"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

viernes, 26 de diciembre de 2014

Precio del petróleo: Arabia Saudita podría quemarse víctima de su propio 'juego'

Con su 'juego' con los precios del petróleo, las autoridades de Arabia Saudita parecen haber llevado los problemas a su propio país. Según el presupuesto aprobado para el año 2015, el reino podría enfrentarse a un déficit de casi 39.000 millones de dólares.

Según el diario 'The New York Times', el gabinete de ministros saudita ha aprobado este jueves el presupuesto, que proyecta un ligero incremento en los gastos y una bajada significativa de los ingresos debido a la caída de los precios del petróleo.

En una señal de la creciente presión financiera, el Ministerio de Finanzas afirmó que el Gobierno trataría de reducir sueldos y subsidios que "contribuyen aproximadamente al 50% del total de gastos presupuestados", algo que podría provocar agitación entre los jóvenes del reino.

El precio del petróleo, que es "la columna vertebral de la economía de Arabia Saudita", se ha reducido en cerca de la mitad desde el verano. Según el Ministerio de Finanzas del país, el presupuesto "se aprobó en condiciones económicas y financieras internacionales, que son desafiantes".

Deshielo de Groenlandia es más rápido y anticipa una gran alza del mar

Por Anastasia Gubin

Una investigación proporciona lo que los autores creen que es “la primera imagen completa de cómo el hielo de Groenlandia se está desvaneciendo”, de manera más acelerada a lo estimado previamente en otros estudios.


“La capa de hielo de Groenlandia es la segunda mayor masa de hielo en la Tierra. Cubre un área de aproximadamente cinco veces el tamaño del estado de Nueva York y Kansas juntos, y si se derrite completamente, los océanos podrían aumentar seis metros (20 pies)", destacó el 15 de diciembre la Universidad de Búfalo.

"Las comunidades costeras desde Florida a Bangladesh sufrirían grandes daños”, añadió el reporte.

De acuerdo a los autores del nuevo estudio, los actuales modelos “son demasiado simplistas para predecir con precisión el futuro aumento del nivel del mar”, por el cambio climático.

Los nuevos datos permitieron concluir que “Groenlandia puede perder hielo más rápidamente en el futuro cercano de lo que se pensaba”, advirtió Beata Csatho, profesora asociada del Departamento de Geología.

La profesora Csatho resaltó que por primera vez, se tiene "una visión global de cómo todos los glaciares de Groenlandiahan cambiado en la última década".

Con datos del satélite y de la nave espacial de la NASA ICESat y la Operación IceBridge, el equipo reconstruyó los cambios de la altura de la capa de hielo de Groenlandia en casi 100.000 localidades entre 1993 y 2012. Se detectó que de una parte el hielo se perdió al fusionarse y de otro lado al romperse e irse a la deriva por el océano.

El análisis también registró que la capa de hielo de Groenlandia perdió cerca de 243 gigatoneladas métricas de hielo cada año - equivalente a unos 277 kilómetros cúbicos de hielo por año entre 2003 y 2009.

"Esta pérdida se estima que ha añadido unos 0,68 milímetros de agua a los océanos anualmente", destaca el documento.

"Esta información es crucial para el desarrollo y validación de modelos numéricos que predicen cómo la capa de hielo puede cambiar y contribuir a nivel global del mar en los próximos cien años", dijo Cornelis J. van der Veen, profesor en el Departamento de Geografía de la Universidad de Kansas, quien interpretó los cambios glaciológicos.

En el pasado se estudiaron en detalle sólo los glaciares Jakobshavn, Helheim, Kangerlussuaq y Petermann, y tomando estos datos pronosticaron el comportamiento de toda la capa de hielo.

“La nueva investigación muestra que la actividad en estos cuatro lugares puede no ser representativa de lo que ocurre con los glaciares de toda la capa de hielo. De hecho, los glaciares se someten a los patrones de adelgazamiento y engrosamiento, que las simulaciones del cambio climático actual no tienen en cuenta”, dijo Csatho.

Groenlandia tiene 242 glaciares de más de 1,5 kilómetros de capa de hielo en Groenlandia, y "lo que vemos es que su comportamiento es complejo en el espacio y el tiempo", dijo la geóloga. "Las condiciones locales climáticas y geológicas, la hidrología local - todos estos factores tienen un efecto. Los modelos actuales no se ocupan de esta complejidad", añadió.

Por ejemplo, el equipo identificó una gran pérdida de hielo en la parte sureste de Groenlandia que los modelos actuales no han identificado.

La pérdida de hielo en Groenlandia varía de año en año y de región a región, y los glaciares no sólo pierden gradualmente la masa cuando la temperatura sube. "Esa es una razón que es difícil predecir su respuesta al calentamiento global", señala el reporte.

Los científicos descubrieron que algunos de los glaciares de Groenlandia se engrosaron incluso cuando la temperatura subió. Otros exhibieron adelgazamiento acelerado. Algunos muestran tanto adelgazamiento y engrosamiento, con cambios repentinos. 

Para la construcción de mejores modelos de elevación del nivel del mar, el equipo dividió los 242 glaciares de Groenlandia en siete grandes grupos en función de su comportamiento entre 2003 y 2009.

Propusieron a su vez que seleccionando un par de ejemplos de los glaciares que son representativos de la totalidad, esto puede ayudar a crear modelos para proporcionar una imagen más completa de lo que está pasando.

El trabajo de Csatho y su equipo es una nueva alerta a los efectos del cambio climático causado por el hombre. Las altas emisiones de CO2 y sus equivalentes están aumentando la temperatura del planeta. En algunas regiones como Australia, en el mes de noviembre de 2014, éstas superaron en 2,19 grados Celsius, la temperatura máxima promedio, y en casi 2 grados la mínima.

En un proyecto adicional, el equipo de la Universidad de Búfalo está investigando por qué los diferentes glaciares responden de manera diferente al calentamiento global.

Entre los factores analizados está la temperatura del océano circundante, el nivel de fricción entre un glaciar y la roca de fondo, la cantidad de agua bajo un glaciar y la geometría del fiordo.

"La física de estos procesos no se conocen bien", dijo Csatho, en el reporte de la Universidad.

Ecoportal.net

La Gran Epoca

El imperio del consumo

Por Eduardo Galeano
 
La explosión del consumo en el mundo actual mete más ruido que todas las guerras y arma más alboroto que todos los carnavales. Como dice un viejo proverbio turco, quien bebe a cuenta, se emborracha el doble. La parranda aturde y nubla la mirada; esta gran borrachera universal parece no tener límites en el tiempo ni en el espacio. Pero la cultura de consumo suena mucho, como el tambor, porque está vacía; y a la hora de la verdad, cuando el estrépito cesa y se acaba la fiesta, el borracho despierta, solo, acompañado por su sombra y por los platos rotos que debe pagar. La expansión de la demanda choca con las fronteras que le impone el mismo sistema que la genera. El sistema necesita mercados cada vez más abiertos y más amplios, como los pulmones necesitan el aire, y a la vez necesita que anden por los suelos, como andan, los precios de las materias primas y de la fuerza humana de trabajo. El sistema habla en nombre de todos, a todos dirige sus imperiosas órdenes de consumo, entre todos difunde la fiebre compradora; pero ni modo: para casi todos esta aventura comienza y termina en la pantalla del televisor. La mayoría, que se endeuda para tener cosas, termina teniendo nada más que deudas para pagar deudas que generan nuevas deudas, y acaba consumiendo fantasías que a veces materializa delinquiendo.

El derecho al derroche, privilegio de pocos, dice ser la libertad de todos. Dime cuánto consumes y te diré cuánto vales. Esta civilización no deja dormir a las flores, ni a las gallinas, ni a la gente. En los invernaderos, las flores están sometidas a luz continua, para que crezcan más rápido. En las fábricas de huevos, las gallinas también tienen prohibida la noche. Y la gente está condenada al insomnio, por la ansiedad de comprar y la angustia de pagar. Este modo de vida no es muy bueno para la gente, pero es muy bueno para la industria farmacéutica. EEUU consume la mitad de los sedantes, ansiolíticos y demás drogas químicas que se venden legalmente en el mundo, y más de la mitad de las drogas prohibidas que se venden ilegalmente, lo que no es moco de pavo si se tiene en cuenta que EEUU apenas suma el cinco por ciento de la población mundial.

«Gente infeliz, la que vive comparándose», lamenta una mujer en el barrio del Buceo, en Montevideo. El dolor de ya no ser, que otrora cantara el tango, ha dejado paso a la vergüenza de no tener. Un hombre pobre es un pobre hombre. «Cuando no tenés nada, pensás que no valés nada», dice un muchacho en el barrio Villa Fiorito, de Buenos Aires. Y otro comprueba, en la ciudad dominicana de San Francisco de Macorís: «Mis hermanos trabajan para las marcas. Viven comprando etiquetas, y viven sudando la gota gorda para pagar las cuotas».

Invisible violencia del mercado: la diversidad es enemiga de la rentabilidad, y la uniformidad manda. La producción en serie, en escala gigantesca, impone en todas partes sus obligatorias pautas de consumo. Esta dictadura de la uniformización obligatoria es más devastadora que cualquier dictadura del partido único: impone, en el mundo entero, un modo de vida que reproduce a los seres humanos como fotocopias del consumidor ejemplar.

El consumidor ejemplar es el hombre quieto. Esta civilización, que confunde la cantidad con la calidad, confunde la gordura con la buena alimentación. Según la revista científica The Lancet, en la última década la «obesidad grave» ha crecido casi un 30% entre la población joven de los países más desarrollados. Entre los niños norteamericanos, la obesidad aumentó en un 40% en los últimos 16 años, según la investigación reciente del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Colorado. El país que inventó las comidas y bebidas light, la diet food y los alimentos fatfree, tiene la mayor cantidad de gordos del mundo. El consumidor ejemplar sólo se baja del automóvil para trabajar y para mirar televisión. Sentado ante la pantalla chica, pasa cuatro horas diarias devorando comida de plástico.

Triunfa la basura disfrazada de comida: esta industria está conquistando los paladares del mundo y está haciendo trizas las tradiciones de la cocina local. Las costumbres del buen comer, que vienen de lejos, tienen, en algunos países, miles de años de refinamiento y diversidad, y son un patrimonio colectivo que de alguna manera está en los fogones de todos y no sólo en la mesa de los ricos. Esas tradiciones, esas señas de identidad cultural, esas fiestas de la vida, están siendo apabulladas, de manera fulminante, por la imposición del saber químico y único: la globalización de la hamburguesa, la dictadura de la fast food. La plastificación de la comida en escala mundial, obra de McDonald’s, Burger King y otras fábricas, viola exitosamente el derecho a la autodeterminación de la cocina: sagrado derecho, porque en la boca tiene el alma una de sus puertas.

El campeonato mundial de fútbol del 98 nos confirmó, entre otras cosas, que la tarjeta MasterCard tonifica los músculos, que la Coca-Cola brinda eterna juventud y que el menú de McDonald’s no puede faltar en la barriga de un buen atleta. El inmenso ejército de McDonald’s dispara hamburguesas a las bocas de los niños y de los adultos en el planeta entero. El doble arco de esa M sirvió de estandarte, durante la reciente conquista de los países del Este de Europa. Las colas ante el McDonald’s de Moscú, inaugurado en 1990 con bombos y platillos, simbolizaron la victoria de Occidente con tanta elocuencia como el desmoronamiento del Muro de Berlín.

Un signo de los tiempos: esta empresa, que encarna las virtudes del mundo libre, niega a sus empleados la libertad de afiliarse a ningún sindicato. McDonald’s viola, así, un derecho legalmente consagrado en los muchos países donde opera. En 1997, algunos trabajadores, miembros de eso que la empresa llama la Macfamilia, intentaron sindicalizarse en un restaurante de Montreal en Canadá: el restaurante cerró. Pero en el 98, otros empleados e McDonald’s, en una pequeña ciudad cercana a Vancouver, lograron esa conquista, digna de la Guía Guinness.

Las masas consumidoras reciben órdenes en un idioma universal: la publicidad ha logrado lo que el esperanto quiso y no pudo. Cualquiera entiende, en cualquier lugar, los mensajes que el televisor transmite. En el último cuarto de siglo, los gastos de publicidad se han duplicado en el mundo. Gracias a ellos, los niños pobres toman cada vez más Coca-Cola y cada vez menos leche, y el tiempo de ocio se va haciendo tiempo de consumo obligatorio. Tiempo libre, tiempo prisionero: las casas muy pobres no tienen cama, pero tienen televisor, y el televisor tiene la palabra. Comprado a plazos, ese animalito prueba la vocación democrática del progreso: a nadie escucha, pero habla para todos. Pobres y ricos conocen, así, las virtudes de los automóviles último modelo, y pobres y ricos se enteran de las ventajosas tasas de interés que tal o cual banco ofrece.

Los expertos saben convertir las mercancías en mágicos conjuntos contra la soledad. Las cosas tienen atributos humanos: acarician, acompañan, comprenden, ayudan, el perfume te besa y el auto es el amigo que nunca falla. La cultura del consumo ha hecho de la soledad el más lucrativo de los mercados. Los agujeros del pecho se llenan atiborrándolos de cosas, o soñando con hacerlo. Y las cosas no solamente pueden abrazar: también pueden ser símbolos de ascenso social, salvoconductos para atravesar las aduanas de la sociedad de clases, llaves que abren las puertas prohibidas. Cuanto más exclusivas, tanto mejor: las cosas te eligen y te salvan del anonimato multitudinario. La publicidad no informa sobre el producto que vende, o rara vez lo hace. Eso es lo de menos. Su función primordial consiste en compensar frustraciones y alimentar fantasías: ¿En quién quiere usted convertirse comprando esta loción de afeitar?

El criminólogo Anthony Platt ha observado que los delitos de la calle no son solamente fruto de la pobreza extrema. También son fruto de la ética individualista. La obsesión social del éxito, dice Platt, incide decisivamente en la apropiación ilegal de las cosas. Yo siempre he escuchado decir que el dinero no produce la felicidad; pero cualquier televidente pobre tiene motivos de sobra para creer que el dinero produce algo tan parecido, que la diferencia es asunto de especialistas.

Según el historiador Eric Hobsbawm, el siglo XX puso fin a 7.000 años de vida humana centrada en la agricultura desde que aparecieron los primeros cultivos, a fines del paleolítico. La población mundial se urbaniza, los campesinos se hacen ciudadanos. En América Latina tenemos campos sin nadie y enormes hormigueros urbanos: las mayores ciudades del mundo, y las más injustas. Expulsados por la agricultura moderna de exportación y por la erosión de sus tierras, los campesinos invaden los suburbios. Ellos creen que Dios está en todas partes, pero por experiencia saben que atiende en las grandes urbes. Las ciudades prometen trabajo, prosperidad, un porvenir para los hijos. En los campos, los esperadores miran pasar la vida, y mueren bostezando; en las ciudades, la vida ocurre y llama. Hacinados en tugurios, lo primero que descubren los recién llegados es que el trabajo falta y los brazos sobran, que nada es gratis y que los más caros artículos de lujo son el aire y el silencio.

Mientras nacía el siglo XIV, fray Giordano da Rivalto pronunció en Florencia un elogio de las ciudades. Dijo que las ciudades crecían «porque la gente tiene el gusto de juntarse». Juntarse, encontrarse. Ahora, ¿quién se encuentra con quién? ¿Se encuentra la esperanza con la realidad? El deseo, ¿se encuentra con el mundo? Y la gente, ¿se encuentra con la gente? Si las relaciones humanas han sido reducidas a relaciones entre cosas, ¿cuánta gente se encuentra con las cosas?

El mundo entero tiende a convertirse en una gran pantalla de televisión, donde las cosas se miran pero no se tocan. Las mercancías en oferta invaden y privatizan los espacios públicos. Las estaciones de autobuses y de trenes, que hasta hace poco eran espacios de encuentro entre personas, se están convirtiendo ahora en espacios de exhibición comercial.

El shopping center, o shopping mall, vidriera de todas las vidrieras, impone su presencia avasallante. Las multitudes acuden, en peregrinación, a este templo mayor de las misas del consumo. La mayoría de los devotos contempla, en éxtasis, las cosas que sus bolsillos no pueden pagar, mientras la minoría compradora se somete al bombardeo de la oferta incesante y extenuante. El gentío, que sube y baja por las escaleras mecánicas, viaja por el mundo: los maniquíes visten como en Milán o París y las máquinas suenan como en Chicago, y para ver y oír no es preciso pagar pasaje. Los turistas venidos de los pueblos del interior, o de las ciudades que aún no han merecido estas bendiciones de la felicidad moderna, posan para la foto, al pie de las marcas internacionales más famosas, como antes posaban al pie de la estatua del prócer en la plaza. Beatriz Solano ha observado que los habitantes de los barrios suburbanos acuden al center, al shopping center, como antes acudían al centro. El tradicional paseo del fin de semana al centro de la ciudad, tiende a ser sustituido por la excursión a estos centros urbanos. Lavados y planchados y peinados, vestidos con sus mejores galas, los visitantes vienen a una fiesta donde no son convidados, pero pueden ser mirones. Familias enteras emprenden el viaje en la cápsula espacial que recorre el universo del consumo, donde la estética del mercado ha diseñado un paisaje alucinante de modelos, marcas y etiquetas.

La cultura del consumo, cultura de lo efímero, condena todo al desuso mediático. Todo cambia al ritmo vertiginoso de la moda, puesta al servicio de la necesidad de vender. Las cosas envejecen en un parpadeo, para ser reemplazadas por otras cosas de vida fugaz. Hoy que lo único que permanece es la inseguridad; las mercancías, fabricadas para no durar, resultan tan volátiles como el capital que las financia y el trabajo que las genera. El dinero vuela a la velocidad de la luz: ayer estaba allá, hoy está aquí, mañana quién sabe, y todo trabajador es un desempleado en potencia. Paradójicamente, los shoppings centers, reinos de la fugacidad, ofrecen la más exitosa ilusión de seguridad. Ellos resisten fuera del tiempo, sin edad y sin raíz, sin noche y sin día y sin memoria, y existen fuera del espacio, más allá de las turbulencias de la peligrosa realidad del mundo.

Los dueños del mundo usan al mundo como si fuera descartable: una mercancía de vida efímera, que se agota como se agotan, a poco de nacer, las imágenes que dispara la ametralladora de la televisión y las modas y los ídolos que la publicidad lanza, sin tregua, al mercado. Pero, ¿a qué otro mundo vamos a mudarnos? ¿Estamos todos obligados a creernos el cuento de que Dios ha vendido el planeta unas cuantas empresas, porque estando de mal humor decidió privatizar el universo? La sociedad de consumo es una trampa cazabobos. Los que tienen la manija simulan ignorarlo, pero cualquiera que tenga ojos en la cara puede ver que la gran mayoría de la gente consume poco, poquito y nada necesariamente, para garantizar la existencia de la poca naturaleza que nos queda. La injusticia social no es un error que se debe corregir, ni un defecto que se debe superar: es una necesidad esencial. No hay naturaleza capaz de alimentar un shopping center del tamaño del planeta.

Chequea Machado Ventura marcha de la zafra en Cienfuegos

La Habana, 26 dic (AIN) José Ramón Machado Ventura, segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, chequeó el avance de la contienda azucarera en Cienfuegos, durante una jornada de trabajo en la cual departió con directivos y trabajadores de los centrales azucareros Antonio Sánchez, de Aguada de Pasajeros; 14 de Julio, ubicada en Rodas y Ciudad Caracas, del municipio de Lajas, tres de los cuatro centrales activos en la provincia hasta el momento.

Informa el diario Granma que el vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros apreció un buen comportamiento en la recta inicial de la campaña, sobre todo al compararse con otros momentos similares de zafras precedentes, al tiempo que extendió una felicitación a los trabajadores del ingenio 14 de Julio por los resultados en lo que va de campaña, de cuyo colectivo afirmó que tradicionalmente cumple sus compromisos.

Amaury Rodríguez Depestre, director del mencionado central rodense, explicó que observan un 120 % de cumplimiento de la zafra chica (el periodo antes del 31 de diciembre), con 900 toneladas por arriba de lo que había sido concebido hasta esta altura. Por otro lado, todos sus indicadores son de excelencia, superiores a lo consignado en la hoja de ruta inicial: 10,18 de rendimiento; calidad del azúcar en 99,24, aprovechamiento de las capacidades al 97 % y recobrado del 87.

Acompañado por la miembro del Comité Central y primera secretaria del Partido en Cienfuegos, Lidia Esther Brunet Nodarse, de forma previa a los recorridos por las instalaciones, el dirigente presidió reuniones donde estuvo presente el personal responsabilizado con la parte industrial y agrícola de los enclaves cañeros. Estas dieron inicio en el Antonio Sánchez.

Mario Pérez Cañizares, director de dicho ingenio, indicó que ya produjeron cerca de 2 500 de las 4 000 toneladas previstas para la zafra chica. Ubicado entre los diez más integrales del país en la anterior campaña, aquí luchan a ultranza por revertir el ligero tiempo perdido al inicio de la molienda por problemas eléctricos y la falta de adiestramiento de jóvenes que recién incursionaban en la tarea.

Machado Ventura culminó su amplio recorrido por la provincia mediante la visita al central lajero Ciudad Caracas, cuyo director, Juan Nelson Méndez Martínez, aseguró que el 30 de diciembre honrarán las 3 000 toneladas, acordadas para la zafra chica. Destacó la reparación capital de la caldera 60, justo la misma que imposibilitó el cumplimiento del compromiso de este ingenio en la zafra anterior, con el consustancial perjuicio al territorio.

Cierre de cárcel de Guantánamo, central en agenda de Obama para 2015

Washington, 26 dic (PL) Mientras transcurren las jornadas navideñas, el eventual cierre de la cárcel en la base naval de Guantánamo, Cuba, se posiciona hoy como uno de los principales retos en la agenda del presidente estadounidense, Barack Obama.Ante la perspectiva de un Congreso opositor en ambas cámaras desde enero y tras el anuncio de acciones ejecutivas catalogadas como audaces en materia migratoria y de relaciones con Cuba, Obama dejó en el candelero -antes de viajar a Hawaii con su familia- la polémica en torno al centro de detención ubicado en territorio cubano ocupado contra la voluntad del gobierno de la isla.

El mandatario firmó la semana pasada la legislación que autoriza 585 mil millones de dólares para el Departamento de Defensa, pero envió un mensaje al Capitolio en el que señaló que la operación continua de la prisión de Guantánamo socava la seguridad nacional.

"Debemos cerrarla", sostuvo Obama, quien volvió sobre el tema en un "talk show" en CNN durante el cual dio fe de que hará todo lo posible para lograr ese objetivo.

El inquilino de la Casa Blanca ha cuestionado las restricciones al traslado de prisioneros a centros en suelo norteamericano y a su vez ha sido objeto de críticas por las transferencias de estos a sus naciones de origen.

Desde la perspectiva del gobernante, las disposiciones del Congreso en torno a este asunto podrían bajo ciertas circunstancias violar el principio constitucional de la separación de poderes.

Por ello, instó una vez más a los miembros de ambos partidos a trabajar para cerrar el tristemente célebre centro de internamiento (mantenido desde 2002), algo que considera un "imperativo nacional".

Esta semana se conoció la dimisión de Cliff Sloan, quien negociaba la clausura de dicha cárcel en la base naval de Guantánamo.

Según la prensa norteamericana, Sloan renunció como enviado especial del Gobierno para la transferencia de los reos ante la frustración por la demora del Pentágono en trasladarlos tras aprobarse sus salidas.

Fuentes cercanas al funcionario dijeron que solo unos pocos prisioneros habían sido liberados -cuatro fueron trasladados recientemente a Afganistán y otros fueron acogidos en Uruguay-, mientras que a otros se les retiene innecesariamente.

Desde noviembre último han sido trasladados 17 reos y la administración piensa reducir la cantidad de ellos en Guantánamo a menos de 100, a fin de presionar al Congreso para que revoque la ley que prohíbe su traspaso a Estados Unidos.

Policía de EEUU ha multiplicado actos xenófobos y racistas


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