"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

domingo, 5 de octubre de 2014

Dilma Rousseff y Aécio Neves se enfrentarán en la segunda vuelta en Brasil

Por John Lyons

SÃO PAULO—La presidenta Dilma Rousseff obtuvo más de 41% en las elecciones en Brasil y se enfrentará en la segunda vuelta a Aécio Neves, quien terminó con cerca de 34%. La candidata del Partido Socialista Brasileño, Marina Silva, quedó lejos con 21%.

Las encuestas proyectan un desempate muy peleado el 26 de octubre entre Rousseff y Neves, un candidato más conservador que ha prometido impulsar la economía.

La reñida elección refleja la incertidumbre sobre las perspectivas de este país rico en recursos naturales que lidia con la debilidad de los commodities. Hace apenas cuatro años, la economía de Brasil se disparaba a un ritmo de 7,5% conforme el auge prometía elevar a millones de personas de la pobreza y al mismo tiempo agilizar el desarrollo del país.

Sin embargo, la economía está atravesando un drástico giro. Brasil cayó en recesión este año después de cuatro años de estancamiento, y la inflación está en alza. La petrolera estatal Petróleo Brasileiro S.A. PETR4.BR +6.07% está inmersa en un presunto caso de malversación de fondos y otros escándalos. Desde que Rousseff asumió el poder, el real ha perdido un tercio de su valor frente al dólar y la bolsa de valores acumula un descenso de 21%.

El año pasado, alrededor de un millón de brasileños salieron a las calles en manifestaciones masivas en contra de problemas que van desde la mala calidad de los hospitales y las escuelas hasta la corrupción y el gasto de US$11.500 millones para organizar el Mundial de fútbol. La popularidad de Rousseff se desplomó, lo que aumentó las probabilidades de que su izquierdista Partido de los Trabajadores pudiera perder las elecciones después de 12 años en el poder.

“Es hora de un cambio”, expresó José Luiz Francisco, un residente de 66 años de los suburbios de clase obrera de São Paulo. A pesar de que votó por Rousseff en 2010, dijo que este domingo optó por su contrincante Silva.

En las últimas semanas, Silva y Neves habían buscado fortalecer sus compañas entre los que buscaban un cambio, la mayoría votantes de la clase media y de mayores recursos. Nacida en un campamento de recolección de caucho en la selva amazónica de Brasil, la convincente historia de Silva de comienzos humildes le dio ventaja entre los pobres de Brasil.

Avanzó para tomar el liderazgo en las encuestas después de ingresar a la contienda tarde después de la muerte el 13 de agosto del candidato del Partido Socialista, Eduardo Campos, en un accidente aéreo. Sin embargo, su campaña se debilitó ante feroces ataques publicitarios por parte de Neves y Rousseff. En los últimos días, muchos partidarios de Silva se inclinaron por Neves como el mejor candidato para derrotar a Rousseff.

No obstante, Rousseff ha mantenido un gran apoyo entre millones de pobres y votantes de la clase obrera que siguen temiendo un cambio y apoyan a la presidenta como la candidata de continuidad. Durante 12 años en el poder, el Partido de los Trabajadores ha expandido enormemente los programas de prestaciones sociales que han ayudado a sacar a unos 36 millones de personas de la pobreza extrema.

Al mismo tiempo, ante otros votantes que buscaban el cambio, Rousseff forjó una ventaja en parte al presentarse a sí misma como la candidata que también cumplirá ese pedido. Una de sus promesas de campaña es que los proyectos que apunta a transformar el país, como nuevos ferrocarriles e infraestructura de irrigación, se podrán completar recién en un segundo período presidencial. Uno de sus eslóganes es: “Más cambios, más futuro”.

La votación en el barrio de clase media de Tijuca en Rio de Janeiro, Waldemir Mello, un técnico de equipos médicos de 53 años, dijo que Rousseff ha demostrado ser una administradora sólida y merece un segundo plazo.

“Brasil ha logrado mucho en los últimos cuatro años”, afirmó Mello. “Quiero que continúen sus proyectos actuales”.

—Loretta Chao en São Paulo, Paul Kiernan en Belo Horizonte y Will Connors en Rio de Janeiro contribuyeron a este artículo.

DOCUMENTAL - SUPERHUMANOS: EL PODER DE LA MENTE



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“Aprendí alemán en una hora y media y luego di una charla de cuatro”

Por Miguel Ayuso,

Puede que no recordemos su nombre (él lo recordaría seguro), pero es difícil no haberle visto alguna vez en televisión memorizando en un segundo 19 dígitos decimales, aprendiendo el orden de unas cartas en lo que dura un suspiro, o presumiendo de su coeficiente intelectual de 194, uno de los más elevados del mundo.

Ramón Campayo (Albacete, 1965) tiene un palmarés impresionante. Ha ganado siete campeonatos del mundo de memoria rápida, ha batido más de cien récords mundiales y dirige una escuela en la que están los quince memorizadores más rápidos del planeta. Su éxito en la industria del libro sin embargo, ha venido de mano de la enseñanza de idiomas. Su libro Aprende inglés en 7 días (EDAF) fue número uno en España y Rusia. Tres años después, llega Aprende alemán en 7 días (Planeta/Zenith), la continuación lógica de éste, que promete ser un nuevo éxito. Pero, ¿realmente ofrece este libro lo que promete? Campayo ha contestado a ACyV esta y otras muchas preguntas.

PREGUNTA. ¿Es posible aprender alemán en siete días, o más bien en siete horas, como promete su libro?

RESPUESTA. Sí. Estoy convencido de que en 15 minutos es posible empezar a formar frases más o menos complejas a gran velocidad y con mucha seguridad. El sistema es sorprendente, pero porque la mente es sorprendente. Yo lo que he hecho es aplicar cómo funciona la mente al aprendizaje de un idioma. Pero no es lo mismo siete días que siete horas, porque hace falta un tiempo de por medio. Si tú dices en inglés get up siete veces seguidas no lo aprenderás mejor que diciéndolo una, pero si lo dices todas las mañanas durante una semana al final se te queda. Así que hacen falta siete días, pero sólo una hora diaria.

P. Muchos españoles tenemos la impresión de que no nos enseñaron bien el inglés en el colegio. ¿Qué errores cree que se cometen más a menudo en la enseñanza de idiomas?

R. Lo que no puede ser es que el primer día en la escuela aprendas los verbos principales, empieces a conjugarlos, a estudiar las declinaciones… El alumno se va el primer día diciendo “madre mía, qué difícil es esto”. Y hay gente que está dos meses en Alemania y se vuelve sin saber nada. El secreto está en la técnica. Yo hago que la persona avance muy rápido porque memoriza primero el vocabulario necesario, y no repitiendo, sino mediante imágenes y asociaciones. De esta manera el subconsciente accede a esa información con mucha seguridad y a gran velocidad. Y, a partir de ahí, sucede justo lo contrario de lo que ocurre en la actividad académica, y es que tenemos la sensación de que es divertido y fácil.

P. Pero esto no significa que podamos mantener una conversación en alemán en siete días…

R. Sí, e incluso antes. Vamos a suponer que has adquirido un vocabulario de cerca de 1.000 palabras, siempre que no se salga de esas palabras, vas a entender a un nativo. Sin ningún problema.

P. Dada su especial capacidad, ¿cuántos idiomas es capaz de hablar?

R. La respuesta que te voy a dar es un poco divertida. Depende del día. He llegado a aprender muchos idiomas. Por ejemplo el alemán lo aprendí estudiando una hora y cuarenta minutos, y no es broma, en parte del vuelo de Alicante a Múnich, y allí ya pude dar una conferencia de cuatro horas hablando alemán. He hecho algo parecido con otros idiomas. He llegado a hablar japonés, ruso, sueco, checo… Lo que sucede es que luego el idioma requiere cierto mantenimiento, cierto uso. Por ejemplo, en Rusia estuve hace diez años y no he vuelto. ¿Para qué quiero hablarlo? Luego cuando viajas, al fin y al cabo, estás siempre hablando inglés. He llegado a defenderme en 15 idiomas y me he quedado con lo que utilizo normalmente.Yo puedo ver a una persona cómo coge el boli para memorizar y sé lo que está pensando o qué le va a pasar

P. Se escucha mucho que el cerebro tiene una capacidad ilimitada. ¿Es cierto o tenemos que hacer hueco a una nueva enseñanza olvidando algo ya aprendido?

R. Bueno, realmente en este caso es por el uso. Si no usas algo no te interesa invertir tiempo en mantener algo que no te va a hacer falta. El espacio en el cerebro es tan grande que podríamos decir que es ilimitado, en cuanto que no vamos a llegar al límite. Antes te vas a encontrar con otros frenos como el cansancio, falta de poder dormir, desconectar, la falta de autoestima…

P. En los medios suelen definirle como mentalista, hipnólogo o, incluso, telépata, como le presentó Iker Jiménez en Cuarto Milenio. ¿Considera que su habilidad tiene algo de paranormal o es todo práctica?

R. Yo siempre he sido un fan de la mente. Creo que la mente de cualquier persona hace cosas increíbles. Cuando tú la trabajas, y siempre me ha gustado trabajarla desde todos los puntos de vista, hay un momento en que se estira y se estira y parece ilimitada. Después de trabajarla tanto y desde tantos puntos de vista, llega un momento en que empiezas a espabilar percepciones especiales o capacidades que podríamos calificar de paranormales. Llegas a afinar tanto que te resulta fácil saber lo que piensa una persona por cómo te mira, o qué hace con la mano. Eso se puede afinar hasta límites increíbles. Yo puedo ver a una persona cómo coge el boli para memorizar y sé lo que está pensando o qué le va a pasar. Llega un momento en que lo haces. No es que sea mágico, es que conoces cómo funciona la mente y desarrollas capacidad para ser consciente de muchos detalles.
Ramon Campayo, actual campeón del mundo de memoria rápida. (Efe)

P. En el colegio siempre nos decían que saber algo de memoria no sirve para nada porque lo importante es aprender de dónde vienen y para qué sirven los conocimientos. ¿Tiene sentido esta afirmación?

R. Pues fíjate los “expertos” que dicen esto, con 20.000 pares de comillas, que poca idea tienen. Si la memoria no sirve para nada, ¿cómo memorizas los datos geográficos, la altura del Everest o una palabra en otro idioma? Supongo que esa gente que dice que no necesita la memoria puede razonar la longitud de los ríos o las capitales del mundo, porque es lógico. Es obvio que hay que desarrollar la capacidad lógica, pero hay cosas a las que no se puede aplicar. La capital de China es Pekín, eso siempre tienes que memorizarlo. El secreto reside en cómo memorizar, pero la memoria es la más prodigiosa de las capacidades mentales, la que más espectáculo puede dar y la que parece sobrehumana. Y ya que la tenemos hay que usarla y explotarla, si no, no puedes hacer nada.Si no ejercitamos la memoria, las personas tendrán enfermedades cerebrales más graves, más alzhéimer y más problema de todo tipo

P. Sin embargo el aprendizaje es cada vez menos memorístico. Si queremos saber la capital de un país nos basta con mirarlo en Wikipedia. ¿Qué nos aporta hoy en día saber cosas de memoria?

R. Eso es cómo decir que como hay coches no necesitamos hacer ejercicio, y puedo estar todo el día en el sillón hinchándome a comer pasteles. Pues así tendrás obesidad sin duda. Si no ejercitamos la memoria, las personas tendrán enfermedades cerebrales más graves, más alzhéimer y más problemas de todo tipo. Lo que no se ejercita se atrofia, y el cerebro es realmente un músculo. Hemos visto mediante encefalografía cómo entrenando el voltaje del cerebro se multiplica, cómo las neuronas se vuelven violentas y la sinapsis se produce más rápido, etc. No ejercitar la mente me parecería una pena porque la mejor herramienta que tenemos a nuestro servicio se va a transformar en tu peor enemigo.

P. Supongo que el método que aplicas para enseñar idiomas se puede aplicar a otras materias. Ya que puedes memorizar tan rápido, ¿cree que se sacaría sin dificultades la oposición de notario?

R. Ni lo dudes. Y no yo, cualquier persona. Imagina un notario que tiene que aprender el código civil, que son 2.000 artículos. El tiempo promedio es siete años. Un memorizador medio, no te digo que esté en la élite, puede tardar en memorizar los artículos con todas sus palabras en no más de dos horas. Eso es lo que tardarían. Mucha gente que haya estudiado estará pensando “venga ya, eso es imposible”, porque le dará rabia reconocer que existe esa desproporción tan gigantesca. Pero existe. Él lo ha hecho mediante fuerza bruta y nosotros lo hacemos por técnica. 


P. ¿Y por qué no es notario, teniéndolo tan fácil?

R. Me aburriría. Me lo paso mucho mejor viajando por el mundo, haciendo charlas, demostraciones… Enseñando a otras personas a conocer su mente y a usarla para lo que quieren. No soy persona de estar en despachos, me gusta mucho mi trabajo.

P. Gran parte de su tiempo lo dedica a competir con otra gente en la rapidez para memorizar números o palabras. ¿Cree que sirve para algo?

R. Una persona que trabaja el cerebro va a operar mucho mejor, va a tener mejor salud mental. Es como ir al gimnasio, ¿para qué sirve correr? Hay que pensar que cuando uno se jubila va a querer tener bien la cabeza, en su sitio. Hay competidores con 79 años. Yo tuve una alumna de 92 años que estaba muy mal y acabó con tanta ilusión que se matriculó en derecho. Creas una ilusión espectacular y sirve para todo.

P. ¿Cree que en el futuro seguirá aumentado la inteligencia del ser humano?

Al ritmo que vamos, no. Siempre se va a evolucionar porque siempre hay personas inteligentes que desarrollan algo: una actividad que te permite vivir mejor, una máquina, un procesador, un mejor coche… Pero es un trabajo de minorías. El resto de gente se va acomodando. Imagínate aquí en España, a mucha gente no se la puede sacar más allá del fútbol. O gente que bebe demasiado alcohol y es lo único que le gusta. Yo no le veo ningún tipo de inteligencia a eso. Luego tiras hacia arriba y ves a los políticos, y toda la desvergonzonería que encontramos a cada paso que damos, y te das cuenta de que lo único que buscan muchas personas es el pillaje. Va a ser complicado que la gente sea cada vez más inteligente. Si acaso más oportunista y más vividora, y compensarán los malos momentos con otras cosas. Pero yo a eso no lo llamaría inteligencia.
Ramón Campayo durante la grabación de un documental sobre la memoria. (Speed Memory/Facebook)

P. Hay un lugar común que dice que las personas más inteligentes no son siempre las más felices. ¿Cree que es cierto?

R. Puede ser un lugar común, pero tiene bastante razón. Es muy fácil preocuparse por las cosas si tienes mucha capacidad para analizar y ver injusticias y si eres sensible, y si eso te afecta, puedes tener problemas. Hay gente con coeficientes intelectuales muy altos muy tendente a la depresión y a estar siempre aislado. Hay que asimilar que las cosas van como van y que tu eres una pieza pequeñita en el puzle y no puedes querer cambiar el mundo tu solo.Una persona muy mala puede ser muy inteligente y preparar un delito espectacular que no se descubra. ¿Entonces qué pasa, que emocionalmente no es inteligente?

P. ¿Y esto no sé puede educar también? Se habla mucho de la inteligencia emocional, ¿qué opina de este concepto?

R. Para mí eso no existe en absoluto. Inteligencia y emoción van reñidas, no tiene nada que ver. Lo que pasa es que se le llama inteligencia a todo. Una persona dijo eso y se está aceptando, pero no es verdad. Una persona muy mala puede ser muy inteligente y preparar un delito espectacular que no se descubra. ¿Entonces qué pasa, que emocionalmente no es inteligente? Esa persona es muy inteligente. Lo que podemos criticar es su comportamiento.

P. Tenemos tendencia a pensar que las personas inteligentes son mejores personas, y no tiene porque ser así.

R. Exactamente. La inteligencia es una capacidad mental, como la memoria o la imaginación. Y otra cosa es tu reacción frente a las cosas. Pero a eso yo no lo llamo inteligencia. El comportamiento se puede corregir, la inteligencia no. Hay personas listas que tienen conocimientos y no tienen por qué ser inteligentes.

P. Usted es miembro de Mensa, una asociación que reúne a las personas con los coeficientes intelectuales más altos del mundo. ¿Cuáles son sus actividades?

R. Son actividades como las de cualquier otra asociación, como un club de pesca. Esta es una más, de gente con un CI alto. Creo que la inteligencia es importante, pero se tiende a sobrevalorar. Muchas personas se sienten acomplejados cuando escuchan que fulano o mengano es muy inteligente, pero la inteligencia es sólo una capacidad, y hay muchas otras, muy importantes, que se pueden mejorar y trabajar.

P. Desde luego, el coeficiente no lo es todo. ¿Puede una persona con un CI muy alto acabar teniendo una vida de fracaso?

R. Por supuesto. Y si vamos al mundo de la competición, donde se ve realmente de lo que una persona es capaz, te puedo decir que es más peligrosa una persona normal, que haya entrenado bien y que confía en sí mismo que una persona muy inteligente que no haya desarrollado ninguna capacidad y no tenga confianza en sí. Esa persona a nadie le preocupa en absoluto, es como darle un Ferrari a un chimpancé.

El moderno caza ruso Su-35 es capaz de detenerse en el aire

En Rusia se han preparado los primeros resultados del estudio sobre un caza multifuncional de generación 4++, el Su-35, un avión que permite realizar movimientos de pilotaje únicos.

El Su-35 es un caza supermaniobrable multifuncional de la flota de aviones de combate de Rusia. Sus características reúnen la mayoría de los requisitos exigidos a los vehículos de quinta generación, informa Vesti.ru.

El piloto investigador Mijaíl Shilo es uno de los cuatro pilotos que probó estos cazas supermodernos. "El Su-35, entre otras cosas, puede atacar simultáneamente múltiples objetivos terrestres", explicó.

Además, se demostraron otras prestaciones del Su-35. La aeronave está equipada con nuevos motores con un mayor empuje y toberas que se pueden girar para cambiar el vector de empuje, una característica que, junto con un sistema integrado de gestión, permite implementar la modalidad de supermaniobrabilidad en medio de un combate aéreo. En particular, los aviones dan al piloto la posibilidad de ralentizar la velocidad del aparato a casi cero en pleno vuelo.

"Puedo detener el avión en el aire; es como un sueño [...]. Antes las aeronaves no podían detenerse en el aire, pero ahora eso es posible", explicó Alexánder Jarchevski, jefe del centro de la aviación Lipetsk, a unos 430 kilómetros de Moscú.

El pasado junio se reveló que China está dispuesta a encargar al complejo industrial militar ruso más de 50 aviones de caza multifuncionales de cuarta generación Sukhoi Su-35.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/actualidad/view/142408-caza-moderno-su35-capaz-detenerse-aire?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=all

La nueva economía sostenible para las organizaciones del Siglo XXI

Por Julia Ramos Puentes

Como dice Jonathan Dawson, profesor de Economía para la Sostenibilidad del Schumacher College en el libro “Teacher´s Guide: Design for Sustainability”, “Una nueva economía no emergerá de los poderes económicos y del sistema capitalista, sino de abajo arriba, de las personas hacia sus comunidades, regiones y países; cuando estos aprendan a construir y tomen el control de la economía, cuando determinen realmente cuales son las formas de medir su propio bienestar; y aprendan a proteger los recursos naturales que la tierra nos ofrece por nuestro bien y el de las futuras generaciones”



Y es que parece que economía y desarrollo sostenible son dos conceptos completamente antagónicos en la sociedad actual en la que vivimos. Por lo tanto, en este texto quiero demostrar que ambos no sólo pueden ir de la mano, sino que son totalmente complementarios e interdependientes.

Comencemos definiendo Sostenibilidad y Economía. Según las Naciones Unidas, Sostenibilidad es la capacidad de cubrir las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.

Mientras que Economía procede del Griego “Oikos”, que significa: “cuidado o gestión de la casa”. Por lo tanto Economía ySostenibilidad parecen, al menos en cuanto a definición, dos conceptos bastante similares, sobre todo si comprendemos que el cuidado de la casa se refiere al cuidado de nuestra casa, el planeta TIERRA. Así pues, para que el cuidado de la tierra ocurra, es necesario que gestionemos sus recursos de manera inteligente sin comprometer nuestra propia supervivencia y la de las personas que están por venir.

Ahora bien, parece casi una locura pensar que en los tiempos actuales en los que vivimos, economía y sostenibilidad puedan ir de la mano, sobre todo cuando hemos igualado el concepto de economía al concepto de dinero, volviéndose éste además dueño y señor de todo y de todos. Parece que el dinero ha pasado de ser un medio para el intercambio, al elemento central alrededor del cual se construyen y organizan las relaciones humanas. Pues bien, esta realidad económica que parece tan obvia y que muchos aceptamos como única y posible, no es más que una “historia” reciente. Hoy en día asumimos que el dinero, siempre ha funcionado de la misma manera. Nada más lejos de la realidad, ya que por ejemplo, no fue hasta 1870 que el dólar americano se estableció como la única moneda nacional. Hasta esa fecha existían más de 7000 monedas diferentes en circulación y se usaban miles de otros productos para el intercambio en ese país.

Asimismo, los tres organismos internacionales, el Fondo Monetario Internacional, El Banco Mundial y la Organización Mundial del Comercio, principales responsables de regular los asuntos económicos a nivel internacional, sólo llevan operando desde mitad del siglo XX.

Así pues, si queremos llegar a implementar una nueva economía para las organizaciones del siglo XXI, primero tenemos que comprender el funcionamiento del sistema económico actual, entendiendo en profundidad qué es, cómo se crea y cómo funciona el dinero.

Entendiendo el sistema financiero

Con la llegada de la era científica en el Siglo XVI, llegó la separación de los seres humanos con la naturaleza. Pasamos a ver nuestro medio ambiente como un subsistema al servicio de la economía que nos aportaba un banco de recursos lleno de productos transformables para satisfacer todas las necesidades económicas del ser humano.

El desarrollo económico de los asentamientos humanos ha pasado del modo supervivencia de los cazadores-recolectores al desarrollo de la agricultura, a la especialización de las habilidades, para pasar a la industrialización y finalmente al consumo masivo y excesivo.

El sistema económico actual ha florecido gracias a la llegada de la era de los combustibles fósiles. La explotación de losrecursos naturales ha puesto a nuestra disposición enormes cantidades de energía, dando lugar a grandes avances tecnológicos, pero también con inmensos costes para la sociedad y el planeta, como los gases de efecto invernadero o la disparidad económica entre ricos y pobres.

Este sistema económico asume que siempre tendremos energía barata y que el crecimiento es ilimitado. Pero, ¿cómo se puede tener crecimiento ilimitado dentro de un planeta con recursos limitados?

Asimismo, nos han hecho creer que el crecimiento económico y la globalización es la única alternativa, el único camino, cuando éstos no son más que una construcción cultural impuesta sobre todas las personas, resultado de unas cuantas elaboradas políticas creadas por el sistema capitalista industrial. (Gibler 2006)

Ahora bien, Si queremos generar cambio, necesitamos conocer el funcionamiento del sistema desde dentro. ¿Cómo funciona realmente el sistema económico actual y el dinero?

La primera gran revelación es que el dinero es creado por los bancos comerciales, que son entidades privadas, en forma de deuda.

¿Esto qué significa? Pues que cada vez que una persona solicita un préstamo en un banco, éstos crean un dinero electrónico imaginario, asumiendo que el individuo pagará su deuda con intereses en el periodo especificado.

Para que el sistema siga en funcionamiento, es necesario que exista una necesidad de préstamos constante por parte de los individuos y el mercado.

Lo que muchas personas piensan es que el dinero de los bancos proviene de los depósitos de los clientes en ese mismo banco y en realidad funciona totalmente a la inversa.

De esta manera, el sistema económico y el dinero tienen su pilar en la deuda adquirida y en los intereses que esta deuda genera; y por tanto dependen del crecimiento económico constante como única forma para el repago de la deuda. Algo todavía más terrorífico que esto es, que este sistema necesita de la competencia entre personas, quitándose los recursos unos a otros para poder saldar sus cuentas con el banco.

Actualmente el 90% del dinero mundial es solamente una cifra en un ordenador, siendo dinero electrónico completamente intangible.

Otro factor totalmente sorprendente es que los gobiernos no crean el dinero usado por sus ciudadanos y que éstos dependen y deben operar de la misma manera que los individuos, es decir, pidiendo préstamos con intereses a los bancos. Recordemos además que los bancos son entidades privadas.

Asimismo, se estima que el 96% del dinero que existe actualmente en circulación es dinero meramente especulativo y se usa para conseguir beneficios especulando sobre las tasas de conversiones monetarias en los mercados internacionales.

La creación del dinero como deuda e intereses hace que el dinero se transfiera de pobres a ricos. Se calcula que aproximadamente el 10% de la población gana aproximadamente el doble en intereses por sus depósitos bancarios que paga por sus créditos. Lo mismo sucede entre los países en vías de desarrollo y los países desarrollados.

Es por esto que para poder generar una economía realmente sostenible y justa, no sólo es necesario cambiar el funcionamiento del dinero como deuda sino que además es necesario prestar atención a dos factores clave: las externalidades y los subsidios.

Pongámonos en contexto: Hoy en día, 52 de las 100 economías más poderosas en el mundo son grandes corporaciones.

Pues bien, las externalidades corresponden a todos aquellos costes sociales y ambientales no incluidos en el precio pagado por los consumidores finales. Esto hace que en muchos casos sea más barato importar productos de otros países que consumir los del propio.

Si las externalidades fueran internalizadas, es decir, si los costes sociales y ecológicos asociados a los productos industriales fueran incluidos en el precio final, el coste de producción sería mayor y dichos productos ya no sería tan rentables.

Este simple cambio tendría un efecto enorme sobre el consumo a nivel mundial, ya que los productos sostenibles, por ejemplo la agricultura local y ecológica sería más económica que cualquier producto agrícola producido de manera industrial e insostenible. Esto tendría impactos positivos inimaginables sobre toda la sociedad, ya que prosperarían las organizaciones sostenibles y los seres humanos podríamos desarrollar nuestras carreras profesionales en empresas con sentido en las que sentirnos realizados.

El segundo factor son los subsidios. Se estima que cada año se destinan 700 billones, provenientes de impuestos, a actividades que destruyen el medio ambiente (Brown 2008).

La mayor parte de los subsidios se destina a los grandes productores y las grandes multinacionales, lo cual impide a los pequeños productores y a los países más pobres competir en igualdad de condiciones.

Pues bien, hasta ahora hemos visto que el dinero como deuda, las externalidades y los subsidios son tres factores que requieren un cambio si queremos construir un nuevo sistema económico más sostenible y justo. La buena noticia es que la solución no es tan compleja como puede parecer a priori, ya que según los datos expuestos anteriormente, todo este entramado podría parecer una lucha de David contra Goliat.

Por lo tanto, el cambio, como dijimos al principio, vendrá de abajo a arriba y para ello es necesario que desarrollemos proyectos que apoyen el surgimiento de un nuevo modelo económico.

El cambio de abajo hacia arriba

Este nuevo modelo económico requiere que comprendamos varios factores: El primero es que existe una interconexión entre todas las cosas y todos los seres vivos. Lo que yo hago a otros y a mi entorno tiene un impacto sobre mí mismo.

El segundo es que el crecimiento ilimitado y exponencial es imposible y antinatural. No hay ningún proceso en la naturaleza que siga ese patrón. El crecimiento siempre tiende al equilibrio en el tiempo.

También se hace necesario que revisemos nuestras creencias sobre el dinero. ¿Cuánto dinero quiero o cuanto necesito? El cambio de la visión de la economía del cuanto quiero al cuanto necesito es el principio de la economía no violenta o de la suficiencia que promovía Gandhi. Una economía en la cual nadie toma más de lo que puede utilizar, porque si lo tomara lo estaría quitando a otra persona. Gandhi escribió: ‘la naturaleza produce suficiente para satisfacer nuestras necesidades del día a día; y si tan solo cada persona tomara lo suficiente para sus necesidades y nada más, no existiría pobreza en este mundo.’

Una visión similar es la que promueve Charles Eisenstein, en su libro “La economía sagrada”. Eisenstein habla de la “economía del regalo o la donación”, una forma de economía muy cercana al ser humano ya que ha funcionado durante miles de años en nuestros sistemas sociales. La economía de la donación consiste en compartir con los demás aquello que no necesitas, ya que la abundancia para las personas de mi entorno es abundancia para mí mismo y genera gratitud, buena voluntad, seguridad…

Gracias a la comprensión de todos estos factores, podemos ver que la finalidad de una organización del siglo XXI no debe ser la maximización de beneficios, sino la generación de riqueza sostenible a todos los niveles. Una forma más práctica de entender esto es profundizando en la fórmula de Beneficio = Ingresos – Gastos.

Las organizaciones del Siglo XXI tendrían que tener un beneficio cercano a “0”. Cualquier empresario se echaría las manos a la cabeza con esta afirmación. No obstante, pensemos en la situación económica actual. La persecución de la maximización de beneficios nos ha llevado a buscar la minimización de costes sin importar el impacto social y/o ambiental de nuestras actividades empresariales.

En época de crisis económica, esta actitud se ha llevado hasta las últimas consecuencias, como por ejemplo, llevando la producción a países extranjeros con la consecuente pérdida de empleos a nivel nacional. Lo curioso de esta fórmula (B=I-G) es que el reducir gastos tiene un impacto directo sobre los ingresos, haciendo que las propias personas a las que hemos despedido ya no tengan suficiente poder adquisitivo para seguir comprando nuestros productos, con lo cual nuestros beneficios se ven mermados. Esta es la historia de la pescadilla que se muerde la cola.

Ahora bien, la visión de una economía sostenible que tiende a beneficio “0” necesita que nuestros ingresos y gastos sean lo más equitativos posibles. Para ello, al igual que mirábamos anteriormente con las externalidades, necesitamos imputar todos los costes reales de producción a esta fórmula. De esta manera, los gastos ya no se observan como gastos, sino como una inversión por el bien de la sociedad y el planeta. Si yo invierto más y mejor en las personas que trabajan en mis proyectos, ellos tendrán mejor poder adquisitivo lo cual revertirá directamente en mis ingresos. Recuerda, “si tú tienes más yo también tengo más. Todos tenemos más”. Es lo que en la metodología Dragon Dreaming se llama una cultura de “ganar-ganar-ganar”, donde los individuos, la comunidad y el planeta se benefician siempre.

Cuando me refiero a “costes reales” hablo de todos aquellos que no son sólo necesarios para mi producción sino que además tienen en cuenta mis necesidades personales. Asimismo, si estos costes reales son generados en la comunidad o entorno en el que desarrollo mi actividad, esto tendrá un impacto más directo sobre mis ingresos.

Finalmente, eliminemos de nuestra mente la cultura de la usura y de la especulación, dejando de buscar el mejor precio posible o el mayor retorno sobre la inversión, ya que de manera más o menos directa, esto tiene un impacto negativo sobre nosotros mismos.

¿Qué más podemos hacer para generar el cambio?
Para generar cambio debemos comenzar con cambiarnos a nosotros mismos poniendo en práctica todo lo anterior, más:
Apoyando y/o invirtiendo en proyectos sostenibles y empresas locales.
Donando una cantidad de tus ingresos a otras personas o proyectos cercanos.
Dejando de apoyar el sistema económico tradicional y comenzando a utilizar sistemas económicos alternativos como cooperativas de crédito, bancos de tiempo, monedas alternativas, microcréditos.
Transmitiendo a amigos-familiares-conocidos el funcionamiento del sistema económico y como el dinero procede de la deuda.
Conectando con personas con visiones similares.
Reclamando a los gobiernos una economía nacional real donde el dinero sea creado por los gobiernos, sin deuda y donde la riqueza de un país se mida por factores como la felicidad de sus ciudadanos, la inversión en infraestructuras o servicios sociales, la preservación del medio natural etc..

Finalmente, no te dejes desmotivar por la creencia de que todo esto siempre ha sido así y de que no puede cambiar.

De acuerdo con “Alvin Tofler, si los últimos 50.000 años de existencia humana se dividieran en lapsos de vida de aproximadamente 62 años cada uno, habría habido unos 800 períodos de vida. De éstos, 650 se habrían pasado en las cavernas; la electricidad se habría usado durando dos vidas; el petróleo se habría usado sólo en la presente vida; y la computadora, por supuesto, se habría usado en menos de la mitad del lapso de vida más reciente.” Así que esta historia económica contemporánea no es más que un pequeño lapso de tiempo en comparación con toda la historia de la humanidad. Este texto es la base de la visión económica de la metodología Dragon

Dreaming, en la que se desarrollan talleres para la “captación empoderada de fondos” y se analizan los sistemas económicos para las empresas del siglo XXI. Puedes tener más información aquí.


Bibliografía e inspiración:

Teachers guide: Design for sustainability. Gaia Education.

John Croft. Dragon Dreaming project design.

Charles Eisenstein Sacred Economics London July 2012

Awakening the Dreamer. Pachamama Alliance.

El dinero como deuda.

Otto Scharmer. 8 institutional innovations that could update the economic system.

http://www.ecohabitar.org

Cuba Dice: sobre la misión social de los Medios de Comunicación



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Un cálculo matemático entierra la teoría de los agujeros negros

En un intento de combinar dos teorías fundamentales de la física, la catedrática de la Universidad de Carolina del Norte Laura Mersini-Houghton ha demostrado que los agujeros negros supermasivos no existen y que la teoría del Big Bang es infundada.
 
Durante las décadas posteriores a la conjetura de Stephen Hawking sobre las curvaturas del espacio-tiempo dentro de los llamados 'horizontes de sucesos', los físicos de todo el mundo intentaron conciliar la teoría de la gravedad de Einstein, que admitía la existencia de esas 'anomalías', y la teoría cuántica, que describía las tres fuerzas fundamentales de la naturaleza. Esta última excluía que exista un lugar en el mundo donde la información pueda desaparecer, mientras que la teoría de Einstein suponía que ni siquiera la velocidad de la luz es capaz de superar la gravedad del agujero negro (o 'singularidad', en el lenguaje de Hawking).

Mersini-Houghton partió del mismo planteamiento: excluir matemáticamente la paradoja de la información perdida y combinar las dos teorías. El resultado de sus estudios tuvo un "efecto indeseado para aquellos que quieren que los agujeros negros existan", según dice el periódico 'Daily Mail'.

Los seguidores de Hawking saben bien que, cuando el combustible de una estrella enorme con una masa mucho mayor que la del Sol está a punto de agotarse, la estrella colapsa hacia su propio centro y forma una singularidad. Nada de lo que se encuentra en sus inmediaciones (el ya mencionado horizonte de sucesos) puede escapar: ni la luz ni ninguna otra emanación.

Según los cálculos de la astrofísica estadounidense, antes de que un agujero negro se pueda formar, la estrella 'moribunda' se expande y explota. La singularidad tal y como la predijo Hawking nunca se forma, ni mucho menos el horizonte de acontecimientos.

Mersini-Houghton asegura que su solución matemática es invariable. "Hemos estudiado el problema durante más de 50 años y esta solución nos hace pensar mucho", dijo.

Es más, sus cómputos ponen en duda la veracidad de la teoría del Big Bang, según la cual el universo nació a partir de una singularidad que empezó a expandirse tras una gran explosión producida hace unos 13.800 millones de años. Dado que los cálculos de la profesora imposibilitan la existencia de la singularidad, no habría ningún punto de partida para el Big Bang.

El propio Hawking admitió en una reciente aparición pública que todavía es incapaz de decir por qué existe el universo. Y a comienzos de este año el astrofísico británico publicó un artículo en el que negaba la existencia de los agujeros negros en la forma en la que habían sido concebidos.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/142361-matematica-teoria-agujeros-negros-hawking-big-bang

Seis lecciones para Obama de cómo mejorar las relaciones con Cuba

Por William M. LeoGrande y Peter Kornbluh

“Nos hemos dedicado a una política fallida con Cuba durante los últimos cincuenta años, y necesitamos cambiarla”, declaró Barack Obama como candidato presidencial en 2007. Justo en noviembre pasado, Obama reiteró a sus seguidores cubanoamericanos en Miami: “La idea de que las mismas políticas que hemos puesto en práctica en 1961 de alguna manera aún serían tan eficaces… en la era de Internet, de Google y de los viajes globales no tiene sentido”.

Durante seis años, el presidente Obama ha estado diciendo que la política de EE.UU. hacia Cuba debe cambiar, pero durante seis años no ha estado dispuesto a correr el riesgo político de sentarse a la mesa de negociaciones con el gobierno cubano para que así suceda.

A pesar de insistentes rumores en Washington de que funcionarios “a los más altos niveles” de la administración quieren romper el impasse de las relaciones, no han ocurrido grandes cambios. Si Obama realmente desea reformar cincuenta años de política fracasada, es mejor que actúe pronto, porque el tiempo se acaba”.

A su favor, la política de Obama de expandir los vínculos entre las sociedades de EE.UU. y Cuba ha sido muy exitosa. En 2009, prácticamente eliminó todas las restricciones a los viajes de cubanoamericanos y a las remesas, lo que llevó a una rápida expansión de ambos.

En enero de 2011, después de las elecciones parciales para el Congreso, reinició los viajes educacionales para los no cubanoamericanos, restaurando así la amplia categoría de viaje persona a persona que el presidente George W. Bush había abolido.

Pero cuando se trata de las relaciones estado a estado, la política hacia Cuba de Obama ha sido mucho menos avanzada. El diálogo de Washington con La Habana ha estado limitado a asuntos menores de interés mutuo: búsqueda y rescate por parte de la Guardia Costera, contención de derrames petroleros, restauración del servicio directo de correos. Desbrozar el camino de tales asuntos secundarios podría construir la confianza para conversaciones acerca de los temas principales que dividen a los dos países, pero hasta ahora ha faltado la voluntad política para dar ese paso.

Obama no puede seguir evitando el tema de Cuba. La Séptima Cumbre de las Américas, convocada para Panamá en la próxima primavera, colocará a Cuba como la primera prioridad de la agenda diplomática del Presidente.

Washington ha bloqueado la participación de Cuba en las primeras seis cumbres, aduciendo que los países participantes tienen que ser democracias. Sin embargo, en la cumbre más reciente en Cartagena, Colombia, los jefes de estados latinoamericanos advirtieron a Obama que no habría una séptima cumbre, a no ser que Cuba fuera incluida.

A pesar de las objeciones de EE.UU., la ministra de Relaciones Exteriores de Panamá. Isabel Saint Malo, viajó a La Habana y entregó frente a frente al presidente Raúl Castro una invitación personal.

Castro, quien sustituyó a su hermano Fidel luego de la enfermedad de este en 2006, ya ha indicado que Cuba asistirá. Obama ahora se enfrenta a una decisión: o participa en una cumbre que incluye a Cuba o la boicotea y le causa un enorme daño a las relaciones hemisféricas de EE.UU. Señales tempranas desde dentro de la administración sugieren que Obama participará.

A medida que se acerca la Cumbre, el tema real será si la administración tratará a la participación cubana como un problema de política nacional que debe ser resuelto con delicadeza o como una oportunidad diplomática para romper el impasse bilateral.

Los conservadores en el Congreso y en la propia burocracia de las relaciones exteriores de Obama presionarán al Presidente para que confronte a Raúl Castro en la Cumbre de manera que irrite las relaciones bilaterales en vez de mejorarlas. Obama debe resistir tal presión y usar el contexto multilateral de la Cumbre como una oportunidad para iniciar un diálogo sostenido con Cuba –para finalmente lograr el gran avance del que él ha estado hablando durante los últimos seis años.

Si Obama se decide por esto último, hay un número de lecciones que él puede aprender de sus diez predecesores, todos los cuales han tenido alguna experiencia en conversar con Cuba. Las lecciones esbozadas aquí están adaptadas de nuestro nuevo libro Back Channel to Cuba: The Hidden History of Negotiations Between Washington and Havana.



Primera lección: Aún en los momentos de intensa hostilidad, siempre han habido razones y oportunidades para el diálogo.

En plena crisis de los misiles de 1962, John F. Kennedy trató de abrir una canal de comunicación con Fidel Castro. En lo más álgido de las guerras en Centroamérica, Ronald Reagan envió representantes secretos para probar la disposición de Cuba a la desescalada y más tarde negoció un acuerdo acerca del conflicto en África del Sur que provocó la independencia de Namibia y la retirada de las tropas cubanas de Angola. Tanto Henry Kissinger (bajo el presidente Gerald Ford) como Jimmy Carter iniciaron conversaciones con Cuba con la esperanza de normalizar las relaciones. Bill Clinton logró acuerdos que finalmente normalizaron la inmigración cubana a Estados Unidos, lo que terminó con las periódicas crisis migratorias.

La profunda reestructuración de la economía cubana que Raíl Castro ha comenzado hace especialmente atractivo para Cuba el acercamiento con Estados Unidos. Una apertura al comercio, las inversiones y el turismo con EE.UU. facilitaría la transición económica de Cuba. Castro ha expresado repetidamente, en público y en privado, su interés en iniciar un diálogo acerca de todos los aspectos que dividen a los dos países. El actual momento histórico parece ser especialmente auspicioso.


Lección Dos: Los líderes cubanos instintivamente se resisten a hacer concesiones a las exigencias de EE.UU., pero están dispuestos a tomar medidas que respondan a las preocupaciones de EE.UU., siempre y cuando esas medidas sean producto de iniciativas de La Habana.

Durante la década de 1970, Fidel Castro repetidamente se negó a negociar la solidaridad cubana con compañeros ideológicos en Latinoamérica y África a cambio de mejores relaciones con Washington. Después de la Guerra Fría, cuando las exigencias norteamericanas acerca de la política exterior de Cuba fueron reemplazadas por demandas de que Cuba se convirtiera en una democracia multipartidista de libre mercado, La Habana reaccionó con indignación, insistiendo que eso era una afrenta a su soberanía ganada con gran esfuerzo.

Como dijo el vicepresidente cubano Carlos Rafael Rodríguez a diplomáticos norteamericanos en 1978: “Les puedo asegurar que nunca decidiríamos algo como función de una precondición impuesta por Estados Unidos. El orgullo de países pequeños, el cual puede que incluso en ocasiones los lleve a tomar decisiones equivocadas, y sus sentimientos de dignidad y sensibilidad, deben ser tenidos en cuenta”. Sin embargo, Fidel Castro liberó a más de 3 000 prisioneros políticos en respuesta a la política de derechos humanos del presidente Carter, con la esperanza de avanzar en el proceso de normalizar las relaciones.

En 2010, Raúl Castro llegó a un acuerdo con el arzobispo cubano Jaime Ortega para liberar a la mayoría de los restantes prisioneros políticos de Cuba, sabiendo que este era un tema que Obama había mencionado como un obstáculo para mejores relaciones norteamericano-cubanas. Luego pidió al arzobispo que llevara a Washington el mensaje de que hablaba en serio cuando decía que quería mejorar las relaciones.

En vez de hacer una lista de demandas de cómo Cuba debe cambiar antes de que Washington consienta a mejorar las relaciones, los decisores de política en Washington sencillamente deben tomar nota del comportamiento de Cuba y reaccionar apropiadamente cuando La Habana actúa de manera que responde a las preocupaciones de EE.UU. Incluso sin una vinculación explícita, es posible iniciar un círculo virtuoso de acción y respuesta positivas.



Lección Tres: A los líderes cubanos se les hace difícil diferenciar los gestos de las concesiones.

“Díganle al presidente que no debe interpretar mi actitud conciliatoria, mi deseo de discusiones, como una señal de debilidad”, recomendó Fidel en un mensaje secreto a Lyndon Johnson a principios de 1964. A los cubanos les preocupa que hasta los pequeños pasos de su parte puedan ser interpretados erróneamente en Washington como debilidad, como ha sucedido más de una vez. Por tanto, Cuba quiere que Estados Unidos no solo dé el primer paso hacia la reconciliación, sino los primeros varios pasos.

Para empeorar las cosas, La Habana no tiene en cuenta los gestos norteamericanos que sirven a los intereses de Washington. En 1975, Ford y Kissinger decidieron no oponerse a la decisión en ese año por parte de la Organización de Estados Americanos de eliminar las sanciones contra Cuba, con lo cual esperaban que Cuba lo tomara como un gesto de buena fe. En su lugar, La Habana consideró que Washington tan solo estaba cubriendo sus pérdidas diplomáticas en Latinoamérica. En 2009, cuando Obama decidió no oponerse a la revocación de la resolución de la OEA en 1962 suspendiendo a Cuba, La Habana le dio la misma interpretación. Cuando él eliminó los límites a los viajes de los cubanoamericanos, los líderes cubanos lo consideraron una deuda política a la comunidad cubanoamericana, no un gesto hacia Cuba.

Washington, por su parte, ha querido que Cuba tome medidas significativas que den a la Casa Blanca una cobertura política contra la crítica interna, para mostrar que una política de compromiso arroja dividendos. Cuando los gestos de EE.UU. no provocan pasos recíprocos significativos por parte de La Habana, la Casa Blanca corre el riesgo de parecer débil. Esto preocupaba a Kissinger, Carter, Clinton y Obama, lo que los hacía reacios a realizar el tipo de movida dramática que hubiera podido romper el impasse Alphonse-Gaston.

Ambas partes deben ajustar su comportamiento. Washington, como el actor más poderoso, debiera estar dispuesto a dar pasos iniciales más atrevidos. Por su parte, La Habana necesita reconocer y responder positivamente ante esos pasos, incluso si sirven a otros intereses norteamericanos.



Lección Cuatro: El enfoque por incrementos para normalizar las relaciones no ha funcionado.

Kissinger trató de hacerlo. Carter trató de hacerlo. Clinton pensó en tratar de hacerlo, aunque sin mucho entusiasmo. Obama comenzó a tratar, pero exigió condiciones nada realistas.

El incrementalismo tiene tres fallas fatales. Primero, es lento. Pueden surgir asuntos confusos que entorpezcan el proceso de construir una confianza mutua, lo que dificulta el avance. Los ejemplos incluyen las intervenciones de Cuba en África durante la Guerra Fría; la crisis migratoria de los balseros y el derribo de los aviones de Hermanos al Rescate durante la administración Clinton; y el arresto y prisión del contratista de USAID Alan Gross durante la administración Obama.

Segundo, los pasos en incremento no cambian en lo fundamental la relación y por tanto son revertidos fácilmente. Gerald Ford eliminó el embargo al comercio de Cuba con subsidiarias de corporaciones norteamericanas en terceros países; la Ley de Democracia Cubana lo reimpuso. Clinton suavizó las restricciones a los intercambios persona a persona; George W. Bush las reimpuso y Obama las suavizó de nuevo.

Finalmente, aunque el gradualismo parecer ser políticamente seguro porque cada paso en incremento es pequeño y por lo tanto deber ser menos controvertido, un enfoque en incremento prolonga la lucha política con los opositores internos en Washington, quienes protestan ruidosamente lo mismo contra los pasos pequeños como contra los grandes. Cada paso incremental les da una nueva oportunidad de detener el proceso, y solo tienen que ganar una vez.

La alternativa es un golpe audaz que cambie en lo fundamental la relación (incluso aunque no solucione cada asunto) y deje a los oponentes ante un hecho consumado. El viaje de Nixon a China es un ejemplo paradigmático.

La Ley de Libertad Cubana y Solidaridad Democrática (c/p Helms-Burton) convirtió el embargo económico en ley, lo cual imposibilita que un presidente norteamericano simplemente normalice por sí mismo las relaciones EE.UU.-Cuba. Sin embargo, Obama tiene amplia latitud para autorizar excepciones al embargo y usar otros poderes ejecutivos para mejorar significativamente las relaciones con La Habana –incluyendo su autoridad constitucional de enviar y recibir embajadores.



Lección Cinco: La política interna siempre interesa a ambas partes.

Desde el principio, siempre ha habido en ambas capitales personas interesadas en mejorar las relaciones y otras opuestas a ellas. En las décadas de 1960 y 1970, la oposición en EE.UU. provenía fundamental de los propugnadores de la Guerra Fría dentro de la burocracia de la política exterior. En las décadas de 1980 y de 1990 y posteriormente, provenía sobre todo de los cubanoamericanos conservadores. El fin de la Guerra Fría redujo el primer obstáculo; los cambios demográficos en la comunidad cubanoamericana han erosionado gradualmente el segundo, como lo demuestra el éxito de Obama en las elecciones de 2008 y 2012. En la actualidad, la oposición norteamericana proviene principalmente de republicanos conservadores y un puñado de miembros demócratas del Congreso a quienes Obama no ha estado dispuesto a enfrentarse.

Fidel Castro hizo una exitosa carrera política en su país y el extranjero al presentarse como un David que se enfrentaba al Goliat imperialista. Pero Raúl Castro ha escogido un camino diferente. Mientras que Fidel sentía cierta satisfacción en desafiar a Estados Unidos y explotó la hostilidad norteamericana para conseguir un sentimiento nacionalista, Raúl se ha dedicado a los problemas internos. La diatriba contra EE.UU. figura de manera mucho menos prominente en sus discursos y él atribuye los problemas económicos de Cuba a las deficiencias de la política cubana en vez de al embargo. Si Fidel estaba motivado por mantener una relación enconada con Washington por razones de política interna, Raúl no.

En resumen, aunque la política interna ha sido un obstáculo en el pasado para mejores relaciones, el clima para el progreso en ambas capitales es mejor hoy de lo que sido durante décadas.



Lección Seis: Cuba quiere ser tratada como una igual, con respeto a su soberanía nacional.

Como dijo Fidel en 1978 a los diplomáticos de la administración Carter Peter Tarnoff y Robert Pastor, “Quizás sea que porque Estados Unidos es una gran potencia considera que puede hacer lo que quiere… Quizás sea idealista de mi parte, pero nunca he aceptado las prerrogativas universales de Estados Unidos. Nunca he aceptado y nunca aceptaré la existencia de una ley diferente y diferentes reglas”. Washington, por otra parte, durante mucho tiempo se ha sentido con derecho a hacer cualquier cosa que la realpolitik (*) exija.

A fines de 1959, La Habana respondió a una protesta diplomática de Washington con un largo recitado de la historia de la dominación norteamericana en la Isla, y concluía que “el gobierno cubano y el pueblo cubano están ansiosos por vivir en paz y armonía con el gobierno y el pueblo de Estados Unidos… pero sobre la base del respeto mutuo y de beneficios recíprocos”. Este tema se ha repetido por medio siglo de relaciones norteamericano-cubanas. Raúl Castro ha repetido el mismo punto una y otra vez al ofrecer negociar las diferencias con Estados Unidos.

Sin embargo, tratar a Cuba con el respeto debido a una nación soberana ha sido lo más difícil para Washington. La larga historia de la subordinación de Cuba a Estados Unidos antes de 1959 ha pesado en las mentes de los decisores de política a ambos del Estrecho de la Florida.

Los decisores de política en Washington necesitan aceptar que Cuba en el siglo 21 nunca más será la Cuba subordinada del siglo 19 y principios del 20. Los decisores de política en La Habana tienen que confiar en que la reconciliación con Estados Unidos es posible sin arriesgar la independencia nacional de Cuba, independencia por la que hicieron una revolución para garantizarla.

En un siglo en el que los problemas más urgentes trascienden las fronteras nacionales, los vecinos cercanos no pueden darse el lujo de una hostilidad perpetua. Con cada día que pasa, Cuba y Estados Unidos están más estrechamente ligados: con los cubanos comprando trigo a los agricultores del Medio Oeste; con los ciudadanos cubanos y norteamericanos viajando de manera más libre entre uno y otro país; con los cubanos y cubanoamericanos recomponiendo los lazos culturales, financieros y familiares seccionados después de la revolución en 1959.

Desde entonces, la historia del diálogo entre Cuba y Estados Unidos demuestra que no solo es posible reemplazar la estéril hostilidad con la reconciliación, sino que tal curso de acción será beneficioso para los intereses vitales de ambas naciones.

José Martí, cuya sospecha elocuentemente expresada acerca de los designios imperialistas de EE.UU. contra Cuba inspiró el nacionalismo de Fidel Castro, a pesar de eso vio la posibilidad de una relación basada en la igualdad. Pocos meses antes de su muerte en 1895, Martí escribió: “Existe esa otra América, Norteamérica, que no es la nuestra y cuya enemistad no es sabio ni viable alentar… Sin embargo, con firme propiedad y una independencia astuta, no es imposible –y ciertamente es útil– ser amigos”.

(*) Realismo político o política práctica, en especial una política basada en la fuerza, en vez de en ideales.

(Tomado de The Nation. Traducido por Progreso Semanal)

El síndrome de negación de la depresión

Por Paul Krugman
La pasada semana, Bill Gross, conocido como el rey de los bonos, dejó abruptamente Pimco, la compañía de inversión que dirigía desde hacía décadas. Quienes siguen el sector financiero se sobresaltaron, aunque sin sorprenderse demasiado; todos los periódicos habían publicado noticias sobre los problemas internos de Pimco. ¿Pero por qué íbamos a preocuparnos?

La respuesta es que la caída de Gross es un síntoma de una enfermedad que sigue afligiendo a los principales encargados de tomar decisiones, públicos y privados. Llamémoslo síndrome de negación de la depresión: la negativa a reconocer que en una economía persistentemente deprimida las normas cambian.

Se mire como se mire, Gross es un hombre con un ego gigantesco y con el que resulta muy difícil trabajar. Esa descripción, sin embargo, encaja con muchísimos actores financieros, y ni siquiera los conflictos de personalidad más horribles habrían importado si Pimco hubiera seguido obteniendo buenos resultados. Pero no ha sido así, en gran medida gracias a una decisión espectacularmente mala tomada por Gross en 2011, y de la que la compañía no se ha recuperado. Y he aquí el problema: otras muchas personas influyentes tomaron la misma mala decisión, y siguen haciéndolo, una y otra vez.

La historia comienza en realidad años antes, cuando estalló una inmensa burbuja inmobiliaria. El gasto en casas nuevas se hundió, y los gastos de consumo en general también menguaron, porque las familias que se habían endeudado fuertemente para comprar casas veían cómo su valor se desplomaba. También las empresas recortaron gastos. ¿Por qué aumentar la capacidad vista la débil demanda de los consumidores?

El resultado fue una economía en la que todo el mundo quería ahorrar más e invertir menos. Dado que no todo el mundo puede hacer eso al mismo tiempo, algo más tenía que ceder, y de hecho cedieron dos cosas. En primer lugar, la economía entró en una recesión de la que aún no se ha recuperado por completo. En segundo lugar, el Estado entró en déficit, porque la contracción económica provocó una fuerte caída de ingresos y el aumento de algunos tipos de gastos, como los vales de alimentos y las prestaciones por desempleo.

Ahora bien, normalmente pensamos que los déficits son malos: la deuda pública compite con la privada, lo cual hace que suban los tipos de interés, perjudica a la inversión y posiblemente sienta las bases para un aumento de la inflación. Pero desde 2008 nos hemos estancado, por usar la jerga económica, en una trampa de liquidez, que es básicamente una situación en la que la economía está inundada de ahorro deseado que no tiene adónde ir. En esta situación, la deuda pública no compite con la demanda privada, porque el sector privado no quiere gastar. Y como no están compitiendo con el sector privado, los déficits no tienen por qué hacer que suban los tipos de interés.

Todo esto puede parecer extraño e ilógico, pero es lo que el análisis macroeconómico nos dice. Y no es que después de la batalla todos seamos generales. En 2008-2009, varios economistas —sí, yo incluido— intentamos explicar las circunstancias especiales de una economía deprimida, en la que los déficits no causarían un aumento de los tipos y la política de la Reserva Federal de “acuñar dinero” (no era realmente lo que estaba haciendo, pero no importa) no provocaría inflación. Tampoco era una simple teoría; teníamos la experiencia de la década de 1930 en Estados Unidos y la de 1990 en Japón. Pero mucha gente influyente, quizá la mayoría, del supuesto mundo real se negó a creernos.

Entonces algo cambió. McCulley salió de Pimco a finales de 2010 (recientemente ha vuelto para ocupar el cargo de economista jefe) y Gross se unió a la histeria por el déficit, declarando que los bajos tipos de interés estaban “robando” inversores y vendiendo toda su cartera de deuda pública estadounidense. En particular, predijo un repunte de los tipos de interés cuando la Reserva Federal abandonase el programa de compras de deuda, en junio de 2011. Se equivocó por completo y ni él ni Pimco se han recuperado de eso.

¿Es esta, por tanto, una historia edificante en la que la experiencia acaba por demostrar que las malas ideas eran un desatino, la gente abre los ojos y la verdad se impone? Lo siento, pero no. De hecho, es muy difícil encontrar ejemplos de gente que haya cambiado de idea. Quienes predecían hace cinco años un aumento de la inflación y de los tipos de interés siguen prediciendo hoy un aumento de la inflación y de los tipos de interés, y rechazando de plano cualquier sugerencia de que deberían reconsiderar su punto de vista a la luz de la experiencia.

Y eso es lo que hace interesante la historia de Bill Gross. Es prácticamente el único gran histérico del déficit que paga el precio de equivocarse (aunque siga siendo, claro está, inmensamente rico). Pimco ha salido mal parada, pero en otras partes el reino del error sigue tranquilo.

Paul Krugman es profesor de Economía de la Universidad de Princeton y premio Nobel de Economía de 2008.

Traducción de News Clips.

2014 New York Times Service.

¿El año de la caja?

Por Susana Gómes Bugallo

La Caja de Resarcimientos es la institución del Ministerio de Justicia que más quejas recibe. Y no es para menos tratándose de que su función social la define como la entidad encargada de hacer efectivas las responsabilidades civiles consistentes en la reparación de los daños materiales y la indemnización de los perjudicados mediante el cobro a los sancionados y el pago a las víctimas de delitos.

Hasta los sitios de atención a la población, el propio Ministerio, la oficina central de la Caja y reconocidos espacios de la prensa como Acuse de Recibo de Juventud Rebelde y la sección de Cartas a la Dirección del periódico Granma llegan las quejas de los ciudadanos en busca de lograr que les sean reparados los daños que la ley establece como responsabilidad civil de quienes incurren en delitos como hurto, robo con fuerza y otras violaciones.

Y aunque se conoce que la Caja es la mediadora entre acreedores y deudores, pues depende del pago de estos últimos para subsanar a los otros, sigue siendo este el sitio adonde las personas llegan para exigir la defensa de sus derechos legales, y en busca de mecanismos que presionen a los sancionados a cumplir con la sentencia que debería ser de obligatorio cumplimiento desde que la dictan los tribunales.

Sobre los cambios de esta institución con el tiempo, la situación actual que presenta y los caminos hacia donde debe desembocar este problema, nuestro diario conversó con Yeline Rodríguez Abreu, directora de la Caja de Resarcimientos.

La historia de la caja

Con el Decreto-Ley No. 802 del Código de Defensa Social, de 1936, surge la Caja de Resarcimientos bajo la subordinación del Ministerio de Hacienda. En 1953 la institución pasa a formar parte del Ministerio de Justicia, ya que los Tribunales se encontraban adscritos a este organismo. Un año después se establecen las bases para su funcionamiento. Con el triunfo revolucionario sobrevienen otros cambios, y ya en 1981 se sientan definitivamente las bases legales de lo que es hoy la institución.

A partir de aquí, comentó Yeline Rodríguez, puede hablarse de tres etapas en cuanto a su funcionamiento. Hasta el año 1998 recibió presupuesto del Estado: tres millones para indemnizaciones y un millón para el pago de las pensiones; mientras que la totalidad de los ingresos recaudados pasaba a favor del presupuesto estatal.

Desde 1999 al 2005 se consideró una entidad autofinanciada con carácter diferenciado con asignaciones de fondo del presupuesto del Estado ascendentes a varias decenas de millones de pesos para el pago a los acreedores de la totalidad de las reclamaciones.

En el año 2006 retornó a su estado de unidad presupuestada, disminuyendo el volumen de los pagos. Ya en enero del 2007 quedó establecido el principio de pago al acreedor solo a partir de las cuantías cobradas al deudor, con lo cual el Estado dejó de desembolsar presupuesto para esta función.

Solo se exceptúa de esta generalidad el caso de las pensiones (vitalicias y temporales) porque se consideran una prioridad. Cuando nos referimos a esto, hablamos de los menores que quedan sin padre o madre luego de que se comete el delito, o por accidentes de tránsito; también para aquellos ciudadanos que quedan imposibilitados de trabajar debido a las lesiones sufridas por un acto delictivo.

Ilustró la directiva que la Caja de Resarcimientos tiene una oficina central en La Habana desde donde se dirige la de cada provincia, con excepción del público de Artemisa y Mayabeque, que debe asistir a la capitalina. Refirió además que, aunque en la oficina central no debe atenderse ningún caso, las personas asisten y también son asistidas.
Por qué hay que «pasar» por la caja
Yeline Rodríguez Abreu es la directora de la Caja de Resarcimientos desde hace dos años. Foto: Roberto Ruiz.

Yeline Rodríguez explicó que algunos delitos traen consigo dentro de sus sanciones el pago de la responsabilidad civil, debido a que han afectado el patrimonio de las personas mediante hurto, robo con fuerza u otros, y no basta con la privación de libertad para indemnizar a la víctima.

Entonces se dicta una sentencia desde el tribunal, en la que se establece cuánto debe pagarse. Este documento llega a la Caja y se analiza e introduce en una base de datos con la información de las personas implicadas y su caso, y se confecciona un expediente que describe el delito y las sentencias.

A quien debe ser indemnizado el tribunal le entrega una notificación para que vaya a la Caja de Resarcimientos a notificar su situación. Una vez que el deudor conoce que tiene una responsabilidad civil que cumplir, tiene el plazo de 60 días para presentarse en las oficinas, a pagar o entrar en convenio, si no está cumpliendo sanción de privación de libertad, explicó la funcionaria.

Las indemnizaciones tienen dos vías, subrayó Rodríguez. Una es para las personas que fueron sancionadas a cumplir prisión, además de responder a su responsabilidad civil. Para estos casos el Ministerio del Interior fija una cuantía mensual a partir del salario (en el caso de que trabajen en el establecimiento penitenciario) y estas se hacen llegar hasta la Caja. Si se decide la libertad provisional, hay que darle seguimiento al cumplimiento de la responsabilidad civil, asunto a cargo del tribunal mediante el juez de ejecución.

Otra situación es la de las personas sancionadas solamente al pago de la responsabilidad civil, agregó. Estas se deben presentar y acordar el modo en el que pagarán su deuda, si no pueden cumplirla inmediatamente. También pueden acordar ingresar una parte del dinero momentáneamente.
¿«No cuadra»?

Variadas desviaciones y carencias dificultan lo que debería conducirse sin trabas. La Directora adujo que las personas no saben cómo es el trámite del cobro. Muchas llegan a la Caja diciendo que vienen a buscar su cheque con la notificación que les dio el tribunal para presentarse en la institución.

Cuando se les explica la realidad actual, se molestan porque quieren su dinero. No están al tanto de los cambios del 2007 y llegan basándose en que a otros les han pagado antes. Muchos desconocen o no pueden entender que ahora los acreedores no reciben su resarcimiento hasta tanto el deudor no pague a la Caja.

Por su parte, aunque se le explique al sancionado que el plazo de resarcimiento establecido por la ley es de dos años, este generalmente alega que no puede hacerlo en ese período y tiene derecho a entrar en convenio de pago con la entidad. La cuantía mínima mensual establecida es de 50 pesos, aunque se trata de «negociar» hasta cien para que se agilice en algo la espera. Pero todo depende de lo que el sancionado declare que puede pagar, pues la Caja no participa en el proceso de la sanción ni en el investigativo y no conoce la situación del deudor.

Contó Yeline Rodríguez que anteriormente la Caja recibía ingresos por fianzas y decomisos y con eso se establecía el llamado «colchón» para responder a algunos pagos. Pero de acuerdo con la legislación vigente, la responsabilidad civil se ejecuta con cargo a los ingresos personales del deudor, y no contempla la posibilidad de hacerlo con cargo a los bienes de su propiedad. Otro aspecto que se desconoce es que la indemnización no se paga completa, sino que la ley establece el descuento del 20 por ciento.

«Somos la institución del Ministerio de Justicia que más quejas recibe, pues las personas preguntan cuánto deben esperar para que se les pague la totalidad de su deuda. La misma persona se queja dos veces al año y les respondemos mediante cartas en el término establecido, pero es difícil convencer a alguien a través de un papel de que su deudor no ha pagado; eso no es lo que se quiere escuchar.
Cuando se acumula una cantidad de dinero significativa, se le avisa a la víctima para que recoja su cheque. Foto: Alejandro Durán.

«Nosotros emitimos cheques cuando tenemos una cantidad de dinero ingresada por el deudor y localizamos a la persona para que se presente, aunque los acreedores vienen o llaman cada cierto tiempo por su cuenta. Las personas calculan cuánto tiempo debe pasar para que le paguen su deuda de miles de pesos y traen hasta las edades que tendrán cuando terminen de recibirla. Vienen personas mayores y hasta enfermas.

«Desde 1999 hasta la fecha quedan pendientes de pago 226 567 expedientes, y más de 348 000 acreedores en espera de que su indemnización sea resarcida y que alguien cumpla su responsabilidad civil», acotó la funcionaria.

Pero otra preocupación es la provocada por aquellos que ni siquiera «dan la cara» a la institución para empezar a consumar su sentencia.

Comentó Rodríguez Abreu que muchos deudores pasan del plazo de 60 días que se da para presentarse a cumplir con la responsabilidad civil. Mientras, la persona dañada no puede reclamar a ningún lugar por falta de mecanismos de presión y la conducta del sancionado queda impune.

¿La solución es que la persona vaya a cumplir privación de libertad?, se cuestionó la directiva. Habría que pensarlo, porque así tampoco va a pagar y el dañado seguirá esperando por su dinero. Nuestros mecanismos, en muchos casos, no ayudan a obligar al sancionado o a presionarlo con el pago. Y los perjudicados llegan aquí diciendo que conocen al deudor y saben que él recibe ingresos que le permitirían pagar.

Actualmente solo pueden emplearse como motivos de obligación o presión para la liquidación de la deuda de la responsabilidad civil, el interés de un sancionado por cancelar sus antecedentes penales o de una persona por viajar, pues la actualizada Ley migratoria prevé este como requisito.

«La deuda de la Caja es millonaria y no significaría nada dar una cifra porque siguen entrando sentencias y aumenta. Ni siquiera se trata de la deuda de la Caja, aunque sea esta la entidad mediadora. Por poner un ejemplo, con más de 60 000 pesos de responsabilidad civil a pagar tenemos alrededor de 241 000 expedientes en todo el país, que no es toda la cantidad de personas porque en un expediente puede haber varios, en dependencia del caso y sus implicados», significó Rodríguez Abreu.
Para que encajen las cosas

Refirió la funcionaria que como resultado de las abundantes quejas de la población, se inició un proceso de reordenamiento y conciliación con los distintos organismos e instituciones vinculadas al trabajo de la Caja de Resarcimientos.

Se conoce que dentro de las modificaciones que se discuten con respecto a la próxima actualización del Código Penal, la situación de la responsabilidad civil derivada del delito (y la Caja como ente mediador) es una de las prioridades.

Yeline Rodríguez explicó que en este momento se están haciendo estudios y la Caja entrará en un proceso de perfeccionamiento, para que cambien los conceptos actuales, pues los mecanismos de pago son responsables de la situación existente.

La directiva consideró que este es un momento de cambio en el que se ha trabajado todo el año en las propuestas de fuentes de ingresos para lograr el pago de la responsabilidad civil, porque no pueden mantenerse solo las dos vías vigentes, ni volver a funcionar mediante el presupuesto del Estado.

Se labora de conjunto con las instituciones vinculadas a la ejecución de la responsabilidad civil, para presionar a los deudores al pago. Además, teniendo en cuenta las nuevas circunstancias del país, se revisan las disposiciones y mecanismos legales en función de que estas sanciones sean efectivas. «Creo que este es el año de la Caja», opinó su Directora.

Mientras, los ciudadanos esperan que un concepto tan importante como la responsabilidad civil no quede en terreno de nadie, ni se convierta en deuda vitalicia que no acabe sino hasta el fallecimiento de uno de los implicados, debido a la extensión ilimitada del tiempo en el pago y las irrisorias cifras que se establecen sin que exista otra opción de hacer cumplir la ley.

Las adecuaciones a las que se somete el Código Penal prometen atender toda esta delicada situación. No puede olvidarse que la inoperancia de los mecanismos de pago de la responsabilidad civil de los ciudadanos sancionados no solo prolonga la espera de quienes aguardan por ser indemnizados, sino que deja en tela de juicio el cumplimiento de la Ley y el respeto a sus autoridades.
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