"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

miércoles, 31 de mayo de 2017

"A Kennedy lo mató la mafia bajo la supervisión de la CIA, y el FBI lo sabía semanas antes"

Portada Actualidad
Publicado: 31 may 2017 18:13 GMT | Última actualización: 31 may 2017 18:14 GMT


Hablamos con Javier García Sánchez, el autor español del libro mejor documentado y más valiente que se ha publicado hasta ahora sobre el asesinato de JFK.


AFP

Sin apenas recurrir a Internet, obteniendo la información directa de las fuentes y utilizando un "lenguaje de francotirador". Así es como Javier García Sánchez (Barcelona, 1955) ha logrado que su ensayo sobre el asesinato de John F. Kennedy tenga la precisión y la potencia de un disparo. 'Teoría de la conspiración. Desconstruyendo un magnicidio: Dallas 22/11/63' (editorial Navona) es un volumen imponente, de más de 600 páginas, que combina un paciente trabajo de recopilación documental con una redacción vigorosa, en la que se deja sentir la voz vehemente de un autor comprometido con la verdad y sobre todo enfadado, cansado de mentiras, de ocultación y de esa corrección política que, por cobardía, acaba convirtiéndose en cómplice de la atrocidad.
Nos atiende amablemente por teléfono desde Barcelona.

RT: ¿Es cierto que su intención inicial era escribir una novela sobre esto?


J.G.: Si, iba a ser una novela, pero resulta que hace años me llevé una profunda decepción. Me refiero a 2013, cuando se cumplían 50 años del magnicidio, cuando se suponía que ya todo estaba más que dicho. Era de esperar que en esa ocasión se tratara el tema de una forma más madura, más ponderada, más ajustada a lo que considero que es la verdad, es decir, la conspiración… y de repente fue casi peor que en el año 1963, en cuanto al nivel de mentira. Y ni siquiera fue una mentira sofisticada, sino burda y ampliada. Esto me conmocionó y me dije: "No, no puede ser una novela. Porque esta historia es la novela de terror y ciencia-ficción política más insuperable que se pueda imaginar. Me refiero a los hechos de Dallas y a lo que precipitaron. Iba a ser un libro breve, pero se convirtió en un ensayo largo y denso.


El escritor Javier García Sánchez / Editorial Navona

RT: ¿Qué diferencia este ensayo de los muchos que se han publicado hasta ahora sobre el mismo tema?

J.G.: Durante los últimos meses he tenido que soportar que se refieran a mi como "un investigador del magnicidio"…lo cual me debería de honrar. Y sí, en cierto modo he investigado, pero para mi un investigador tiene que ver más con esa imagen de "ratón de archivos"… yo diría que he sido un simple recolector. No he generado ninguna hipótesis nueva sobre el asesinato de Kennedy y de Lee Oswald…ni de los 50 asesinatos que vinieron después, de los que nadie habla (aunque ahora hablaremos)… me he limitado a recolectar libros de un "bando" y del otro. Y lo único original que tiene este libro, y que ha pasado desapercibido a pesar de ser lo más demoledor, es un ataque frontal a otros escritores. Yo me he leído toda la literatura que existe sobre el magnicidio, y nunca antes había visto esta actitud contra otros escritores: se llame Norman Mailer o se llame Stephen King… ya no merecen mi respeto, porque siguen en la mentira, y además de ese modo; el respeto se acaba, aunque yo los venere como escritores. Ésa es mi aportación valiente. Por lo demás me he limitado a recoger, a exponer y a trillar…y ante la sobreabundancia de datos, que el lector decida.

RT: ¿Quién mató a Kennedy, y para qué?

J.G.: A Kennedy le mata un entramado de gente muy preparada. Hablo de tiradores de la mafia. Cuando se dice "la mafia" parece que uno tiene la idea de un mafioso tipo Jack Ruby, el asesino de Lee Harvey Oswald, pues no: eran sobretodo tiradores de élite que iban a quien mejor les pagaba. Y quien mejor les pagaba, normalmente, era la CIA. Es evidente. Entones ese día estaban allí contratados por la mafia, en una operación totalmente supervisada por la CIA (porque la mafia por si sola jamás podría haber hecho todo lo que hizo –no fue sólo matar al presidente y a Oswald, sino colapsar toda la ciudad–); había también anticastristas en aquel movimiento. Y en las altas instancias del FBI lo sabían. Me refiero al propio J. Edgar Hoover y a sus dos o tres subjefes. Lo sabían todo semanas antes. 

Y lo querían matar porque les iba a fastidiar a todos, ya les estaba fastidiando. Estaba metiendo mafiosos en la cárcel, contra lo pactado: ya había encarcelado a 300 y no pensaba parar, y eso no era lo que los Kennedy habían pactado con los capos de la mafia. Iba a sacar a Estados Unidos de la guerra de Vietnam, con el descrédito militar que ello suponía y con el negocio archimillonario que se perdía. Iba a subir los impuestos casi al 30% a los magnates del petróleo y del acero (que era como tocar a Jesús y a la Virgen María). Acababa de invitar a Martin Luther King y a la plana mayor de los negros al despacho oval. Aquello en el sur de los Estados Unidos no sólo era un anatema, sino prácticamente condenarse a muerte. De hecho, las calles de Dallas aquél día están llenas de pasquines donde se leía "está usted condenado a muerte"…y lo mataron aquel día, claro.

RT: Tal como usted acaba de mencionar, y como desarrolla en su libro, el asesinato de JFK no fue sólo el asesinato de un presidente, sino de medio centenar de posibles testigos y personas cercanas al hecho… visto así, fue en realidad una matanza, ¿no?

J.G.: Sí, una matanza. Yo lo llamo "las cosechas de Dallas", porque fue una oleada de asesinatos tras otra. Yo creo en una teoría de los años 80 que apunta a que Lee Oswald estaba en la conspiración, pero no para lo que nos dijeron. Por supuesto, él no disparó al presidente. Estaba allí para otra cosa. Probablemente para detener al comando que lo iba a hacer, que iban a ser "comunistas" entre comillas, que posteriormente otorgarían al gobierno una excusa legítima para atacar Cuba… esta vez de verdad.


Lee Harvey Oswald/Dominio Público

Pero justo cuando Kennedy muere, Oswald intuye que todo ha fallado. Lo cierto es que Lee Oswald tendría que haber muerto en aquella hora, después de los disparos, pero no murió: se escapó porque era muy listo. Aunque no lo suficiente para llegar a adivinar en qué trampa le habían metido. A Oswald le detienen unos policías de Dallas que no son los que deberían haberle detenido y abatido. Si el plan hubiese salido bien, hoy no estaríamos hablando de esto. Ni siquiera hablaríamos tanto de Kennedy. Lo recordaríamos como un presidente asesinado por un loco comunista. Pero Oswald habló. Y de repente le matan, precipitadamente, y es ahí cuando la gente empieza a preguntarse qué está pasando. A los cinco días muere otro policía de Dallas, "suicidado" en los sótanos de la comisaría… a la semana ya empezaban a morir personas de Dallas que habían comentado informalmente cosas que apuntaban a la conspiración…y a partir de entonces se registra más de medio centenar de muertes misteriosas de ese tipo.

Y es bochornoso que hasta ahora, incluso después de haber celebrado el 50 aniversario del magnicidio en 2013, nadie, repito, ¡nadie! …se acuerda de los testigos. Como si no existieran. Yo en mi libro digo que esto es como contar la historia del III Reich y de la Segunda Guerra Mundial omitiendo por completo el holocausto.

RT: Después de trabajar durante años recopilando datos macabros, consultando archivos que demuestran las atrocidades cometidas, escribiendo para desmentir falsedades, e intentando demostrar que varias instituciones al más alto nivel político utilizaron su poder para asesinar a varias personas…¿qué sensación le queda?

J.G.: Me cuesta contestarle porque está muy reciente todavía la llaga. Es como parir, me imagino, o como después de una operación, que aún duelen los puntos de sutura… 

Me duele especialmente que este libro -y esto lo sabía antes de escribirlo, y te lo digo con claridad- no puede triunfar. No puede ser un super-ventas. No puede porque no puede, y punto. No debe trascender. También me duele que la prensa local haya ignorado el libro. Ni siquiera lo han mencionado. Es como si el tema de la conspiración cansara a los periodistas. Yo siempre digo que con esta actitud, los periodistas han ido liquidando a Kennedy año tras año. Con sus reticencias a reabrir el tema, con su hastío…en fin, la prensa ha hecho mucho daño.


El escritor Javier García Sánchez / Editorial Navona

RT: Permítame que se lo pregunte de nuevo, porque lo que quiero saber es qué sensación le ha quedado a usted con respecto al ser humano después de describir una conspiración tan macabra como esta.

J.G.: ¿Quiere que se lo diga de verdad, con el corazón en la mano?

RT: La verdad es que sí.

J.G.: Pues que somos profundamente gilipollas. Me refiero a fenómenos como el de Stephen King escribiendo sobre el fotograma 313 de la película Zapruder. Cuando un señor tan listo como Stephen King dice que ese fotograma prueba "hasta donde llega el poder de un loco solitario y comunista", yo pienso en aquellos que de verdad se lo han creído… y no encuentro otro calificativo.


El famoso fotograma 313 de la 'Cinta Zapruder', en el que se aprecia el impacto del proyectil en la cabeza del presidente Kennedy, y al que se refiere Javier García Sánchez en la entrevista. / ertGaming / Youtube.com

Hay un momento en que hay que decir: "¡basta!". Tanta tontería políticamente correcta me está empezando a envenenar. Esto no es más que corrección política y buenismo. El buenismo en política hizo que en los años 90 se recreara de nuevo la falsa imagen de un Lee Oswald loco y misterioso que tuvo suerte en su empeño. Pues al menos en España ahora ya hay una voz que dice "no". Y hay otras voces por ahí que también dicen "no". Aunque nunca tenemos eco, ni lo tendremos.

RT: En este sentido, ¿cree que existe algún tipo de control informativo o cultural en Estados Unidos y en sus países aliados que tiene, entre sus funciones, mantener la verdad oficial en este tema como algo incuestionable?

J.G.: No sé que decirle. Si me preguntara usted "¿En este mismo momento nos están escuchando en los cuarteles generales de la CIA en Langley, Virginia?". Pues no, tal vez no sea eso. Es algo mucho más sutil. Es que cuando sale este tema y se trata de alguna forma que pueda cuestionar el esquema que tienen establecido desde hace mucho tiempo…es decir, cuando aparece un "perturbado" como yo y sacude los cimientos de la verdad oficial…simplemente se le desprecia: se dice "ah,mira, otro conspirativo"… y no se le hace más caso. ¡Pero es que hay conspiraciones, todos los malditos días del año en muchos países! ¡Y así es la realidad!

RT: ¿Podría decirse que la política contemporánea es conspirativa?

J.G.:Si, yo creo que es conspirativa, a unos niveles muy altos, tan altos que cuesta creerlo. Las personas que van terminando de leer mi libro me dicen: "suena a ciencia-ficción". Les asombra esa abducción colectiva en la mentira. Y yo les digo que yo la veo en mi tierra, en Cataluña, todos los días del año. Veo cómo va enloqueciendo la gente, lo veo en el absurdo de lo que dicen y en lo que creen… por no hablar del resto de España, de Europa… es algo muy generalizado.

RT: Me referiré a algo concreto: cuando usted ve en las noticias que de repente Donald Trump despide al jefe del FBI…¿en qué tipo de realidades piensa usted?¿Qué cree que está ocurriendo de verdad ahí?

J.G.: Siempre me pregunto lo mismo: qué sabemos, qué nos cuentan, qué vemos en un programa informativo, con qué sesgo y para qué nos lo dicen…No sabemos si son conspiraciones, pero son movimientos brutales del poder, que no se entienden si uno no está muy dentro. En realidad me parece una bagatela, algo inherente a los propios juegos diabólicos del poder, de todos los países y de todas épocas. Si me preguntara usted quién era más malo, la CIA o el KGB le diría que no lo sé, que son lo mismo. Pero volviendo a su pregunta, todos esos movimientos CIA-Donald Trump-FBI me parecen como bailes de salón para despistar. No sabemos lo que está pasando ahí.


Donald Trump, presidente de los EE.UU. y el ex-jefe del FBI, James Comey / Gary Cameron / Reuters

Muchas veces me han preguntado si se acabaría la controversia sobre el asesinato de Kennedy si saliera un presidente de los Estados Unidos a decir, públicamente, por televisión y a las 9 de la noche, desde su atril: "señoras y señores, a Kennedy le mató tal o cual persona"… y pidiera disculpas en algo así como un ejercicio de auto-democracia demoledora… pues fíjese, si lo hiciera Obama, yo a lo mejor me lo hubiera creído. Ahora bien, imagínese que eso lo dice mañana Trump: "a Kennedy lo mató la CIA, el FBI y el Pentágono". ¿Usted se lo creería? Yo no.

RT: Entonces… ¿no es posible que ningún presidente estadounidense en el futuro admita lo ocurrido y pida disculpas?

J.G.: La mayor parte de la gente piensa: "seguimos como al principio, sin tener ni idea de quién mató a Kennedy"… y ése es precisamente el principio de la conspiración: lo que quieren es que digas: "seguimos sin saber quién mató a Kennedy". Y si, si se sabe. De los 8 tiradores se sabe al menos el nombre de 5. ¿Qué mas quieren? 

Nunca van a admitir lo sucedido. Tenga en cuenta que hubo una masiva participación de instituciones norteamericanas como el Pentágono, la CIA, el FBI… y gente muy "respetable" y con mucho dinero, grandes accionistas de Wall Street…y eso el pueblo americano nunca lo podría aceptar. Creo que el pueblo americano nunca entendería una relación entre la mafia y la CIA. Admitir que las supuestas "fuerzas del bien", es decir, el Gobierno, las instituciones, el Senado, estaban entre la Mafia y la CIA es muy duro para ellos: es una realidad en la que la CIA y la Mafia hacen pagos en heroína…¡Los tiradores de Dallas cobraron en heroína! Pagarles en dinero era muy peligroso. Se les pagaba con heroína. En maletas.Y esto lo pagaba la mafia. Perdón, la CIA. Eso para un pueblo que se ufana de ser tan demócrata es muy difícil de digerir…prefieren hacer como que no se sabe nada y dejan dormir al fantasma. Al fantasma de Oswald, me refiero. Por eso mi libro no está dedicado a John Fitzgerald Kennedy, sino a Lee Harvey Oswald.



David Romero

Infografía: Democracia y participación por el futuro de Cuba

¿Cómo se debatieron en toda Cuba documentos medulares para seguir moldeando la fisonomía del país?

Juventud Rebelde 
30 de Mayo del 2017 18:33:58 CDT

La Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista, así como los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución son sometidos este 31 de mayo y 1ro. de junio a la consideración de la Asamblea Nacional del Poder Popular, cuyos diputados también reciben información sobre el proceso de conformación de las bases del Plan Nacional del Desarrollo Económico y Social hasta el 2030.

Juventud Rebelde presenta cómo se debatieron en toda Cuba documentos medulares para seguir moldeando la fisonomía del país, un proceso calificado por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Primer Secretario del PCC y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, como el de «los documentos más estudiados, discutidos y rediscutidos de la historia de la Revolución».

Ni infierno ni paraíso: Un filósofo ruso explica científicamente el más allá

Publicado: 30 may 2017 13:26 GMT | Última actualización: 30 may 2017 13:32 GMT

El doctor en filosofía y profesor ruso Yuri Serdiukov ha ofrecido una nueva teoría sobre la realidad subjetiva de la muerte clínica a partir del análisis de procesos fisiológicos y psíquicos.


Imagen ilustrativa

El doctor en filosofía ruso y el profesor de la Universidad estatal de Jabárovsk (DVGUPS, por sus siglas en ruso), Yuri Serdiukov, ha revelado en términos científicos qué experimenta una persona durante la muerte clínica. Lo hizo el pasado 25 de mayo durante una conferencia internacional sobre Neurofilosofía en la Universidad Estatal de Moscú (MGU), informa RIA Novosti.

En contraste con los testimonios de pacientes que sobrevivieron a este estado específico en relación al 'infierno' o el 'paraíso', con su descripción de la formación de la realidad subjetiva en la muerte clínica, Serdiukov está seguro de que se pueden explicar estas imágenes sin recurrir a la mística. Solo es necesario basarse en el análisis de los procesos fisiológicos y psíquicos que se producen en nuestro cuerpo. 

Durante la muerte clínica, a pesar de la pérdida del contacto táctil con la realidad, la suspensión de la respiración y de la circulación de la sangre, el cerebro sigue vivo durante un período considerable de tiempo. Muere gradualmente, empezando por las neuronas de la corteza de los hemisferios cerebrales y terminando con las estructuras troncales. Y es casi imposible determinar cuánto tiempo tarda este proceso porque la actividad eléctrica del cerebro, que va disminuyendo durante la muerte clínica, en cierto momento supera los límites de la sensibilidad de los aparatos contemporáneos.

¿Qué le pasa al cerebro?

En la muerte clínica o en el estado de coma, según Serdiukov, una persona pierde la capacidad del pensamiento verbal y lógico y su mente se disuelve. Entonces la realidad subjetiva del cerebro de esta persona se convierte en un torrente indivisible de vivencias oníricas (parecidas al sueño) creadas por la actividad espontánea del cerebro.

El contenido de estos torrentes depende de varios factores, entre los cuales figuran:
  • toda la vida a partir del período intrauterino, cuando se forma la percepción de los sonidos;
  • las estructuras psíquicas innatas de la personalidad de una persona;
  • la activación de algunas estructuras genéticas en el estado del estrés causado por la muerte clínica.
Sin embargo, Serdiukov afirma que es posible regular el contenido de estas vivencias cercanas a la muerte. Para hacerlo, hay que mantener la percepción optimista del mundo durante la vida y crear un complejo de impresiones positivas estables para que sean fijadas en las estructuras neuronales del cerebro y sean capaces de resistir al proceso de desintegración en el estado de muerte clínica. De esa manera el cerebro será capaz de reproducir las vivencias alegres y agradables (lo que los pacientes interpretan como el paraíso) y no imágenes oscuras y lúgubres (que los pacientes toman por el infierno).

¿Para siempre?

Asimismo, en su concepto sobre las vivencias cercanas a la muerte el filósofo sostiene que para la percepción humana este proceso puede durar eternamente. Aunque desde el punto de vista objetivo y físico el proceso de la muerte del cerebro dura relativamente poco, para la percepción subjetiva de una persona estas vivencias se prolongan eternamente porque transcurren sin reguladores naturales del tiempo como la luz del sol y el ritmo cardíaco.

Trump toma la decisión de sacar a EE.UU. del Acuerdo de París sobre el cambio climático

RT Publicado: 31 may 2017 11:45 GMT | Última actualización: 31 may 2017 12:31 GMT

El mandatario de EE.UU. ha tomado la decisión de retirar a su país de este documento de importancia global sobre el cambio climático.


El presidente de EE.UU., Donald Trump.
Brian Snyder / Reuters

El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha tomado la decisión de retirar a su país del acuerdo histórico sobre el cambio climático alcanzado en París en 2015, informa Axios, remitiéndose a fuentes familiarizadas con la medida.

Los detalles sobre cómo se concretará la medida recaen en un equipo del que forma parte Scott Pruitt , administrador de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés). El grupo está decidiendo si apuesta por una retirada formal y completa, que podría tardar tres años, o sale del acuerdo sobre el cambio climático de Naciones Unidas, opción que sería más rápida pero más radical.

El Acuerdo de París, un documento histórico de importancia global que estipula cómo limitar el cambio climático, fue firmado el 22 de abril de 2015 en la sede de la ONU en Nueva York. El documento, que tiene como fin la desaceleración del calentamiento global, exige a los países responsables del 55% de las emisiones de los gases de efecto invernadero una reducción de las mismas.

El mandatario estadounidense ya había mostrado su intención de cancelar el acuerdo, desatando la indignación en la comunidad científica. Una reciénte carta firmada por 22 senadores republicanos, en la que pedían la salida del acuerdo, reforzó las intenciones de Trump, que durante la semana pasada expresó a sus confidentes que se disponía a sacar a EE.UU. del acuerdo.

Al sacar a EE.UU. de este documento, Trump no solo se desprendería del legado de su predecesor, Barack Obama, sino que también lanzaría una clara señal al resto del mundo acerca de que EE.UU. no considera el cambio climático como una prioridad y que amenaza con deshacerse del acuerdo entero, resume el portal.
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