"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

domingo, 25 de mayo de 2014

La sustitución digital de la mano de obra

Michael Spence, a Nobel laureate in economics, is Professor of Economics at NYU’s Stern School of Business, Distinguished Visiting Fellow at the Council on Foreign Relations, Senior Fellow at the Hoover Institution at Stanford University

MILÁN – Una vez más, las tecnologías digitales están transformando las cadenas globales de suministro y, con ellas, la estructura de la economía global. ¿Qué necesitan saber al respecto las empresas, los ciudadanos y los gobiernos, que luchan por seguir el ritmo de los cambios?

El primer efecto de la digitalización en las cadenas de suministro fue un aumento de la eficiencia y una reducción drástica de los tiempos de espera de los pedidos. Siendo el capital más móvil que la mano de obra, la actividad económica (producción, investigación, diseño, etc.) se trasladó a cualquier país o región accesible que contara con mano de obra y capital humano relativamente baratos. Con apenas un ligero retardo, la complejidad se volvió manejable, y el modelo de suministro lineal (donde algo que se produce en el país A se consume en el país B) dio paso a un modelo más complejo con redes de suministro más fragmentadas pero más eficientes.

Entretanto, con el crecimiento de las economías emergentes y su transformación en países de ingresos medios, se produjo un cambio drástico del lado de la demanda. Los productores de los países en desarrollo, que antes constituían una fracción relativamente pequeña de la demanda global, se convirtieron en grandes consumidores.

Esto llevó a las redes globales de suministro a transformarse otra vez, para hacer lugar a la fragmentación y la dispersión en ambos lados de su estructura, el de la oferta y el de la demanda, en un proceso al que a veces se denomina “atomización habilitada por la tecnología”. Dicha atomización consiste en la división de las redes de suministro en partes cada vez más pequeñas, y permite superar las ataduras de la proximidad y las consiguientes restricciones impuestas por los costos de transacción que predominaban antes.

Por ejemplo, la provisión de muchos de los servicios relacionados con la demanda intermedia y final depende del conocimiento, la experiencia, la información y la comunicación, pero no depende de la proximidad geográfica ni del movimiento físico de bienes. Estos servicios representan una parte importante de la economía global y están derivando cada vez más rápido hacia el sector transable: la tecnología digital y de la información cuenta con capacidades cada vez mayores y sale a la caza de recursos humanos imperfectamente móviles y nuevos mercados de alto crecimiento.

En el transcurso de esta transformación, millones de personas se han integrado a la economía global, lo que trajo consigo consecuencias de gran alcance (y en muchos casos, todavía no resueltas) en materia de pobreza, precios, salarios y distribución del ingreso.

Ahora se aproxima una segunda ola de digitalización que puede ser incluso más intensa y que supone la sustitución de mano de obra en tareas cada vez más complejas. Este proceso de sustitución de trabajadores y desintermediación ya se viene produciendo desde hace algún tiempo en el sector servicios: basta pensar en los cajeros automáticos, la banca electrónica, la planificación de recursos empresariales, la gestión de relaciones con los clientes, los sistemas de pago móvil, etcétera. Y la revolución ahora se está extendiendo a la producción de bienes, donde los robots y la impresión 3D desplazan a la mano de obra.

Es importante comprender los aspectos económicos de estas tecnologías. El costo que supone su implementación se concentra mayoritariamente al principio del proyecto; ese costo incluye el diseño de hardware (por ejemplo, sensores) y, más importante, la creación del software del que dependerá la capacidad de ejecutar las diversas tareas. Una vez obtenido esto, el costo marginal del hardware es relativamente pequeño (y disminuye conforme aumenta la escala) y el costo marginal de replicar el software es básicamente nulo. La existencia de un inmenso mercado global potencial que permitirá amortizar el costo fijo inicial de diseño y prueba de los sistemas obra como un poderoso estímulo a la inversión.

Es decir que a diferencia de la ola de digitalización anterior, que impulsó a las empresas a buscar en todo el mundo fuentes de mano de obra valiosa subutilizadas y emplearlas, en esta ronda el impulso será hacia la reducción de costos mediante la sustitución de mano de obra.

Esta transformación tiene importantes efectos colaterales. Los bienes físicos suponen costos de logística y de tiempos de espera, derivados del mantenimiento de inventarios y de la dificultad de hacer predicciones exactas sobre el mercado. Pero el uso de tecnologías intensivas en capital digital llevará inevitablemente a que la producción se traslade al mercado final, dondequiera que esté. Esta relocalización constituirá un cambio fundamental en la estructura de las redes globales de suministro.

Un ejemplo particularmente extremo lo ofrece la impresión 3D, una tecnología que permite crear una variedad increíblemente amplia de productos imprimiéndolos de a una capa por vez; se puede aplicar, por ejemplo, a materiales de construcción, calzado deportivo, lámparas de diseño, alas de aviones, etcétera.

Conforme los costos de esta tecnología se reduzcan, es fácil imaginar que la producción adquirirá un carácter extremadamente local y personalizado. Además, será posible producir en respuesta a la demanda real, no a la demanda esperada o prevista. En cierto sentido, esto representa la última etapa de compresión de las cadenas de suministro, porque las empresas podrán producir de acuerdo con la demanda final y con una demora mínima.

Pero hay otra tecnología con fundamentos digitales, la robótica, cuyo impacto no se limita a la producción. Aunque sus ejemplos más conspicuos son los autos sin conductor y los aviones no tripulados (drones), el potencial transformador de los robots en la logística no es menos importante. En la actualidad, el puerto de Singapur, uno de los más eficientes del mundo, es controlado por computadoras y grúas robóticas que programan el movimiento de contenedores y la carga de los barcos.

Los países en desarrollo que transitan las etapas iniciales del proceso de crecimiento necesitan comprender estas tendencias. La mano de obra, por más barata que sea, dejará de ser un activo tan importante para el crecimiento y la creación de empleo; esos países ya no podrán confiar en la producción industrial intensiva en mano de obra y orientada a procesos como modo eficaz de integrarse a la economía global.

De modo que veremos relocalización en todas partes, incluso en países de menores ingresos. No es que la producción desaparecerá, sino que demandará menos mano de obra. Tarde o temprano, todos los países tendrán que recrear sus modelos de crecimiento en torno de las tecnologías digitales y del capital humano que hace posible su implementación y su expansión.

Esta transformación también alcanza al comercio minorista. En muchas economías, tanto avanzadas como en desarrollo, se está produciendo una expansión de la venta a través de Internet y de la logística subyacente. En China este proceso se da en forma vertiginosa, y se estima que solo una parte de la expansión se produce en detrimento del comercio tradicional.

Antes bien, parece que la venta a través de Internet provoca una aceleración de todo el mercado de consumo. Participantes con conocimiento del tema consideran que el nuevo modelo de comercio minorista integrará formas de venta física y venta electrónica, cada una de ellas modificada por la presencia de la otra (pensemos una vez más en el modelo basado en la impresión 3D, que puede convertirse en una forma de producción masiva y personalizada guiada por la demanda, y su combinación con los sistemas de pago móvil y las redes sociales). Habrá un tercer elemento fundamental, y será la integración del aprovisionamiento con la logística y la venta.

Estamos entrando en un mundo donde los flujos globales más importantes no estarán compuestos por bienes, servicios y capital en su forma tradicional, sino por ideas y capital digital. Adaptarse demandará un cambio de mentalidades, de políticas, de inversiones (especialmente en capital humano) y, muy posiblemente, de los modelos de empleo y distribución. Nadie sabe a ciencia cierta cómo se desarrollará el proceso. Pero intentar comprender a dónde nos llevan las fuerzas y tendencias tecnológicas es un buen punto de partida.

Traducción: Esteban Flamini
Read more at http://www.project-syndicate.org/commentary/michael-spence-describes-an-era-in-which-developing-countries-can-no-longer-rely-on-vast-numbers-of-cheap-workers/spanish#USIRQEpPKT58KtFw.99

En busca del último empujón

Marianela Martín González 

La realidad, tozuda allá en los campos, no parece darle todavía la razón, pero el Doctor en Ciencias Alcides López Labrada, —cuya tesis doctoral, Propuesta de un sistema Integrado de Gestión para las UBPC—, fue defendida en enero de 2011, al referirse a las 17 medidas para sacar del empantanamiento a las unidades básicas de producción cooperativa (UBPC) asegura que estas son «tres veces buenas». Y de inmediato lo fundamenta.

«En primer lugar porque llegaron en un momento muy oportuno a cerrar un largo período de indefiniciones; en segundo porque se reconoce que ciertamente las UBPC estaban atadas, y en tercer lugar por su esencia constructivista, sobre todo en temas económicos y financieros».

Sin embargo, para el también profesor auxiliar del Departamento de Gestión Empresarial de la Economía de La Universidad de La Habana, estas por sí solas aún no son suficientes. «Para continuar avanzando las UBPC requieren de nuevos y más audaces pasos».

«La gestión de estas cooperativas exige que su entorno capte y comprenda la necesidad de cambios en todo el sistema. El primero debe ser de tipo ideológico-conceptual: reconocerlas como una verdadera cooperativa. Pero para ello se requieren acciones y nuevas políticas que favorezcan su desarrollo. El segundo gran problema a resolver es garantizarles el acceso a los insumos».

Estimó, además, que la gestión de las UBPC demanda un profundo cambio organizativo en su interior, que les permita gestionar eficientemente los distintos objetivos con enfoque de sistema. «Con eso incrementarían las posibilidades de ser más eficientes y eficaces».
Destrabando trabas

Las 17 medidas para desatar las trabas que impedían la eficiencia de las UBPC fueron aprobadas por el Consejo de Ministros en el año 2012, y comenzaron a implementarse en sintonía con un sistema de capacitación dirigido a organismos de la Administración Central del Estado y las juntas de administración de las cooperativas.

Las mismas son consecuentes con un diagnóstico realizado por el Ministerio de la Agricultura (Minag) desde el año 2011, y van encaminadas a destrabar un grupo de aspectos, casi todos externos, que entorpecían el buen funcionamiento de las UBPC. No constituye las únicas medidas y por eso se dice que son emergentes. Otro grupo de ellas se aprobó el 31 de mayo de 2013 por el Consejo de Ministros, para el perfeccionamiento no solo de las UBPC sino de todas las bases productivas.

Con esas aclaraciones Ricardo Monzón Novoa, a cargo de la Dirección a la Atención a las Unidades Productoras en el Minag, inicia un balance a casi dos años de implementación de las primeras medidas.

Señaló que las de mayo del 2013 resultan un complemento importante para continuar reduciendo las diferencias entre las distintas formas cooperativas, e impactan positivamente en las UBPC. Entre ellas figura el establecer denominadores comunes para todas, como nombrar presidente al máximo representante. También, que el órgano de dirección de todas sean la asamblea general y la junta directiva. Sus integrantes serán llamados cooperativistas, y el método de elección de sus dirigentes será secreto y directo.

«Como medidas importantes para las bases productivas aparece también la unificación del régimen económico de todas las cooperativas agropecuarias, referente a la formación y distribución de los fondos, tomando en cuenta las características de cada una. Asimismo, se indica crear las condiciones para que gradualmente las entidades cooperativas tributen de forma directa a la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) la información estadística y los resultados de su gestión.

«Estas medidas, que son para todas las cooperativas, promueven estudiar y proponer un régimen especial de seguridad social para las UBPC, pues hoy se les aplica el régimen general, no acorde con sus características. Proponen, además, establecer como principios para el funcionamiento de las cooperativas del sector agropecuario la voluntariedad, la cooperación y ayuda mutua, la autosostenibilidad económica, la disciplina cooperativista; y defienden como filosofía que el capital social de la cooperativa es indivisible, así como ineludible el cumplimiento de la política fiscal y tributaria. Refrendan la decisión colectiva e igualdad de derechos de los socios y la territorialidad.

«También abogan por el bienestar de los cooperativistas y sus familiares, la colaboración entre cooperativas y otras entidades. Le conceden importancia capital a la responsabilidad social y a la contribución al desarrollo planificado de la economía», explicó Monzón.

El funcionario apuntó que a todas estas medidas se les da seguimiento permanente y se rinde cuenta de su implantación a la dirección del país. «Hay temas en los que se ha avanzado. Cuando se revisan, muchas de las medidas van encaminadas a lograr un buen funcionamiento, como es el caso de trabajar por un programa de desarrollo dirigido a alcanzar sus potencialidades en correspondencia con los intereses territoriales», afirmó Monzón Novoa.

Sin embargo, subrayó que la primera dificultad que han tenido que enfrentar las UBPC es que no eran reconocidas como verdaderas cooperativas. «Las empresas las tenían como unidades estatales, y eso es un error. Ellas tienen derecho a todas las prerrogativas del sistema cooperativo agropecuario. Cuentan con una asamblea, aprueban sus propios sistemas de pago y están facultadas para distribuir utilidades».

Según Monzón, aun cuando existen esas medidas y las otras que se están implementando para perfeccionar la base productiva, hay cooperativas que todavía no tienen el personal idóneo para dirigirlas, ni cuadros preparados para conducir una asamblea de manera adecuada, aspectos que inciden en su funcionamiento. También algunas están enclavadas donde no existe fuerza de trabajo, y la estimulación para trabajar en ellas es insignificante.

Precisó que existe una caracterización que las agrupa en las categorías I, II y III. Las del primer grupo son la que funcionan bien, y cuando se empezaron a implementar las nuevas decisiones había cerca de 450; ahora son casi 600.

Señaló que hay 1 172 UBPC en el sistema de la agricultura, cuyas líneas fundamentales de producción son las agropecuarias, y 520 se vinculan al Grupo Azucarero Azcuba, cuya línea fundamental de producción es la caña. Las medidas son aplicables para todas y el Minag es el rector de las funciones estatales que rigen a las cooperativas.

—¿Cuántas del grupo II han pasado al III?

—En el grupo II están aquellas que tienen potencialidades para mejorar su eficiencia, y a pesar de presentar algunas dificultades en su funcionamiento, tienen posibilidades de transitar al grupo I.

«El grupo III incluye a las que casi no funcionan. No cuentan, por ejemplo, con liquidez financiera para enfrentar el proceso productivo. El país ha hecho ingentes esfuerzos para que las cooperativas emerjan. Se renegoció las deudas con todas hasta un término de 25 años. Con esa medida quedaron libres y pueden solicitar créditos al Banco para sus líneas de producción. Sin embargo, hay un grupo de cooperativas que ya han caído nuevamente en la situación de créditos vencidos.

«Eso quiere decir que no han sabido utilizar de forma adecuada sus prerrogativas, las finanzas, y no han podido saldar sus deudas con el Banco. Con esas cooperativas, que suman 47 en todo el país en la rama agropecuaria, ya no hay mucho por hacer. Hay que sentarse con cada una, como lo estamos haciendo ahora, para analizar su situación. Puntualizar con cada una de ellas, en sus juntas y asambleas, para ver qué más pudiera hacerse en aras de resolver los problemas que presentan.

«Cuando una cooperativa resuelve sus dificultades, también influye en la mejoría de las condiciones de vida de sus socios, familiares y comunidad. Lo que más queremos es que estas que hoy atraviesan por una situación difícil irrumpan con el modelo de gestión que estamos desarrollando en la actualidad», sentenció.

Guerra avisada no debía matar soldados

Alina Vicente Gaínza, vicecontralora general de la República de Cuba, explicó que la VIII Comprobación Nacional al Control Interno, realizada en los meses de octubre y noviembre de 2013, incluyó 77 auditorías especiales a las UBPC. De estas, 52 estuvieron dirigidas a cooperativas del Minag y 25 a otras vinculadas al Grupo Azucarero Azcuba.

«Tomamos como base para elaborar el programa de auditoría aquellos Lineamientos del VI Congreso del Partido vinculados con el cumplimiento de las 17 medidas para el fortalecimiento de las UBPC. Específicamente, profundizamos en el Lineamiento 181 que indica: “Adecuar la producción agroalimentaria a la demanda y a la transformación de la comercialización, elevando la calidad y exigencia en los contratos, para que las partes cumplan sus obligaciones; limitando la circulación centralizada a aquellos renglones vinculados a los balances nacionales otorgando un papel más activo a los mecanismos de libre concurrencia para el resto de las producciones”.

«Controlamos de igual manera lo referente al cumplimiento del Lineamiento 203, el cual orienta: “Garantizar el servicio bancario especializado en la atención al sector agroindustrial, que apoye a los productores facilitando el otorgamiento de los financiamientos y el control en su ejecución. Fortalecer y ampliar la actividad de seguros agropecuarios, propiciando una mayor eficacia en su aplicación”.

«Además, realizamos encuestas a los miembros de las juntas administrativas para comprobar si estas medidas ayudaban a la gestión económica de las UBPC y contribuían a zafar las ataduras que durante años les impedían a no pocas de estas cooperativas ser eficientes y lograr su verdadera autonomía.

«De las 77 comprobaciones, solo dos obtuvieron evaluaciones satisfactorias, 39 aceptables, 19 deficientes y 17 malas, lo que indica que el 47 por ciento de las auditorías tuvieron calificación negativa.

«Las mayores dificultades e insuficiencias detectadas en este programa se derivan de la no observancia en la implementación de seis de las 17 medidas para el fortalecimiento de las UBPC, lo que incide fundamentalmente en que no se ha logrado el cambio de mentalidad en algunos de sus directivos, y de las otras entidades vinculadas a este proceso. También hubo incumplimientos de la legalidad en los procesos que se acometen en la base, por falta de seguimiento y asesoramiento del Minag y Azcuba, lo cual limita los objetivos propuestos en interés de elevar la seguridad alimentaria y el nivel de vida de la población.

«En La Habana, Mayabeque, Las Tunas y Guantánamo, todas las cooperativas auditadas se calificaron de mal. Las de mejores resultados se ubican en Pinar del Río, Matanzas, Villa Clara, Sancti Spíritus y Ciego de Ávila».

La Vicecontralora General señaló que en todas las UBPC que tienen buenos resultados es común que el liderazgo constituya una fortaleza. «Allí donde hay eficiencia, el presidente prácticamente no descansa y está pendiente de todo para no caer en deudas. Anda a cuatro ojos con los indicadores financieros y productivos».

Al sopesar las debilidades que lastran la implementación de los cambios, la funcionaria consideró necesario potabilizar la capacitación de quienes dirigen e integran las UBPC en aras de que comprendan las medidas, pues aunque considera que ha sido intenso el esfuerzo en tal sentido, la eficacia de la capacitación es cuestionable cuando en los controles se detectan errores como los que se evidenciaron en la VIII Comprobación.

Asimismo, la funcionaria destacó la falta de empoderamiento de la autonomía entre las causas y condiciones que impiden que de manera homogénea las UBPC apliquen estas medidas en aras de la eficiencia.

También hay otras condicionantes. «Gran parte de los servicios que necesitan estas cooperativas se pagan en divisa. También hay en ellas déficit de personal encargado de elaborar el plan económico y el presupuesto, y de manera general en las áreas económicas y contables faltan recursos humanos capaces de entender las modificaciones que están ocurriendo en el país para ser prósperos y sustentables».

Una de las acotaciones que más llamó nuestra atención, relacionadas con el proceder de las auditorías, es que los centros que fueron objeto de dicho control recibieron el programa previamente, con cada uno de los parámetros que serían revisados.

«En prever, como dijo Martí, está el arte de salvar», apuntó la Vicecontralora General, quien anunció que durante la próxima Comprobación Nacional del Control Interno será objeto de evaluación la comercialización de productos del agro de manera mayorista.
De dineros y otros demonios

Con un paquete de dudas surgidas de un recorrido anterior por algunas UBPC, nos dirigimos a la dirección del Banco de Crédito y Comercio (Bandec), donde Leysii Perera León, su vicepresidenta, y la subdirectora de esta entidad, Madelaine Martínez Echevarría, accedieron a dar respuestas.

—¿Por qué se le aplican tasas máximas de interés a una cooperativa cuyos resultados son satisfactorios?

—Leysii: Tenemos una prerrogativa aprobada por el Comité de Políticas Monetarias del Banco Central para suscribir, en el sector agropecuario, tasas que oscilan entre un cinco más menos dos por ciento para capital de trabajo —el Banco puede establecer como interés si estima prudente (7 o 3 por ciento)—, y un siete más menos dos para inversiones (9 o 5 por ciento). Estas tasas son más favorables para el cliente que las que pueden ofrecer otros bancos.

«No podemos desconocer que estamos en un proceso de renegociación de la deuda. Al final tuvimos que tener esa concesión con más de 700 productores, lo cual significa un sacrificio de mil millones de pesos, aproximadamente, a una tasa que está por debajo de la mínima, que es tres.

«Estamos cobrando esa deuda en 25 años con un interés de 1,5 por ciento. Eso representa una afectación en los resultados de nuestra gestión. Todo lo explicado no significa que una sucursal, a la hora de evaluar una tasa de interés, pueda aprobar los intereses mínimos.

«Cuando el Banco advierte confianza y está convencido de que es posible recuperar el dinero que presta es más flexible, pues eso se tiene presente en la evaluación del riesgo. Regularmente ese nueve por ciento de interés significa que la cooperativa tiene créditos vencidos, y a esos financiamientos se le aplica una tasa por mora que puede ser de hasta un cuatro por ciento por encima de la tasa básica a la que se contrató el financiamiento.

«Lo que sí está claro es que todos esos gravámenes pueden discutirse en el momento de la concertación del crédito; y todo debe quedar firme bajo contrato».

—¿Por qué el crédito para el desarrollo ganadero que se revierte en ganancias a los cuatro o cinco años, hay que amortizarlo al año?

—Madelaine: Para la ganadería damos dos tipos de financiamiento: uno para la compra de ganado de pie de cría y el ganado lechero, y el otro para la compra de ganado para mejora genética y ceba.

«En el caso del primero se dan hasta diez años para amortizarlo, con dos años de gracia (eso significa estar exonerado de pago durante dos años, incluyendo los intereses). Al tercer año es cuando se comienza a pagar el crédito.

«El segundo tipo de crédito para la ganadería se recupera en un tiempo menor, porque los resultados se obtienen a más corto plazo. Por eso comenzamos a cobrarlo hasta los 18 meses, eso significa que deben amortizarlo antes de ese término, el cual lo preconcebimos a partir de una ficha técnica del propio Minag».

—¿En qué fecha se elaboraron esas fichas? ¿Quizá en aquel entonces era más fácil cebar el ganado porque había otras condiciones en su base alimenticia?

—Madelaine: El tema de la ficha técnica debe estar sujeto a cambios. Debemos ponernos de acuerdo con el Minag para que tenga siempre vigencia.

—Leysii: Debemos establecer sinergias para que fluyan estos créditos bancarios de acuerdo con la situación real de la ganadería, pero sin que se enmascare ineficiencia en la producción.

«Después del proceso de renegociación con las UBPC volvimos a financiarlas, a partir de las nuevas solicitudes de créditos presentadas por estas cooperativas, y nuevamente se presentan deudas vencidas en muchas entidades de este tipo pertenecientes al Minag.

«Las mayores deudoras se concentran en Camagüey, Las Tunas, Granma y Santiago de Cuba. Las que tienen como objeto social la ganadería son las que más nos afectan con sus impagos. También son proclives a estas dificultades las UBPC que producen en secano y tienen bajos rendimientos.

«El problema fundamental de las deudas estriba casi siempre en una junta directiva débil. Cuando hay una buena dirección se aprecia el compromiso y la seriedad con el Banco. Tan es así que hay cooperativas separadas por un lindero con tendencias totalmente opuestas: una con buen ejercicio económico y la otra con pérdidas y deudas vencidas».

Tan cierta es esa aseveración que si la UBPC Gorina del Toro, a la cual aludimos en el reportaje anterior, tuviese una buena junta directiva, no se hubiesen incumplido medidas como las detectadas en la VIII Comprobación en esta cooperativa.

Allí no se fue consecuente con la Resolución 287 del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) en su Resuelvo Sexto, el cual dispone condonar las deudas tributarias al cierre del 31 de mayo de 2013 de las UBPC no cañeras.

Esa cooperativa, el 10 de agosto de 2012, aportó 16 931.93 CUP al presupuesto, por concepto de seguridad social perteneciente a los meses de febrero a mayo de 2012. De ese monto le fueron devueltos en junio de 2013 solo lo correspondiente a febrero. Sin embargo, la devolución de los meses restantes, que asciende a 12 470.O5 CUP, no se realizó por falta de conocimiento jurídico de los representantes de la UBPC.

Esa devolución hubiese beneficiado a la entidad, la cual ahora tiene notificado deudas con apremio y sanciones de período posterior hasta la fecha.

En cuanto al tratamiento financiero derivado del cinco por ciento que las propias UBPC deben tributar como impuesto sobre las ventas y que se usa para zanjar la vieja deuda de ellas mismas aplazada hasta 25 años, y que algunas cooperativas aseguran no percibir, Silvio Gutiérrez Pérez, director de Agroindustria del MFP, aseguró que es muy elevada esa deuda y no todas pueden recibir la contribución a la vez.

«Hay que ir saneando poco a poco, el monto de la deuda es alto. Todos los trimestres por concepto de ese cinco por ciento que tributan las UBPC se recaudan entre ocho y diez millones de CUP y en reunión multiministerial se discute cuál es el mejor destino de ese dinero. Como política se priorizan las UBPC con buenos resultados productivos y financieros para optimizar ese capital».

El año pasado, el MFP le transfirió al Minag por ese concepto aproximadamente 40 millones de CUP, según informó Silvio Gutiérrez.

Nuevos y más audaces pasos

Alcides López Labrada, en calidad de director del Centro de Capacitación y Extensión del Minag, precisó que para dar respuesta precisamente a algunas medidas, se organizaron cursos de capacitación, los cuales se desarrollaron de modo paralelo: uno dirigido a la preparación de las juntas directivas de las UBPC, y otro para los cuadros empresariales y estales del Minag y de otros organismos, vinculados a estas cooperativas que constituían freno para su gestión.

«En apenas 45 días participaron alrededor de 11 750 compañeros. Se utilizaron métodos y formas modernas de aprendizaje, y selectos profesores nacionales y expertos locales. Aunque ambos cursos contribuyeron a la causa cooperativa, una sola acción de capacitación no es suficiente para resolver tantos problemas acumulados por años. Se requiere sistematizar otras acciones que respondan e impacten en los problemas puntuales diagnosticados por cada una de las cooperativas».

Finalmente, con la pasión que el tema le suscita, develó su visión optimista hacia el futuro de las UBPC. «El hecho de haber surgido en momentos de escasez y en uno de los períodos más difíciles de la Revolución, contar con la calidad humana de sus miembros, depurada durante más de 20 años, y mantener su capacidad de lucha y de compromiso con el socialismo, me hacen creer que con un “último empujón” saldrán victoriosas, incluso primero que otras fórmulas que las antecedieron».

David Harvey: Consideraciones sobre El Capital de Piketty

David Harvey, Sin Permiso

Thomas Piketty ha escrito un libro llamado El capital en siglo XXI que ha provocado bastante revuelo. Aboga por una fiscalidad progresiva y un impuesto global sobre la riqueza como única forma de contrarrestar la tendencia a la creación de una forma de capitalismo “patrimonial” marcada por lo que denomina “aterradoras” desigualdades de riqueza y renta. También documenta en detalle de modo intenso y difícil de rebatir de qué manera la desigualdad social, tanto de la riqueza como de la renta, han evolucionado en los últimos dos siglos, con especial rotundidad en el caso de la riqueza. Liquida la opinión ampliamente extendida de que el capitalismo de libre mercado difunde la riqueza y es el gran baluarte para la defensa de opciones y libertades. El capitalismo de libre mercado, en ausencia de intervenciones redistributivas de envergadura por parte del Estado, nos muestra Piketty, produce oligarquías antidemocráticas. Esta demostración ha alimentado la indignación progresista mientras pone fuera de sí al Wall Street Journal.

El libro ha venido presentándose con frecuencia como substituto de la obra homónima de Karl Marx en el siglo XIX. Piketty niega que fuera ésta en realidad su intención, lo cual está bien, considerando que el suyo no es en absoluto un libro sobre el capital. No nos explica por qué se produjo el crac de 2008 y por qué tanta gente está tardando tanto en salir de la doble carga del desempleo prolongado y de millones de viviendas perdidas por ejecuciones hipotecarias. No nos ayuda a comprender por qué el crecimiento es actualmente tan flojo en los EE. UU por oposición a China y por qué está bloqueada Europa en una política de austeridad y una economía de estancamiento. Lo que Piketty muestra estadísticamente (y deberíamos estarles agradecidos por esto a él y a sus colegas) es que el capital ha tendido a lo largo de su historia a producir niveles cada vez mayores de desigualdad. Esto no tiene para muchos de nosotros nada de novedoso. Era además exactamente la conclusión teórica de Marx en el primer volumen de su versión de El capital. Piketty no llega a advertir esto, lo que no resulta sorprendente, puesto que ha declarado, frente a las acusaciones de la prensa de derechas de que es un marxista disfrazado, que no ha leído El capital de Marx.

Piketty recoge una una gran cantidad de datos en apoyo de su argumentación. Su relato de las diferencias entre renta y riqueza es convincente y útil. Y proporciona una defensa meditada de los impuestos sobre la herencia, la fiscalidad progresiva y un impuesto global sobre la riqueza como antídotos posibles (aunque casi con certeza inviables políticamente) a una mayor concentración de riqueza y poder. 

Pero ¿por qué se produce esta tendencia a una mayor desigualdad en el tiempo? Partiendo de sus datos (salpimentados con ciertas alusiones nítidas a Jane Austen y Balzac), deriva una ley matemática para explicar lo que sucede: la acumulación cada vez más creciente de riqueza por parte del famoso 1% (un término popularizado gracias, por supuesto, al movimiento Occupy) se debe al simple hecho de que la tasa de retorno sobre el capital (r) supera siempre la tasa de crecimiento de la renta (g). Esta es y siempre ha sido, dice Piketty, “la contradicción central” del capital.

Pero una regularidad estadística de esta clase apenas sí constituye una explicación adecuada, no digamos ya una ley. Así pues, ¿qué fuerzas producen y sostienen a esa contradicción? Piketty no lo dice. La ley es la ley y eso es lo que hay. Marx habría atribuido evidentemente la existencia de esa ley al desequilibrio de poder entre capital y trabajo. Y la explicación todavía se sostiene. El declive constante de la parte del trabajo en la renta nacional desde los años 70 se ha derivado del poder económico y político desfalleciente del trabajo a medida que el capital movilizaba tecnologías, desempleo, deslocalización y medidas políticas antisindicales (como las de Margaret Thatcher y Ronald Reagan) a fin de aplastar toda oposición. Tal como confesó Alan Budd, asesor económico de Margaret Thatcher, en un momento de descuido, resultó que las políticas antiinflacionistas de los años 80 eran “una forma estupenda de elevar el desempleo y elevar el desempleo era una forma extremadamente deseable de reducir la fortaleza de las clases trabajadoras…lo que se obró con ello fue, en términos marxistas, una crisis del capitalismo que volvió a crear un ejército de reserva y que ha permitido a los capitalistas conseguir elevados beneficios desde entonces”. La disparidad de remuneraciones entre trabajadores medios y directivos estaba aproximadamente entre 30 y 1 en 1970. Hoy se encuentra por encima de entre 300 y 1 y, en el caso de los MacDonalds, entre cerca de 1200 y 1.

Pero en el segundo volumen de El capital de Marx (que tampoco ha leído Piketty, aun cuando lo deseche alegremente), éste apuntaba que la inclinación del capital a presionar los salarios a la baja restringiría en algún momento la capacidad del mercado de absorber el producto del capital. Henry Ford identificó este dilema hace mucho tiempo cuando decretó para sus trabajadores la jornada de 8 horas a 5 dólares con el fin, afirmaba, de impulsar el consumo. Muchos pensaban que la falta de demanda efectiva formó la base de la Gran Depresión de la década de 1930. En ello se inspiraron las políticas keynesianas expansivas tras la II Guerra Mundial y tuvo como resultado ciertas reducciones en las desigualdades de renta (aunque no tanto de riqueza) en medio de un fuerte crecimiento impulsado por la demanda. Pero esta solución descansaba en el relativo empoderamiento del trabajo y la construcción del “estado social” (la denominación es de Piketty) financiado por una fiscalidad progresiva. “Considerado en su conjunto”, escribe, “en el periodo 1932-1980, casi medio siglo, el máximo impuesto federal sobre la renta ascendió a una media del 81 %”. Y esto no enfrió en modo alguno el crecimiento (otra evidencia de Piketty que rebate las creencias de la derecha).

Hacia finales de los años 60 quedó claro para muchos capitalistas que les hacía falta actuar de algún modo contra el excesivo poder del trabajo. De aquí la expulsión de Keynes del panteón de los economistas respetables, el giro al pensamiento de la economía de oferta de Milton Friedman, la cruzada para estabilizar, si no reducir, la fiscalidad, para deconstruir el Estado social y disciplinar a las fuerzas del trabajo. Después de 1980 cayeron los tipos impositivos máximos y las ganancias del capital – importante fuente de ingresos para los superricos – quedó gravada con un tipo muy inferior en los EE. UU., impulsando enormemente el flujo de riqueza hacia el 1% más alto. Pero el impacto sobre el crecimiento, muestra Piketty, fue despreciable. De modo que el “goteo” (“trickle down”) de los beneficios de los ricos a los demás (otra de las creencias dilectas de la derecha) no funciona. Nada de esto lo dictaba ninguna ley matemática. Tenía todo que ver con la política.

Pero luego se cerró el círculo y la pregunta más apremiante se convirtió en: ¿dónde está la demanda? Piketty ignora sistemáticamente esta pregunta. Los años 90 maquillaron la respuesta por medio de una inmensa expansión del crédito, incluida la ampliación de la financiación de hipotecas en los mercados sub-prime. Pero la burbuja de activos resultante estaba destinada a reventar como lo hizo en 2007-8, provocando que se derrumbara Lehman Brothers y con ello el sistema crediticio. Sin embargo, las tasas de beneficio y la concentración aun mayor de la riqueza privada se recuperó muy rápidamente después de 2009, mientras que al resto, a todos y cada uno, le iba mal. Las tasas de beneficio de las empresas son hoy tan altas como siempre lo han sido en los Estados Unidos. Las empresas están sentadas sobre montañas de dinero y se niegan a gastarlo porque no son sólidas las condiciones del mercado. 

La formulación de Piketty de la ley matemática esconde más de lo que revela acerca de la política de clase que entraña. Tal como ha hecho notar Warren Buffett, “desde luego que hay una guerra de clases, y es mi clase, la de los ricos, la que la libra, y vamos ganando”. Una medida clave de su victoria son las crecientes disparidades de riqueza y renta del 1% superior en relación a todos los demás.

Existe, sin embargo, una dificultad central en la argumentación de Piketty. Se apoya en una definición de capital equivocada. El capital es un proceso, no una cosa. Es un proceso de circulación en el que el dinero se utiliza para hacer más dinero a menudo, pero no exclusivamente, mediante la explotación de la fuerza de trabajo. Piketty define el capital como el stock de todos los activos en manos de particulares, empresas y gobiernos con los que puede comerciarse en el mercado, con independencia de que esos activos se usen o no. En ello se cuenta la tierra, los bienes raíces y los derechos de propiedad intelectual, así como mi colección de arte y de joyas. Cómo determinar el valor de todas estas cosas resulta un problema técnico difícil que no tiene ningún solución convenida. Con el fin de calcular una tasa significativa de retorno, r, necesitamos alguna forma de valorar el capital inicial. Por desgracia, no hay forma de valorarlo independientemente del valor de los bienes y servicios para producir los cuales se utiliza o de por cuánto se puede vender en el mercado. El conjunto del pensamiento económico neoclásico (que es la base del pensamiento de Piketty) se funda en una tautología. La tasa de retorno sobre el capital depende de manera crucial de la tasa de crecimiento porque el capital se valora por medio de lo que produce y no por lo que entraba en su producción. Su valor se ve enormemente influido por las condiciones especulativas y puede verse gravemente deformada por la famosa “exuberancia irracional” que Greenspan identificó como característica del mercado bursátil e inmobiliario. Si le restamos la vivienda y los bienes raíces – por no decir nada del valor de las colecciones artísticas de la gente con hedge funds – a la definición de capital (y la lógica en pro de su inclusión es bastante débil) entonces se viene abajo la explicación de Piketty de las crecientes disparidades de riqueza y renta, aunque se mantendría su descripción del estado de las desigualdades pasadas y presentes.

El dinero, la tierra, los bienes raíces y las fábricas y el equipamiento que no se utilizan de modo productivo no son capital. Si es alta la tasa de retorno sobre el capital que se utiliza, esto se debe a que una parte del capital se retira de la circulación y se pone de hecho en huelga.

Restringir la provisión de capital a nuevas inversiones (fenómeno del que hoy somos testigos) garantiza una elevada tasa de retorno: es lo que hace todo capital cuando se le da la oportunidad. Esto es lo que apuntala la tendencia de la tasa de retorno del capital (no importa cómo se defina y calcule) a exceder la tasa de crecimiento de la renta. Así es cómo se asegura el capital su propia reproducción, no importa lo incómodas que sean las consecuencias para todo los demás. Y así es cómo vive la clase capitalista. 

Hay muchas cosas que son valiosas en el conjunto de datos de Piketty. Pero su explicación de por qué surgen las desigualdades y las tendencias oligárquicas tiene errores. Sus propuestas respecto a los remedios a las desigualdades son ingenuas, si no utópicas. Y no ha producido desde luego un modelo de funcionamiento para el capital del siglo XXI. Para eso todavía nos hace falta Marx o un equivalente suyo contemporáneo. 

El problema de la desigualdad económica y por qué debe ser combatida

¿Por qué es indispensable combatir la desigualdad?La desigualdad pervierte la democracia. El poder debe emanar de las personas independientemente de su poder económico. Cuando alguien tiene demasiado poder económico puede influir en la política para sus intereses particulares, evitar la acción de la justicia, comprar voluntades, abusar de los demás… La desigualdad abre la puerta grande a las dictaduras, aunque se quieran llamar democracias, además...

1.Las sociedades desiguales generan más problemas de salud en la población. Índices estadísicos como la esperanza de vida al nacer, obesidad, abuso de drogas, embarazos adolescentes o incidencia de enfermedades mentales puntúan con valores más elevados conforme más desiguales son las sociedades. La principal explicación a esta evidencia vendría asociada a la presión social, a la mayor sensación de inseguridad, soledad o desamparo y al estrés inherente a la percepción de quedar inevitablemente rezagado en la carrera hacia el ascenso en la escala social.

2.Las sociedades más desiguales presentan un peor desempeño escolar medio en sus estudiantes. Bolsas grandes de alumnado pertenecientes a grupos sociales con bajos ingresos pueden ejercer un efecto negativo sobre los niveles motivacionales medios de los grupos escolares. Las sociedades más igualitarias y con más tendencia a utilizar metodologías cooperativas de trabajo arrojan mejores resultados en las pruebas de rendimiento escolar.

3.Las sociedades desiguales tienen mayores índices de criminalidad y mayor porcentaje de población en prisión debido a delitos contra la propiedad y violencia. Pareciera como si la obscenidad y la ostentación de la riqueza extrema exacerbara la tendencia hacia el robo en el seno de la sociedad.

4.Las sociedades desiguales presentan mayor dificultad para la movilidad entre clases sociales. El “sueño americano” de que un pobre pueda convertirse en millonario o de que el hijo de un pobre pueda tener un futuro socioeconómico desahogado es mucho más improbable en sociedades desiguales que en sociedades igualitarias, debido a la falta de ayudas sociales, a los prejuicios y a la mayor distancia que se precisa recorrer hasta alcanzar la meta deseada.

5.Las sociedades desiguales presentan mayor tendencia a la corrupción y al fraude fiscal debido a que parece existir la percepción de que la mayoría de los ricos lo hacen y … si ellos lo hacen ¿por qué no yo?

6.Las sociedades desiguales presentan una tendencia a la pérdida de calidad en las interacciones sociales, potenciando la indiferencia hacia los problemas ajenos y la posterior invisibilización y culpabilización de las víctimas de la pobreza como merecedoras de su suerte debido a su ineficiencia, vicio, debilidad o falta de competencia socio-profesional.

7.En las sociedades más desiguales la gente suele desarrollar una mayor tendencia hacia el trabajo adictivo debido a la necesidad de mejorar constantemente los niveles de ingreso y consumo para mantener las apariencias. Esto, a su vez, trae aparejado una falta de dedicación a los hijos y a la pareja y menos tiempo para el ocio compartido que suele derivar en más problemas familiares y rupturas matrimoniales.

8.Las sociedades más desiguales suelen desarrollar una mayor tendencia al consumismo y a la generación de residuos, lo que a su vez da lugar a mayores índices de contaminación, pérdida de biodiversidad e insostenibilidad ambiental.

9.Las sociedades más desiguales suelen tener más tendencia hacia la creación de burbujas especulativas e incrementos desmesurados de precios en bienes básicos de consumo como la vivienda debido a masas ociosas de capital que aspiran a conseguir una rentabilidad alta en el corto plazo.

10.Las sociedades más desiguales tienden a puntuar más bajo en el nivel de bienestar y felicidad autopercibida ya que este sentimiento subjetivo se construye en función de un análisis comparativo con la gente que nos rodea y de nuestra capacidad para establecer relaciones empáticas y recíprocas con las personas que forman parte de nuestra comunidad. En general las sociedades igualitarias suelen ser percibidas como lugares más deseables y amigables para vivir.

(*) Los países con mejores niveles de igualdad social (Índice de Gini) en el mundo rico son los países escandinavos, junto con Alemania y Japón. Los países con niveles peores de equidad en contextos de altos ingresos son EEUU, Reino Unido, China, Hong Kong, Singapur, el ente geopolítico artificial conocido como Israel o las dictaduras del golfo pérsico. Pueden contrastarse los 10 indicadores señalados con las tendencias observadas en la realidad de las últimas décadas para los países citados.

https://n-1.cc/pages/view/1791262/el-problema-de-la-desigualdad-economica-y-por-que-debe-ser-combatida

¿Qué es el capitalismo verde?

Durante las últimas dos décadas se popularizó la noción de economía verde y se generó una nueva retórica sobre la solución a los problemas ambientales que hoy enfrentamos. Esta idea de economía verde también ha sido presentada como la solución a los problemas de estancamiento económico y de desempleo. Por eso la economía verde ha sido promovida por gobiernos, organismos internacionales y grandes grupos corporativos.


Pero, vamos al grano. La economía verde es sinónimo de capitalismo verde. Y entonces la pregunta es la siguiente: ¿Bajo qué condiciones es posible concebir una plataforma duradera de acumulación de capital que sea compatible con el mejoramiento del ambiente y con la buena salud de la biósfera a largo plazo?

El capitalismo verdeestaría soportado por dos pilares. El primero consistiría en una serie de mercancías y procesos de producción que serían menos dañinos para el medio ambiente. El reciclaje y la mayor eficiencia tecnológica serían principios rectores en todo proceso productivo. El segundo sería el del mercado como herramienta para reparar los problemas ambientales existentes, desde la concentración de gases invernadero en la atmósfera, hasta los daños a los ecosistemas. La solución de mercado estaría asociada a la privatización y mercantilización de todos los componentes de la naturaleza. En el capitalismo verde, la naturaleza es un conjunto de objetos físicos que puede ser apropiado y valorizado como cualquier insumo del proceso de producción capitalista. La noción de capital natural sería un componente de esta visión en la que el crecimiento sería compatible con la conservación. Lo anterior quiere decir que la economía capitalista estaría en condiciones de generar e introducir en la producción y en el consumo tecnologías que permitirían, entre otras cosas, reducir el componente energético en la ecuación de costos totales.

En una economía capitalista la transición a una nueva plataforma de acumulación de capital entraña un proceso de transformación tecnológica de gran amplitud. Esto tiene que apoyarse en un flujo de by Discount Dragon" id="_GPLITA_0" href="http://webmail2.internetdinamica.com/?_task=mail&_action=show&_uid=2878&_mbox=INBOX#">inversiones que permita la introducción masiva de innovaciones que respondan a los criterios anteriores.

En el pasado el capitalismo demostró tener una gran capacidad para el cambio tecnológico. Por eso la ideología neoliberal sostiene que para cualquier escenario ambiental el capital siempre es capaz de encontrar tecnologías que permitan reducir el costo de producción. Pero en las condiciones actuales, con una economía global dominada por el capital financiero, y en medio de una lucha internacional por ver quien ocupa el papel de potencia hegemónica (y reorganiza la economía mundial alrededor de sus intereses) es posible que el capital no tenga esa capacidad transformadora.

Es importante aclarar que los intereses del capital financiero no favorecen el cambio estructural que tendría que darse en la esfera industrial. Además, la política macroeconómica en todo el mundo está orientada a cuidar los intereses del capital financiero, como lo demuestra la obsesión por la ‘estabilidad de precios’. El resultado no facilita el cambio estructural en la economía real.

Los capitalistas necesitan tener expectativas de que sus inversiones con nuevas tecnologías (verdes) podrán ser recuperadas y estarán asociadas a ganancias adecuadas sobre un horizonte temporal satisfactorio. Y esta alusión a la tasa de ganancia conlleva una referencia a la relación salarial: aquí entramos en una discusión que los proponentes de la economía verde rehuyen sistemáticamente. Se permite hablar de capital pero todavía no se puede pronunciar la palabra salarios.

Mantener estable la tasa de rentabilidad implica, en la coyuntura actual, reprimir el crecimiento de los salarios. Pero la represión salarial conlleva problemas agudos de realización de mercancías a menos que se recurra al crédito. Eso es lo que permitió sostener la norma de consumo durante las últimas cuatro décadas en las principales economías capitalistas, pero el proceso desembocó en la crisis de 2008. Es difícil salir de este dilema porque las instituciones y normas sociales que condujeron al estancamiento salarial son rígidas y no podrán modificarse fácilmente.

Un problema adicional es el de la sobre-inversión en casi todas las ramas importantes de la industria a nivel mundial. Desde las industrias cercanas a la base de recursos naturales (siderúrgica, cemento, aluminio, vidrio, etc.) hasta las industrias relacionadas con bienes de consumo final (automotriz, naval, electrónica, etc.), la capacidad productiva instalada rebasa con mucho la demanda global. Esto hará más difícil la transformación porque las ramas núcleo resistirán el cambio hasta que la amortización les asegure una rentabilidad adecuada.

Si el capitalismo verde es la respuesta, ¿cuál es la pregunta? El capital verde no es la solución a los graves problemas ambientales y mucho menos a la creciente desigualdad. Es una justificación ideológica a la necesidad de asegurar la continuidad de una relación social de explotación clasista. Ecoportal.net

La Jornada

ACONTECER ECONÓMICO CUBANO

Por Pedro Meluzá López

Hacemos nuestra economía más viable y eficiente, Murillo

CUBA ESTÁ en condiciones de presentar un modelo de desarrollo propio a partir de las transformaciones que implementa desde hace varios años para hacer más eficiente su economía, con la propiedad social sobre los medios de producción como preponderante, afirmó el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo, al intervenir en el foro sobre la economía cubana celebrado en La Habana como parte de la reunión 101 del Consejo del Banco Internacional de Inversiones, cita que aprobó un plan de modernización de la entidad, creada en 1970 por el Consejo de Ayuda Mutua Económica y que siguió existiendo tras los hechos de 1991.

El dirigente expuso sobre la necesaria actualización del modelo económico en la Isla y las proyecciones y programa de desarrollo a mediano y largo plazos. “No se trata -dijo- de instaurar otra estructura diferente sino de modernizar la existente para hacerla más viable y eficiente”.

Murillo destacó que el país transita por una segunda etapa del proceso de transformaciones, y está abocado a eliminar la dualidad monetaria y al establecimiento del peso cubano como única moneda que haga las funciones reales del dinero. El presidente del Banco, el ruso Nikolay Kosov, ponderó la activa participación de Cuba como miembro de esa institución, único ente financiero mundial al que la nación caribeña tiene acceso, y al cual pertenecen Rusia, Bulgaria, Cuba, Rumanía, Mongolia, Eslovaquia, Vietnam y República Checa.

Central eléctrica de Moa, la mayor obra energética actual

VALORADA EN unos 280 millones de dólares, y ubicada en los alrededores del puerto de Moa, provincia de Holguín, se levanta la Central eléctrica diésel de dicho municipio, considerada la mayor obra de su tipo en el país dentro del programa de la Revolución Energética. Tendrá capacidad de generación de 184 megawatt y sus 10 motores suministrarán la energía necesaria para el proceso industrial del níquel en la zona y la población de esta ciudad y de Baracoa. Comenzó a construirse en el 2010 y se calcula concluya durante el presente año, pues está al 90 por ciento de ejecución, informó a la prensa el inversionista principal, Alfredo Rivero.

Experimentan modelo de combinada cañera

EN FASE de experimentación en campos de La Horqueta, Las Tunas, se encuentra la nueva combinada cañera autopropulsada CCA-5000, construida por especialistas cubanos y chinos y que corta 60 toneladas por hora. Esta máquina, similar a las brasileñas, tiene mayor productividad y excelentes parámetros de limpieza y de fiabilidad técnica, informó el semanario local 26. Agregó que este año se terminarán otras cuatro y en dependencia de sus resultados operacionales, en el 2015 se comenzará su producción continua. Por otra parte, se conoció que las provincias de Sancti Spíritus y Santiago de Cuba cumplieron sus planes azucareros en la presente cosecha, precedidas por Ciego de Avila, Cienfuegos y Guantánamo.

Productores de maíz de Illinois piden normalizar vínculos con Cuba

LA ASOCIACIÓN de Productores de Maíz de Illinois (estado ubicado en la región central de Norteamérica), dio a conocer en su sede de Bloomington un comunicado firmado por su presidente Gary Hudson, en el cual pide al Presidente Barack Obama expanda las oportunidades de comercio entre Estados Unidos y Cuba. La situación cubana, se puntualiza en el texto, representa una “excelente oportunidad para los productos alimentarios y de consumo de Illinois”, porque el país está bien cerca de los puertos comerciales del sur de EE.UU. Según el documento, citado por la agencia AP, Illinois resulta el sexto estado de la Unión que más oportunidades de negocios pierde por las restricciones financieras y de viajes.

Aumenta fuerza juvenil en la ANAP

SE HA rejuvenecido la fuerza de trabajo agropecuaria del país en los últimos tiempos y en la actualidad más de 45 000 jóvenes pertenecen a la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), destacó Joel Palmero, miembro del Buró Nacional de esa organización, en acto en Manacas, Las Villas, con motivo del aniversario 55 de la firma, el 17 de mayo, de la primera Ley de Reforma Agraria. Igualmente, destacó el incremento de los comités de base de la Unión de Jóvenes Comunistas en el sector y cómo hay una mayor afluencia de jóvenes, hombres y mujeres en las juntas directivas de las diferentes cooperativas, que experimentaron una renovación del 46 por ciento. En esta inyección de personal joven desempeñó un papel importante la entrega de tierra a los usufructuarios, precisó Juventud Rebelde. Hasta el cierre de abril, dio a conocer el directivo, el sector cooperativo y campesino entregó el 85 por ciento de la producción de carne, el 68 de las viandas, el 70 de la leche, el 76 del arroz y el 92 % del tabaco. En total los campesinos cubanos, agregó, aportan cerca del 80 por ciento de la producción de alimentos que consume la población.

La generalización sigue sin extenderse
CON PRESENCIA en todos los sectores de la economía nacional, el trabajo de > los innovadores y racionalizadores ha tenido en los últimos años un impacto cada vez mayor, subrayó el presidente de la ANIR, Alfredo Machado, aunque hay soluciones y territorios donde se trata de innovar sobre algo ya inventado por otro colectivo que a veces está en la misma provincia o municipio. No tiene sentido que nos desgastemos buscando la solución de problemas que ya alguien logró resolver, precisó. Su intervención se produjo durante la conferencia de la organización en Pinar del Río, en la cual se resaltó que en el pasado año el efecto de las 1 600 soluciones aplicadas en la provincia ascendieron a unos 23 millones de pesos.

Funcionan en el comercio unas 135 cooperativas
EN EL sector del comercio, la gastronomía y los servicios funcionan nacionalmente unas 135 cooperativas no agropecuarias, de las 345 que han sido aprobadas, dio a conocer en conferencia de prensa la viceministra de Comercio Interior, Odalys Escandel. Del total, 102 están vinculadas a la comercialización de productos del agro en las provincias de La Habana, Artermisa y Mayabeque, 189 a la gastronomía y 55 a los servicios personales y técnicos, reportó Radio Rebelde. Muchas de ellas, afirmó, se encuentran aún en pasos previos antes de iniciar sus operaciones.

Fuentes: PL, AIN, Juventud Rebelde, Cubadebate, Granma, Opciones. 26, AP, Radio Rebelde, Ahora y Guerrillero.

"China está lista para reemplazar a los inversores de la UE en Rusia si siguen las sanciones"

Los inversionistas chinos están listos para reemplazar a las empresas europeas si la UE sigue con su política "irresponsable" de sancionar a Rusia, asegura Reiner Hartmann, presidente de la Asociación de Empresas Europeas en Rusia.
Los chinos están preparados para intervenir "si nos vemos expulsados (de Rusia) debido a las sanciones u otras medidas", advirtió Hartmann durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, en una entrevista exclusiva con RT.

"He escuchado que entre 20 y 57 compañías de alta tecnología chinas están listas para entrar y reemplazar a Alstom, Siemens, BASF y Bayer, solo por nombrar unas pocas. Es increíble", dijo el empresario.

Compañías de alta tecnología chinas están listas para entrar y reemplazar a Alstom, Siemens, BASF y Bayer 

Sin embargo, Hartmann expresó su esperanza de que "la confianza que se ha construido entre el Gobierno ruso y los inversores europeos es todavía muy sostenedora, muy fuerte, y va a superar esto".

El empresario dijo que los inversores europeos, que han tenido "una gran historia de éxito" en Rusia, ahora están "secuestrados por la irresponsable gente que toma esas decisiones".

Según Hartmann, las sanciones contra Moscú demuestran la "miopía" de los parlamentarios europeos y los gobiernos individuales. "Ellos tienen un período de cuatro años y luego pueden irse o ser reelegidos, pero nosotros los inversores nos quedamos aquí", explicó.

Por su parte, el reconocido economista estadounidense Paul Craig Roberts asegura que con el acuerdo para suministro de gas entre China y Rusia realizado fuera del sistema del dólar vemos el comienzo de la desdolarización y la desamericanización del mundo.

El contrato entre los gigantes estatales, la rusa Gazprom y la china CNPC, fue formalizado el miércoles durante la visita a Pekín del presidente ruso, Vladímir Putin, y asciende a 400.000 millones de dólares. Moscú ha calificado el acuerdo de histórico, ya que es el más importante del sector gasístico de la historia de Rusia.

Texto completo en: http://actualidad.rt.com/economia/view/129034-china-inversores-ue-rusia-sanciones-ucrania

Capital extranjero y socialismo en la Cuba actual (III)

Por Jose Luis Rodriguez *

El desarrollo de la inversión extranjera en Cuba será sin dudas un elemento clave para el desarrollo del país, que se ha concebido para brindar el máximo de flexibilidad y posibilidades a la presencia del capital foráneo sin afectar las bases esenciales del proyecto socialista cubano. En este sentido, resulta interesante comentar algunos aspectos que ilustran lo anterior.

En primer término, la decisión de precisar en qué sectores se requerirá la mayoría accionaria del Estado cubano (51% de las acciones) permite asegurar el dominio público sobre la gestión de los recursos naturales, los servicios vitales, la biotecnología, el comercio mayorista y el turismo, que son en estos momentos sectores con un papel determinante como motores del desarrollo.

Por otro lado, esta decisión permite una negociación más flexible en otras ramas y sectores, brindando un mayor espacio a la obtención de beneficios para el capital extranjero.

Este último elemento no es una concesión gratuita, sino que tiene que ver con el escenario en el que se desarrollará este proceso, habida cuenta de que la presencia del bloqueo económico norteamericano impone riesgos y costos al inversionista foráneo, que de alguna manera deben tratarse de compensar dentro de márgenes que permitan la preservación de los intereses nacionales.

Un elemento que permite acotar esto último es el referido a que no se permitirá la transferencia en propiedad de bienes estatales, salvo situaciones muy excepcionales. En tal sentido, para temas relacionados con la propiedad inmobiliaria, es práctica común internacionalmente establecer acuerdos que permiten el usufructo de la propiedad del suelo por largos períodos, lo cual asegura una recuperación aceptable del capital invertido sin comprometer definitivamente la propiedad.

En segundo lugar, otro aspecto que destaca favorablemente en la política aprobada es el relativo a la posibilidad de asociación con otras personas jurídicas no estatales, priorizándose a las cooperativas.

Esta decisión se sustenta -por un lado- en que a partir de 1993 la propiedad cooperativa en el sector agropecuario abarcó el 52% de las tierras, por lo que una asociación con extranjeros en el mismo se limitaría notablemente si no se establece esta posibilidad.

Por otra parte, la propiedad cooperativa ha sido también priorizada en la actualización del modelo económico cubano por su connotación más social si se le compara con el sector privado, por lo que se justifica también su tratamiento preferencial, incluyendo el sector cooperativo no agropecuario, donde segmentos tales como los servicios profesionales presentan un elevado potencial para contribuir al desarrollo del país.

En este caso vale la pena recordar que, comparada con otros sectores, la producción agropecuaria necesita con carácter urgente de inversiones que permitan incrementar rápidamente la productividad del trabajo, que se redujo 14% desde 1990, y ello es posible con una menor densidad de capital en comparación con otras ramas de la economía.

Adicionalmente, resulta muy importante tomar en cuenta que este sector tiene una capacidad mayor para acelerar las transformaciones estructurales de la economía en tanto contribuye al desarrollo del tejido productivo por las relaciones horizontales que establece, permite la difusión de la tecnología, cuenta con una masa de conocimiento tecnológico acumulado, propicia impactos medioambientales favorables y genera empleo con niveles de ingreso potencialmente superiores en la actual coyuntura económica del país.

A todo lo anterior habría que sumar la necesidad de su desarrollo para elevar la seguridad alimentaria nacional y reducir el elevado costo de la importación en esa rama, que ha alcanzado en los últimos años valores de entre 1 500 y 1 900 millones de dólares.

Por último, un aspecto en la legislación aprobada que provoca múltiples comentarios es el referido a la contratación de la fuerza de trabajo cubana en las asociaciones con capital extranjero a través de una agencia empleadora.

Un primer elemento que no debe olvidarse es que, en las condiciones en que opera hoy el mercado laboral cubano, es indispensable proteger el valor de la fuerza de trabajo de los desequilibrios que se exacerbarían de producirse una contratación directa por parte del capital extranjero, tomando en cuenta que la misma deprimiría las retribuciones individuales a percibir si no existe una fuerte capacidad negociadora de la parte cubana.

En segundo lugar -y en esto se ha hecho suficiente énfasis- se modifica el carácter recaudatorio que han tenido antes las agencias empleadoras, asegurándose hoy una mayor participación del trabajador contratado en el salario que paga el capital extranjero.

Esto se ha puesto en práctica ya en la Zona Especial de Desarrollo del Mariel, donde esa participación se ha ubicado en el 80% y el salario bruto a percibir en moneda nacional se ha establecido mediante una tasa de cambio de 10 a 1 en relación con el dólar norteamericano. Aunque esta disposición todavía encierra aspectos que pueden discutirse, es evidente la elevación de la retribución al trabajador cubano en comparación con etapas anteriores.

En tercer lugar, la nueva ley recoge en su artículo 30 la posibilidad de implementar la contratación directa de fuerza de trabajo con carácter excepcional, por lo que no se cierra el análisis de casos puntuales.

Todos los aspectos que supone la implementación de una nueva política económica en relación con el capital extranjero muestran una visión integradora de la misma al resto de las transformaciones que tienen lugar en estos momentos, y si bien la puesta en práctica dirá la última palabra sobre su efectividad, lo que se ha normado crea condiciones muy favorables para su desempeño y -por tanto- para el desarrollo del país.


* El autor es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (La Habana).


- See more at: http://www.cubacontemporanea.com/noticias/capital-extranjero-y-socialismo-en-la-cuba-actual-iii#sthash.IYqbNHtG.dpuf

Primavera para los banqueros

Por Paul krugman 

Bajo cualquier punto de vista normal, desde que empezó la crisis financiera, la política económica ha sido un fracaso lamentable. Es cierto que hemos evitado una repetición completa de la Gran Depresión, pero el empleo ha tardado más de seis años en volver a duras penas a los niveles anteriores a la crisis, años en los que tendríamos que haber estado añadiendo millones de puestos de trabajo simplemente para mantenernos al ritmo del crecimiento de la población. El paro de larga duración sigue siendo casi tres veces superior al de 2007. Los jóvenes, a menudo agobiados por las deudas para pagar la universidad, se enfrentan a un futuro sumamente incierto.

Ahora, Timothy Geithner, secretario del Tesoro durante cuatro de esos seis años, ha publicado un libro, Stress test [Prueba de resistencia], sobre su experiencia. Y básicamente piensa que hizo un trabajo extraordinario.

No es el único que está satisfecho consigo mismo. Los responsables políticos de Europa, donde el empleo apenas se ha recuperado algo y numerosos países viven de hecho dificultades propias de una depresión, tienen todavía menos de qué presumir. Sin embargo, también se dan palmaditas en la espalda.

¿Cómo puede ser que la gente tenga la conciencia tranquila con unos historiales objetivamente tan negativos? En parte es la tendencia humana normal a poner excusas, a afirmar que se ha hecho lo mejor que se ha podido dadas las circunstancias. Y es verdad que Geithner puede echar la culpa de mucho de lo que ha ido mal, aunque no de todo, al obstruccionismo de tierra quemada de los republicanos.

Pero también hay algo más. Tanto en Europa como en Estados Unidos, la política económica ha estado dirigida en gran medida por el eslogan “Salvar a los banqueros es salvar al mundo”, es decir, restauremos la confianza en el sistema financiero y la prosperidad vendrá a continuación. Y, en efecto, las acciones del Gobierno han restablecido la confianza en el sistema financiero. Por desgracia, todavía estamos esperando la prosperidad prometida.

Gran parte del libro de Geithner se dedica a defender el rescate financiero de Estados Unidos, que él considera que fue un éxito formidable; y lo fue, si la confianza financiera se considera un fin en sí mismo. Los mercados del crédito, que quedaron congelados tras la caída de Lehman, en su mayoría volvieron a la normalidad durante el primer año de Geithner en el cargo. Los índices bursátiles se han recuperado y han alcanzado nuevos récords. Incluso los títulos respaldados por hipotecas de alto riesgo —los infames “activos tóxicos” que contaminaban el sistema financiero— han acabado recobrando una parte significativa de su valor.

Gracias a este restablecimiento del sistema financiero, el rescate de Wall Street no terminó por costar un montón de dinero de los contribuyentes. Los bancos resucitados pudieron devolver los préstamos y el Gobierno logró vender provechosamente sus participaciones en el capital.


Al final, la historia de la política económica desde 2008 ha sido la de un notable doble rasero

Pero ¿dónde está la recuperación de la economía real? ¿Dónde están los puestos de trabajo? Por lo visto, salvar a Wall Street no ha sido suficiente ni de lejos. ¿Por qué?

Una de las causas de la lenta recuperación es que la política de Estados Unidos “dio un giro” demasiado prematuro, pasando de centrar su interés en el empleo a centrarlo en los déficits presupuestarios. Geithner niega cualquier responsabilidad en ese giro, declarando que él “no era partidario de la austeridad”. Según su versión, la Administración hizo todo lo que pudo frente a la oposición republicana. Esta afirmación no concuerda con la información independiente, que presenta a Geithner ridiculizando el estímulo fiscal como “azúcar” que no reportaría ningún beneficio a la larga.

Pero la austeridad fiscal no ha sido la única razón de que la recuperación haya sido tan decepcionante. Muchos analistas creen que el lastre del elevado endeudamiento de los hogares, herencia de la burbuja inmobiliaria, ha sido una gran rémora para la economía. Y se puede afirmar que el Gobierno de Obama podría haber hecho mucho por reducir la carga de la deuda sin la aprobación del Congreso. Pero no lo hizo; ni siquiera gastó los fondos asignados específicamente a ese fin. ¿Por qué? Una explicación frecuente es que el mayor obstáculo fue la persistente oposición de Geithner a la cancelación de la deuda hipotecaria. Por así decirlo, estaba totalmente a favor de rescatar a los bancos, pero en contra de rescatar a las familias.

Stress test sostiene que ninguna cancelación imaginable de la deuda hipotecaria podría haber hecho mucho para estimular la economía. Pero los principales expertos en el tema son los economistas Atif Mian y Amir Sufi, que en su recién publicado House of debt [La casa de la deuda] defienden precisamente lo contrario. En su blog, Mian y Sufi señalan que los cálculos aritméticos de Geithner sobre este asunto parecen estar extrañamente equivocados —equivocación elevada a la décima potencia— al conceder mucho menos peso al papel de la deuda como freno del gasto de lo que admite la investigación económica. Y eso ni siquiera tiene en cuenta los beneficios adicionales que se podrían haber derivado de una fuerte reducción de las ejecuciones hipotecarias.

Al final, la historia de la política económica desde 2008 ha sido la de un notable doble rasero. Los malos préstamos siempre suponen errores por ambas partes: si los prestatarios fueron irresponsables, también lo fueron los que les dejaron el dinero. Pero cuando llegó la crisis, a los banqueros no se les consideró responsables de sus equivocaciones, mientras que las familias corrieron con todos los gastos.

Y resulta que negarse a ayudar a las familias endeudadas no solo ha sido injusto; también ha sido una mala decisión económica. Wall Street se ha recuperado, pero Estados Unidos no, y la causa fundamental es el doble rasero.

Paul Krugman es profesor de Economía de Princeton y premio Nobel de 2008.

© New York Times Service 2014.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...