"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

miércoles, 11 de junio de 2014

Tientos sobre un acuerdo de cooperación UE-Cuba

Por Eduardo Perera Gómez[1]

De nuevo las cábalas sobre un acuerdo de cooperación entre la Unión Europea (UE) y Cuba, punto central de un debate que dura ya más de una generación y que tiene, dentro de la incertidumbre, escenarios más o menos igualmente probables de éxito que de fracaso. 

Lograr este acuerdo significaría la superación de una etapa que, salvo algunos momentos de los últimos 25 años en los que pareció concretarse un vínculo jurídico bilateral o multilateral entre la UE y Cuba —1996, 2000, 2003— ha sido un período de desencuentros más o menos relevantes, tanto sobre el fondo como sobre la forma. 

Una de las cuestiones de fondo, relevante, ha sido el tema de la Posición Común,[2] que desde diciembre de 1996 establece precondiciones políticas para cualquier avance en los vínculos de cooperación entre la UE y Cuba. No hay que llamarse a engaño: el debate sobre el posible acuerdo sigue girando en torno a la Posición Común: ¿Se mantiene o se suprime? ¿Se deroga formalmente después de alcanzado el acuerdo o fenece de causas naturales y obligadas? 

La UE ha decidido mantener la vigencia de este instrumento durante el período de negociaciones y el gobierno cubano ha decidido aceptar el reto. 

Que el gobierno cubano acepte negociar “en presencia” de la Posición Común —una postura no declarada pero tácita durante los últimos años, desde que en 2008 se levantaron efectivamente las sanciones de 2003 por parte de la UE y se restableció oficialmente la cooperación— es indicador de al menos dos cuestiones. 

Por una parte, de que a pesar de mantenerse vigente, la Posición Común es tan inefectiva e inoperante que hasta para Cuba ha dejado de tener la trascendencia de antaño, aunque por supuesto, no en su valor político. Como para el gobierno de la Isla el elemento político tiene una connotación privilegiada, el hecho de que la Posición Común sea cada vez menos invocada constituye un elemento favorable. Parece existir además una comprensión de que, en términos prácticos, no se trata solo de que la UE no va a eliminar la Posición Común porque la misma constituye su plataforma de mínimos consensuada, vulnerable por demás como lo ha demostrado a lo largo de su historia, sino porque no está en capacidad de hacerlo ni tiene los medios adecuados para ello. La Posición Común es una trampa que la UE se tendió a sí misma, o una trampa en la que los Estados miembros de la UE se dejaron aprisionar por el gobierno de José María Aznar (1996-2004) a contrapelo de sus respectivos intereses nacionales frente a Cuba, por supuesto muy variables si se toman caso a caso. 

Por otra parte, resulta también indicador de que la posición negociadora de Cuba es más flexible en dos sentidos: con respecto a su propia historia anterior y con respecto a la de la UE. Sobre lo primero, la eliminación de la Posición Común se mantuvo en el discurso político oficial cubano con entidad de punto no negociable desde su origen hasta que, sin perder sustancia, se subordinó al más inmediato de eliminar las sanciones o “medidas diplomáticas” de 2003. Después de 2008, la posibilidad de aceptar la negociación de un acuerdo en paralelo a la vigencia de la Posición Común pasó de lo posible a lo probable, y de ahí a lo real. 

¿Significa que Cuba acepta o está en disposición de aceptar la Posición Común? En lo absoluto. Los reclamos y el rechazo siguen siendo idénticos, entre otras razones porque la naturaleza de este documento ha permanecido inmutable; pero la posición negociadora ha cambiado, por las razones expuestas. Es ahí donde radica la flexibilidad de la postura cubana —de hecho podría decirse que es hasta políticamente más sólida— frente a su propia historia, aunque también frente a la postura de la UE, que no muestra especialmente síntomas de cambio.[3]

Ni la UE ni sus Estados miembros creen ya en que la Posición Común conserve algún tipo de alcance práctico. La mantienen como referente, salvaguarda o chivo expiatorio, e incluso porque no pueden quitarla, pero su valor real se ha deteriorado tanto, incluso como instrumento de presión, que solo una inercia festinada, el sostenido trasvase de responsabilidades del ámbito de las soberanías nacionales al de la soberanía multilateral y la necesaria “visibilidad” frente a una parte de la opinión pública hacen posible su vigencia. 

Siempre uno o dos pasos por detrás de sus Estados miembros, la decisión de la UE no puede separarse del hecho de que más de la mitad de ellos —con la excepción de Alemania, todos los importantes— han restablecido sus relaciones de cooperación con Cuba, interrumpidas unilateralmente por la Isla en 2003, a excepción de las existentes con Bélgica. 

Mantener la Posición Común si se llega a firmar un acuerdo resultaría altamente improbable, porque entrañaría para la UE una contradicción jurídica. Pero no hay dudas de que la Unión intentará trasponer su espíritu, cuando no su letra, en el texto de un eventual acuerdo futuro, por sencillo que el mismo pueda resultar en cuanto al alcance. 

La negociación del acuerdo será larga, incluso en su escenario más favorable. Esto era de suponer, pero en la práctica ya se ha dicho.[4] También parece que su ritmo estaría precondicionado.[5]


La negociación tampoco estará exenta de riesgos. Tiene adversarios que harán lo posible por llevarla al fracaso de una u otra forma, ya sea mediante prácticas manidas —un acto de provocación que busque generar reacciones cubanas alrededor de las cuales estructurar una plataforma mediática más o menos convincente, por ejemplo— o tal vez novedosas. Quizás abiertamente en la propia transacción diplomática, mediante propuestas a priori inaceptables, o en los procedimientos institucionales ulteriores. Es además muy vulnerable a la coyuntura, la que resulta demasiado imprevisible y multidimensional como para que pueda asignársele un valor concreto, aunque cierne su sombra sobre el proceso en su conjunto. 

Por otra parte, la negociación —de hecho, la relación misma— es particularmente sensible a la acción de actores externos, y en particular de la política estadounidense. Washington parece moverse actualmente frente a este tema en una cuerda un tanto “permisiva” de cara a la UE, lo que no constituye en modo alguno una garantía de su imparcialidad. 

Y por supuesto, están los propios términos de la negociación: la letra del acuerdo propuesto por la UE, la relación entre los elementos de encuentro y desencuentro y las flexibilidades o rigideces respectivas, así como los objetivos de cada parte. 

Este último aspecto merece una mención particular, justo porque es aquí donde las divergencias parecen ser más evidentes. Cuba busca la normalización de sus relaciones con la organización europea; no la busca a toda costa y a cualquier precio, pero para ella, lograrlo tiene un valor político que se superpone a cualquier otra consideración. La UE busca una transformación en Cuba o, dicho de otro modo, reforzar el proceso de cambios que tiene lugar en Cuba con vistas a lograr… los fines propuestos en la Posición Común.[6] En ella, este objetivo también se superpone a cualquier otra consideración. 

Aquí hay más de una paradoja. Si se concreta el acuerdo, Cuba gana políticamente, a la vez que obtiene un beneficio económico, aunque sus términos solo sean los de institucionalizar en el largo plazo lo que existe en la materia en el momento actual. La UE también ganaría políticamente pero nada garantiza que en la medida de los objetivos que se propone lograr. De hecho, la ineficacia demostrada de la Posición Común se intenta salvar con un acuerdo bilateral de diálogo político y cooperación que perseguirá los mismos objetivos de aquella y puede de este modo convertirse en igualmente ineficaz. 

Tenemos aquí, por tanto, la negociación de un instrumento bilateral de diálogo político y cooperación[7] en el que para una de las partes lo fundamental es el instrumento mismo y, como valor colateral, la cooperación que de él se derive, y para la otra lo fundamental es el diálogo político —no debe desdeñarse el orden de los factores en el nombre del acuerdo propuesto; la simbología es muy importante en este terreno— y la utilización de la cooperación en función de unos objetivos concretos de influencia sobre la realidad de la contraparte. El propio comunicado de prensa del Consejo lo reconoce en el sentido de que 

Un Acuerdo bilateral fortalecería la relación UE-Cuba y aportaría un marco sólido para un diálogo constructivo y una mejora de la cooperación. Contribuirá a fomentar eficazmente los intereses y valores de la UE en Cuba y a garantizar la continuidad en los objetivos políticos de la UE, en particular el apoyo a las reformas y al proceso de modernización en curso, la promoción de los derechos humanos y de las libertades fundamentales así como el refuerzo de la cooperación para el desarrollo.[8]

Encontrar el terreno propicio en el que estas dos visiones puedan confluir es de por sí una tarea difícil. No obstante, la primera ronda de negociaciones ya ha tenido lugar en La Habana, al parecer con resultados positivos, lo que puede ser un punto a favor del optimismo. 

En otro orden de cosas, la UE va a experimentar cambios institucionales este año. Cambiarán todos sus principales cargos políticos: el Presidente del Consejo, la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad, el Presidente de la Comisión Europea, el Presidente del Parlamento Europeo. 

La Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad en particular ha estado vinculada muy directamente al proceso que ha desembocado en el mandato de negociación del Consejo a la Comisión. La Comisión también ha estado directamente vinculada al tema por cuanto la Alta Representante es una de sus vicepresidentas y el Servicio Europeo de Acción Exterior que ella dirige, especie de cuerpo diplomático de la UE, se nutre también de la Comisión. 

El perfil político del nuevo liderazgo comunitario no está claramente definido aún. Depende mucho de las posiciones e intereses de los Estados miembros y de los balances internos del Parlamento Europeo que resulte electo en mayo. Pero en cualquier caso no será un liderazgo necesariamente comprometido con las decisiones adoptadas en torno a la negociación con Cuba. Dicho de otro modo: deberá ejecutar las decisiones tomadas al respecto pero no tendrá ningún compromiso de otro orden con el hecho de haber sido parte de la gestión de las mismas. Incluso la obligación de ejecutar las decisiones puede ser puesta en entredicho. De esto existen antecedentes: en 1996 la Comisión Europea se declaró incapaz de ejecutar el mandato de negociación de un acuerdo de cooperación con Cuba aprobado por el Consejo; en 2003 suspendió sine die el examen de la solicitud cubana para su adhesión al Convenio de Cotonú. 

El eventual acuerdo entre la UE y Cuba deberá además superar el escollo en el que puede erigirse el nuevo Parlamento Europeo que resulte electo, donde no es previsible un balance de poderes muy diferente al actual entre los diversos grupos políticos, aunque tanto en el caso del Parlamento Europeo como en el del resto de las instituciones es poco acertado hacer equivalencias directas entre el color político de los actores implicados y su predisposición favorable a la firma de un acuerdo con Cuba. 

Otro tema es que la negociación per se no es garantía de la firma del acuerdo. Esta es la primera negociación para un instrumento bilateral que se abrirá entre Cuba y la UE. Nunca antes hubo otra, porque la que debió tener lugar en 1996 quedó solo en las intenciones y truncada cuando solo habían tenido lugar algunos contactos exploratorios. 

La propuesta de acuerdo no incluye el comercio, un elemento llamativo a pesar de que la UE es uno de los principales socios comerciales de Cuba y de que varios de sus Estados miembros están entre las contrapartes más destacadas de la Isla en esta esfera a escala global. En realidad, este no ha sido nunca un terreno en el que la disputa bilateral se haya hecho sentir, salvo en cuestiones puntuales; los temas de esta parte de la agenda han sido históricamente de tipo multilateral, referidos a disposiciones comunitarias que afectan el comercio exterior de Cuba como parte de un grupo más o menos numeroso de países y que, por lo tanto, tienen su ámbito de referencia localizado en otro marco institucional y en otro tipo de acuerdos. Esto no descarta posibles variantes de cooperación en materia comercial, aunque ellas son, en definitiva, cooperación y no comercio propiamente dicho. 

Son los menos, pero hay quienes se preocupan ya por vaticinar qué calado podrían llegar a alcanzar las relaciones entre la UE y Cuba. Por el momento, lo más juicioso e interesante parece ser el saber si podrá firmarse o no el acuerdo propuesto, algo que la azarosa historia de los vínculos UE-Cuba parece tender a cuestionar. Sería indiscutiblemente un punto a favor de la política exterior cubana que no muchos estarían dispuestos a aceptar. Sería también un logro de la precaria y poco convincente política exterior de la UE —que no europea— a la par que la superación de uno de sus múltiples desatinos. 




Notas 

[1] Profesor de la Facultad de Filosofía, Historia y Sociología, Universidad de La Habana. 

[2] Consejo de Ministros de la UE, “Posición Común de 2 de diciembre de 1996, definida por el Consejo en virtud del Artículo J.2 del Tratado de la Unión Europea, sobre Cuba”, 96/697/PESC, Diario Oficial, n. I, 322, 12 de diciembre de 1996. 

[3] “Esta decisión no constituye un cambio político respecto al pasado”. Declaraciones de la Alta Representante y Vicepresidenta Catherine Ashton. En “El Consejo adopta directrices de negociación para un diálogo político bilateral y un Acuerdo de Cooperación con Cuba“, 6291/14, (OR. en), PRESSE 60, Bruselas, 10 de febrero de 2014, en www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_Data/docs/pressdata/en/ec/140948.pdf , consultado el 11 de febrero de 2014. 


[4] Declaraciones del Director general para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior, Christian Leffler. En: http://noticias.lainformacion.com/politica/relaciones-internacionales/la-ue-anticipa-resultados-mas-lentos-en-las-negociaciones-con-cuba-para-un-nuevo-acuerdo_Z6xx7YxD7vyAAvMHop6UB7/ , consultado el 21 de marzo de 2014. 


[5] “Espero también que Cuba haga lo necesario por su parte, especialmente en materia de derechos humanos. El ritmo de nuestras negociaciones será reflejo de esta actuación”. Ibid. Este tipo de declaraciones habría generado con toda probabilidad, en oportunidades anteriores, una reacción pública airada por parte de las autoridades cubanas. Que no sea así es también muestra de una posición más pragmática. 

[6] “Del mismo modo que queremos apoyar la reforma y la modernización en Cuba, hemos planteado de manera coherente nuestras preocupaciones en materia de derechos humanos que seguirán siendo centrales en esta relación”, en www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_Data/docs/pressdata/en/ec/140948.pdf.


[7] El acuerdo del Consejo de la UE hace referencia a “directrices de negociación para un diálogo político bilateral y un Acuerdo de Cooperación con Cuba” (Ver www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_Data/docs/pressdata/en/ec/140948.pdf). La declaración oficial de Cuba se refiere a “un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación entre la Unión Europea y sus Estados miembros, de una parte, y la República de Cuba, de otra”. Ver “Declaración del viceministro de Relaciones Exteriores de la República de Cuba, Rogelio Sierra Díaz, ante la decisión del Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea del Lunes 10 de febrero”, en www.cubaminrex.cu/es/declaracion-del-viceministro-de-relaciones-exteriores-de-la-republica-de-cuba-rogelio-sierra-diaz, consultado el 11 de febrero de 2014. 



Sobre la propiedad privada y los salarios en Cuba

Por Diosdado Rodas

El artículo “Más sobre cultura de la propiedad privada (y más)” publicado por el sitio digital Rebelión (el más importante de la izquierda en lengua castellana en la red) el pasado 7 de junio de 2014 (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=185698&titular=m%E1s-sobre-cultura-de-la-propiedad-privada-(y-m%E1s)-) aborda varias aristas; le daré la opinión que compartimos muchos sobre las transformaciones que acontecen en Cuba, concretamente sobre los salarios de sus trabajadores, y que tiene que ver con esa búsqueda del modelo que sustituya al sistema actual que impera en el mundo: el capitalismo. 

Comencemos diciendo que el mundo de hoy como dice el compañero Luis Toledo Sande no sigue siendo exactamente como la Europa de 1848, es peor, “salvo en la técnica estamos en la barbarie”(1). Aunque no es éste el lugar para desarrollar esta tesis permítaseme decir como mínimo, que no es modo alguno obvio que haya más libertad, igualdad y fraternidad en el mundo actual que hace mil años. ¿Está el trabajador industrial en unas condiciones mejores que en 1848? Sí, pero lo que ocurre es que el trabajador industrial sigue constituyendo una parte relativamente pequeña de la población mundial. La abrumadora mayoría de los trabajadores mundiales que viven en zonas rurales u oscilan entre éstas y los suburbios de las ciudades (en algunos lugares de América latina asumen el nombre de favelas, villas miseria etc.), están en peores condiciones que sus antepasados, no de 1848, sino de hace 500 años. 

Quizá el compañero Toledo Sande no entendió nuestro comentario alrededor del tema salario en Cuba vertido en su Blog (http://luistoledosande.wordpress.com/2014/03/13/cultura-de-la-propiedad-privada-o-cuidado-con-ese-culto/). Jamás quisimos convencer al pueblo cubano en la idea de que “no debe aspirar a que le suban los sueldos” como afirma Toledo Sande. ¡Faltaría más”. Sólo sería bueno que reflexione en esta pregunta: ¿De dónde saldría el dinero para pagar dichos aumentos de salario? Puede que usted no esté de acuerdo en que el mundo de hoy sin excepción geográfica (en un proceso que vine desde hace 400-500 años y que tuvo su génesis en Europa) es un sistema mundial dominado por una economía que es capitalista. 

Lo que si estoy seguro y de lo cual no debe tener lugar a dudas es, que los procesos económicos que discurren en el mundo actualmente (aunque no quisiera convencerlo que es algo que discurre desde hace varias centurias) es que la riqueza de lo que se produce no se mide en cosas materiales (alimentos, calzados, etc) ¡triste verdad!, sino en valores, cuya creación está desigualmente distribuida, atendiendo a que los lugares de producción se encuentran en las zonas centrales (con actividades más monopolizadas) y productoras por ello de más valor, o en las zonas periféricas (menos monopolizadas) por tanto objeto de más competencia y por consiguiente generadoras de menos valor. 

Desde que las Antillas (lugar donde se ubica Cuba) fueron incorporadas a esas economía allá por el siglo XV-XVI, lo han hecho formando parte del área periférica de esas economía-mundo capitalista, y eso no ha cambiado hasta hoy. ¿Cambiará en el futuro?, ¿la producción de valor y el cambio de un área a otra depende en gran medida (no digo que algo, pero ello es insignificante) de las políticas nacionales aplicadas? Puedo decirle casi absolutamente que no.(2) 

Por eso no es lo que Toledo Sande piensa, que nos “alegremos” de que los cubanos no vean significativamente mejorar sus ingresos, que “desconcertemos” a la mayoría de sus sectores trabajadores que el progresivo aumento de su nivel de ingresos es pura ilusión, de que miremos y valoremos a los trabajadores cubanos por encima del hombro; en otras palabras, que aparezcamos como “chulos” pedantes “teoricistas” (como nos dice), porque con nuestro análisis trunquemos la esperanza hacia consecución, y por ello reivindicación, de salarios más elevados para sus ciudadanos. Pero la realidad es terca, en este sistema, sin salir de él, y con las producciones con que Cuba se inserta en la única y por el momento insustituible división internacional del trabajo (capitalista), crearle a su clase obrera la expectativa de que verán acrecentado el excedente de valor que se apropian “es seguir aferrado al componente geopolítico fundamental al que se abrazó la economía capitalista mundial desde el siglo XIX, para contentar a los productores de la riqueza, mientras llegara la promesa (no factible para todos) de ampliarles las tarta que recibían: crearles esperanza. Y las expectativas sobre ingresos, calidad material de vida, salarios, etc, de la población cubana es, considerándolo relativamente, de niveles tan extraordinariamente altos, que la generación actual de valor de sus empresas no pueden permitirse el lujo de cubrirlo; y esto no es un hecho sólo cubano, es mundial, es pudiéramos decir la situación crucial (de extrema gravedad por añadidura) que enfrenta el sistema-mundo capitalista actualmente, ante la imposibilidad creciente para satisfacer tales exigencias, sin poner en peligro la incesante acumulación de capital, que es la esencia y razón de ser del mismo”.(3) 

Otra cuestión que se aborda en el artículo de Toledo Sande es el hecho de que “ciertas formas de propiedad privada les propicia empleo a quienes podrían perderlo debido a la racionalización de la fuerza de trabajo en áreas de administración estatal”; aunque no debemos echarlas todas en el mismo saco, como acertadamente ha dicho Santiago Alba Rico, no es lo mismo el mercado tradicional, ambulante en las aldeas que el mercado capitalista (4), con relación al cual sí debemos desterrar algunos conceptos, no solo porque contradice los principales postulados de Marx al abordar el proceso de acumulación capitalista, sino por lo negativo que resulta en estos tiempos de elección, de qué o cuáles sistemas sustituirán al sistema actual, que ya hemos dicho que sin la excepción de un solo rincón del planeta es capitalista. 

Lo primero es decir que no son los capitalistas privados los que dan empleo, no son ellos los que crean la riqueza, sin la cual es imposible el aumento siguiente de la producción, y la contratación por ello de nuevos trabajadores, provengan de donde provengan. Cuando una empresa capitalista contrata más obreros es porque sus trabajadores han creado tal excedente con su trabajo, que hace posible la reinversión de parte del mismo, para comprar más materias primas, útiles de trabajo y trabajadores mismos; y cuando éste excedente producido (como ocurre en épocas de crisis económicas) se reduce, el “caritativo” y “humano” capitalista (que según Toledo Sande en las condiciones cubanas actuales propicia empleo en sus predios privados a sus ciudadanos) expulsa a la calle (sin importarle su destino o situación personal y familiar) a todos aquellos que perturban la obtención y maximización de beneficios siempre crecientes, sin lo cual, como ley de hierro sistémica se arruina y deja de ser capitalista. 

Finalmente decirle al compañero Toledo Sande que el dilema de Cuba hoy es el dilema del mundo entero: o el sistema satisface las reivindicaciones (justas además) de más ingresos y servicios (médicos y educativos entre ellos, pero no solo) de sus capas trabajadoras y población en general, o lo sigue destinando a la acumulación de capital, que debe ser continua, creciente e incesante. Y la tirantez de esa lucha la vemos hoy en todas partes: huelgas en China (país que no se si usted y los cubanos de a pie aún consideran socialista, y su partido dirigente comunista); en Brasil, donde el pueblo (contrario a lo que pudiera usted esperar, después de de más de 11 años de gobierno de “izquierda” de Lula y Rousseff, (¡sic con comillas!, y muy merecidas las comillas por cierto) en vez de Mundial de Fútbol pide casas, trabajo y servicios sociales (5). En resumen es el dilema que se resolverá en los próximos 20-40 años, periodo tal vez corto en términos históricos, pero que será infernal, y que en su resolución nunca dudaremos que esté al lado de los que no tienen sino sus escuálidos brazos con que trabajar. 

Notas. 

1. José Luis Sampedro “Discurso de investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Sevilla” abril de 2009. Disponible en http://m.publico.es/220755

2. “El desarrollo nacional, no obstante, en esencia es un concepto ilusorio dentro del marco de una economía capitalista mundial. Nunca se alcanzará, ni siquiera de manera parcial, en la mayoría de los países” (“Marx, Marxismo-leninismo y experiencias socialistas en el sistema mundial moderno”. Capítulo 6 del libro “Geocultura y Geopolítica. Ensayos sobre el moderno sistema mundial” de Immanuel Wallerstein. Pág. 137. Editorial Kairós. Barcelona.2007). 

“es inútil analizar los procesos de desarrollo social de nuestras múltiples "sociedades" (nacionales) como si fuesen estructuras autónomas, de evolución interna, pues fueron y son de hecho en primer lugar estructuras creadas por procesos de escala mundial y moldeadas como reacción a ellos”. (“¿Desarrollo de la sociedad o desarrollo del sistema-mundo?”. Capítulo 5 del libro “Impensar las ciencias sociales. Límites de los paradigmas decimonónicos”. Editorial Siglo XXI. Segunda Edición en español 1999. Pág. 85.) 

3. Crespo, Rodolfo. “Las reformas económicas en Cuba, los intelectuales contestatarios y la cuadratura del círculo”. Rebelión 24 de abril 2014. Disponible en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=183762&titular=las-reformas-econ%F3micas-en-cuba-los-intelectuales-contestatarios-y-la-cuad

4. “El mercado tradicional, el mercado ambulante de las aldeas, donde los pequeños se intercambiaban y se intercambian sus cosas pequeñas, no sólo no colinda, ni siquiera de forma embrionaria, con lo que llamamos “mercado capitalista” sino que lo contradice íntimamente. Lo malo del “mercado capitalista” es que no hay en él nada de lo que pretende: intercambio entre iguales, información cuerpo a cuerpo, manifestación de la demanda, negociación en el espacio. Todo eso estaba presente, en cambio, en las plazas antiguas…”. Foro Social Mundial de Túnez. “Vendedores de causas perdidas”. Santiago Alba Rico. Disponible en: http://www.cuartopoder.es/tribuna/vendedores-de-causas-perdidas/4249 



5. Sobre las protestas en China “China: La mayor huelga, para ‘celebrar’ el 1° de mayo” Revista Sin Permiso 26/3/2014 disponible en www.sinpermiso.info/articulos/ficheros/udrychina.pdf , y “Huelga en industria de China; Nike, Adidas y Reebok, entre los clientes” disponible en http://www.jornada.unam.mx/2014/04/18/economia/041n2eco , y en Brasil “Protestas antimundial en Brasil alcanzan a la verdeamarela” disponible en http://www.jornada.unam.mx/2014/05/27/deportes/a13n1dep donde a la salida del hotel donde se aloja la selección brasileña al mundial los manifestantes, que inmovilizaron el autobús que los transportaría a un entrenamiento durante media hora, coreaban “No me interesa la Copa! ¡Quiero más dinero para la salud y la educación!”, a las cuales la burguesía brasileña, cuyo poder ni Lula ni Dilma han afectado, al contrario han representado, respondió una de sus más destacadas integrantes, Joana Havelange, nieta del todopoderoso expresidente de la FIFA, Joâo Havelange , e hija del expresidente de la no menos poderosa Confederación Brasileña de Fútbol, con el cinismo y desvergüenza que caracteriza a los dueños del sistema capitalista: para que protestáis si todo “lo que había que robar ya fue robado” (“Lo que había que robar, ya está robado” en http://deportes.elpais.com/deportes/2014/05/28/actualidad/1401231635_403645.html )

Emite nota informativa el Ministerio del Interior ( 4 cadaveres encontrados)

La Habana,- El Ministerio del Interior emitió la siguiente nota informativa: En horas de la tarde de este martes 10 de junio fueron hallados los cadáveres de cuatro personas ultimadas de forma violenta en la finca Niña Bonita, del poblado Playa Baracoa, municipio Bauta, provincia de Artemisa. De acuerdo con los resultados preliminares del proceso investigativo que desarrolla un equipo multidisciplinario, el crimen está asociado a un presunto plan de salida ilegal del país con apoyo del exterior. Hasta el momento han sido detenidos seis involucrados en los hechos. Se continuará informando. Ministerio del Interior Miércoles 11 de junio de 2014. (Agencia Cubana de Noticias)

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MONARQUIAS EN EL TERCER MUNDO*


Por Jorge Gómez Barata

La existencia de monarquías o repúblicas no es sinónimo de desarrollo o subdesarrollo; tampoco de eficiencia del modelo político ni de justicia social. En el mundo existen 44 países regidos por casas reales aunque solo hay unos 20 reyes y reinas. Los monarcas de Inglaterra y Holanda son soberanas de unos 25 países y territorios de ultramar que fueron antiguas colonias.

De los países gobernados por monarquías unos 30 pertenecen al Tercer Mundo, todos son miembros de la ONU, algunos militan en el Movimiento de Países No Alineados y en el Grupo de los 77 y, circunstancialmente han asumido posiciones de izquierda; un monarca es (erróneamente) llamado el “Emir Rojo”. De los reinos tercermundistas: 15 están en Asia, tres en África y dos en Oceanía.

Para colmo de paradojas en las Cumbres iberoamericanas, una reunión de republicanos, el rey de España es una especie de estrella que en su momento se permitió el atrevimiento de mandar a callar al presidente Hugo Chávez.

Algunos territorios con diferente status político, no necesariamente colonias, por razones históricas tienen como jefes de estado o soberanos a monarcas extranjeros. Australia y Canadá son súbditos británicos sin ser colonias. En igual situación se encuentran, entre otros, Barbados y Jamaica.

Algunas monarquías tercermundistas son de las llamadas absolutas, es decir, encabezan sistemas de gobierno en los cuales los reyes ejercen un poder absoluto que no deja espacios a ejercicios democráticos y con frecuencia conducen al establecimiento de verdaderas tiranías. Este tipo de modelo político prevalece en Arabia Saudita, Brunei, Omán y Suazilandia. En algunos de ellos se ligan a la sharia musulmana lo cual acentúa el perfil totalitario.

Hasta la Revolución Francesa, en Europa a los monarcas se otorgaba alguna condición divina, cosa hoy totalmente abandonada que, sin embargo sobrevive en algunos países del Tercer Mundo, por ejemplo en Arabia Saudita y Marruecos los monarcas son presentados como descendientes de Mahona que, dicho sea de paso no es una divinidad sino un personaje histórico.

Los reyes y reinas habitan en palacios y para funcionar son asistidos por las “cortes” cuyos integrantes suelen ser llamados “cortesanos”. Las cortes están formadas por nobles y plebeyos: ministros, secretarios, amas de llaves, institutrices y preceptores. En el Oriente se incluyen los harenes. Entre los cargos de las cortes hay algunos tan exóticos como los de: bufón, “palafrenero del rey” y chamberlain copero”. En el antiguo Egipto llegó a existir el “trepanador real” y en algunos reinos existió el “mamporrero” del rey.

Junto a las cortes existe la familia real y la realeza. La primera está integrada por los parientes del rey o la reina, mientras que la segunda la forman quienes ostentan algún título nobiliario obtenido por derecho de sangre, dádiva o por méritos de servicio, también por matrimonio o herencia. En Arabia Saudita de la familia forman parte unos 15 000 príncipes y 5000 princesas.

En América Latina, en el siglo XIX, además del independentismo predominaron otras dos corrientes políticas: el realismo y el anexionismo. El independentismo estuvo ligado al liberalismo y al nacionalismo, el realismo al legado monárquico de España y Portugal y el anexionismo a la admiración por el sistema político de los Estados Unidos.

Aunque el independentismo y el republicanismo prevalecieron abrumadoramente, en tres países de América Latina: Brasil, Haití y México, con posterioridad a la independencia, se instauraron dignidades monárquicas; ellas fueron los emperadores: Pedro I en Brasil, Jean Jacques, Dessalines y Henri Cristopher en Haití y Agustín Iturbe y Maximiliano de Habsburgo en México.

En realidad, la forma de gobierno que cada país adopte es irrelevante es si en el modo de operar del sistema político se práctica o no la democracia y su alcance, el grado en que se respetan las libertades, se satisfacen las expectativas de todos los sectores de la población, se abre paso al progreso y se hace a la gente más feliz.

Los principios son obligados, lo demás es electivo. Allá nos vemos.

*Se refiere a Estados o a entidades que funcionan como tales, por ejemplo el “Principado de Mónaco” y no aluden a sultanatos, kanatos ni a jerarquías tribales.

Bailarines en Miami: Crónica de una deserción anunciada



Nápoles, de la TV de Miami, con los balarines cubanos

Parafraseando un título del maestro Gabriel García Márquez, hoy quiero hablarles de un tema, basándome para ello en mi experiencia personal. Sirve mucho para este trabajo el haber sido durante años reportero de noticias en canales de televisión en el terreno, en la calle. Uno aprende que una redacción, ya sea de radio o de televisión, pero sobre todo de televisión porque es de todos los medios el más caro, no envía de viaje a un equipo por casualidad, a ver si sucede algo en determinado lugar.

No lo hace porque hay que realizar gastos en producción, pagar tiros de satélite, camarógrafos, productores, periodistas, etc. No se arriesga esta inversión si no se está seguro de que algo va a suceder.

Usted no envía, por ejemplo, un equipo a Tampa o Sarasota y les dice que se planten allí a ver si pasa algo. Eso no sucede en ninguna televisión del mundo.

Por eso creo que es muy sospechoso que el Canal 41 América Tevé de Miami, de Omar Romay, haya enviado a Puerto Rico, a San Juan, al periodista y ya activista anticastrista Rolando Nápoles, junto con un equipo completo de televisión, y que “casualmente” el día en que ellos estaban allí se produzca la deserción de ocho bailarines del Ballet Nacional de Cuba.

Es también muy sospechoso que precisamente Nápoles aparezca allí cubriendo todo eso. Y es muy significativo que aún sin permiso de trabajo, lo que estipula las leyes federales de Estados Unidos para todos sus estados, estas personas ya hayan sido contratadas para trabajar en Miami, este propio fin de semana, por la mini “compañía” de Pedro Pablo Peña. Un individuo que se dedica a piratear el talento del Ballet Nacional de Cuba, traerlo a Miami y ofrecerle una vida bastante magra.

Peña suele aparejar esta acción con un discurso público políticamente estridente y anti cubano, pero sobre todo cargado de una gran envidia (no puedo usar otra palabra) a Alicia Alonso. En algunas ocasiones le he escuchado el deseo de imitarla.

Hoy en día, en que cualquier bailarín puede obtener un contrato, si tiene talento para que se lo ofrezcan, y con ese contrato trabajar en el exterior y regresar a Cuba, es muy difícil justificar esta deserción con un motivo político. A no ser que se trate de bailarines cubanos que llegan a Estados Unidos, específicamente a Miami.

Es muy sospechoso además, como dijo el copresentador de nuestro programa la Tarde se Mueve Eddie Levy, que en los anuncios de dicho canal se proclame que ellos eran la única estación que tenía contacto con estos bailarines; como si hubiera algún trato de exclusividad por el medio. Parece como si existieran contactos desde antes que estos bailarines decidieran dejar en Ballet Nacional de Cuba.

Algunos bailarines han declarado tanto a dicho reportero Nápoles y programas de ese mismo Canal 41, que no le habían dicho a nadie sus planes de desertar, otros que tomaron la decisión en el último minuto. Bueno, si eso es así, cómo es que ese canal de televisión de Miami sabía que se iban a producir las deserciones.

La cobertura que ha hecho la televisión es digna de los peores reportajes de la Guerra Fría. Un artículo publicado ayer 10 de junio en El Nuevo Herald titulado “Un noveno bailarín cubano desertó a EEUU tras burlar los controles” afirma que uno de los bailarines llegó sin orientación al aeropuerto de Miami y se quedó en casa de una persona que conoció allí mismo, también de casualidad. Y que ni siquiera avisó a su madre en Matanzas que se iba del país porque temía que los teléfonos estuvieran ocupados. Pura película de agentes especiales en fuga.

No es la primera vez que sucede que la prensa de Miami se adelanta y anuncia deserciones antes que estas se produzcan.

El 24 de septiembre del 2013 un medio de Miami anunció que el lanzador Raciel Iglesias había abandonado Cuba por la Isla de la Juventud, donde residía. Y el día 26 se informó que Iglesias había sido detenido por tropas de guarda fronteras cubanas pues su salda ilegal se había frustrado. Las tropas cubanas encontraron a esta persona escondida en los mangles de la costa.

La propia prensa de Miami alertó que esa fuga se produciría. Lo que muestra que por alguna vía obtuvieron la información. Pudiera ser incluso que traficantes o leguleyos vinculados a este negocio de tráfico humano filtren información a los medios. Porque todo esto parece preparado, nada espontáneo.

La prensa de Miami, que se ha ido tras las “revelaciones” del Canal 41, no ha prestado atención a lo fundamental, al hecho artístico. El Ballet Nacional de Cuba fue ovacionado en Puerto Rico. Su directora Alicia Alonso, cuyo aporte al arte universal es indiscutible, fue homenajeada por las autoridades de ese país. En especial porel Secretario de Estado de Puerto Rico David Bernier. Esas deserciones ocuparon un segundo plano en la isla boricua, porque el Ballet Nacional de Cuba es una institución con cantera, escuelas y profunda huella.

El periódico puertorriqueño El Nuevo Día, en valoraciones citadas hoy por el periódico Granma, dice con elocuencia: “El Ballet Nacional de Cu­ba logró hipnotizar al pú­blico que llenó la sala y que aún después de terminada la función continuaba bajo el embrujo de la mundialmente famosa institución d­i­­rigida por la prima ballerina assoluta Alicia Alonso”.Esa es la noticia real, eso es lo que permanece en el tiempo. (http://www.granma.cu/cultura/2014-06-10/virtud-danzaria-encanto-a-puerto-rico)

La presentación anoche de los bailarines en el programa El Espejo, que conduce Juan Manuel Cao en dicho canal, fue penosa y espantosa. Los jóvenes dejaron claro que les interesaba intentar bailar en roles más importantes y que abrirse paso en el Ballet cubano era muy difícil. Es lógico, hay mucha competencia en Cuba porque hay mucho talento.

Durante toda la presentación los bailarines estuvieron escoltados por el susodicho Pedro Pablo Peña, quien es ahora su nuevo “director”; y también por el interrogador Juan Manuel Cao, quien constantemente estuvo tratando de sacar alguna declaración política a los invitados sin lograrlo.

Una de las bailarinas, por cierto, agradeció la ayuda que habían tenido en Puerto Rico para la deserción por William Carmona. Un hecho que confirma las sospechas que les decía. Carmona es un pintor imitativo, en Cuba no sobresalió ni un solo día como artista; se ha inventado que su estilo es “surrealismo tropical” pero en verdad no es otra cosa que un imitador epigonal del maestro Roberto Fabelo. Para hacerse de un mercado en Puerto Rico William Carmona se ha vendido en su discurso público a la extrema derecha cubana, así que tampoco es casual que sea precisamente él quien haya colaborado con estas deserciones.

Pues ya están en Miami los bailarines, ya va pasando la ola de fama que tiene todo recién llegado. La realidad les dará las lecciones más duras. Si no, pregúntenle cómo han sido sus vidas a verdaderas estrellas que han tomado ese camino décadas atrás, como Rosario Suárez, La Charín, sin poder hacer carrera como artista ni en Estados Unidos, ni siquiera en Miami; y pregúntenle también al que un día fue el gran Jorge Esquivel, del cual hoy ni siquiera sé dónde está.

El clima afectó zafra azucarera 2013-2014

El progresivo incremento de sacarosa (azúcar) en el tallo de la caña, denominado por los expertos como maduración, es un proceso de vital importancia en la calidad del producto. 

Y el clima, uno de los factores que influyen en ello, ha sido muy adverso durante esta cosecha, de acuerdo con especialistas del grupo azucarero (AZCUBA) y del Instituto de Investigaciones de la Caña de Azúcar (INICA), que señalan como elementos de mayor incidencia a la humedad, la temperatura y la radiación solar. 

“Cuando llega la etapa cercana a la zafra, comenta Luis Soler, especialista de caña del INICA, debe empezar el periodo seco, en el cual la gramínea comienza a formar sacarosa; pero si viene un periodo de lluvias en este tiempo, es desfavorable, porque produce una pobre calidad de jugo, favorece el crecimiento vegetativo, aumenta la humedad del tejido y disminuye el contenido de azúcar en los tallos. 

“Durante esta zafra llovió mucho más que en la anterior. De noviembre a abril, la humedad tuvo valores más elevados que en la cosecha 2012-2013. Esto dificultó además el acceso a los campos por el deterioro de los caminos y provocó desorden en la estrategia y la programación de corte”. 

Bernardo de la Peña, especialista de caña de AZCUBA, indica que se planifica para recoger primero la caña más madura y las variedades recomendadas para el mes, entonces cuando ocurren numerosas precipitaciones, no pueden cortarse en el momento determinado las de mayor maduración, lo cual afecta los rendimientos industriales. 

Las bajas temperaturas (en el rango de 12-14 ºC) contribuyen a la acumulación de azúcar. Los científicos destacan que el aspecto más importante de este factor es la diferencia entre la temperatura máxima diurna y la mínima nocturna. Es decir, cuanto mayor sea la oscilación, más favorable resulta para el proceso. 

“Debe haber una diferencia entre 12 y 8 grados y en los dos primeros meses de zafra, que son fundamentales, estuvieron por debajo o muy cercano a 8”, explica Soler. 

En cuanto a la radiación solar, la cual tiene una influencia directa en el proceso de fotosíntesis, se plantea que son beneficiosos los días que no sean muy nublados pues ello provoca la acumulación de almidones, elemento que incide negativamente en la extracción y producción de azúcar. 

Todos estos factores incidieron en que por cada cien toneladas de caña que se molieron en esta zafra, se obtuvo un 10.92 % de sacarosa (rendimiento potencial de la caña), siendo en la anterior de 11.55. De acuerdo con Soler, la diferencia (0.63) equivale a más de cien mil toneladas de azúcar dejadas de producir. 

En todos los meses desde noviembre hasta abril la lluvia en la zafra 2013-2014 fue superior a la de la zafra 2012-2013. Foto: Azcuba 

PARA MITIGAR LOS EFECTOS DEL CLIMA 

En el 2011 fue aprobado un programa para incrementar de forma sostenida la producción de caña y extender el periodo de zafra de 90 días (enero a abril, meses donde generalmente hay mejores rendimientos) a más de 130. 

Sergio Guillén, director del INICA, manifiesta que ante esta decisión “hubo que hacer cosechas en noviembre y diciembre, periodo en el que la caña no tenía gran concentración de sacarosa. Por tanto, debieron buscarse variedades de maduración temprana. Ya teníamos tres o cuatro que siempre se habían dado bien en todas las áreas del país, entonces se trazó una política para incrementar el desarrollo de variedades. En eso estamos inmersos, pero no se cambia de ahora para luego”. 

“Hay campos que tienen dos o tres años de sembrados con variedades que a lo mejor no debieran estar ahí, pero esa caña no se puede arar y sembrar nueva, debe esperarse a que pase su ciclo de seis a siete años para poder renovarlo, porque si no el costo sería muy grande”, explica el funcionario de AZCUBA Liobel Pérez. 

Los especialistas alegan que como parte de las estrategias que se siguen está la de reubicar en los ingenios variedades que se adapten a todos los ciclos de cosecha pues algunos lugares no cuentan con un por ciento adecuado. 

Otras de las medidas para mitigar los efectos del clima son la próxima introducción de equipamientos capaces de cosechar caña en condiciones de humedad; la aplicación de maduradores a través de avionetas para lo cual se están preparando nuevas pistas; la recuperación de la infraestructura de drenaje construida y la inversión en recursos para mejorar los caminos. 

(Con información de Granma

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