"De pensamiento es la guerra mayor que se nos hace: ganémosla a pensamiento" José Martí

martes, 31 de mayo de 2011

Asia y América Latina lideran la recuperación económica, afirma DESA

 Las grandes economías emergentes de Asia y América Latina lideran la recuperación mundial, afirmó hoy el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU (DESA).

En un informe de perspectivas para la economía mundial, DESA indicó que el crecimiento de China, India y Brasil constituye uno de los grandes motores para remontar la crisis global que comenzó en 2008.

El avance de los países en desarrollo llevó a la ONU a revisar al alza su proyección de crecimiento para este año de 3,1% a 3,3%, y de 3,5% a 3,6% en 2012.

Sin embargo, advirtió que esas economías han empezado a moderar su crecimiento debido a las actuales presiones inflacionarias.

Por otra parte, subraya que la recuperación sigue siendo frágil y vulnerable a eventos como el terremoto y tsunami en Japón o las protestas en los países árabes, que han provocado el aumento de los precios del petróleo y los alimentos.

Con respecto a América Latina, DESA estimó que crecerá 4,5% en 2011 y 4,9% en 2012, lo que implica un retroceso tras el 5,9% alcanzado el año pasado.

No obstante esta disminución, Robert Vos, director de la División de Políticas de Desarrollo y Análisis de DESA, explicó que las economías de la región han tenido un crecimiento significativo que ha dado lugar a una recuperación visible, sobre todo en América del Sur.

“Los países que dependen de las exportaciones de los bienes básicos se han beneficiado del alza de los precios en los últimos dos años. Pero también por factores domésticos, políticas de estímulo fiscal y políticas de ajuste doméstico, que han hecho que Brasil, pero también otros países, se recuperaran bastante rápido de la crisis mundial”, dijo Vos.

lunes, 30 de mayo de 2011

Los sueños se hacen realidad... o no

Por Rob Johnson
Todo el mundo ha tenido esos sueños.
Incluso personas que no se ven a sí mismas como emprendedoras fantasean con dejar la vida corporativa, mudarse a un pueblito encantador y abrir un pequeño hotel en una vieja mansión. O inaugurar un restaurante y disfrutar a diario de comida apetitosa y buen vino. O abrir una tienda de libros y pasar el día conversando con escritores que vienen de visita y clientes amantes de la literatura.
Todo el mundo sueña con eso. ¿Pero qué pasa cuando intenta hacerlo realidad? Para algunos, es todo lo que imaginaron: un proyecto que llena sus espíritus y sus billeteras. Para otros, la realidad puede ser una pesadilla: una combinación fatal de clientes insatisfechos, trabajo inesperado y gastos en aumento.
Una gran diferencia entre los que triunfan y los que no la marca la forma de abordar lo imprevisto. También influye cuánto se conocen a sí mismos y los motivos por los que se comprometieron con el proyecto.
A continuación, una mirada a dos emprendedores que abrieron los restaurantes de sus sueños, con resultados muy distintos.
Vivir el sueño
Para Diana Dixon, el sueño de emprendedora comenzó en una ciudad en el desierto a 2.400 kilómetros de su hogar.
Dixon había trabajado durante 30 años como maestra en Virginia, Estados Unidos. Luego de visitar a su hija en Nuevo México, donde los restaurantes la cautivaron, quiso llevar parte de esa cultura gastronómica a su pueblo rural, donde reina la comida rápida.
Bobbie Ingle
Diana Dixon conquistó a sus clientes con música y un menú 'gourmet'.
La maestra, de 63 años, pensó que sus vecinos estaban listos para algo mejor. "Sabía que debía ser informal, nada demasiado lujoso", dice. "Quería un lugar donde la gente se sorprendiera gratamente y se sintiera cómoda".
Luego de jubilarse en 2007, se dedicó a buscar un local y financiación. Encontró un viejo depósito de vinos prometedor. Recaudar el dinero fue más difícil: para cubrir los costos de comprar, renovar y amoblar el local de casi 1.900 metros cuadrados, tuvo que refinanciar su casa, pedir prestado de un banco y de su padre, y vaciar sus ahorros para la jubilación. El US$1 millón de inversión inicial, junto con los costos de operación, eran "bastante aterradores", dice.
El restaurante, Pomegranate, abrió en noviembre de 2008, con un menú gourmet, una extensa carta de vinos y música en vivo los fines de semana. Rápidamente, Dixon descubrió que la realidad de llevar un restaurante es mucho más difícil de lo que imaginaba, con mucho trabajo y empleados insuficientes. La ex maestra se hizo cargo de muchas de las tareas.
Sus jornadas comienzan a las 9 de la mañana y terminan a las 3 de la madrugada. Dixon suele limpiar los pisos, cortar el césped y retocar la pintura, entre muchas otras cosas.
Su trabajo arduo ha sido recompensado. Tiene muchos clientes y algunos vienen desde lejos. "Siempre hay un sentimiento de dicha cuando alguien me felicita", afirma.
Llamada de advertencia
Thomas Sergio ha sentido pasión por la comida toda su vida. Como ejecutivo de marketing que viajaba por todo el mundo, adquirió el gusto por la gastronomía internacional.
El ejecutivo, de 53 años, comenzó a investigar la industria de los alimentos mientras vivía en Atlanta y trabajaba para Siemens. Eligió abrir un restaurante de franquicia porque tienen un mejor historial de éxito que los independientes. Encontró una cadena nueva llamada Grape, con formato de bistró de vino, que encajó con sus preferencias.
A Thomas Sergio no le fue bien y ahora hace pan.
Sergio afirma que la gerencia de la cadena lo guió a una posible ubicación para el restaurante en Raleigh, en Carolina del Norte, a pocas cuadras de la Universidad Estatal. Consideraron que el mercado estaba compuesto por profesores, investigadores y otras personas con buenos ingresos y cultos. Sergio reunió US$800.000 —20% en efectivo— para alquilar y amoblar el restaurante de sus sueños, que abrió en julio de 2006.
Pero la visión de Sergio resultó no coincidir con el gusto de sus clientes. Dixon vivía en —y entendía— su mercado. Sergio se apoyó más en estudios demográficos e investigación de restaurantes.
Los clientes rechazaban especialidades que no conocían, aunque las ofrecieran gratis. Las elegantes porciones pequeñas no les gustaban a algunos comensales. La selección de vinos no tuvo mucha suerte, ya que muchos clientes querían otras bebidas.
En muchas ocasiones, Sergio debía ayudar en la cocina. Y ahora parece casi avergonzado de los elegantes trajes que lucía en el local.
Las deudas se acumularon y Sergio no logró conseguir que extendieran su crédito. Debió cerrar el restaurante a fines de 2007 y declararse en bancarrota.
En retrospectiva, el formato "no era adecuado para el mercado de Raleigh", dice Sergio, que aún vive en Atlanta y ahora es dueño de una pequeña panadería. "Hago lo que quiero de la forma en que quiero, pero hacer un pan que los clientes no quieren no tiene sentido".

viernes, 27 de mayo de 2011

"Cuando la austeridad falla". (Los recortes son malos para la economía)

A menudo me quejo, con razón, sobre el estado del debate económico en Estados Unidos. Y la irresponsabilidad de algunos políticos -como los republicanos que afirman que el impago de la deuda de Estados Unidos no sería gran cosa- da miedo.

Grecia, Irlanda y Portugal no pueden y no pagarán todas sus deudas, aunque España podría arreglárselas
Pero al menos en EE UU los fanáticos del dolor, aquellos que sostienen que subir los tipos de interés y recortar el gasto público ante el desempleo masivo mejorará de alguna manera las cosas en lugar de empeorarlas, se topan con alguna resistencia de la Reserva Federal y del Gobierno de Obama.

En Europa, por el contrario, los fanáticos del dolor han estado al mando más de un año, insistiendo en que el dinero prudente y el equilibrio presupuestario son la respuesta a todos los problemas. Detrás de esta insistencia ha habido fantasías económicas, en particular la creencia en el hada de la confianza, es decir, la creencia en que recortar el gasto en realidad va a crear puestos de trabajo, porque la austeridad fiscal mejorará la confianza del sector privado.

Por desgracia, el hada de la confianza sigue negándose a hacer acto de presencia. Y la disputa sobre cómo manejar la incómoda realidad amenaza con convertir a Europa en el epicentro de una nueva crisis financiera.

Tras la creación del euro en 1999, los países europeos que habían sido considerados de riesgo, y que por ello se topaban con límites a la cantidad que podían pedir prestada, comenzaron a experimentar enormes entradas de capital. Después de todo, pensaron aparentemente los inversores, Grecia / Portugal / Irlanda / España eran miembros de una unión monetaria europea, así que ¿qué podía salir mal?

La respuesta a esa pregunta es ahora, por supuesto, dolorosamente evidente. El Gobierno de Grecia, al verse a sí mismo capaz de endeudarse a tipos ligeramente superiores a los de Alemania, asumió demasiada deuda. Los Gobiernos de Irlanda y España no lo hicieron (Portugal está en un punto intermedio), pero sus bancos sí, y cuando la burbuja estalló, los contribuyentes se encontraron atrapados por las deudas bancarias. El problema se agravó por el hecho de que el auge de 1999 a 2007 dejó los precios y los costes en los países deudores lejos de los de sus vecinos.

¿Qué hacer? Los líderes europeos ofrecen préstamos de emergencia a las naciones en crisis, pero solo a cambio de promesas de imponer programas de austeridad salvaje, principalmente con enormes recortes de gastos. Las objeciones acerca de que estos programas se autodestruyen -no solo causan un gran daño directo, sino que también podrían, por el empeoramiento de la crisis económica, reducir los ingresos- se descartaron por las buenas. La austeridad en realidad sería expansiva, se afirmó, ya que mejoraría la confianza.

Nadie hizo tan suya la doctrina de la austeridad expansiva que Jean-Claude Trichet, el presidente del Banco Central Europeo (BCE). Bajo su dirección, el banco comenzó a predicar la austeridad como un elixir económico universal que debe imponerse inmediatamente en todas partes, incluso en países como Reino Unido y Estados Unidos que todavía tienen un desempleo elevado y no se enfrentan a presión alguna de los mercados financieros.

Pero como he dicho, el hada de la confianza no se ha presentado. Los países europeos con problemas de deuda están, como deberíamos haber esperado, sufriendo un mayor deterioro económico gracias a los programas de austeridad, y la confianza se está hundiendo en vez de aumentar. Ahora está claro que Grecia, Irlanda y Portugal no pueden y no pagarán sus deudas en su totalidad, aunque España podría arreglárselas para aguantar.

Siendo realistas, pues, Europa tiene que prepararse para algún tipo de reducción de la deuda, que implique una combinación de ayuda de las economías más fuertes y quitas aplicadas a los acreedores privados, que tendrán que aceptar menos que el reembolso total. El realismo, sin embargo, parece andar escaso.

Por un lado, Alemania está adoptando una posición dura contra nada que se parezca a una ayuda a sus vecinos con problemas, a pesar de que una motivación importante para el actual programa de rescate fue el intento de proteger a los bancos alemanes de las pérdidas.

Por otro lado, el BCE está actuando como si estuviera decidido a provocar una crisis financiera. Ha empezado a subir los tipos de interés, a pesar de la terrible situación de muchas economías europeas. Y los funcionarios del Banco Central Europeo han advertido contra cualquier forma de reestructuración que alivie la deuda. De hecho, la semana pasada un miembro del consejo de gobierno sugirió que incluso una leve reestructuración de los bonos griegos haría que el BCE dejase de aceptar esos bonos como garantía de los préstamos a los bancos griegos. Esto equivalía a una declaración de que si Grecia busca aliviar su deuda, el BCE desenchufaría el sistema bancario griego, que depende de manera crucial de sus préstamos.

Si los bancos griegos se derrumban, eso bien podría obligar a Grecia a salir de la zona euro, y es muy fácil ver cómo podría empezar un dominó financiero en gran parte de Europa. Entonces, ¿en qué está pensando el BCE?

Intuyo que simplemente no está dispuesto a afrontar el fracaso de sus fantasías. Y si esto suena muy estúpido, bueno, ¿quién dijo que la sabiduría gobierna el mundo?


Paul Krugman es profesor de economía en Princeton y premio Nobel de 2008. © The New York Times, 2011.

jueves, 26 de mayo de 2011

La deuda pública de Estados Unidos desde 1790 hasta hoy, ¿que hay de nuevo, viejo?

Por Marco Antonio Moreno

En La historia de la deuda pública global publicamos una gráfica de la deuda de Estados Unidos desde 1920 hasta 2008. En la gráfica que encabeza este post retrocedemos hasta 1790, catorce años después de la independencia de Estados Unidos y avanzamos hasta el año 2006. En la gráfica 2 hacemos un acercamiento a la deuda de Estados Unidos desde 1945 hasta hoy, dando cuenta de los períodos en que la deuda bajó o aumentó, de acuerdo al cambio de giro en la política económica que dió curso al proceso de endeudamiento que se mantiene hasta hoy.
La deuda pública de Estados Unidos alcanzó su nivel más elevado en 1945, al finalizar la segunda guerra mundial, cuando llegó al 120% del PIB. Desde ese momento, y a lo largo de 35 años, con las administraciones de Harry Truman, Dwight Eisenhower, John Kennedy, Lyndon Johnson, Richard Nixon, Gerald Ford y Jimmy Carter, la deuda disminuyó progresivamente hasta situarse en el 34% del PIB en 1980. Desde ese momento, la deuda avanzó hasta tocar el actual techo de la deuda, haciendo que Estados Unidos se enfrente peligrosamente al default o impago masivo, como advirtió Timothy Geithner cuando dijo que Estados Unidos está al borde de la quiebra. En la siguiente gráfica damos cuenta de los gobiernos que han sido más derrochadores, así como de aquellos que fueron más “austeros”.

Esta gráfica muestra lo que pasó desde el 1 de octubre de 1981, cuando Ronald Reagan dio curso a su primer presupuesto, en el cual aplicó sendos recortes de impuestos a los más ricos. Reagan fue elegido por decir al país que la deuda estaba fuera de control, cuando en verdad se encontraba en el nivel más bajo en 50 años (ver grafica 1). Desde 1981, bajo el paradigma de que “endeudarse era bueno y ayudaba al crecimiento” (por la vía de la teoría del ingreso permanente), la deuda aumentó en 9,2 billones de dólares. La línea verde de esta gráfica muestra lo que hubiera sucedido si Reagan hubiese tenido un presupuesto acorde con el ingreso público.
¿Qué fue lo que ocurrió en 1981? Simplemente que Reagan adoptó los dogmas de los teóricos de la oferta, que señalaban que era la oferta, y no la demanda, la impulsora del crecimiento. Con este simple gesto derribaron la concepción económica que venía cumpliendo un rol exitoso desde el fin de la guerra. Este fue el momento en que los teóricos de la oferta demolieron las propuestas keynesianas, como explica el catedrático Julian Pavon en El nudo gordiano de la política económica. Todo esto también fue consecuencia de la primera gran crisis de post guerra: la crisis petrolera de 1974-1975, ante la cual la teoría económica convencional no tenía respuestas.
La única respuesta que se abrazó en esos años fue la de los teóricos de la oferta, que afirmaban que los recortes de impuestos a las corporaciones y a los más ricos, permitiría generar más empleo, y pagar más impuestos. Por lo tanto, ante una menor tasa de impuestos pero con mayor producción, el gobierno recaudaría mucho más para pagar la deuda que Reagan consideraba altísima. Por supuesto que esta teoría no funcionó, y los sucesivos recortes de impuestos en los gobiernos de George Bush y George W. Bush, no aumentaron la recaudación tributaria, y la deuda se disparó a las nubes, aumentado en 9,2 billones de dólares. Actualmente, la deuda de Estados Unidos iguala al PIB del país (14,3 billones de dólares), con la diferencia de que los intereses crecen mucho más rápido que la producción y la recaudación tributaria. Por eso esta deuda se encuentra en punto de no retorno, complicando la recuperación de toda la economía mundial.

miércoles, 25 de mayo de 2011

La docta incompetencia de la teoria macroeconomica actual

Mark Thoma y Brad DeLong nos llaman la atención sobre la crítica de James Morly a la teoría macroeconómica actual. Hace algún tiempo, yo mismo escribí sobre eso. Como dejé dicho entonces, la historia básica de la macroeconomía “moderna” discurre sobre poco más o menos así:
1.- Lucas y sus discípulos coincidían en que la economía tiene una apariencia keynesiana –es decir, todo ocurre como si las políticas monetaria y fiscal tuvieran efectos reales—, pero sostuvieron que un enfoque teórico en términos de equilibrio con información imperfecta podía explicar por qué, y al propio tiempo, librarse de las implicaciones políticas keynesianas. Y ridiculizaron la teoría económica de Keynes.
2.- Hacia 1980 --¡hace ya tres décadas!— estaba ya claro que el proyecto científico de Lucas había fracasado. Los modelos de equilibrio con información imperfecta no pueden, en efecto, explicar hechos clave sobre los ciclos económicos, especialmente el de la persistencia de las recesiones aun cuando todos los agentes saben que se hallan en recesión.
3.- Sin embargo, lejos de admitir que seguían una senda equivocada, los abogados de la teoría macroeconómica que se practica en las universidades de agua dulce [1] doblaron la apuesta, y buscaron explicar el ciclo económico en términos de shocks reales.
4.- Tampoco este enfoque se ajustaba a los hechos. Así que, tratando de salvar sus modelos, añadieron más epiciclos, y si alguna vez tuvieron un adarme de claridad, ahora la perdieron toda.
5.- Los economistas de agua dulce declaran que el ciclo económico es profundamente enigmático, y que necesitamos más investigación antes de poder hacer recomendaciones políticas.
En suma, estamos ante una docta incompetencia. Los economistas que no se adentraron por esa senda y no arrojaron al agujero de la memoria todo lo que la profesión aprendió entre 1936 y 1973 no están particularmente desconcertados ante la situación en que ahora nos hallamos.. Al contrario; parece una versión extrema de algo bastante familiar, y las políticas recomendables no son difíciles de hallar.
Sólo quien sigue comprometido con un proyecto de investigación fracasado –un proyecto que fracasó hace una generación, pero que se negó en redondo a admitirlo— está perplejo.
NOTA T.:
[1] Se llama “economistas de agua dulce” a los economistas antikeynesianos concentrados en varias universidades del interior de los EEUU, situadas cerca de grandes lagos (como la de Chicago), mientras que se conoce como “economistas de agua salada” a los keynesianos, concentrados más bien en las universidades norteamericanas de la costa atlántica y de la costa pacífica.
06-07-2010
Paul Krugman
krugman.blogs.nytimes.com
Paul Krugman fue Premio Nobel de Economía en 2008.
Traducción para www.sinpermiso.info: Roc F.Nyerro
Fuente: http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3458

martes, 24 de mayo de 2011

Los inventarios y el crecimiento de China

Por Tom Orlik
¿Está preocupado por el crecimiento de China? Aquí va otra razón para estarlo: los altos inventarios significan que si la demanda se debilita, la producción podría caer incluso más rápido.
El ciclo de inventarios amplifica las variaciones del sector manufacturero. Si la demanda es fuerte, las firmas aceleran la producción y aumentan los inventarios, lo que da al crecimiento un impulso adicional. Si la demanda cae, los productores desaceleran sus operaciones y afectan el crecimiento con la reducción de los inventarios.
El colapso mundial de la demanda en 2008 causó el congelamiento de la producción de las empresas y la reducción de los inventarios, lo que exacerbó el efecto negativo en la economía. Cuando el crecimiento comenzó a repuntar el 2009, la reposición de inventarios generó un impulso adicional.
El proceso es el mismo en China. Pero es aún más difícil que en otros países encontrar positivos datos de inventarios. Lo que hay de información en el país apunta a altos niveles de inventarios que perjudicarán el crecimiento si la demanda final se desacelera en los próximos meses.
Datos de la Federación China de Logística y Compras muestran un aumento en marzo y abril de los inventarios de bienes terminados por parte de los manufactureros, algo inusual debido a que los datos normalmente apuntan a reducciones de los inventarios. Según cálculos de Wang Tao, de UBS, la relación de inventarios a ventas en segmentos industriales clave ha vuelto a los niveles previos a la crisis.
El panorama para la demanda es difícil de predecir. Pero hay razones para preocuparse. El crecimiento del valor agregado industrial fue del 13,4% interanual en abril, frente al 14,8% de marzo. Las inversiones inmobiliarias siguen siendo robustas, pero en general se espera una caída en la construcción debido a los controles del gobierno y al exceso de oferta.
La incógnita es la inflación. Si un índice de precios al consumidor moderado significa el fin de una política monetaria restrictiva, el crecimiento podría repuntar y las preocupaciones sobre el ciclo de los inventarios disminuir. Pero si la inflación se mantiene alta, y la política se inclina hacia un ajuste monetario, los altos inventarios intensificarán cualquier desaceleración en los próximos meses.

lunes, 23 de mayo de 2011

Turismo en Cuba. En abril vuelve a despegar.

Por Humberto Herrera Carles

La Oficina Nacional de Estadísticas informa de forma avanzada, “que el turismo internacional al cierre de abril de 2011, registró un crecimiento del 11,9% al arribar al país 1 179 963 visitantes, que significan 125 580 más que en igual período del año anterior.
Los visitantes que arriban en este mes, 275 401 representan un 13,4% más que en igual período del año 2010; 16,5% más que en el mismo mes de 2009, 18,4% que en 2008 y un 33,4% superior al 2007”.[1]
Esto es muy importante ya que el turismo cubano al cierre del mes de marzo de 2011, había disminuido el ritmo de crecimiento a 5.5 %,  algo mucho menor al alcanzado en enero y febrero (15.9 % y 13.5 %) respectivamente, en comparación al mismo periodo del 2010.
No obstante lo anterior, se había mantenido un 11.4 % de crecimiento en el acumulado, que confirma el ascenso que está teniendo el turismo cubano en este 2011; con los resultados completos de abril, observaremos que tendencia del resto de los indicadores.
Hasta marzo, sigue Canadá como el principal y preocupante primer lugar con un 48.0 % del total, lo que pase con este país, es lo que ocurrirá con el turismo. Así por ejemplo, si en enero y febrero creció en 14.9 % y 14.7 %, en marzo el ascenso fue de solo 7.8 % y esto fue lo que determino los resultados de marzo para el país.
De los principales países emisores Italia, España, México, Holanda y  Brasil descendieron en este 2011, siendo por otra parte muy alentadores los resultados de Inglaterra (19.4%), Francia (20.8 %), Argentina (33.9 %), Rusia (68.0 %) y Chile (55.7 %) como lo principales países que crecieron, aparte de Canadá.
Con los resultados del primer trimestre y manteniendo el ritmo de 5 % alcanzado en marzo debe lograrse la cómoda meta del 2.7 millones de turistas en el año, que si bien es bueno,  pero no es lo necesitamos, debemos tener crecimientos de dos cifras como la que alcanzamos  en enero, febrero y abril, para alcanzar los 3 millones de visitantes este año aproximarnos a ella.
Por otra parte, si bien los turistas crecen en un 10.8 % al cierre del primer trimestre del 2011 en la relación al 2010, las pernoctaciones crecen algo menor 9.35 % ocasionado por una disminución de la estancia promedio de 6.85 días en el 2010 a 6.76 días en el 2011.
El ingreso medio por turistas días crece ligeramente este año en o.37 % así como la ocupación de un 58.5 % en el 2010 a un 62.1 % en el 2011, ambos si bien no son significativos, si son buenos resultados porque refleja que el incremento de la ocupación no fue a costa de sacrificar los ingresos, es decir una bajada de precios.
Para poder evaluar la gestión turística y cuan conveniente es o no  para  el país estos resultados, se requieren de mucho más indicadores, como la Utilidad antes de Impuestos, habitaciones en inventarios por categorías y polos, ingresos y turistas que pertenecen a Hoteles en administración extranjera y cuales por marcas propias, etc., pero no se publican al menos por la ONE que es donde están tomadas las cifras señaladas. No obstante seguiremos observando los mismos  y se podrán realizar trabajos como http://cubaadiario.blogspot.com/2011_02_01_archive.html ya que este año 2011 puede ser muy importante para nuestro país en materia turística.




[1] http://www.one.cu/publicaciones/06turismoycomercio/llegadadevisitantes/Servicios%20informativos%20No.4%20turismo%2020%20de%20mayo%20de%202011.pdf





viernes, 20 de mayo de 2011

LA SUPREMACÍA DEL DÓLAR IMPIDE LA RECUPERACIÓN DE LA ECONOMÍA MUNDIAL

La preponderancia del dólar en el sistema financiero mundial dificulta la recuperación de la economía global reforzando los desequilibrios estructurales causados por la inestabilidad de la situación económica en EE. UU., indicó el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz.
La reforma del sistema financiero internacional debe comenzar con la reducción del impacto del dólar estadounidense, escribe el economista en The Financial Times. La moneda se ve significativamente afectada por la coyuntura en EE. UU.: el aumento del déficit presupuestario incrementa  la volatilidad de los mercados.
Las economías emergentes tratan de acumular reservas en dólares en un intento de asegurarse ante futuras crisis y ante la falta de liquidez, pero esto sólo incrementa los desequilibrios mundiales.
La mejor alternativa a la divisa estadounidense, según Stiglitz, es el derecho especial de giro (DEG) del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se utiliza para complementar los activos de reserva existentes de los países miembros en proporción a sus cuotas en el organismo. Su valor se basa en una cesta de monedas fundamentales del mundo:
Dólar de EE. UU. 41,9% (frente al 44% de la revisión de 2005)
Euro 37,4% (frente al 34% de la revisión de 2005)
Libra esterlina 11,3% (frente al 11% de la revisión de 2005)
Yen japonés 9,4% (frente al 11% de la revisión de 2005)
En apoyo a la expansión de las funciones del DEG  también se pronunció el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble. ”Esto permitiría estabilizar el sistema financiero global”, aseguró.
“Es poco probable que el papel del DEG crezca en un futuro próximo: la cesta sólo suaviza los riegos de una única moneda”, afirma, sin embargo, Ashmore Investment Management.
Por su parte, los participantes del encuentro del G-20 en Nankín, China, afirman que la cesta debería ampliarse a expensas de las divisas de las principales economías en desarrollo. El presidente francés, Nicolás Sarkozy, llamó a considerar la inclusión del yuan en la cesta del DEG, lo que conduciría a la disminución del impacto del dólar y la consolidación de la estabilidad del sistema financiero global.
A su vez el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, declaró que la introducción de la moneda china es imposible hasta que se fije el tipo de cambio flotante y la independencia del Banco Central del país con respecto al gobierno.
El ministro de Finanzas de Rusia, Alexéi Kudrin, planteó por su parte la cuestión de la introducción de la moneda rusa en la lista, ya que el rublo tiene todas las características necesarias para ser incluida en la misma, pero en primer lugar debe reducirse la dependencia de la macroeconomía rusa de las variaciones en el precio del petróleo.
“He planteado la cuestión de la introducción de la moneda rusa en la cesta, pero no es un proceso rápido”, dijo Kudrin.

jueves, 19 de mayo de 2011

El PIB de Japón vuelve a niveles de 1991

Por Alejandro Nieto Gonzalez

En el primer trimestre del año el PIB de Japón bajó (de forma anualizada) un 3,7%, debido al terremoto y maremoto que han asolado al país. Algo lógico, quizá algo más alto de lo esperado, pero no muy sorprendente después de una catástrofe de tanta envergadura. Sin embargo el dato que más me llama la atención es que el PIB vuelve a niveles de 1991.
Este es un dato desolador. Es decir, la riqueza en Japón está a niveles de hace 20 años. No debemos hablar ya de “la década perdida”, sino de “las dos décadas perdidas”. Y lo peor es que vemos los efectos de una burbuja inmobiliaria brutal y un país incapaz de reaccionar. ¿Nos sentimos identificados?
El verdadero problema de la crisis que estamos viviendo es que no consigamos hacer nada para salir de ella. Que en los próximos veinte años tengamos altibajos, pero en media nos quedemos con el mismo nivel de riqueza que en 2007. Que nos quedemos estancados, y lo veamos como algo normal.
Las crisis surgidas de una burbuja inmobiliaria tienen estos efectos, ya que la gente queda atado a propiedades que no puede vender (pues no puede cancelar la deuda), los bancos no tienen capacidad para prestar (lo tienen todo comprometido en ladrillos) y la sociedad, además, no sabe hacer otra cosa que vivir de la especulación de la propiedad.
Yo espero sinceramente que la situación de Japón no se repita en España. Además, nuestra tasa de paro es mucho más alta, así que no nos lo podemos permitir. Pero hay que tener muy presente lo que podemos tener si no solucionamos nuestros problemas: dos décadas perdidas y camino de una tercera.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Diez consejos para transformar su hobby en un negocio

Por Susan Solovic
¿Qué le encanta hacer? Ahora, imagínese si pudiera convertir esa diversión y pasión en un emprendimiento lucrativo.
Hoy en día muchos lo hacen. Cansados de ser la siguiente víctima de una ronda de despidos, enfermos de lidiar con la política de una oficina, o simplemente hartos de la monotonía de su carrera, estas personas están hallando maneras que convertir su pasatiempo en una vocación de tiempo completo.
Por supuesto, como en el caso de cualquier nuevo emprendimiento, se corren riesgos. A continuación, 10 consejos que podrían ayudarlo a hacer una transición exitosa de un pasatiempo a un negocio.
1. Evalúe su factor de "placer". ¿Convertir una actividad de ocio favorita en una empresa sería algo demasiado bueno? Algunas personas descubren que sí cuando hacen el cambio, pierden la felicidad que les daba hacerlo. Medite un tiempo para determinar cuánto en verdad ama su pasatiempo y si seguiría disfrutándolo después de convertirlo en una actividad comercial.
2. Evalúe el mercado. Digamos que le gusta decorar pasteles, y sus amigos y familiares siempre la halagan por eso. ¿Hay gente que estaría dispuesta a pagarle por su talento? ¿Su talento ha crecido al nivel de otras personas en el mercado? Sea honesto consigo mismo. Recuerde, la familia y los amigos tienden a decir cosas bonitas. Si la respuesta es sí, entonces pregúntese cómo podría sobresalir de la competencia. Quizás podría llenar un nicho especial u ofrecer precios más bajos que los de los competidores.
3. Ponga su precio. Es importante cobrar lo suficiente por un producto o servicio para generar ganancia. Para determinar el precio correcto, necesita sumar sus gastos y calcular los factores intangibles, como el tiempo que le demanda la tarea. Luego pregúntese si la gente estaría dispuesta a pagar esa cantidad.
4. Pruébelo. Siempre es bueno probar las aguas primero, así que considere iniciar su negocio como un trabajo de medio tiempo sin abandonar su empleo formal. Sólo recuerde que los clientes igual esperarán el tipo de servicio que obtendrían de una operación de tiempo completo. Esté preparado para poner todo de su parte y manejar el crecimiento de su negocio con cuidado.
5. Haga el cálculo. Estime el capital de su empresa, la cantidad de dinero que necesitará para ponerla en pie y operarla, y su capital de trabajo, la cantidad que necesitará para mantenerse a flote hasta que genere rentabilidad. De esta manera sabrá cuánto dinero puede gastar y en qué debería invertirlo primero y en qué después, lo que le ayudará a evitar quedarse sin fondos muy pronto.
Mientras tanto, intente deshacerse de la mayor cantidad de deuda posible. "Es difícil pagar por dos autos, pagar una hipoteca sobre una casa que está sobreapalancada, pagar préstamos estudiantiles y perseguir un sueño a la misma vez", dice Rusty Meador, que en 2009 convirtió su pasión por la carpintería en Beach & Bam, una compañía de restauración de casas en Carolina del Norte. Estar libre de deudas hace que fundar un negocio sea más divertido y menos estresante, añade.
6. Hágalo bien. Empiece a tratar su hobby como un negocio de verdad en vez de sólo un pasatiempo. Implemente un sistema de contabilidad para seguir la cuenta de sus ingresos y gastos. Abra una cuenta corriente y saque una tarjeta de crédito para su negocio. Y consulte con un experto legal o tributario sobre si debería crear una entidad legal aparte para su empresa, como una corporación o una sociedad anónima.
7. Escoja un nombre. El nombre de su negocio es el principio de su nueva marca, así que escójalo bien. Asegúrese de que sea fácil de recordar y escribir, y que sugiera la naturaleza de su empresa. También averigüe si la dirección electrónica del nombre que ha elegido está disponible. No querrá confundir a los clientes utilizando un nombre con un sitio web distinto.
8. Decida su estrategia de distribución. ¿Cómo va a vender su producto o negocio? ¿Desde dónde va a operar? Algunos negocios que nacen de pasatiempos sólo venden a través de ferias comunitarias, mercados de pulgas o vía Internet. Otros escogen vender a concesión. Si planea trabajar desde su casa, debe asegurarse de que su zona permite la apertura de negocios que operan desde viviendas. Averigüe con la asociación de vecinos así como con su municipalidad sobre lo que necesita, ya sea una licencia, permiso o aprobación especial.
9. Construya una presencia en Internet. Hoy en día, todo pequeño negocio necesita una presencia en la web. Es el equivalente moderno a estar listado en la guía telefónica. Sin embargo, un sitio web creíble no necesita demasiados adornos ni exige una gran inversión. Hay muchas herramientas de bajo costo de diseño de sitios web que son fáciles de usar. Otra alternativa es crear un blog o un perfil en una red social que represente su negocio, o podría listarlo en un directorio de negocios en línea. Otra opción es abrir una tienda dentro de un mercado en Internet como eBay.com o Etsy.com. Algunos pequeños negocios nuevos también han tenido éxito vendiendo productos en Craiglist.
10. Cree un plan de marketing. Si no tiene fondos para invertir en marketing, hay recursos excelentes que cuestan casi nada. Por ejemplo, podría crear una página en Facebook u ofrecer incentivos a quienes lo sigan. También podría permanecer en contacto con clientes frecuentes o potenciales a través de un boletín en línea.

martes, 17 de mayo de 2011

Hegemonía del dólar en el sistema monetario internacional terminará a más tardar en 2025

La hegemonía del dólar en el sistema monetario internacional se acabará a más tardar en 2025, cuando ocupará su lugar un sistema tripolar que también incluirá al euro y el yuan, afirmó el martes el Banco Mundial en un informe sobre “La nueva economía mundial”.
“Actualmente el euro es una fuente creciente de competencia internacional para el dólar”, escribe en ese informe la institución con sede en Washington.
Por otra parte, y “dado que las economías emergentes representan un parte cada vez mayor de la economía mundial y participan cada vez más activamente en el comercio y las finanzas transfronterizas, sus monedas, en particular el yuan o ‘renminbi’ (su nombre oficial) inevitablemente jugarán un papel más importante”, agrega.
“El escenario más probable para el sistema monetario internacional es un sistema con múltiples divisas, centrado en torno al dólar, el euro y el renminbi”, se puede leer en el documento.
“En el marco de ese escenario, el dólar perdería su posición incuestionable de divisa internacional dominante de aquí al 2025, dejando un amplio lugar para el euro y el auge del renminbi”, señala el Banco Mundial.
Francia ha hecho del avance hacia un sistema monetario multipolar una de las prioridades de su presidencia del G20, que concluirá en una cumbre en Cannes en noviembre.
“El rápido auge de las economías emergentes implicó una conmoción, que hace que los centros de crecimiento económico se hayan redistribuido a través de los países desarrollados y en desarrollo: estamos realmente en un mundo multipolar”, afirmó el economista jefe de la institución, el chino Justin Lin, citado en el comunicado.

lunes, 16 de mayo de 2011

Con el mercado hemos topado, amigo Sancho. Ocho mitos sobre la crisis alimentaria actual

A nivel general, la liberalización del mercado agrícola alejó a los estados de su función tradicional de legislar según los intereses de sus poblaciones, lo que ha provocado que la cadena alimentaria sea controlada por grandes empresas que exprimen al agricultor hasta su desaparición. Sin éste no hay cultivos y crece la dependencia hacia unas pocas transnacionales que manejan y especulan con el comercio agrícola. La crisis actual no se trata de un fenómeno coyuntural, sino que el escenario para la tragedia actual, durante décadas se fue preparando en muchos países a través de políticas liberales ortodoxas impuestas en algunos casos a través de chantajes y conflictos armados.
Antecedentes
Un accidente nuclear, unos bombardeos de la OTAN y un Bin Laden después, y sigue subiendo el número de hambrientos. De hecho, desde el verano pasado los precios de los alimentos no han dejado de crecer hasta alcanzar valores récord en 2011. El punto de ignición se originó con la disminución de las cosechas de cereales en algunos países exportadores, que se transformó en una reducción de la oferta que espoleó el incremento de los precios. Para garantizar su propio abastecimiento y poder defenderse del aumento, estas naciones limitaron sus exportaciones lo que constriñó más aún la oferta generando más tensión y alzas en el mercado, a la vez que el caos se iba expandiendo a otros alimentos.
Los primeros balances sociales consecuencia del terremoto de precios de los alimentos los dio a conocer el Banco Mundial a mediados de febrero, anunciando que durante este año el número de hambrientos podría crecer en 75 millones hasta oscilar los 1000 millones, a la vez que aumentaría en 44 millones el número de pobres extremos.(1)
De esta forma se arriesga gravemente el primero de los Objetivos del Milenio, que se compromete a reducir a la mitad el porcentaje de personas hambrientas. El presente y el futuro no invitan al optimismo. Datos del “Índice para los Precios de los Alimentos”, que calcula la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), muestran que durante el mes de febrero se alcanzó el record en los precios, aparte de constituir el octavo mes seguido con una tendencia claramente alcista.(2) Los últimos índices de marzo y abril mantienen la dinámica y perpetúan esta agónica situación, porque a pesar de la ligera reducción en los precios, éstos siguen un 36% más inflados respecto a los valores de hace un año.(3)
Dos lógicas opuestas para diagnosticar un mismo problema
A efectos de este artículo, la cadena comercial alimentaria se podría dividir en tres eslabones. El primero lo componen los países exportadores; que comercian sus cosechas en el mercado internacional que es el segundo eslabón; para que puedan ser adquiridos por las naciones importadoras que conformarían el tercero.
Una vez hecho este matiz decir que la primera de las lógicas se denominará “humana”, porque antepone el estómago de las personas que debería prevalecer a cualquier otra premisa. La segunda es la “lógica del mercado” y es la que imponen con calzador los poderosos y sus políticos. Para ésta el centro del universo es el mercado, que debe ser totalmente libre de ataduras y obstáculos porque se basa en el principio metafísico de que el mercado es capaz de autorregularse, o como se dice metafóricamente, existe una especie de mano invisible que repartirá el pastel de forma justa y equitativa.
Para la “lógica humana” -defendida por el que escribe- el problema de la crisis de los precios tiene su origen en “manos visibles” del mercado cuyas operaciones bursátiles, sin ser armadas, son socialmente más criminales que las bombas del cadáver Bin Laden; por tanto, las soluciones deben encaminarse a frenar los abusos de este mortífero segundo eslabón de la cadena. Para la otra lógica, el mercado es un ente intocable que por dogma de fe debe ser libre a cualquier precio. Los idealistas creen las propiedades sobrenaturales de su autorregulación filantrópica, mientras que para los pragmáticos el mercado es una manera de forrarse y por eso no quieren regulación, salvo cuando les interesa para lucrarse más si cabe. Bajo la “lógica del mercado”, que es la que se ha impuesto, la causa del incremento de precios tiene su origen en los países exportadores e importadores (eslabones primero y tercero), es decir, en la humanidad misma.
Mito 1: Existe un desequilibro entre la oferta y la demanda de alimentos
O dicho de otra manera, el problema es que el primer eslabón de la cadena produce menos alimentos y el tercero consume más. Por el contrario, el papel del segundo eslabón (mercado) se ciñe a fijar inocente, salomónica y mecánicamente unos precios que en este caso son elevados porque la oferta de cereales es menor a la demanda.
Con datos de la FAO de este mes de mayo, para este ciclo 2010-2011 se prevé que el balance mundial entre la producción y el consumo de cereales arroje un déficit de 43,1 millones de toneladas. Pero las reservas, que oscilan los 483 millones, permiten hacer frente 11 veces al déficit estimado.(4) Durante varios años en la última década fue peor la relación entre producción, consumo y reservas, pero nunca los precios ascendieron tanto como ahora o 2008. En 2003-2004 las reservas sólo cubrían 6 veces el déficit existente en aquel momento y los precios eran la mitad que ahora.(5)
La propia FAO, en septiembre de 2010 repartía optimismo a través de un comunicado de prensa en el que afirmaba que “no hay indicios de una crisis alimentaria mundial” y que “el suministro y la demanda mundial de cereales se presentan suficientemente equilibrados (…) La previsión para la producción mundial de cereales en 2010 se sitúa en 2239 millones de toneladas, tan sólo un uno por ciento menor que el pasado año y la tercera mayor registrada hasta hoy.(6)”
El discurso sereno, paradójicamente se tornó en dramático dos meses después coincidiendo con la edición del informe “Perspectivas Alimentarias”, en el que se informaba de los cereales que “unos déficit imprevistos de producción debidos a fenómenos meteorológicos influyeron negativamente en las perspectivas para el suministro mundial de cereales…”.(7) Se cuantificaba la nueva cantidad de cereales en 2216 millones de toneladas, frente a los 2239 de septiembre.
Y es que de no haber indicios de crisis y de un equilibrio del suministro y la demanda, en unas pocas semanas se pasa al alarmismo por 23 millones de toneladas menos (el 1% de la producción mundial) pero ¿realmente puede este 1% provocar tal desbarajuste?
Porque en una resolución de febrero el Parlamente Europeo mantenía que “…en la actualidad el suministro total mundial de alimentos no es insuficiente (…) son más bien la inaccesibilidad de los mismos y sus elevados precios los factores que privan a muchas personas de la seguridad alimentaria.”(8) Entonces, si la crisis no es de escasez sino que se origina por el alza de los precios que impide la accesibilidad a los alimentos, pero este ascenso no surge de un desequilibrio real por una menor oferta y una mayor demanda, y si además se suma que durante años la situación fue peor pero los precios se mantuvieron equilibrados, entonces, indudablemente, hay un factor independiente al primer y tercer eslabón que está distorsionando gravemente los precios, que se llama especulación, que está incrustado en el segundo eslabón (mercado) y que según la Eurocámara es el causante del 50% de los incrementos en los precios.
Para más información decir que hay dos tipos de especuladores. Los fondos de inversión, de pensiones, de cobertura, etc. que según el Observatori del Deute en la Globalització “…compran y venden contratos de futuros esperando sacar beneficios en cualquiera de las transacciones, independientemente de que estos contratos se materialicen.(9)” Después están los intermediarios (destacando las transnacionales agroexportadoras como Cargill, Monsanto, etc.) que manejan grandes cantidades de productos como el cacao, cereales, etc. lo que les confiere influencia en la oferta de alimentos, no dudando en almacenar grandes cantidades para desabastecer el mercado y forzar una subida de precios. Estos intermediarios también especulan con contratos de futuros.
Bajo la “lógica humana” habría que actuar sobre estos elementos transgresores para evitar más hambrientos, pero bajo la todopoderosa e imperante “lógica del mercado” debe ser el mundo quién se amolde a sus reglas y concretamente los países del primer eslabón que deben disponer más alimentos en el mercado en busca de su bendita autorregulación, aunque esté infestado de especuladores, aunque caigan más famélicos y aunque en realidad hay alimentos suficientes.
Mito 2: Los chinos y los indios comen más y mejor
En este supuesto son dos países del tercer eslabón quienes han desquilibrado la balanza, aunque con cifras de la FAO de noviembre, el consumo humano de cereales estimado para este año crecerá un 7,10% respecto a 2005 y el consumo de cereales para piensos lo hará un 2,24%. En cuanto a la oferta, la producción mundial de cereales prevista para 2011 será un 8,10% superior a la de 2005. Por tanto, los incrementos en los consumos de cereales para humanos y piensos, porcentualmente serán armónicos y proporcionales al crecimiento de la producción, tomando como referencia datos de 2005 y 2011.
Para el ciclo 2010-2011, el volumen de cereales para consumo humano y para piensos rondará los 1820 millones de toneladas (demanda) cuando se prevé una producción global de 2216 millones de toneladas (oferta). Alimentando estómagos y animales de granja sobrarían 396 millones de toneladas. El verdadero desequilibrio en la demanda de cereales es producido por otros consumos alejados de los esófagos, fundamentalmente agrocombustibles. Para 2011 se estima que se desviarán 433 millones de toneladas para estos usos, que respecto a 2005 supone un aumento del 44%. Los 396 millones de toneladas sobrantes, no sólo desaparecen sino que se genera un déficit de 37 millones.(10)
Señalar los menús chinos e indios como posible causa de la crisis, aparte de ser tendencioso porque difícilmente pueda justificar el tenue desequilibrio en la demanda, tiene implícito dos mensajes subliminales hábilmente calibrados para confundir a la ciudadanía. Primero, mientras se acuse a los estómagos chinos e indios se librarán los especuladores y los coches europeos y norteamericanos. Segundo, con esta premisa, el sistema económico global basado en el libre mercado no sólo se deshace de cualquier responsabilidad por la crisis alimentaria, sino que se apunta el tanto de haber generado riqueza y progreso en países emergentes como China e India… que ahora comen mejor.
Mito 3: Los países exportadores e importadores han actuado irracionalmente
Se dice esto porque durante los primeros meses de la crisis, los primeros limitaron sus exportaciones y los segundos compraron grandes partidas de alimentos, ambos con el objetivo común y legítimo de poder garantizar el suministro de alimentos para sus poblaciones. Pues bien, para algunos organismos y expertos este comportamiento en el primer y tercer eslabón ha sido irracional, porque ha estrangulado más la ecuación entre la oferta y la demanda.
Es curioso que en la sociedad del supuesto comercio libre, los inversionistas -aprovechando esa “libertad”- especulen en el mercado con total impunidad sin que nadie diga o haga algo, mientras a ciertos estados se les critica y se les presiona cuando libremente compran y venden en el mismo mercado. Por ejemplo la FAO, en enero publicaba una nota de prensa en la que explicaba algunas de las actuaciones que realizó para frenar la escalada de precios durante los meses iniciales de la crisis en 2010. Se menciona en dicha nota que “La FAO entró en ese momento en contacto con los diferentes países exportadores, con la intención de evitar un fenómeno de contagio tras las restricciones a la exportación de trigo anunciadas por Rusia. Y lo consiguió, excepto en el caso de Ucrania, país en el que al menos logró retrasar la decisión durante varios meses.(11)”
A los países importadores la FAO ha sugerido, a través del documento Guide for policy and programmatic actions at country level to address high food prices, que apliquen medidas económicas y comerciales regresivas para reducir el precio de los alimentos en sus territorios, como por ejemplo subvenciones directas, incentivos fiscales, reducción de impuestos como el IVA, reducción de los aranceles, etc. La FAO, además, ha organizado seminarios para dar a conocer estas sugerencias y considera esencial que los estados revisen sus opciones legislativas, supuestamente para incorporar estas medidas que, van encaminadas a que las opulentas ganancias de los inversores financieros sean costeadas por los estados soberanos, que verán reducidos sus ingresos arriesgando la financiación de sus programas sociales mientras incrementan su endeudamiento.(12)
No ha sido posible localizar documento alguno en el que la FAO u otro organismo internacional hayan cabildeado a instituciones financieras para que frenaran la sangría especuladora.
Mito 4: Se trata de una crisis alimentaria mundial
Llegado este momento hay que indicar que la especulación en los mercados de futuros, por si misma no es la causa de la crisis. Dicho de otra manera, los países que se cultivan sus propios alimentos no tienen porque adquirirlos en el mercado. El problema lo tienen los países que han instaurado el modelo agroexportador que fomenta la siembra de cultivos para la exportación al supermercado global (sobre todo los exóticos y las materias primas) en detrimento de la producción nacional de unos alimentos que ahora obligadamente tienen que adquirir en el segundo eslabón.
Olivier De Schutter, relator de la ONU para el derecho a la alimentación, lo dejaba entrever en una reciente entrevista: “Los países africanos se han beneficiado de unas cosechas en 2010 relativamente buenas y no afrontan un riesgo inmediato (…) Los países que importan la mayor parte de la comida que necesitan son más vulnerables. Los menos desarrollados compran el 20% de sus alimentos, y su factura se ha multiplicado por cinco o seis desde los años 90. Esta dependencia de los mercados internacionales es muy peligrosa.(13)”
Ameritaría otro artículo explicar los mecanismos que han propiciado el abandono de la soberanía alimentaria, pero destacar que muchos organismos como el Banco Mundial presionaron y espolearon a naciones pobres para que apostaran por la agroexportación ahogando su propia agricultura campesina. También la desaparición de los aranceles bajo la “lógica del mercado”, facilitó que excedentes alimentarios subsidiados de Estados Unidos penetraran en países pobres, aniquilando la producción local lo que derivó en una dependencia de las importaciones. O casos como el de España, que en 2006 aprobó una reforma en la que reducía considerablemente su producción de azúcar (500.000 toneladas de cuota con un consumo de 1,3 millones de toneladas). El acatar la disminución en lugar de legislar en favor de una agricultura sostenible que garantice dicho suministro interno generando a la vez empleo y desarrollo rural, ha propiciado que España dependa de las importaciones y de los precios internaciones.(14)
A nivel general, la liberalización del mercado agrícola alejó a los estados de su función tradicional de legislar según los intereses de sus poblaciones, lo que ha provocado que la cadena alimentaria sea controlada por grandes empresas que exprimen al agricultor hasta su desaparición. Sin éste no hay cultivos y crece la dependencia hacia unas pocas transnacionales que manejan y especulan con el comercio agrícola.
Por tanto la crisis actual no se trata de un fenómeno coyuntural, sino que el escenario para la tragedia actual, durante décadas se fue preparando en muchos países a través de políticas liberales ortodoxas impuestas en algunos casos a través de chantajes y conflictos armados (recuerden si no, el paquete de medidas económicas que instauró el gobierno “amigo” de Irak tras la defenestración de Sadam Hussein).
Mito 5: Los agricultores salen ganando por el alza de los precios
Se cree que los elevados precios de los alimentos repercuten positivamente en los agricultores de países del primer eslabón, que se benefician de la situación y reciben mejores precios por sus cosechas. Pero esto no suele ser así, porque el principal problema que enfrenta la agricultura para la exportación es que las diferentes fases de la cadena agroalimentaria (semillas, insumos, intermediación, distribución, transformación, etc.) se concentran cada vez en menos manos. Esta situación de oligopolio da fuerza a estas “manos” que determinan las condiciones y en el caso de la intermediación y la distribución, son éstas las que establecen los precios de compra sin que la política ponga límite al abuso.
En España el saqueo se visualiza en el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos, que calculan la coordinadora agraria COAG y las organizaciones de consumidores UCE y CEACCU. En el estudio último de abril de 2011, los cultivos, de media, multiplicaban un 505% su valor desde el agricultor al consumidor y en algún caso concreto se llegaba al 761%. Para COAG “Una vez más, los datos evidencian que la distribución mueve los hilos de la cadena agroalimentaria a su antojo, independientemente de la evolución de los precios en el campo, e impone condiciones desde arriba para salvaguardar sus márgenes, manteniendo o incluso elevando los precios en épocas de mayor consumo…”.(15) La situación es tan decimonónica que los agricultores en muchos casos no negocian un precio de venta, sino que entregan su producción y al final les abonan una pequeña migaja que a veces no cubre ni los costos de producción.
La propia Comisión Europea reconocía en un informe la detección de “…una serie de graves problemas en la cadena de abastecimiento, como el abuso de poder de compra dominante…”. Mientras el Parlamento Europeo dejaba claro en una Resolución de febrero pasado “Que el alza de precios de los productos alimenticios no se traduce automáticamente en un incremento de las rentas de los agricultores, debido sobre todo a la velocidad con que aumentan los costes de los insumos agrícolas (…) el porcentaje de la renta de los agricultores procedente de la cadena alimentaria ha disminuido considerablemente, mientras que los beneficios de los transformadores y los minoristas han experimentado un aumento constante…”.(16)
Mito 6: Hay que liberalizar más los mercados agrícolas
En un artículo publicado en enero y firmado por el ex director de la FAO, Jacques Diouf, decía que “Las medidas sanitarias y fitosanitarias unilaterales, así como los obstáculos técnicos al comercio, suponen un freno para las exportaciones y, en particular, para los países en desarrollo.” y “Se debe llegar a un consenso en las negociaciones ya demasiado largas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para poner fin a la distorsión de los mercados y a las medidas comerciales restrictivas para el comercio que agravan los desequilibrios entre la oferta y la demanda.(17)”
Una vez más, se parte de un desequilibrio que realmente no existe entre el primer y el tercer eslabón, como aclara Olivier De Schutter: “Hay escasez localizada en regiones donde las cosechas han sido bajas o que han sufrido desastres naturales o conflictos o donde las rutas de comunicación son muy pobres. Pero producimos suficiente para alimentar al mundo. Si los mercados funcionasen bien y la gente tuviera la capacidad adquisitiva para comprar la comida disponible no habría hambre. El hambre es un problema político.(18)”
Las afirmaciones de Jacques Diouf son más graves por cuanto se apuesta, bajo la aplastante “lógica del mercado”, por incidir en un modelo agrario basado en el comercio libre y en la exportación (el de los tres eslabones), en detrimento de uno que garantice la seguridad y la soberanía alimentaria de los pueblos. Con él se fomenta entre las naciones, el abandono de su auto abastecimiento de alimentos y la dependencia hacia el segundo eslabón (mercado) con su voracidad y perversidad incluidas. Para los agricultores una mayor liberalización no es provechosa, porque como se decía antes, la distribución y la intermediación imponen los precios de compra y venta. Por tanto, por mucho que se desregule y por muchas fronteras que se abran, al final es el intermediario quién acaba repartiendo el pastel. De Schutter indicaba al respecto que “…ni los pequeños agricultores se benefician siempre de los altos precios, porque están en el eslabón de la cadena más débil, ni los consumidores de la bajada de precios porque las empresas importadoras o los pequeños comercios no los trasladan al mercado.(19)”
Mito 7: Hay que aumentar la inversión y la producción
No hay una escasez pero se busca acrecentar la producción (oferta) en el primer eslabón para calmar el alza de precios que acaece en el segundo. Dicho gráficamente, el lobo asaltó el gallinero y por las ventanas se echan más gallinas para saciar su voracidad.
Pero, el problema no es de cantidad sino de accesibilidad. No se requieren cirugías financieras y técnicas con aparatosos postoperatorios, sino una ración de justicia social y coherencia. Según el Parlamento Europeo “…al menos el 30% de todos los alimentos producidos en el mundo se despilfarra en varios puntos de la cadena alimentaria.(20)” Se refiere a la cadena controlada por unos pocos, en donde los alimentos recorren largas distancias para transformarse en productos envasados que se exponen luego en un supermercado. Y es cierto que de cara al futuro se tiene que plantear un aumento en la producción teniendo en cuenta el incremento de la población, aunque más temprano que tarde habrá que cuestionarse medidas controvertidas como el control de la natalidad, si no quiere la raza humana convertirse en una plaga que arrase con el planeta.
La producción y la inversión, per se, no son la panacea. Un incremento de ambas puede ser positivo si el protagonista activo es el pequeño agricultor y campesino, que genera alimentos dignamente para las comunidades locales de una forma sostenible y accesible. Pero conforme está montado el cotarro agroexportador bajo el libertinaje comercial, de nada sirve aumentar la inversión y la producción si después: A- La tierra está en manos de terratenientes e inversores que no siembran comida sino cultivos exóticos (café plátanos, etc.) y materias primas para la exportación (algodón, soja para biodiesel, etc.). B- No se legisla para eliminar, sino que se mantienen los engranajes que permiten los atropellos ejercidos por los especuladores y las transnacionales que controlan las semillas, insumos, comercialización, transformación, precios de compra y venta, etc.
De hecho, en una nueva vuelta de tuerca, en algunos países del sur, desde hace años ha crecido vertiginosamente la cantidad de hectáreas acaparadas por extranjeros. Algunos son estados soberanos que buscan su abastecimiento, pero otros son inversores que una vez dominados los mercados, la venta de semillas e insumos, la distribución, la comercialización, etc. ahora van a por la tierra que es lo único que no tienen bajo sus zarpas. Y es que después del batacazo de las “subprimes”, el negocio agrícola es una garantía como explicaba un financiero al diario Público: “No hay prácticamente otro producto en el que invertir en estos momentos cuya demanda real sea tan clara…”( ) Porque puede bajar la demanda de coches o móviles, pero comer es preciso.
En esta coyuntura los “agrinversores” no irán con pequeñeces. Sus tierras dispondrán de regadíos modernos, tractores, transporte, buenas carreteras y no dudarán en contaminar el medio ambiente (ajeno) con agroquímicos y cultivos transgénicos. Abandonarán la tierra cuando acaben con su fertilidad y buscarán otras para arrasar, como hizo con sus bananeras la United Fruit. Y nunca, absolutamente nunca sembrarán para los pobres frijoles a diez pesos la libra, pudiendo vender en dólares maíz para bioetanol. Sin duda más inversión y producción pero ¿quién come?
Mito 8: Hace falta una nueva revolución verde
A mediados del siglo pasado la agricultura se mecanizó y se incorporaron semillas mejoradas y productos químicos. Este proceso que facilitó un aumento de la producción se denominó “revolución verde”, aunque no logró acabar con el hambre porque no solucionaba el problema de la accesibilidad a los alimentos. Esta evidente contradicción no es óbice para que algunas voces clamen ahora por una segunda “revolución verde” que sería encabezada por las semillas transgénicas. La justificación la de siempre: aumentar la producción para paliar el desequilibrio de la oferta y la demanda entre el primer y tercer eslabón.
Sin embargo, apostar por una segunda “revolución verde” sería incidir en un modelo ecológicamente insostenible que ha contaminado al medio ambiente y las personas. Los efectos negativos y los fracasos de los cultivos transgénicos han sido documentados ampliamente. Actualmente sólo tienen cabida en una agricultura industrial, mecanizada, con vocación exportadora y fuertemente dependiente del agonizante y caro petróleo. Sin olvidar que los agroquímicos y las semillas transgénicas forman parte del mismo “paquete tecnológico” que se tiene que comprar, lo que amarra al agricultor a unas pocas transnacionales que se lucran con este negocio.
En diciembre, De Schutter publicó un informe en el que apostaba por la agroecología como un modelo ambientalmente más sostenible y socialmente más justo. Se detallaban experiencias de agricultores ecológicos que lograron mejores producciones que los convencionales y se afirmaba que “…la propagación de las prácticas agroecológicas puede aumentar al mismo tiempo la productividad agrícola y la seguridad alimentaria, mejorar los ingresos y los medios de sustento de la población rural y contener e invertir la tendencia a la pérdida de especies y la erosión genética.(22)”
Son precisamente estas bondades sociales y ambientales las que dificultarán su propagación, ya que el modelo agroecológico cuestiona la “lógica del mercado” a la vez que desmonta el chiringuito de los que se enriquecen con las penurias de la mayoría. Por tanto, a seguir comiendo moscas y salvando bancos que Bin Laden murió y estamos de fiesta.

Vicent Boix - Escritor, autor del libro El parque de las hamacas y responsable de Ecología Social de Belianís. Artículo de la serie “Crisis Agroalimentaria”, ver más aquí: http://www.elparquedelashamacas.org/html/biografia.html
Referencias:
(2) FAO: “Dificultades en los mercados de cereales con una nueva subida de los precios” Roma, 3 de marzo de 2011
(3) FAO: “El último Índice de precios de la FAO muestra su primer descenso en ocho meses” Roma, 7 de abril de 2011.
(6) FAO: “Los mercados de futuros necesitan algún tipo de regulación” Roma, 23 de junio de 2010.
(9) Observatori del Deute en la Globalització, Càtedra UNESCO de Sostenibilitat de la Universitat Politècnica de Catalunya y Revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas: “Navegando por los meandros de la especulación alimentaria”, marzo de 2011. http://www.derechoshumanosdelcampesinado.org/es/descargas.html?func=fileinfo&id=102
(12) http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/ISFP/revisedISFP_guide_web.pdf y FAO: “La FAO organiza seminarios para altos funcionarios a fin de ayudar a los gobiernos a tomar decisiones normativas informadas” Roma, 8 de marzo de 2011.

viernes, 13 de mayo de 2011

No le tenga miedo a la última tecnología

Por Ben Worthen
A la mayoría de las empresas les gusta decir que son innovadoras. Pero cuando se trata de usar tecnología de punta, pocas lo son realmente.
El motivo es simple: aunque desplegar de forma exitosa el producto más nuevo puede darle al negocio una ventaja sobre la competencia, las posibilidades de que el producto no funcione son mucho más altas. Cuando las cosas salen mal, una empresa pierde tiempo y dinero; en los peores casos, los sitios web colapsan, se pierde información, y sistemas clave dejan de estar disponibles.
"Hay un miedo al riesgo básico" entre las empresas, afirma Bobby Cameron, un analista de la firma de investigación Forrester Research. "Las empresas que toman la iniciativa son pocas y no aparecen con frecuencia".
Pero ejecutivos de tecnología de la información que les han abierto los brazos a los avances más recientes afirman que no hace falta que sea una proposición que quite el aliento y ponga en juego todo. Lo ideal es probar con cuidado la tecnología y desplegarla en etapas, comenzando con sistemas que no son clave.
Vail Resorts
Vail Resorts ha desarrollado pases con radiofrecuencia y una aplicación para facilitar la experiencia en sus centros de esquí.
Por ejemplo, cada vez más se crean programas que ponen una carga limitada sobre el sistema principal de tecnología de la información de una empresa, lo que reduce el potencial daño que podría sufrirse si algo sale mal.
Un ejemplo es Vail Resorts Inc. de Colorado, que opera el centro de esquí Vail y varios otros.
Desde la temporada de 2007, la empresa comenzó a incorporar etiquetas de identificación con radiofrecuencia, o RFID, a los pases de esquí para facilitar el control de boletos en las sillas aéreas y reducir la cantidad de personas que intentan esquiar sin pagar. Vail optó por invertir en etiquetas y lectores más nuevos y de mayor alcance, capaces de leer señales a nueve metros de distancia, en lugar de un sistema más establecido de RFID que requería que las etiquetas y los lectores se encontraran a menos de medio metro de distancia para funcionar. Como respaldo, Vail mantuvo los códigos de barras en sus pases, que podían ser escaneados de forma manual si lo lectores dejaban de funcionar.
Robert Urwiler, director general de información de la empresa, afirma que Vail eligió las etiquetas de largo alcance porque las considera "una apuesta al futuro".
Después de poner a trabajar un equipo de empleados de distintas áreas de la empresa, Vail lanzó una aplicación para teléfono inteligente llamada Epic Mix, que permite a quienes esquían llevar la cuenta de la cantidad de metros en sentido vertical que han recorrido y recolectar recompensas virtuales por alcanzar objetivos como subir a todas las sillas aéreas de un centro de esquí. Luego, todo esto se puede compartir y comparar entre amigos en Facebook y Twitter.
Darren Dworkin, director general de información del Centro Médico Cedars Sinai en Los Ángeles, afirma que con tanta tecnología nueva, las empresas que quieren estar a la vanguardia casi siempre deben asumir riesgos.
"Antes los proveedores dedicaban cinco años a investigación y desarrollo", dice. "Ahora, lanzan productos todos los años, así que nosotros, como clientes, tendemos a participar más en la prueba y validación de un producto que hace cinco años". La ventaja, sostiene, es que las compañías obtienen una oportunidad para influenciar la configuración de ciertos productos. Lo negativo es que la tecnología no es tan estable como solía serlo.
Los pasos que toma el hospital para mitigar el riesgo son diferentes, dependiendo de cómo se usará la tecnología, señala.
Por ejemplo, el hospital está usando un nuevo sistema de servidores de IBM que tiene la potencia de 100 unidades pero ocupa una décima del espacio. Además, su sistema de refrigeración cuesta casi la mitad.
Dworkin ha previsto que el sistema no funcione como dice el fabricante. Para ello probó los servidores primero en la plataforma de solicitudes de ayuda al departamento de soporte técnico, que no tiene que estar disponible todo el tiempo. Luego, planea usarlos para el sistema de archivos médicos, pero sólo en el centro de respaldo. Agrega que no desplegará una nueva tecnología en un sistema más clave en el hospital hasta que haya funcionado lo suficientemente bien y durante el tiempo necesario como para convencerlo de que es confiable.
Una fuerte tendencia que impulsa la innovación tecnológica en el trabajo es un deseo creciente entre empleados de usar aparatos y programas personales para los negocios.
El procesador de pagos First Data Corp., por ejemplo, recurrió al mercado de consumo para su proyecto más reciente: equipar a los representantes de ventas con iPads de Apple Inc. Con este ágil dispositivo que puede conectarse a Internet, la empresa busca maximizar el tiempo que los representantes pasan con los clientes.
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