"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

miércoles, 27 de enero de 2016

El fin del bloqueo a Cuba y la soberanía de las islas Malvinas: Concluye la IV Cumbre de la Celac





La IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que reúne a 33 países del continente americano menos EE.UU. y Canadá, ha sido clausurada en Ecuador con la aprobación de una veitena de declaraciones especiales sobre diferentes temas.

El bloque acordó demandar a Estados Unidos el fin de bloqueo estadounidense sobre Cuba y la devolución del territorio que ocupa la Base Naval de EE.UU. en Guantánamo. 

Además, los países miembros decidieron apoyar el reestablecimiento de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno colombiano, encabezado por el presidente Juan Manuel Santos.

Asimismo, entre las declaraciones aprobadas se encuentra la demanda argentina sobre la soberanía de las islas Malvinas, la protección de los inmigrantes en América Latina y el Caribe, la lucha contra el terrorismo así como la reestructuración de la deuda soberana y el desarrollo sostenible.

La siguiente sede de la V Cumbre de la Celac se acordará en los próximos meses.

El regreso de las bombillas incandescentes

Mientras que el mercado fabrica cada vez más y más diseños de lámparas y también iluminación usando las últimas avances en tecnología de iluminación y luces led para ahorrar en electricidad en nuestros hogares. Los estudiosos del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) han descubierto de qué manera hacer bombillas más eficaces desde las bombillas incandescentes. Un avance que ahora podría ser una solución genial con un potencial de incremento en la eficacia hasta el cuarenta por ciento.

En muchos países del mundo, el uso de este tipo de bombillas ha representado un genuino apagón incandescente de forma progresiva en beneficio del medio ambiente que proclamaba una eficiencia energética mejor en la iluminación de nuestros hogares y otros sectores.

Debemos recordar que la eficiencia lumínica de las bombillas incandescentes, normalmente, está entre dos y tres por ciento, el de los fluorescentes (incluyendo las lámparas fluorescentes compactas) está entre siete y quince por ciento, y la de la mayor parte de los LEDs comerciales entre cinco y veinte por ciento, las futuras bombillas incandescentes , conforme auguran los científicos, podría lograr eficiencias de hasta el cuarenta por ciento y enseñar colores más naturales y vivos que las bombillas más modernas.

Las bombillas incandescentes tienen una peculiaridad de sobresaliente, cuentan con un “índice de representación de color” clasificado en cien, por el hecho de que coinciden con el tono de los objetos vistos en luz natural. No obstante, el led o bien las bombillas fluorescentes solo puede manejar una clasificación en el índice del ochenta, y la mayor parte que podemos localizar en las tiendas de barrio, son mucho menos.

Ahora, unos científicos han concebido una solución que podría entregar un respiro para lasbombillas incandescentes que prácticamente están olvidadas por el mercado. Los estudiosos del MIT han probado que rodeando el filamento con una estructura cristalina singular, denominado “cristales fotónicos”, el vidrio pueden recobrarse la energía que generalmente se pierde en calor, mientras se sigue permitiendo dar luz a través. Se refieren a una técnica novedosa llamada como “recycling light” donde la energía que por norma general se escaparía en el aire es redireccionada cara al filamento donde puede continuar creando nueva luz. En definitiva… “Recicla la energía que de otra manera se desperdiciaría”, según indicaciones de uno de los científicos del proyecto, Marin Soljacic.

La realidad del descubrimiento, no es tanto el prosperar las bombillas incandescentes, que puede ser un propósito, entre otros muchos, realmente es el comprender la capacidad de controlar las emisiones térmicas. Esa es la auténtica contribución de este trabajo.

Los documentos de referencia y científicos desde Nature (aquí) y el PDF con especificaciones técnicas y explicación, desde aquí.

Ecoportal.net

Ovacen

Hallan el sistema solar más grande del universo

Publicado: 27 ene 2016 18:24 GMT

El único planeta del recientemente descubierto sistema solar está a una distancia de un billón de kilómetros de su estrella.

University of Hertfordshire/Neil James Cook

Con anterioridad, los científicos pensaban que el gigante planeta de gas conocido como 2MASS J2126-8140 flotaba por la galaxia sin una estrella alrededor de la cual podría orbitar. Sin embargo, el último estudio de un equipo de astrónomos ha revelado que el planeta, que es de 12 a 15 veces más grande que Júpiter, no está solo: orbita alrededor de una estrella enana roja denominada TYC 9486-927-1.

Separados por un billón de kilómetros, se encuentran a 100 años luz de la Tierra y forman parte del mayor sistema solar. La órbita del planeta es 140 veces más ancha que la de Plutón.

"Nos sorprendimos mucho al descubrir un objeto de masa tan baja tan lejos de su estrella madre", comentó el astrónomo Simon Murphy, de la Universidad Nacional Australiana. "Podemos especular que fueron formados hace desde 10 hasta 45 millones de años, cuando un filamento de gas los empujó a ambos en la misma dirección", añadió.

El estudio liderado por Niall Deacon, de la Universidad de Hertfordshire, con participación de Joshua Schieder, del Centro de Investigación Ames de la NASA, será publicado el próximo mes en la revista 'Monthly Notices', de la Sociedad Real Astronómica.

Rusia: frutos y retroceso en la Revolución de Lenin


Contrario a lo que piensa el líder de la Administración de Moscú, en Octubre de 1917 tuvo lugar toda una Hazaña. Hacia 1991, el proceso resultó víctima de Puñales por la espalda

Putin acusa a Lenin de haber hecho “explotar” Rusia, dice un reporte de AFP de este 21 de Enero. Las palabras precisas del conductor del Kremlin, son estas: “Las ideas deben concretarse en buenos resultados, y éste no es el caso de Vladimir Ilich”. “[Fueron sus ideas las que] finalmente desembocaron en la caída de la Unión Soviética (URSS) en 1991”. “Se depositó una bomba bajo un edificio llamado Rusia, que después explotó”. Ante este episodio, comparto dos acápites que hice constar en mis Notas para el estudio del Socialismo en el Siglo XXI a principios de Noviembre de 2007 —un modo de exponer mi desacuerdo con las palabras citadas.

La Gran Revolución Socialista de 1917

Además de darle la primera batida al colonialismo inte­rnacional y provocar de hecho un cambio en el sistema las relaciones a nivel mundi­al, la obra de la Revolución Octubre se convirtió en el faro del batallar de todos los proletarios de la tierra. Puede asegurarse que no ha habido desde entonces un accionar milit­ante de los trabajadores en cualquier rincón del planeta que, consciente o inconscientemente, no haya estado iluminado por el extraordinario ejemplo de aquel Octubre.

Constituye un elemento incuestionable que tras el extraordinario acontecimiento, por primera vez las masas populares del antiguo imperio zarista se situaron en condiciones de iniciar la edificación de una sociedad carente de la explotación al género humano, al tiempo que paulatinamente se empeñaban en construir la dignidad, la equidad, la fraternidad y la felicidad de las personas. Entre sus avances se encuentran cómo cada vez más satisfizo racionalmente las necesidades materiales y espirituales de los pueblos que conformaron la URSS; cómo fue el primero en colocar a un hombre en el espacio cósmico…; amén de cómo le extendió la mano internacionalistas a múltiples desposeídos de diversas latitudes, incluidos de Cuba.

También la humanidad le debe al Gran Octubre el hecho de que las pretensiones fascistas no se hayan podido hacer realidad con la Segun­da Guerra Mundial. No se olvidará nunca que más de 27 millones de los mejores hijos del pueblo soviético murieron en aras de desaparecer las ínfulas del imperialismo internacional —cuya punta de lanza era el maniático Hitler.

Luego alcanzaron toda una hazaña, muy a pesar de obstáculos: la paridad militar con los yan­quis, fruto de lo cual la ba­lanza de la correlación mun­dial de fuerzas llegaría a inclinarse a favor del progreso, evitando así el desencadenamiento de otra guerra mundial y los peores efectos de las maniobras reaccionarias del impe­rialismo en contra de la lu­cha liberadora de los pueblos.

En este orden de ideas, vale recordar que hasta el destacado economista inglés John M. Keynes se sintió atraído por las profundas y nuevas transformaciones que se realizaban en la Unión Soviética en la década del 30 de la pasada centuria, al extremo de llegar a exponer:

“Los soviéticos están ocupados en el vasto empeño administrativo de hacer que funcionen de forma tranquila y exitosa, sobre un territorio tan extenso que ocupa una sexta parte de la superficie de la Tierra, toda una nueva serie de instituciones sociales y económicas. Los procedimientos siguen variando rápidamente para ajustarse a las nuevas experiencias. Estamos asistiendo al mayor grado de experimentalismo y empirismo jamás intentado por unos administradores desinteresados” (1).

Sin duda, en el proceso de construcción del socialismo en la Unión Soviética Keynes encontró que un elemento distintivo estaba en la planificación estatal del desarrollo de la sociedad —en este caso, basada en la propiedad social sobre los medios de producción—, asunto que no tardó en incorporar a su propia teoría económica (2).

La Caída del Sovietismo (3)

No obstante, simultáneamente emergieron problemas —sobretodo, de carácter subjetivo— que a la postre condujeron al desmantelamiento de la obra fundada por Lenin al frente del Partido Bolchevique. Entre los factores que conllevaron a la bancarrota, se puede apuntar:

Inexperiencia en la construcción del socialismo:

Si se acepta la idea de que el derrumbe era prácticamente una realidad hacia el año 1990 del siglo XX y, en consecuencia, se observa que la construcción de la sociedad en la cual predomina la propiedad social sobre los fundamentales medios de producción apenas llevaba unos 73 octubres, en comparación con el desarrollo del capitalismo —aun con el referente de 1789— es indudable que se estaba en presencia de una criatura casi adolescente y, por tanto, sujeta a cualquier virus.

Al respecto, Fidel Castro, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), señaló:

“El capitalismo viene de la época de Homero y aun antes de Homero, sus bases tienen miles de años. El socialismo tiene apenas decenas de años, está en pañales; diríamos que el socialismo está en esa etapa que en los hospitales materno-infantiles llaman perinatal. El socialismo está en fase perinatal, que son esos primeros seis o siete días de vida del niño, que son los más peligrosos y hay que tener cuidados especiales; nosotros hemos creado salas de servicios intensivos perinatales, como parte de nuestro programa para la protección de la salud de los niños.

“Es decir, es lógico que el socialismo, la más justa de todas las ideas, tenga que atravesar períodos y dificultades…” (4).

Las acciones del sistema capitalista internacional:

Desde su mismo triunfo, la Revolución de Octubre tuvo que enfrentar todo un sistema de agresiones económicas, militares e ideológicas que iban dejando sus huellas negativas en la comunidad socialista. Así, tropezó con un bloqueo que incluyó la esfera científico-técnica; con invasiones al estilo de la II Guerra Mundial, sin descontar el apoyo a la contrarrevolución; y con un bombardeo propagandístico que en medida nada despreciable afectaba y desvirtuaba ideológicamente a la población, sobre todo a la juventud.

Aquí también se debe incluir el hecho de que el capitalismo se esforzó por darle algunas migajas a las masas populares (el denominado estado de bienestar: salud y educación gratuitas, jornadas laborales de menos de ocho horas, subsidios por desempleos, etcétera), elemento que —una vez sobredimensionado— creó confusión entre los habitantes de la comunidad socialista.

La desvinculación del Partido dirigente y las masas:

En honor a la verdad histórica, no siempre hubo un divorcio entre el Partido y el pueblo, y de ello da fe el comportamiento alrededor de la Gran Guerra Patria contra el fascismo. Sin embargo, poco a poco, se impuso un estilo de trabajo en el cual los principales dirigentes actuaban sin consultar frecuentemente a las masas, aspecto que conllevó a la pérdida del quehacer en correspondencia con las necesidades del desarrollo de la población y, consiguientemente, se perdió el rumbo estratégico de la sociedad.

Desafortunadamente, las enseñanzas que Martí, Lenin y el mismo Fidel le habían aportado al Movimiento Revolucionario Internacional en el sentido de que la fuerza de la Revolución radica en su más estrecha fusión con las masas, llegó a brillar por su ausencia. En una expresión: se perdió el vínculo liderazgo-Partido-pueblo (5). He aquí el preámbulo de lo que devino causa determinante, a saber:

Traición a los postulados o principios fundamentales del marxismo-leninismo:

Los problemas a los cuales se tenía que enfrentar el socialismo demandaban una acción de terapia intensiva, como un enfermo de gravedad. Pero ocurrió todo lo contrario.

A partir del desmontaje de los valores que hasta entonces se habían enarbolados, incluida la tergiversación de la Historia; a partir de la apología a las cosas buenas que pudiera exhibir el capitalismo, incluida la crítica desmedida a los errores cometidos en el socialismo; a partir de la Perestroika (supuesta rectificación) y la Glasnost (aparente diafanidad informativa), en la práctica se edificaba la vuelta al capitalismo, a un proceso en el cual el socialismo no murió de muerte natural, sino apuñaleado por la espalda (6).

En suma, constituye un triste recuerdo cómo se hacia la señal a la izquierda, pero se giraba para la derecha. Así, llegó al clímax la antítesis del marxismo-leninismo en aquella latitud. Se produjo entonces el más duro revés sufrido por la humanidad en la Historia de las luchas por el bienestar de mujeres y hombre en todo el mundo.

Todo este asunto se vuelve más peliagudo, si se estudia detenidamente las reflexiones de Fidel Castro divulgadas por la prensa cubana el 19 de septiembre de 2007 con el título: “Mentiras deliberadas, muertes extrañas y agresión a la economía mundial”. He aquí una clase magistral para el Movimiento Revolucionario Mundial, tanto en retrospectiva como en perspectiva.

Hasta el párrafo anterior, parte de lo que redacté en mis Notas para el estudio del Socialismo en el Siglo XXI a principios de Noviembre de 2007. En correspondencia, acredito que a partir de Octubre de 1917 tuvo lugar toda una Hazaña que hacia 1991 devino proceso víctima de Puñales por la espalda. Es mi manera de asumir, grosso modo, la dinámica de Rusia a la sazón de esos dos relatos históricos: los fruto y el retroceso en la Revolución de Lenin, respectivamente —mi contrapunteo a las palabras mencionadas del líder de la Administración de Moscú.

Referencias:

1.- Keynes, John. Alocución sobre el libro Soviet Communism. En: Ralph Raico. Keynes y los rojos. www.liberalismo.org.

2.- Recuérdese que una diferencia fundamental entre el Keynesianismo y el Neoliberalismo estriba en la posición asumida respecto al papel del Estado en la economía: el primero aboga por intervención y una especie de regulación estatal de la economía, todo lo contrario del segundo. Ello jugó su papel en ocasión de la gran crisis de 1929 a 1933, elemento que en alguna medida explica el porqué actualmente en determinados predios se aboga por una especie de NeoKeynesianismo.

3.- Para ganar en claridad comunicativa, significo que asumo el término Sovietismo en un sentido peyorativo, para hacer alusión al modelo de Socialismo que meritoriamente se instauró después del triunfo de la Revolución que lideró Lenin al frente del Partido Bolchevique, pero que fue desviado hacia el Capitalismo.

4.- Castro, Fidel: discurso pronunciado en el acto central por el XXXVIII aniversario del asalto al cuartel Moncada, efectuado en la plaza victoria de Girón, en la provincia de Matanzas, el 26 de julio de 1991. En:www.cuba.cu.

5.- Para tener una mejor idea de cuánto pudo perjudicar la pérdida del vínculo en cuestión, es recomendable la consulta de: Suárez, Eugenio. LA VINCULACIÓN DEL PARTIDO CON LAS MASAS: PRINCIPIO INSOSLAYABLE. Revista Cuba Socialista: www.cubasocialista.cu, Mayo de 2005.

6.- El compañero Fidel expuso esta idea con claridad y precisión hace tres lustros. Ver: Castro, Fidel. Discurso en la clausura del 6to Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, el 6 de abril de 1992. En:www.cuba.cu. Un razonamiento análogo lo efectuó Lenin cuando sintetizó el porqué de la bancarrota de la II Internacional en el resumen de la obra citada, p. 274 [Lenin, V. La Bancarrota de la II Internacional. En: Lenin. Contra el Revisionismo. Editorial Progreso. Moscú, 1972].

Kaput-alismo: ¿morirá el capitalismo?

Robert Misik, Attac.es

El hecho de que el capitalismo occidental sufre una grave crisis es un lugar tan común hoy en día que prácticamente se ha convertido en un cliché. En 2008 el sistema financiero mundial se situó al borde del colapso y las medidas de rescate que emprendieron los gobiernos aterrorizados pesarán sobre sus economías durante muchos años.

Los economistas y analistas de mentalidad neoconservadora y económicamente liberal no nos ofrecen ninguna explicación que contribuya al esclarecimiento de esta postura. Sus modelos sencillamente no pueden explicar por qué un sistema basado en actividades mercantiles desreguladas siempre puede entrar en crisis –y por qué no puede redescubrir el camino de regreso a la prosperidad si el estado sufre un desmantelamiento progresivo y las leyes del mercado se relajan.

Sin embargo, los economistas y analistas que comulgan con el pensamiento keynesiano y reformista están mucho más cerca de la realidad: su juicio crítico viene a significar que la aplicación de unas políticas erróneas –la desregulación de los mercados, la liberalización del sistema financiero, la disminución del papel del estado y el escandaloso aumento de la desigualdad– ya había minado la estabilidad del sistema. En pocas palabras: llevan 30 años impulsando políticas equivocadas y, desde el estallido de la crisis, se han aplicado una serie de políticas desastrosas, y el sistema solo se puede estabilizar cuando se ponen en marcha las políticas correctas.

Pero examinemos el mundo más de cerca: ahí tenemos a España, con sus casas fantasma, monumentos a un fallido nuevo comienzo, que se extienden kilómetros y kilómetros a lo largo de las playas; o echemos un vistazo a las clínicas de ‘solidaridad’ de Grecia abarrotadas de gente sin seguro médico; a la América rural, donde el número de desempleados se niega a bajar a pesar del crecimiento del crédito; a nuestros centros urbanos del norte de Europa donde todo parece estable, pero donde enseguida se puede sentir que las cosas no están progresando -en el mejor de los casos es un estancamiento con una competencia cada vez más dura por un nivel de vida digno a lo que hay que añadir un resentimiento galopante sin ninguna confianza en el futuro. En pocas palabras: ya no funciona adecuadamente. De este modo, cabe preguntarse: ¿y si las herramientas keynesianas no dan para más?

LLEVAN 30 AÑOS IMPULSANDO POLÍTICAS EQUIVOCADAS Y, DESDE EL ESTALLIDO DE LA CRISIS, SE HAN APLICADO UNA SERIE DE POLÍTICAS DESASTROSAS

El economista norteamericano Robert Brenner mencionaba esa evolución hace ya 20 años en su libro La economía de la turbulencia global –y preveía un futuro asolado por la crisis. Fue Brenner el que acuñó el concepto de “estancamiento secular”: una expresión actualmente en boca de todos los economistas de las corrientes dominantes.

El atractivo del análisis de Brenner reside en su explicación del final del boom de posguerra y el inicio del lento declive por ciertas tendencias endógenas o por la lógica dinámica interna del capitalismo. Y, de este modo, llega a una conclusión: aunque solo sean una verdad cruel, estas tendencias críticas no van a desaparecer simplemente por desearlo mediante una serie de políticas diferentes porque el capitalismo desarrollado, por razones tecnológicas así como económicas, está alcanzando límites que ya no permiten altas tasas de crecimiento y aumentos de productividad.

Debido a que los márgenes de beneficios de las empresas medias están disminuyendo, las organizaciones empresariales, ayudadas por gobiernos amigos, han empezado a atacar los derechos de los trabajadores y el estado del bienestar y, de este modo, han reducido los ingresos de la gente normal pero sin conseguir resolver el problema –tal y como este consumidor deprimido vuelve a demandar. Todas las respuestas a la crisis la reavivan de nuevo.

En una situación así es absolutamente obvio que se generará una burbuja en los mercados financieros y las instituciones financieras se convertirán en los actores decisivos del capitalismo global. Sin embargo, los inflados mercados financieros una vez más ponen en juego esas inestabilidades intrínsecas que importantes economistas como Hyman Minsky han analizado. Cuanto más despiadado es el juego de los mercados, más pende de un hilo todo el sistema.

Por qué el capitalismo necesita crecimiento 

La reducción del crecimiento es, por varias razones, un problema sistémico. Para comprender esto debemos examinar un factor decisivo del capitalismo. Su éxito y prosperidad se debieron al crédito a la inversión. En otras palabras, necesita deuda. Las empresas suscriben créditos, acumulan deuda con el objeto de invertir, pero esas inversiones solo se saldan si hay un crecimiento adecuado; si no, hay una oleada de bancarrotas.

Si echamos la vista atrás a los últimos 20 años con seriedad, tenemos que reconocer que hubo una enorme explosión del crédito, pero únicamente un crecimiento económico relativamente bajo. Si la lección económica general que debía desprenderse de una explosión crediticia de tal calibre era que resultaría en una cantidad enorme de crecimiento –ésta debía señalar, de un modo crítico, que este crecimiento sería insostenible, se desviaría hacia canales equivocados, el capital no se destinaría a los lugares correctos– esto no ocurrió. Tenemos expansión crediticia y minicrecimiento –y no de la noche a la mañana.

SI ECHAMOS LA VISTA ATRÁS A LOS ÚLTIMOS 20 AÑOS CON SERIEDAD, TENEMOS QUE RECONOCER QUE HUBO UNA ENORME EXPLOSIÓN DEL CRÉDITO, PERO ÚNICAMENTE UN CRECIMIENTO ECONÓMICO RELATIVAMENTE BAJO

Uno de los síntomas de la crisis menos advertido pero, posiblemente, uno de los más significativos es el grado de endeudamiento general de las economías capitalistas. A lo que nos referimos es a la deuda acumulada de todos los actores económicos de una economía, no sólo del estado: el gobierno, la deuda doméstica corporativa y privada en conjunto. La mayoría de las economías tienen un apalancamiento del 300% del PIB. A menudo del 400%. Hace unas décadas, el nivel todavía era una cuarta parte de este. ¿Cómo se supone que se va a disminuir este nivel si el crecimiento es bajo, cómo se supone que se van a financiar los reembolsos resultantes?

¿El fin del capitalismo?¿Puede imaginarse uno, por lo tanto, que el capitalismo es un kaput-alismo que lleva la señal de la caída de Caín? ¿Y cómo podemos imaginar este fin?

“La imagen que tengo del fin del capitalismo —un fin que creo que ya está en camino— es la de un sistema social en deterioro crónico” es como lo describió el sociólogo alemán Wolfgang Streeck hace dos años. Un cuasi estancamiento permanente con niveles de crecimiento mínimos en el mejor de los casos, una desigualdad candente, la privatización de todo sin excepción, la corrupción endémica y el expolio, donde las expectativas de ganancias normales disminuyen aún más, un consecuente hundimiento moral (el capitalismo cada vez está más ligado al fraude, al robo y a los chanchullos), Occidente debilitándose más y más, tambaleándose a medida que fomenta la desintegración y la crisis en los lugares problemáticos de su periferia.

El premio Nobel de Economía Paul Krugman, al igual que Larry Summers, pinta un panorama de “depresión permanente”. El secretario de Hacienda de Bill Clinton –verdaderamente no rojillo– emplea la expresión “estancamiento secular” como una verdad manifiesta –con el significado de que los largos siglos de crecimiento del capitalismo dinámico podrían llegar a su fin.

El célebre economista Robert J Gordon también ha investigado en un artículo que se ha comentado mucho si, al menos en EEUU, “el crecimiento económico se ha acabado”. Las tasas de crecimiento adoptaron un ritmo dinámico en 1750, alcanzaron una velocidad vertiginosa a mediados del siglo XX y desde entonces han ido disminuyendo en épocas sucesivas. Las grandes innovaciones que traen el desarrollo de la productividad así como el crecimiento pueden pasar a la historia: “El crecimiento de la productividad… se ralentizó sensiblemente tras 1970”. La tercera revolución industrial, con la informatización y el consiguiente ahorro de mano de obra, también demostró sus repercusiones fundamentales entre 1960 y finales de la década de 1990, pero prácticamente ha llegado a un punto muerto desde la década de 2000. A pesar de las impresiones superficiales, en los últimos 15 años prácticamente no se han producido más innovaciones genuinamente productivas. “Desde 2000 las invenciones se han centrado en el entretenimiento y los dispositivos de comunicación, que son más pequeños, más inteligentes y más eficientes, pero no cambian la productividad laboral de un modo fundamental o las condiciones de vida del modo en que lo hicieron la luz eléctrica, los automóviles o el agua corriente.”

A PESAR DE LAS IMPRESIONES SUPERFICIALES, EN LOS ÚLTIMOS 15 AÑOS PRÁCTICAMENTE NO SE HAN PRODUCIDO MÁS INNOVACIONES GENUINAMENTE PRODUCTIVAS

En su último libro, The End of Normal, el economista James K. Galbraith tiene una opinión similar e incluso va un paso más allá. La época de prosperidad que tuvo lugar entre 1850 y 1970 ha afianzado entre los economistas la tácita certeza de que el crecimiento constante es la “normalidad” y que, sin embargo, el estancamiento y la crisis son “la excepción”. Galbraith hoy tiene dudas: “Lo que funcionó en épocas pasadas puede no funcionar hoy día”.

Incluso si la tesis de Robert Gordon sobre el declive en las dinámicas de innovación no fuera totalmente acertada, podría darse el caso de que las innovaciones actuales ya no funcionaran para la naturaleza próspera del capitalismo en conjunto, sino que más bien tiene efectos ambivalentes. Ante todo, uno de sus efectos es que se destruyen empleos y no se reemplazan por otros nuevos. Las nuevas tecnologías digitales están encaminadas principalmente a reducir costes y ganar nuevos mercados a costa de empresas más antiguas. En este caso, el periodo actual se distingue de anteriores fases de innovación: mientras, en épocas anteriores, ‘la destrucción creativa’ en el proceso de innovación se deshacía de trabajos antiguos y a menudo precarios (como en la agricultura), pero surgían cantidades enormes de empleos nuevos y a menudo mejores (como en la industria automovilística), ahora las innovaciones, traen mayor desempleo para una parte y, todavía peor, empleos más precarios a otro segmento de la población activa. De esta manera, los ingresos totales del hombre de la calle están sometidos a una presión cada vez mayor y van, irremediablemente, en sentido descendente.

Todos los indicadores y análisis expuestos aquí señalan en la dirección que los expertos llaman “estado estacionario” o economías sin gran crecimiento.

Ahora bien, obviamente, no es en modo alguno seguro que el capitalismo vaya a morir. La historia está llena de teorías sobre crisis económicas que nunca llegaron a ocurrir. Pero, al mismo tiempo, no deberíamos estar tan seguros sobre su supervivencia. Teniendo en cuenta estos síntomas, que son todos indicios del hundimiento crónico del sistema, un hundimiento que no se puede prevenir simplemente mediante políticas económicas “más inteligentes”, haríamos bien en preguntar cómo se conformará la sociedad de mañana si los profetas del pesimismo llegan a estar en lo cierto. O, en palabras de Galbraith: “Cómo lidiar con una situación en la que los problemas son sustancialmente mayores que los que hayamos experimentado en los últimos 80 años. Tendremos que prestar mucha más atención a las necesidades de los más vulnerables de nuestra sociedad”.

QUIZÁ, DESPUÉS DE TODO, UNA TRANSICIÓN LENTA, SUCESIVA DE UN SISTEMA CAPITALISTA A UN ORDEN ECONÓMICO DIFERENTE ES POSIBLE Y, SÍ, YA HEMOS INICIADO ESA TRANSICIÓN

Sin embargo, quizá deberíamos reflexionar sobre estos asuntos de un modo más ambicioso. Quizá, después de todo, una transición lenta, sucesiva de un sistema capitalista a un orden económico diferente es posible y, sí, ya hemos iniciado esa transición. Esa sería la mejor perspectiva, por supuesto.

He hallado indicios de ello en mis numerosos viajes por las economías que permanecen fuertes, pero también en algunos de los llamados países en crisis. No hace tanto tiempo tuve una conversación con Ioannis Margaris, el CEO del productor de energía nacional de Grecia, un técnico y teórico económico que está invirtiendo mucha de su propia energía en la transformación de la producción eléctrica de Grecia en un sistema de producción entre iguales. Antes de formar parte del equipo directivo de la empresa energética, Margaris era investigador de la Universidad Técnica donde, junto con la economista de Syriza Elena Papadoulou, escribió un importante informe sobre la “transformación de la producción”. La idea de fondo era: cómo se puede cambiar lentamente la economía de forma que las cada vez más descentralizadas empresas autogestionadas, cooperativas e iniciativas desempeñen un papel cada vez más importante –de forma que, al final, emerja una economía mixta compuesta de compañías privadas, empresas estatales y cooperativas y órganos económicos alternativos.

Solo es necesario observar el mundo con los ojos abiertos y, enseguida, se ve que a cada paso hay todo tipo de iniciativas: ONG, empresas y cooperativas que están construyendo conjuntamente un nuevo sistema de redes, el núcleo de un nuevo tipo de socialismo. Un socialismo o una forma de economía de uso compartido, de economía comunitaria, basada en la iniciativa de grupos pequeños y totalmente descentralizados –un socialismo que no tiene nada en común con la bestia burocrática de anteriores economías dominadas por el estado ni con las que conocemos por el comunismo y tampoco con las sociedades del estado capitalista tal y como existían cerca de casa hace 30 años. Y, por supuesto, por ahora, éstas son sólo pequeñas islas alrededor de cientos de iniciativas nuevas, pero su peso y valor no se aprecian como se merecen –apenas podríamos superar esta crisis sin ellas. “Creo”, escribe el escritor economista británico Paul Mason en su libro Postcapitalism que trata de proyectos como estos, que ofrecen “una vía de escape –pero únicamente si estos microproyectos son alimentados, promocionados y protegidos por un cambio fundamental en lo que hacen los gobiernos”.

Quizás lo que necesitemos sea aprender a examinar las cosas de forma adecuada. ¿Conocen esos famosos dibujos rompecabezas en los que, cuando los miras de una forma parecen totalmente caóticos y borrosos, y solo cuando los miras de la forma correcta aparece una imagen?

Tal vez pase lo mismo con nuestra economía: creemos que vivimos en una economía que gira exclusivamente alrededor del comercio, el beneficio, el dinero, la riqueza material y el resultante estatus social. Y el resto de los actores económicos –ya sean grupos de autoayuda, círculos de intercambio de archivos, cooperativas, ideas creativas para empresas, proyectos altruistas de ayuda– nos parecen algo que, de algún modo, son extraeconómicos, algo así como la actividad de unos cuantos locos que tienen graciosas ideas fijas, como terapia laboral para hombres y mujeres buenos. Sin embargo, quizá sea esa la forma totalmente errónea de ver el mundo. Quizá ya estemos en plena transformación poscapitalista –y simplemente no nos damos cuenta.

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IV Cumbre de jefes de Estado de la CELAC tendrá lugar hoy en Ecuador

 


Rafael Correa, presidente de Ecuador, inaugurará la cita internacional y entregará la presidencia protémpore a República Dominicana. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate

Este miércoles sesionará en Quito, capital de Ecuador, la IV Cumbre de jefes de Estado de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC),donde los mandatarios, como parte del Plan de Acción 2016, procederán a la evaluación de temas de importancia cardinal para la región.

Con anterioridad al encuentro de hoy, los coordinadores nacionales y cancilleres de los 33 países miembros del bloque integracionista, debatieron sobre los documentos que serán adoptados por los mandatarios en la cumbre.

Un total de 22 jefes de Estado ya confirmaron su participación al encuentro y la mayoría de ellos ya se encuentran en la capital ecuatoriana.

La cita internacional será inaugurada por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien entregará la presidencia protémpore a República Dominicana.

La agenda prevista señala que la cumbre iniciará con una bienvenida por parte del mandatario ecuatoriano y luego los jefes de las delegaciones se tomarán la foto oficial, antes de iniciar un encuentro a puerta cerrada que se extenderá hasta el almuerzo.

Las intervenciones de los dignatarios iniciarán a las 3 de la tarde (hora local), y posteriormente se someterá a aprobación el Plan de Acción 2016.

Cuando Ecuador recibió el mando del organismo regional, propuso ambiciosas metas de cómo elaborar una planificación común que permita erradicar la pobreza extrema. Se espera que en esta cumbre, el mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, informe sobre los avances en esta materia.

En la víspera, el ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Ricardo Patiño, llamó a la unión de los países latinoamericanos para erradicar la pobreza y la desigualdad, mediante un trabajo continuado que permita el desarrollo regional.

Añadió que es necesario crear una arquitectura financiera diferente al modelo capitalista y señaló que es imperante que los países de la región inviertan sus riquezas en sus pueblos, “para consolidar el bloque regional y avanzar en el desarrollo social y económico”.

(Tomado de Telesur)
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