"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

domingo, 24 de enero de 2016

Cuba: historia presente de la revolución


Cuba camina hacia su reconstitución. El proceso vivido en los últimos años al interior de la sociedad cubana, movido por la necesidad de que se hiciera una revisión integral de las estructuras económicas, políticas y sociales en la Isla, así lo confirma.

Si bien se mantiene el consenso de que el cambio es necesario en todos los ámbitos y niveles de la sociedad cubana, las preguntas de ¿qué hacer? y ¿cómo hacerlo? abren un campo de diferencias importantes. Este hecho implica que las valoraciones sobre el proceso de reformas en curso sean variadas, como variadas las posiciones frente a los mismos.

Visto así, sería necesario, más que describir el contexto con sus vicisitudes y satisfacciones, compartir como pregunta central ¿por qué tipo de sociedad estamos apostando? y ¿cómo puede concretarse esta en nuestra vida cotidiana? 

Las comprensiones y las acciones afines sobre esa sociedad por la que se apuesta son diversas. Existen al menos tres tendencias cuyos rasgos conviven y se disputan en Cuba hoy: 1) una sociedad tendiente a hacer más “eficiente” el socialismo estatista centralizado, en el que desde las estructuras centrales se diseñan y deciden las políticas a todos los niveles sociales, cuya modificación esencial es una mayor liberalización económica; 2) una sociedad tendiente a una redefinición socialista basada en el autogobierno y la autogestión territorial/comunitaria, donde las cubanas y los cubanos diseñemos, decidamos y controlemos, de manera cooperativa y solidaria, las políticas comunitarias, territoriales y nacionales; 3) un modelo social que tiende a la asimilación creciente y acrítica de relaciones sociales de producción capitalistas donde el consumismo, el individualismo y la mercantilización de nuestras relaciones sociales ganan terreno; donde se acrecientan las inequidades sociales, al tiempo que el pueblo se mantiene en la periferia de las decisiones políticas fundamentales.

Para medir el alcance dramático de este contexto parto de lo que ha sido la Revolución cubana, es decir, su historia, contenidos, tensiones y desafíos como hecho revolucionario y liberador.

1959 condensó en triunfo las luchas revolucionarias de la nación cubana, las que han contenido esencialmente la independencia nacional y la justicia social. Tales contenidos ganan especificidades en diversas épocas, destacándose la república de todos y para el bien de todos, la dignidad nacional en la dignidad popular, el antimperialismo, el internacionalismo y el anticapitalismo.

El triunfo de 1959 implicó la radicalidad política como práctica transformadora. Esta impactó las estructuras del capital al desmercantilizar los derechos humanos: educación y artes, salud, empleo, vivienda. Encausó además la distribución igualitaria de las riquezas, una de cuyas bases fue la solución del problema agrario. En su impulso radical, 1959 condicionó la politización de la sociedad, y más en concreto, la inclusión del sujeto popular diverso en la gestión política.

Aquella pretensión cubana surcó el conflicto geopolítico entre dos polos que marcó la época de su surgimiento: Estados Unidos, encabezaba la opción capitalista y la URSS encabezaba la opción por el socialismo. Al mismo tiempo este conflicto condicionó el curso del proyecto revolucionario cubano. De un lado, la política estadounidense de aislamiento, hostigamiento y desconexión de las relaciones comerciales que dominaban la economía y la política en Cuba. Del otro, la Unión Soviética abrió una nueva relación estratégica, encaminó el comercio cubano hacia nuevos actores, al tiempo que brindó respaldo militar para la defensa del naciente gobierno revolucionario.

Organizar la justicia social al tiempo que garantizar la independencia nacional fue un desafío dramático para Cuba en aquellas circunstancias. El proyecto revolucionario nacional enfrentó complejas tensiones, en las cuales asumió el derrotero socialista como condición de posibilidad para su realización.

La relación estratégica con la URSS consolidó, extendió y estructuró en Cuba una comprensión del socialismo que, al tiempo que garantizó niveles sin precedentes de igualdad social, dignidad personal y derechos humanos desde la inclusión social, así como la protección militar para la defensa de la independencia nacional, entrañó un orden político que contuvo la capacidad política creadora de la clase trabajadora en particular y de la ciudadanía en general. 

Este modelo socialista implicó la consagración del Estado como proveedor fundamental para el desarrollo material y político de la nación. La estatalización de la propiedad fue un rasgo determinante de esa consagración. En el centro de aquel diseño se sitúa el partido único, instrumento de la vanguardia revolucionaria que asumió el gobierno del proyecto socialista. La vanguardia, a través del partido y el Estado, concentró a todos los niveles el diseño, decisión y control de las políticas públicas. En este escenario se consolidó un sector burocrático derivado de la comprensión de vanguardia, erigida como mediadora entre los sectores populares y el proyecto de la revolución. 

Este modelo tendió a la administración de la Revolución por decreto, a la monopolización de la verdad y a la limitada posibilidad de crítica social y articulación de disensos sobre las políticas. Como resultado, se gobernó en nombre del pueblo y de los trabajadores/as, no desde ellos, lo que pone límites a la política en tanto acto social cotidiano. Los trabajadores/as se constituyeron en objeto de los beneficios sociales, pero no en sujetos para la conformación y control de estos.

La herencia ideológica soviética, base estructurante del diseño sociopolítico asumido por el proyecto revolucionario en Cuba, desatendió la especificidad y complejidad de los conflictos y acumulados históricos de la nación cubana. Reforzó la comprensión economicista del socialismo y el determinismo histórico que le es consustancial. El socialismo se asumió como meta de llegada y no como tránsito a una sociedad que desmontara todas las formas de dominación social de un grupo o clase sobre otros.

La compresión socialista que encarnó el proyecto de independencia y justicia social de la nación después de 1959 está en crisis. Frente a esta, asumir el proyecto cubano en sus condiciones de posibilidad implica dialogar con otras comprensiones del socialismo, presentes también en la tradición revolucionaria cubana. Implica insistir, con otras formas de organización social para la política, en la equidad, en la inclusión social, en la vida digna, en los derechos humanos fuera del ciclo mercantil, en las prácticas internacionalistas desde estos sentidos que ha validado durante décadas el aporte de Cuba a las luchas por la justicia.

Esto conlleva a concretar la independencia nacional y la justicia social también desde procesos más abarcadores de socialización del poder, la propiedad, el saber. Una comprensión que estructure el poder para el proyecto, al tiempo que potencie enfoques de las ciencias sociales que respondan a sus contenidos y potencie un cuerpo intelectual que le sea orgánico.

Tal redefinición pasa por la politización del ámbito público en general y del ámbito laboral en particular. Es decir, asumir la democracia de la vida cotidiana como camino y no reducida a meta. Pensar y ordenar la economía desde la justicia distributiva como mandato de los productores/as directos. Comprensión que enriquece las prácticas acumuladas de inclusión social como totalidad desde la articulación de las partes que la compone. 

Repensar el proyecto implica mirar otros faros de liberación que iluminan a Cuba desde lugares diversos y desde los mismos contenidos. Es decir, resignificar el contenido internacional de la independencia y la justicia es condición de posibilidad para su realización en la nación cubana.

Doctor en Ciencias Históricas por la Universidad de La Habana. Miembro del Equipo de Educación Popular del Centro Memorial Luther Martin King Jr. de Marianao, La Habana.Fuente:
www.sinpermiso.info

Guantánamo:Participe en campaña para que Obama cumpla su promesa



NORELYS MORALES AGUILERA – “Cuenta regresiva para cerrar Guantánamo” antes de que Barack Obama deje la presidencia en 2017, es una campaña que convoca a la gente a tomarse fotos con letreros pidiendo el cierre de la prisión en la base que ocupan los Estados Unidos en Cuba, entre otras iniciativas.

Los impulsores son un grupo de abogados, periodistas, militares jubilados y personas interesadas, que creen que Guantánamo socava los valores de Estados Unidos y perjudica a su seguridad nacional, y debe ser cerrado sin más demora, según indica el sitio web http://www.closeguantanamo.org

Tom Wilner y Andy Worthington (@GuantanamoAndy) han sido los principales impulsores de la iniciativa. Wilner, es abogado, y fue Consejero de Registro para los presos de Guantánamo en sus casos ante la Corte Suprema en 2004 y 2008. Mientras, Worthington es un reconocido periodista de investigación independiente, autor del libro “The Guantánamo Files”, y co-director (con Polly Nash) de la película documental “Fuera de la ley: Las historias de Guantánamo”.

En enero de 2012 fue emitida una declaración [Ver en Pdf] para lanzar la campaña y crearon el sitio web, respaldada por numerosas personas y las organizaciones. En esa fecha solo se reflejaban los cambios en el número de prisioneros y aquellos a quienes se concedía libertad, pero el cambio de la campaña pretende que el cierre de Guantánamo sea realizado por Obama, quien hizo la promesa hace durante su carrera a la Casa Blanca, hace siete años.

El famoso músico Roger Waters, uno de los fundadores, bajista, cantante y compositor de la emblemática banda de rock Pink Floyd, ha contribuido al lanzamiento de la campaña “Cuenta regresiva para cerrar Guantánamo”,

Al cumplirse una aniversario de la orden ejecutiva firmada por Obama, sin que se haya clausurado el tenebroso penal, Democracy Now! entrevistó a al músico, Waters y al promotor, Worthington, considerado una autoridad en los temas de Guantánamo. El video que sigue recoge esa entrevista, en inglés.

Nota: Si desea participar, debe enviar su foto al correo 

Maduro denuncia lobby mundial para desbancar la Revolución Bolivariana

Publicado el 1/24/16 • en el tema Venezuela 


Cuartel 4F, Caracas – El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que contra Venezuela y la Revolución Bolivariana continúa un Lobby mundial porque “quieren desbancar la Revolución Bolivariana como símbolo de la rebelión de los pueblos contra el Fondo Monetario Internacional (FMI). La batalla de Venezuela no son estos cuatros adecos burgueses de la Asamblea -hoy los ponen y mañana los quitan- el objetivo de ellos es apoderarse de Venezuela”.

La denuncia la hizo durante la instalación del Congreso de la Patria, realizado en el Cuartel 4F, localizado en la populosa parroquia del 23 de Enero de Caracas. Indicó que algunas empresas de comunicación se han prestado a este plan desestabilizador cuya pretensión es que la Patria del Libertador Simón Bolívar y del Comandante Supremo, Hugo Chávez, se arrodille ante el imperialismo. “Nos seguimos viendo en la batalla, señores burgueses de los medios televisivos”.

Sobre este señalamiento manifestó que al político español, Mariano Rajoy, “le queda grande la palabra Venezuela, en la boca de ese señor Rajoy. Debería irse para su casa, terco instrumento de las oligarquías financieras, de Europa, de la corrupción en España”.

Asimismo indicó que el presidente de Argentina, Mauricio Macri, ha realizado señalamientos injerencistas.

A los imperialistas, burgueses y apátridas, el jefe de Estado y de Gobierno les reiteró que la rebelión en Venezuela por ser Bolivariana siempre tendrá “una sola marca latinoamericana y caribeña: una rebelión de pueblo”.

Al respecto, dijo que llegó la hora para que los movimientos de izquierda y progresista revisen la estrategia de defensa integral de una Revolución en el siglo XXI.

MINCI / Maryuri Varela

Un socialista nunca podría salir elegido en Norteamérica: seis respuestas a los escépticos sobre Bernie Sanders

Robert B. Reich 

 

1. “Nunca derrotaría a Trump o a Cruz en unas elecciones generales”.

Falso. De acuerdo con los últimos sondeos, Bernie es el candidato demócrata más sólido para las elecciones, y derrotaría tanto a Donald Trump como a Ted Cruz en un hipotético enfrentamiento (las últimas medias de todos los sondeos de Real Clear Politics muestran que Bernie bate a Trump por un margen mayor que el de Hillary y que Bernie derrota a Cruz, mientras que Hillary perdería frente a Cruz).

2. “No podría llevar a la práctica ninguna de sus ideas porque el Congreso las rechazaría”.

Si ambas cámaras del Congreso siguen en manos republicanas, ningún demócrata será capaz de hacer aprobar mucha legislación en el Congreso, y tendrá que atenerse en vez de eso a decretos y reglamentaciones presidenciales. Pero hay mayores probabilidades de echar a los republicanos si se dispara la “revolución política” de Bernie, que traería consigo a millones de jóvenes y demás votantes, y de mantenerlos políticamente comprometidos.

3. “Norteamérica nunca elegiría a un socialista”.

Por-fa-vor. Los programas estatales de más éxito y aprecio son los de protección social: la Seguridad Social y Medicare. Una autovía es un gasto social compartido, como las fuerzas armadas, los parques públicos y las escuelas. El problema que hoy tenemos un exceso de socialismo para los ricos (rescates de Wall Street, subvenciones a Big Ag [los grandes intereses agrícolas] y Big Pharma [los de las grandes farmacéuticas], la monopolización por parte de las empresas de cable y las gigantescas aseguradoras y los paquetes salariales de los ejecutivos con descomunales deducciones fiscales), todo lo cual quiere concluir o impedir Bernie. 

4. “Su propuesta sanitaria de un único pagador sería tan cara que exigiría subirle los impuestos a la clase media”.

Este es un argumento engañoso. Los estudios demuestran que un sistema de pagador único saldría bastante más barato que nuestro actual sistema, que depende de aseguradores sanitarias con fines lucrativos, pues un sistema de un solo pagador no gastaría sumas tan ingentes en publicidad, marketing, salarios de ejecutivos y facturación. De modo que aunque el plan de un solo pagador de Sanders exigiera impuestos más elevados, los norteamericanos adelantarían mucho, pues se ahorrarían bastante más que eso en seguros sanitarios.

5. “Sus planes para financiar la educación universitaria con impuestos a las transacciones de Wall Street significaría que las universidades se regirían por leyes gubernamentales”.

Tonterías. Tres cuartas partes de los estudiantes universitarios de hoy asisten ya a universidades públicas, financiadas por los gobiernos de los distintos estados, y no se rigen por una reglamentación gubernamental [federal]. El verdadero problema es que hay demasiada gente joven que no puede permitirse una educación universitaria. La política tendente a una educación superior pública y gratuita que comenzó en los años 50 con la G.I. Bill [ley que favorecía que los veteranos de las fuerzas armadas pudieran cursar estudios al reintegrarse a la vida civil] llegó a un brusco final en los años 80. Tenemos que reiniciarlas.

6. “Es demasiado mayor”.

No es cierto. Está en plena forma. ¿Se han fijado en lo ágil y enérgico que aparece haciendo campaña por todo el país? Hoy en día, tener 70 es como tener 60 (es más joven que cuatro de los nueve jueces del Tribunal Supremo). En cualquier caso, la cuestión no es la edad, es tener los valores adecuados. FDR sufría de parálisis y JFK tenía tanto la enfermedad de Addison como la de Crohn, pero fueron grandes presidentes porque lucharon rotundamente por la justicia social y económica.

Robert B. Reich fue secretario de Trabajo de EEUU bajo la Administración Clinton. Es catedrático de Políticas Públicas en la Universidad de Berkeley. Autor de Aftershock’.Fuente:
Social Europe, 19 de enero de 2016Traducción:Lucas Antón

Cuba Pronóstico del Tiempo para el resto del día de Hoy.


Centro de Pronósticos del Tiempo, INSMET.

Fecha: 24 de enero de 2016. Hora: 3:00 a.m.

...Madrugada fría en occidente y centro y algunas lluvias en el extremo oriental... 

El día será algo frío en el occidente y centro con temperaturas máximas entre 20 y 23 grados Celsius, mientras que en la región oriental estarán entre 24 y 27 grados Celsius. En la noche las temperaturas estarán entre 18 y 21 grados Celsius, algo superiores en la región oriental.

Predominarán los nublados en el extremo oriental con algunos chubascos y lluvias. En el resto del país estará parcialmente nublado y nublado en ocasiones con aisladas lluvias. 

Los vientos serán de región norte entre 15 y 30 kilómetros por hora, superiores en zonas de la costa norte de oriente.

Habrá fuertes marejadas en el litoral norte occidental y central, disminuyendo a marejadas desde la tarde con peligro para las embarcaciones menores desde la tarde. En la región oriental habrá marejadas que disminuirán a oleaje en la tarde. En la costa sur se mantiene el oleaje.

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