"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

domingo, 11 de diciembre de 2016

El Dr. Donald y el Señor Trump

Veamos algunos ejemplos del síndrome en algunas de las palabras que han salido de la boca o de los dedos tuiteros del Doctor Donald y del Señor Trump antes y después de las elecciones presidenciales

JOHN CARLIN, El Pais


Robert Louis Stevenson se anticipó hace más de un siglo a la figura del presidente electo de Estados Unidos en su novela El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde. “El hombre del año 2016”, según la última edición de la revista Time, parece compartir el trastorno de personalidad múltiple que caracteriza a los dos personajes ficticios de Stevenson, cuyas dos identidades opuestas, la buena y la malvada, conviven en un mismo cuerpo.



Ampliar foto El presidente electo de EE UU, Donland Trump. DON EMMERT AFP

“No creo que haya dos Donald Trump. Creo que hay un Donald Trump”. Donald Trump en marzo de este año.

Veamos algunos ejemplos del síndrome en algunas de las palabras que han salido de la boca o de los dedos tuiteros del Doctor Donald y del Señor Trump antes y después de las elecciones presidenciales.

Sobre el presidente Barack Obama:

Sr. T.: “El peor presidente de la historia de Estados Unidos”; “no tiene ningún problema en mentir al pueblo americano”; “un desastre total”.

Dr. D.: “Un gran honor conocerle”; “me cayó muy bien”; “un muy buen hombre”.

Sobre la educación:

Dr. D.: “No veo ningún valor en creer que la ignorancia es un buen atributo”.

Sr. T.: “Me encantan los que han recibido una educación pobre”.

Sobre la construcción de un muro entre Estados Unidos y México:

Sr. T.: “Construiré un gran muro en nuestra frontera sur”.

Dr. D.: “Hay lugares donde no se necesita un muro”; “se podrían construir verjas”.

Sobre los musulmanes:

Sr. T.: pide “una total y completa prohibición” a la entrada de los musulmanes en Estados Unidos.

Dr. D.: “Solo fue una sugerencia”.

Sobre la OTAN:

Dr. D.: “Veo la OTAN como una cosa buena”.

Sr. T.: “Creo que la OTAN es obsoleta”.

Sobre el sistema de salud público conocido como Obamacare:

Sr. T.: “Aboliremos y reemplazaremos Obamacare”.

Dr. D.: “Consideraré preservar partes de Obamacare”.


Sr. T.: “Es un total y muy caro fraude”; “un invento de los chinos”.

Dr. D.: “Tengo la mente abierta”.


Sr. T.: “Uno de los peores periódicos".

Dr. D.: “Una gran, gran joya americana. Una joya mundial”.

Sobre su rival electoral, Hillary Clinton:

Dr. D.: “Conozco a Hillary y creo que sería una gran presidenta”.

Sr. T.: “La conozco y sería un desastre como presidenta”.

Sr. T.: “Instruiré al fiscal general para que investigue a la corrupta Hillary”.

Dr. D.: “No quiero hacer daño a los Clinton; ella ha sufrido mucho”.

Esta es solo una lista muy reducida de las declaraciones de los dos Donald Trump. Existen suficientes contradicciones en su currículum verbal como para llenar un libro más largo que el de Stevenson, cuyo suspense reside en la duda que posee al lector sobre cuál de las dos personalidades de su protagonista se acabará imponiendo. Todo parece indicar a día de hoy que del mismo modo que al final de la novela el maligno Sr. Hyde se devora al desafortunado Dr. Jekyll, en el mundo real el Sr. Trump se devorará al Dr. Donald.

El secreto consiste en fijarse más en las acciones que en las palabras del presidente electo. Éstas demuestran que la mayoría de las personas que ha nominado para los puestos claves de su futura Administración se identifican más con el Sr. Trump que con el Dr. Donald. Por ejemplo, ha elegido a un hombre que niega el fenómeno del calentamiento global como jefe de la Agencia de Protección Medioambiental; a una defensora de la educación privada como secretaria de educación pública; a un conocido racista y halcón en inmigración como ministro de Justicia; a un opositor al salario mínimo como secretario de Empleo; a un propagandista de la extrema derecha blanca como su principal asesor en la Casa Blanca; a un hombre que retuiteó la grotesca acusación de que Hillary Clinton dirigió una red pedófila como asesor de Seguridad Nacional. (Una historia en la revista The New Yorker anunciando que Trump habría nombrado a Joaquín el Chapo Guzmán como jefe de la Agencia Antidroga (DEA) fue una broma.)

Sin embargo, antes de declarar que el Sr. Trump ha devorado por completo al Dr. Donald queda por ver a quién elige como secretario de Estado. Uno de los candidatos a la jefatura de la diplomacia estadounidense ha sido su nuevo mejor amigo, con el que cenó hace poco en un lujoso restaurante neoyorquino, Mitt Romney, el mismo Romney que Trump definió durante la campaña electoral como “un idiota celoso” que “no tiene ni idea”.

Lo más probable es que el patológicamente imprevisible presidente electo nos siga dando sorpresas, que el Dr. Donald y el Sr. Trump sigan disputándose la primacía a lo largo de los cuatro años del mandato que les tocará compartir. Lo cual no es motivo para dudar de que la revista Time acertara el miércoles al nombrarle “el hombre del año”, ni de que el New York Times se equivocara al publicar una columna sobre Trump el día después titulada “el loco del año”

EEUU desata todos los demonios contra Venezuela

Por Vicky Peláez

El departamento de Estado norteamericano no pierde tiempo coordinando un ataque global contra Venezuela. Todas las fuerzas reaccionarias locales y externas se han juntado en una ofensiva frontal económica, financiera, psicológica, ideológica contra la revolución bolivariana y todo lo que ella significa. 

"Cualquier nación que decida que la única manera de alcanzar la paz es a través de los métodos pacíficos, pronto será parte de otra nación". (Richard Nixon, ­1994) 

Su propósito es castigar el país con la mayor fuerza, precisamente en vísperas de la Navidad y el Año Nuevo, para no darle tregua al pueblo aumentando el desabastecimiento de alimentos, productos de higiene, remedios e incentivando los saqueos. Los 'globalizadores iluminados' de Washington han estado utilizando la misma estrategia contra Venezuela que aconsejó el siniestro Henry Kissinger a Richard Nixon para terminar con el Gobierno socialista de Salvador Allende en Chile en 1973: "hacer gritar la economía". Para incentivar el sabotaje, boicot y agresión a la economía venezolana, Washington, con la autorización del Congreso, remite a la oposición no menos de 10 millones de dólares al año a través de numerosas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que están operando en el país. 

La economía del país, a pesar de los 15 años de la revolución bolivariana, sigue siendo altamente dependiente de EEUU, que es el principal socio económico en sectores claves como el de los hidrocarburos, y su principal proveedor de divisa norteamericana. El Departamento de Estado declaró hace poco que "las tensiones diplomáticas entre el Gobierno de Venezuela y la actual administración norteamericana no afectan ni tienen nada que ver con las fructíferas relaciones e intercambio comercial entre los dos países". 

Las sanciones económicas impuestas por Washington a Caracas, las permanentes presiones políticas a las que está sometido el Gobierno bolivariano, la guerra mediática globalizada, todo esto desde el punto de vista extremadamente cínico de la Casa Blanca no tiene nada que ver con el negocio. Como dicen los norteamericanos 'business is business', como si el negocio no fuera parte sustancial de la política. 

Precisamente desde Washington se ordena y se coordina el ataque a la moneda nacional bolivariana para poner en aprietos al sistema financiero del país. La corporación financiera J.P. Morgan Chase declara a la compañía estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) en 'no pago' (default), ignorando transferencias, según lo pactado, de pago de cada deuda de carácter internacional y divulgando la información distorsionada sobre la crítica situación financiera en la República Bolivariana. Para dañar más a Venezuela, Citibank se va del país, perjudicando las transacciones y los pagos de alimentos y medicinas. 

Las agencias de calificación de riesgos, Moody's Investors, Standard and Poor's (ambas norteamericanas) y Fitch Ratings (norteamericana­británica), forman parte del ataque financiero ordenado por Washington. Recientemente otorgaron al país un riesgo correspondiente a un país en guerra: Caa3 y CCC, con el propósito de cerrar el acceso a crédito y de paso encarecer la deuda de Venezuela. Ni siquiera tomaron en cuenta que entre el 11 de octubre y el 2 de noviembre pasados, el Gobierno pagó 3.000 millones de dólares correspondientes a las obligaciones internacionales. 

Todas estas agencias constituyen un oligopolio y no existe ninguna otra para evaluar a las calificadoras. Las agencias de calificación siempre han estado trabajando directamente para la economía de especulación. Y no hay que olvidar que en vísperas del estallido de la burbuja financiera en 2008, estas agencias otorgaron la máxima calificación de riesgo a productos que de repente se convirtieron en basura. Por eso, la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió hace poco que no debería otorgarse demasiada importancia a la valoración de las agencias. 

Por supuesto, el poder que tiene la lideresa alemana le facilita la posibilidad de no hacer caso a las conclusiones de estas agencias, pero, en el caso de Venezuela, la situación es más difícil porque el mundo entero, a excepción de un puñado de países, está bajo el dominio norteamericano y participa activa o pasivamente en este juego macabro de Washington contra Caracas. Hace poco, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, denunció un ataque cibernético a la banca nacional desde el Departamento del Tesoro norteamericano para generar caos y molestias a la población venezolana. El consorcio de CrediCard con los cajeros y puntos de venta quedó inoperante, formándose en seguida filas kilométricas a las afueras de las agencias bancarias. 

Las redes sociales y los medios de comunicación locales al servicio de la oposición se enfrascaron en la competencia para propagar los rumores y las 'noticias callejeras', anunciando un "apocalipsis en el centro de Caracas. Las colas para sacar dinero de los cajeros son más largas que las que se hacen cuando hay harina de maíz en la bodega de la esquina". 

El colapso del sistema de CrediCard afectó a más de 20 entidades bancarias, incluidas las públicas. A la vez, una compañía venezolana­estadounidense, Dólar Today, formada por los opositores venezolanos que, desde Miami, ha estado manipulando el valor real del dólar, utilizó su portal y redes sociales para hacer cundir el pánico en el país. 

La página web Dólar Today fue creada en Miami especialmente como parte de un plan trazado en Washington para desestabilizar la economía venezolana. Este portal calcula arbitrariamente el precio del bolívar respecto al dólar. De acuerdo con el expresidente de Fedecámaras, Jorge Roig, "Dólar Today fija su cotización cuando este grupo está bebiendo whisky". Otro empresario venezolano, Carlos Dorado, afirmó indignado: "Me horroriza el daño que le está haciendo Dólar Today a nuestro país al presentar una tasa irreal del dólar que no está basada en la oferta y demanda y la cual solo responde a los intereses particulares; pero desafortunadamente se posicionó como marcador de la tasa cambiaria". 

Dólar Today, en su operación diaria de inflar artificialmente un dólar ilegal, utiliza un convenio venezolano­colombiano que permite al Banco de Colombia que existan dos cambios de peso­bolívar, el que dicta el Banco y el que establecen las casas de cambio en la ciudad colombiana Cúcuta, en la frontera con Venezuela. Se sabe ya desde hace mucho tiempo que detrás de las casas de cambio están las mafias del expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, según el periodista Marco Teruggi, y "sus antiguos paramilitares reconvertidos en contrabandistas de alimentos, gasolina, medicamentos. Las casas de cambio están controladas desde Estados Unidos por venezolanos golpistas y redes imperialistas". 

Tal poder impositivo ha logrado la página web Dólar Today, que el precio que establece es utilizado diariamente por los comerciantes venezolanos a pesar de estar completamente distorsionado. El negocio consiste en comprar dólares del Estado a 10 bolívares, sobrefacturar e introducir en el mercado el dólar paralelo a 4.500 bolívares por un dólar presionando a los pequeños y medianos negocios seguir este juego. 

No se entiende hasta ahora cómo el Gobierno bolivariano no se atreve a rescindir aquel convenio con Colombia respecto al dólar paralelo que permite un robo descarado de miles de millones en papel moneda por las casas de cambio creando una escasez en circulante en la moneda nacional. De esta forma, se logra también distorsionar el índice real de la inflación en Venezuela, detrás del cual están no solamente la correlación de fuerzas económicas, sino también los intereses políticos que frecuentemente prevalecen sobre las primeras. 

Lo trágico para el país ha sido también que la Mesa de Diálogo establecida por el Gobierno y la oposición está llegando a un callejón sin salida debido a la división en el seno de la oposición, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y una inesperada adhesión del Vaticano a la causa de la oposición política venezolana. Eso trascendió a través de la divulgación de una carta que mandó el secretario de Estado Vaticano, monseñor Pietro Parolin, al Gobierno bolivariano y la posterior declaración de los representantes del Vaticano de "comprender y respetar" la decisión de la coalición opositora sobre no asistir a la Mesa de Diálogo con el Ejecutivo. 

Según el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, el Vaticano no tiene ningún derecho a veto o a tutelar a Venezuela, pues "el Vaticano no es ningún intermediario, el Vaticano noes ningún mediador. Está ahí como un invitado, un facilitador. No tiene ningún derecho a veto, ni a hacer propuestas, ni a tratar de inclinar hacia el sector 'a' o 'b' su posición. Debería ser total y absolutamente objetivo… Respete que nosotros no nos metemos con las cosas internas del Vaticano, nosotros no nos metemos con los padres acusados de pedofilia. No se metan en los asuntos internos de los venezolanos, porque nosotros solucionamos nuestros asuntos internos", recalcó Cabello. 

Tomando en cuenta todos los ataques promovidos desde Washington contra Venezuela y su pueblo, cualquier observador imparcial llegaría a la conclusión de que esto es demasiado ya, especialmente en vísperas de la Navidad y el año nuevo. Sin embargo, para los globalizadores es simplemente la continuación de un plan para poner fin al chavismo en el país bolivariano a través del caos y la desesperación para lograr el control sobre los 600.000 millones de petróleo venezolano. 

Los iluminados de Washington, al ver que ni la OEA a nivel latinoamericano pudo doblegar a los venezolanos, recurrieron a sus títeres en el Mercado Común del Sur (Mercosur), que formaron una Triple Alianza (Argentina, Brasil y Paraguay) para tratar de expulsar a Venezuela de la organización. El siempre 'prudente' Uruguay se abstuvo durante la votación para suspender a Venezuela como Estado miembro de ese bloque económico. El pretexto principal fue el incumplimiento del plazo fijado para la adopción de normas en materia de derechos humanos y separación de poderes. 

En realidad, esta Triple Alianza con un implícito apoyo de Uruguay siguiendo las instrucciones de Washington, justificó lo injustificable al suspender a Venezuela a base de argumentos falsos. La expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff, consideró esta decisión como "un acto y precedente peligroso e irresponsable" cometido bajo la presión exterior y de amenazas de un país imperial. Recalcó Rousseff que de los 41 convenios que se requiere para que firme Venezuela, el propio Brasil no ha ratificado al menos cinco de ellos y otros países tampoco adoptaron todas estas regulaciones. En realidad, "han estado presionando a Venezuela para cumplir en cuatro años lo que los otros miembros no han cumplido totalmente en 25 años", denunció el embajador de Venezuela ante el Mercosur, José Félix Rivas. 

No cabe duda de que a los líderes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay no les interesa este hecho, pues el que manda es Washington, y lo único que deben hacer es obedecer sumisamente para disfrutar después de terminada su Presidencia de una cátedra en Harvard o recibir una invitación para pronunciar un discurso en Norteamérica regularmente renumerado. Por ejemplo, el expresidente de Colombia e incondicional de EEUU, Álvaro Uribe, fue invitado a dar clase de "políticas económicas" en Harvard y en la Universidad Georgetown. Entonces vale la pena de obedecer y tener siempre la visa norteamericana. 

Esta es una realidad para unos y una tragedia para los pueblos como los habitantes del país bolivariano, que no se sabe de dónde sacan fuerza para resistir la cruzada mundial contra la revolución bolivariana y el legado que dejó Hugo Chávez. La historia de otros países latinoamericanos demuestra que la convivencia y los diálogos con los enemigos de clase todo son coyunturales y de corta duración. Se necesita un programa menos reformista y más radical para Venezuela para no tomar el camino de Argentina o Brasil, claudicando ante Washington y retornando sumisamente al 'patio trasero' estadounidense. 

Para sobrevivir y seguir adelante el rumbo de un país libre y soberano, Nicolás Maduro y su Gobierno tienen que atreverse a desafiar a la oposición internacional con un programa económico alternativo tomando en cuenta las condiciones específicas nacionales. Lo podrían lograr a través de un apoyo popular, activando todas las redes sociales en el país para difundir la verdad, lo que están haciendo actualmente los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP). 

"La historia", como decía Edward Said, "la escriben los vencedores", que en el caso de Venezuela podría hacerse realidad a través de una fusión del Gobierno bolivariano con las fuerzas populares en nombre del futuro del país. 

La Habana y Google acuerdan agilizar el acceso en la isla a contenidos del buscador

Estudiantes atrás de un negocio buscan señal de Internet para conectarse en La HabanaFoto Ap
Ap

Periódico La Jornada
Domingo 11 de diciembre de 2016, p. 30

La Habana.

Google y el gobierno de Cuba han alcanzado un acuerdo para que los habitantes de la isla accedan con más rapidez a los contenidos del gigante de Internet, dijeron dos personas al tanto del convenio.

Eric Schmidt, presidente de la empresa matriz de Google, suscribirá formalmente el acuerdo el lunes por la mañana en La Habana, según las fuentes. Ambas personas solicitaron el anonimato porque las partes no han anunciado aún públicamente la concertación del pacto.

El convenio permitirá a los cubanos acceso a una red llamada Google Global Cache que almacena los contenidos de sitios que administra Google, como Gmail, Google Drive y YouTube en servidores ubicados relativamente a corta distancia de sus usuarios finales en todo el mundo.

Cuba tiene una de las velocidades de Internet más lentas del planeta debido a una gama de problemas, entre ellos rutas intrincadas y por ende pausadas que la información debe recorrer entre los usuarios en la isla y los servidores, que en su mayoría se encuentran en Estados Unidos.

Al parecer las autoridades cubanas han agilizado la aprobación de acuerdos alcanzados con compañías estadunidenses en un intento por aprovechar el impulso de la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba antes que el presidente electo Donald Trump ingrese en enero a la Casa Blanca.

El pacto con Google será anunciado menos de una semana después de que Cuba autorizara a tres compañías estadunidenses de cruceros a que comiencen sus travesías a la isla el año entrante. Funcionarios enterados de las negociaciones afirman que están en proceso otros convenios, entre ellos uno con General Electric.

Estados Unidos y Cuba han concertado numerosos acuerdos bilaterales en diversos asuntos, desde la protección ambiental hasta el correo directo desde que acordaron el restablecimiento de relaciones diplomáticas el 17 de diciembre de 2014, pero las relaciones de negocios no han avanzado al mismo ritmo. El gobierno cubano ha culpado de ello al antiguo embargo comercial de Washington contra la isla.

Numerosas empresas estadunidenses afirman que Cuba ha procedido con tanta lentitud en la mayoría de las propuestas que algunas dicen sospechar que el gobierno ha estado limitando deliberadamente el desarrollo de los vínculos económicos.

El acuerdo con Google que será anunciado el lunes podría ser aprovechado en Estados Unidos por quienes abogan por una profundización de los vínculos con Cuba.

Tanto los sectores que apoyan la distensión entre ambos países y los que exigen una posición enérgica contra el gobierno unipartidista del presidente Raúl Castro coinciden en que los cubanos deben tener un mejor acceso a la información.

Si el acuerdo con Google mejora en verdad el Internet para un número considerable de los isleños, entonces el acceso a la información se vincularía de tal manera a la normalización de las relaciones entre Washington y La Habana que haría políticamente difícil revertirla a los funcionarios opuestos a Castro en el próximo gobierno de Trump.

Se desconoce por el momento si el servidor o servidores para Cuba serían instalados en la isla o sólo más cerca que los actuales. También se desconoce con cuánta rapidez más podrán los usuarios de la isla ver los contenidos de Google, porque las conexiones privadas a Internet aún son económicamente inaccesibles a todos los cubanos, lo cual los obliga a ir a lugares con WiFi público que a menudo son compartidos por decenas de personas al mismo tiempo y funcionan a velocidades desesperadamente lentas.

Hay muchos otros enlaces débiles en la cadena, dijo Larry Press, experto de California sobre el internet en Cuba.

Aunque no se sabe cuál será el impacto tecnológico del acuerdo, éste supone un acontecimiento importante para un país que ha rehuido a cualquier vínculo entre las compañías estadunidenses y una infraestructura de telecomunicaciones sobre la que pesa una gran vigilancia para hacer frente a amenazas reales o probables a la seguridad nacional, agregó.

Es indicio también de que los cubanos están dispuestos a ir un poco más allá con Google, afirmó Press.

Siete afirmaciones equivocadas sobre Cuba y Fidel

Por Tatiana Coll *, La Jornada

En días pasados los medios, sobre todo la televisión y la radio comerciales, desplegaron una intensa campaña de mentiras y denostaciones sobre la revolución cubana y Fidel Castro, que reflejaron puntualmente el pensamiento del sector más conservador de los grupos de Miami y Estados Unidos. Su matraqueo descalificador se hacía más desesperado en la medida en que sus corresponsales mostraban un pueblo entero abierto a opiniones diferentes que emitieron, unido, movilizado, consciente y estrechamente vinculado al legado de Fidel.

Frecuentemente los medios, los analistas especializados, los think tanks, junto con la reciclada ex izquierda convocada a esos debates, se equivocan en sus afirmaciones. Sus inflexibles prejuicios los cercan inevitablemente y no alcanzan a ver la realidad.

1.- Desde 1991, con la desaparición de la URSS, todos han vaticinado la caída del régimen castrista, un mero satélite soviético. Todos apostaron irresponsablemente al doble bloqueo, sin importarles los costos humanos y sociales que implicaba. Los economistas sentenciaron: es culpa de los cubanos, que dependen 85 por ciento del comercio con el campo socialista (¿dirán lo mismo hoy de México y Estados Unidos?). Pues el régimen no cayó. Demostró en medio de la mayor arbitrariedad (la aplicación de leyes extraterritoriales) y brutalidad que no sólo no era satélite, sino en plena crisis mantuvo la educación, la salud, el empleo y la integridad de sus instituciones, como el Poder Popular, a diferencia de los gobiernos capitalistas.

2.- Es una dictadura. En México se ha afianzado entre investigadores-opinadores que Benito Juárez fue un dictador, mientras Porfirio Díaz el motor del desarrollo contemporáneo. Con estas concepciones miran también a Cuba. Soslayan las guerras sucias de ayer y de hoy, los desaparecidos de ayer y de hoy, perfectamente documentados en el mundo. No hay democracia, dicen. No se toman la molestia de investigar el sistema electoral, que descansa en candidaturas ciudadanas, nominadas directamente por los cubanos en cada cuadra. Una doble vuelta electoral para que los representantes del Poder Popular sean elegidos con mayoría de votos. Una Asamblea Nacional que designa al Consejo de Estado, no sólo al primer ministro, como en Europa. Representantes que tienen la obligación de rendir cuentas y pueden ser destituidos. Sin partidos corruptos que saquean el presupuesto, tampoco hay un movimiento Black Lives Matter ni grupos de madres buscando a sus hijos.

3.- No hay libertad de expresión. Cualquiera que viaje a Cuba verá que el cubano critica todo en todas partes, debate en la guagua, opina en las esquinas. Seguramente por eso mismo la inteligencia estadunidense pensó que podría instigar una disidencia activa, pero fracasó. Los cubanos critican, pero al mismo tiempo se movilizan masivamente en defensa de la revolución, que les garantiza sus derechos. Paradoja: dicen que no hay libertad de prensa, y no hay pueblo latinoamericano tan informado y documentado.

4.- Castro impulsó solamente las guerrillas y la acción armada. En 1963, Fidel apoyó a Cheddi Jagan, electo primer ministro en Guyana y sometido a un violento proceso de desestabilización. Lo mismo con Juan Bosch, derrocado mediante una intervención norteamericana; Michael Manley, en Jamaica; Arosamena Monroy, en Ecuador; Joao Goulart, en Brasil. Por supuesto, Salvador Allende y los gobiernos progresistas, antineoliberales contemporáneos. Sólo los que piensan como Reagan pueden sostener que es un Estado terrorista.

5.- La revolución fracasó. Sólo hay jineteras y traficantes, repitieron en la prensa. Prostitución hay en las lujosas vitrinas de Ámsterdam, en Washington, etcétera. Nuestras sexoservidoras se organizan desesperadas demandando acceso a la salud. En Cuba también hay, pero lo que sí no hay es trata de mujeres y niños, miles de feminicidios impunes, fosas comunes por todos lados, picaderosde drogas, corrupción sin límites, como en nuestro capitalismo pujante. Lo que sí hay es una mortalidad infantil cuatro veces menor que en México, el primer lugar en la prueba LLCE para Latinoamérica de la Unesco para estudiantes de educación básica, el reconocimiento de la OMS al país que mayor apoyo envió (760 médicos) contra el ébola. Hay 40 mil investigadores y medicamentos nuevos, como el Eberprot; vacuna contra el cáncer de pulmón, sobresalientes deportistas, y la Escuela Latinoamericana de Medicina, que ha graduado a cerca de 30 mil estudiantes.

6.- No ha habido ningún cambio. Gabriel García Márquez afirmó que el mayor crítico de la revolución era el propio Fidel. En el discurso del 26 de julio de 1970 están las críticas más incisivas y reales. A partir de esos y muchos otros planteamientos se han producido en Cuba sustanciales cambios. Los más conocidos son: en 1963, introducción del sistema de financiamiento presupuestario del Ché; en 70-75, el cálculo económico y el poder Popular; en 1985, proceso de rectificación; de 91 a 2000, el periodo especial introdujo cambios sustanciales; en 2000 se inició la batalla de las ideas y rediseño de las políticas económicas; en 2011 se aprobaron los nuevos lineamientos para el desarrollo. La definición anti-esquemática de revolución, acuñada por Fidel en 2000, señala precisamente que revolución es cambiar todo lo que hay que cambiar.

7.- Con Fidel se acaba el siglo XX, el de las revoluciones, dijo Hobsbawm. Un intento desesperado más por reeditar el fin de la historia fukuyamesco, el fin de la lucha de clases, el fin de la lucha anticapitalista. La mayor equivocación es creer que el legado de Fidel muere con él.

* Investigadora de la UPN
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