"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

lunes, 7 de agosto de 2017

CUBA EN LA BATALLA CONTRA EL DENGUE, EL ZIKA Y OTRAS ENFERMEDADES

Por Pedro Martínez Pírez

La Habana será la sede desde este lunes hasta el 18 de agosto de la XV Edición del Curso Internacional de Dengue a la cual han confirmado su asistencia destacados profesores y médicos, virólogos, inmunólogos y administradores de salud de Cuba y otros países de varios continentes.

El Curso, que cuenta con el auspicio del Ministerio cubano de Salud, la Oficina Panamericana y la OrganizaciónMundial de la Salud, entre otras prestigiosas instituciones, facilitará el debate y la toma de decisiones sobre los aspectos más relevantes y actuales de varias enfermedades transmitidas por el mosquito aedes aegipti, en especial Dengue, Zika, Chikungunya y Fiebre Amarilla.

El evento se realiza en el contexto del ochenta aniversario de la creación del prestigioso Instituto cubano de Medicina Tropical “Pedro Kourí”, conocido por sus siglas IPK, un centro colaborador para el estudio del dengue y su vector de la Oficina Panamericana y la Organización Mundial de la Salud.

Además de prestigiosos investigadores cubanos, al Curso han confirmado su asistencia destacados profesores procedentes de Canadá, Estados Unidos, Irlanda, Bélgica, Singapur, Argentina, Japón, México, Puerto Rico, Alemania, Brasil, Colombia, Venezuela y Suiza, así como varios representantes de la Oficina Panamericana con sede en Washington y la Organización Mundial de la Salud, radicada en Ginebra.

La primera semana el Curso se desarrollará mediante mesas redondas, conferencias y simposios, y la segunda será mediante actividades en cinco grupos de prácticas, esto es clínica-patología; entomología-control del vector, epidemiología, participación comunitaria y virología-inmunología.

Cuba, donde la Salud es un derecho del pueblo, celebró hace treinta años el primer curso sobre las temáticas que ahora se debatirán en La Habana, pero con una complejidad, experiencia y resultados superiores.

Leonardo Padura: "Mi pertenencia con Cuba es intensísima"

Orgullosamente cubano, pero ciudadano del mundo, el escritor habla de música, literatura y de su amor por la isla


Leonardo Padura: "Mi pertenencia con Cuba es intensísima"


07 de Agosto del 2017 - 16:09 » Fotos: César Bueno. Diario Correo

Leonardo Padura confiesa estar negado para el baile como Mario Conde, policía desilusionado con su vida y con Cuba, personaje literario que aparece en sus novelas y que ya tiene vida propia. En Lima, invitado para participar de la 22 Feria Internacional del Libro, así como admite su poca destreza para moverse al ritmo de la música, confiesa una gran pasión por ella, que la refleja en "Los rostros de la salsa", que cumple 20 años de haberse publicado y donde asoma el periodista en entrevistas a grandes del género.

-"Los rostros de la salsa" derivaron finalmente para escribir el guión del documental "Yo soy, del son a la salsa", el primer intento de relacionar el género a la música cubana. 

En los setenta, cuando la salsa se convierte en un fenómeno reconocible a nivel latinoamericano, en Cuba había una política de desconocer su existencia y decir que era música cubana tocada de otra manera pero seguía siendo lo mismo, no hubo la visión de los que significó la salsa como un movimiento cultural de un carácter caribeño. Yo me intereso en este proceso integrador. La mayoría de músicos que participaron de ese movimiento salieron en las entrevistas de 'Los rostros de la salsa'.

-¿"Los rostros de la salsa" es un son o una salsa? 

Es salsa porque hay una mezcla de muchas cosas, yo soy una salsa también porque soy una mezcla y por eso soy un defensor del mestizaje. Creo que las culturas mestizas tienes una potencia tremenda.

-¿Mario Conde le ayudó a hacer sus investigaciones para los personajes del libro? 

Siempre me ayuda porque yo siempre lo ayudo a él, soy un escritor a quien mucho le gusta investigar, hice mucho periodismo de investigación para mis novelas, para mí es una parte de mi trabajo como escritor.

-Reafirma lo que se dice que los periodistas para dedicarse a la literatura deben dejar el periodismo... 

Hemingway lo dice muy claro, el periodismo puede ser una etapa, un aprendizaje muy importante en la vida de un escritor, pero este debe saber que si en un momento uno se quiere dedicar a la literatura tiene que dejar el periodismo porque este se puede convertir en una cárcel para el escritor por lo que conlleva de compromiso cotidiano. Yo recuerdo que en los años que hice periodismo con más intensidad entre 1983 y 1989 que trabajé en un periódico escribía largos reportajes, apenas escribí literatura porque cada vez que terminaba un reportaje ya debía estar pensando en el tema del próximo espacio. No tenía un espacio mental para la literatura.

-¿Y eso es básico para un escritor? 

Es vital, después luego he seguido haciendo periodismo pero con otra perspectiva, periodismo como más bien un escritor que opina sobre distintos aspectos de la realidad de la vida, de la cultura, no dependiendo del periodismo para vivir.

-Cuba siempre estará presente en su literatura como Vargas Llosa y el Perú 

Yo no soy otra cosa que un escritor cubano, mi tradición, mi pertenencia, mi conexión espiritual, cultural, familiar, geográfica de todo tipo con Cuba es intensísima. Es una de las razones por las cuales incluso en momentos muy difíciles de la vida cotidiana y de la economía cubana decidí permanecer en Cuba.

¿Cómo es su relación con Cuba? 

Como todo gran amor hay días en los que nos odiamos así como el mismo Vargas Llosa se preguntó en qué momento se había jodido el Perú ("Conversación en la catedral") yo también me lo pregunto. Con respecto a Cuba hay cosas que me molestan profundamente, te pongo un ejemplo de los muchos posibles, pero que tiene que ver con lo que hemos estado hablando la música. Ahora en Cuba lo que se escucha, se consume, es el reggaeton. Me parece lamentable que pueda haber ocurrido eso en el terreno cultural cubano, me provoca sentimientos bastantes agresivos yo que soy pacifico me dan ganas de matar a los que lo oyen o a los que lo hacen. En toda relación de amor se tiene momentos en lo que las cosas se ponen tensas.

-En ese momento agarra maletas y vuela.. 

Yo me voy a todas partes, vivo la mayor parte en Cuba y el resto donde me agarre la promoción de mis libros. Hace poco estuve en Francia, luego pasé a Madrid, de allí a Lima y me esperan Brasil, Ecuador y México, es parte del trabajo del escritor.

- ¿Y cuándo escribe? ¿Es disciplinado? 

Absolutamente. Escribo todas las mañanas y todos los días cuando estoy en Cuba, así un día me duela la columna y otro día me sienta medio disperso, mi obligación es sentarme a trabajar. Es la única manera de ser productivo entre tantos movimientos y viajes.

-¿Qué música escucha? 

Como los tiempos que dedico a escribir y leer son tan grandes escucho menos música de la que quiero, eso sí nunca reggaeton. Música clásica, salsa, bolero, rock todo me viene bien.

-Huye del estereotipo cubano 

Como a los de mi generación casi se nos prohibió el rock porque se nos decía que era la música del enemigo la reacción lógica fue rechazar la música cubana que no era interesante musicalmente en esas épocas 60, 70, tampoco teníamos acceso a la salsa de Nueva York y escuchábamos mucha música en inglés, Beatles, Rolling Stones, Chicago, Led Zepellin grupos maravillosos de esa época..

-Finalmente Los Rolling Stones tocaron en Cuba.. 

No estuve cuando ellos llegaron, pero si hubiera estado en La Habana no habría ido. Yo siempre seré fan de los Beatles.

Una nueva amenaza

Saturday, 05/08/2017 12:03 PM
Por Raquel Sierra en la sección

La presencia de los contenedores plásticos de color azul ha crecido por las esquinas de la ciudad. Aunque llegaron para sustituir a los muchos tanques rotos que ya no cumplían su función. Sucede que parecen nuevos, pero en realidad no pocos deben estar viejos y cansados o, de golpe, se contagiaron con alguna enfemedad que produce decaimiento. Qué otra explicación tendría el hecho de estar acostados en las esquinas, con toda la basura esperando a su alrededor. 

Algunos aluden que, en el caso de los azules, el peso de las tapas supera el del contenedor, lo que provoca se viren durante la manipulación. La otra razón, indica una tercera corriente, podría ser la proliferación de “buscadores de tesoros”, los conocidos buzos quienes los estarían volcando para facilitar su labor, sin tomarse el trabajo de volver a ponerlos en su lugar. 

Cuando el contenedor está volteado y lleno, y no es un caso hipotético, el camión de la basura le deja la tarea al de los escombros, y en ese juego del gato y el ratón la suciedad, la pestilencia y los vectores crecen al paso de los días.

Además del deprimente panorama, esta nueva amenaza multiplica los escombros en la calle, hace que se tupan las alcantarillas e impidan la circulación natural del agua de lluvia.

IMPUNIDAD

Como la basura, el tema apesta. A su alrededor se mueven muchos fenómenos. Hace unos días una vecina del municipio de Plaza de la revolución requirió al chofer de un Lada –no residente en las proximidades-, por venir a deshacerse en la esquina de sacos cargados de escombros. Ante el reclamo y la advertencia de ll-mar a la patrulla, el infractor ni se volvió, sencillamente terminó la operación, dio media vuelta y se escabulló. 

Todos hablan de lo limpia que, a diferencia de La Habana, están el resto de las ciudades de Cuba, pero casi nadie piensa en su contribución a la falta de higiene, desde la pequeña escala: una lata o papel tirados al viento, hasta la de vertir los desechos de un puesto de viandas en una esquina.

“He visto mucha gente botar sacos de escombros, rebuscar en la basura o dejar allí restos de matas de naranja agria, pero nunca me he tropezado con un inspector multando a alguien por nada de eso”, reclama una contadora del municipio del Cerro.

“No hay conocimiento de las regulaciones sobre la higiene, es hora de que las personas las conozcan y se actúe sobre esto. Hemos tenido suerte que no se hayan desatado epidemias”, considera Arnaldo, trabajador por cuenta propia.

Unas pegatinas de alerta en los contenedores con los puntos esenciales de las regulaciones relacionadas podría ser un paso: horarios para sacar la basura, infracciones y multas. Luego, un control, pero no algo de dos días, sino sostenido en el tiempo. Todo eso, por supuesto, lleva detrás un presupuesto, cuentas a lápiz de cada recurso y su utilización. Nos acercamos al aniversario 500 de la villa, es tiempo de ponernos en ello.
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