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© 2013 The New York Times
Traducción de News Clips.
Por: Paul Krugman Premio Nobel de Economia
Ante la sorpresa de casi todo el mundo, Japón -¡Japón!– se ha mostrado como el país avanzado más dispuesto a romper con la ortodoxia de la austeridad y a probar una combinación de estímulo monetario y fiscal agresivo. Como es natural, todavía no se ha emitido un veredicto sobre la Abeconomía (Abenomics), pero los primeros indicios son buenos. ¿Pero cómo ha ocurrido esto?
El columnista de Financial Times David Pilling insinuaba recientemente que el cambio vino provocado por la doble conmoción causada por el tsunami en 2011 y por el hecho de que China sobrepasara a Japón como segunda economía mundial. Estas conmociones, sostiene Pilling, acabaron con el fatalismo y convencieron a la élite japonesa de que había que hacer algo.
El columnista de Financial Times David Pilling insinuaba recientemente que el cambio vino provocado por la doble conmoción causada por el tsunami en 2011 y por el hecho de que China sobrepasara a Japón como segunda economía mundial. Estas conmociones, sostiene Pilling, acabaron con el fatalismo y convencieron a la élite japonesa de que había que hacer algo.
Los que me leen desde hace tiempo saben que una vez bromeé sobre el hecho de que lo que nosotros, en EE UU, necesitábamos para pasar a la acción en cuanto al estímulo era una amenaza de unos alienígenas del espacio; daba igual que más tarde se revelara que los alienígenas eran un engaño.
Bueno, parece como si Japón hubiese encontrado el equivalente moral de los alienígenas del espacio. Bien por ellos.
© 2013 The New York Times
Traducción de News Clips.
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