"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

jueves, 22 de diciembre de 2016

Confirmado plan para presionar a Trump a romper relaciones con Cuba


Por Arthur González

No resignados a morder el polvo de la derrota, los miembros de la mafia terrorista anticubana radicada en Miami, intentaron preparar el escenario ideal para que Donald Trump, nuevo presidente de Estados Unidos, se viera obligado a romper nuevamente las relaciones con Cuba.

Integrantes de la mafia terrorista anticubana

Para lograrlo, contaron con el apoyo de la extrema derecha del actual Gobierno que no acepta un nuevo camino para destruir a la Revolución cubana, como el seleccionado por Barack Obama, quien reconoció que casi 60 años de enfrentamiento, acciones de terrorismo de Estado, invasiones mercenarias y la guerra económica total, no dieron el más mínimo resultado, provocando el aislamiento continental de Washington.

El presente plan consistió en enviar a La Habana a la abogada Kimberley Motley, para la supuesta defensa de un elemento contrarrevolucionario al servicio de esa mafia anticubana, apoyada en su fama por haber ganado en el 2004 el concurso de belleza de Wisconsin.

Como licenciada en leyes la Sra. Motley sabe que no puede ejercer su profesión fuera de EE.UU. y menos participar en actos provocativos contra el orden público cubano con visado turístico, algo que en su país la llevaría directamente a la Corte de Justicia para ser juzgada, o a un centro de detención para inmigrantes.

La campaña de prensa a partir de su retención temporal y posterior reembarque hacia Estados Unidos, se basa en crear una matriz de opinión de que viajó como abogada del seudo artista, Danilo Maldonado, algo risible pues su título solo es reconocido en el país donde se formó el profesional.

Al no ser juzgada ni detenida por las autoridades cubanas, dada la vasta experiencia que tienen en ese tipo de provocaciones diseñadas en Miami, Kimberley Motley fue enviada rápidamente a su país, y la mafia terrorista volvió a tragarse el amargo sabor del descalabro, al no poder presentarle pruebas al futuro presidente Donald Trump, para que rompiera relaciones con La Habana por encarcelar a una “destacada” norteamericana.

La evidencia de que los mafiosos estaban detrás del diseño arcaico de tal provocación, fueron sus propias declaraciones en la rueda de prensa ejecutada de inmediato, el 18.12.2016 en Miami.

En la misma, Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz-Balart, en compañía del ex congresista Lincoln Díaz-Balart, expresaron abiertamente:

“Esperamos que las concesiones unilaterales de la Casa Blanca al gobierno de Raúl Castro, lleguen a su fin cuando Donald Trump asuma el poder el 20 de enero próximo”.

Como parte de sus gastadas campañas mediáticas, repitieron nuevamente el “aumento de la represión y la violación de los derechos humanos en Cuba”, algo irreal y no observado por los tres millones de visitantes que anualmente arriban a la Isla para disfrutar de sus encantos y tranquilidad ciudadana.

Para no dejar dudas de que ellos financiaron el viaje de la abogada Motley para esa burda provocación, los tres congresistas aseguraron:

“Nos sentimos esperanzados de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, pondrá fin a las recientes concesiones unilaterales del presidente Barack Obama, al Gobierno cubano”.

Para intentar presentar a Obama como “cómplice” de Cuba, Ros-Lehtinen, hija de uno de los testaferros del dictador Fulgencio Batista, dio cifras de arrestos que, de ser ciertos, hubiera que haberle solicitado al Gobierno yanqui un espacio en la cárcel que posee en la ilegal Base Naval en la provincia cubana de Guantánamo, pues no cabrían en las de Cuba.

Defraudados de no poder destruir a la Revolución en 60 años de actos terroristas y ni siquiera mermar el amplio apoyo popular ratificado durante el sepelio del líder Fidel Castro, los hermanos Díaz-Balart, hijos del quien fuera ministro del interior del sanguinario régimen batistiano, se sumaron los desvaríos de Ileana Ros, repitiendo el estribillo de que:

“Tras dos años de concesiones sin fin, la actual política hacia Cuba ha servido solamente para empeorar la situación en que viven 11 millones de cubanos, pero eso va a cambiar muy pronto, porque el presidente Donald Trump, ha dicho múltiples veces, antes y después de las elecciones, que va a cambiar la política y exigirle concesiones a Castro”.

Finalmente se lamentaron de “la asistencia otorgada por Obama al régimen de Castro, con el propósito de tratar de ayudar a ese régimen”.

Para los que no conocen aun la política estadounidense hacia Cuba y se han creído que Obama ha tomado el camino correcto, deben analizar lo asegurado por Lincoln Díaz-Balart, cuando afirmó con todo su odio hacia el pueblo cubano:

“Tenemos que estar felices entre muchas cosas porque Obama fracasó el intentar por todos los medios consolidar a la tiranía de los Castro, porque la ley sigue en pie (Ley Helms-Burton), y exige tres condiciones para que se pueda ayudar económicamente a cualquier gobierno cubano, la liberación de todos los presos políticos sin excepciones; la legalización de todos los partidos políticos, de los sindicatos obreros y de la prensa independiente; y la convocatoria de elecciones partidistas”.

De ahí que los pasos de Obama nunca han sido hacia la eliminación de la guerra económica, las acciones subversivas, cortar el financiamiento a la contrarrevolución, cerrar Radio y TV Martí y menos aún devolver el pedazo de tierra en Guantánamo que ocupa la base naval.

Este plan con el empleo de la abogada, no fructificó, pero habrá muchos más en los próximos meses para presionar a Trump a retrotraer la política hacia el punto antes del 14.12.2014.

Los asesores del nuevo Presidente tendrán la responsabilidad histórica de aceptar el reto de mantener el cambio de política para alcanzar el mismo fin, o retroceder a la gastada política de enfrentamiento, pero siempre deberán recordar el legado de José Martí cuando afirmó:

“Con la resolución indudable del pueblo de Cuba, es imposible la derrota”.

Reformas en Cuba, solución de salida



Es magnífico que las luchas políticas en Cuba, encabezadas en todas sus etapas, incluidas las más recientes, por liberales, demócratas y socialistas, comenzó por la emancipación de los esclavos y la fundación de la “República en Armas”. Por ocurrir casi cien años después, las luchas por la independencia en la Isla trataron de evadir los vicios del caudillismo latinoamericano, lo cual fue alertado por José Martí, que en su momento recordó a los generales: “…No se funda un pueblo como se manda un campamento…”

De alguna manera los interventores estadounidenses contribuyeron a la idea al diseñar en Cuba una “republiquita en miniatura” a imagen y semejanza de la suya. El experimento no funcionó. El presidente intentó reelegirse, llamó a los norteamericanos. Comenzó el relajo y de las elites formadas por “generales y doctores” emergió la oligarquía criolla, que se apoderó del país como de un botín.

Así en 1924 fue electo otro general, Gerardo Machado, que violando la constitución se hizo reelegir, desatándose una lucha popular y una feroz represión. El dictador fue derrotado, y tras un largo período de inestabilidad, en 1939 se convocó una Constituyente que al año siguiente adoptó una nueva constitución. ¡Oh las paradojas! El primer presidente electo bajo la nueva y avanzada Carta Magna fue Fulgencio Batista.

Luego vinieron otros gobiernos que, aunque corruptos y represivos contra el movimiento sindical y la oposición radical, permitieron elecciones, libertad de expresión, y dejaron funcionar a las instituciones del estado. Aquel proceso político excluía de hecho a Batista, que no se resignó y en 1952 protagonizó un golpe de estado que puso fin a la ilusión democrática. Truman miró para otro lado, y la escena quedó lista para el debut de Fidel Castro quien definió la coyuntura: “El momento no es político, es revolucionario…” y eligió la vía armada.

En aquel momento, en el contexto del asalto al Cuartel Moncada, Fidel expuso su programa para Cuba conocido como La Historia me Absolverá, a la cual dotó de una magnifico corolario: “…El problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud del pueblo; he ahí concretados los seis puntos a cuya solución se hubieran encaminado resueltamente nuestros esfuerzos, junto con la conquista de las libertades públicas y la democracia política…”

La historia oficial asume otros matices, aunque lo cierto fue que la desmesurada reacción de la administración de Eisenhower y Nixon y su respaldo a la contrarrevolución, no le dieron a Fidel la oportunidad para cumplir sus objetivos estratégicos del modo como lo había concebido. De haberlo hecho, otra sería la historia.

Por razones más o menos conocidas, aunque nunca sometidas a la reflexión crítica, al diseñar el sistema político cubano y redactar la constitución vigente, se omitió la experiencia nacional, incluida las constituciones de la República en Armas, las de 1901 y 1940, adoptándose el modelo vigente en la Unión Soviética y Europa del este, que no funcionó en ninguna parte.

Tal vez una opción a considerar por Cuba sea regresar a sus raíces, que aunque no son completamente autóctonas, se ajustan mejor a su ser nacional y pueden ser la base de un socialismo próspero, sostenible, e inequívocamente democrático.

Para lograr este cometido se necesitan varios ingredientes. El principal es un estado fuerte, legítimo y competente, organizaciones políticas firmemente establecidas, y un liderazgo capacitado y prestigioso, todo lo cual existe.

Fue la historia y no ningún iluminado al estilo de Gorbachov quien reconcilió los términos socialismo y democracia. Esa parece ser la fórmula. Tal vez sea el momento de abrir una reflexión nacional al respecto. Allá nos vemos.

*Este artículo fue escrito para el diario mexicano ¡Por Esto! Al reproducirlo o citarlo, indicar esa fuente

"Tenemos un órgano en el cuerpo que no ha sido reconocido como tal hasta la fecha"

Portada

Un estudio expone que un órgano del sistema digestivo había sido considerado erróneamente durante cientos de años.

Imagen IlustrativaPixabay / sasint

J. Calvin Coffey, profesor de cirugía en la Universidad de Limerick, en Irlanda, ha iniciado un nuevo campo dentro de la medicina después de reclasificar el mesenterio, un órgano del sistema digestivo. El estudio del cirujano fue publicado en la revista médica 'The Lancet'.

Durante cientos de años, el mesenterio, un repliegue que conecta el intestino con el abdomen, fue considerado como una estructura fragmentada, compuesta de múltiples partes. Sin embargo, la investigación realizada por Coffey lo presenta como una estructura continua y completa.

"En el documento, que ha sido revisado por pares y evaluado, exponemos un órgano en el cuerpo que no ha sido reconocido como tal hasta la fecha", afirmó el profesor frente a Medical Xpress.

El hallazgo, según Coffey, "es relevante mundialmente, ya que nos afecta a todos. Hasta ahora no existía el campo de la ciencia 'mesentérica'. Ahora ya hemos establecido su anatomía y estructura. El siguiente paso es determinar su función. Si entendemos su función podremos reconocer anomalías en su funcionamiento y prevenir enfermedades. Al juntar todo esto, tenemos todas las bases para crear un nuevo campo científico".

Una mejor comprensión de este órgano podrían conducir a cirugías menos invasivas, menos complicaciones, recuperaciones más rápidas de los pacientes y una reducción de los costos en general.

Los estudiantes de medicina de todo el mundo ya han empezado a estudiar el mesenterio con las características descubiertas por Coffey, pues su investigación impulsó cambios en uno de los libros de medicina más utilizados en el mundo, la Anatomía de Gray.

Rusia: Otorgan premio “Hombre del Año 2016” in memoriam a Fidel Castro

En este artículo: Cuba, Fidel Castro Ruz, Premio, Rusia
22 diciembre 2016 


Fidel durante su discurso en el acto de conmemoración al 50 Aniversario del Asalto al Cuartel Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en Santiago de Cuba (26/07/2003). Foto: Estudios Revolución/ Fidel Soldado de las Ideas.

Fuentes diplomáticas de Rusia dieron a conocer hoy que el Instituto Biográfico de esa nación otorgó el Premio ”Hombre del Año 2016” in memoriam, en la categoría de relaciones internacionales, al líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro, por su brillante aporte a la historia mundial.

La ceremonia de entrega de los premios tuvo lugar en la Catedral del Cristo Salvador, sede principal de la Iglesia Ortodoxa rusa.

Durante la entrega del Premio al embajador de Cuba en Rusia, Emilio Lozada García, el presidente del Instituto Biográfico ruso, Sviatoslav Rybas, resaltó el papel de Fidel Castro en los procesos revolucionarios mundiales y en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales.

Apuntó que el Consejo de Expertos del Instituto, que selecciona a los premiados, quiso dedicar esta nominación a Fidel en el año de su 90 cumpleaños, cuando se produjo su lamentable fallecimiento.

El diplomático cubano agradeció, a nombre del pueblo y el gobierno de su país, la decisión del Instituto y calificó de pérdida irreparable para Cuba, América Latina y la humanidad en general, la partida física, el pasado 25 de noviembre, del líder histórico de la Revolución cubana.

Desde hace 24 años, el Premio ‘Hombre del Año’ está instituido en Rusia y se concede a figuras relevantes de la política, la cultura y las ciencias, por parte del mencionado instituto.

Este año el Premio, en la categoría de relaciones internacionales, le fue otorgado, también, al Presidente de la Federación de Rusia, Vladimir Putin, al Presidente de la República Popular China, Xi Jinping, y al Presidente de la República de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev.

(Con información de Prensa Latina)
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