento base sobre el ejercicio de la primacía universal del Obispo de Roma. Sin embargo, en ese entonces, en Rávena, no participó el Patriarcado de Moscú. Esta ausencia se vio superada en Creta con la incorporación de los teólogos rusos en 2008. Estos procesos de debate y diálogo (ya con los tres principales centros de poder de la cristiandad incorporados: Roma, Moscú y Constantinopla) se prolongaron hasta el año 2010; no sin que hayan dejado de existir arduos debates y, en ocasiones, crispaciones y retrocesos. Pero resulta importante recalcar que, más allá de las tensiones, hubo una ruta de debate teológica e intelectual, que ha allanado los caminos hacia el encuentro en La Habana. Y esta tuvo lugar con la anuencia tanto de Benedicto XVI, como de los patriarcados de Moscú y de Constantinopla. 


Comisión Mixta Internacional para el Diálogo Teológico entre la Iglesia Católica y la Iglesia Ortodoxa, en una de sus sesiones de encuentro.

El ascenso de Bergoglio al ejercicio del Pontificado ha materializado dos transformaciones importantes: 1) ha acometido una reconstrucción del mensaje teológico-político del Pontífice (el Papa antepone la “acogida misericordiosa” a la rigidez de la doctrina y, además, ha realizado una fuerte crítica al sistema capitalista mundial, generador de desigualdades y depredador de “la Madre Tierra”) y 2) ha reconsiderado los públicos hacia los que se dirige el mensaje papal (ya no solo habla a la grey católica y a las élites planetarias, sino también a otros segmentos sociales y a las llamadas “periferias”). Incluso, muchas veces da la impresión de que el mensaje del Papa tiene mayor acogida en las “periferias seculares” que en la órbita católica. Todo ello ha llevado a Francisco a convertirse en un líder indiscutible en la opinión pública mundial que, a su vez, no llega a establecer alianzas estructurales con los principales centros de poder del orbe. Su independencia y no alineación pudieran ser, sin dudas, dos atributos bien valorados por muchos, incluido el Kremlin.

Un elemento de sólida convergencia entre las autoridades eclesiásticas de Roma y de Moscú tiene que ver con la situación de los cristianos en el Medio Oriente, elemento estrechamente vinculado a la desestabilización en la región y a la expansión del Estado Islámico, con su poderosa carga depredadora sobre las comunidades cristianas. En un principio, el Papa solo llamó a “la oración” por los cristianos del Medio Oriente, cuidándose mucho de hacer declaraciones públicas que parecieran llamar a una acción internacional coordinada para “detener” al Estado Islámico. Al pasar el tiempo, es evidente que Francisco optó por hacer hablar a “terceros” con el propósito de explicitar lo que ocurría, para luego dar él un giro leve y delicado que ha llamado a la “movilización internacional” a favor de la paz. Primero, a petición de la Secretaría de Estado vaticana, se pronunciaron los obispos iraquíes, favorables a una intervención militar total sobre el terreno. Acto seguido, el cardenal Jean-Luis Tauran, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, dio a conocer a la opinión pública mundial un detallado informe sobre las barbaries cometidas por el Califato. Luego, el propio Papa, a su regreso del viaje a Corea, manifestó públicamente que era imperioso “detener al agresor injusto” (1). Esta evolución en la visión papal se ha dado en el contexto de un fuerte diálogo político entre el Papa y el presidente ruso Vladimir Putin, sin que por ello podamos llegar a aseverar categóricamente que este haya sido la “causa eficiente” del giro dado por el Pontífice en este tema vinculado a la geopolítica.

Un tema que pudo haber sido incendiario entre el Vaticano y Moscú es el referente al conflicto en Ucrania, sobre todo si tenemos presente que entre la feligresía greco-católica, fiel a Roma, existe una sólida proyección pro-occidental y anti-rusa. Los obispos, clérigos y fieles ucranianos se han manifestado muy enfadados con el Papa, pues este no se ha pronunciado abiertamente contra la anexión de Crimea, ni contra las operaciones militares rusas en la cuenca del Donéts. La Secretaría de Estado vaticana simplemente hizo una tenue referencia a “la legalidad internacional”, que no recibió ninguna réplica por parte de la Cancillería rusa, ni por parte del Departamento de Relaciones Internacionales del Patriarcado.

Otro elemento a valorar, es la potencial (y casi segura) ayuda, de bajo perfil público, del presidente Raúl Castro y de la Cancillería cubana para facilitar diálogos intensos entre el Papa, el presidente Putin, y el patriarca Kirill. La intervención de Francisco como facilitador en el proceso de restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, seguramente debió haber estrechado los vínculos entre Francisco y Raúl Castro, y entre sus respectivos círculos íntimos de colaboradores. Recordemos que el presidente Raúl Castro llegó a Roma para realizar una visita oficial al Vaticano, procedente de Moscú. En aquel entonces, dado que el Pontífice visitaría Cuba, a nadie se le ocurrió pensar que el tema del encuentro entre Kirill y Francisco pudo haber estado también en la agenda de diálogo entre ambos.

Un último elemento que deseo agregar, tiene que ver con el sólido conocimiento de la realidad internacional que posee el patriarca Kirill, quien durante muchos años ejerció el cargo de jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del Patriarcado. Otro dato interesante podría ser el influjo del cardenal Walter Kasper en las negociaciones secretas con el Patriarcado. El cardenal Kasper llevó las negociaciones con la ortodoxia rusa durante los pontificados de Juan Pablo II y de Benedicto XVI. Actualmente es uno de los aliados más cercanos al papa Francisco en la Curia vaticana. De hecho, Kasper es uno de los más importantes teólogos católicos alemanes. Su polémica con el cardenal Ratzinger sobre la doctrina moral católica –que data de hace 30 años‒ ha sido revivida recientemente durante las sesiones del Sínodo de la Familia. El Papa lo escogió precisamente a él para justificar teológicamente el proceso de reforma bergogliano que pretende “acomodar” la visión católica sobre la moral teniendo en cuenta las nuevas circunstancias sociales. Estaría por confirmarse su ayuda al papa Francisco en este tema.

El camino que ha conducido a Kirill y a Francisco hasta La Habana ha sido el resultado de una conjunción de varios elementos cruciales: 1) una voluntad ecuménica, que ha transitado por un camino de reflexión y consensos teológicos en torno al rol del Primado de Roma, que ha resultado satisfactorio para ambas partes; 2) el manejo exitoso por el Vaticano de la crisis ucraniana, que no logró convertirse en una muralla para el ansiado encuentro; 3) las convergencias políticas entre la Santa Sede, el Patriarcado y el Kremlin, sobre intereses comunes en el Oriente Medio y en el mundo, 4) la percepción de la élite de poder rusa de que la proyección internacional del Pontificado no colisiona con los intereses geoestratégicos de Rusia; 5) los apoyos discretos, pero eficientes, del presidente Raúl Castro y el aparato de relaciones exteriores cubano, que facilita la convergencia en Cuba de dos figuras religiosas de primer nivel, teniendo como telón de fondo el mismo escenario donde los colombianos negocian la paz, y los cubanos negocian la normalización de relaciones con Estados Unidos; y 6) el propósito compartido por ambos líderes religiosos de potenciar los valores cristianos y hacerlo de una manera apropiada al actual contexto mundial.


Homilia en la Catedral del Espíritu Santo en Estambul. Foto: AFP.

Notas:

1- Una explicación más detallada sobre la evolución del papa Francisco y la Secretaría de Estado vaticana en torno al Medio Oriente puede apreciarse en el texto “Un ejército para la paz. La geopolítica de Francisco”, del vaticanista italiano Sandro Magister. Puede verse en: http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1350859

COBERTURA ESPECIAL: Histórica reunión del patriarca ruso con el papa en ...

Cuba identifica a militar que colaboró en la fuga de los Gourriel

Cubasí - El Universal - Viernes, 12 Febrero 2016 08:54

El embajador cubano entregó una grabación a la Fiscalía del Distrito Nacional de República Dominicana, en la que se evidencia que el oficial de la Fuerza Aérea, William Solís es uno de los que propiciaron del escape.

Santo Domingo.- El embajador de Cuba en la República Dominicana, Carlos De la Nuez López, identificó a William Solís como el oficial de la Fuerza Aérea Dominicana que, presuntamente, colaboró en la deserción de los hermanos Yulieski y Lourdes Gourriel, dos de las principales figuras del beisbol cubano, reseñó EFE.


En una entrevista publicada este jueves por el periódico local Listín Diario, el diplomático aseguró que existe un vídeo donde se observa al militar dominicano cuando acude al hotel donde se encontraba la delegación cubana haciendo contacto con los dos hermanos, que luego abordaron su vehículo con destino desconocido.

La grabación, dijo De la Nuez López, fue entregado por la delegación cubana a la Fiscalía del Distrito Nacional dominicano.

"Eso está en el video. Eso está en la denuncia, que ellos se fueron en el transporte que andaba el oficial", afirmó.

De acuerdo con el embajador cubano en la República Dominicana, Solís estuvo en más de una ocasión en el hotel donde se hospedaba la delegación de béisbol de su país.

Una fuente militar, que pidió el anonimato, dijo ayer a Efe que el caso está en manos del Ministerio de Defensa y del Departamento Nacional de Investigaciones (DNI), que investigan la supuesta complicidad del alto oficial.

Los hermanos Gourriel, según medios de prensa, podrían encontrarse en Haití.

Yulieski Gourriel está considerado uno de los peloteros cubanos con más capacidad para jugar en las Grandes Ligas de Estados Unidos, mientras que su hermano Lourdes ha recibido elogios por su talento.

Durante la Serie del Caribe de Béisbol, que se celebró en suelo dominicano entre el 1 y el 7 de febrero, los directivos de la delegación cubana denunciaron que los jugadores estaban siendo "asediados" por varios "personajes" vinculados al "robo de atletas".

Crece interés de extranjeros en caballos criados en Cuba

Por Roberto F. Campos

La Habana, 12 feb (PL) El interés de expertos en los caballos de salto criados en Cuba crece cada año, a juzgar por opiniones de participantes en el Séptimo Remate Élite Habana 2016, donde entran en puja 33 ejemplares.

Durante la primera jornada de labores (11 al 13 de febrero es el Remate en el Centro Ecuestre del Parque Lenin), compradores sobre todo de México se interesaron por los potros en cartera, mientras una novedad la aportan los entrenamientos para Doma Clásica.

Aunque fuera de la subasta, el italiano Mazzoleni Fulvio comentó a Prensa Latina que lleva más de un año contratado por la Empresa para la Protección de la Flora y la Fauna (Enpff) con el objetivo de entrenar jinetes y caballos para la Doma Clásica.

Esta especialidad prácticamente hace bailar a los equinos, en una bella danza de pasos, alza de patas y movimientos de cabeza que mucho gusta a los espectadores (existen tres especialidades mundiales: salto, adiestramiento y prueba completa, y la Clásica entra en la segunda).

Precisamente, Fulvio prepara una coreografía de este tipo para la noche de subasta el 13 de febrero, pues los días previos los dedican los compradores a comprobar las características de los animales.

El director técnico del Centro Ecuestre de La Habana, Frank Doménech, explicó además que cada año crece el interés en los caballos que se preparan en esta isla, sobre entre entendidos latinoamericanos.

Fulvio forma parte del esfuerzo de las autoridades de la isla por potenciar esta rama del deporte, turismo y economía. Con más de 50 años de experiencia en la equitación y el vínculo con caballos, considera excelente los animales cubanos y los jinetes.

Los caballos en subasta son de la Real Raza Holandesa de salto, en un encuentro organizado de conjunto por la Enpff y VDL-Stud de Holanda.

Para la ocasión, explicaron los organizadores, pondrán en oferta a 33 ejemplares de la Real Sangre Holandesa, que incluyen 20 caballos montados y 13 en libertad.

La Enpff, que pertenece al Ministerio de la Agricultura de Cuba, en diciembre próximo cumplirá 40 años de fundada por el Comandante de la Revolución Guillermo García Frías.

Esta empresa desarrolla un amplio Programa de Conservación de la Flora y la Fauna que incluye 80 Áreas Protegidas.

Además, cuenta en sus planes la extensión del fondo genético equino en el país, para el que abarca 44 Ranchos dedicados a la cría de caballos de 17 Razas, tanto para deporte, faena o tratamientos médicos.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...